PlayCross 06

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Una creación de Martha Saffo

Nº 6

Enero 2020

¿Vemos el mundo de dos maneras a la vez?

Nota de tapa: un viaje sin retorno por la mente cross


Háblame de esquizofrenia DIALOGOS

INTERNOS

El: -¿Por qué no te vas de mí, de una vez por todas?

El: -Imposible. Llega un momento en que querés

¿Cuánto tiempo más me vas a perseguir? Desde mis

salir, mostrarte y compartir con otras cross. Y más

10 años que estás ahí dando vueltas en mí. Cortala.

ahora, que está todo mucho más liberado. Siento que me arruinaste. Bah, no es que me arruinaste,

Ella: -Sos un reprimido, un falso. Hacete cargo de tu

pero me llevaste a una doble vida. No es fácil ¿eh?

esencia, de lo que realmente sentís por dentro. Ella: -¿Por qué no? El: -Vos me sacaste de mi eje. Rompiste mi matrimonio, me quitaste estabilidad. Me distraés en

El: -Porque no, m’hija, no puedo ser dos personas al

el trabajo, me exponés en facebook, me llevás a

mismo tiempo.

lugares raros… Y encima me hacés gastar plata. Que la ropa, que la pelu, que el maquillaje… ¡Pará!

Ella: -De hecho lo sos.

Ella: -Sos vos el que sentís eso. Yo estoy ahí presente

El: -Más o menos. Trato de separar. Pero si no

en tu cuerpo, nada más. Sos vos y tus pulsiones, tus

estuvieras vos, mi vida sería mucho más fácil.

ganas de feminizarte. A mí no me cargues con el tema; vos te mandás solito sin pedir permiso. Sos

Ella: -¿Más fácil? Seguro más aburrida, sin tantos

puro impulso, sabelo.

matices. Menos amistades, sexo más convencional, siempre el mismo tipo de ropa… Un embole, bah.

El: -Hablo sobre vos todo el tiempo con el psicólogo, incluso le conté que existías a algunos

El: -Puede ser, pero tendría todo más en claro.

amigos. Y vos no te corrés de tu lugar, estás ahí desafiante y canchera, como diciéndome:

Ella: -Jaja, “en claro…” Lo que debés tener en claro es

“transformate en mujer y poneme más linda”. ¡Sos

que debés ACEPTARTE, vivir esto intensamente y

absorbente, eso es lo que sos!

disfrutarlo, porque saliste así de fábrica. No busques una cura mágica. Yo aparecí en vos como una señal

Ella: -Por algo será, querido. Porque querés salir de

y vos la agarraste, nadie te obligó a nada, ¿eh?

vos y convertirte en mí. Se vé que algún quilombito debés tener, porque no estás del todo conforme con

El: -Okey, pero no me atrapes tanto, me estás

lo que sos y con tu vida de varón. Parece que como

volviendo loco.

chico sos una persona incompleta y te atraigo. Ella: -Estoy en tu naturaleza. Podemos convivir. El: -No es que me atraés, sino que mi mente y mi cuerpo flashearon con vos un día y ahora no puedo

El: -Ojalá. Pero vos tranquila ¿eh? No te sigas

sacarte de mi cabeza. ¿Qué me hiciste?

agigantando en mí.

Ella: -Te juro que nada. Un día aparecí cuando eras

Ella: -Sabés que dependo de vos…

chico y al toque te empezaste a vestir escondido en el closet. Yo te dí la opción de tomarme y vos

El: -Sos hermosa.

agarraste viaje, no te obligué a nada. Pudiste haberte quedado ahí, montándote encerrado y sin que nadie

Ella: -La verdad que sí, que quedás hermosa…

te viera. Así no corrías riesgos y tu vida de varón seguía lo más bien.

El: -¿Ves cómo sos?


06

ENERO 2020

Nueva

OTRA VEZ EN EL CAMINO

Epoca

Por Valeria Campbell

La PlayCross puede estar dormida, pero nunca sucumbirá ante un sueño eterno. Aquella original creación de Martha Saffo surgió para difundir las múltiples aristas del crossdressing y aquí está de nuevo, dispuesta a contar, describir y reinterpretar todo lo referente a esta pasión por sentirnos cada día más femeninas. Cuando tomamos el legado de Martha, nos presentamos en 2017 con un nuevo diseño digital y una apuesta todavía más ambiciosa. Ahora, en el arranque de 2020, continuamos con esta nueva época de la revista, de la que nos sentimos orgullosas. Se habla en plural porque no se trata de una iniciativa personal, sino de un verdadero equipo que activa neuronas: colaboradoras con

plumas inquietas y entusiastas, que revelan sus pensamientos íntimos pero a la vez abren el juego para que cada una se sienta identificada con algún aspecto en particular. Sucede que el crossdressing se reinventa todo el tiempo, se moderniza y modifica tendencias al compás del avance de la sociedad. Nos sentimos plenas al saber todo lo que se ha evolucionado al respecto, con un closet que ya es cosa del pasado. Pero también sabemos que todavía hay mucho que recorrer. Quizás no se trate de plantear una batalla a cara de perra: el secreto, tal vez, consista en mantenerse embarcadas en este desafío de un género mutante, que se vuelve más flexible en busca de nuestra propia realización y felicidad.

El staff Dirección, edición y diseño: Valeria Campbell. Colaboraron en este número: Gabriela Ivy, Alexia Montes, Micaela Daji, Gabriela Binder, Paula Villanueva y Adriana Araya Chazarro. PLAYCROSS ENERO DE 2020 HTTPS://ISSUU.COM/VALERIACAMPBELL2


El fin del crossdressing Por Gabriela Ivy Siempre sale la duda en nuestras juntadas cross: ¿Por qué no hay personas menores de 40 años? Somos pocas las que tenemos treinta y pico y una sola de 22 años que se considera "vieja" porque dice no le gusta salir a bailar. El tema es que el crossdressing surge a partir de ese binarismo con el que nos criamos durante milenios, que nos obliga a encasillar todo en masculino/femenino. De hecho están las "cross de closet" que son los hombres que gustan vestirse de mujeres pero nadie de su entorno se debe enterar, ya que las normas de la sociedad indicarían que están yendo contra las buenas costumbres. No olvidar que hasta hace poco, en los 90's, metían presas a las trans por andar en la calle usando ropa del sexo que no les correspondía. Por fortuna, muchos de estos conceptos están quedando arcaicos. Cuando leo en ciertas promociones "Sentite más femenina" (invitándonos a un espacio donde montarnos, usar peluca zapatos, vestido y maquillaje), siento que lo está diciendo mi abuelo -QEPD-. Cuando camino por la calle veo varones cis o no binarixs con uñas pintadas, ojos delineados, cabello teñido de color fantasía y no creo que lo hagan para sentirse más "femeninos", sino que el paradigma va cambiando de a poco y cada vez más personas se animan a vestirse como siempre quisieron. Ya me resulta extraño ver hombres sin visagismo en las cejas o con pelos en las piernas. Y no creo que hayan perdido su masculinidad por eso. Por ende, esas personas no ven la necesidad de juntarse en un encuentro de "hombres disfrazados de mujeres" para tener la excusa de llevar una vida social vistiéndose como más les agrada, juntándose con gente desconocida, ya que sus amistades, familia o compañeros de trabajo no se deben enterar porque esto pondría en riesgo sus estructuras sociales normadas, el gran triángulo amistad-trabajo-familia. En una de las noches cross de 2019 vi que muchos hombres cis vestidos "de forma femenina" fueron con sus parejas mujeres. Hay algo que se está rompiendo. En principio, el concepto de "cross de closet" ya quedará como un término cuasi jurásico. Sólo las cross que pertenezcan a la high society quedarán en esa trampa mortal de no poder disfrutar ser por el simple riesgo

de perder la green card de los yacht club. Para el resto de los mortales será como algo que les contaremos a nuestros nietos a la luz de la hoguera. Hay espacios donde pagando una módica suma se juntan un grupo de cross para ir al teatro. Es decir: no sólo pago la entrada al teatro, sino también mi derecho a ser feliz y disfrutar estar. Creo que ya bastante pagamos saliendo a la calle montadas, ligándonos puteadas y piedrazos de las personas como para además tener que pagar con dinero. Igual, el empoderamiento de usar tacos en el cemento de la ciudad puede anular cualquier boicot cretácico por parte de una sociedad que todavía no se adapta a que podemos ser libres. También a veces veo con espanto que muchas personas que llevan una vida privada como cross tiene pensamientos fascistas con respecto a las mujeres trans o a la sociedad en general; esto habla de una gran hipocresía ya que el hecho de vestirse de "manera femenina" debería darles algo de empatía, pero evidentemente desdoblan su pirámide de creencias con sus deseos de montarse. Sin interiorizar en cuestiones partidarias, ya que eso es harina de otro costal. Por esto, a medida que se vaya dando ESI (Educación Sexual Integral) en las escuelas primarias, se naturalice ver hombres cis maquillados, personajes trans o no binarixs en series y películas populares cuya temática no sea exclusivamente de género, el crossdressing pasará a ser tema de museo. Iremos teniendo visitas guiadas como si de un Parque Jurásico se tratara.



NOTA DE TAPA

El superpoder de la doble visión cross por Valeria Campbell Acaso tengamos inoculada esa sensación de que las cross somos personas especiales. Nos autopercibimos distintas desde el momento en que nos interrogamos -muchas desde chiquitas- cómo es esto de vestirse de mujer y encarnar un rol femenino. El porqué de ese instinto imposible de reprimir y el deseo a posteriori de seguir doblando la apuesta. ¿Qué resultado podría arrojar un escaneo general de nuestro cerebro? Un estado continuo de dualidad aparenta dominarnos. Tanto insistir incentivando “el otro lado” que luego sobrevienen los sacudones internos, las dudas y en el mejor de los casos, las convicciones que estábamos buscando. Esa reafirmación para sentirnos más seguras. Todas las semanas, casi sin pausa, pasándonos a la otra vereda, exponiéndonos públicamente y volviendo al lugar original. Una dinámica que no se detiene. Y mientras tanto, ¿cómo nos relacionamos con el mundo exterior según nuestro atuendo? She's got the look Resulta increíble que la apariencia pueda provocar un cambio en la visión de lo que nos rodea. La forma en que automáticamente nos posicionamos en otro lugar, a partir del lucimiento de un lindo vestido, maquillaje, una pelu (o pelo natural) y tacos. Esa manera mágica en que varían nuestros modos, reacciones y toma de decisiones de acuerdo con el perfil que pretendamos asumir. Y así, el método de interacción desanda caminos alternativos para que esa chica pueda moverse con más eficacia entre la gente, bajo un código femenino que pueda funcionar mejor a la hora de vincularse. La manera de hablar, la gestualidad, el lenguaje

general del cuerpo, la fórmula para interpretar situaciones que ocurren a nuestro alrededor… Todo puede cambiar desde la figura de esa hembra que supimos construir con los años y la experiencia. Y ahí está el magnetismo de ese juego distinto, de nuestra fascinación por ser ella. El placer de rendirse muchas veces ante esa ensoñación de mujer pero constituyéndonos como personas verdaderas, con una identidad propia y generando lazos. En medio de ese fantástico limbo, lo real, lo palpable. Ya no podemos hablar de nuestra “vida normal” y la otra, “la oculta”. Muchos viejos preceptos, afortunadamente, caen por su propio peso para alterar el paradigma. Antiguos límites autoimpuestos quedan de lado. En todo caso, se trata un balanceo constante entre lo convencional y nuestra parte más lúdica, aquella que nos permite ampliar nuestra personalidad para sumarle nuevas características. Una versión Premium del molde original, en la que nos regalamos


una mayor apertura del corazón; incluso más capacidad de empatía con el resto y otro tipo de encanto. Hasta mayor creatividad y algún rasgo o valor positivo que estaba ahí, pero que no se animaba a salir. Como esas personas que, a partir de algún disparador, en cierto momento de sus vidas descubren su veta artística y dan rienda suelta a su costado más sensible. Más humano. La expresión justa para estos tiempos “Género fluido” sería el término más apropiado para describir el comportamiento de esta marea que va y viene. Se habla hace rato de las cross integradas y las disociadas, según cómo maneja cada una su yo interior. Varias aseguran sentirse una sola persona, sea cual fuere su estética. Y luego aparecen las atravesadas por una marcada grieta, las que separan de manera más clara sus auras femenina y masculina. Pero aún así, estas últimas ya se animan a tender un puente entre ambos estados. En lo más profundo, aceptan que esa división empiece a diluirse para flexibilizar su sentir. En una ciudad avanzada como es Buenos Aires, el entorno ayuda para aflojar tensiones y convertir en gris esa clásica pugna entre lo blanco y lo negro. Entre el hombre de todos los días y la cross que genera autosatisfacción con distintas vías de escape. A fin de cuentas, es aniquilar ese binarismo que hasta hace unos años parecía inconmovible. Aunque la idea paralice en un primer momento, se trata de romper las barreras del closet para revelarse. Y rebelarse. Quebrar esas estructuras que tanto condicionaron desde el instante en que asomamos en esta búsqueda.

Así, se agiganta esa necesidad imperiosa de exhibir más claramente la esencia femenina, neutralizada en su momento por miedos ancestrales. Por ese dispositivo autocondenatorio como medida de protección. Claro que allí están presentes y se respetan las obligaciones familiares, los compromisos laborales. Pero aun con los límites demarcados, bien pueden encontrarse resquicios para que esa cross logre escapar más seguido de esa cárcel mental y, por fin, reciba ese oxígeno de libertad que siempre respiró en sus fantasías. Un Caballero en problemas Vale la pena tomarse del contenido de “El Caballero de la Armadura Oxidada”, un libro que habla mucho del redescubrimiento del “yo” interior, para hurgar en nuestras imposiciones. Incapaz de valorar nada más que sus propias virtudes, el Caballero percibe un día que su armadura deja de brillar; se está oxidando. Este personaje era capaz de librar feroces batallas para hacer frente a todo lo que él consideraba malvado. Sin embargo, en ningún momento tomaba conciencia de ese enemigo que tenía en su interior, de ese dragón enfurecido que tenía atrapado a su auténtico “yo”. Cautivo de sí mismo, se lanza a un viaje de iniciación espiritual y transformación donde liberarse de múltiples barreras. Es entonces cuando, a través de originales personajes y experiencias, va dejándonos enseñanzas. Una de sus frases, el del desahogo emocional, aplica perfectamente para el crossdressing y la idea de quitar amarras: “Solo las lágrimas de auténticos sentimientos te liberarán de tu armadura”.


IMPRESIONES Ese maldito día que nunca debería llegar

Cuando ya no nos dan ganas de montarnos, Alexia Montes nos propone un empujoncito hacia un entusiasmo renovado “Maldito el día en que empiezas a pensar que es más cómodo quedarse a mirar fotos en la computadora y a vivir de recuerdos”. Hace poco tiempo posteé esta frase de ribetes casi apocalípticos acerca de lo que puede definirse como lo más cercano a un renunciamiento. Fue producto de un momento de flaqueza que no tiene que ver conesa sensación de culpa por la cual sentimos que debemos dejar todo para vivir una vida “normal”. Esta vez implicaba algo que es inevitable: el paso del tiempo. Es cuando el dolor de las articulaciones se hace realidad y todos los amigos y conocidos de esa edad llamada tercera solo hablan de enfermedades, médicos y tratamientos. El momento en que la mente resbala hacia las profundidades y no hay ganas de emprender nada, viejo o nuevo. Y el crossdressing cae, junto con el resto de las inquietudes de la vida, en esa pendiente que antes percibíamos tan lejana. Sobre todo cuando hay que aplicar varias capas de maquillaje para disimular las incipientes arrugas. Podríamos sumar a ese estado de desánimo cierta nostalgia por la juventud al ver las caras nuevas y frescas que vienen avasallando en el planeta crossdressing, los videos de

transformaciones que hay en YouTube de muchachos convertidos en hermosas mujeres, ahora que los tiempos han cambiado y tienen la libertad para expresarse, en un mundo de apertura mental y redes sociales que todo lo facilitan. Ventajas que muchas hemos tenido cuando éramos jóvenes y nos creíamos únicas y solitarias en un mundo ancho y ajeno. A pesar de intentar no volverme autorreferencial, puedo decir que poseo una capacidad innata para recuperarme rápido. Resiliencia, le llaman los eruditos. Y bastó que me comprara alguna prenda y hacerme unas fotos, a lo que sumé una salida a cenar con amigos que me conocen de mi “otra vida” para resurgir como el ave Fénix, recordando lo que hacía mi tía, que con 90 años no se perdía un día de ir a su confitería favorita a tomar un café y charlar con otros parroquianos. Y entonces viene la pregunta inevitable: ¿De qué carajo nos estamos lamentando? ¿De tener unos años más? Si, al fin y al cabo la edad acarrea experiencia, otra visión de lo que fuimos, somos y seremos. Saber que ya cruzamos fronteras inimaginables es lo que nos debiera dar la fuerza para trasponer otras. El crossdressing no es un remedio, pero igualmente cura. Esa transformación que nos convierte en una persona diferente, al menos frente al espejo, debería ser para mí, y estimo que para muchas, el soporte que nos mantiene vivas. Cada cual tomará la dosis que necesite o pueda, pero tampoco podemos esperar que suceda un milagro si no hacemos algo para juntar fuerzas y salir adelante. Porque no se trata solo de crossdressing, la misma actitud que nos da fuerzas para tomarnos el trabajo de maquillarnos, buscar las prendas que queremos vestir y salir a la calle dispuestas a disfrutar la noche, el día, la vida toda, es la misma que sin pausa ponemos en todos los órdenes de la vida. Justamente para que no llegue ese maldito día en que nos gane el desánimo y nos pongamos a mirar indolentes las fotos de tiempos pasados.


Sophie Blond


BASTIAN: SU CAMINO DE MUJER A VARON

Por Adriana Araya Chazarro

Bastián tiene 36 años, es de Santiago y hace 16 años que vive en Antofagasta, en el norte de Chile. Actualmente trabaja como profesor de inglés en una universidad, pero de corazón es músico. El gran paso de su vida fue abrazarse a la masculinidad y lo cuenta en primera persona. -¿Qué significa ser transgénero? -Para mí, ser trans significa que tu identidad, como te sientes por dentro, no concuerda con el sexo con el que naciste. Por ejemplo, yo nací en el cuerpo de una mujer, pero no me identifico como tal, pues en mi vida he adoptado como mío todo lo relacionado con lo “masculino”. Yo me siento y me identifico como un hombre. -¿Qué hizo que te decidieras

o que tal vez nunca ocurra. En mi caso,

exterior concordara más con lo que me

a dar este paso de

mi transición física se hizo necesaria

identifico. En retrospectiva, nunca me

convertirte en hombre?

porque no tenía cómo seguir

sentí reflejado por este cuerpo en el que

-La transición física es un

defendiendo esta imagen que no me

ahora habito, pero me tomó años poder

proceso súper personal e

representaba. No es que yo quisiera

aceptarlo como tal por diferentes

íntimo, que a veces toma

convertirme en hombre, yo soy un

motivos, entre ellos el sentimiento de

mucho tiempo en suceder

hombre que decidió hacer que mi

culpa y los miedos que a uno le meten


en la cabeza. Y por el mismo miedo a no vivir mi vida como yo la sentía verdadera es que tomé la decisión final de comenzar a vivir mi vida con la ayuda de las hormonas. Decidí transicionar para poder ser quien yo siempre he sido. -¿En qué consiste o cómo es el proceso de transición de mujer a hombre? -El tránsito de género puede desarrollarse de diferentes formas. En mi caso incluye una Terapia de Reemplazo Hormonal (TRH o HRT en inglés), la que implica que cada cierto tiempo debo recibir una dosis de testosterona indicada por mi endocrinólogo, y más adelante cirugía de masculinización de torso (mastectomía), que consiste en la remoción del tejido mamario para darle al pecho una apariencia más masculina. No todos los hombres trans deciden ambas o todas las opciones posibles, pues también hay cirugías de masculinización de genitales y la remoción de

testosterona.. Ha sido un mes muy

por las cirugías de adecuación, pero

los órganos reproductivos

excitante, con muchos altibajos

siempre han sido un apoyo emocional.

internos (histerectomía).

emocionales y a veces inseguridades,

En el trabajo por parte de mis colegas

Como comenté antes, el

pero que me han servido mucho para

también ha estado muy presente el

tránsito de género es un

reafirmar quién soy y lo que estoy

apoyo.

proceso personal, no hay una

dispuesto a hacer para ser feliz. Me

sola forma “correcta” de ser

encuentro viviendo mi “segunda

-¿Cómo se lleva adelante una

trans, ni dejarás de serlo

pubertad” como lo he leído por ahí de

transición en Chile?

porque decidas no pasar por

otros chicos trans en la comunidad.

-Existe el llamado “Protocolo

alguna o todas las instancias

Cada día que pasa hay algo nuevo que

del Ministerio de Salud que regula a

antes mencionadas. Tu

descubrir en mi cuerpo y es algo que

nivel nacional la transición corporal”.

identidad depende de cómo

nunca pensé que sería posible.

En este documento se estipulan los

tú quieras expresarla.

diferentes procesos antes de empezar

-¿Tienes el apoyo de tu familia,

un tratamiento hormonal, e incluye los

-¿En qué etapa de tu

amigos, pareja?

siguientes pasos dentro del

transición estás?

-Hasta el momento el apoyo vino

sistema público de salud:

-Llevo un mes y 5 días desde

principalmente de mi familia, claro que

intervenciones de salud mental

mi primera inyección de

con algunas aprehensiones; sobre todo

(evaluaciones y apoyo psicológico y


psiquiátrico), adecuación corporal hormonal (prescripción y control de terapia de feminización y masculinización) y adecuación corporal quirúrgica. Estos procesos están disponibles para quienes se atiendan por medio de la red de atención de salud pública de Chile. -¿Conoces a otros hombres trans que hayan tomado esta decisión? -En las redes sociales me

coincide con el sexo que les fue

-Que no es imposible, que siempre hay

puse en contacto con algunos

asignado al nacer) o transgénero, nunca

alguien con quien hablar y que los

chicos trans de la región y de

deja de sentirse incompleto durante la

oriente con los pasos a seguir. Que

Chile en general. Tuve una

vida. Yo sí espero ver algunos cambios,

investiguen sobre agrupaciones en su

experiencia con un alumno

principalmente físicos. Tampoco podría

zona que los puedan ayudar; incluso en

en transición el año pasado,

decir con certeza que mi carácter, mi

las redes sociales hay más información

en donde descubrí que la

personalidad y mi genio se mantendrán

que en otros lugares “establecidos”. Y

presencia de chicos y chicas

de la misma forma que antes de

algo muy importante: que no intenten

trans existe y es real, y que es

hormonarme, pero sí creo que lo que

hormonarse por su cuenta; es algo muy

necesario crear espacios de

más cambiará en mí será mi actitud

peligroso que puede traer efectos

expresión y conversación al

frente a mi corporalidad, a cómo me

contrarios a los deseados si se aplican

respecto.

siento en este cuerpo. Espero que sea un

dosis incorrectas de hormonas. Cuiden

cambio que afecte la visión de mí de una

su cuerpo. A veces el ciclo toma tiempo,

-¿Qué imaginas o sientes

manera positiva, que me permita amar

pero no se descorazonen: tarde o

que cambiará cuando

mi cuerpo y sentirme cómodo con los

temprano podrán comenzar su proceso.

finalices tu transición?

cambios que vayan sucediendo.

Mientras tanto, no dejen de amar su

Creo que uno, ya sea

cuerpo y vivan sus vidas como ustedes la

cisgénero (personas cuya

-¿Qué le dirías a aquellos que quieren

sientan; no teman expresar quiénes

identidad de género

iniciar un proceso de transición?

realmente son.


CROSS NAPOLEÓNICA:

MONTAME DESPACIO QUE ESTOY APURADA

53 .p

Así le decía Napoleón a su asistente cuando se preparaba para la guerra; “vísteme despacio que estoy apurado”. De este modo se aseguraba de no cometer errores y prepararse con tranquilidad para el propósito principal de su vida: conquistar territorios y poblaciones para incorporarlos a su imperio. Una cross necesita estar impecable para brillar de día y de noche.



El curioso caso de la cross invisible

Por Lucero DuCiel

Cualquiera hubiera pensado que había sido una de esas decisiones largamente meditadas, arduas, con momentos en los que se había inclinado eufóricamente por el “sí” y al instante una ola de terror se imponía por el “no”, y otros en los que la indecisión le carcomía el alma. Nada que ver. Fue un impulso, una de esas ideas que se cuelan furtivamente cuando la cabeza está ocupada en cualquier otra cosa y sin quererlo te quedás pensando ¿Y si…? De pronto, como en segundo plano, su mente se puso a evaluar las posibilidades. Al mismo tiempo, se dio cuenta de que en alguna otra parte de su psiquis albergaba la esperanza de que surgiera un obstáculo, que algún impedimento insalvable diera por tierra con la locura que estaba elucubrando. Pero no, una tras otra las piezas iban encajando a la perfección, mientras el plan inexorablemente iba tomando forma en su cabeza. Cuando su cerebro terminó de procesar casi pudo ver aparecer frente a sus ojos la ventana con el mensaje: “Voy a ir al trabajo montada” Por las dudas, hizo un repaso más consciente de todas las variables, quiénes iban a ir ese día a la oficina, cuál era el pronóstico del clima y sobre todo, el outfit. Decidió que todas las condiciones eran adecuadas. Así y todo se vistió pensando en el fondo de su cabeza que definitivamente era una locura. Llegó a dudar de si todo eso no era en realidad un sueño, alguna clase de pesadilla en la que terminaría con los índices de todos sus compañeros apuntándole en medio de risas y comentarios hirientes. A pesar de ello continuaba vistiéndose tal cual lo había planeado. Al terminar se miró en el espejo de arriba a

abajo y lo que vio le gustó. Salió a la calle escondiéndose detrás de unos anteojos oscuros, como si con tal artimaña tuviera el poder de engañar a alguien. No importa, le daba seguridad y eso era lo importante. Al llegar se detuvo un milisegundo con la mano apoyada en el picaporte de la puerta de entrada. Pero ya no podía echarse atrás a esa altura. Abrió la puerta. A la pasada le llegó el saludo de la recepcionista como todos los días. Ingenuamente se apuró a atravesar el pasillo hasta su oficina mientras iba respondiendo a los saludos y comentarios que, como siempre, le hacían de uno y otro lado del corredor. Llegó a su escritorio, encendió la computadora, revisó la agenda, respondió varios correos, hizo un par de llamadas. A media mañana tuvo dos reuniones una detrás de la otra. Salió a almorzar con los mismos compañeros al mismo lugar de todos los días. A la tarde redactó un informe y preparó una presentación para la siguiente semana. Se volvió en subte y saludó a la encargada al entrar al edificio.Esta vez, los anteojos negros los dejó en la mochila. Cuando entró al departamento lo primero que hizo fue mirarse otra vez en el espejo. Repasó mentalmente dónde había comprado cada una de las prendas que se había puesto. La camisa blanca era de VER, el pantalón negro de Normandie, los zapatos acordonados de Lady Stork. Pensó por un momento cuál era el sentido de vestir ropa de mujer que parecía ropa de varón. Su travestismo de ese día había sido invisible para todo el mundo, nada había cambiado. Apareció otra ventana frente a sus ojos. “Nada no, vos cambiaste”.


VANESSA DANIELA CARAT “Estuve durante 48 años soñando con mi primera salida” La cross tradicional, la de toda la vida, siempre tuvo como su peor enemigo el “miedo a exponerse”. Y también convivió históricamente con una indeseable compañera: la postergación. En realidad, dos factores que van de la mano, porque ese terror ancestral a ser descubierta conduce a largas dilaciones, a posponer indefinidamente el sueño de exhibirse al mundo como mujer. Pero en algún momento, a cada una le llega su Big Bang, ese instante mágico donde la mente se libera y la chica interior sale a la luz. Vanessa Daniela Carat se mantuvo con la guardia alta durante décadas, hasta que rompió cadenas y cumplió uno de sus deseos más grandes de su vida. Por fin, su otra existencia emergió para consolidarse y dominar la escena. Claro que antes -y hasta el día de hoy- convive con algunos obstáculos. -¿Qué llegó a saber tu ex mujer de tu lado femenino antes de separarte? -Supo muy poco, en ese momento yo solo me montaba muy básicamente, para la intimidad. Eran contadas las veces que lo hacía para otra ocasión, como durante un almuerzo o para ver tele. Era ella la que me compraba lo que iba a usar, porque me daba muchísima vergüenza salir de compras. -¿Te hubiera gustado que supiera más de vos? -Al estar casada no pensaba en pasar el límite de la intimidad. Viéndolo desde lejos, por un lado sí me hubiese gustado estar más cerca de salir del closet y haberle contado mis deseos de sacar la mujer que llevo dentro. Y por otro lado, tal vez, al separarme, que ella supiera “mi secreto” me habría traído problemas. -¿Qué mundo se te abrió a partir de haber salido del closet? -Fue hace solo seis meses y se me abrió un mundo de plena felicidad. El hecho de poder conocer amigas me enriquece muchísimo y me ayuda a querer siempre un poco más, como para ir corriendo el límite cada día.

-Después de tu divorcio hace 9 años, vivís con tu madre desde hace dos. ¿Cómo se lleva ese vínculo diario? ¿Pudiste abordar el tema con ella para tener libertad? -Ufff, esa relación diaria la llevo como puedo, cuidando mucho de que Vanessa no se manifieste, pero se me hace súper difícil. Por ahora no tengo pensado blanquear mi situación ante ella, porque no lo entendería y me traería muchos problemas. -¿Qué pasaría si tu mamá te descubriera o le comentaras de tu elección? -Sería una tortura permanente, así como taladrando mi cerebro de manera constante. Aunque no la culparía, fue criada de esa manera: a la antigua. Pienso también que si a esta altura de su vida le apareciera con esta novedad, sería contraproducente para su salud, ya que es una persona mayor. -¿Qué ideas te sobrevolaban durante tu infancia acerca del crossdressing? -En mi infancia no conocía la palabra crossdressing, solo se trataba de sentirme bien al ponerme una prenda femenina, no pasaba de eso. Al ir creciendo tuve etapas de guardar ese gusto por la ropa de mujer muy en el fondo del closet. Sí me pasaba y me sucede que si veo una mujer con un look determinado, pienso en cómo me quedaría. En una primer etapa, dudaba si me gustaba esa mujer, o si en realidad me atraía su look para mi cuerpo. Hasta hace pocos meses me sentía como un bicho raro y juré no hacerlo más, al punto que arrojé a la basura prendas de vestir y calzado. Pero todo cambió al salir del closet y empezar a sociabilizar con pares.


-¿Y ahora? -Hoy disfruto del crossdressing plenamente, siento que evolucioné muchísimo en poco tiempo; un cambio que también lo notan terceros. El hecho de salir del closet me ayudó en gran medida a sacar la chica que tenía adentro y en un futuro aspiro a ser una mujer plena. -Mencionaste varias veces “sacar la mujer de adentro”, ¿cómo lo explicás en ejemplos concretos? -Significa liberarla completamente. Es decir, vivir la mayor parte del tiempo como mujer, ya sea saliendo a hacer las tareas cotidianas o dentro de casa. También, comenzar a cuidarse la piel, el cabello, las manos y los pies. En fin... se trata de adquirir todo lo que concierne a una mujer. -Estás familiarizada con la fotografía. ¿Cómo creés que funciona el ego y el autopercibimiento a la hora de sacarnos fotos y exponernos? -Al estar frente a un lente me entrego completamente. Solo somos la cámara y yo, por lo tanto me siento la más linda. Así es como me suelto y solo disfruto de cada pose. Podría decir que el ego sale a flor de piel y nos autopercibimos bellísimas, las más divas.

-¿Cuánto “te pide” Vanessa en tu ser? Es decir: ¿cuál es la demanda para salir a la luz, semana tras semana? -Vanessa está muy exigente este último tiempo; me pide salir mucho. Ya salió de día varias veces y en distintos días y horarios por el microcentro y... ¡Le encantó! Así que ya le gustaría manifestarse en todo momento, pero de a poco va logrando su objetivo.

-Hace un tiempo me contaste que evaluabas la chance de someterte a un tratamiento con hormonas. ¿Cómo sigue esa idea? -Hoy sigo evaluando ese tema con ayuda de Casa Trans, una ONG que brinda asesoramiento y contención a la población trans. No es una decisión fácil de tomar porque hay que poner muchas cosas en la balanza. La pregunta que me hago es: "¿Vale la pena que logre mi felicidad lastimando a seres queridos?". Aun no encuentro la respuesta, pero tengo en claro que quiero vivir como mujer, así que seguiré meditando la decisión del tratamiento hormonal. -¿Qué tipo de vínculos amorosos buscás desde tu perfil femenino? -No busco una relación amorosa puntual, solo quiero enamorarme del ser humano, de la persona que somos. El corazón es lo más importante para mí. Creo que el cuerpo es efímero.También busco disfrutar a pleno si hubiera química con alguien, aunque sea algo momentáneo y sin compromiso. -¿El crossdressing sustituye una identidad original masculina o la expande para convertirse en algo superior? -En mi caso, se está expandiendo de tal manera que está superando mi identidad masculina, con el objetivo de sustituirla completamente.

Por Valeria Campbell

-¿Ya desde las primeras salidas lograste compenetrarte en un rol de mujer, más allá de la influencia del entorno? -Vale, te cuento: estuve durante 48 años soñando con mi primera salida. Y el día que por fin cumplí ese sueño, me dije: "Así quiero ser el resto de mi vida". Mi primera salida fue con amigas en el After de Cross Productions, el 14 de junio de 2019. Estaba muy nerviosa, pero en el momento de dejar el local y caminar por la calle todo comenzó a ser pura felicidad y disfrute.

-Más allá de tus salidas, ¿Qué encontraste en la Noche Cross durante tu interacción? -Las veces que fui a La Noche Cross encontré un grupo de amigas divinas, un ambiente súper fraternal que disfruto mucho.


L

V E

Y O U R CROSSDRESSING


El Lado A, el B… y el C por Micaela Daji Además de la práctica del crossdressing en sí, se mueve internamente toda una estructura que a veces no se puede concretar como una desearía. Son varios los motivos: la imposibilidad de montarse por falta de privacidad, el miedo a ser descubierta, no poder salir del closet o no contar con los medios para hacerlo. Estas dificultades, en ocasiones, provocando conflictos que en ciertos casos son manejables y soportables, pero en otros no, y allí es cuando se forman estructuras que pueden conducir a un estado psicológico depresivo. El ocultamiento de un deseo que puede llegar a ser muy fuerte conduce a veces a la frustración, al encierro y al querer sacar ese pensamiento de nuestras cabezas. Pero en ocasiones, por más esfuerzo que se haga por apartarlo, está ahí, escondido y presto a surgir en cualquier momento de diferentes formas. Puede manifestarse de maneras que, por lo superficial, no parecerían tener correlación con el hecho de no poder concretar los deseos reprimidos. Las estructuras que se van entrelazando quizás derivan también en otras prácticas, además del crossdressing, que dejan de manifiesto deseos inconscientes. Así, se incorporan prácticas “complementarias” como el sadismo, infantilismo, abl, loonner, la humillación, el masoquismo, etcétera. Todo esto va conformando la personalidad del lado “B”.

Algunas prácticas se realizan de forma “pública” y otras en la vida privada como en cualquier otra personalidad, sea cual fuere el género. O sea que en algún punto, no obviamente en todos los casos, estamos manejando tres maneras de actuar: el Lado A, el B y algunas de las prácticas anteriormente mencionadas. Complicado ¿no? Se vuelve realmente un problema cuando prevalece una de las prácticas, ocasionando disfunciones en el desarrollo de la vida cotidiana, sobre todo cuando no se tiene el espacio o el tiempo para llevar adelante esos deseos, en ocasiones irrefrenables. Cuando se alcanza un punto de conflicto, es sano y aconsejable acercarse a un profesional para ayudarnos a encontrar las herramientas necesarias para vivir las experiencias sin que éstas generen circunstancias adversas en nuestro interior, llegando incluso a estados que paralicen una sana vivencia y convivencia. Lo maravilloso es que podamos hacerlo, manejarlo con toda naturalidad, disfrutando de cada momento y sintiéndonos plenas cada día. Verbalizar nuestros problemas, conflictos y dudas con la persona indicada es una de las mayores herramientas que poseemos para “soltar” todo el peso que puede generar un conflicto no resuelto. La felicidad se construye con pequeños pasos y, sobre todo, con la firme decisión de alcanzarla.


Frente al espejo

LA COLUMNA DE PAULA VILLANUEVA UN SEMINARIO QUE ME LLEGÓ AL ALMA

Quiero contarles sobre una experiencia cross muy distinta que concreté el año pasado. Una vivencia que me demostró cómo una puede disfrutar la femineidad en entornos totalmente diferentes a los acostumbrados y percibir el cariño, respeto e interés en pos de nuestro bienestar. Durante una salida con amigas cross a una noche de bares en Rosario, y durante esas charlas medio banales que una suele tener con la gente en esos sitios, conocí a Mariana, una politóloga e investigadora de la Universidad Nacional de Rosario sobre temas migratorios. Ella se vio muy interesada en esa dualidad constante en la que vivimos las cross, aquel ir y venir de un mundo a otro, y me invitó a participar de un seminario sobre migraciones que se iba a desarrollar quince días después en el ámbito de la UNR. Llegado el momento me encontré en un salón lleno de gente, sentada detrás de un escritorio, con una persona dándome un micrófono para dar mi charla. Se imaginan que me emperifollé como para estar ante la ONU... Fue muy impactante escuchar que “la Dra. Paula Villanueva” iba a comenzar su exposición, cuando una está habituada a escuchar su nombre de varón. Siguiendo los temas del seminario, hablé sobre esa migración del mundo masculino al femenino. De cómo damos los primeros pasos apenas asomamos, hasta que en algún momento nos animamos a migrar por primera vez. Y la manera en que, al igual que cualquier migrante, nos sentimos absolutamente extranjeras en ese otro mundo. Luego, la forma en que con el tiempo vamos aprendiendo las costumbres y el idioma. Cómo nos vamos sintiendo cada vez menos extranjeras para sentirnos parte. Y sobre todo, cómo vamos perdiendo las ganas de volver a nuestro antiguo lugar. Lo tenemos claro: mientras que para algunas es apenas una excursión, para otras significa el viaje de sus vidas. Grande fue mi asombro cuando recibí un cerrado aplauso y una muy fructífera vuelta de preguntas y respuestas. Sinceramente pensé que a muchos de los asistentes poco les iba a importar lo que diría, especialmente considerando que el seminario tenía un temario muy concreto sobre temas migratorios desde el punto de vista netamente geográfico y político. Terminé cenando con las organizadoras y expositores convocados y pasé un momento muy grato. Luego me volví a ver con varios, compartiendo mates por la tarde o de salida de amigas. Así, el hecho de haber salido del ámbito cross habitual para hacer algo así totalmente diferente, con gente que quizás no vio una cross antes en su vida, generó en mí un estado de bienestar difícil de poner en palabras. De allí hasta hoy ya participé de muchas actividades fuera del ambiente del espectáculo, shopping, bares o boliches, encontrándome cada vez con la aceptación el interés y cariño de la gente. Si tu deseo es sentirte mejor que con un par de tacos nuevos, va un consejo desde mi humilde experiencia: salí a la calle y hablá con nuevas personas.


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