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7.2.5. Sistemas de gestión medioambiental
Además, basada en esta Guía ISO 26000, IQNet ha elaborado el estándar IQNet SR10, que establece un sistema de gestión de la responsabilidad social basado en la metodología PDCA (Planificar-Hacer-Verificar-Actuar) (IQNet 2015). Las organizaciones que utilizan el estándar IQNet SR10 tienen la posibilidad de certificar el sistema implantado. Algunos beneficios esperados tras utilizar estos estándares de gestión de la responsabilidad social son aumentar la reputación de la organización y fomentar mayor confianza pública, aumentar la lealtad, la involucración, la participación y moral de los trabajadores o reducir los conflictos potenciales con consumidores acerca de productos o servicios.
7 .2 .5 . Sistemas de gestión medioambiental
Finalmente, destacamos los sistemas de gestión medioambiental a través de la norma ISO 14001:2015, la cual especifica los requisitos para un sistema de gestión ambiental (SGA) que permita a la organización formular una política y objetivos, teniendo en cuenta los requisitos legales y la información sobre impactos ambientales significativos. La norma cubre una demanda actual, en la que las empresas reciben, por parte de los clientes, consumidores y accionistas, cada vez mayores exigencias de productos amistosos con el medio ambiente y servicios brindados por empresas socialmente responsables (Tarí Molina y Heras 2012, Heras y Boiral 2013, Riaz y Saeed 2020). Esta norma se aplica en aquellos aspectos ambientales que la organización puede controlar y sobre los cuales se supone que tiene una influencia, aunque no estable en sí criterios específicos de desempeño ambiental. Algunos beneficios potenciales de la aplicación de esta norma, son, por ejemplo: la disminución del gasto de energía eléctrica, de agua y materias primas; la mejora de la imagen de la empresa, lo cual repercute en el prestigio actual; la mejora de la motivación y el trabajo en equipo del personal; y un aumento de la fidelidad de los clientes, entre otros.
Por otro lado, también podemos destacar el reglamento EMAS (EcoManagement and Audit Scheme), el cual propone un esquema de gestión y auditoría ambiental a nivel internacional para todo tipo de organizaciones. El EMAS (véase su logo en la figura 7.7) se basa en la norma ISO 14001, aunque sus requisitos van más allá de los propuestos por ISO 14001, entre otras cosas, porque las empresas certificadas están obligadas a mejorar continuamente su desempeño medioambiental según el EMAS y a publicar una declaración o informe medioambiental para demostrar esta mejora en los objetivos, mientras que la ISO 14001 solo exige la mejora continua del SGA sin ningún requisito de publicación (Erauskin et al. 2020). De acuerdo con la página de AENOR (https://www.aenor.com/certificacion/medio-ambiente/reglamento-emas), el EMAS contiene una serie de requisitos que lo convierten en un modelo de excelencia para la gestión ambiental. Según Erauskin et al. (2020), la adopción de ISO 14001 suele acompañar grandes mejoras en el desempeño organizativo a corto plazo, mientras que el impacto del EMAS parece estar asociado a mejoras a largo plazo.