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Letras rojas para un Hostos invisible (en homenaje a Carlos Rojas)
Letras rojas para un Hostos invisible (en homenaje a Carlos Rojas)
Carlos Rubén Carrasquillo Ríos
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[historia-estudios sociales-estudios culturales]
Introducción
La palabra educación proviene del latín educhere, sacar, extraer o educare, formar, instruir. De otra parte, puede definirse como el proceso multidireccional mediante el cual se facilitan conocimientos, valores, costumbres, formas de pensar, sentir y actuar. El proceso de vinculación y concienciación cultural, moral y conductual. Así, a través de la educación, se espera que las nuevas generaciones asimilen y aprenden: saberes, normas de comportamientos, modos de ser y formas de ver el mundo de sus ancentros, creando además otras nuevas. La educación es una de las formas de socialización de casi todas las sociedades del mundo.
Es decir, que la educación formal e informal es parte del proceso político de toda sociedad, su contenido lleva a los educandos de ambos sexos, a insertarse en la cultura. Los agentes de la educación entonces son promotores del mantenimiento o del cambio o de las ideas y valores que se traducen en las estructuras sociales de cada país. Cuando se desea analizar la realidad puertorriqueña sobre todo de los pasados cien años desde el 1920 hasta el presente y por supuesto, sin obviar la invasión de los Estados Unidos de América (EE. UU.), se destaca el rol político de la educación. Dicho de otra manera, Puerto Rico, ha educado a las nuevas generaciones para mantener la colonia y el control de la metrópolis.
“Puerto Rico, es un puntito imperceptible en el mapa, sin recursos naturales y sin los americanos (estadounidenses) nos morimos de hambre”. Esta premisa ha permeado en la mayoría de las modalidades de la educación formal e informal, pública y privada en los últimos años. Las evidencias van desde los resultados eleccionarios, donde los partidos anexionistas van ganando adeptos y los separatistas van menguando hasta los nombres que las nuevas generaciones escogen para sus hijos e hijas, en esta última instancia, se percibe un desprecio por el idioma vernáculo.
Son muchos los puertorriqueños y puertorriqueñas que desconocen la vida y obra de sus próceres. Eugenio María de Hostos, es uno de esos nombres ignorados, incluso para muchos de los egresados de estudios superiores en el país. Las aportaciones de Hostos a la educación han sido acogidas por el Departamento de Educación de Puerto Rico (2003), pero nunca como en la República Domincana y Chile. Sin embargo, esta acogida parece no reflejarse en acciones de cambio socio-político y económico concretas.
Desde antes de la década de los sesenta, el entonces Departamento de Instrucción Pública (DIP) buscó implantar modelos de mayor calidad para alcanzar mayor número de estudiantes, logrando bajar los índices de anafalbetismo. En el 1968, cuando por primera vez ganó la gobernación el Partido Nuevo Progresista, se detuvo toda invocación y se regresa al modelo tradicional de enseñanza. Desde entonces, hasta la década del noventa el control del poder político mediante la educación se centralizó en la burocracia y la nómina del DIP. Frente a esto, los cambios en el DIP debilitaron la revision total del currículo.
Luego del 1992, bajo el mandato del partido asimilista PNP, capitaneado por el doctor en medicina Pedro Juan Roselló González, se aprueba la Ley 68 para reformar la educación de Puerto Rico. Se oficializa el cambio de nombre al Departamento de Educación, se transforma el Consejo de Eduación de Puerto Rico para acreditar las escuelas públicas y privadas. Esta ley fue enmendada en 1993 y en 1999 para crear las escuelas de la comunidad. Aún así las ideas hostosianas de la educación permanecieron invisibles.
En la década del 2000, bajo la secretaría del doctor César Rey, se creó el Instituto Nacional de Revisón Curricular (INDEC) en el Departamento de Educación. Ahora bien, al día de hoy, el sistema educativo público del país sigue ineficiente y desigual, con una filosofía hostosiana imperceptible (Fundación de las Humanidades; 2015). Se concurre con Villarini (2015) destaca que:
En la actualidad el paso a lo que algunos han llamado una sociedad post-industrial está marcado por una economía en la que predomina la producción, distribución y consumo de información a través de sistemas tecnológicos. De aquí que cobra preeminencia en los movimientos de reforma educativa la crítica a la educación que se limita a la transmisión de información y no al desarrollo de las capacidades para buscarla, analizarla y evaluarla a través de la tecnología de las computadoras. Este movimiento abre un espacio de lucha para intentos de reforma en sentido humanista y emancipador. Decimos de lucha porque la lógica detrás de tales llamados de reforma educativa es la del capital en una nueva etapa de desarrollo que, por ende co-opta en sentido de la dominación las posibilidades que abre. Así cada espacio que abre, por ejemplo, el espacio virtual de la Internet, busca ser asimilado en su lógica de la competencia feroz de una economía de Mercado.
Por lo tanto, retomar la filosofía educativa de Eugenio María de Hostos, parece ser el reto de una agenda inconclusa en la educación nacional puertorriqueña, de cara a las próximas generaciones.
Biografía del prócer
El 11 de enero de 1839, en el barrio Río Cañas de Mayagüez, nació Eugenio María de Hostos, hijo de un escribano mayagüezano, Eugenio de Hostos y su madre Hilaria Bonilla. Él pasó la mayor parte de su infancia en su pueblo. Su padre, se interesó en la educación de sus hijos y comenzó a enviarlos a Bilbao, España. Hasta esos lares llegó Hostos, luego de graduarse del Liceo de San Juan tras su hermano mayor, con sólo trece años, tan temprano como en el 1852. Su vida habría de ser sacudida muy pronto por pérdidas familiares significativas: la muerte de su hermano mayor, en el 1854 y el fallecimiento de su madre en el 1862. Ella había acudido a España a cuidar de sus hijos y de sí misma, enfermó tras la muerte del primogénito y el fallecimiento de otros dos hermanos. Tal parece, según Reyes Dávila (2015) que, como consecuencia directa de la muerte de la madre, tras la pérdida del hermano mayor, Eugenio, se vio obligado a interrumpir sus estudios, próximo a finalizar el año. Hostos volvió a Bilbao un año después, pero no pudo conseguir que se le impartieran los exámenes correspondientes. Luego ingresa a la Universidad Central –hoy Complutense– de Madrid, donde se matriculó en las facultades de Derecho y Filosofía y Letras. Allí fue discípulo de don Julián Sanz del Río, ilustre filósofo que introduce y promueve el krausismo en España. No obstante, la falta del año sin terminar, impidió que los estudios le fueran acreditados. En consecuencia, Hostos nunca se graduó de carrera alguna.
En 1868, año del Grito de Lares, se declaró a favor de la independencia de Puerto Rico, y desde 1870 comenzó su trabajo a favor de la emancipación de su país y la de Cuba, desde sus escritos periodísticos, en Nueva York. A esta última ciudad regresó luego de 1898, a raíz de la invasión de los EE.UU a su patria. Es allí donde le escribe al presidente McKinley, señalando la importancia de establecer un gobierno civil en Puerto Rico, que democrátizará la educación puertorriqueña.
Años antes de esa petición al presidente estadounidense, Hostos había comenzado su carrera como docente en Caracas, Venezuela. Más adelante, fundó la Escuela Normal para graduar maestros, en la República Dominicana. Esta escuela se hizo famosa, al ser declarada por las autoridades eclesiásticas católicas dominicanas como, la “escuela sin Dios”. La razón fue que el currículo era totalmente laico, libre de contenidos religosos doctrinales exclusivos de una filosofía religiosa. De otra parte, parece que en Chile, su labor fue más respetada, pues consiguió un trabajo remunerado que le dió estabilidad financiera. Más adelante, tuvo la oportunidad de aplicar su filosofia educativa en el propio Estados Unidos.
Nunca descuidó su lucha política, regresó a Puerto Rico y fundó la Liga de Patriotas. Sin embargo, desencantado con el gobierno militar estadounidense, se autoexilia en la República Dominicana, donde fallece 11 de agosto de1 1903.
Antecedentes a los principios filosóficos de Hostos
La filosofía hostosiana, además de las ya mencionadas ideas krausistas tiene una marcada influencia de la Antigua Grecia y la China milenaria, la India, Italia, Francia. En los escritos hostosianos pueden anotarse la influencia de filósofos tales como Socrátes, Montaigne, Comenio, Rousseau, Pestalozzi, Froebel y Lancaster. Eugenio María Hostos, guiado por los principios fundamentales de la pedagogía de Pestalozzi, establece que la educación de las facultades humanas debe ser armónica y gradual.
La educación para Hostos es un proceso de liberación humana a través de la cual se espera conseguir la liberación del colonialismo pudiendo ser el medio para lograr una transformación de la sociedad, sobre todo, la puertorriqueña de principios de siglo XX. El prócer mayaguezano veía la educación como el proceso para el desarrollo de la razón, el desarrollo de un hombre [interpretado como ser humano] completo, lo que incluye, cuerpo, razón, sentimiento y conciencia moral.
Hostos abogó por el derecho del niño a buscar la verdad por sí mismo, a eliminar la memorización mecánica y por la actividad como única forma de crear los intereses cognitivos. El ser humano para Hostos, es cuerpo, razón, sensibilidad y conciencia. También dio importancia al estudio científico bajo el sistema de instruir para inducir, inducir para deducir y deducir para sistematizar.
De otra parte, Hostos ve al maestro como un auxiliar de la naturaleza, cuyo ejercicio siempre se aplica a un objeto, como parte del arte educativo y al mundo que nos rodea, como estímulo ideóneo para el desarrollo de la razón. Visto desde este punto, la enseñanza debe ser adecuada al estado de la razón, en cada etapa del desarrollo de la persona. La enseñanza debe comenzar con la reflexión de los conocimientos previamente adquiridos y la observación del ambiente.
Principios de la filosofía hostosiana
En Puerto Rico uno los principales promotores de la filosofía hostosiana es el doctor Carlos Rojas Osorio. Es desde su óptica que en este artículo se describen, analizan y se sugieren las prácticas educativas de sus principios. Rojas (2009), hace visible la gran aportación que la aplicación de los postulados de Hostos alcanzarían en la educación puertorriqueña. Dicho de otra manera, si el Departamento de Educación retoma su agenda de revisión curricular holística, la obra de Hostos según Rojas Osorio es lectura obligada.
El ser humano para Hostos, es cuerpo, razón, sensibilidad y conciencia. Sus principios tienen varios componentes: lógica, pensamiento, ética, voluntad, epistemología, ontología, estética y receptividad. Estas dimensiones del ser humano se definen de la siguiente, manera:
Cuerpo - es un organismo de organismos que necesita cuidados.
Razón - asume las funciones de la mente.
Sensibilidad - los afectos (sentimientos y emociones) pasiones e instintos donde la voluntad que dirige y une la conducta.
Conciencia-ideales éticos
La educación tiene que dirigirse a cada una de esas dimensiones, para alcanzar la plenitud. Esto implica que un educador o educadora de cualquier nivel debe asegurarse que el contenido curricular de su curso apela, mediante la ética, a impactar la sensibilidad y la razón que hará de ese organismo uno distinto al resto de la naturaleza de los seres vivos. Me parece, que ese es el reto de todo educador desde tiempos milenarios, hacer del proceso pedagógico o andragógico uno pertinente a la necesidad de la persona a contestarse las clásicas preguntas: ¿Quién soy? y, ¿hacia dónde voy?
La mente es la sede de la razón. Esta a su vez es el área del organismo que contiene funciones superiores e inferiores. Entre las funciones superiores está el sentir, pensar y querer. La mente rige las funciones del cuerpo, de ahí que Hostos no destaca la dualidad mente cuerpo como hacen otros filósofos. El objetivo de la educación en todas las etapas del ser humano es enseñar a razonar.
Razonar es conducir hacia afuera, es el educhere, de la filosofía griega. La cultura del que razona comienza desde que cultiva la tierra, de ahí el concepto: agricultura, primera fuente de reflexión de los pueblos antiguos. Mediante la razón, el ser humano alcanza su independencia y estimula su iniciativa y la imaginación. Es decir, que el ser humano se suelta de las ataduras de la ignorancia y se lanza al conocimiento que le permite ser libre, progresar, independizarse y ser pleno. Por esto, todo aparato de control, sea el Estado o un discurso ideológico o religioso, se convierte en un obstáculo en la propuesta de Eugenio María de Hostos.
Ahora bien, Rojas (2009) advierte que el pensamiento hostosiano en su filosofía educativa, en el ser humano la razón debe estar iluminada por la conciencia, para que pueda elegir lo correcto y lo justo tanto para sí como para sus semejantes. Esta guía de conducta es proporcionada por los valores. De ahí la gran importancia en que la persona debe llegar a maximizar sus conocimientos con los medios que podamos lograrlos.
La educación completa del ser humano, según Hostos, incluye la educación moral. En sus obras, el prócer puertorriqueño aclara que la moral es laica, no sectaria y menos la asociada al escolásticismo católico romano. Es insistente Hostos, nos dice Rojas (2009), que ninguna religión debe proclamarse como la verdadera, sino que todas son medios de interpretar la divinidad. Es por eso que la educación moral debe incluir el estudio desde las religiones, donde se retrata la búsqueda milenaria del ser humano por lo transcendente para entender su realidad y darle dirección ética a sus proyectos. La religión debe contener una ética altruista fundada en el Gran Ser o en la Humanidad.
Otro de los componentes de la filosofía hostosiana, según Rojas (2009), lo es el aspecto científico. La ciencia que Hostos describe es una no empírica, donde el conocimiento se racionaliza de forma sistemática. El doctor Rojas plantea, que para Hostos, la ciencia no es más que la interpretación de la naturaleza física moral e intelectual de lo que rodea al ser humano. Las ciencias, Hostos las divide en experimentales (abstractas y concretas) racionales, matemáticas, naturales y sociales. Cada una definida con unas características particulares.
También uno de los componentes de los fundamentos de la filosofía educativa hostosiana, es el componente político, ya que se trata de una educación para la democracia donde la sociedad, en nuestro caso la puertorriqueña, aprenda a cumplir con sus deberes y a defender sus derechos. El alcance de este componente, que Aragunde en Rojas (2002) recalca donde tenemos que ser generosos con los que difieren de nuestra visión y destino político para bien de nuestra nación puertorriqueña. Esto, en clara referencia a la estadidad como un estatus tan digno como la independencia. Esta posición es cónsona con el alto sentido moral hostosiano y su definición de democracia. Así se proclama el rol social de la educación y se comprueba el milenario supuesto de que la persona humana es gregaria y a su vez “animal politico”.
La enseñanza en Eugenio María de Hostos
Para Hostos, lo que el maestro tiene que enseñar es la ciencia. La clasificación científica para el prócer mayagüezano, presenta una reorganización que podría ser contraria a la visión empírica. Hostos dividió las ciencias en experimentales (abstractas y concretas). Cada una definida con unas características particulares. En detalle, se refiere a que las matemáticas, la física, química y la sociología, se clasifican en experimentales abstractas. Mientras que denomina experimentales concretas la: mecánica, mecánica celeste, política, acústica, electrología, química inorgánica, zoología, botánica y la antropología. De otra parte, las ciencias sociales y morales, la historia, el derecho, la ética y la éstética pertenecen al campo de la ciencia racional. Esta clasificación sugiere unas definiciones y divisiones marcadas y a la vez complementarias, consistentes con el discurso hostosiano de la integralidad.
Finalmente, Rojas Osorio (2009) recalca que la misma es personalista, pero no individualista, es decir que contempla y plantea el desarrollo pleno o integral del ser humano incluyendo su relación social. En síntesis, el principio básico de esta filosofía es educar la razón.
Estrategias y métodos de enseñanza
Las estrategias y métodos de la enseñanza que esbozó Hostos, según Rojas (2009), se resume en que el educando, no importa su edad o sexo, se perciba a sí mismo.
La verdad, máxima de todo proceso de enseñanza y de las materias que se aspiran a dominar, se adquiere a través del aprendizaje. Sin embargo, el aprendizaje donde los seres humanos más que aprender mediante la memorización, intuición y otras percepciones, debe ser un proceso plural e inclusivo. El aprendizaje es holístico, cuando se supera el concepto y el método, cuando se aprende a aprender.
Para Hostos, concluye Rojas (2009), la razón es parte del desarrollo natural de su devenir. Por eso, debe darse de forma gradual y progresiva. Esto debe ser integrado y practicado en la secuencia curricular y en los grados o niveles de la escuela moderna.
En cuanto al método recomendado, es el mayeútico socrático, donde alumno y maestro, entran en un diálogo donde se indaga sobre la pregunta y se busca que el educando sea conocedor y creador al unísono, con repercusiones similares en el que educa. Esta dinámica mayéutica es la mejor manera de educar en la moral.
Todo educador debe ser entonces maestro de conciencia, pero no mediante la imposición, sino, la inducción y la deducción, de manera que el alumnado encuentre la verdad natural y su relación con la ley que se desprende de la misma. Cuando el ser humano elige desde su propia voluntad, entonces adelanta su libertad y arrincona la ignorancia. El postulado es que a mayor ignorancia, mayor esclavitud bajo el poder dominante. La estrategia del buen maestro es promover que su estudiantado, conozca por sí mismo la verdad y que la elige como un deber moral. El siglo XX, le facilitó a la ciencia corroborar estos supuestos vistos desde distintos ángulos a través del biólogo Piaget, los sicólogos Kolhberg y Gilligan, y el neurocientífico Vygoskty.
La comprobación de esta internalización de la moral en los discípulos es cuando conocer nos lleva a escoger cumplir la regla, la norma y el acuerdo. Se parte del supuesto y se comprueba en la praxis cotidiana que descubrir la verdad fuerza a cumplirla como un bien para sí y sus semejantes. En otras palabras, la formación moral del ser humano consiste en desarrollar la capacidad de razonar, relacionar, idear, pensar y juzgar para resolver los conflictos entre: razón e instinto.
La razón, planteó Hostos, vence a lo irracional o a nuestra naturaleza animal y se hace más libre, ya que vehiculiza que la persona se gobierne a sí misma. Quien se gobierna a si mismo quiere los mismo para su patria.
Josemilio González, en Rojas (2009), nos resume la propuesta hostosiana con la siguente cita:
La educación puede ser el factor que nos salve del desastre. Seamos capaces, como lo fue Hostos, de enfrentarnos a los reaccionarios, de combatir por la libertad y la conciencia y de pensar audaz y creadoramente en aras de nobles ideales de personalidad humana, patria y civilización. Es decir que ese es el reto de la comunidad educativa puertorriqueña.
Críticas a la filosofía educativa de Hostos
Lectores de Hostos piensan que su planteamiento de que la literatura romántica no era liberadora. Lo que se perfila como una de las críticas más poderosas a su filosofía. Si se desea actualizarla se puede entender, desde esta óptica, a la enajenación moderna causada por los medios de comunicación que erotizan el amor, que tergiverzan la recreación por la diversión, donde el sujeto se despersonaliza y se niega como ser racional y revive sus instintos en todas sus manifestaciones como objeto de consumo.
Sin embargo, si se toma literalmente, se puede acusar a Hostos de ser demasiado racionalista y proclamar la hegemonía de la razón por encima de los sentimientos y emociones. Los afectos que son parte de la naturaleza humana, brindan información valiosa que se puede razonar. Todo sensación afectiva, que se recoge en la literatura, no necesariamente niega los principios de libertad que propone Hostos.
Por otro lado, en Puerto Rico, la filosofía educativa, como se estableció, pasa por desapercibida por gran parte de la población, incluyendo a muchos profesionales de la educación y de la sicología. El nombramiento del edificio de la Facultad de Educación con el nombre del prócer es reciente. Hasta los años setenta, el antiguo edificio que albergaba al estudiantado de los futuros maestros y maestras del país, se le conocía como Pedagogía y llevaba el nombre del educador puertorriqueño Juan José Osuna. El curso de la filosofía hostosiana, sigue siendo opcional.
A Hostos no se le reconoce como un precursor del pensamiento sicológico desde los inicios de la disciplina en la isla y en las aulas universitarias de la entonces Escuela Normal. Tampoco existe un curso formal de los Fundamentos Filosóficos Hostosianos de la Sicología, que le haga justicia al prócer antillano.
Conclusiones
Eugenio María de Hostos probó que no es necesario tener un grado académico para serlo. Evidenció con su propia vida, los postulados de razón y libertad como formas de alcanzar una convivencia moral, sin necesidad de imponer creencias y dogmas religiosos y políticos. No se debe decir que la filosofía hostosiana ha fracasado, pues en muchos lugares no se ha experimentado y donde se busca aplicar, se la encuentra tan radical que no se ha podido implantar hasta sus útlimas consecuencias.
Nota final
En este trabajo, Carlos Rojas Osorio es la fuente principal, e inspiración, sobre la obra hostosiana. Catedrático jubilado de la Universidad de Puerto Rico en Humacao. Donde le fue conferido el grado de Profesor Emeritus, en 2016. Completó un Bachillerato en Artes de la Universidad Gregoriana de Roma, con especialidad en Teología, una Licenciatura en filosofía de la Universidad Santo Tomás de Aquino también en Roma y posteriormente obtuvo un Doctorado en filosofía de la Universidad Javeriana de Bogotá, en 1981. Su carrera profesional en Puerto Rico se inició en la hoy Pontificia Universidad Católica y luego paso a ser parte de la Universidad de Puerto Rico. En 1988, ganó el reconocimiento de los estudiosos del Caribe por el libro Hostos: apreciación filosófica. El Dr. Rojas Osorio marcó un hito con su publicación Bibliografía de la filosofía en Puerto Rico, junto al doctor Antonio Mansilla Triviño, en el 1993; y estableció los parámetros de esta disciplina contemporánea en el Caribe con su libro Filosofía moderna en el Caribe hispano, escrito en 1997. Fue reconocido con la Cátedra de Honor de Eugenio María de Hostos y con el premio Frantz Fanon por la Asociación Caribeña de Filosofía. Al momento, cuenta con más de 22 libros publicados sobre diversos aspectos de la filosofía, entre ellos: Hostos, apreciación filosófica; Foucault y el pensamiento contemporáneo; Latinoamérica, cien años de filosofía; Pensamiento filosófico puertorriqueño; El asombro del pensar; La filosofía, sus transformaciones en el tiempo; y Del ser al devenir. Corrientes estéticas latinoamericanas y Marx y Nietzsche. Hasta esta fecha, dirige el Departamento de Filosofía de la Facultad de Humanidades en el Recinto de Río Piedras, del primer centro docente del país.
Referencias
Aragunde, R. en Rojas Osorio, C (2002). El pensamiento filosófico puertorriqueño. San Juan. Isla Negra Editores.
Fundación Puertorriqueña de las Humanidades. (2015). Breve historia de la Educación en Puerto Rico. Recuperado de: www.enciclopediapr.org/esp/article. cfm?ref=06081401
Gutiérrez Laboy, R. (2015). Eugenio María de Hostos y su idea dominante: Esbozo biográfico. Recuperado de: https://www. ensayistas.org/filosofos/puertorico/hostos/ introd.htm
Instituto Nacional para la Reforma Curricular-Departamento de Educación. (2003). Proyecto de reforma curricular: Fundamentos teóricos y metodológicos. San Juan. Publicaciones Puertorriqueñas, Inc.
Real Academia Española. (2001). Diccionario de la lengua española (22.ª edición) Madrid.
Reyes Dávila, M. (2015). Eugenio María de Hostos: Biografía mínima. Recuperado de: www.mayaguezsabeamango. com/.../1034-eugenio-maria-de-hostosbiografia-minima
Rojas Osorio, C. (2009). “Filosofía de la educación (de Europa a Latinoamérica)”. Humacao, Puerto Rico. Copia fotostática.
_____. (2012) Eugenio María de Hostos and his pedagogical thought. Curriculum Inquiry, Vol. 42 Num. 1 January.
_____. (2013) “La liga de patriotas puertorriqueños”. Exégesis. Revista de la Universidad de Puerto Rico en Humacao. Año 27, Num. 74.
Villarini, A. (2015). Calidad educativa y desarrollo humano basado en competencias. Recuperado de: http://www. monografias.com/trabajos37/calidadcompetencias/calidadcompetencias2. shtml#ixzz3VEDvl3PU