Playcross 04

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UNA IDEA DE MARTHA SAFFO

ALEJANDRA BECK

Transición a una vida plena

SEGUNDA EPOCA - N° 4 - Marzo 2018


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El regreso en 2018 al compás del 8M

sta nueva versión de la PlayCross nació en septiembre del año pasado inspirada en Martha Saffo, nuestra querida amiga que desapareció aquel fatídico mes. Y en 2018 redoblamos la apuesta en honor a ella, siempre pensando en el interés de la comunidad cross, que es mucho más grande de lo que cabe en nuestra imaginación. Estas páginas digitales buscan reflejar de manera cada vez más fiel ese sentir por lo femenino, esa insondable pulsión que contradice normas prestablecidas y nos hace mutar frecuentemente en atractivas mujeres. Y hablando de ellas, el 8 de marzo pasado se festejó el Día Internacional de la Mujer, una conmemoración cada año más importante a nivel mundial. Cabe preguntarse en dónde encajamos las cross dentro de esa jornada tan especial, resumida en la Argentina con el hashtag #NiUnaMenos. Y sobre este tópico, como no podía ser de otra manera, la disparidad de criterios y opiniones queda profundamente en evidencia. Hay algunas a las que no les parece coherente unirse al conjunto de las verdaderas homenajeadas. Consideran que las consignas políticas de todo el activismo feminista son muchísimo más serias y profundas que simplemente cambiar de ropa por un rato y maquillarse. Otras, más allá de que permanecen en una etapa cross, se asumen mujeres transgénero o transexuales y hasta asistieron a la marcha del 8M a la par de las chicas bio. Algunas más observan este día con escepticismo y opinan que los reclamos de igualdad esconden un instinto de búsqueda de beneficios de algunos sectores. Todo es respetable. En cualquier caso, el 8 de marzo no pasa inadvertido para nuestro grupo de pertenencia, desde el momento en que la mayoría buscamos representar lo más certeramente a una mujer en su comportamiento y en su estética. Es decir, el respeto a la figura femenina en toda su dimensión: reducir al máximo los daños colaterales (aquellos rasgos masculinos que queremos ocultar) y dejar que esa nena se construya hasta el mínimo detalle. Luego, las fantasías o los planes concretos de la ingesta de hormonas, para dar un paso más. ¿Es cierto que ser cross ayuda a entender mejor a las mujeres? He allí otro contrapunto entre tantos que dispara la diversidad. A fin de cuentas, cada una trata de encontrar su camino, afirmarse en su identidad y ser feliz, dentro de una sociedad muchas veces pacata y que se erige como una amenaza. l

Dirección y edición: Valeria Campbell. Diseño y armado: Mariana Haedo. Colaboraron en este número: Alexia Montes, Paula Fetisch, Lucero DuCiel, Adriana Araya Chazarro y Gabriela Binder. Agradecimientos: Alejandra Beck, Luna Fano, Vanesa Lanzarotti y Lorena González. Mail: playcross@gmail.com

Sin edad para lucir como una reina

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nos viejos posts en los grupos de Yahoo, allá por 2007, dispararon la idea de “la fecha de vencimiento” entre las cross. Una de ellas planteaba el posible abandono del crossdressing debido a cuestiones familiares, laborales, espirituales, psicológicas… Y también, cómo no, por los achaques de la edad. Esta foto da cuenta de que no debería haber límites para esta actividad, pese al transcurso del almanaque. ¿Cuántos años tendrá esa señora cross impecablemente montada con su vestido celeste? ¿Setenta y pico? ¿Casi ochenta? Pero si esa imagen de la veterana mueve al debate, más todavía la de la pequeña cross. Hasta induce a ponerse en moralistas. “¡No es edad para exponerse así!”, podría decirse en caliente. Lo sabemos: hay quienes se inician desde muy chiquitas, sin ser conscientes de lo que hacen y con toda la carga de culpa a cuestas. Otras despiertan su curiosidad por los looks femeninos ya de muy maduras, quizás como la reinvindicación de lo que reprimieron durante añares. Quizás habría que pensar que solo se trata de disfrutar vistiéndose en cualquier etapa de la vida (y manejarlo de la mejor manera posible). l


Alexia Montes nos hace la crítica de diez películas emblemáticas vinculadas con el crossdressing y el drag

Chicas en pantalla grande

¿Glen o Glenda?

(1953, norteamericana, dirigida por Ed Wood)

casi toda seguridad, la que refleja con más precisión la temática crossdresser, su ámbito y sus costumbres con reuniones a las que concurrían con sus esposas comprensivas y cantaban karaoke. Las escenas más dramáticas y humillantes se producen cuando la esposa le encuentra a Gerald su ropa y lo echa de la casa, además del momento en que es detenida por la policía por pasarse un semáforo en rojo estando sola y montada, excusa que pone su jefe para despedirla. Dos historias corren paralelas: la del amor de una mujer, su casera, cuando se muda después de su separación, que acepta a Gerald-Geraldine tal como es, y la utilización del travestismo para impedir una estafa que iba a realizar su propio ex jefe.

A pesar de ser considerado Ed Wood “el peor director de la historia del cine”, a quien conocimos gracias a Tim Burton, tuvo el mérito de hacer una película con un tema tabú en aquellos años de un Estados Unidos pacato. El propio Wood era crossdresser y la escena en que su esposa le cede el saco de angora debería ser una clásica del cine. El desarrollo del argumento es ecléctico porque mezcla crossdressing y operaciones de cambio de sexo. Pero termina presentando todo como una enfermedad que puede curarse. Evidentemente, sin ese detalle jamás hubiera podido exhibirla.

Just like a woman

(1992, inglesa, dirigida por Christopher Monger) Cuando la vi por primera vez, allá por 1993, desconocía el mundo cross y eso me impidió entenderla totalmente. Hoy está claro que es, con

El juego de las lágrimas (1992, inglesa, dirigida por Neil Jordan)

Una de mis favoritas. Una verdadera historia de amor. Fergus, miembro

del IRA, participa del secuestro de un soldado británico en Irlanda y es testigo de su muerte al intentar escapar. El inglés le había dado una foto y los datos de su novia Dil y le pide que la busque en Londres para decirle que murió con valor. Fergus huye a Londres con otra identidad tratando de dejar atrás su pasado. Encuentra a Dil y comienzan una relación pero ignora que ella es travesti. La escena de cuando lo descubre es realmente dramática. Primero la rechaza, pero con el paso del tiempo la va aceptando. Finalmente, los ex compañeros de Fergus intentan involucrarlo en un atentado, lo que desencadena el dramático final y la gran prueba de amor que realiza el joven. ¿El plus? Dil cantando la clásica canción de Boy George.

Priscilla, la reina del desierto

(1994, australiana, dirigida por Stephan Elliott) Una auténtica “road movie” por los caminos de Australia. Tres drag queens, Bernardette, Felicia y Mitzi,


Chicas en pantalla grande

se movilizan en un ómnibus bautizado “Priscilla”, con el que realizan una gira en la que actúan haciendo playback de conocidos temas. Van encontrado una serie de variados personajes incluido un viejo mecánico que termina acompañándolas. Sufren rechazo e incluso agresión física por parte de gente blanca, pero son aceptados naturalmente por un grupo de nativos que disfrutan del espectáculo que dan en medio del desierto interpretando “I will survive”, mostrando una evidente aceptación entre minorías. El destino del viaje es Alice Springs, donde Mitzi sabe que conocerá a su hijo. La madre del niño lo ha educado con la mente abierta y por ello es natural la aceptación del pequeño a la actividad y la tendencia sexual de su padre, a pesar del terror que tiene éste de ser rechazado.

golpeador. Mientras tanto, el policía las busca por todos lados. El marido golpeador lo encuentra en un bar y le da la pista donde están nuestras heroínas. Un dato importante: las protagonistas pertenecen a diferentes razas. Vida es blanca, Hooxena es afroamericana y Chichi es latina, una integración que evidentemente es todo un mensaje por parte del guionista.

¿Reyes o Reinas?

(1995, norteamericana, dirigida por Beeban Kidron) Un trío de drag queens, Hoxeena, Vida Bohemia y Chichi, deben cruzar el país para concurrir a un certamen en un viejo Cadillac. Un encuentro con un policía que intenta manosear a Vida, del que huyen creyéndolo muerto y una falla en el auto las llevan a un pueblo de habitantes anodinos a los que logran dar entusiasmo por la vida y, además, hacer justicia con un esposo

Connie y Carla

(2004, norteamericana, dirigida por Michael Lembeck) Connie y Carla son mujeres biológicas que han sido testigos de un crimen y huyen para salvar sus vidas. Siendo bailarinas se les ocurre

hacerse pasar por travestis e ingresan a actuar en un club, lo cual no diferenciaría de películas como Víctor Victoria o Tootsie, donde la motivación del travestismo no tiene nada que ver con la identidad de género. Pero en el grupo hay una travesti que tiene un hermano del que se enamora Connie. En medio de la comedia, el drama es el desconcierto que le produce a ese hombre su hermano travesti y de la terrible escena que le hace su novia cuando los encuentra juntos en la vereda del club, sacando a relucir de manera verbalmente violenta e indignante su transfobia.

Kinky Boots

(2005, norteamericana/ inglesa, dirigida por Julian Jarrold)

Nada más clásico que una tradicional fábrica de zapatos ingleses y todos sus empleados sumidos en la rutina. Pero el dueño muere y cuando su hijo Charlie hereda la compañía descubre que está al borde de la bancarrota. Sin saber qué hacer, viaja a Londres con la secretaria de su padre y descubren un club de drag queens. Es ella la que le da la idea de fabricar botas. Así comienza la historia y los encuentros y desencuentros de Charlie y Lola, la drag queen


Chicas en pantalla grande que le enseñará cómo hacerlas. Hay sorpresa entre los empleados que finalmente aceptan hacer algo novedoso solo porque deben sobrevivir. Pero el conflicto es de Charlie, que aún tiene ciertos brotes transfóbicos a pesar la sociedad con Lola y que genera una situación que parece no tener solución.

imágenes dramáticas y poéticas que llegan a emocionar.

La follie histoire d’ amour de Simon Eskenazy

(2009, francesa, dirigida por Jean-Jacques Zilbermann)

Morir como un hombre

La chica danesa

(2009, portuguesa, dirigida por João Pedro Rodrigues)

Tonya es una travesti de cierta edad que actúa en un cabaret. Tiene un hijo joven, un amante de la misma edad de su hijo llamado Rosario, conflictos con ambos y muchas dudas acerca de su futuro, mientras va dándose cuenta que sus implantes mamarios le están trayendo problemas. Un día deciden realizar un viaje a la casa de los parientes de Rosario pero se pierden por el camino y encuentran en un bosque una casa aislada de todo donde conviven dos travestis en una especie de relación ama-esclava. En ese sitio todo se vuelve bastante surrealista y, después de una noche en esa casa, Tonya quiere regresar a la suya. No cometo el pecado de revelar el final porque el titulo lo dice, pero toda la última secuencia es un juego de

cia, pero su abuelo, judío ortodoxo, no le permite que esté con ella. La fiesta de casamiento es el momento en que todo parece encarrilarse y la secuencia que muestra a la ex esposa de Simón sacando a bailar a Habiba es breve pero intensa. Cuando está montada, Habiba derrama femineidad como pocas.

(2015, británica/ norteamericana, dirigida por Tom Hooper)

Esta es mi otra favorita. Simón es un músico judío de unos 50 años que vive en un barrio de inmigrantes en París. Tiene una relación con una joven crosdresser argelina cuyo nombre femenino es Habiba. Se le precipitan los problemas cuando su madre debe tener un período de reposo por un accidente casero y no tiene otra solución que llevarla a su casa, una situación que le cambia sus rutinas y le genera un conflicto con su amante. Pero ésta, en su condición de crossdresser, se hace pasar como una enfermera enviada por el servicio social, después de haberse librado -en una graciosa escena- de la que estaba, una alemana que la madre de Simón, como sobreviviente de Auschwitz no toleraba. Luego aparece la ex esposa de Simón, que se va a casar nuevamente en París. Es una cantante lírica que vivía en Nueva York y trae con ella al hijo de ambos. El niño conoce a Habiba en sus dos “versiones” y le cae en gra-

La historia real de Lily, la primera persona que intentó hacerse una operación de reasignación de sexo cuando la medicina no estaba preparada totalmente para eso. El final es predecible, pero lo más sustancioso es ver cómo se va autodescubriendo y aumentando en la protagonista ese deseo profundo de ser quien quiere ser. Es esencial la actitud de su esposa quien, quizá creyendo que esa situación se iba a diluir con el paso del tiempo, lo acompaña hasta finalmente convertirse en su pilar de apoyo. En épocas en que la transexualidad no era bien conocida, Lily es tratada como un caso de esquizofrenia, lo que le provoca más daño. Ella solo desea ser una mujer. Y trata de llegar a su meta como sea. l


Una mirada retroactiva de Flavia Lux sobre su alumbramiento femenino

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n la época de mi gestación no existían las ecografías. Sobre el sexo de los nacidos todo era incertidumbre y creencias de viejas comadres. Los antojos a la madrugada eran señales de una nena en camino, las panzas en punta y muy protuberantes, las de un varón. La quietud, la presencia de una nena; el movimiento, la de un varón. Luego llegaba el día del nacimiento con alegría o decepción, según las expectativas con las que cargan los recién nacidos. Era muy común que se esperara al varón con mucha ansiedad, si todavía no había uno en la prole, que continuara el apellido en el árbol genealógico. Le debo mi nombre, Patricio, a mi padre. Surgió el mismo día en que nací. Él quería que mi nombre se vinculara a la Patria, a la nobleza. Por su parte, mi madre jamás había pensado en un nombre de varón, porque estaba muy convencida de que iba a tener otra hija y que se iba a llamar Flavia, como la mujer del esclavo Espartaco (había visto por entonces la película de Stanley Kubrick y al salir del cine ya había decidido cómo me iba a llamar). Siempre me gustó mi nombre. Siempre sentí una energía especial cuando lo pronunciaba y también cuando lo oía. Incluso cuando mis compañeros de la primaria se burlaban de mí, declinándolo como “Patricia”, este cambio de género no me disgustaba del todo, como si este nombre también fuera parte de mi identidad, a pesar de que reconocía la intención maliciosa de tratarme de nena, es decir, de alguien débil, en un gesto de machismo precoz. En ocasiones me llamaban “hada

Patricio, Patricia, Flavia Patricia”, por un personaje que aparecía en la revista Anteojito. Que me confundieran con un ser mágico compensaba la humillación, porque la magia siempre estuvo presente en mi infancia. Contaba con un refugio de mi imaginación, un encantamiento que me volvía invisible en busca de consuelo. En la secundaria todo esto quedó atrás. Ya no volvieron a llamarme

Patricia, pero a la vez comencé a tomar conciencia de una presencia opaca y espectral de quien pude haber sido, una sombra llamada Flavia, una compañía silenciosa y oculta, que tal vez haya sido alguno de los amigos imaginarios que tenía en mi infancia, una presencia cuyo nombre lo supe de la boca de mi madre, muchos años después, cuando mi padre ya no estaba. l


Con mirada de mujer Aquella última Noche Cross “Como mujeres debemos comenzar a apreciar nuestro propio valor y el de los demás. Busquen a mujeres fuertes para ser amigas, para aliarse, para aprender, para inspirarse, para colaborar, para apoyarse, para iluminarse”. -Madonna, discurso mujer del año 2016 Por Adriana Araya Chazarro

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i última noche Cross en Buenos Aires se dio en Feliza, la celebración de octubre en donde vi que hubo una gran asistencia y fraternidad de parte de todas las cross, más allá de subjetividades sobre cómo es el lugar o si a uno le gusta por tal razón o no. El mundo está demasiado jodido como para ver siempre lo negativo. Es loable atreverse a probar algo nuevo. Me quedo con esas imágenes de entendimiento en un mismo lugar, más allá de las distintas preferencias. Aquel día fue especial para mí por dos razones. Primero porque después de estar cuatro años en Buenos Aires fue el primer lugar gay que visité. Yo soy una persona muy de casa. Mi lugar favorito en el mundo debe ser mi habitación o mi biblioteca. Cuando fui a Feliza la primera vez con una amiga cross, me encantó el lugar; en especial cuando me enteré de que el espacio solía ser un colegio y ahora es un centro cultural, o sea: es un lugar reciclado. Muy positivo. Finalmente, un lugar muy interesante no sólo por la joda sino porque hay formación y educación cultural también; habita todo tipo de gente, todo es muy accesible y afable; lo amé. Me pareció progresista de parte de la comunidad cross que eligieran ese lugar para integrarse más a la movida LGTB. Al menos yo me

sentí más parte de la movida cross en ese lugar que en el bar Rosa de los Vientos. Pero reconozco que mi opinión da lo mismo. La noche es de las cross. Segunda razón, porque terminé mi última jornada de grabación para el corto-documental con una cross de la movida. Finalmente pude concretar el proyecto después de un año, que se repartió en siete de investigación y cinco jornadas de grabación. Logré mi anhelo y me hice una muy buena amiga cross. Me encontré con una aliada que me inspiró a encontrar una mirada dentro de la movida. De alguna u otra manera pude transitar el espacio íntimo y social de una crossdresser. Fue una experiencia muy rica, que me abrió la cabeza; particularmente porque me encontré a lo largo de muchas cenas también con su “Lado A”, que se traduce en el encuentro con un hombre hermoso, encantador, profundo, gracioso y muy auténtico -una pérdida para todas las mujeres, realmente-. Ahora ¿Por qué última noche cross?, se preguntarán algunas. En el primer artículo mencioné que soy chilena, antofagastina y ahora “la hija pródiga” regresó a casa a principios de año. Todo lo que comienza

tiene que terminar o es necesario cerrar ciclos. Yo terminé el mío en Buenos Aires. Recordaré los encuentros de la movida y a todas las cross con las que compartí: Mirna, Agustina, Valeria o Micaela, por mencionar algunas que me brindaron momentos inolvidables. Siempre fueron muy tolerantes, simpáticas y respetuosas. Encontré un espacio muy amigable en Buenos Aires. Finalmente en mi última noche cross, cuando observaba a las chicas pensaba que hay muchas maneras de ser mujer, cada una se inventa como puede. La feminidad no es más que una performance así como la masculinidad y todos los roles sociales que desempeñamos en nuestra cotidianidad. Lo importante es que cada una encuentre su propia manera de ser mujer. Poner a prueba nuestra creatividad sobre qué podemos proponer o si podemos inventar nuevas maneras de ser y evitar cualquier tipo de condicionamientos o estereotipos. Les deseo que cuiden el espacio que han creado y han cultivado a lo largo ya de casi 10 años. Las felicito por la longevidad. Seguiré escribiendo con mucho gusto y pasión para Playcross desde Antofagasta durante 2018. l


El grupo final de La Noche Cross

Las chicas solo quieren divertirse Paseo por Avenida Corrientes

Las chicas en Itamae Sushi

Namunkurรก en drag


La barra de la Rosa de los Vientos

Cita imperdible en el Savoy

Plaza Serrano, de a dos

Un cumpleaĂąos en Peuteo

La calle Defensa, copada de cross

RĂŠquiem entre amigas


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antos amagues, tantas insinuaciones, tantos sueños… Muchas revoloteamos mentalmente y quedamos atrapadas en nuestras fantasías sin encontrar una salida. Pero Alejandra Beck fue una de las que se animó: hace un tiempo inició una transición de cross a trans, esa apuesta gigantesca que resuelve un conflicto interno, pero que obliga a pagar un costo alto. En muchos casos, demasiado alto. El tratamiento avanza y allí está ella, buscando asentarse en esa femineidad que le brota naturalmente, pero que quiere llevar a otro nivel porque no se conforma. Ale está jugando fuerte al deseo de ser mujer y su organismo ya lo está sintiendo. Su corazón le reclama un salto pleno a la felicidad. -En octubre pasado empezaste con un tratamiento hormonal. ¿Qué te motivó a hacerlo y cuál sería tu ideal de mujer al verte al espejo? -Comencé el tratamiento hormonal con la intención principal de estilizar mi cuerpo y tener una figura más femenina. Hace un tiempo me estaba automedicando y, la verdad, no es para nada aconsejable. Conozco muchas chicas que lo hacen y los riesgos son muchos. Así que tuve una consulta con una especialista y decidimos iniciar un tratamiento light. Al segundo mes empecé a notar algunos cambios en la piel y en mis pechos, que realmente me hacen dudar hasta dónde voy a llegar. Mi idea es mirarme frente al espejo y ver una mujer delicada, fina, sin exageración de las facciones. Una mujer coqueta, de vestir

ALEJANDRA BECK

“No existe ni existió un solo día en que no haya querido vestirme” elegante y a la vez casual. -Hay hábitos de nuestro género original que cultivamos desde chicas. ¿Qué estás dispuesta a perder del lado masculino al avanzar con el tratamiento? -Siempre jugué al fútbol con mis amigos y actualmente lo sigo haciendo, pero no sé si lo consideraría como un hábito estrictamente masculino, ya que hoy en día lo practican muchas mujeres. Pero en el

caso de proseguir con mi tratamiento y al notar que los cambios no se pueden ocultar, es muy probable que dejaría de hacerlo. -¿Contemplás algún día un blanqueo total ante tus seres queridos y a la gente conocida del ámbito laboral? Imagino que llegará un punto en que deberás ocultar zonas de tu cuerpo. O tal vez no… -Trato de no pensar en cómo y


cuándo voy a contarles a mis hijos, a mis familiares, amigos y a compañeros de trabajo. Intento vivir el día a día sin pensar mucho en ello. Hoy en día no lo blanquearía. Mis hijos ven en mí a un padre y en este momento sería muy duro para ellos. No lo aceptarían, estoy segura. Tienen un pensamiento muy conservador respecto de la temática gay. Para ellos, el hombre es hombre y la mujer es mujer. Lo mismo ocurre en el ámbito laboral. Realmente es un tema muy delicado que este año voy a tratar con una psicóloga especialista en el tema transgénero. -Usás lencería full time y cada vez que volvés a tu casa estás de mujer. Ya es un hábito innegociable, ¿no? -Empecé a usar ropa interior todo el tiempo hace aproximadamente dos años. La ropa interior de hombre quedó guardada en un cajón de la cómoda. Cuando sé que voy a estar sola en mi casa sin la presencia de mis hijos, estoy vestida completamente, a veces maquillada y en otras no. Pero es muy grande el deseo de llegar a mi casa para reencontrarme con Alejandra. No existe ni existió un solo día en que no haya querido vestirme. -Varias veces me comentaste que te sentías “perseguida” en situaciones referidas al crossdressing. Sobre todo, por la agresión y las miradas feas que a veces percibís en la calle. ¿Esta elección por seguir un tratamiento te puede liberar de las ataduras? -Creo que al empezar a ver los primeros cambios profundos con la terapia de reemplazo hormonal, ya sea en las facciones de mi rostro como en mi figura, se facilitaría el hecho de sentirme más segura para

encarar la calle y la gente, sobre todo. También imagino que la terapia con el psicólogo me ayudará y mucho para afrontar esas miradas o esos comentarios hirientes para los cuales hoy no estoy preparada. -El divorcio de tu esposa trajo un momento turbulento y esa separación te llevó luego a empezar a montarte a full. ¿Cómo fue ese punto de quiebre? ¿De qué manera cambió tu mentalidad? -Durante mi matrimonio, Alejandra estuvo oculta durante mucho tiempo, sobre todo en los primeros años. Estuve casada 10 años y en los últimos

volvió a aparecer en una forma muy primitiva. A partir de mi separación sentí una libertad de poder investigar y sumergirme en el mundo del crossdressing. A medida que me adentraba en este ámbito me di cuenta de que no era la única que pasaba o sentía la necesidad de verse como mujer. Y así empezaron las primeras compras: un conjunto, unas medias, unas sandalias, una peluca negra… Recuerdo también una mini de jean y una remerita. Hasta que conocí a Claudia Molina de Crossdressing Buenos Aires, quien me maquilló y me vistió. Y al verme al espejo, me gusté. Me vi


doloroso, sobre todo de mujer a hombre, lo concreto es que necesito ser Alejandra la mayor parte del tiempo.

mujer y me sentí feliz; ése fue el primer momento de quiebre. El siguiente punto fue sin dudas mi primera experiencia con un chico, porque disfruté y gocé como una chica. Creo que fueron las dos situaciones clave que marcaron mi camino y mi destino. -A muchas les toca el desafío de continuar con un rol paternal, al tiempo en que va agigantándose la figura femenina. ¿Cuál es tu manera de pilotear esta ambigüedad de pasar de un extremo al otro para estar con tus hijos? -¡Es tan difícil lograr esa ambigüedad! Por ahora lo vengo manejando lo mejor que puedo. Trato de no dejar rastro alguno de la presencia de Alejandra y, ante mis hijos, todo es apariencia y sobreactuación. Además busco ocultar los cambios físicos lo más que se pueda, pero sé que en algún momento serán más visibles. Llegado el momento lo analizaré. El cambio es muy

-¿Quién fue tu madrina y a quién amadrinaste a la hora de mostrarse públicamente? -Mi madrina fue Pato García, a quien voy agradecer de por vida por haberme insistido tanto en salir en 2012 a Casa Brandon. Recuerdo que éramos no más de quince chicas. No puedo dejar de nombrar a Laura Wulff y a Agustina Lila, con quienes compartimos muchas noches de salidas. Y tendría que nombrar a muchas otras que siempre me brindaron su apoyo y me bancaron en momentos de muchas dudas. No pude amadrinar a alguien, pero nunca faltó mi apoyo y consejos a través de largas charlas en el chat para convencerlas de que vinieran a las reuniones. -¿Qué pasaba por tu mente en las primeras Noches Cross? ¿Qué sentías entre toda esa gente desconocida que compartía tu misma pasión? -Los nervios eran terribles,

jaja. Recuerdo bajar montada por las escaleras de mi edificio para que nadie me viera durante nueve pisos. Terrible, ¡cuánta adrenalina! Subir al auto de Pato, que me estaba esperando estacionada, viajar con las ventanillas cerradas y obviamente los vidrios polarizados... Rogar encontrar un lugar para estacionar lo más cerca posible de la puerta de ingreso de Casa Brandon… muchas vivencias. No tengo más que palabras de agradecimiento a todas las chicas que me recibieron y me hicieron sentir como si las conociera de toda la vida. Sentí una alegría inmensa, como una especie de liberación después de tantos años de closet. -¿Cómo manejás la seducción y qué diferencias notás entre tu pasado masculino a la hora de la conquista y ésta que sos hoy, que seduce y encanta ya desde las fotos? -Trato de mostrarme tal cual soy, ser muy natural y expresarme y exhibirme lo más femenina posible. En cuanto a la seducción, hoy me siento mucho más suelta que hace


un tiempo. Obviamente que la seguridad es muy importante, y el hecho de vestirme y maquillarme mejor, además del cuidado personal, provocan que me sienta capaz de atraer y de seducir a un hombre. El contacto con el mundo exterior, las salidas y la experiencia me llevan a desenvolverme con mayor naturalidad. Siempre me gusta provocar al hombre con una mirada, un gesto o una pose, pero procurando cuidar mi imagen. Y me encanta que el hombre tome la iniciativa. -¿De qué forma asimilaste aquella propuesta amorosa de un compañero del fútbol? -Fue muy gracioso… Qué chico es el mundo ¿no? Ni yo puedo creer aún que el mismo amigo con el que hace unos días estaba jugando un partido de fútbol, por las noches me llamaba para invitarme a su casa. La verdad que es increíble. Recuerdo que una tarde nos cruzamos en el club donde jugamos (la noche anterior habíamos conversado) y por la manera en que me saludó percibí como si supiera que yo era Alejandra. Fue muy loco todo. Seguimos hablando en un par de oportunidades, pero no pasaron de charlas. No quise avanzar porque no me atraía. Fue una lástima porque lo conozco desde hace un tiempo y sé que es una muy buena persona. Y ahí quedó el tema. Me lo sigo cruzando de vez en cuando en el club. -¿Soñás con una pareja estable, vos desde el papel de Alejandra? -Me encantaría tener una relación estable; me gustaría conocer a un chico que me atraiga, poder compartir muchos momentos, salidas y viajes. Pero por ahora me tengo que conformar con encuentros semi-estables con cier-

ta continuidad. No descarto que en algún momento de mi vida pueda tener mi pareja y disfrutarla a full. -Tenés un caballo y te gusta vestirte de amazona. ¿Ese es tu perfil más lúdico o te gustan también otras cosas? -Está en mi armario toda la ropa para jugar el rol de una amazona, pero siempre me vi imposibilitada de hacerlo con mi caballo y en forma privada. Sí desempeñé algún papel de secretaria o enfermera con alguna que otra pareja que tuve. Pero sin dudarlo, mi imagen de amazona sería un reflejo fiel de mi imagen más lúdica. -¿Cuál fue la anécdota más loca que te sucedió en el crossdressing? -Una que recuerdo ocurrió en mi edificio: un encuentro que tuve con un vecino, que me vio de pies a cabeza. Se ve que esta persona tenía un buen trato con el encargado, porque le contó lo que había visto. Al día siguiente, volviendo de mi trabajo, me crucé con el portero y acto seguido

me encaró y me contó que en el edificio teníamos un vecino travesti… jaja. No sabía qué decirle… -¿Internamente ya llegaste a un punto de sentirte plenamente mujer, más allá de los eventuales cambios al modo masculino que tenés que hacer frente a tus hijos y en otras circunstancias? -Mi manera de pensar, mis gustos y mi forma de actuar me hacen pensar que en mi interior me siento mujer. Vivo pensando qué zapatos comprarme para el invierno, qué vestido quiero, cómo combinarlo, qué lápiz labial combina mejor con diferente tipo de ropa… También, el hecho de querer estar con un hombre que me quiera, con el que pueda tener una relación. La terapia y los cambios físicos que van apareciendo… En fin, siento y disfruto desde una óptica femenina. Plenamente diría que no, porque no puedo vivir ciento por ciento del día como mujer, pero en mi mente sí estoy segura de eso. l



Transformaciones de Alena

Annabel X, una suave brisa

Zanty Ferry, otra Gemelos que vienefashion de Inglaterra en el frío de Minsk gema latina detrás del espejo La bielorrusa Alena es un clásico del crossdressing La aparición de nuevas cross en Youtube

Los amables consejos

Dragula, el lado y tips de Vera Wylde oscuro del make up es Vera Wylde es una crossdresser y drag performer

Esta sección PlayCross suele detectar jóvenes desde hacede varios años. Comenzó con una página talentos en Youtube, chicas donesfuenaturales web, pero acorde con los con tiempos mutando hacia Youtube y Flickr,Imposible con videosnofetichistas para la transformación. detenersey fotos en muyFerry, bien producidas. propias al de nivel su región, Zanty una bellezaBien mexicana de suhay imágenes Sebastián invernalesElvira. y varias hechas compatriota En elfilmaciones video “El poder su casa –desde la lejana Minsk. el nombre delenmaquillaje de chico a chica”, es Bajo producida en de usuario desborda en launavariedad forma magistralalena-mnsk, por una mujer y se prueba pelu de pelucas vestidos: pasa de trajecitos platinada carré,y de para luego elegir otralosmás larga yde latex hasta losde outfit mucama francesa, éste ondulada. En otro sus de posteos hay una linda y oriúltimo especialmente sensual, peroademás siempredeen ginal técnica para convertirse en sirena, clave fetiche. En algunas ocasiones ha optado por uno en el que se produce como muñeca derretida. mostrarse en su transición varón-mujer e intentó Cada una de sus miradas y movimientos resumen crear historias, algunas de ellas inconclusas. Sus sensualidad, frescura y estilo. l lentes de contacto gatunos son un must.

Dan y Dean Caten (53 años)deson canadienses, ge-24 inagotable; es cuestión filtrar en “últimas melos y célebres diseñadores de se moda. creahoras” para observar cómo vanSus agregando chicas cadautilizadas día. Algunas son muyfiguras jovencitas, ciones fueron por enormes de la es el de caso de la rubia nombre usuario es talla Madonna, Britneycuyo Spears, Justinde Timberlake, como Annabel y que se presenta Ricky Martin,X Nicolas Cage y Lennysimplemente Kravitz. En el douna “crossdresser inglesa subido de 19 por años”. En sus cumental “Behind the mirror”, Dsquared videos de más de dos minutos de duración -la13empresa quenofundaron-, se transforman mágise la veenhermosa, con looks formales como camente increíblestanto mujeres maduras. Sus ojos informales. En ninguno de ellos habla yque se mueve celestes son marca registrada. Mientras son con una con tímida si estuviese producidos sumodelicadeza, detalle en elcomo set, revelan sus experimentando en el closet. Especial mención verdades en lo relacionado con la estética femenina: para el video que Annabel dio en llamar “All “Mi convicción es que si no estás convencida (con tu dressed up” y en el que luce preciosa con blusita imagen), nunca convencerás a nadie”, dice Dan. l beige y pollera negra por arriba de las rodillas.

Enque la cuenta Hey Qweenpasado pueden encontrarse los hastadeseptiembre subió a Youtube capítulos completos de “Dragula”, 146 videos. Es algo así comoautodenominado una consejera y siempre mirando desde algo primeros “elconfidente, primer drag supermonstruos del mundo”, así planos que propone una amable, como si como una yversión terrorífica delcharla Ru Paul’s Drag Race, vínculo de desde delintentara que tomagenerar muchos un elementos. Paraconfianza ello, las conla web.deEn sussuerte monólogos, a sus ductoras esta de realityVera van aresponde la búsqueda y aborda de las tópicos, deviewers su próxima criaturatodo y sontipo nueve mostrasmuchos que principiantes, identificados en los se dirigidos someten ahacia todo tipo de competencias. Se exhiben videoslooks bajodrag el hashtag algunos bastante #Beginners. perturbadoresCualquiera y hasta de nosotras reflejadapero en siempre los temas algunas escenaspuede puedenverse impresionar, que toca: “¿Es el crossdressing una adicción?”, apelando al absurdo. Abundan los maquillajes san“¿Generás incomodidad en la gente?”, “la grientos y la famosa drag Willam Belli es una de las separación de la persona masculina y femenina”, que participa en este show. l “Buscando aceptación”. Fundamental: saber inglés.

La cumbre Ru PaulSusana Giménez y frescura natural

Cosmopolitan Courtney Act, una rubia en versiónque drag debilidad llegó bien alto

Las divertidas Cluam Sutherland, la chica Supreme Fabulettes del passing perfecto

Quizás a muchas se nos había pasado de largo que Ya desde su nombre de usuario de Youtube Ru Paul estuvo en la Argentina en 1998. En aquella (Sebastián Elvira), esta fantástica cross mexicana ocasión visitóproblema nuestro país para presentar show no tiene alguno en exhibirun su lado enmasculino. la disco Bunker, que cerró poco tiempo después De hecho, en su video denominado y tuvo reemplazoexplica con Amerika. El video “¿Soysu Trans?” con una gran subido claridad ende Youtube por el usuario Leo Towers muestra conceptos en donde está ubicada ella aenla el afroamericana luciendo un vestido mundo de la diversidad. Se laamarillo puededespamencontrar panante en el programa de Susana Giménez. En el en todas las redes (Facebook, Instagram, Twitter, comienzo de la entrevista lanzó una de sus frases Snapchat, YouKnow) y en sus videos enseña quesula natural caracterizan: “Yo no de quería ser drag queen,con capacidad transformación, geniales pelucas multicolores, make solo quería ser famosa”. Y tambiénvestuario confesó lay duup. Tanto imágenes como la edición en general ración de suslastransformaciones: “Podría hacerlo en cuidadas, con elenvalor de unaestán hora,muy pero me gusta hacerlo tres”.agregado l reflexiones y consejos muy interesantes para la comunidad hispana.

El canal de Cosmopolitan.com en Youtube es un esEs muy fácil establecer empatía con Courtney pacio con tópicos acerca de sexo, belleza y celebriAct, esta chica australiana nacida en Brisbane dades. En esta oferta de la famosa revisque llegó muy lejosmultimedia en la sexta temporada de Ru ta Paul femenina, las transformaciones de varón mujer Drag Race. En su canal de Youtube,aCourtney ocupan un lugartodas muy sus importante. Conartísticas, una duración demuestra aptitudes tanto depara entreladosmúsica y tres minutos, se pueden encontrar (sacó algunos discos con suvi-voz deos de excelente calidad de las principales del increíblemente femenina) como para ladrags actuación mundo. Una buena manera de sacar tips y apreciar el y el modelaje. Podría considerarse a esta rubia talento para extraer lo más femenino de sus rostros. como una drag queen moderada, más tirando a Mención para de cara dePaul Aquaria cross, especial y de hecho enelellavado programa de Ru la han “acusado” de no ser lo suficientemente drag por su (“Prepare to Obsess Over Aquaria’s Look”), increíen su vestuario y make ese up. Pero ella – blediscreción el look glamouroso que consigue lindode chico un chico lindo- sólo queda aprender, detambién, ojos celestes, quemuy se maquilla con maestría. l especialmente su soltura y su simpatía, siempre en el marco del buen gusto y el profesionalismo.

Vale la pena disfrutar de la gracia de The Supreme Hay veces que cuesta creer que esa supermodel Fabulettes, un trío de elegantes ladies que interpreque vemos en Youtube sea un hombre sin tanningún temas bajo dirección de un ícono Boy tipo la de tratamiento de como hormonas. George. Se destacan tres videos que pueden enSon una clase de cross o transformistas contrarse en Youtube: “You Ruined My Xmas”, privilegiadas, tocadas por la varita mágicaunpor tema con gracia fabulosos vestidosy rojos de raso;de su navideño fisonomía, natural capacidad “A “passing”. Drag Queen Entre Is A Cowboys Best Friend”, tantos ejemplos encanción la web ambientada en el Lejano Oeste, y un corto blancotan surge el de Cluam Sutherland, una en marica y negro el usuarioque bambifantastic) conde divina(subido como por histriónica, tiene rasgos impronta de cine mudo. En todos ellos dan cuenta un chico veinteañero de Europa del Este pero de Melbourne, Australia. sus 43 dees su oriunda gran manejo de la escena. TambiénEnpueden videos pueden apreciarse sus impecables encontrarse algunas de sus actuaciones en vivo, looks, con mayormente de en rubia. Sin embargo, brilla en uno “Rolling on a river”, Londres. l de sus posts (“escorting”) en el que desfila de morocha en la calle de un barrio residencial.


Liberadas de las históricas ataduras, las chicas buscan nuevos caminos y, entre ellos, figura una sexualidad activa desde sus roles de hembras

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ada una de nosotras inició su carrera en el crossdressing de la manera que pudo, entre la cautela por amenazas externas y sumergida muchas veces en un fango de prejuicios. Con el tiempo y más liberadas -algunas más, otras menos-, nos dimos la chance de hurgar por diferentes caminos para encontrarle un nuevo significado al placer de transformarse. Este proceso de búsqueda posee casi siempre las mismas escalas: exploración-descubrimiento-consumación-repetición-siguiente misión y nuevo hallazgo. El objetivo final varía según gustos, deseos y aspiraciones: puede apuntar a ese look ansiado que perseguías, al lugar que no te animabas a visitar o a tal experiencia sexual que querías vivir desde otra perspectiva. En realidad, la lista de sueños cross es interminable y podría incluir -cómo no- la compra de esos stilettos encantadores, una precavida aproximación al BDSM o participar de la Marcha del Orgullo Gay, una de las exhibiciones públicas más elocuentes. En fin, abarcaría todo tipo de inquietudes. Sin embargo, el eje de esta nota está puesto exclusivamente en la sexualidad, una de las consignas tal vez más intensas y complicadas de abordar. Y aquí mismo, sin más preludios, lanzo una de las convicciones más arraigadas de mi Lado B. La frase sería: “El éxtasis cross alcanza su grado máximo estando en la cama con un hombre”

Con la lectura de ese concepto, puedo ya sentir voces de reprobación y otras que alientan esta idea. Pregunto a quienes no lo experimentaron y ni siquiera lo contemplan: ¿Por qué lo descartarían de

En busca del Nirvana: ¿cuándo se alcanza el éxtasis femenino cross?

“El éxtasis cross alcanza su grado máximo estando en la cama con un hombre”

plano? Por supuesto, son muchas las que no quieren saber de nada respecto de asomarse a estar con hombres. Es algo cultural. El solo hecho de pensar en un contacto físico con ellos les causa rechazo, una sensación desde chiquitas. Pero imaginemos una condición ideal para la cross virgen, bajo un entorno superseguro: una noche estás perfectamente vestida y maquillada, en un ámbito íntimo. Te presentan a un hombre lindo, agradable, pacífico y paciente. El señor te trata como a una dama, te seduce y te va envolviendo con sus encantos. Te susurra al oído y vos te dejás llevar. Cerrás los ojos y poco después caés en la cuenta de que ya estás venciendo ese tabú ancestral que siempre dio vueltas por tu cabeza. Te sentís definitivamente sexy y deseada. Finalmente, te entregaste; bajaste las banderas de la heterosexualidad de varón dentro de una cáscara femenina. Seguro que allí, imbuida en esa suerte de ensoñación sexual, comprobarás si en ese rol pasivo encontraste la

máxima realización cross o si en cambio viviste un episodio para olvidar, completamente desfasado de tus pretensiones y expectativas.

“Creo que si un hombre me tratara bien, arrancaría” (Vanesa Lanzarotti) Vanesa Lanzarotti confiesa que su experiencia gay es mínima estando montada, y que en una de esas se animaría a estar con un hombre. “Cuando soy Vanesa estoy excitada y eso me pone vulnerable. En cambio, todo lo previo -el acto de producirme- lo sé hacer prácticamente sola. Lo que no sé es si un desconocido me calienta. Creo que si un hombre me tratara bien, arrancaría”, dice Lanzarotti, que valga el juego de palabras, “se lanzaría”. Ya que las cross tienen la tendencia a doblar la apuesta cada vez que se les pone algo en la cabeza, vuelvo a preguntarme: ¿Por qué no quitarse la duda y probar? Lorena Gonzales relativiza aquella frase madre resaltada en negri-


za unidos, una vez más, para volver a nuestro viejo sistema de arrepentimientos. Si cualquiera de estos traumas es superado y hay un escenario familiar favorable -en referencia a no producir un abandono de nuestras responsabilidades con los seres queridos-, pues nada debería detenernos en busca de esta libertad.

“Mis parteners deben ser claros, explícitos y muy masculinos” (Luna Fano) ta, más allá de que reconoce que su experiencia cross más intensa se dio cuando estuvo por primera vez de mina con un hombre: “En aquella ocasión me sentí entregada tipo ‘haceme lo que quieras que me siento re-segura’, pero hay casos y casos. Hay quienes se valen de la masturbación para alcanzar el éxtasis cross, otras pueden gozar de las miradas y del riesgo a ser descubiertas... Depende. Son búsquedas que voy sacando de distintas conversaciones”. Este texto no es una apología a la homosexualidad, es más bien el traslado de una experiencia. Y digo que el contacto íntimo con un hombre lleva a otra dimensión, es una vivencia fisiológica que replantea la condición cross más allá de la estética de la ropa y del maquillaje. Se produce un cimbronazo interno que conduce a una escala superior dentro del rol femenino que desempeñamos. Es la oportunidad de empezar a ver las cosas desde otro lugar. Una “full inmersion” de nuestro protagónico de mujer que nos planta de manera más firme y convencida. Es la chance de dar el gran salto. Si además se generara una corriente afectiva entre vos y él, el acto terminaría siendo una prueba increíblemente enriquecedora. Después, claro, están los resabios del hecho consumado. Y vuelve la culpa. Si antes nos autoflagelábamos por habernos vestido, ahora nos masacramos por haber ofrecido nuestro cuerpo, lo que nunca deberíamos haber hecho según los mandatos de la sociedad. El pecado y la vergüen-

Así lo vive, por ejemplo, Luna Fano, que se declara abiertamente gay como tantas otras chicas de nuestro ámbito: “Siempre apelo a mi cuestión lúdica en la construcción cross. Puedo intuir que me habitan varias Lunas: una es mi cross social, donde me interesa el atuendo, los detalles y un comportamiento acorde. Otra mi cross neutra: llamo así a mi estado natural lado A, siempre observando detalles de las cisgéneros, emulando, comparando y admirando. Y por último, la cross íntima, que es la más transitada, la más fogueada y la que hago de taquito”. Luna entra en detalle cuando se refiere a esta última categoría cross: “Me fascina ser anfitriona, geisha y dominante a la vez... consciente y atenta al juego que se plantea. Soy de recorrer todas las instancias, siempre con mi lado femenino a flor de piel. Pero para ello, mis parteners deben ser claros, explícitos y muy masculinos. Saber qué vienen a buscar y yo segura de dárselos. También siento que en de-

terminado momento hay un quiebre tal, donde la línea entre mis lados A y B se confunden. Cuando se logra ese momento es sublime”. Están las depredadoras de hombres, tal puede ser el caso de Luna. Pero también aparecen las cross enamoradizas, aquellas que seguramente probaron, pero ahora rechazan el incesante carrusel de hombres que pulula en el túnel de Amerika, o bien los tipos fáciles que pueden encontrarse en swingers como Class o Sweet. Adiós a esa promiscuidad vacía, sin rescate emocional alguno más allá del desenfreno del momento. Varias de aquellas “románticas” sueñan con una pareja fija y un vínculo-aunque sea parcial- de ese macho que se comprometa sentimentalmente. Amor, en definitiva. Y a partir de ahí, que fluya la sexualidad con el respeto y la pasión entre ambos. Con toda seguridad, un escenario muy difícil de alcanzar debido a los altibajos propios de las cross y al temor de ellos a exhibirse como una pareja. Pero el éxtasis cross está allí, dando vueltas, flotando en el ambiente. Y los encuentros íntimos pueden ser la llave maestra. l


Cuando llega la hora del bautismo femenino Paula Fetisch ahonda en la elección de ese nombre que nos marcará para siempre ¿o no? como cross, trans o drag

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odo un hito en la vida de una chica cross es la elección del nombre que la identificará. Y es una instancia tan importante como la primera vez que usa ropa femenina o que se mostró en sociedad. Fenómeno similar se da, con sus particularidades, en las chicas trans y en las drag queens. Creo que la mejor analogía es con las drag, quienes adoptan un nombre que las representará, más allá de que es con fines artísticos o estéticos. Se podría decir que la cross también lleva un nombre artístico, porque al igual que la drag, acepta seguir usando su nombre masculino cuando no está en femme. En cambio, la mujer trans siempre usa su nombre femenino, así como una mujer cisgenero siempre estará usando su nombre femenino. Personalmente recuerdo mis primeras salidas cross hace ya muchos años. Cuando me preguntaban mi nombre respondía simplemente “Paula”. Porque ése era mi nombre. Paula a secas sin ningún tipo de apellido. Y así también parecía serlo en el mundo de las drag o de las trans. Las primeras usaban nombres llamativos como La Divina Bijou y las trans simplemente se identificaban con sus nombres de pila como Claudia o Mariana. Voy a hacer una digresión en cuanto a La Divina Bijou y diré que era un excelente artista con un talento abundante y muy buen dominio del arte actoral. Más curioso era el caso de unas chicas que estaban entre

el crossdressing, el transformismo y el arte drag. Eran un cuarteto que se identificaba como “La Mantis”, “La Vinchuca” y otros nombres similares que ahora no recuerdo. Tenían un promedio de veinte años y una transformación envidiable. Si tengo que rememorar cuando agregué el “Fetisch” diré que fue cuando tuve que elegir un nick para algún chat. Aunque recuerdo haber chateado simplemente como Paula o Paula Bahía (para señalar que estaba en la zona de Bahía Blanca). Pero era un nick temporario que no estaba vinculado con la identidad. Prontamente recurrí al Fetisch para comunicar a mis circunstanciales interlocutores cuáles eran mis objetivos. Y también usé el apellido en una galería que tuve en Crossdressing Buenos Aires. Pero aun así muchas chicas no tenían apellido o empezaban a usar el “Cross”. Muchas agregaban un número

que señalaba la edad o el año de nacimiento (ejemplo, “Laura35” o “Pamela1980”, respectivamente) o una determinación geográfica (“Analía Neuquén”) pero siempre para usar en el chat. Fue Facebook la red social que nos obligó a usar un apellido y creo que nos “empoderó” en nuestra identidad. Tal es así que muchas chicas comenzaron con un Fulana Cross y luego se presentaron con un nombre más personalizado. Pero Facebook, con todo lo que habría contribuido a consolidar el nombre, también obliga muchas veces a modificarlo. No es raro que una hermana modifique repentinamente su nombre en las redes sociales. ¿El motivo? Mr. Facebook le cerró la cuenta o la intimó a realizar algunas modificaciones. Para evitar estos hechos desagradables, en una oportunidad modifiqué mi nick por Paula Andrea Bunni. Mantenía “Paula” y agregaba “Andrea” como un guiño de mi verdadera naturaleza (Andrea viene del griego “andros” que significa varón). Respecto al Bunni, lo elegí tanto por alusión a una conejita, una imagen entre cándida y sexy, como porque perfectamente puede pasar por un apellido italiano. Con todo eso decidí un buen día volver a ser Paula Fetisch. Aun con riesgos, me representaba mejor. Como síntesis, un detalle: recuerdo una chica cross precursora de los apellidos por el 2001. Muy bonita, ella. No sé qué habrá sido de su vida. Se llamaba Valeria Pérez. l


Dobles vidas en la ciudad bajo una mirada femenina

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s tendencia: en los últimos años se multiplicaron todo tipo de trabajos audiovisuales sobre el crossdressing, además de notas periodísticas en papel. Persiste mucha curiosidad sobre el tema, sobre todo porque son numerosas las aristas por abordar. En el bar Rosa de los Vientos, la directora Soledad Velasco y la productora Nadia Rabotnikof cubrieron la Noche Cross de marzo con la colaboración de Roberto Briganti (director de sonido) y Juan Zaros (director de fotografía y cámara). De aproximadamente una hora y media de duración, y con fecha para 2019, está previsto que el documental se difunda en circuitos de festivales de todo el mundo y se organicen proyecciones en distintas salas de la ciudad. PlayCross habló con Soledad, que ya el año pasado se había sumergido en nuestro ambiente para conocernos de cerca y empezar a encontrar el significado y el placer de esta práctica. “Mi motivación tiene que ver con historias que pasan en las sombras de la ciudad, las que no nos enteramos y que desconocemos. Por otro lado, me interesa la construcción de la identidad y del concepto de género, de cómo somos y cómo estamos muy marcados por nuestros roles sociales, además de cómo podríamos liberarnos de esas ataduras para explorar cosas nuevas”, comenta la directora, que agrega: “Indago sobre la parte transgresora y revolucionaria del crossdressing respecto de los cánones de lo que hay que hacer”. -En plena elaboración del documental, ¿qué observás hasta ahora en el crossdressing? -Vemos que no está visibilizado en todos los grupos de lucha vinculados con la diversidad de género. Esa visibilización es importante porque

vivirlo de manera más natural, más fluida, sin tanta angustia, aunque es real también que no todas lo sufren. No poder contarlo a los amigos o hacerlo en lugares secretos puede acarrear cierto desconsuelo y estaría bueno que si lo naturalizamos, evitaríamos mucho sufrimiento y nos abriríamos a la experiencia de probarlo, aunque sea una vez.

Soledad Velasco encabeza un documental que aborda el crossdressing en carne viva, al lado de las protagonistas el crossdressing ofrece de interesante esa doble posibilidad de encarnar lo femenino y lo masculino en un solo cuerpo. Ese ir y volver de los dos géneros en distintos momentos, ya sean horas o días específicos. Siento que este vaivén de desempeñar ese doble rol plantea algo que nos resulta difícil de entender a muchos, porque tendemos a categorizar las cosas y a quedarnos con una: sos hombre o sos mujer. -¿Y qué significaría lograr esa visibilización? -Provocaría que muchas personas que lo llevan adelante a escondidas o mantienen una doble vida puedan empezar a

-¿En qué etapa del documental están? -Hicimos entrevistas, cubrimos la Noche Cross de marzo y la idea es ir a algunos de los boliches para ver la diferencia de las dinámicas en los distintos espacios y cómo se divierten. También queremos contar las distintas historias de vida. Por ejemplo, la de una cross con su esposa, para ver cómo lo transitan juntos y cómo aprendieron a convivir con algo tan poco habitual para nuestra cultura. -¿Y cuál es tu sensación en estas búsquedas? -Está buenísimo, porque a medida que vamos charlando con distintas chicas cross vemos que cada una tiene un recorrido distinto. A algunas les gusta salir de día para tomarse un café y otras eligen las salidas nocturnas. Es fascinante observar los diferentes casos, de las más jóvenes a las que han transitado muchos años con este estilo de vida. Estamos superabiertas a recibir relatos o anécdotas, y es factible recrearlos en una ficción para las que no quieran aparecer, porque en el documental tampoco se trata de develar ninguna identidad. l


Las ficciones de Lucero DuCiel

El regalo de Tito

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alor. A tan poca distancia del fuego debería sentir calor. Un intenso calor. Pero no. Mi cuerpo dejó de sentir hace algo más de una hora. Puedo ver el fuego, puedo oírlo crepitar, puedo ver y oír todo lo que me rodea, también percibo el aroma del humo, el olor penetrante de la nafta. Pero eso es todo. Sé exactamente en qué momento empezó. Cuándo mi consciencia se separó de mi cuerpo. No es que haya muerto, eso lo sé. El que murió fue Tito. Salí a las corridas de la Secretaría. Tenía que pasar a buscar a Teo por la clase de fútbol y llevar a Abril a la casa de la amiga para la pijamada, comprar lo necesario para la cena y terminar de revisar una pila enorme de papeles que me perseguía desde la semana pasada. Y entonces Tito se olvidó el DNI en mi escritorio. Tito tenía eso. Detrás de su personalidad mansa y de pocas palabras se escondían los estragos que le habían provocado el alcohol y las drogas, principalmente una enorme dificultad para retener casi cualquier consigna u objetivo. Por eso me buscaba a mí cada vez que venía a la Secretaría para hacer algún trámite. Sabía que en mí encontraba una paciencia que no cualquier asistente social querría tenerle. No sé por qué. Quizás porque teníamos varias cosas en común. La edad por ejemplo. Habíamos descubierto que nacimos el mismo día. Así que aunque tenía mil cosas por hacer, en cuanto vi su documento olvidado en mi escritorio, no pude hacer otra cosa más que buscar las llaves del auto y salir a buscarlo por donde fuera que pudiera haberse metido.

Tuve que ocuparme de que alguien más se encargara de Teo, de Abril y de la cena. Di vueltas por horas antes de encontrarlo tirado al costado de un paso bajo nivel, tapado con cartones. Ya era de noche, supuse que otra vez se había emborrachado y se había quedado dormido o desmayado. Me acerqué a tratar de despertarlo. Tito estaba muerto. En ése instante me separé de mi cuerpo. No sé cuánto tiempo pasé así ausente, siendo sólo capaz de verlo ahí tirado. De repente apareció un hombre que tomó el cuerpo de Tito por los hombros. Lo sacó de debajo de la pila de cartones y comenzó a desvestirlo. Quise decir algo, pero estaba fuera de mi cuerpo. Intenté gritar, pero ni siquiera sentía mi boca. El hombre terminó de desvestir a Tito y empezó a sacarse sus propias ropas para luego ponerse las que le había sacado al cadáver, después vistió al cuerpo con sus propias ropas. En mi exasperación vi, sin poder evitarlo, cómo el hombre metía el cuerpo de Tito en mi propio auto. Lo sentó en la butaca del conductor, puso el auto en marcha y lo aceleró apoyando el pie de Tito en el pedal mientras con la mano desde afuera mantenía presionado el embrague. Giró un poco el volante y soltó el embrague. El auto se estrelló en el contra-

fuerte del puente. Recuerdo que esa mañana había llenado el tanque. En seguida me invadió el olor de la nafta y acto seguido el estallido enceguecedor. Ahora, mientras sigo respirando el olor del humo, empiezo a sentir el calor. Me arden los ojos y me los quiero cubrir con la manga de la camisa. Pero ya no tengo la camisa, tengo puesta la remera sucia y raída de Tito. Todavía disociado, intento buscar el celular en mi bolsillo, pero mi celular está ardiendo en el asiento del conductor de mi auto estrellado. En su lugar, encuentro el documento, ése que tiene la misma fecha de nacimiento que el mío con la foto de un hombre que bien podría ser yo con apenas algo más de bigote. Éramos tan parecidos con Tito. Él era adicto al alcohol y las drogas, yo no puedo dejar de travestirme. Por culpa de su vicio él perdió toda su familia incluyendo esposa e hijos. Yo acabo de renunciar a la mía para evitarles el trauma de conocer mi verdad. Tito se murió y me regaló su identidad. Ahora yo soy Tito, pero no por mucho tiempo. En unos meses el nuevo Tito tendrá un trabajo modesto. Lo suficiente para empezar una vida decente y en un año o algo así iniciar los trámites de un nuevo DNI en el que Tito sea Tita. l


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