SEGUNDA EPOCA - N°1 - Octubre 2017
Martha Saffo, adiós a la dama vintage
Magia drag: un año de Trabestia
PLAYCROSS INTERVIEW
Patricia García: cómo renacer y volver a brillar
Las chicas de Youtube
¿CÓMO NOS VEN?
Lo que se dice y piensa de nosotras
Una nueva PlayCross con el legado de Martha
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“Me cansé, me quedé sin energías para continuar con la PlayCross”, me decía Martha el año pasado. Ella me invitaba una y otra vez a continuar con su obra y a hacerme cargo de las ediciones, pero consideré que era su tesoro exclusivo y me limité a escribir algunas notas como una colaboradora más.
Queremos que nos conozcan o nos sentimos cómodamente refugiadas en este híbrido, una subcategoría que coquetea entre lo trans, lo travesti y lo drag? Es muy difícil que una persona de nuestro entorno laboral, familiar o grupo de amigos esté al corriente del término “crossdresser”. La tan mentada visibilización que a veces pregonamos como iniciativa personal se viene dando globalmente de manera espasmódica, y los medios hicieron su parte en los últimos tres años. Pero en casi todos los casos, la visión de la prensa falló en el concepto, porque machacó en la idea de la heterosexualidad por sobre el espíritu diverso que naturalmente fogonea el crossdressing. En julio de 2016, la revista VIVA de Clarín exhibía al actor de Casa Valentina Boy Olmi maquillándose. Y en la tapa ya anticipaba: “Cómo es la subcultura de los hombres heterosexuales a los que les gusta vestirse de mujer”. Una generalización errada, casi una caricatura. Ya en el texto, en varias ocasiones aparecía la construcción chocante con el artículo en masculino: UN cross o LOS cross. Un año y pico antes, La Nación Revista cubrió una Noche Cross y el autor de la nota se las rebuscó -al límite
Si bien nuestra icónica amiga pudo reanudar con el armado de la PlayCross en 2017, distintas circunstancias la obligaron a volver a dejar… hasta que lamentamos su partida. Ahora sí, a modo de homenaje y respetando siempre su idea original, nos sentimos en condiciones de tomar su legado. Y ojalá que sea por mucho tiempo.
hombres, ¿eh?”. Por supuesto: vende más un duro contraste hombre/mujer o Bob El Constructor/Jessica Rabbit que las sutilezas femeninas de nuestra impronta varonil, que en realidad es muy permeable y está asociada en muchas ocasiones con un costado gay.
PlayCross se calza los stilettos y empieza a taconear otra vez. Con un diseño renovado, con una nueva mirada, impregnado en estas páginas digitales, respetuosas de la temática cross que ella supo pergeñar varios años atrás. Junto a Mariana Haedo, diseñadora uruguaya que en su momento se acercó a la creadora para colaborar, queremos ofrecer periódicamente una revista que aborde el crossdressing desde todos los enfoques posibles. Pero no con una mirada unipersonal, sino con distintas voces, justamente en tiempos en los que esta actividad dispara visiones muy diferentes y deja a chicas en veredas opuestas. Siempre estarán presentes las entrevistas, que permiten hurgar en lo más profundo de nuestros sentires, los informes especiales, las notas de opinión, las críticas de libros, cine y TV, así como también todo lo que está dando vueltas en la web, una fuente inagotable de textos, fotos y videos que dan en la tecla en el arte de la transformación.
Por supuesto, una vez más, invitamos a todas a que se sumen a esta iniciativa en formato digital para difundir y promocionar nuestra pasión de lucir día y noche como reinas.
Valeria Campbell
Mariana Haedo
factor de los centros de transformación como fenómeno accesorio. Por supuesto que es parte de este estilo de vida, muchas han recurrido a ellos para lanzarse al ruedo. Pero el crossdressing es bastante más amplio que llegar del trabajo de traje y tomar un servicio de estética para ponerse unos vestidos y tacos. Es, fundamentalmente, expresar el latir femenino en un marco de diversidad, sin ataduras y puertas afuera. Con algunos resguardos, seguro, pero con la certeza de mo de vida porteño permite manifestarnos cada vez más y mejor en este sentido.
El registro de la historia de un grupo
L
a PlayCross original está destinada a cotizarse cada vez más con el paso de co de un grupo de chicas cross a través del tiempo. Fueron 33 números de esta revista digital, desde agosto de 2011 hasta mayo de 2017, y en la mayoría de ellos aparecen generosos álbumes de fotos con las Noches Cross en sus distintas sedes. En ese recorrido, puede notarse claramente la evolución de todas las cross en sus lenguajes corporales y en la elección de sus looks. Es un maravilloso registro de una historia en la que cada una buscó su camino. Varias de las que han sido retratadas en las páginas dejaron de mostrarse activas públicamente, o al menos dentro del entorno de la Banda. Algunas se hicieron trans y otras tantas siguen en el ruedo pero recargadas, como si hubiesen rejuvenecido a partir de un maquillaje más pulido y prendas más acordes con un -
lidad. Pero la PlayCross que pergeñó Martha de relatos de vida en primera persona, cuentos con servicios varios y notas de interés. En la PlayCross N° 27, publicada en octubre de 2014, hubo un verdadero hallazgo: la historia de Casa Susana, el pequeño refugio crossdresser heterosexual de los años ‘50 y ’60 que fue el germen de Casa Valentina, que hace tres años se presentaba en Broadway. La nota resultó un anticipo porque a principios de 2016, la obra teatral se estrenó en Buenos Aires y muchas fuimos a verla al teatro Piccadilly, además de contactarnos con sus actores, que tomaron detalles de nuestra movida para Afortunadamente, la PlayCross está salvada. Una serie de clics en Facebook y ya se pueden descomprimir todos los archivos de la revista, una herramienta esencial para recuperar la historia de La Banda del Golden Cross.
Patricia García
Y
“La adrenalina de todos estos años no la cambio por nada”
acá va mi confesión: mi primer beso a una cross fue a Patricia García. Transcurrían principios de 2001, eran mis primeros tiempos fuera de cuatro paredes como Valeria y empezaban nuestras salidas montadas por las calles de Buenos Aires. En un momento de la noche, las dos sentimos un impulso irresistible y nos besamos en la pista superior de Angel’s, la mítica disco gay que cerró sus puertas. Por entonces, Pato ya era una dulce, una amiga entrañable a quien se la adivinaba como una chica bien plantada en cuerpo y alma desde mucho tiempo antes. De hecho, fue toda una valiente para la época: un aviso de la extinta revista Eroticón la motivó a asistir a la primera Noche Cross en 1993, mucho antes de la movida de La Banda del Golden Cross. -Sos una de las pocas del grupo que ya se montaba y se exhibía públicamente en la era pre-Internet. ¿Cómo fue ese abordaje para las reuniones de Susan Soul, en Angel Gallardo? ¿Cómo era la esencia cross por entonces, cuando
les tocaba verse cara a cara con otras chicas? -Esa época estuvo marcada por mucha intriga y nerviosismo, no sabía a ciencia cierta con qué me iba a encontrar en las reuniones en la calle Angel Gallardo. Recuerdo que me sentí muy aliviada al saber que no era la única que le pasaba esto de vestirse como chica -en aquellos tiempos “montarse” no existía como término-, además de poder interactuar con otras. Los primeros encuentros fueron de puro reconocimiento, de compartir las mismas experiencias e idénticas formas con muchas.
“Apenas empiezo la transformación me voy sintiendo mujer de a poco... el momento cumbre, es sin dudas la -Sufriste un episodio muy bravo, postura de quizás lo peor que podría la peluca, es vivirse en el crossdressing, ahí cuando como una suerte de chantarealmente je de una amante. ¿Cómo se dieron los acontecimientos? me considero -Siempre me gustaron las mumina”
jeres. Una vez, con una amante de larga data, me animé y le confesé todo lo referente a Pato. Lo hice a sabiendas de que era una chica muy abierta y que, por conversaciones que teníamos, le gustaba transitar por caminos “poco ortodo-
xos”, por llamarlo de alguna manera. La cuestión es que, además de la buena relación que teníamos como dos chicas en la cama e incluso saliendo a caminar, ella realmente se enamoró del varón, al punto de pedirme el divorcio. No acepté romper con mi matrimonio y todo lo maravilloso de esos momentos se fue al diablo. Creí que ella lo entendería y, palabras más palabras menos, terminamos hasta ahí en buenos términos. -¿Cómo siguió el tema? -Pasados unos días, una mañana yendo al trabajo recibo la llamada de un amigo diciéndome si era yo la chica etiquetada con mi nombre de varón en Facebook, que aparecía en varias fotos y publicaciones de la página Crossdressing Buenos Aires. Frené el auto en la banquina y entré a mi muro para constatar los hechos… -¿Qué te pasó por la cabeza en ese momento? -Sentí como un baño de agua helada que recorría mi cuerpo entero. Me quedé dos minutos
tenía varios “me gusta” y comentarios al respecto. Tomé el celular y la llamé a Claudia, titular de la página web y creadora de Crossdressing Buenos Aires. Le dije que por favor borrara toda la info sobre mí y en ese mismo momento bloqueé mi cuenta y esperé lo peor, que por suerte no sucedió. Nadie d e mi
familia vio mis fotos y sus comentarios, solo amigos cercanos y otros no tanto. Sí mis compañeros de trabajo, a quienes les tuve que mentir diciéndoles que no era yo, cosa que hasta el día de hoy algunos no lo creen. Y desaparecí por casi cuatro años, aterrada de que alguien me descubriera. En 2016 regresé, pero todavía conservo el temor de ser descubierta por alguien de mi familia. Realmente no estoy preparada para que lo sepan y tampoco creo que algún día lo pueda hacer. -¿Cómo se logra salir de ese mal momento y retomar la conse? -Pude salir porque no aguanté las ganas de montarme y mostrarme a la vez; soy una cross a la que le encanta taconear y ese riesgo. -¿Tuviste que recurrir a alguna ayuda psicológica? -No, apenas salí del secundario me entrevisté con un psicólogo para que me explicara los motivos por los cuales me gusta mucho lo que hago dentro del crossdressing. Su respuesta no me conformó y perdí la
de la psiquis. -¿De qué manera descomprimís la ansiedad femenina en un contexto familiar de unión como el que tenés, más allá de las Noches Cross? Da la impresión de que no te alcanza con lo que hacés hoy. -Tengo muy claro que Patricia tiene sus momentos, tengo una vida de varón ordenada y así me gusta vivirla, con mi familia y amigos. Aprovecho cada oportunidad para salir sin descuidar lo antes mencionado, pero gracias a que mi mujer lo sabe, ella me permite ciertas libertades que por supuesto las aprovecho al máximo. -En la Banda se observan algunas amistades fuertes, en tu caso es con Alejandra Beck. ¿Por qué carriles se desarrolla esa relación? -Con Ale tenemos una química muy linda, apenas nos conocimos pegamos una muy buena onda. También es cierto que la cercanía de nuestros hogares facilita la relación. Muchos fueron los encuentros, las previas a LNC o simplemente una cena informal para charlar de frente y hacer lo que nos divierte. Somos muy buenas
amigas, el coqueteo es lógico pero no conformamos pareja. -Tus anteojos son inamovibles, tu pelu también. ¿Contemplarías un “fashion emergency” o un cambio radical de look para probar? -Los lentes comenzaron como que usaba unos similares. Admito que son un fetiche, las mujeres con anteojos me fascinan. En cuanto a la pelu y al look, intenté en la intimidad probar con otros estilos, pero la verdad es que ninguno me conforma como éste que adopté. -Tu transformación estética es fantástica, sos irreconocible. ¿Pero de qué manera cambia tu interior y tus sentires cuando estás de chica? -Todo cambia, apenas empiezo la transformación me voy sintiendo mujer de a poco. Y el momento cumbre es sin dudas la postura de la peluca, es ahí cuando realmente me considero mina, pero para todo. No necesito pensar en cómo caminar, gesticular o hablar, hasta me admiro a mí misma en lograr un cambio tan radical en ese aspecto. -Todas nos embarcamos en esto desde chicas por diferentes sueños y fantasías. ¿Cuáles son tus sueños y fantasías actuales para que sigas sacando a la luz a Pato? -De chica soñaba con ser la Mujer Maravilla, esas botas rojas fueron una fantasía cumplida en el 2000. Amo las chicas hermosas que pelean, que derriban a los hombres a puño y patadas de karate, no hay nada que me apasione más y ése es mi mayor sueño y fantasía: poder salir a pelear contra los chicos malos, ¡jajajaja! En cuanto a la realidad, me queda poder continuar animándome a salir cada vez más, a lugares que antes por miedo no visitaba.
-Cuando hagas un repaso de tu vida y mires hacia atrás, ¿pensarás que todo este recorrido en el mundo femenino valió la pena o creerás que habría sido mejor un camino más convencional y sin tantos altibajos? -Creo que estaré satisfecha del camino transitado, no me he quedado con las ganas de ir a bailar, caminar, comprar, desenvolverme sin timidez. La adrenalina de todos estos años no la cambio por nada. Llegar a besar a la chica que me gusta contra una pared de Angel’s fue uno de los momentos más maravillosos que me ha tocado vivir, Vale. Todavía siento la humedad de tus labios carmín junto a los míos… Estaré feliz de mantener en la memoria con lucidez el trayecto.
La batalla de los ejércitos
celeste & rosa Por Valeria Campbell
E
l tema podría tener un desarrollo interminable. La cuestión es en qué medida el lado
En esa invasión de terrenos es como transita buena parte de nuestras vidas, macho y hembra, sin saber cuál de las dos -
tradicionalmente a los “mandatos” de la sociedad? ¿Pongo en peligro mi salud? ¿Le resto atención a mi familia en pos de mi evolución y amoríos cross? ¿Me distraigo online en el trabajo con cuestiones de índole crossdresser? ¿Desestabilizo seriamente mi economía en función de mi costado femenino? ¿Cuánto tiempo del día mi mente vuela y escapa de la realidad pensando en lo que soy y pretendo ser como chica? La puja no da respiros y muchas
un empate técnico de las dos exisgüedad que a muchas nos domina. La mujer que nos late tiene una gran capacidad de distracción; nos quita en ciertos momentos de nuestra naturaleza biológica y nos tienta a cumplir nuestras fantasías de siempre. Quizás sea lo que realmente queremos; tal vez no, lo más parecido a una dulce condena. En alguna ocasión se ha escrito sobre “la delgada línea rosa”, ese límite que vamos corriendo a un lado o a otro según nuestros impulsos cross, acorde con nuestra edad y los hitos que vamos atravesando en la vida. Lo cierto es que las sicipitan en cascada cuando estamos inmersas en esta dualidad. Y entonces surgen los interrogantes: ¿Corro reales riesgos de estropear una vida que se ha adaptado
en una desesperada búsqueda del equilibrio. Es un deseo que desgasta y quita muchas energías, pero que resulta muy necesario: ni más ni menos que nuestro salvavidas para no derrapar del todo. Sucede que cada dos por tres, de la nada, generamos situaciones en donde quedamos al límite; un psicólogo nos diría que lo que nos seduce es justamente eso: la adrenalina por vivir cerca del abismo, bre el paño, en una apuesta a todo o nada. Las consecuencias son variadas, un abanico amplísimo: están las que blanquearon a sus parejas y no pasan mayores sobresaltos, aunque su libertad de movimientos sea limitada. Abundan las separadas, las divorciadas, hasta alguna viuda. Aparecen las que pendulan en una doble vida: aquellas que miden cada acción con precisión quirúrgica y las que se arrojan a cualquier aventura sin medir desastres –que a veces ocurren-. Hay quienes lo han confesado todo a su familia por iniciativa propia, las que tuvie-
vida cotidiana. Mantengo mis contactos de facebook en no más de 85 personas, en su gran mayoría cross, varias de ellas amigas ya de muchos años. Imagino a la mayoría de este grupo con un debate interno permanente: la oscilación continua entre la identidad de varón y de mujer. Similar a una partida al T.E.G. de dos jugadores, en la que ambos ejércitos, el celeste y el rosa, van ganándose territorios entre sí
ron un hijo sin sentirse padres, las facebook y quedaron atrapadas en un tremendo embrollo, las que chocaron accidentalmente con el auto estando montadas, las que fueron buchoneadas por sus ex novias o por esposas de amigos, las que empezaron a hormonarse y las que encontraron en el alcohol y las drogas un traicionero acicate para domar el crossdressing. Dentro del placer de montarse y encarnar a “ella”, coexisten muchísimos mosaicos de discusiones, dramas y penurias, en donde la tendencia sexual –creo yocumple un factor preponderante. Seguramente el secreto estará en mantenerse en un razonable balance (¡qué difícil!) e intentar vivir las dos vidas de manera intensa. ¿Es posible? Cada una se las arregla como puede en busca de lo más preciado, la felicidad, pero siempre hay algo grande que se resigna; nada es gratuito en esta ambición por abarcar dos realidades. Al mismo tiempo, es imposible englobar y cubrir todos los deseos de este juego binario, de tantos contrastes. Lo bueno de todo esto: siempre, siempre, habrá otra cross para acercar un consejo o para prestar un oído. La hermandad entre nosotras tiene lazos muy difíciles de romper.
“Trabestia es el espacio para todos los que vemos más allá de los géneros binarios. Un espacio de respeto, solidaridad y amor, donde cantidades de criaturas hermosas nos reunimos a pasarla bien” (Sosuna Morosa)
TRABESTIA
Un año de magia y locura drag
F
ulgurante con su vestido de vinilo negro, Le Brujx miró a los ojos de cada asistente y gritó eufórica ante el micrófono: “¡Esto lo hicieron ustedes!”. En un instante, la disco se revolucionó y estalló en gritos agudos. La rubia de bucles, imponente en su pequeñez y rio, estaba exultante. A pura energía encontraba en el público la conexión perfecta para agradecer por este inolvidable primer aniversario de Trabesla historia dentro de la comunidad. El 16 de septiembre pasado, allí donde Morocco sacudió mentes y cuerpos en los años noventa, el drag club clausuró una primera temporada brillante. El público desbordó el boliche de Hipólito Yrigoyen 847 y vibró con una propuesta que a lo largo de un año ocupó
el nicho que faltaba en el colectivo LGTB. Pero conviene remontarse a septiembre de 2016 para entender cómo se llegó a esta realidad. Ya en aquella inauguración de Trabestia se lanzó al aire una consigna que se mantendría a rajatablas en todas tu cara y de tu mente lo que quie-
ras”. Sin condicionamientos para expresarnos, las cross hallamos un nuevo espacio en donde podríamos saltar a otra dimensión en cuanto a vestuario y maquillaje, además de adoptar un cambio de actitud, seguramente más lúdica y transgresora, diferente al moderado tono crossdresser. Allí en Sitges, el tradicional lugar alternativo de Avenida Córdoba al 4100, se congregó desde el vamos una hermosa fauna que armonizó desde lo diferente. Drag queens y drag kings, mutantes, cross, osos, cosplayers, gays, lesbianas y héteros de ambos sexos se miraron a las caras con un guiño cómplice, sin etiquetamientos absurdos. Una suerte de Cantina Band de Star Wars, toda clase de fascinantes bichos alrededor de una barra de tragos cuadrada, o danzando sobre
una pista como en un ritual pagano. Un escape de la realidad de seis horas de duración cada noche, casi casi una visita a otra galaxia.
Una estética magistral Pudo advertirse ya en el mismo arranque de Trabestia el carácter profesional de su escenografía y la obsesión por cada detalle: la grásus videos, el impresionante nivel calidez para hacer sentir en casa a cada invitado. Todo fue de menor a mayor a lo largo de 12 meses, pero partiendo de una vara muy alta. El bautismo parecía irreal, demasiado bueno para una incipiente movida en Buenos Aires, pero esta fascinante aventura drag se fortaleció con el paso del tiempo, al punto de agregar eventos al calendario que no estaban previstos en el plan original. Quienes estuvimos en aquella apertura quedamos conmovidas con ese derroche de creatividad en el make up y el vestuario de las chicas y chicos, muchos de ellos capaces de mover hasta el último falange con sensualidad. Se trató de un hermoso descubrimiento para nosotras, un nuevo enfoque en el arte de “jugar a ser ella”, acompañadas por personajes surgidos de toda clase de tribus. Puede decirse que hasta aquí, la dinámica de Trabestia resultó un curso acelerado de cómo correr los límites de lo femenino y llevarlos a un punto máximo, siempre con buen gusto –a nivel internacionaly muchísima dosis teatral. Matías Madala (Le Brujx), Javier Santamaría
(La Santamaría), la barbada venezolana Sosuna Morosa y Facu Hernán (Lest Skeleton) son las caras visibles de este refugio generoso en performances sobre el escenario.
La entrega total “Adelante chicas, denlo todo”. poco después de pasar gratis por caja, ni más ni menos que el premio por estar montada. A partir de ahí, tras escuchar ese slogan que se ha convertido en bandera, llega la visita obligada al set de fotografía para luego, distintas opciones: tomar tragos en las mesitas con butacas, zambullirse en la pista, ver los shows y/o meterse en alguna jaula para –nuevamente- quedar bajo el foco de las en Sitges se proyectaron las producciones realizadas en las diferentes -
sultó observar cómo la gente buscó lookearse cada vez más y mejor, un esmero en el que no cuentan la ción de género, sino el fuego interior y el brillo exterior. La idea desde el furioso lanzamiento fue transformarse en protagonista y jamás pasar inadvertida. Es un exhibicionismo bien entendido y la fantasía de ser una “gloria”, en un ámbito de plena tolerancia y libertad. Una atmósfera en donde las posibilidades de manifestarse artística y gestualmente son ilimitadas. En una nota aparecida en la sección “Sábado”, el diario La Nación describió a la perfección el espíritu de Trabestia: “Quien no comprenda el placer de lanzarse al vacío estético, el bungee jumping drag, debería mantenerse alejado de la avenida Córdoba esta noche. Quien no sea capaz de vislumbrar belleza, inteligencia e incluso subversión política detrás de la androginia, la excentricidad y el grotesco deliberado debería quedarse mejor por Palermo Hollywood, en ese rango de cuadras repletas de bares que dejan entrar gratis a chicas de desteñido californiano, para cobrarles a chicos de camisas cuadrillé que quieren seducirlas”. Aquella noche de despedida en Morocco, con sus balcones vip estilo colonial, el primer aniversario dijo adiós con la consagración de Asia Argenta como Miss Trabestia 2017. Nada más merecido para esta mujer bio oriental, que extremó su make up y vestuario a un nivel de excelencia en cada una de sus presentaciones en sociedad. Son horas y horas de preparación ante un espejo para lograr la ilusión perfecta. Ella es uno de los tantos personajes de este tsunami drag que refrescó la impronta cross y nos partió la cabeza. No quedaron dudas: cada purpurina, pestaña, brillo y lentejuela que llevamos puestos conformaron el y de crecimiento que llegó a niveles de ensoñación para quienes buscaron una fuga de la realidad. Tal vez en enero próximo haya nuevos trazos de ese lipstick que muchas para seguir aprendiendo y disfrutando de un mundo fascinante, lleno de glitter, abanicos, tachas y pelucones. Porque si solas somos un fuego, ¡juntas somos hoguera!
Transformaciones de Alena en el frío de Minsk
Annabel X, una suave brisa que viene de Inglaterra
Los amables consejos y tips de Vera Wylde
La bielorrusa Alena es un clásico del crossdressing desde hace varios años. Comenzó con una página web, pero acorde con los tiempos fue mutando hacia Youtube y Flickr, con videos fetichistas y fotos muy bien producidas. Bien propias de su región, hay imágenes invernales y varias filmaciones hechas en su casa desde la lejana Minsk. Bajo el nombre de usuario alena-mnsk, desborda en la variedad de pelucas y de vestidos: pasa de los trajecitos de latex hasta los outfit de mucama francesa, éste último especialmente sensual, pero siempre en clave fetiche. En algunas ocasiones ha optado por mostrarse en su transición varón-mujer e intentó crear historias, algunas de ellas inconclusas. Sus lentes de contacto gatunos son un must.
La aparición de nuevas cross en Youtube es inagotable; es cuestión de filtrar en “últimas 24 horas” para observar cómo se van agregando chicas cada día. Algunas son muy jovencitas, es el caso de la rubia cuyo nombre de usuario es Annabel X y que se presenta simplemente como una “crossdresser inglesa de 19 años”. En sus 13 videos de no más de dos minutos de duración se la ve hermosa, tanto con looks formales como informales. En ninguno de ellos habla y se mueve con una tímida delicadeza, como si estuviese experimentando en el closet. Especial mención para el video que Annabel dio en llamar “All dressed up” y en el que luce preciosa con blusita beige y pollera negra por arriba de las rodillas.
Vera Wylde es una crossdresser y drag performer que hasta septiembre pasado subió a Youtube 146 videos. Es algo así como una consejera y confidente, siempre mirando desde primeros planos y que propone una charla amable, como si intentara generar un vínculo de confianza desde la web. En sus monólogos, Vera responde a sus viewers y aborda todo tipo de tópicos, muchos dirigidos hacia principiantes, identificados en los videos bajo el hashtag #Beginners. Cualquiera de nosotras puede verse reflejada en los temas que toca: “¿Es el crossdressing una adicción?”, “¿Generás incomodidad en la gente?”, “la separación de la persona masculina y femenina”, “Buscando aceptación”. Fundamental: saber inglés.
y frescura natural
Courtney Act, una rubia debilidad que llegó bien alto
Cluam Sutherland, la chica del passing perfecto
Ya desde su nombre de usuario de Youtube (Sebastián Elvira), esta fantástica cross mexicana no tiene problema alguno en exhibir su lado masculino. De hecho, en su video denominado “¿Soy Trans?” explica con una gran claridad de conceptos en donde está ubicada ella en el mundo de la diversidad. Se la puede encontrar en todas las redes (Facebook, Instagram, Twitter, Snapchat, YouKnow) y en sus videos enseña su natural capacidad de transformación, con geniales pelucas multicolores, vestuario y make up. Tanto las imágenes como la edición en general están muy cuidadas, con el valor agregado de reflexiones y consejos muy interesantes para la comunidad hispana.
Es muy fácil establecer empatía con Courtney Act, esta chica australiana nacida en Brisbane que llegó muy lejos en la sexta temporada de Ru Paul Drag Race. En su canal de Youtube, Courtney demuestra todas sus aptitudes artísticas, tanto para la música (sacó algunos discos con su voz increíblemente femenina) como para la actuación y el modelaje. Podría considerarse a esta rubia como una drag queen moderada, más tirando a cross, y de hecho en el programa de Ru Paul la han “acusado” de no ser lo suficientemente drag por su discreción en su vestuario y make up. Pero de ella – también, un chico muy lindo- sólo queda aprender, especialmente su soltura y su simpatía, siempre en el marco del buen gusto y el profesionalismo.
Hay veces que cuesta creer que esa supermodel que vemos en Youtube sea un hombre sin ningún tipo de tratamiento de hormonas. Son una clase de cross o transformistas privilegiadas, tocadas por la varita mágica por su fisonomía, gracia natural y capacidad de “passing”. Entre tantos ejemplos en la web surge el de Cluam Sutherland, una marica tan divina como histriónica, que tiene rasgos de un chico veinteañero de Europa del Este pero es oriunda de Melbourne, Australia. En sus 43 videos pueden apreciarse sus impecables looks, mayormente de rubia. Sin embargo, brilla en uno de sus posts (“escorting”) en el que desfila de morocha en la calle de un barrio residencial.
Actores argentinos estarĂan considerando seriamente pasarse al crossdressing para tener lugar en las carteleras de Avda. Corrientes...
La VĂa La Tercera Tercera VĂa
Apuntes cross sobre
M
e llegó la promoción vía rio” y no dudé. Ese mismo día, hace unas semanas, me compré este libro de Bruno Bimbi, que fue uno de los responsables de la estrategia política que llevó a la aprobación de la ley de matrimonio igualitario en Argentina en julio de 2010. La obra de este periodista, que vive en Río y es coordinador político del diputado federal Jean Wyllys (primer activista gay que conquista un asiento en el Congreso brasileño), es esencial para todas nosotras, más allá de que te consideres una cross hétero. De una u otra manera, aunque nunca hayas tocado a un hombre, también saliste del armario a tu manera, expresando un sentimiento que buena parte de la sociedad todavía no tolera o comprende. Es interesante todo el recorrido que hace Bimbi sobre la homofobia a lo largo de las 244 páginas. De todas formas, el libro arranca decididamente mal si se lo mira desde la óptica cross. El punto es que ya en la introducción, Bimbi escribe: del armario y lo tenemos claro, debemos decidir cuándo, cómo y a quiénes contarles, y responder todas esas preguntas increíbles que nos hacen: ‘Cuando estás con un
El interesante libro de Bruno Bimbi genera algún contrapunto con el interrogante ¿Quién hace de mujer? Por Valeria Campbell
tipo, ¿quién hace de mujer?’. ‘¿Es verdad que los gays quieren ser mujeres?’. Por momentos, precisamos asumir un papel pedagógico, desarmando los mitos y explicando que no somos extraterrestres”. Después, en el primer capítulo, nitos cajones del armario”, profundiza este concepto desde el subtítulo: “¿Quién hace de mujer?”. Y escribe: “Preguntarse quién hace de mujer en una pareja gay es querer interpretarla partiendo de la imposibilidad del deseo homoerótico, como si, para que a un hombre le guste otro hombre, uno de los dos deba ser, de algún modo, femenino. En una relación entre dos hombres no hay uno que hace de mujer, salvo que se trate de un juego o fantasía sexual, que también puede darse en una cama hétero”. Entiendo que Bimbi apunte a la relación gay más ortodoxa (varón-varón), pero en ningún momento contempla la alternativa cross -la más cercana a aquel tipo de vínculo-, en comparación con ser trans, que para mí ya es otro cantar. A mi novio, a veces lo recibo en mi departamento y siempre lo despido desde mi lado masculino, pero clarísimamente yo “hago” de mujer con él mientras estamos juntos. No hay ninguna duda de eso. Y no se trata de un juego o una fantasía sexual, como escribe Bruno, sino que es un rol totalmente asumido.
Asimismo, la gran mayoría de las amigas de la Banda asumen su rol de mujer más allá del lugar en donde busquen intimidad (su casa, un telo, Jungle, Class, Sweet, Amerika, etc). Hay algunas pocas, cross bien plantadas como cualquier otra, que derse de sus vestidos y pelus para estar con su macho desde un rol a veces implica montarse, o porque rones. O bien porque, directamenpara que no se rompa la dinámica de sus relaciones. Por todo esto, me parece completamente errada la idea de que un integrante de la pareja no pueda “hacer de mujer” Esperé con ansias que en el libro apareciera la palabra “cross” o “crossdresser”, pero me vi igualmente decepcionada. Lo más cercano es cuando el autor habla un poco de soslayo acerca de las drag queens, a propósito de Stonewall, hito que en 1969 resultó el germen del orgullo gay que hoy todas conocemos. Sí es cierto que el último capítulo está íntegramente dedicado a las trans (“La vida transgénero en el siglo XXI”). Por supuesto que no voy a dejar de omisiones o equivocaciones conceptuales, pero es innegable que me mo
El adiós a Martha Saffo
La dama vintage que vivía para el crossdressing
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iraba con ojos huidizos, menuzaba a la persona en silencio. Pero ya en ese momento, durante ese secreto escaneo de arriba a abajo, Martha
hermandad cross que respetaría por siempre. Si hay algo que ella valoraba era el sentido del compañerismo en el crossdressing. Martha entendía que, por alguna razón valedera, la vida nos había sumergido en este micromundo de prendas, pelucas y make up. Y por eso ansiaba tanto la llegada del tercer viernes de cada mes: la Noche Cross era el refugio de su alma, el lugar en donde los corazones latían con la misma frecuencia. En sus últimos años, su Lado A le fue entregando cada vez menos satisfacciones, entre la frustración de no conseguir un trabajo sólido y sus problemas de salud. Pero siempre estaba LNC como rescate emocional. Desde el Sur del Gran Buenos Aires combatía su soledad a través del contacto con las chicas y se sumaba a cualquier iniciativa: los capítulos de Cara o Cross, videos musicales de Crossdressers Visibles y hasta una entrevista en el suplemento Soy de Página /12, entre otras intervenciones. Pero su ánimo inquieto también la llevó a crear la revista digital Play Cross, inspirada como “publicación de servicio y entretenimiento de la comunidad cross”, tal como ella explicaba con pasión adolescente. En algún momento la había abandonado, pero llegó a arrancar 2017 con nuevos bríos y el ánimo revitalizado. Se sentía bien y ese impulso ticia para todas nosotras: se había comprado una máquina de coser y se disponía a retomar aquellas páginas digitales que se iban pasando
humilde gloria artística junto con su amiga del alma, Mirna Ladyrouge. Las dos se complementaban a la perfección: en Rosa acostumbraban a maquillarse y a vestirse juntas en el minúsculo baño privado, pero no les importaba la incomodidad, sino esa magia que las unía naturalmente. Palpitaban el sabor del reencuentro mensual y ese murmullo de una nueva reunión que empezaba a alumbrar del otro lado de la las dos se desmontaban y Mirna la acercaba con su auto hasta la estación Constitución, bordeando las 5 de la mañana. Pero ese hombrecito que se calzaba una boina y se cubría con recelo su calvicie dispuesto a tomarse el tren, en realidad seguía siendo Martha las 24 horas, los siete días de la semana. “Yo soy integral, no estoy disociada. Siempre me amante de la ropa vintage e invariablemente enojada con la sofocación del verano. Era una bohemia a toda regla, una autodenominada “crossbiana” que tenía dos tesoros: el cariño unánime que le profesaba La Banda y
como un librito, rebosantes de fotos y relatos. “A ver, a ver, ponete ahí”, decía resuelta, cámara en mano durante la Noche Cross. Y entonces sacaba fotos grupales e individuales, siempre pergeñando nuevas ideas para su publicación. “Dale, vieja… ¡sacaaaa!”, le decía Agustina Lila. Y ella, entre el apuro y un pulso traicionero, hacía un clic errático y aceptaba la chanza porque le gustaba reírse de sí misma. Todo era en serio y a la vez de mentira. Volcaba lo mejor de su repertorio en el escenario, más allá de que no le importaba el resultado del show. Con su peluca rubia de cotillón estilo Tina Turner, hacía su mímica y movía su frágil cuerpo de un lado a otro. A veces nos deleitaba con el aplauzombie, una forma de aplaudir con los brazos rígidos al ritmo de los temas de Putirecords, el Boy George madrileño. Disfrutaba ese momento de
había heredado de sus familiares mujeres. En verdad, todo comenzó en 1972, cuando ella tenía 11 años: en su habitación encontró una bolsa de plástico llena de medias de nylon que su madre había descartado porque estaban corridas. Curiosa, hurgó en el interior de la bolsa y extrajo una media que por accidente le rozó la pierna. Estaba con pantalones cortos, y esa caricia en el muslo le provocó una sensación excitante que la conectó para siempre con el crossdressing. Fue el Big Bang de su sentir femenino. A partir de entonces nació una mujer dentro de ella que jamás quiso quitar del medio, un ADN que defendió hasta en las Marchas del Orgullo Gay. “El orgullo es interno, por ser cross y salir montada a la calle sin que nadie me decía Martha en una entrevista en noviembre de 2015, después de participar en su tercera marcha. Y completaba: “Me gusta sentirme libre de ataduras, ser quien soy: una persona más allá de mis atavíos”. Martha fue icónica, irrepetible. roso, injusto. Y ya no puedo escribir más, derramo lágrimas de tristeza.
Cómo se hicieron las fotos de Marthita con la técnica del lightpainting Por Ligia Berg (artista visual)
Primero conocí el lado masculino de Martha tiempo, una amiga en común me comentó algo de su costado crossdresser, al mismo tiempo que salió la nota en el suplemento SOY de Página / 12. Me animé a hablarle y a decirle que me encantaba lo que hacía y que me contara más. En esa charla salió el tema de trabajar juntas haciendo fotografías. Cuando se lo propuse, enseguida se enganchó y nos entendimos espléndidamente, ya que a priori compartíamos el gusto por el cine bizarro y la estética kitsch. Así que en cada proyecto que emprendíamos era un sí para cada idea; por suer2013 hasta este año y teníamos planes de hacer más fotos, pero su salud fue empeorando y se sumó a que tuve un año un poco inactivo en la producción de imágenes. La técnica que utilizamos para estas fotos se llama lightpainting o “pintar con luz”. Se hace en completa oscuridad y se va iluminando con linterna. Cada foto es única, en el sentido de que nunca es posible iluminar perfectamente igual. Hubo una foto que tuvimos que repetir muchas veces porque en algunos casos la iluminación no queda bien, ya que no tenés muy en claro cómo va a salir. Es una experiencia divertida y cansadora, pero extenuante en el buen sentido. Quiero mandarle a Martha un beso enorme y agradecerle por todo. Sólo me quedan hermosos recuerdos compartidos. ¡Hasta siempre, Marthita!
AGOSTO 2017