UNL - Haciendo historia 1

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LOS QUE HICIERON HISTORIA ADEMÁS

Pablo Vrillaud

FASCÍCULOS MENSUALES DE DIVULGACIÓN HISTÓRICA DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL REALIZACIÓN DIRECCIÓN DE COMUNICACIÓN INSTITUCIONAL COLABORACIÓN ARCHIVO HISTÓRICO “MARTA SAMATÁN” PROGRAMA HISTORIA Y MEMORIA

DISTRIBUCIÓN GRATUITA JUNTO CON EL PERIÓDICO EL PARANINFO

1

PASÓ ACÁ Un huevo en el Consejo Directivo

lleva su nombre en su honor. En el bolsillo del saco que llevaba puesto el día de su muerte se encontró un poema de los que solía escribir con su pluma avezada, y que terminaba con el presagio de lo que fue su trágico final: Mi alma es un velero que se pierde / Es tal la hostilidad de esta partida. El actor Jorge Ricci imaginó este encuentro, que lo pinta como lo que era.

ARCHIVO HISTÓRICO

Fue uno de los más activos forjadores del movimiento de la Reforma; un santafesino aguerrido que supo representar con dignidad incuestionable a los estudiantes argentinos, aquí y en el mundo. Murió en un accidente automovilístico en Margarita, provincia de Santa Fe, el 13 de septiembre de 1925, cuando tenía 28 años, cursaba el último año de Derecho en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales y era director de la Biblioteca de esa facultad, que justamente hoy

haciendo HISTORIA

SANTA FE EN 1919 Una ciudad que comienza a ser ciudad

SANTA FE • ABRIL DE 2009

JOSÉ GÁLVEZ

ARCHIVO HISTÓRICO

COLOCACIÓN DE LA PIEDRA FUNDAMENTAL DEL RECTORADO, 23 DE OCTUBRE DE 1926.

U

comenzaba a crear los cimientos de una sociedad que comenzaba a entrar en ebullición. Santa Fe vivía momentos de cambio. La revolución reformista marcaba un hito en Latinoamérica y cambiaba la historia de la Universidad pública argentina. En ese contexto, la UNL comenzaba a aparecer con fuerza como una institución señera, de la mano de un efebo que llevaba en su mano la luz que nunca iba a apagarse. El periodista Jorge Conti ocupó largos años de su vida en relevar la historia de la institución, en un libro que será editado por Ediciones UNL. Aquí recuperamos parte de ese trabajo, arduo, pensado, riguroso, prolijo y simple, el estilo que le cupo siempre al periodista que supo leer y contar esa historia, como hoy la contamos a través de sus palabras. Lo que sigue es un fragmento del capítulo I del libro Lux Indeficiens, en el que Conti narra esos comienzos bulliciosos de la Santa Fe que daba a luz a su Universidad Nacional del Litoral. N NUEVO ORDEN MUNDIAL DESPUÉS DE LA GUERRA

ANTECEDENTES “ E L 13 DE JUNIO DE 1888 José Gálvez eleva a la Legislatura Provincial el proyecto de creación de la Universidad Provincial de Santa Fe. Los Padres Jesuitas desconfiaban de la iniciativa, en la que veían la muerte del Colegio, pero Gálvez los tranquiliza diciendo que no se trataba de renegar de los esfuerzos pasados, sino de prepararse para el futuro. Lo cierto es que con las vías férreas en expansión, el desarrollo agrícola reclamando más financiamiento bancario, la colonización agotando el territorio y poblándolo con alemanes, suizos, saboyanos, italianos de la Lombardía y del Piamonte, en la provincia se completa la estructura social con la aparición de una gran masa de asalariados rurales y pequeños o medianos empresarios. Para Gálvez, la educación era una función primordial. Curiosamente consideraba que la escuela primaria sólo merecía una acción oficial subsidiaria, mientras que la instrucción secundaria y superior “no podía abandonarse a la iniciativa de los particulares”. La nueva universidad debía, pues, financiarse con fondos públicos mientras no tuviera ingresos propios. Debía funcionar en la capital de la provincia, y su plan de estudios comprendería Derecho, Ciencias Sociales y Ciencias Físico-Matemáticas, bajo el gobierno de un Consejo Universitario designado por el Poder Ejecutivo Provincial. Los Decanos de cada Facultad serían elegidos por los profesores. “Aprobada por el Senado y promulgada por el gobernador José Gálvez el 16 de octubre de 1889, la Universidad Provincial de Santa Fe se inaugura el 30 de abril de 1890, siendo gobernador el doctor Juan Manuel Cafferata. Su primer rector es José Gálvez. Se iniciará así un período de consolidación y desarrollo de la cultura universitaria. (…) “Sin embargo, la transición del siglo XIX al XX ha traído otras tendencias intelectuales, nuevas corrientes del pensamiento científico, fuertes ideas sociales, que instalan en la sociedad argentina una nueva idea de libertad. No resultan indiferentes a esta atmósfera más cosmopolita y progresista los sectores populares de Santa Fe, especialmente los estudiantes. Para esas ideas, los planes y programas de estudio de la Universidad Provincial de Santa Fe, empiezan a resultar anacrónicos, conservadores y dogmáticos. Otras luchas y nuevos cambios se avecinan. (…) “Son días de luchas y debates sociales alrede-


1 • SANTA FE EN 1919 • Una ciudad que comienza a ser ciudad

LEY N° 10861 DE CREACIÓN DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL

Art. 1 CRÉASE UN INSTITUTO UNIVERSITARIO DOTADO DE PERSONERÍA JURÍDICA, QUE SE ORGANIZARÁ DE ACUERDO CON LAS DISPOSICIONES DE LA LEY N° 1597 Y SE DENOMINARÁ UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL.

17 DE OCTUBRE El presidente de la Nación, Hipólito Irigoyen, promulga la ley Nº 10.861 con la que se crea la Universidad Nacional del Litoral.

21 DE MAYO La Asamblea Universitaria elige al primer rector de la UNL, de acuerdo a la ley de Organización de las Universidades. Resulta electo Pedro Ernesto Martínez.

18 DE ABRIL Se inaugura oficialmente la UNL. Ese mismo día se empieza a construir el edificio de la Facultad de Química Industrial y Agrícola (actual FIQ).

1919

dor del voto libre y secreto, que encarnan en una campaña política de renovación gubernamental y culminan con el triunfo del radicalismo en la provincia. Rosario y Santa Fe se disputan la supremacía educacional y cultural. Rosario se ha convertido en punto de convergencia de varias líneas ferroviarias, cuyos ramales cubren toda la zona cerealera. Han crecido las exportaciones a través de su puerto y la población se aproxima a los trescientos mil habitantes. Todo esto ha determinado una rápida valorización de la tierra y el nacimiento de una burguesía comercial e industrial poderosa. Santa Fe, por su parte, mira hacia el norte: la búsqueda de una alianza con Paraná y Corrientes es vista por el Comité Popular como una política adecuada hacia la transformación en centro de cultura del litoral. Es posiblemente el momento en el que nace la idea de una Universidad Nacional del Litoral, entendida como un vasto proyecto académico y científico regional. “La validez nacional de los títulos de la Universidad Provincial ya no basta. EI 8 de septiembre de 1912 se realiza un mitin organizado por una comisión que preside Alejandro Grüning Rosas y tiene el apoyo del gobierno provincial y de “entidades democráticas y liberales”. Es el punto de partida de una formidable campaña en favor de la nacionalización y transformación de la Universidad Provincial. (…) “El movimiento renovador es incontenible. Sin embargo, apunta Alejandro Grüning Rosas, los estudiantes se vinculan a mayores sectores de la sociedad santafesina, sin discriminaciones ideológicas o religiosas, imprimiendo al movimiento estudiantil una amplitud que le granjea un homenaje de “distinguidas damas santafesinas” en una velada que se realiza en el Teatro Municipal: la donación de una bandera argentina al Centro de Estudiantes, bandera que actualmente se encuentra –en su cofre original– en el Consejo Superior de la Universidad Nacional del Litoral. (…) “El 31 de agosto de 1917 es un día crucial. El diputado nacional Jorge Rodríguez presenta un proyecto de ley por el que se crea la “Universidad Nacional de Santa Fe”. El proyecto contempla cinco facultades: Derecho en Santa Fe, Agricultura en Casilda, Medicina, Ingeniería y Ciencias Económicas en Rosario. El movimiento pro-Universidad Nacional del Litoral se declara en alerta; se trata de un proyecto universitario reducido exclusivamente a la provincia y Menchaca no vacila en señalar que sus fines políticos eran ahogar la concepción de un centro académico y científico regional. El debate se enardece. Menchaca nombra a Laurecena, Martínez, Pérez Colman y Sagarna de Entre Ríos; a Bermú-

NÚMERO DE ALUMNOS INSCRIPTOS EN LAS DISTINTAS FACULTADES E INSTITUTOS DURANTE EL PERÍODO DE 1920 A 1930

12 DE ABRIL Se aprueba el Estatuto definitivo de la UNL, y queda sin efecto el de la UBA, vigente hasta entonces.

1 DE JULIO Acto inaugural de la Facultad de Química Industrial y Agrícola.

1920

1921

1922

dez y Solari, de Corrientes; a De los Llanos, en Santiago del Estero. Mientras tanto, Rodolfo Rivarola, Leopoldo Melo, Tomás Cullen, Joaquín V. González y Enrique Herrero Ducloux agitan el ambiente en Buenos Aires. “Otro día crucial: el 29 de julio de 1918 el diputado nacional Luis Agote –a partir del proyecto de Rodríguez y de los principios del movimiento pro-Universidad Nacional del Litoral– presenta un proyecto creando la Universidad Nacional de Santa Fe, esta vez con Facultades en Santa Fe, Rosario, Paraná y Corrientes. El proyecto no tiene despacho. Ese mismo año se forma la Federación Universitaria de Santa Fe, coincidiendo con la formación de la Federación Universitaria Argentina en Capital Federal. La Federación Universitaria de Santa Fe entrevista al presidente de la república, Hipólito Irigoyen; al ministro de Instrucción Pública, José Salinas; y al Subsecretario de Relaciones Exteriores, Diego Luis Molinari, quienes apoyan la creación de una Universidad Nacional del Litoral. “A su vez, la Logia Masónica de Santa Fe pide al Gran Oriente de la Masonería Argentina que apoye las gestiones ante la Cámara de Diputados de la Nación y se obtiene una contribución de cuatrocientos pesos para gastos de propaganda, que son girados a la Federación Universitaria de Santa Fe. (…) “En junio de 1918 tiene lugar el Primer Congreso de Estudiantes Universitarios en Córdoba, que declara impostergable la necesidad de la creación de la Universidad Nacional del Litoral y proclama las Bases para la nueva organización de las universidades nacionales, que rescatan los principios del mitin de 1912. El movimiento ha alcanzado entidad y perfil nacional. “La Reforma Universitaria será para siempre el movimiento de liberación de las nuevas generaciones, en procura de las bases educativas y populares para una cultura auténticamente democrática. Significará la idea de una Universidad libre y abierta como comunidad de maestros y discípulos, a la vez que integrada con los estamentos estudiantil, docente y de egresados. Establecerá el principio de autonomía y autarquía respecto del poder político y el del carácter gratuito, irrestricto y estatal de la enseñanza universitaria. Pero, además, instalará el concepto de la integración social de la universidad, (...). Una frase de Gabriel del Mazo sintetizará esta concepción: ‘La Universidad no es sólo educadora del ciudadano y de la sociedad, sino del Estado y de su formación inteligente”.

JORGE CONTI .

Fragmentos de Lux indeficiens.

1923

“LA CIUDAD DE SANTA FE CRECE. En el censo de población de 1923 mostrará un total de 103.536 habitantes, de los cuales 84.509 serán argentinos y 19.477, extranjeros. Entre 1903 y 1923 la ciudad capital de la provincia triplicó su población. Ya tiene su compañía de tranvías, su Palacio de Justicia, su Legislatura, la Bolsa de Comercio, su Hospital de Caridad, el Palacio del Consejo de Educación, el puerto, el Teatro Municipal, la Sociedad Cosmopolita, el Hospital Italiano, las estaciones del Ferrocarril Central Argentino y del Ferrocarril Santa Fe, la Sociedad Rural, bancos, cines y comercios. “Bajo el signo de la renovación política, científica y cultural, las luchas de la juventud santafesina han concluido con un triunfo: el 17 de octubre de 1919 se ha aprobado la ley que crea la Universidad Nacional del Litoral, un año después se cumple con la etapa de su instalación y el 18 de abril de 1922 –mientras en Europa se reúne la Conferencia Económica Mundial, se avecina la marcha de los “camisas negras” de Mussolini sobre Roma, Howard Carter descubre la tumba de Tutankhamón, y James Joyce publica su “Ulises”– en el salón de actos del antiguo Consejo Provincial de Educación, el ministro de Justicia e Instrucción Pública, José S. Salinas, declara –en nombre del presidente Irigoyen– fundada la Universidad del Litoral. “En ese acto se hace entrega del rectorado al doctor José Benjamín Avalos, de conformidad con el decreto de

INSTITUTOS

1920

1921

1922

1923

1924

1925

1926

1927

1928

1929

1930

FACULTAD DE CS. JURÍDICAS Y SOCIALES

713

234

208

375

517

431

592

592

387

644

826

FACULTAD DE QUÍMICA INDUSTRIAL

14

34

36

41

34

43

40

48

43

41

43

ESCUELA INDUSTRIAL ANEXA

209

208

221

197

195

221

212

299

281

308

339

CURSOS NOCTURNOS PARA OBREROS

60

236

114

170

153

166

125

125

FACULTAD DE CS. MÉDICAS, ETC.

172

510

704

1260

1363

1518

1650

2034

2181

2376

2430

FACULTAD DE CS. MATEMÁTICAS

59

94

103

160

155

153

155

139

150

175

273

ESCUELA INDUSTRIAL ANEXA

254

321

355

363

329

354

426

512

563

630

758

FACULTAD DE CS. ECONÓMICAS, ETC.

78

101

104

174

185

111

106

119

180

196

164

ESCUELA SUPERIOR DE COMERCIO ANEXA

613

669

777

778

672

710

743

811

984

1169

1061

FACULTAD DE CS. EDUCACIONALES

97

66

76

72

72

75

75

77

90

92

87

ESCUELA NORMAL ANEXA

1152

1096

1126

1166

1160

1147

1075

1117

1127

1109

1133

FACULTAD DE AGRICULTURA, ETC.

25

37

49

62

57

52

57

62

52

79

86

CURSOS DE PERITOS

71

65

133

148

97

80

62

83

60

60

67

TOTALES

3517 3671 4006 4966 4989 5061 5193 5893 6098 7004 7392

Los datos fueron relevados por el periodista Jorge Conti e incluidos en su libro Lux indeficiens. Fueron extraídos del Boletín de la UNL y, según se aclara, las cifras no comprenden los datos relativos a la Universidad Popular de Rosario y demás ramas de la Sección Cursos del Instituto Social.


13 DE SEPTIEMBRE Muere Pablo Vrillaud en un accidente automovilístico.

1924

1925

31 DE AGOSTO Se recibe el primer ingeniero químico de la FQIyA y de Argentina, Gregorio Kleer.

2 DE ABRIL Rafael Araya es elegido por la Asamblea Universitaria como el segundo rector de la UNL.

23 DE OCTUBRE Se coloca la piedra fundamental del Rectorado.

12 DE JUNIO Comienza a editarse el B oletín de la universidad.

1926

1927

28 DE JUNIO Se concluye el edificio de la Facultad de Química Industrial y Agrícola.

18 DE AGOSTO Se inaugura el Instituto Social, integrado por el Museo Social, Extensión Universitaria, la Universidad Popular de Rosario y, más adelante, LT 10 Radio Universidad.

1929 EL EDIFICIO DEL RECTORADO, EN PLENA CONSTRUCCIÓN.

ARCHIVO HISTÓRICO

1928

ARCHIVO HISTÓRICO

LA FISIONOMÍA DE LA CIUDAD TAMBIÉN COMIENZA A CAMBIAR: APARECE EL TRANVÍA.

JUNIO Se inician las obras en el Rectorado de la Universidad.

designación emanado del Poder Ejecutivo de la Nación. “Los decanos designados son: de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, Pedro Martínez; de la Facultad de Química Industrial y Agrícola, Francisco Urondo; de la Facultad de Ciencias Médicas, Farmacia y Ramos Menores, Rafael Araya; de la Facultad de Ciencias Económicas, Comerciales y Políticas, Ricardo Davel; de la Facultad de Ciencias Matemáticas, Físico-Química y Naturales aplicadas a la Industria, Julio Gorbea, y de la Facultad de Ciencias Económicas y Educacionales, Antonio Sagarna. “El 11 de abril de 1922 se aprueba el Estatuto de la institución, quedando sin efecto la aplicación del perteneciente a la Universidad Nacional de Buenos Aires. El 4 de julio de ese mismo año la Legislatura de la provincia dicta la Ley Nº 2.031 aprobando el convenio de transferencia de los bienes muebles e inmuebles de la universidad provincial de Santa Fe a la Universidad Nacional del Litoral y se establece la contribución anual de cien mil pesos por un período de ocho años, tal como lo estipula la ley 10.861. “A diferencia de las otras universidades del país existentes –Córdoba, Buenos Aires, La Plata– que debieron adecuar sus estructuras académicas a los principios de la reforma de 1918, la Universidad Nacional del Litoral se organizó desde su mismo nacimiento alrededor de estos principios. Por esa razón se la conocerá y mencionará como “hija de la reforma” y se dirá de ella que “nació reformista”. En cuatro años la Reforma Universitaria –como escribirá Gabriel del Mazo en 1938– “ha dado combatientes, inspiración, rumbo o doctrina a los que en el área continental se desenvuelven hoy con carácter emancipador en el orden social y en la cultura”. Es un movimiento de raíz democrática e inspiración ética que –en la reflexión de la posguerra– cuestiona la inhumanidad intrínseca de un orden social en crisis. Las universidades –como “expresión intelectual de un pasado que se resistía a morir”– eran el coto privado de las clases dominantes y desde 1918 estallarán una a una, desde la Argentina hasta México, tomando como eje a las juventudes que, por primera vez en cien años, retomarán el ideal de la unidad americana. Es así que la universidad se organiza “como una democracia de estudiantes”, estableciendo la participación activa de todos sus miembros. Veinte años después, Gabriel del Mazo

dirá estas palabras inolvisejo Superior compuesto dables: “La Universidad por rector, decanos de LA HISTORIA DEL EFEBO Nacional del Litoral tiene las Facultades y consejeuna prenda gloriosa que ros delegados por los proEl efebo que hoy identifica a la UNL fue le es propia: fue levantafesores y estudiantes; y adoptado el 30 de junio de 1926, a través de da por muchachos”. profesores designados una resolución del Consejo Superior, en la “El 21 de noviembre de por concursos. De esta que se indicaba “adoptar como emblema de la 1922 el Poder Ejecutivo manera comienza a funUniversidad la figura de un efebo en actitud Nacional resuelve intercionar esta “república de de marcha, esparciendo la luz de la antorcha venir la Universidad Naestudiantes”, como defique encendida levanta en lato; y como lema, cional del Litoral. Designirá años más tarde Gael igualmente propuesto: Lux Indeficiens”. La na para esas funciones a briel del Mazo a la Univermisma resolución indicaba que el sello llevaría Benito Nazar Anchorena, sidad. en relieve la inscripción Universidad Nacional quien permanece en ellas “A partir de 1930 codel Litoral, y los escudos de la Provincia de Santa hasta el 12 de marzo de mienzan a editarse las Fe, Entre Ríos y Corrientes”. 1923, fecha en la que se primeras publicaciones. designa rector interino a Por intermedio del MinisSevero Gómez. El nuevo terio de Obras Públicas rector interino se desempeña en tal carácter hasta el de la Nación, se proyecta el nuevo edificio destinado 16 de mayo de 1923. En el transcurso de esos meses a la sede del Rectorado y a la Facultad de Ciencias Juse reemplaza el Estatuto de 1922 por nuevas normas rídicas y Sociales: el terreno –ubicado en la manzana aprobadas por decreto del 9 de marzo de 1923, que delimitada por Boulevard Pellegrini, 9 de julio, Cándido establecen en 9 miembros la representación del secPujato y San Jerónimo– es propiedad del Club Unión tor docente en el gobierno de la casa de estudios, así y se adquiere con la suma de 150.000 pesos recibicomo en 3 la representación de los estudiantes. dos de la Universidad Provincial de Santa Fe. Originaria“Finalmente el 22 de mayo de 1923, la Asamblea mente se había proyectado la construcción del edificio Universitaria convocada a ese efecto, procede a elegir en el antiguo predio ubicado en la manzana delimitada al primer rector de la Universidad Nacional del Litoral por las calles Saavedra, Moreno, San Lorenzo y Buenos de acuerdo a la ley de organización de las universidaAires, pero se desecha debido a la proximidad con la des, recayendo el cargo en Pedro Ernesto Martínez por zona de los prostíbulos que proliferan en esa parte de el período 1923-1927. la ciudad y la confinan a lo “non sancto”. “Transcurrido poco más de un año desde su funda“La piedra fundamental de las obras es colocada el ción, la Universidad Nacional del Litoral está normali23 de octubre del 1926 en el transcurso de un acto zada. público presidido por el rector Pedro Ernesto Martínez “Los concursos de oposición para cubrir los cargos quien –previamente– ha dispuesto colocar junto a ella docentes en base a los programas de estudio aprobala que el 30 de abril de 1915 se instalara en el antiguo dos, la libertad de cátedra y la participación de los dispredio de la Universidad de Santa Fe. tintos estamentos en los órganos de gobierno de la “El 2 de abril de 1927, el Consejo Superior convoUniversidad, van afianzando los principios reformistas: ca a la Asamblea Universitaria para elegir nuevo rector organización fundada en la universidad de la ciencia; ante la finalización del mandato de Pedro Martínez. El orientaciones diferenciadas para consolidar el federa12 de mayo de ese año resulta elegido para el período lismo político; gobierno de profesores, estudiantes y de 1927-1931, Rafael Araya. graduados; autoridades compuestas por un rector elegido por la Asamblea Universitaria, un Consejo Superior y Consejos Directivos de las Facultades; el ConJORGE CONTI. Fragmentos de Lux indeficiens.


1 • SANTA FE EN 1919 • Una ciudad que comienza a ser ciudad

•LOS QUE HICIERON HISTORIA•

PABLO VRILLAUD

ARCHIVO HISTÓRICO

El principito que cayó en los patios de la universidad

E L MAGNÍFIC O J U A N J O S É D E S O I Z A R E I L LY , en un recodo del tiempo, me contó que aquel Principito estaba subido en una mesa, que tenía los brazos abiertos y sus ojos chispeantes, y que con voz de clarín decía a quien quisiera escucharlo: “Debemos ser inexorables con los enemigos de la juventud”. Era en el patio de un Colegio y lo recuerdo muy bien porque yo estaba tratando de solucionar un desperfecto en la antigua maquinaria del conocimiento, me dijo el hombre sabio. Mal debemos estar en las escuelas de estas pampas para que la juventud necesite la defensa de un niño, le dije. Eso fue lo que me dije, me dijo Don Soiza Reilly, cuando vi a aquel muchachito magro y fantasioso defendiendo a la juventud en el patio de una Escuela. Y le juro, Ricci, que me produjo la dolorosa sensación de un perro que ladrara a la luna. ¿Y después?, pregunté al maestro. Después, mi amigo, pasó el tiempo del adolecer, el año inolvidable de aquella loca Reforma y otros años muy nuestros.

Pero… ¿y el principito?, insistí. ¿El Principito?, recordó Soiza Reilly, el Principito se metió en los claustros universitarios. Fue uno de los que se inmortalizaron en los techos junto a aquella bandera (roja, creo) y después, con su voz de clarín, recorrió parte del mundo para contarles a otros estudiantes la loca Reforma que habían hecho en Córdoba y que ruborizó al país y a sus buenos vecinos. Porque el Principito, aunque usted no lo crea, llegó a ser Presidente de los estudiantes. ¿Y con usted volvió a verse?, le pregunté a Don Juan José de Soiza Reilly. Pocas veces, pero durante muchas horas y entre infinitos libros, me contestó el antiguo y venerable bohemio. ¿Pero por qué pocas?, parecía decir mi mirada. Entonces Soiza Reilly olvidó su mano en el centro de mi espalda y me guió lento y gentil por los patios españoles arrebatados de palmeras y naranjos para contarme que el Principito Vrillaud tuvo que morir para que naciera la leyenda. ¿Y de dónde había venido?, dije entre tonto y pedagógico. Del norte, de un pequeño pueblo del norte santafesino. Las Toscas, creo. Tórrido enero de 1897, remató el “bon vivant”. ¿Fue estudiante? ¿abogado? ¿catedrático? ¿dirigente estudiantil? ¿bibliotecario? ¿y cuántas cosas más?, insistí. Todas esas cosas. Todas. Pero sobre todo orador y poeta. Un orador brillante y profundo, como decíamos en aquellos tiempos, terminó expresando Soiza Reilly, mientras salíamos del ámbito de rectorado y entrábamos en las galerías de la Facultad de Derecho. ¿Estamos en el último edificio de Derecho?, me preguntó. Sí, señor; contesté. Al fundarse esta sacrosanta, Pablito dijo cosas inolvidables. Y para mi asombro, Juan José Soiza Reilly tomó la pose del orador entrenado hasta el gesto y dijo con la voz del Principito: “No ha de ser este un discurso de corte académico, pomposo y solemne, ni lloriqueo sentimental donde a fuerza de pulir el vocablo o acrecentar la imagen, se dé pábulo a que la verdad escape elegantemente, tal una abeja rumorosa… Gota a gota caiga la palabra hasta llenar el cántaro… Señores, juzgo que en estas materias sagradas por lo íntimas y terribles, tenemos el derecho a hablar alto a cambio de una estrecha sujeción a hablar limpio… Las palabras del maestro Eugenio D´Ors sean mi carta de ciudadanía en esta fiesta”. Y llevando la mirada por los alrededores, don Juan José se fue como diciendo para sí ¡Qué orador mi amigo! ¡Ese Principito estaba para grandes cosas! ¿Pero qué fue lo que pasó? ¡Cuénteme Soiza Reilly! Accidente automovilístico, Ricci. No olvide que este muchacho estaba para probarlo todo. Era un espíritu renacentista y un catador del progreso. ¡Qué lástima!, se me oyó musitar. ¿Lástima? ¿Lástima por qué?, se interrogó el charlista, ¡si en un par de años dejó una huella tremenda!, terminó sentenciando.

Y retomando la pose del orador entrenado hasta el gesto, volvió a decir con la voz del Principito: “Todo país en que impere el prejuicio sobre el razonamiento, es un país de incultura. Podrán sus habitantes saber leer y escribir, podrá existir hasta una casta intelectual, pero todo será epidérmico e inconsistente. Debajo de ese barniz habrá una gruesa capa de cobardía social. La escuela, es quizás, tal como hoy se desarrolla, uno de los fuertes sostenes del prejuicio. El maestro no aclara, ni inquieta; repite. Encerrado en el aula, esclavizado por el método, falto de aire y de luz, el alumno parece un prisionero”. Dicho esto, Juan José de Soiza Reilly comenzó a caminar muy rápido hacia la calle, con algo de viejo loco y de fantasma al que se le acaba el día. Yo quise pedirle explicaciones pero el hombre estaba como trastornado. ¿No va a decir nada más, maestro?, pregunté al azar de las rápidas escaleras. ¿A usted lo mandó Conti?, me interrogó entre saltos. Sí, maestro, dije con voz de Principito. ¡Entonces ya está todo! Luego se detuvo, me miró a los ojos, esbozó una risa pícara y agregó: ¡Porque no pretenderá que le recite a usted, hombre grande, un soneto de Pablo como si fuese una bella colegiala! Creo que tengo la solución, maestro; venga conmigo. Y se dejó llevar por mí hasta el Bar de la Facultad. Ya en la ronda del café y el tabaco, con la charla instalada entre los muchachos y los ojos puestos en las muchachas, una vez que los humos se fundieron como un solo paño, Soiza Reilly nos fue desgranando el soneto de Vrillaud como si fuese un sable lugoniano.

“Pobre de nuestro amor!… Estoy pensando Al ver como las hojas van cayendo, Que todo aquello que empezó sonriendo Hubo por fuerza de acabar llorando. Yo me di en ese amor en un tremendo Deseo de ignorar cómo ni cuándo… Generosa actitud de darse amando, Como el rosal se entrega floreciendo. Una dorada lámpara alumbrando Era mi corazón que estaba ardiendo En las delicias de ese fuego blando. Pobre mi corazón, digo hoy llorando… Y por mucho que soplo no reenciendo Aquellas llamas que alenté soñando!...” Disueltos los humos y el soneto, el charlista y yo retomamos la partida y, en pocos instantes, nos confundimos en el abrazo que prologaba la partida. Uno hacia allá y otro hacia allá, y el noble edificio de los altos estudios que fue quedando atrás. ¿Y el Principito? El Principito se perdió por donde había venido. JORGE RICCI

UN HUEVO EN EL CONSEJO DIRECTIVO El 22 de septiembre de 1922 un hecho impide el normal desarrollo de la sesión del Consejo Directivo de la facultad de Medicina de Rosario: un grupo de estudiantes irrumpe, desatando un conflicto. El diario El Litoral se hace eco de esta situación: “(...) el consejo se halla en grave conflicto (...) De pronto, un huevo, alimento que para estas cosas se convierte en símbolo cayó sobre la mesa que servía de pupitre a los consejeros. El efecto de tal intervención es fácil de presumir: algunas salpicaduras, la mesa manchada y punto final a la discusión. Los señores consejeros y el decano especialmente no podían admitir que un huevo pretendiese intervenir en la discusión y para demostrar todo el valor de sus convicciones decidieron clausurar la facultad (...)”. Las autoridades ordenaron una investigación para averiguar quiénes habían protagonizado el incidente y, una vez identificados, fueron expulsados. Este hecho inició un debate sobre las potestades de las autoridades de la facultad y las de la

universidad, mientras que los estudiantes convocaron a una huelga en repudio a la medida. Finalmente, el Poder Ejecutivo Nacional (PEN) intervino la UNL dos meses después de ocurrido el “huevazo” en Medicina. “Dicha intervención promueve serias denuncias en la opinión pública considerándola un ‘atropello de reaccionarismo consumado contra la universidad por el gobierno nacional, con la complicidad de las autoridades de la facultad del Rosario’ (Diario El Litoral, 21 de noviembre de 1922). (...) La posibilidad de refractar dentro del campo universitario en forma específica los conflictos del campo político, depende del tipo de autonomía que ha construido la universidad respecto al Estado. En este sentido, la ingerencia directa del Estado en la UNL da cuenta de la vulnerabilidad de la autonomía del campo universitario”, aseguran en su trabajo “Estado y Universidad: la UNL entre 1919 y 1936”, Eliana Bertero, Luis Escobar y Pablo Salomón.


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