Congreso virtual en Colombia: opiniones desde la bancada del Valle del Cauca. Terminada la segunda legislatura del Congreso de la República (2019-2020) bajo circunstancias inusuales provocadas por la urgencia sanitaria que desencadenó la pandemia del Covid-19, nos proponemos revisar, desde la opinión de algunos de los congresistas del Valle del Cauca, las transformaciones, implicaciones, afectaciones y tal vez las oportunidades que dejó este segundo semestre bajo la virtualidad. Desde la cuarentena obligatoria y es aislamiento social decretado en el mes de marzo del presente año, el senado y cámara, previstos para empezar su actividad legislativa el 16 de marzo del 2020, tuvieron que aplazar el fin de la legislatura para 12 de abril y el 3 de abril respectivamente. Se dio así una transición de la presencialidad a la virtualidad que modificó de manera abrupta la actividad legislativa, teniendo los y las congresistas que adaptarse a otras formas de llevar a cabo la tramitación de leyes, debates de control político y por supuesto, el debate técnico en las comisiones y el debate político en las plenarias. En este sentido, ubicaremos el presente informe desde las posiciones de los senadores Ritter López (Partido de la U), Abraham Jiménez (Cambio Radical) y el representante Christian Garcés (Centro Democrático). La inédita situación presenciada durante este fin de legislatura en el año 2020 obligo a los y las congresistas a adaptarse a una nueva forma de trabajo virtual. El expresidente del Senado, Lidio García, manifestó que esta transición significó aún más trabajo pues implicó hasta 15 horas de trabajo diarias 1. Así pues, en este proceso, manifiesta el senador López que, en medio de la inédita situación, “si las disposiciones presidenciales no permitían vuelos o viajes intermunicipales ni reuniones de más de 50 1 El Tiempo (22 de junio, 2020). ‘El Congreso nunca había trabajado tanto como con la virtualidad’. El presidente del Senado, Lidio García, habla sobre las sesiones que acaban de terminar. URL: https://www.eltiempo.com/politica/congreso/lidio-garcia-presidente-del-senado-hace-balance-sobre-sesionesvirtuales-509616
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personas, el Congreso debía adaptarse y modernizarse. Sin embargo, fuimos paso a paso y comenzamos con los debates de control político, función que expresamente establece la constitución como la que se debe aplicar en estados de emergencia. Así, en semana santa comenzamos con algunas reuniones informales hasta que el 13 de abril comenzamos con los debates.” Sin embargo, con el paso de los días, a partir del trabajo diario y luego de conocer la directriz que daba lugar al protocolo para sesionar, “fue relativamente sencillo toda vez que los debates de control político nos dieron el espacio para aprender a unirnos a las reuniones, a tomar la palabra, a manejar la plataforma, etc.” afirmó el senador López, quien a su vez, en la misma dirección que el expresidente del senado consideró que las jornadas fueron mucho más extenuantes. Por su parte, el senador Abraham Jiménez relata que no solo cambió la forma de trabajo de legisladores, sino también en sus Unidades de Trabajo Legislativo y de quienes trabajan directamente como funcionarios de la Corporación. En este sentido, “ha sido un proceso que ha cambiado no solo la manera cómo funciona el Congreso de la República, sino también, el ritmo laboral de los Congresistas, el funcionamiento al interior de las UTL, de los empleados administrativos, y en general de todos los trabajadores de la Corporación para poder llevar a cabo las sesiones online, y en algunos casos, muchos se han visto afectados al no contar con las herramientas tecnológicas necesarias para el ejercicio de esta nueva modalidad laboral” afirma el Senador Jiménez. Y aunque fuese un proceso difícil de adaptación a una normalidad con la cual no se estaba familiarizado, para el representante Garcés fue un período productivo pues “se realizaron múltiples de debates de control político al Gobierno Nacional, se aprobaron diferentes iniciativas de Ley como lo fue nuestro proyecto 179 de 2018 (Cámara) en beneficio de la población con discapacidad auditiva y se sacaron adelante temas indispensables para afrontar el Covid-19 y sus consecuencias socioeconómicas”.
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Respecto al desarrollo de las comisiones y plenarias, estas se realizaron como comúnmente se hacía: comisiones en la mañana y plenarias en la tarde. El senador Ritter López destaca la asistencia, la participación y sobre todo la puntualidad, sin embargo, “plenarias fueron mucho más extensas que en la presencialidad”. De igual manera, afirma que la dinámica de la virtualidad afectó de manera significativa el desarrollo de las sesiones, pues la virtualidad desdibuja la presencia en la comunidad y, por ejemplo, en los debates de control político se pierde un poco la rigurosidad. Pero aún en medio de todas las dificultades, “no podríamos, con la excusa de la pandemia, dejar de sesionar porque indudablemente el equilibro de poderes y los pesos y contrapesos de la democracia se verían afectados de una manera muy importante”, relata el senador del Partido de la U. Para el senador Jiménez, ante las dudas jurídicas sobre la actividad legislativa en ausencia de sesiones presenciales, “podría decirse que al interior del Congreso no hubo una posición unánime sobre cómo sería su funcionamiento durante la emergencia, lo que conllevó a que ambas Cámaras y cada una sus Comisiones adoptara de manera autónoma las herramientas que consideró pertinentes para cumplir con su función constitucional”. Continúa el senador Jiménez, “En el caso de la Comisión Cuarta de la cual soy integrante, por ejemplo, hasta el 4 de junio se realizaron “reuniones” en las cuales se invitaba a los funcionarios del Gobierno Nacional a participar en ellas con el fin de atender los cuestionarios enviados para ejercer control político a las funciones relacionadas con su cargo. Posterior a la fecha indicada, y con fundamento en la Resolución N°181 con fecha del 10 de abril del 2020 expedida por la mesa directiva del Senado pero comunicada a las comisiones los primeros días de junio junto con el protocolo adoptado por el Secretario General para la realización de las “sesiones” no presenciales dentro de los procesos legislativos y de control político, en la Comisión Cuarta, empezaron a adelantar “sesiones” de control político”.
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Por su parte, el representante del Centro Democrático narra que “las Comisiones desde luego tendían a ser más organizadas que la Plenaria, pues, al estar conformadas por grupos más pequeños de senadores o representantes, la dinámica se prestaba para que fluyera con mayor facilidad. No obstante, la disposición de la mayoría en el Congreso siempre fue la mejor para que las sesiones transcurrieran con normalidad”. Resalta además la posición de la oposición en medio de la virtualidad: “los grupos de izquierda o alternativos como el Partido Verde, el Polo, FARC, etc., nos hicieron perder mucho tiempo exigiendo la presencialidad o semipresencialidad”. En términos de las ventajas y desventajas, el senador Jiménez resalta que “La ventaja realmente importante luego de un período de sesiones virtuales es que el Congreso de la República logró adaptarse a la coyuntura que afronta el país y pudo cumplir con sus funciones constitucionales y cumplirle a sus electores, pues no podía el Congreso como órgano de representación política y deliberación de democrática paralizarse ante la emergencia”. No obstante, para el representante Garcés, “la desventaja fue el contacto. Cuando las sesiones son presenciales es mucho más fácil interactuar con los demás compañeros de la bancada y diferentes partidos políticos. Es mucho más sencillo que nuestros asesores se relacionen entre ellos y claro, relacionarse con la ciudadanía.” Pero de otro lado también reconoce que la virtualidad le ha permitido al Congreso sesionar más y en este sentido, ser más productivo. Referente a las preocupaciones sobre la toma de decisiones en medio de la virtualidad, el senado adoptó los lineamientos del Protocolo expedido por la Secretaría General del Senado de la República, por medio del cual se estableció la herramienta tecnológica para abordar las sesiones de manera virtual. Por su parte, la Mesa Directiva de la Cámara, a través de la resolución 0777, organizó la corporación de manera que se pudiera sesionar virtualmente. Lo que permitió esta resolución fue establecer los parámetros bajo los cuales se podía sesionar virtualmente y las pautas para la realización de debates y la recepción de documentos.
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En este sentido, para el senador López el procedimiento de toma de decisiones fue el mismo: “la solicitud de la palabra para intervenir, la posibilidad de dejar constancias, el tiempo de las intervenciones, la presentación y votación de impedimentos, la presentación de proposiciones y la votación de las mismas, así como de aprobación o archivo de proyectos también”. De igual manera, para él no hubo mayores complicaciones, pues fue un proceso rápido teniendo como prueba la cantidad de proyectos que se lograron evacuar, resaltando así la ventaja de la virtualidad. Así pues, el desarrollo de sesiones virtuales, si bien fue un proceso importante y de difícil adaptación, generó también una serie de ventajas que le permitió al Congreso de la República seguir sesionando y cumpliendo con sus labores constitucionales, así como ser garante de su función como contrapeso dentro de la división de poderes. Dicho esto, nos encontraremos con otras opiniones sobre la función legislativa de manera virtual en tiempos de pandemia, sus limitantes y enseñanzas en medio de un mundo cada vez más interconectado.
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