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5.2.2. Bloque de Dirección
• La necesidad de un liderazgo colaborativo y transformador, menos centrado en el control y mando, y que busque la cocreación en lugar de la competición. Las organizaciones deben reconocer que les beneficia implicarse y aprender de las organizaciones de su ecosistema, sacando partido a sus relaciones. • La diversidad, pues las organizaciones deberían cambiar la forma de relacionarse con las personas que emplea, teniendo en cuenta la riqueza que aporta la diversidad. • La transformación. Según indica el propio modelo, y abordaremos cuando se desarrollen los bloques del modelo en los siguientes apartados, las organizaciones deben compatibilizar dos retos, como son la gestión eficaz y eficiente del día a día y la gestión del cambio. La EFQM es un modelo de gestión útil que permite valorar el sistema de gestión con una visión a corto plazo utilizando la innovación y la creatividad y también a largo plazo, utilizando la gestión de riesgos y la preparación para el futuro (Club
Excelencia en Gestión 2021b).
Como veremos en los siguientes subapartados, el Modelo EFQM establece una serie de enfoques desplegados en criterios y subcriterios que se interrelacionan y se retroalimentan entre sí, promoviendo un proceso de mejora continua que promueve organizaciones excelentes, innovadoras y sostenibles.
5 .2 .2 . Bloque de dirección
Este bloque prepara el camino para que la organización pueda ser líder en su ecosistema y se encuentre bien posicionada para llevar a cabo sus planes de futuro. Recoge la importancia de contar con un propósito y una cultura que permita tal liderazgo, estructurándose en dos criterios (EFQM 2019):
• Criterio 1. Propósito, visión y estrategia. El Modelo EFQM ayuda a una organización a establecer su propósito. Una organización que pretenda ser sobresaliente debe tener un propósito que inspire, una visión ambiciosa y una estrategia que genere resultados. Por tanto, una organización sobresaliente deberá considerar los siguientes cinco aspectos, que constituyen los subcriterios del criterio 1:
1.1. Definir el propósito y la visión. 1.2. Identificar y entender las necesidades de los grupos de interés. 1.3. Comprender el ecosistema, las capacidades propias y los principales retos. 1.4. Desarrollar la estrategia. 1.5. Diseñar e implantar un sistema de gestión y de gobierno.
Para cada subcriterio, el modelo concreta unos aspectos concretos que abordar. Por ejemplo, en el subcriterio 1.4., de desarrollo de la estrategia, entre otras cuestiones, se define que en la práctica una organización sobresaliente implica a sus grupos de interés clave en la definición de la estrategia para favorecer su compromiso, despliegue y comunicación. Dos restos importantes en este criterio son establecer claramente el propósito, el porqué de la existencia de la organización, pues es el punto de inicio para fijar un modelo de negocio que aporte valor a los grupos de interés, y disponer de un mapa completo de actores y grupos de interés que pueden ayudar u obstaculizar el éxito de la organización.
• Criterio 2. Cultura de la organización y liderazgo. Según el modelo, la cultura de una organización es el conjunto específico de valores y normas que comparten sus personas y equipos y que influyen a lo largo del tiempo en la forma en que se comportan entre ellos y con los grupos de interés clave externos. Por su parte, el liderazgo de la organización se refiere a toda ella en su conjunto, y no a un individuo o a un grupo que proporciona directrices desde la alta dirección. Se trata de la organización que actúa como líder en su ecosistema y es reconocida como referente, en lugar del concepto tradicional del equipo de alta dirección de la organización.
Además, en una organización sobresaliente, las conductas de liderazgo se evidencian en todos los niveles y áreas. Estas conductas de liderazgo son un referente que inspiran a otros, reforzando y adaptando, cuando es necesario, los valores y normas de la organización, a la vez que ayudan a dirigir la cultura. En definitiva, una organización que aspira a ser reconocida como referente y líder en su ecosistema, alcanzará el éxito centrándose en los siguientes cuatro subcriterios:
2.1. Dirigir la cultura de la organización y reforzar los valores. 2.2. Crear las condiciones para hacer realidad el cambio. 2.3. Estimular la creatividad y la innovación. 2.4. Unirse y comprometerse (con sus grupos de interés) en torno a un propósito, visión y estrategia.
En cada subcriterio el modelo establece ejemplos de qué hacen en la práctica las organizaciones sobresalientes para, de este modo, ayudar a crear un liderazgo efectivo, valores compartidos y una cultura innovadora. Por ejemplo, en el subcriterio 2.1 se indica que una organización sobresaliente transmite los comportamientos deseados en cuanto a ética, integridad y conciencia social, asegurándose que sus personas incorporan estos comportamientos deseados en sus propias actuaciones.