UNL en la región Higiene y calidad: exigencias de la industria alimenticia En Reconquista, Avellaneda y Gálvez, las escuelas de la UNL forman profesionales capacitados para responder a las necesidades de un rubro que se afianza y crece: la industria de la alimentación. La seguridad e higiene alimentarias, según la mirada de los profesionales.
CRECE EL PROGRAMA PADRINOS — Empresas de Reconquista, Avellaneda y Gálvez están involucradas en este programa de la Universidad que está a un paso de llegar al miembro 100. Los aportes se vuelcan en beneficios para toda la comunidad académica.
COLACIÓN EN GÁLVEZ — La EUAA de Gálvez realizará el acto de colación de los analistas universitarios de alimentos y de la segunda cohorte de enfermeros universitarios. Será el 1 de julio, a las 10, en la sede de la UNL en la localidad.
DOS PLANTAS PARA LA ESCUELA UNIVERSITARIA DE ANÁLISIS DE ALIMENTOS — La sede de Gálvez de la UNL cuenta con dos plantas en las que están distribuidas aulas, laboratorios, gabinete para emprendedores y oficinas administrativas. La obra se concretó en dos etapas.
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RELACIÓN CON LA COMUNIDAD
Crece el Programa Padrinos El Programa Padrinos es un proyecto de la Universidad Nacional del Litoral que fue creado en 2003 con el objetivo de fortalecer las relaciones con las empresas e instituciones y favorecer así el progreso del sector productivo de nuestra región. Actualmente son 99 las firmas que se han comprometido con esta propuesta en la provincia y realizan un aporte que la Universidad canaliza en beneficios para toda la comunidad académica. En este marco, la Escuela Universitaria de Análisis de Alimentos de Gálvez y el Centro Universitario Reconquista-Avellaneda también suman padrinazgos. Esta iniciativa nació en 2003 como búsqueda de fuentes de financiamiento alternativas a las partidas presupuestarias de los fondos nacionales con los cuales solventar actividades universitarias específicas. Actualmente, el programa Padrinos cuenta con 99 empresas e instituciones que adhieren, entre las que se encuentran firmas chicas, medianas y grandes, desde yoyerías y librerías hasta empresas multinacionales, que donan mensualmente un aporte definido, según explicaron desde el
programa, ahora dependiente de la Secetaría de vinculación Tecnológica y Desarrollo Productivo de la UNL. En los próximos días, se espera que el programa incorpore su Padrino número 100. Los fondos que aportan las empresas se canalizan a las diferentes Unidades Académicas de la Universidad, ya sean facultades, escuelas o institutos como así también a áreas específicas, entre ellas a la Dirección de Deportes o a la Reserva Ecológica. Éstos se destinan básicamente a cuatro pilares fundamentales: obras de infraestructura; equipamiento edilicio; investigación y desarrollo; y actividades sociales, culturales o académicas. Aportes y beneficios
El aporte que los padrinos realizan tiene el carácter legal de donación al Estado y por ello resulta deducible de la base imponible del impuesto a las ganancias en su totalidad. Dentro de los beneficios que tienen las firmas cuando se suman al Programa se encuentra la asociación de su imagen con el prestigioso perfil que tiene la Universidad a nivel nacional. Asimis-
mo, se les brinda el uso gratuito de las instalaciones universitarias para la realización de eventos y reuniones; se les otorga descuentos en las carreras de posgrado y acceso diferencial al Sistema de Pasantías Externas y al Programa Empleo Posgrado, entre otras ventajas. Del mismo modo, se realiza una difusión periódica en los medios de comunicación masiva de la región y en medios propios, subrayando la invalorable colaboración de las instituciones para con la UNL. En cuanto a las sedes de la UNL en la región, desde el Programa Padrinos se planea implementar una política activa de reclutamiento de nuevos padrinos en el polo de Reconquista --que se sumen a los dos ya existentes--, trabajando a la par con Eduardo Baroni, director de la Escuela Universitaria del Alimento y con Eduardo Villareal, director de la Escuela Universitaria de Análisis de Alimentos.
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[+] información www.unl.edu.ar/padrinos
DURANTE 2011
EL 1 DE JULIO
La UNL otorgó 518 becas a sus estudiantes
Acto de colación en Gálvez
La Universidad Nacional del Litoral (UNL) impulsa el Programa de Becas de Estudio, con el objetivo de posibilitar el derecho social a la educación pública, el ingreso y la permanencia del estudiante en la casa de altos estudios. Coordinado por la Secretaría de Bienestar Universitario, el sistema de becas de estudio está dirigido a los alumnos de escasos recursos de las carreras de grado y pregrado de la modalidad presencial de las Facultades, Institutos, Escuelas Universitarias y Escuelas de Nivel Medio de la UNL. Para el período de inscripción 2011 se presentaron 1.001 solicitudes para los distintos tipos de becas. Luego del análisis de la documentación, se adjudicaron 518, un 22% más que en 2010. Estas becas incluyeron: 73 becas integrales, 298 de ayuda económica, 70 medias becas, 40 de residencia, 12 para alumnos con discapacidad y 25 para hijos del personal no docente de la UNL. Tipos de becas
La Universidad ofrece distintos tipos de becas para atender a las necesidades de sus estudiantes. Las becas de ayuda económica consisten en un apor-
te mensual destinado a cubrir – en forma parcial – gastos de transporte, material de estudio o alimentación. Las becas de residencia estudiantil están orientadas a estudiantes del interior, cuyo grupo familiar reside fuera de la ciudad donde cursan sus estudios. De esta manera, se les ofrece una casa donde vivir mientras realizan sus carreras, pagando solamente los gastos de luz y gas. Las becas integrales contemplan los beneficios establecidos en las becas de residencia, material de estudio y una ayuda monetaria mensual. Para los alumnos con discapacidades se brinda una ayuda monetaria mensual destinada a cubrir – en forma parcial – gastos de transporte o material de estudio. Para solicitar la beca, los estudiantes se inscribieron durante el período habilitado a través de la presentación de un formulario y la documentación solicitada. Los beneficiarios podrán renovar su beca si certifican que aprobaron dos tercios de las asignaturas establecidas para ese período en el plan de estudio de su carrera y si acreditan poseer la misma situación socio-económica que justificó el otorgamiento de la beca.
Los analistas universitarios de alimentos graduados en 2010 y la segunda cohorte de enfermeros universitarios tendrán su acto de colación el 1 de julio, a las 19, en la Escuela Universitaria de Análisis de Alimentos de la UNL, Florentino Ameghino 50 bis, Gálvez. El acto será presidido por el rector de la Universidad, Albor Cantard, y el director de la EUAA, Eduardo Villareal. En la oportunidad, los 18 graduados realizarán su juramento tras escuchar las palabras de las autoridades, de un docente y un graduado.
VICERRECTOR ARQ. MIGUEL IRIGOYEN
Bv. Pellegrini 2750 - S3000ADQ - Santa Fe www.unl.edu.ar
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•La empresa Bartolomé Sartor e Hijos SRL se encuentra en la ciudad de Avellaneda y se especializa en la fabricación de bebidas sin alcohol y de envases. Es parte del Programa desde 2005. “Para nosotros ser padrinos representa, por un lado, un apoyo a la sociedad y una devolución de lo que ésta nos brinda cada día al adquirir nuestros productos; por otro lado, es una forma de relacionarnos con la comunidad académica ya que es un feedback continuo con el estudiantado. Muchos de ellos son los que luego vienen a trabajar con nosotros e incluso hemos tenido jóvenes que han realizado tesis y trabajos relacionados con la empresa”, expuso Daniela Sartor, representante del área de Comunicación y Publicidad de la sociedad. •La industria Pividori Oscar y Hnos. SH, ubicada en la ciudad de Avellaneda, se dedica a la producción y comercialización de aves y es miembro del Programa desde 2005. “Trabajamos con las instituciones porque realmente tenemos que acompañarnos para desarrollarnos mutuamente. Uno apoya incondicionalmente a lo que son las instituciones, creo que nos obligamos como empresarios a apoyarlos”, manifestó Eduardo Pividori, representante de la empresa.
Padrinazgo inaugural en Gálvez
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universidad nacional del litoral Rector ABOG. AlBOR CANTARD
Padrinos en Reconquista - Avellaneda
•La empresa Medicina Predictiva SA, radicada en Gálvez, se convirtió en abril de este año en el primer padrino de la Escuela Universitaria de Análisis de Alimentos. El Instituto de Medicina Predictiva (IMeP) se propone incorporar modificaciones sustanciales en el área de nutrición, a partir de la aplicación y el consumo de Omega 3. De este modo, se posiciona como el primero en el país que cubre una necesidad en el campo específico de la medicina no tradicional. “Como parte del directorio de esta empresa propuse a mis socios la posibilidad de hacernos padrinos de la Universidad y que el dinero pase a la Escuela de Gálvez y específicamente a la Tecnicatura Universitaria en Gastronomía, que comenzó a dictarse este año. Estamos muy orgullosos de ser los primeros padrinos de la institución en la localidad”, detalló el ingeniero Eduardo Seluy, gerente de Relaciones Institucionales del IMeP.
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EN EL NORTE PROVINCIAL
El desarrollo de industrias alimenticias requiere profesionales capacitados En los últimos años estas fábricas se han consolidado en Reconquista, Avellaneda y Gálvez. Atenta a las necesidades de la región, la UNL forma técnicos y licenciados a la altura de los requerimientos en materia de seguridad e higiene alimentaria. En una zona con varias industrias alimenticias --frigoríficos vacunos y avícolas, panificadoras y fábricas de gaseosas--, el Centro Universitario Reconquista–Avellaneda de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y su Escuela Universitaria del Alimento (EUA) forman profesionales aptos para las necesidades industriales. Julio López, docente de la Tecnicatura Superior en Tecnología de Alimentos, explica qué es seguridad e higiene, el vínculo Universidad-industria, las capacidades de los egresados y su salida laboral.
—¿Qué implica la seguridad e higiene en la industria de alimentos? —En la industria alimenticia, el aspecto principal es cuidar el producto que se elabora, a través de todos los procesos, para brindar una buena calidad y que se obtenga un producto seguro para el consumidor, es decir que no implique ningún riesgo para su salud. —¿Qué características tiene un producto seguro? —Un producto seguro debe tener una carga microbiana baja. En la medida de lo posible, los microorganismos que posea tienen que ser banales, es decir propios del alimento; no deben ser proporcionados por una fuente externa, como operarios, utensilios, del medio ambiente o de materias primas que tengan defectos de calidad. —¿Cómo se controla que el producto sea seguro? —Existen las reglamentaciones que deben ser cumplidas por una empresa alimenticia. Las más básicas son los procedimientos operativos estandarizados de saneamiento, que tienen que ser redactados por la misma empresa. Se tiene que determinar quiénes son los operarios que realizan la limpieza, los prodecimientos, los productos químicos que se utilizan, los desinfectantes, los utensilios, la forma en que se debe aplicar. La otra forma es a través de las buenas prácticas de manufactura.
—¿Qué implican estas prácticas? Las buenas prácticas establecen la forma correcta de desempeñarse dentro de una planta elaboradora de alimentos. Apuntan fundamentalmente a los hábitos personales: asistir con la ropa higienizada, con el calzado adecuado, con el cabello corto y recogido, con las uñas cortas, no usar anillos ni otro tipo de adorno que pueda acumular materia orgánica y, por lo tanto, desarrollar microorganismos. —Por lo que dice, hay ciertas pautas generales, que se aplican a cualquier tipo de industria, y otras particulares, que debe determinar cada empresa… —Es así. Los organismos que tienen competencia, como el SENASA, brindan las pautas generales. Por ejemplo: en las buenas prácticas en manufactura hay que tener especial cuidado en la contaminación por el personal, por la manipulación, por materiales en contacto con los alimentos o por mal manejo del agua y desechos; y precauciones en las instalaciones para facilitar la limpieza. En base a estas pautas generales, cada rubro de la industria alimenticia tendrá que escribir sus particularidades y tomar las medidas necesarias para cumplir con estos requerimientos. Normas autorizadas
—¿Estas medidas particulares tienen que ser aprobadas por algún organismo?
En la Escuela Universitaria del Alimento, en Reconquista se puede estudiar la Tecnicatura Superior en Tecnología de Alimentos y el Ciclo de Licenciatura en Ciencia y Tecnología de los Alimentos.
nufactura y si el personal ha sido capacitado al respecto. También observa los registros, donde consta que se cumplan estas buenas prácticas, y cuáles son las medidas que se toman en el caso de que se produzca algún desvío.
lisis que necesitan hacer no justifica el gasto de tener un laboratorio. Entonces recurren a los servicios que brinda la Escuela Universitaria del Alimento; muchos de ellos son especializados y no se realizan en otros lugares.
—En los últimos años las empresas han empezado a tomar conciencia acerca de estas prácticas y han comenzado a aplicarlas. ¿Esto también se ve en Reconquista?
—¿Con qué conocimientos aplicables a la industria alimenticia egresan los estudiantes?
—Sí, en general nuestra zona acompaña la evolución que tiene la industria alimenticia del país. En esto también ha influido mucho la mayor información que tiene la gente: el mismo consumidor es el que demanda mejor calidad en los productos. Esto ha llevado a que sea algo primordial para las industrias. —¿Cuál es la relación entre las industrias locales y la Universidad? —Hay una relación en dos aspectos fundamentalmente. Uno en el marco de las pasantías que muchos estudiantes han realizado, a través de los convenios entre la Universidad y las empresas. Muchos de estos estudiantes han quedado trabajando en las empresas definitivamente, es decir que ha servido como una forma de encontrarles una salida laboral. La otra forma de vincularse, muy importante, es a través de los servicios a terceros, que brinda la Escuela Universitaria del Alimento hacia las industrias locales. —¿Cómo funcionan estos servicios?
—Se pueden recibir auditorías en las que el SENASA evalúa cómo están redactadas las buenas prácticas de ma-
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Muchas empresas no tienen sus propios laboratorios porque la cantidad de aná-
—Con los conocimientos necesarios para desempeñarse en un laboratorio de análisis físico-químico o microbiológico, o para control de procesos en una planta de elaboración. También tenemos muchos estudiantes que se dedican a implementar sistemas de gestión de calidad.
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Nuestra zona acompaña la evolución que tiene la industria alimenticia del país. En esto también ha influido mucho la mayor información que tiene la gente: el mismo consumidor es el que demanda mejor calidad en los productos. Esto ha llevado a que sea algo primordial para las industrias. JULIO LÓPEZ
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DESARROLLO EDILICIO
Escuela Universitaria de Análisis de Alimentos La Escuela Universitaria de Análisis de Alimentos de la UNL comenzó sus actividades en Gálvez en 1982. Desde entonces ejerce su accionar educativo y cultural en un punto estratégico de la provincia, alcanzando alto reconocimiento y elevada inserción laboral de sus egresados, especialmente en empresas relacionadas con la actividad industrial. Cuenta con un edificio de dos plantas en el que se despliegan variadas actividades académicas, de investigación y vinculación tecnológica. La sede de la Escuela Universitaria de Análisis de Alimentos tuvo una primera etapa de construcción edilicia correspondiente a las dependencias de planta baja, que fue inaugurada en 2004. En esa oportunidad, se dotó a la Escuela de tres aulas, laboratorios y administración por un total de 760 metros cuadrados. En una segunda etapa, que fue inaugurada en 2008, se incorporaron a la Escuela cinco aulas, un gabinete de informática, un centro de estudiantes y dependencias de servicio y apoyo. Estas obras se iniciaron en 2005 con la construcción de cerramientos horizontales y verticales del primer piso, que permitieron en las etapas sucesivas trabajar bajo cubierta y con rubros de fácil ejecución, y sumaron 650 metros cuadrados a la superficie ya existente. Estas construcciones se realizaron a partir de dos licitaciones públicas y dos privadas, que permitieron enfrentar la inversión con recursos propios de la Universidad, así como con financiamientos provenientes de fondos nacionales especiales y subsidios de la Municipalidad de Gálvez. La inversión realizada ascendió a $813.697,48. Posteriormente, se sumaron a la sede un gabinete de emprendedores y un auditorio. Con estas obras el edificio cobró su verdadera dimensión y la escala institucional planteada por sus proyectistas, y al mismo tiempo consolidó las inversiones anteriores ya que ha alcanzado el equilibrio necesario entre los espacios de uso y los de servicio. Por otro lado, tal como ocurre en las otras sedes de la UNL, el edificio permite albergar a la totalidad de las actividades previstas, tanto las propias académicas como las clases presenciales, a distancia y las variadas acciones culturales, de investigación y extensión que se llevan a cabo en Gálvez.
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1.410 m2 La simpleza en la elección de materiales y técnicas constructivas impide el rápido envejecimiento, asegura un bajo costo de mantenimiento y en el caso particular de este edificio, posibilita la flexibilidad de la distribución funcional dada por la división interna con placas de roca-yeso en una planta de tipo libre. El edificio en su totalidad fue dotado de las herramientas y mecanismos que garantizan el cumplimiento de las normativas de Higiene y Seguridad vigentes, dentro de las cuales se destacan salidas y luces de emergencia, instalación de hidrantes contra incendios, sistema de alarma monitoreada en forma remota y señalética.