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De virus, reflexiones y aprendizajes
De virus,
REFLEXIONES Y APRENDIZAJES
Por Leonor Gómez de Pérez, estudiante Diplomado Estudios Históricos de África
Marzo 2020… reencuentro con la universidad, los compañeros, el campus, los salones de clase. Toda una integración entusiasta y muchas expectativas sobre lo que sería este año. Nuestras primeras clases transcurrieron sin siquiera sospechar lo que vendría.
De repente, como una avalancha informativa, comenzaron informes constantes de los medios sobre un temible virus, tan misterioso como ávido de extenderse muy fácilmente a través de un abrazo, un saludo, una charla cordial o el contacto cercano con una persona. Así perdió su identidad primaria y se convirtió en el "coco" del planeta. Comenzó a traspasar fronteras, segar vidas, aplastar economías, retar a la ciencia y cuestionar al hombre sobre su capacidad para afrontar las contingencias y enfrentar sus miedos.
Pero, como dice Albert Camus: "En el hombre hay más cosas dignas de admiración que de desprecio", y su obra La Peste, escrita en 1947, se convirtió en lectura obligada con los sucesos provocados por el virus del 2020. Si este virus trajo muerte, dolor, asombro e impotencia, también es cierto que brotaron sentimientos como la solidaridad, la compasión, el aprecio y preocupación por la suerte de los demás. La generosidad se puso a prueba y el mundo entero se sintonizó en modo fraternidad. Nuestros sentimientos son la voz de millones de antepasados, cada uno de los cuales consiguió sobrevivir y reproducirse " en un ambiente despiadado Harari "
Ante el desastre en que se sumió gestual, desde las ventanas y balcones la economía, se fortaleció la creativi- la gente agitando la mano saludaba a dad. Pequeñas empresas que colapsa- los conocidos que paseaban sus masron se reinventaron en la pandemia cotas. Por medio de señales se comuofreciendo productos relacionados nicaron afectos y emociones, con el con los cuidados recomendados, cada dedo pulgar hacia arriba se motivó el uno sacó a relucir sus aptitudes, y la trabajo de los empleados que limpian economía en general debió replantear las calles, los jardines. Las familias volsus estrategias para tratar de salir del vieron a integrarse, pues antes solo se reversazo. Como queriendo reafirmar reencontraban en las noches cansados con hechos lo que hábilmente desta- y somnolientos; hijos que vivían aparte ca Noah Harari en su libro Homo Deus: regresaron para estar con los suyos, se Breve historia del mañana."Cuando es- propició el espacio y el tiempo para leer, cuchamos nuestros sentimientos, se- reflexionar, hacer un alto en el camino, guimos un algoritmo que la evolución ya que en la carrera loca que llevaba el ha desarrollado durante millones de planeta se olvidaron las charlas y la imaños y que ha superado las más duras portancia del calor humano. Así mismo, pruebas de calidad de la selección na- la pausa para el consumismo nos probó tural, nuestros sentimientos no son in- que se puede vivir con lo indispensable. falibles desde luego, pero son mejores El medio ambiente nos envió un claro que la mayoría de las alternativas". mensaje y el confinamiento nos demosMuchos interrogantes y aprendi- tró claramente la agresión y el abuso zajes nos están dejando estas nuevas cometido por el hombre, pues en poco situaciones. Durante la cuarentena tiempo los mares recobraron limpidez aprendimos la importancia del lenguaje y la flora y la fauna marina estuvieron
de fiesta celebrando, aunque fuera por poco tiempo, la recuperación de su espacio; en las ciudades se pudieron ver animales antes desplazados, recorriendo lugares como nunca lo habían hecho. Hasta el viejo árbol que creció en la calle en donde vivo y que alguna vez escribí pidiendo que lo retiraran, pues en cualquier momento podría caerse y lastimar a alguien, mece sus nuevas hojas con el donaire de un quinceañero como diciendo: “¿viejo yo?”.
La era digital que veíamos cerca, pero no exactamente como parte del día a día, especialmente de las generaciones mayores, ha hecho de las suyas. Y efectivamente se ha demostrado que en todas las áreas del conocimiento ha sido muy útil su uso, la adaptación para la interacción virtual exigió más flexibilidad para el aprendizaje y manejo de las herramientas tecnológicas, y la creatividad de los profesores para mantener el interés en todo momento es digna de destacarse. Aunque nunca igualará a lo presencial, su utilidad ha sido muy grande. Ya lo evidenció Bernardo Marín, director de Retina, revista que circula con El País, primer periódico de circulación en Madrid-España: "este virus nos obligó a ser virtuales, los principales damnificados en esta tragedia: las personas mayores, son las que más sufren, pero también quienes más pueden aprender en este abrupto proceso de formación". Con este sorpresivo empujón, solo queda preguntarnos: ¿llegaría para quedarse?
Las empresas descubrieron la importancia del teletrabajo. Muchas personas que laboraban en otras regiones regresaron a sus lugares de origen para ejercerlo desde allí, rodeados de su familia. Con todo esto frente a la amarga cara del covid 19 es como si la vida tratara de mostrarnos su mejor sonrisa. La telemedicina, gran aliada del personal de la salud y conducida por los héroes de la pandemia, da indicios de que, en un futuro muy próximo, será imprescindible.
En conclusión, la gran lección es que nada reemplaza la tibieza de un abrazo, la alegría de un encuentro de amigos, el ayudar presencialmente a quien lo necesite y el placer de degustar un calientito plato de comida en unión de los seres que amamos. ¡Arrivederci, covid 19! ¿Será qué pondremos en práctica tus lecciones?