¿CRISIS DE PRODUCCIÓN O CRISIS DEL CONSUMO DEL AGUA? ________________________________________________________________
Dr. Roque Juan Carrasco Aquino y Dra. © Hena Andrés Calderón1 Docente-investigador del CIIEMAD-IPN roke56@prodigy.net.mx
RESUMEN Desde hace tres décadas, cuando menos, se ha presentado una crisis del agua a escala internacional; la advertencia se presenta con base en la primera gran conferencia mundial sobre el agua (organizada en 1977 por Naciones Unidas en Mar del Plata, Argentina). Sin embargo, en estos últimos meses se ha venido considerando, por parte de algunos agentes económicos, la privatización del bien común (valor de uso), para convertirla en una mercancía (valor de cambio) que puede ser consumido y desechado como cualquier otro producto, en la escala de un objeto comerciable. La privatización, hecho que ya existe en nuestro país, tiende hacia una progresiva gestión delineada por la política neoliberal del actual régimen. El discurso de autoridades y de organismo internacionales es la de la mercantilización como forma de garantía para prevenir su escasez, la sostenibilidad y el ahorro; no obstante, el aspecto fenomenológico se expresa de tal forma que de lado de la producción o extracción, para la mercantilización, tiene un costo. Indudablemente que sí; empero, de lado del consumo, también presenta un costo, lo que significa que se debía prever en qué sentido corresponde ser consumido y extraído el agua antes de su etiquetación como una mercancía que es obligada a ser comprada para valorizar la mercancía como tal. Ante la adversidad y la toma de conciencia de la sociedad para el consumo del agua, debe existir una forma de autogestionar el bien social por parte de los directamente perjudicados. No es la conciencia del hombre-mercancía la que debe prevalecer, ni el chantaje de la escasez la que se imponga, por el contrario, son las relaciones sociales de producción las que determinan el manejo, producción, consumo y distribución de los productos o bienes comunes necesarios para la reproducción de la sociedad. Palabra clave: privatización, valor de uso, valor de cambio, sostenibilidad y política neoliberal.
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Estudiante de Doctorado de la Universidad de Barcelona, España; y ayudante de investigación en Desarrollo Sustentable en el CIIEMAD-IPN (Laboratorio de Medio Ambiente Socio Urbano).
Introducción Es un hecho importante que en la conciencia de la mayoría de los ciudadanos, cuando menos, se reconoce la necesidad de considerar el recurso agua como un bien social, además, aceptar que se encuentra en una situación de emergencia. También cabe recordar que en México la situación es un hecho que empieza a preocupar tanto a las autoridades como a las organizaciones sociales, académicos y el sector privado. Entre estos agentes sociales, es importante destacar que no todos vemos el problema del agua con las mismas preocupaciones e interés de tomar conciencia del valor de uso que aún le queda. En este contexto, también es preocupante para los que estamos interesados en responder o delinear algunas de las ideas que pueden ser relevantes para la sociedad o concretamente para las grandes mayorías de nuestro país. No obstante, la realidad está prácticamente en una disyuntiva frente a la ola de presiones y tensiones que le asestan los agentes privados, sean nacionales o extranjeros. Al final tanto los primeros como los segundos, entran en una competencia, sobrecargando el peso de la crisis económica y por supuesto, del agua sobre el pueblo empobrecido de México. Las expectativas de seguir como hasta ahora, de aceptar la ideología que pregonan el actual régimen de gobierno basado en la privatización de la economía y de todo bien público y social, con seguridad no llegará en un corto plazo más que a agudizar los problemas que de por sí añejos, se presenta con mayor probabilidad de enfrentar intereses: de grupos y las necesidades sociales. Ambos enmarcados en procesos distintos, pero, de origen similar. Para las necesidades sociales, podríamos remarcar que son expresiones y descontentos que se manifiestan en las ciudades, regiones y en comunidades donde el recurso o bien social está siendo acaparada, controlada o administrada por empresas privadas. Mientras que de lado de los sectores privados, por su misma lógica de reproducción, no importando qué bien social debe ser convertido en una mercancía para ser consumido y desechado como cualquier mercancía circulando por todas parte del mercado especulativo. Con base en lo expuesto, entonces, nos permite que, la necesidad de la producción en un contexto como de las actuales relaciones sociales de producción capitalistas, tanto los bienes sociales, los objetos, la naturaleza y el hombre mismo todos en conjunto son vistos como una mercancía que tienen un valor de cambio más que de uso para la reproducción del capital. En este sentido, es interesante hacer una reflexión entorno a la crisis del agua; no sólo en el proceso de su producción, consumo y distribución, sino en la forma de su gestión que hasta hoy día la sociedad no cuenta o no es
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tomada en consideración en la toma de decisiones para el buen consumo y aprovechamiento del recuso y bien social. El objetivo del presente trabajo es aportar algunas ideas y reflexiones entorno a la preocupación en que se encuentra la crisis del agua. Asimismo, la necesidad de crear conciencia en los diferentes foros que no es la crisis del agua per se ni la escasez la que debe preocuparnos, por el contrario, debemos jugar un papel importante en la toma de decisiones para no convertir el recurso agua en un bien con valor de cambio, por supuesto, cargando el peso nuevamente de la ineficiencia en detrimento de los que menos tienen o que va en contra de las grandes mayorías de nuestro país.
De la crisis del consumo a ¿la crisis de la producción? La tendencia actual sobre la producción del agua, se concibe como un elemento que debe ser intercambiado como cualquier otro producto vendible y comprable en cualquier mercado. Los argumentos son contradictorios que dependerá de las autoridades y/o gobiernos dispuestos a convertir el agua de un bien común o social a una mercancía meramente2. De hecho ya existen las formas de presentación, de precios y hasta de sabores para variar los estigmas de la especulación. Incluso la competencia en los diferentes niveles del mercado, logran penetrar en las capaz de la sociedad que influyen y modifican los patrones de consumo de los habitantes de la ciudad y el campo mexicano. En el ámbito de la producción, se presentan contradicciones como un reflejo del modelo de las relaciones sociales de intercambio. Es sabido que existe un problema de sobreexplotación de los mantos acuíferos, así como una distribución desigual en los consumidores, aunado a lo anterior se agrega la contaminación y el deterioro de la infraestructura de distribución y de extracción. Este problema no es propio de México, sino de países como el nuestro; por ejemplo, desde la perspectiva del secretario general de la ONU, Kofi Annan (2002), entregó un mensaje en el día mundial del agua para señalar que "la falta de acceso a un suministro y control de agua potable es causa de 80 por ciento de la tasa de enfermedad y muerte en los países en vías de desarrollo"3. Entre otras consecuencias que se exteriorizan ya en nuestros países.
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Ya ha comenzado el proceso de privatización como lo ha revelado la canadiense Maude Barlow: que estaba incluida como una “mercancía” en los tratados comerciales que negociaba su país con Estados Unidos, primero, y luego con México. Para ahondar al respecto véase Tierramerica en página editorial: “El agua no es una mercancía”, www.tierraamerica.net/index.html 3 Este fragmento fue extraído del artículo de Tierramerica: “América Latina: Crisis en gestión del agua”; de Gustavo González.
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Fuente: www.fao.org/DOCREP/005
Las tendencias de la privatización, es decir, de un valor de uso a valor de cambio, prácticamente en nuestro país han estado en proceso de ejecución más que, de proyecto de recuperación o cambio en la “cultura del agua”, además de otros recursos. Por ejemplo, lo que plantean los estudiosos, de la talla de Andrés Barreda, investigador y catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha informado que se promueve la privatización de áreas naturales protegidas y cuencas hidrológicas (www.cimacnoticias.com). Por supuesto, esta es la dirección que, bajo la defensa de la privatización y el cambio de manos, se impulsa la valorización de un bien común por la implantación de una mercancía que se consume y se tira. No obstante, la desinformación prevalece confundiendo a la sociedad. Práctica común entre la clase política para imponer sus intereses. Es de conocer que este bien social, no sólo es apetecible para cualquier empresa que tenga las posibilidades de especular con el precio y el valor de uso previamente. Por el contrario, ya sabremos qué tipo de empresas y transnacionales estarán interesadas en el manejo, producción y distribución del bien social. Por ejemplo, en Chihuahua la empresa Coca Cola, junto con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, en inglés) promueven la privatización de áreas naturales protegidas y cuencas hidrológicas (por ejemplo: Cuenca de Burgos, el año pasado), asociado con campañas de desorientación que fragmentan la percepción general del problema. Esta expresión no es más que la punta del iceberg de lo que avanza constantemente, sin que las autoridades responsables transformen para el bien social. La respuesta es obvia.
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De ese valor que se le adjudica o se quiere imponer por parte de las transnacionales o empresas privadas al recurso o bien social el agua, surgen de inmediato dos instancias de consideración: primero, de un bien social como producto generado o retenido por la naturaleza, se puede coincidir que se localiza su valor implícito en el valor de uso para el consumo con previa conciencia del elemento finito en el tiempo. Un valor que de por sí expresa y un bien social para todos: todos los seres vivos que vivimos en el planeta debemos ser parte de este y asimismo, capaces de prever y preservar. En consecuencia, no debe tener un efecto especulativo ni apropiarse de este elemento por presentar yacimientos en el subsuelo de forma privada. Segundo, de convertir un bien social como cualquier mercancía destinada a ser intercambiada en el mercado especulativo, acarreará, sin duda, conflictos para el control y administración de manera privada más que socialmente. Al retomar un estudio sobre la privatización del agua, del autor Horst Rosenberger, se plantea que para establecer los precios, había que tomar en cuenta tres componentes principales en la factura del agua: gastos de explotación, cargas de capital (para innovación y reformas) y beneficios de la explotación4. Por su parte, David Barkin, profesor de Economía, de la Universidad Autónoma MetropolitanaXochimilco, informó, en el mismo tenor que Barreda, por cierto una realidad hecha con tanta reiteración constante que, mientras fracasan en Gran Bretaña, Argentina, Bolivia y Filipinas, por supuesto, también en algunas ciudades de Estados Unidos, las trasnacionales buscan recuperarse de sus fracasos buscando nuevos mercados del sur: Bolivia, Brasil, Argentina, etc. Países con mayores recursos naturales desprendiéndose de sus verdaderos dueños. Qué papel presentan las transnacionales en este cambio de propietario. Por ejemplo, en el caso de México, donde maniobra el Grupo Ondeo, de origen francés, que con recursos del Banco Nacional de Obras y Servicios (BANOBRAS) adquirió casi el 50 por ciento de la empresa Aguacán para operar el sistema de agua potable de Cancún, Quintana Roo. Asimismo, mencionó que destacan entre estas trasnacionales Vivendi, Biwater, Earth Tech, Unión Fenosa, Impregilio y Anglian Water, así como una lista de consultoras extranjeras que “acomodan las jugadas” a estas concesionarias y desplazan a las empresas mexicanas. Al tiempo que el proceso anterior sigue su marcha y su caudal, se construyen megaplantas de tratamiento de aguas residuales en Toluca, Puerto Vallarta, Monterrey, Puebla, Cuernavaca y Hermosillo, así como para la zona conurbada de Tampico y Altamira; en Los Reyes, 4
Se dice más adelante que los costes de operación bajó y las cargas de capital aumentó, mientras que los beneficios de explotación subieron a más del doble… para hondar al respecto véase: H. Rsenverger; R. Germinal; A. Ordiguer y M. Gavaldà: “Agua, ¿mercancía o bien común? Ed. Alikornio.
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San Luis Potosí, y se han construido otras en León y Torreón, y próximamente en Morelia y Jalapa (Ibídem. Cimacnoticias). Nuevamente corroboramos la globalización de los intereses y la reproducción del capital a escala planetaria, subyugando los estados-nación. En las últimas décadas en México como en todo el mundo, el agua ha pasado a ser un tema central en las perspectivas del desarrollo, de control de las “desigualdades” y medio de clientelismo político nacional o externo (en los últimos meses el caso del problema del agua del Río Bravo y los Estados Unidos). En tanto en el Foro Mundial del Agua de la Haya del año 2000, la comisión de expertos reunidos en ese entonces, definieron la necesidad de establecer una gestión integral5 de los recursos hídricos, para lo cual se planteó la necesidad de manejar el agua, bajo los siguientes puntos: a) Con base en criterios hidrológicos regionales por encima de las divisiones políticoadministrativas nacionales e internacionales; b) Involucrar a todos los actores sociales en el manejo del recurso; c) Incrementar sustantivamente el gasto público destinado a la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación, d) Avanzar gradualmente hacia el pago completo de los servicios de agua. Para el caso de México, con base en los puntos anteriores, es un hecho que el proceso de transformación en el manejo del agua se viene desarrollando desde la segunda mitad de la década de los años ochenta, mismo que se ha expresado en una serie de cambios institucionales y de relaciones entre la sociedad y las agencias gubernamentales involucradas en este sector, es sabido también que en el D. F. se consume el 4.7% del total del agua utilizada en América Latina. Véase por ejemplo la tabla 1, la escasez y disponibilidad del agua.
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Planteamiento retomado de Sánchez Izquierdo: “La comunicación ante la crisis del agua en México”. Material fotocopiado. La gestión integral del agua consiste en armonizar el uso, aprovechamiento y administración de todos los recursos naturales (suelo, agua, flora y fauna) y el manejo de los ecosistemas comprendidos en un territorio con los objetivos económicos y sociales, así como las prácticas productivas y formas de organización que adopta la sociedad para satisfacer sus necesidades y procurar su bienestar en términos sustentables. Comisión Nacional del Agua 1998.
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Tabla 1. ESCASEZ DE AGUA EN MÉXICO, EL PRINCIPAL RETO 13 millones sin agua potable y 30 millones sin alcantarillado Coberturas
Urbano
Rural
Agua potable Alcantarillado
87 % 71 %
53 % 29 %
Disponibilidad 3
Año
18,500 m / hab. / año
1950
4,990 m3
1998
2,500 m3
2025
Fuente: Ramón Vila, “¿Servicio Público o Privado”? México, D.F. 23 de marzo del 2001.
¿El agua puede ser sustentable bajo las políticas neoliberales? Desde la perspectiva de la sustentabilidad, pugnar por el desarrollo sustentable tal como se propuso en el Informe Brudtland de la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo (1987): … el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades (WCED, 1987, p. 43); desde nuestra perspectiva parece no lograr los objetivos del Informe. Debido a que el origen mismo del planteamiento deviene de un contexto totalmente distinto a las contradicciones nuestras; de ahí entonces, que lo sustentable sólo es “posible” bajo condiciones completamente cubiertas ya las necesidades elementales de la sociedad: empleo, salud, vivienda, educación, ocio, integración cultural, etcétera; condiciones de vida en las cuales se enmarcan las necesidades cubiertas pese al modo de producción capitalista. De ahí entonces los políticos latinoamericanos o de los países dependientes, transcriban políticas y acciones fuera de contexto. Qué podemos decir de los países como Alemania, Francia, Gran Bretaña, Holanda, Suiza, etc., naciones donde los recursos humanos, económicos y naturales están más que satisfechos. En tanto, para el caso de México, donde las contradicciones del actual modelo de desarrollo basado en la defensa del capital transnacional subordinando al nacional para obtener las ventajas comparativas en detrimento de nuestro pueblo, no existe ninguna posibilidad para la sustentabilidad de un desarrollo. En definitiva un desarrollo sostenible supondría una distribución de derechos mucho más favorable a las generaciones futuras (Padilla, Rosa, 2001: 139). Incluso, desde la perspectiva de la naturaleza que va más allá de las simples necesidades de un desarrollo basado en la armonía o equilibrio ecológico, rebasa, incluso los límites éticos y morales para lograr la égida de la reproducción del capital. Para ejemplificar, hemos retomado de Montes y Leff (2000): “Estos cambios ecosistémicos no pueden caracterizarse, sin embargo, como una ‘crisis
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ecológica’ sino a partir de los efectos de la mundialización de un proceso de crecimiento económico fundado en la acumulación de capital, en los patrones tecnológicos y en los modelos de consumo que han sostenido y orientado el desarrollo de las fuerzas sociales de producción sobre la base de una apropiación desigual y destructiva de la naturaleza”. Donde las políticas neoliberales, sin duda, están actuando hacia esa dirección; por cierto, elementos que componen y dan sustento a la globalización. De ahí que, el poder del estado nación esté prácticamente fuera de las posibilidades de llevar a cabo un desarrollo sustentable para las grandes mayorías, mucho menos rescatar la crisis del agua bajo las condiciones en que se trata de frenar la caída de la tasa de ganancia; en consecuencia, a mayor consumo, por supuesto, que habrá mayor producción para la reproducción del capital. Independientemente de que se obtenga un beneficio para un sector reducido de la sociedad.
Fuente: www.portal-agua.com
Entre las políticas privatizadoras del gobierno mexicano, podemos mencionar lo siguiente, desde luego que está directamente vinculado a las estrategias neoliberales, aunado a que es apoyada por organismo Internacionales desde la CEPAL, pasando por el BID y desde luego del FMI, BM. En 1998, una revisión de la CEPAL sobre el avance de los programas para la privatización del agua en el país, indicaba en un documento de distribución restringida que,...el Gobierno de México ya ha privatizado la mayor parte de las empresas de propiedad estatal. Actualmente se centra en modernizar y reorganizar los servicios de infraestructura, entre ellos los del abastecimiento de agua potable, el saneamiento, el tratamiento de las aguas servidas, la energía eléctrica y el riego y el drenaje...ya hay cierta participación del sector privado en los servicios de abastecimiento de agua y saneamiento, en particular en el tratamiento de las aguas servidas; y actualmente se ejecuta con éxito uno de los programas de traspaso de la gestión de riego más ambiciosos del mundo... La Comisión Intersecretarial de Desincorporación creada en 1995 dirige el proceso de la privatización. Está compuesta por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (SECOFI), la Secretaría de Contraloría y Desarrollo Administrativo (SECODAM), la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), y en cada sector a ser privatizado, el miembro del gabinete responsable de coor-
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dinarlo. El Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (BANOBRAS) concede préstamos y tiene un programa de garantías para el desarrollo de la infraestructura (CEPAL, 1998: 31)6.
Fuente: www.ecoportal.net
Con base en las políticas neoliberales, continúa la comercialización del agua: transformación del agua en tanto bien económico al que se le debe atribuir un valor determinado por el comercio en los mercados liberalizados en función del "justo precio", establecido por el principio de recuperación de costos incluido el "riesgo" de inversión. Esta elección fue "formalmente consagrada" y aceptada por las clases dirigentes del mundo desarrollado a través de la famosa declaración de Dublín de 1992 y figura entre los fundamentos de las actuales políticas sobre el agua. La formación de la fijación de los precios por el mercado es considerada como un elemento estratégico clave en las políticas sobre agua. Permitiría -se afirma- combatir el derroche y los usos no sustentables en la agricultura y la industria; la lucha contra la contaminación por detergentes y oros contaminantes de los usos domésticos (Petrella, 2001). De lo anterior, podemos ir concluyendo que bajo las actuales condiciones económicas, políticas, sociales e ideológicas, no existe de momento posibilidad alguna para que el agua y los demás bienes o recursos sociales pertenezcan realmente a los verdaderos dueños, es decir, a la sociedad, a las comunidades, localidades y regiones enteras de nuestros países. En tanto desde esa perspectiva pensamos que, es fundamental entonces, la transición se oriente hacia una sociedad donde el valor de cambio deje de ser el principio propulsor de la interdependencia social (Torres, C. 2001: 62). El mismo autor retomó de Marx lo siguiente: “en el seno de una sociedad basada en la propiedad común de los medios de producción, los productores no cambian sus productos, el trabajo invertido no se presenta, aquí tampoco como valor de estos productos”7. 6
Datos obtenidos de Gian Carlo Delgado, EcoPortal.net: “Privatización y saqueo de agua dulce en Mesoamérica”; en página web: www.ecoportal.net 7 Tomado por el autor, Guillermo Torres: “Introducción a la economía política ecológica” en C. Marx. Crítica al Programa de Gotha.
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Fuente: www.portal-agua.com. Campo de Golf de "El Saladillo", una mañana cualquiera. Turistas británicos practican su deporte por magníficos campos de hierba. Al Fondo, el terreno autóctono: tierras muy calizas, predesérticas. Murcia, España.
A manera de conclusión Los organismos internacionales han estado participando directa e indirectamente en los procesos que conducen hacia la privatización del agua: el FMI, BM, BID, CEPAL y cada gobierno que pretende sea un bien lucrativo como lo es cualquier mercancía. Entre los puntos importantes a destacar podríamos mencionar algunas, retomando las propuestas de Manuel Jódar en Ecoportal.com: A) AHORRO: Para conseguir un adecuado comportamiento ecológico en todos los aspectos cotidianos de la sociedad humana (Energía, consumo, gasto económico, Agua, etc.), es necesario aplicar criterios de ahorro, sin los cuales es como intentar llenar un pozo sin fondo. Concretamente con relación al agua es conveniente tomar las siguientes medidas: - Estricto control sobre los precios del Agua, primando el bajo consumo y penalizando lo contrario. - Vigilancia y castigo para evitar abusos, imprudencias y despilfarros. - Sistemas de riego, sobre todo agrícola, que fomentes el ahorro y el aprovechamiento. - Prohibición del uso de agua potable en el riego de campos de golf, etc.
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B) EFICIENCIA: Consiste en conseguir el mayor rendimiento, tanto en cantidad como en calidad, con el máximo ahorro. Para ello es necesario: - Eliminar las pérdidas por conducción y transporte. - Desarrollar campañas informativas y formativas, destinadas a fomentar el ahorro, el aprovechamiento y la NO-CONTAMINACIÓN. - Aportar los medios económicos y humanos necesarios para establecer infraestructuras adecuadas. C) OPONERSE8 a la creciente privatización de los servicios de agua: deben permanecer en la órbita de los servicios de propiedad colectiva y de interés público. Mostrar capacidad innovativa en materia de ingeniería política a nivel mundial mediante: -La creación de una autoridad mundial del agua que tenga competencia legislativa y "judicial" (resolución de conflictos). -Puesta en marcha de una fiscalización mundial (impuesto mundial a los ingresos) capaz de asegurar una adecuada base financiera al objetivo de garantizar el acceso al agua para la vida a todos los seres humanos. D) LOS GOBIERNOS9, deben establecer lineamientos que aseguren: -
el acceso justo al agua sin importar el ingreso.
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La protección del ambiente.
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La garantía de transparencia.
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Que se incluya a las partes afectadas en la toma de decisiones.
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El agua es importante para la salud humana y la del mundo natural como para dejarla enteramente en manos del sector privado.
E) DIARIAMENTE10, en el DF se consumen 3.024 millones de litros de agua, lo que anualmente representan un billón 103.000 760 litros. Cada habitante de la capital mexicana consume 50 litros de agua al día. Esperemos que estas cifras no sirvan de especulación para las empresas empecinadas
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Retomando los lineamientos de Petrella, R. en Le Monde Diplomatique: “Agua, alimentación y salud”. En página web: www.portoalegre2003.org 9 Planteamiento retomado de Pedro Medellín, mismo que lo extrajo de Meter Gleick: “La nueva economía del agua: los riesgos y beneficios de la globalización y la privatización del agua dulce…” en página web: www.pacinst.org 10 Tomado de BBC mundo. Com: “El agua talón de aquiles del DF” en página web: www.news.bbc.co.uk
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en lograr la privatización y comercialicen con las necesidades de las grandes mayorías empobrecidas. F) EN LA DECLARACIÓN11 de 27 de noviembre de 2002 el Comité de la ONU para los Derechos Económicos, Sociales y Culturales incluyó el agua en esos derechos, afirmando: “El agua es fundamental para la vida y la salud. La realización del derecho humano a disponer de agua es imprescindible para llevar una vida saludable, que respete la dignidad humana. Es un requisito para la realización de todos los demás derechos humanos.” G) SI EL AGUA SE PRIVATIZA12 se puede llegar a su acaparamiento en muy pocas manos, convirtiendo el acceso al agua no en un derecho sino en una mercancía a la que sólo se accede si se tiene dinero. La privatización en lugar de promover el acceso de los seres vivos y ecosistemas los reduciría con perjuicio para la sostenibilidad y las generaciones venideras.
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Véase AttacMadrid: “2003: año del agua dulce”. En página web: www.attacmadrid.org Ibídem.
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Bibliografía -
Barreda, Andrés (2003): “Advierten sobre tendencias privatizadoras del agua”. En Soldad Jarquín, en página web: www.cimacnoticias.com/idex.html Comisión Económica para Ayuda de América Latina (1998). Delgado, G.C. (2002): “Privatización y saqueo de agua dulce en Mesoamérica”. Apartado tomado de SaxeFernández y Delgado-Ramos. ‘Banco Mundial y Desnacionalización Integral en México’ en Saxe-Fernández John. Tercera Vía y Neoliberalismo: una revisión crítica. Siglo XXI/Ceiich-UNAM. 2002. En edición. González, Gustavo (2002): “América Latina: crisis en gestión del agua”; Tierramaerica: medio ambiente y desarrollo. En revista electrónica página web: www.tierramerica.net Jódar, Manuel (2003): “¿Se termina el agua? En página web: www.ecoportal.net Medellín, Pedro (2002): “La nueva economía del agua: los riesgos y beneficios de la globalización y la privatización del agua dulce, reporte del PI”. Disponible en www.pacinst.org/reports. En ¿Privatización del agua? Algunas ventajas, muchos riesgos. En página web: http//ambiental.uaslp.mx/docs/PMM-APO204.pdf. Montes J.M y Leff, Enrique (2000): “Perspectiva ambiental del desarrollo del conocimiento”. En ‘Los problemas del conocimiento y la perspectiva ambiental del desarrollo’. Ed, S. XXI. México, D.F. Padilla, Rosa E. (2001): “Equidad intergeneracional y sostenibilidad”. En ‘Capitalismo, desigualdades y degradación ambiental’. Ed. Icaria, Barcelona, España. Petrella, R. (2001): “Agua, Alimentación y Salud”; Otro Mundo. Porto Alegre 2003. en página web: www.portoalegre2003.org Rosenberger, H; R. Germinal, Et.al. (2003): “Agua, ¿mercancía o bien común? ediciones Alikornio. Barcelona, España. Sánchez, Izquierdo M.A. (2001): “La comunicación ante la crisis del agua en México”. Material mecanografiado en foto copia. P.3. Torres, Carral, G. (2001): “Introducción a la Economía Política Ecológica”. Ed. Plaza y Valdés; Universidad Autónoma de Chapingo. México, D.F. World Commission on Environment and Development (1987), Our Common Future, Oxford, Oxford University Press.
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