Cultura LIJ digital #32

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Arispe - Guerrero Guaderrama

cultura lij

Reflexiones sobre la literatura infantil y su cultura

Año 4 / Número 32 - Noviembre 2016. ISBN: en trámite.

#32

Edición digital



sumario / 1

2

Editorial Masa y energía

4

De fondo #numeral

6

Reportaje La belleza de la desmesura

Laura Demidovich y Valeria Sorín

Diego Javier Rojas

Con lupa El seleccionado White Ravens

Cultura de la infancia Con ustedes, ¡los juguetes! Nicolás Gómez Ivaldi

18

Librerías Librería con marca autoral

22

Escenas lectoras Dos por uno en #EscenasLectoras

24

Espacio editorial

26

En foco Dícese…

30

Valeria Sorín

10

Novedades

12

Políticas Neoconservadurismo vs. neosubversión

16

Leonardo Cook

Daniela Azulay

Valeria Sorín

Carmen del Faro

cultura lij Reflexiones sobre la literatura infantil y su cultura Año 4 – Número 32 – Noviembre 2016 Registro DNDA: 503255. Conesa 4381, CABA. Tel: (011) 3534-1975 culturalij@editoriallabohemia.com www.culturalij.worpress.com www.editoriallabohemia.com Directoras propietarias: Laura Demidovich y Valeria Sorín Edición: Valeria Sorín Arte: Laura Demidovich Diseño gráfico: Valeria Goldsztein Corrección: Roxana Carbone

Ilustración de Tapa: André da Loba Fotografía: Laura Demidovich ISSN: 1852-298X Distribución a kioscos CABA: Sin Fin Rincón 1407 (CABA) 4308-1813

Agradecimientos: A André da Loba por la gentileza de tapa. A Juan Olcese por las fotos de las muñecas de colección. A Daniela Azulay por la foto de En foco.

La editorial no se hace responsable de las opiniones vertidas por sus colaboradores y/o entrevistados.

Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación sin consentimiento previo de la editorial.

Proyecto ganador del Programa Buenos Aires Emprende 08 y distinguido con Premio Pregonero al Periodismo Gráfico y Hormiguita Viajera, ambos en 2010.


Editorial

Masa y energía “En un sistema cerrado la cantidad de materia permanece constante”, a esa conclusión arribó en el siglo XVIII Antoine Lavoisier. Desde entonces se la conoce como la Ley de Conservación de la Materia. Claro que un siglo después, en 1904, Einstein demostró que esa ley no es tan ajustada a la realidad. Según su propuesta, el universo es un sistema dinámico en constante cambio y movimiento, donde materia y energía son manifestaciones de la misma entidad física. En determinadas condiciones, la masa puede transformarse en energía y viceversa. Y lo hacen siguiendo una fórmula simple y bella: E=mc2 donde E es energía, m es masa y c la velocidad a la que se desplaza la luz en el vacío (300.000 km/s).

Nada se pierde, todo se transforma Siguiendo las reglas de transformación, entonces podríamos calcular a cuánta masa es equivalente una determinada cantidad de energía. Al despejar términos la fórmula queda como: M= E/c2. Sí, la materia no se adelgaza con facilidad. Podemos usar mucha energía, pero no varía tanto la materia. En términos de la física, la energía producida debe ser muy grande para que la pérdida de masa sea considerable. Por ello la ley de conservación de la materia continúa siendo aplicable, aunque debiera expresarse así: “La cantidad combinada de materia y energía en el universo es fija”.

Nada se pierde, todo se transforma en la LIJ Directoras de Cultura LIJ

A todos nos llega la hora de crecer. Para llenarnos de nueva energía, es a veces necesario aligerarse un


EDITORIAL EDITORIAL/ 3 /3

poco de equipaje. No hay vitalidad en permanecer igual; pero sí en la transformación. Después de 8 años, de 39 ediciones más o menos puntuales, de cientos de artículos, llegó la hora de ir por más. Porque seguir igual es volvernos un objeto obsoleto. Y nada más lejos de una revista que nació para ser un salto. Lo que sigue entonces es atrevernos a pensar todo de nuevo. Romper nuestras propias estructuras de pensamiento. No hay nada que temer, porque la suma total de materia y energía seguirá constante en el universo de la LIJ.

Cultura LIJ se transforma A partir de marzo Cultura LIJ se transforma. Queremos ser ubicuos. Queremos estar en tu bolsillo y en el de todos los demás.

Queremos publicar más y mejor y con más detalles y más seguido y darte más posibilidades. Queremos llenarte de ideas y ser un real espacio donde escuchar las tuyas. Queremos ser un espacio para tanta energía circulante. Entonces tenemos que ser un salto y despegar. Por ahora no vamos a decirte más. Terminemos un 2016 pleno y brindemos por todo lo bueno que vendrá. El balance de este año en Cultura LIJ, el balance de 8 años de Cultura LIJ y sus ediciones en papel, ha sido muy fructífero. Vamos por más. Vamos por vos. Vamos por todos. Que todos tus sueños se cumplan en el 2017 y que no pares nunca de soñar. Laura Demidovich y Valeria Sorín


4 / De fondo

por Diego Javier Rojas

Cristina Alemany me recibe en su oficina, contenta luego del lanzamiento mundial del octavo libro de Harry Potter. Felicidad y cansancio de haber cumplido con la misión y juntar a muchísimos lectores alrededor de un libro. Café por medio, nos disponemos a dialogar sobre este nuevo sello que la tiene al mando como editora #numeral. –En el mercado hay una proliferación de editoriales destinadas al público juvenil tanto a nivel nacional como internacional ¿Por qué la aparición de #numeral? –Bueno, en realidad hay muchas colecciones juveniles dentro de sellos que publican de todo. Pero editoriales fundadas desde cero, 100% juveniles… eso era lo que hacía falta. –¿Por qué un sello destinado a los jóvenes y no a los niños? –Porque sellos infantiles hay muchos y muy buenos. Con #numeral venimos a cubrir un vacío, una deuda con los jóvenes lectores. Además nos distingue que tenemos un equipo de gente muy joven y estamos en una relación permanente con ellos, no solo en las redes, sino con contacto directo. –Hasta el momento tienen tres títulos publicados Emmy & Oliver, Tru & Nelle, Sing ¿Qué ofrece cada título al joven lector? –Cosas totalmente distintas. Cada uno es una

Escritor, bibliotecario, maestro.

sorpresa inesperada. No nos encasillamos en géneros, sino en historias, en voces, en mensajes… –Como editora, ¿qué la motiva al momento de seleccionar los títulos a publicar? ¿Cuáles descarta y por qué? –Consulto mucho, no decido sola. Incluso con Tru & Nelle, que me emocionó mucho y me dio deseos de publicarlo al instante, lo consulté. Podemos publicar una historia, algo original, un mensaje. Un estilo, una voz potente… Si un libro no tiene ninguno de esos componentes, queda descartado. Te tiene que dejar algo, entretener y estar bien escrito. –Hasta el momento han publicado escritores extranjeros ¿Incorporará autores nacionales en el catálogo? ¿Por qué? –Podemos incorporar a cualquier autor, de cualquier nacionalidad. Ojalá publiquemos autores argentinos. Porque merecen una oportunidad. Una pausa para no dejar enfriar el café e intercambiar ideas sobre los libros y la escuela. –¿Cómo imagina esos títulos en el ámbito escolar? ¿Están destinados para una recreación literaria en el aula o bien son libros que apuntan al lector juvenil sin que entren a la escuela? –Podrían entrar tranquilamente en la escuela. Recomiendo especialmente Tru & Nelle, no solo porque los protagonistas son Truman Capote y Harper Lee, sino por la riqueza real, histórica y social, más allá de la poética, que encierra el texto. En los Estado Unidos se lee en las escuelas.


De fondo / 5

–Decíamos al iniciar la entrevista que el público al que apunta el sello es netamente juvenil, hoy sabemos que los jóvenes leen en varios soportes y se recomiendan entre ellos los títulos que leen. ¿Cuál es la relación de la editorial con los booktubers y las redes sociales? –Intensa. Desde su nombre, #numeral. Mantenemos contacto constante con los BBB y los escuchamos mucho. –¿Qué respuestas ha obtenido de los lectores en este poco tiempo con los títulos en las librerías? –¡Muy buena! Basta ver las críticas, reseñas y comentarios en las redes. Estamos muy felices con eso. –Esa felicidad seguramente ya la lleva a pensar próximas publicaciones para el resto del año y el 2017 ¿Podría adelantarnos algunos títulos que veremos en las librerías? –26 Besos. Yo soy la misión, Si yo fuera tu chica. Y varios más, pero no tenemos definido los títulos todavía. –Agradecido por el tiempo que nos ha brindado y dejándola disfrutar con todo su equipo de lo vivido anoche en la librería, una última pregunta, ¿cómo imagina #numeral dentro de cinco años en el ámbito editorial? –¡Con muchos libros! Con muchos lectores y un amplio catálogo, diverso y quién sabe acompañado de qué tecnologías. En cinco años los cambios serán vertiginosos. Una despedida cálida para desterrar el clásico “los chicos no leen”, cuando un equipo conformado por ellos mismos apuesta a los libros y la lectura. //


6 / Reportaje


reportaje / 7

La belleza de la desmesura por Valeria Sorín

Cuando se anunció en la feria de Frankfurt la lista de los mejores libros para niños y jóvenes (White Ravens), la obra de Nicolás Arispe llamó la atención de todos. Para sorpresa de sus autores, el libro doble La madre y la muerte y La partida ha tenido un debut muy aplaudido. Desde la crítica y desde las ventas, este ambicioso proyecto viene dando que hablar. Decidimos entrevistar entonces a su ilustrador, Nicolás Arispe. –Este es un proyecto que nace por su impulso. –En un punto sí. Hace cinco años le escuché contar La madre y la muerte a Alberto Laiseca y la atracción fue inmediata. Me dije “yo con esto tengo que hacer un libro”. Cuando lo ilustré y le llevé la propuesta a él, le gustó. Se lo ofrecimos a Fondo de Cultura Económica y ellos propusieron sumarle la otra historia para que fuera un libro de doble entrada. El mismo tema, pero contado desde otra mirada. Al principio lo dudé, pero cuando leí el otro cuento, dije que sí. –Los libros dobles son una apuesta con cierto riesgo, pero en este caso ambos cuentos están muy ajustados. –El tema era fuerte y no sabía si iba a poder encararlo dos veces. Fue una inversión personal muy potente la primera vez, tuve que meterme muy adentro del libro. La verdad es que cuando lo leí vi que el segundo cuento convivía perfecto. En el cuento de Laiseca la madre hace todo por volver a la vida a su hijo y en el de Alberto Achimal la madre hace todo por matarlo.

Improntas emparentadas –¿Y cómo decidió trabajar en ambos casos? –Para evitar repetir recursos me parecía que estaba bien confrontar estas cosas. En el de Laiseca, el uso de la madre con cabeza de zorra, nos lleva un poco a las fábulas y tiene una impronta europea. El de Achimal comienza con un terremoto y claramente te sitúa en México, por eso las calaveras del grabador José Guadalupe Posadas venían muy bien. Por otra parte, tiene un tono sarcástico: los personajes se debaten todo el tiempo sobre la muerte y son calaveras, están todos muertos. –¿Hasta dónde se puede hablar de la muerte? –En nuestro país, Argentina, la muerte es un tema tabú; no así en México. Cuando comencé a trabajar en esta obra, tenía muy presente un ensayo que leí, Morir en Occidente de Philippe Ariès, donde el autor va haciendo un relato histórico del tratamiento que se le da a la muerte, desde una concepción natural hasta negarla por completo y poner en relevancia otras cosas, como la pornografía, que estaban tapadas y afloran. Hay una hipocresía acerca de estos temas: por un lado, parece que no hay que hablarlos con los chicos; pero por el otro, son bombardeados por matrices de consumo ultra erotizantes. ¡Pero cómo vas a hablar de la muerte!

Editora, Periodista y Gestora Cultural.

Cuestión de género Hace tiempo, para ilustrar su perfil en la revista imaginaria.com, Arispe decidió usar un retrato en el que


8 / Reportaje

está leyendo Los Sorias, la magnánima obra de Alberto Laiseca. “Yo soy fanático de él, me parece un escritor extraordinario. Las imágenes que él me dispara son todas desmesuradas. Una cosa barroca pero apocalíptica, de un realismo delirante. La estética de Laiseca se basa en el pastiche: en un mismo libro puede escribir como Heródoto y a la página siguiente con el registro de un panfleto de pescadería”. La llegada de Arispe a este libro no es casual, algo de sueño cumplido encierra. –¿Cómo se relaciona desde la imagen con estos textos? –La prosa de La madre y la muerte trabaja sobre lo despojado. Pero yo quería relacionarlo con lo propio de Laiseca, con el exceso de simbología. Que lo puedas leer una vez y otra vez, y lo puedas recorrer desde diferentes lugares. Armé cuatro o cinco caminos distintos en función de los símbolos, de los personajes, de los mensajes. En el caso del cuento de Achimal, la clave es la inversa: un solo elemento que guía todo. Empieza con un terremoto. Además de la obra del grabador mexicano, me basé en un corto de Eisenstein. Él realiza a principio de siglo XX, poco después de la Revolución mexicana, acerca de la cultura mexicana: ¡Qué viva México!, donde un fragmento trata sobre el Día de los Muertos. Estas dos fuentes son como el núcleo duro de la estética del cuento de Achimal. En este libro no me prohibí mucho. Noté que podía haber un exceso de tipologías, entonces ahí sentí libertad total. Por supuesto, después tenés que darle cierto orden para que no pase al cocoliche. Yo armé un archivo de cosas que me interesaban en relación al tema: desde elementos de la alquimia hasta obras de la historia del arte que me interesaban: la pose final de la muerte mirando por la ventana está tomada de Sin pan y sin

trabajo, de Ernesto de la Cárcova; el friso que aparece en las piedras cuando la muerte se mete en la montaña está tomado de la obra Las grutas de Buontalenti. En el caso de algunos ilustradores, uno tiene la sensación de que nos proponen lugares de la cultura donde abrevar. Por ahí tiene que ver con compartir cosas que me deslumbraron a mí. Uno arma una estructura de pensamiento en función de otras estructuras de pensamiento, nadie arma nada de cero. Puedo llegar a cierta imagen, a cierta reflexión, porque me estoy apoyando en otro montón de cosas que me llevaron ahí. Cada vez más busco poner lo que estoy diciendo con cierta tradición con la que creo que dialoga. La observación del lector Da la sensación de que, cuando encara un trabajo para un público infantil, no se autolimita, no piensa en un lector incompleto, ni en uno que haya que proteger específicamente. De lo único que podés proteger a un lector es de darle una cosa mediocre. No creo en proteger al lector. Ponerse a pensar para quién lo vas a hacer es como medio absurdo. Yo no tengo manera de pensar en para quién. En los primeros libros que hice, sí buscaba un lenguaje que fuera más rítmico, más musical, propio del juego. Ahí había una cierta orientación. Pero cada vez me fui alejando más de eso. Y, desde la perspectiva de mi trabajo, me dio mejores resultados porque me dio más libertad y más solidez para trabajar. En el caso de La madre y la muerte, yo sí quería que el libro pudiera ser leído por chicos, que los incluyera. Ahora, en la medida en que le iba incorporando cosas, la noción de para quién se me fue borrando. Achimal dijo una en un


reportaje / 9

reportaje: “Es un libro para lectores”. –Es un libro de una gran belleza. –Hay algo de la belleza que tiene que ver con el oficio, con el trabajo, con cierta armonía. En lo figurativo, la belleza es hospitalaria con el lector, tiene algo que te aloja, que te invita a entrar. Por supuesto, puede ser engañosa. Lo mismo pasa con lo barroco, al que en su momento se lo acusó de sobrecargado, frente a lo conciso de lo minimalista. Yo estoy a favor de lo barroco porque me parece más democrático que la idea monolítica, porque ofrece más entradas al público. //


10 / NOVEDADES

Graciela Montes está de regreso Lo que leo se ha dado el enorme gusto de editar las PEQUEÑAS HISTORIAS de Graciela Montes y lógicamente están felices. Porque te llevan de excursión a los mundos imaginarios de Graciela Montes. Porque son cuentos que pueden compartir grandes y chicos, y permiten leer palabras y dibujos. Cinco minutos, o doce páginas, para entrar y salir de la ficción. Chiquitos, amigables, para que te acompañen a todas partes. La nueva colección toma las ediciones originales, de finales de los 80, conservando algunos de los ilustradores y dibujos de aquella época, como los de Oscar Rojas y Nora Hilb. Pero buscando también otros nuevos, sumando así otras estéticas, como las de Claudia Degliuomini y Ana Sanfelippo.

Juanito y la luna

Autor: Graciela Montes Ilust: Lucía Vidal Editorial: Lo que leo/Santillana ISBN: 978-950-46-5035-5 24 págs.

La pipa del abuelo

Autora: Graciela Montes Ilus: Saúl Oscar Rojas Editorial: Lo que leo/Santillana ISBN: 978-950-46-5034-8 24 págs.


NOVEDADES / 11

El hambre del esqueleto Autora: Nilda Lacabe Ilus: Gerardo Baró Editorial: Uranito Colección: Los Macabros ISBN: 978-987-703-170-6 72 págs.

Cuando cierra el museo, Madreesqueleto y su hijo salen en busca de insectos para absorber su energía. El problema es que Hijo no absorbe la energía suficiente y será necesario entonces ir en búsqueda de presas más grandes… Éste es solo uno de los siete cuentos que integran el libro y te dejarán… ¡sin aliento!

Tablet

Autora: Cecilia Pisos Ilus: Caru Grossi Editorial: la Brujita de Papel ISBN: 978-987-3681-37-0 32 págs. Nato sale de vacaciones con su familia. En el viaje no puede despegarse de su tablet pero al llegar… ¡descubre que no hay señal! Siente que no podrá jugar a nada. ¿Será cierto?

La loca del ático

Autora: María Silva Ilus: Ricardo Rossi Editorial: Uranito Colección: Los Macabros ISBN: 978-987-703-171-3 64 págs. Cinco cuentos para los espíritus más curiosos, los que buscan develar lo que se oculta tras los hábitos y costumbres de la vida cotidiana. Desde la contratapa te advierten que nunca confíes en lo que ves. Nunca. Porque hay más, mucho más: almas atrapadas entre dos mundos, médiums, brujería, bosques malditos y terribles asesinatos.


12 / políticas

Neoconservadurismo vs. neosubversión por Valeria Sorín

Entrevistamos a Laura Guerrero Guadarrama, una de las voces más lúcidas de la academia mexicana.

En el Foro de Promoción de la Lectura que tuvo lugar en agosto en la ciudad de Resistencia, la especialista Laura Guerrero Guadarrama sorprendió a la audiencia poniéndoles palabras a los movimientos macropolíticos que acontecen en el campo de la literatura infantil. –¿De qué forma caracterizaría los procesos conservadores y subversivos en la LIJ? –En la LIJ han existido dos tendencias muy claras que a veces hacen dudar a los estudiosos y los llevan a pensar que toda la literatura infantil debe tener un mensaje didáctico, pues en sus inicios la escritura y la edición para la infancia tenía esa función fundamental, se destinaba a la enseñanza. Pero de manera paralela corría una literatura oral que seducía a sus jóvenes escuchas y que se fijaba o escribía en ediciones económicas, una creación subversiva, gozosa, a veces con tintes siniestros. De esa herencia surgen las obras que se constituirán en los clásicos de la LIJ, como Alicia, Peter Pan, Los cuentos de Andersen, Las aventuras de Pinocho. Son obras que

Editora, Periodista y Gestora Cultural.


políticas / 13

subvierten las normas de lo establecido para la infancia, los personajes son contestatarios, rebeldes, rechazan lo establecido, rompen las normas. Alison Lurie lo señala en su texto No se lo cuentes a los mayores. “No obstante, estos textos subversivos la mayoría de estos textos clásicos y subversivos devuelven al o los protagonistas a la ‘normalidad’, los hacen encajar en los roles, los insertan en la sociedad como personas que no causan problemas, sus aventuras son un recorrido que los hace madurar y crecer. El héroe regresa al mundo adulto para encajar en él. El lugar común es el final feliz (de acuerdo con los parámetros del adulto)”. El auge de estas obras se dará en la llamada época victoriana y eduardiana en Inglaterra, para muchos el siglo de oro de la LIJ. Incluye obras de Oscar Wilde, de Lewis Carroll, de Rudyard Kipling, de James Matthew Barrie. El auge de obras creativas destinadas al deleite de la lectura infantil también se dio en otros países europeos y americanos, fue un siglo especialmente interesado en este público. José Martí publica su famosa revista mensual Edad de oro, que comenzó en 1889. En España tienen mucha importancia los llamados Cuentos de Calleja, editados por Saturnino Calleja, edicio-

nes que llegaron a Latinoamérica, especialmente a Argentina y México. En México se editaban los cuentos del editor Vanegas Arrollo, cuentos populares e ilustrados, también se incluyó el teatro y además se editaban selecciones románticas de poesía y relatos. En Latinoamérica también había editoriales francesas, como Editorial Casa Bouret, que editaban libros costosos con selecciones edificantes para la infancia. En México la época porfiriana también se caracterizó por las revistas infantiles que mostraban infantes felices en un mundo utópico. Detrás estaba la imagen romántica de la infancia –que idealiza a los infantes como buenos por naturaleza, inocentes, espirituales y puros– más vinculada a la normatividad social y cultural que pretende disciplinar y controlar a todos los niños. Se considera que el concepto de niñez también es producto del imperialismo europeo y que muestra una estructura de control y explotación eminente masculina, pues se obliga a los niños a pensar y a actuar de una cierta manera de acuerdo con los cánones sociales establecidos, víctimas de la estructura imperialista y sexista. La paradoja surge cuando se observa que los niños eran alabados, pero fue la época


14 / políticas

de una gran explotación infantil sin leyes que los protegieran.

Movimiento de ida y vuelta –Entiendo que lo que había sido antes subversivo se habría acercado a la hegemonía. ¿En qué medida lo ha visto instalarse en Latinoamérica? –Sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial y con el fracaso de los metarrelatos, la noción romántica se puso en un nuevo contexto: el postmoderno del capitalismo tardío, para resignificarla, ratificando el hecho de que todas las niñas y niños necesitan del cuidado y la protección real de los adultos y de las instituciones para favorecer su desarrollo integral. Surgió una literatura que resignificaba la subversión a la que llamamos neosubversiva. La subversión afecta a la misma subversión; cuestiona lo cuestionado y no admite el regreso a la normalidad de los personajes rebeldes, que manejan valores no convencionales y una visión del mundo que se burla de los presupuestos comunes. Una de las nociones que se ponen en duda es la de los límites entre la literatura infantil/juvenil y la de los adultos: la brevedad para los/as niños/as, el manejo del lenguaje legible, las temáticas comprensibles, los formatos sencillos, los finales felices… El mundo ideal es cuestionado y modificado. Aparecen obras como El señor de las moscas (1954) de William Golding, o la Historia interminable (1979) de Michael Ende, ejemplos de dos de las corrientes más importantes: la neorrealista y la neorromántica (no confundir con la neoconservadora).

En Latinoamérica el vigor de la narrativa oral ha permanecido mucho tiempo, y con ella el estatuto subversivo, irreverente y gozoso. Las obras escritas, no obstante, debieron esperar hasta mediados del siglo XX para comenzar tímidamente a explorar el mundo neosubversivo, pues la mayoría de los textos se mantuvieron en el mundo romántico estilística y temáticamente hablando. María Elena Walsh sería una de las adelantadas. –Y posteriormente ha identificado un resurgimiento de un nuevo movimiento conservador. ¿Qué lo ha motivado? ¿Qué características adquiere? –El movimiento neoconservador es un rasgo característico de la posmodernidad. Los mismos teóricos de la posmodernidad podrían agruparse en dos grandes grupos: aquellos que desprecian muchos de sus aspectos porque la culpan de los problemas actuales, como los neoconservadores y los que hacen una lectura crítica de la modernidad para ofrecer nuevas propuestas y revisiones. Lo neo aplicado a la noción conservadora significa la aceptación de la modernidad económica, pero sin desviarse de la búsqueda del orden y de mantener el statu quo. José María Mardones señala que los neoconservadores defienden el sistema capitalista democrático tal y como ha ido funcionando, no sienten nostalgia del pasado, pero buscan la mesura en el orden cultural, buscarían “compaginar la computadora con el jubón medieval. […] Son progresistas mirando a la economía, cautos en las cuestiones políticodemocráticas y conservadores en los valores y la cultura”.


políticas / 15

La noción neoconservadora domina la producción de la LIJ en nuestros países, en un estudio en México y España se pudo demostrar que en cantidad es mucho mayor a la neosubversiva. Subyace la idea de que la LIJ debe enseñar, dar ejemplos edificativos, valorar los roles tradicionales de los sexos y de las familias, de hecho, algunos estudios muestran que prevalecen las representaciones de personajes blancos en zonas urbanas. Esta producción se consume especialmente en colegios y familias conservadoras, las ideas que manejan están fuertemente instaladas en el adulto promedio, que desea proteger a los infantes de las crueldades del mundo o de las verdades del propio cuerpo infantil, por lo que predominan las obras de fantasía. –¿Cómo aplica la posmodernidad en nuestra región? –Es muy frecuente escuchar que la posmodernidad es una época inventada por los países del primer mundo y que sus rasgos no corresponden con los de otros países, no obstante, lo que primero caracteriza esta época, a la que se puede entender de dos maneras: como posterior a la modernidad o como una estética, es la globalización; la influencia es feroz, la rapidez de la comunicación, los contagios, las modas. Estas dos tendencias: neoconservadora y neosubversiva caracterizan muchos de los fenómenos contemporáneos, incluyendo la producción de la LIJ.

Para profundizar, recomendamos leer: Guerrero Guadarrama, Laura. Posmodernidad en la literatura infantil y juvenil. México: UIA, 2012, ---. Neosubversión en la LIJ contemporánea. México: Textofilia, UIA, 2016.

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16 / con lupa

El seleccionado White Ravens Cada año la Internationale Judendbibliothek selecciona de los libros que les llegan de todo el mundo aquellos de mayor calidad. En este caso, algunas notables incorporaciones al listado 2016. En castellano Argentina

España

Ciencia para pasar el invierno Valeria Edelsztein y Javier Reboursin Buenos Aires. Ed. Iamiqué, 2016

¡Eso no es normal! Mar Pavón y Laure du Faÿ Madrid. Ed. nubeOCHO, 2015

Cleopatra lo sabía Norma Huidobro Buenos Aires. Ed. Sudamericana, 2015

Alma y la isla Por Mónica Rodríguez y Ester García Madrid. Ed. Anaya, 2016

La chica pájaro Paula Bombara Buenos Aires. Ed. Norma, 2015

Así es la dictadura Equipo Plantel Valencia. Ed. Media Vaca, 2015

Chile Un diamante en el fondo de la tierra Jairo Buitrago y Daniel Blanco Pantoja Santiago de Chile. Ed. Amanuta, 2015 Colombia Era como mi sombra Pilar Lozano Bogotá. Ed. SM, 2015

Cuando las vacas flotan Ximo Abadía Barcelona. Ed. Takatuka, 2016 Huye sin mirar atrás Luis Leante Barcelona. Ed. Edebé, 2016 Guatemala Alma del mar Jaime Gamboa y Roger Ycaza Mixco, Guatemala. Ed. Amanuense, 2016


con lupa / 17

México Alas como cuchillos Catalina Kühne y Pablo Serrano México, D.F. Ed. CIDCLI, 2015 Antes no había nada. Después comencé a imaginar mi propio jardín Chiara Carrer Zapopan. Ed. Petra, 2015 La partida / La madre y la muerte Alberto Chimal, Alberto Laiseca y Nicolás Arispe México. Ed. D.F. Ed. Fondo de Cultura Económica, 2015 Venezuela El Sol, la Luna y el Agua. Un cuento de Nigeria Laura Herrera y Ángeles Vargas Caracas: Ekaré, 2015 Casos particulares ABC dei popoli Virardi, Liuna (autora integral) Italia, Milan. Editora Terre di mezzo Este libro fue publicado en 2015 en castellano como “ABC étnico” por la editorial chilena Amanuta. Es realmente una propuesta interesante, original y muy divertida. Una pena que Amanuta no lo haya enviado a Munich para su evaluación un año antes.

La présidente. Maintenant vous ne pourrez plus dire que vous ne saviez pas (La presidenta. Ahora no podrás decir que no sabías) Escritora: François Durpaire / Ilustrador: Farid Boudjellal Francia, Paris. Editorial Les Arènes. Esta novela gráfica imagina qué podría pasar de ganas las elecciones francesas la ultra derecha en mayo de 2017. La historiadora François Durpaire pronostica los primeros cien días de un imaginario gobierno de Marine Le Pen. Está catalogada como distopía. Og (Y) Por Verónica Salinas Noruega, Oslo. Editorial Cappelen Damm Como Joseph Conrad hizo alguna vez, Salinas adoptó para su literatura la lengua del país que la cobija. Así es como llega desde Noruega la novela acerca de una adolescente de origen argentino que al llegar a Noruega se encuentra sin lengua, deslenguada. El tema será entonces el mismo que la consigna de Ludwig Wittgenstein observó: “‘comprender’. Los límites de mi lenguaje significan los límites de mi mundo”. Dice el jurado “Con precisión y sin patetismo, ella describe la soledad y la tristeza, pero la también la persistencia. Además, como el narrador en primera persona poco a poco domina el idioma y el país, a pesar de que sigue siendo otro”.


18 / cultura de la infancia

Con ustedes, ¡los juguetes! por Nicolás Gómez Ivaldi

En los juguetes se puede tramar la cultura de la infancia. ¿Qué dicen los juguetes de hoy? ¿Queda espacio para la creatividad y la resignificación? “En una plaza cayó un circo. Ahí se encontraba un chico que vio el circo. Y empezó a mirar y vio títeres, marionetas y gente que sabía conmover a los chicos y hacer arte. Vio un robot que, si le ponía una moneda, empezaba a bailar…” Juliana, Luis y Malcom, 10 años. Revista Títer

En una casa alquilada de puertas abiertas en la localidad de Beccar, en la zona norte del Gran Buenos Aires, se reúne la Compañía Nacional de

Periodista y editor..

Autómatas La Musaranga. No son ni un centro cultural ni un taller. Son artes y oficios. Su día oficial es el 3 de junio, Día del Aprendiz. Su lema: “Educar las manos, templar el corazón y aclarar el pensamiento”. A todo el que se acerque, lo invitan a participar. Hacer hacen muchas cosas: teatro, ventriloquía, marionetas,


cultura de la infancia / 19

encuadernación, grabados, fotografía, orquesta, ciclos de cine, editan libros, fabrican autómatas y, además, juguetes. Juguetes simples, o no tanto. Algunos con envases de lavandina, con ojitos de tapa de gaseosa y piecitos de piolín. Otros, músicos de alambre y corcho, sobre una lata de conserva, que mueven la mano, tocando sus instrumentos, gracias a la acción de un cigüeñal. Con mucha maña, armaron unos autómatas enormes: dioramas que pueden superar el metro treinta y que entran en movimiento y pueden cantar si se introduce una moneda por la ranura, como si fueran los veinte centavos del tango de González Tuñón. Mucho más allá de la posibilidad del reciclado, La Musaranga trabaja bajo el objetivo de siempre: jugar con lo que se tiene, sobre todo en los barrios carenciados. “El pibe de ahora, si no tiene una notebook, una tablet, pareciera que no se puede divertir. Y yo, que no soy tan viejo, me acuerdo de que jugaba con cosas, con palos de escoba, con maderitas, con brochecitos. La idea es recrear eso”, sostiene Raúl Santillán, de 46 años, técnico radiólogo, ventrílocuo, actor y miembro de la compañía.

Donde los llamen, instalan una carpa de siete metros por catorce en donde realizan su función circense de marionetas, además de armar también una kermés y colocar los autómatas. “La carpa funciona a la gorra, más la venta de juguetes y libros. A veces los municipios nos contratan, a veces las escuelas”, explica Pedro Hasperué, uno de los fundadores de la compañía, y detalla: “Las escuelas nos preguntan cuánto cobramos, y la verdad es que no tenemos un monto fijo, lo que la realidad de cada escuela pueda”. Del hacer al coleccionismo Y en qué radica entonces el valor de un juguete, ¿acaso en el valor de sus materiales? Para Juan Olcese, coleccionista y dueño de El Juguete Ilustrado, una tienda de antigüedades en San Telmo con el ojo puesto en lo infantil, el verdadero valor pasa por si sirve para jugar, por lo divertido que pueda llegar a ser. Rasgo que no siempre es el buscado: “En el caso del juguete, hay mucha ideología. La sociedad adulta quiere que sirva para algo, para que el chico aprenda, por ejemplo, idiomas o computación –opina–. Cuando en realidad, el objetivo del juguete debería ser un poco lo opuesto, que sirva para


20 / cultura de la infancia

que el chico juegue, y a partir de jugar se haga preguntas, se interrogue, compare, vaya afirmando una personalidad más crítica”. Olcese, de 51 años y padre de cuatro hijos, relaciona su gusto por los juguetes con su paternidad, que le despertó la idea de infancia y de volver a jugar. Su tienda está compuesta por caballitos de madera, autitos de bomberos, trenes, muñecas y peluches, Barbies, circos de madera o de chapa, entre otros cientos de juguetes que en su mayoría están entre la década de los 40 y de los 70. Entre los propios de la argentinidad, destaca a la muñeca Marilú y a los autitos Duravit y Buby. También editó el Diccionario de juguetes argentinos, de Daniela Pelegrinelli, bajo su propio sello editor. Desde ya, el valor de un juguete para el anticuariado clásico se basa en otros elementos, como la antigüedad, el material, la marca, la calidad de la manufactura y sobre todo la rareza, pero Olcese ve que, en la actualidad, el mundo del coleccionismo comienza a parecerse al mundo del arte moderno: “Hoy por hoy, hay piezas de materiales no muy nobles, como una caramelera de plástico de García Ferré, que adquieren un valor altísimo, muy por encima de un juguete a cuerda alemán de fines de siglo XIX, porque se transformó en un icono de época – agrega”. Por fuera del coleccionismo, los adultos compran juguetes antiguos por motivos diversos. Algunos, como piezas de decoración, para colocar en la repisa o en la biblioteca. Otros, como un refugio de valor, como si fueran inmuebles, para resguardar el dinero de las crisis económicas. Pero hay mucha gente que los junta para recuperar algo relacionado con su infancia. Ya sea por-

que en su momento lo tuvo, o lo quiso tener y papá no lo compró, o porque lo tenía un amigo. O porque en una ráfaga de orden, mamá lo tiró a la basura. Incluso, algunos los compran para transmitir su propia infancia a los hijos, una en la que se jugaba en los pasillos, en la calle, al aire libre. El juguete antiguo es, ante todo, una oda a la nostalgia. La época del juego o el juego de la época Jorge Vázquez, de 80 años, organiza ciclos de cine en La Musaranga. De sus años como empleado telefónico rescata la importancia de la técnica y la aplica en el hacer con los chicos. “Pueden ver cómo con sus propias manos se va transformando eso que tienen y lo vuelven un juguete. Cuando agarran algo, empiezan a desarmarlo, todavía lo pueden tocar. Antes, para enseñar cualquier técnica, se empezaba desde el principio. Ahora ya les viene todo resuelto”, se lamenta. Sin embargo, Olcese desconfía de las ideas conservadoras que despierta esa nostalgia: “Trato de no caer en el discurso de que la gente ya no juega como jugábamos antes, como una reivindicación de algo que antes había y hoy ya se perdió y que casi sería culpa de los chicos”, dice el coleccionista. Es que, con la proliferación de las pantallas, los chicos juegan cada vez menos con los juguetes tradicionales y se encierran o en el celular o en la consola de videojuegos. Olcese lo compara con la irrupción de los juguetes a pila frente a los de cuerda en la década de los 60, y considera una batalla perdida la lucha contra el videojuego: “El juguete es un objeto con un alto componente de diseño y un alto componente de tecnología.


Ciertamente, va a haber juegos electrónicos cada vez a más temprana edad. Es obvio y es inevitable, y cualquier lucha que esté puesta en contra de eso sería perdida de antemano –considera–. Todos los chicos están obsesionados con la tecnología, pero también es cierto que los padres no pueden cenar sin tener su teléfono abierto y mandando mensajes durante todo el tiempo. Entonces es contradictoria esta idea de que el niño mantenga esa pureza y esa inocencia que los adultos perdimos”, reflexiona. El juego no deja de ser el modo en el que el niño o la niña se dice a sí mismo. Es el lugar desde donde se imagina sin saber que lo hace, sin la presión que los adultos sentimos cuando aún nos preguntamos qué queremos ser. Quizás por eso, siempre que hay función, en la entrada de la carpa de La Musaranga hay una máquina de escribir de las viejas. Allí la gente de la compañía espera a que los chicos les cuenten sus historias para dejarlas plasmadas en su revista Títer. Los chicos, a cambio, se quedan con el número anterior. Como la mancha, la palabra también es juego. //


22 / librerías

Librería con marca autoral por Leonardo Cook

como una extensión natural de la página, de la estrofa, de la simple escritura. ¿Inquieta? Sí, en una vibración que se recorre en una espiral, pasando siempre por la literatura, aunque desde capas diferentes. ¿Cómo, cuándo, dónde ocurre el encuentro del público con la palabra, con el pensamiento? Para estas preguntas Natalia ha sabido encontrar una variedad de respuestas.

Inquietud librera Escritora, poeta, filósofa, editora, librera, hasta ahora. Con treinta años, la enérgica Natalia Rozenblum está muy lejos de haber agotado caminos. Tal vez por eso, cerca de graduarse en Filosofía ideó una plataforma de escritura compartida en la web. Corría 2009 y aún el género fan fiction resultaba extraño. Ahora bien, ¿podía ser posible crear totalmente desde cero en forma colaborativa en la web un relato con al menos setenta finales? ¿Habría interesados en sumarse? Rozenblum supo encontrarlos; un año más tarde, más de doscientos autores transformaban un sueño en realidad. A sus propios textos ha sabido ponerles el cuerpo y se difunden y replican en YouTube Librero y escritor

–¿Cómo surge la idea de La vecina libros? –Hace años que tenía ganas de armar un proyecto. En realidad, tenía ganas de que fuera algo que no estuviera ligado a la literatura, pero no pude. Un día de diciembre de 2015 vi una nota sobre librerías en casas −ya conocía y había comprado en algunas−, y en un rapto decidí que me pondría una. Tengo un catálogo que es una selección de lo que me gusta −ya sea por autores o editoriales−. Me hacen los pedidos y entrego en puerta o en Capital un par de veces por semana, cuando doy taller. A mi casa solo entran amigos y conocidos. –¿Cómo selecciona los libros que va a trabajar? –Tengo que conocer a los autores o a la editorial. Obviamente, no leí todo lo que vendo ni creo que solo pueda vender lo que a mí me gusta, pero trato de que, en términos generales, me represente.


librerías / 23

La librería tiene su mayor público entre los adultos. Con los meses fui incorporando algunos libros para chicos porque hay editoriales que son increíbles. Aunque no es el foco de La vecina, son libros que yo misma disfruto mucho leer y recomendar. –¿Cómo es que la pasión llega hasta soportar la intemperie? –Tuve una sola experiencia que fue participar de una feria autoconvocada cerca de mi casa. Puse los libros en el changuito del supermercado, llevé una colcha y los desplegué ahí. Hacía mucho frío y el tránsito fue moderado. Ahora voy a tener un stand en la feria de editores, libreros e ilustradores que organiza la Municipalidad de Vicente López. Será en la placita de Olivos. –¿De dónde nace su amor por los libros, la lectura y la escritura? –No sé si lo tengo claro. No tengo un recuerdo preciso de que en mi casa se leyera o se escribiera mucho, pero para mí la lectura y la escritura siempre fueron algo muy accesible, un lugar en donde la pasaba bien. –¿Cuál es la propuesta de los talleres? –Dicto diferentes tipos de talleres: de lectura y escritura, de narrativa y de escritura creativa. Cada uno tiene su particularidad, pero en el

fondo siempre se trata de lo mismo: aprender a contar historias. La parte más linda es estar ahí con los grupos, escuchar sus textos y poder dar devoluciones pertinentes. Es transmitir lo que uno siente por la literatura en cada comentario y en cada análisis. –¿Qué es lo que más disfruta como mediadora cultural? –La conversación. Proponer lecturas −autores, editoriales− que me gustan y que otro lo reciba. Me gusta cuando me sugieren libros. Me gusta cuando gente que no lee se acerca. Me gusta cuando me dicen: “Elegime los libros”.

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24 / escenas lectoras

Dos por uno en #EscenasLectoras por Daniela Azulay

Sorpréndase Si lo que mira es apenas color que puede combinarse para ser una cara que pueda ser un gesto que puede transformarse en pájaro que puede ser el talismán que puede desencadenar una tormenta que puede arrasar con un bosque que puede reverdecer un día que puede llegar en cualquier momento. Que puede tomarlo de sorpresa imaginando algo que no esperaba ver… puede tomarlo de sorpresa imaginando algo que no esperaba ver.

Y me sorprendo, leyendo Obvio −que nada tiene de obvio−. Y he visto leerlo muchas veces. Por ejemplo, estas dos. #EscenaLectora-1 En Intiyaco, Laura Escudero Tobler lee Obvio totalmente entregada y por primera vez, jugando el juego por el que ya habíamos pasado varios: leerlo y darle una devolución a su autor, que en el caso de esta lectora concentrada, está de espaldas, mirando lontananza. #EscenaLectora-2 O el lector atento que no puede creer que un libro “para chicos” lo atrape y se ríe y comenta la lectura y se devora el libro entero con el café de después de comer. Mi padre es este Especialista en Lectura. Coordinadora de la biblioteca de la Asociación Civil La Vereda.


escenas lectoras / 25

lector, que fue el intermediario, ya que recibe los ejemplares de Obvio que el autor me deja en su casa, porque son medio vecinos. Yo aprovecho para almorzar con él. Y mientras yo como, él observa. Se sorprende con la dedicatoria, la mira una y otra vez, y necesita volver a mirarla para desentrañar qué parte está impresa y cuál no. Podría seguir contando las escenas lectoras que Obvio me regala. Pero los caracteres son tiranos y elijo invitarlos a ustedes a que se sorprendan, entre delirio y poesía, con Obvio. Porque yo me emocioné, me sorprendí, me divertí, me quedé detenida en el humor, la filosidad y la poesía de las palabras que, combinadas, invitan a detenernos, entramados entre texto e imagen, a girar el libro, a volver atrás a ver todo lo que pide esta segunda persona de cortesía, que te dice lo que tenés que hacer y lo que no, que dialoga con vos, que te tiene en sus manos. Y sí, Obvio te tiene en sus manos, desde la tapa hasta la contratapa, en la que nos advierte: “Debo decirle que en esta oportunidad la sorpresa y el imprevisto esperan a cada vuelta de página, así que lo más efectivo es que se libere de cualquier medio de transporte conocido y vaya de a pie, al ritmo de su propia y original lectura. Ya lo dijo el profeta Amulatías: ‘Lento no solo rima con atento, sino también con contento’. Obvio”. Es de Istvansch. Obvio.

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28 / en foco

Dícese… por Carmen del Faro

Actualidad: Construcción de la realidad por los medios de comunicación. (Ver Eliseo Verón). Lector, lectora: Dícese del cazador furtivo de cualquier sexo que, agazapado en el bosque de las palabras, busca sentidos. (Ver Michel de Certeau). Morroño, morroña: Sustantivo, de origen animal. Mamífero curioso, siempre atento, siempre a la caza de lo que se presente. Sinónimos: gato, minino, mizo, morrongo, micho, mish, mishu. Astuto el morroño, lee entre líneas.

Escritora y docente.




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