Cultura al alcance de todos

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HOSPITAL UNIVERSITARIO

HOSPITAL UNIVERSITARIO GARANTIZARÁ ATENCIÓN A PACIENTES

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Continuará la atención a beneficiarios del Seguro Popular y creará sinergia con el nuevo sistema de salud del gobierno federal El Hospital Universitario “Dr. José Eleuterio González” de la Universidad Autónoma de Nuevo León, aclaró hoy, en rueda de prensa, que seguirá brindando atención a pacientes afiliados al Seguro Popular. “Queremos aclarar que los pacientes que ya estaban registrados en el anterior sistema de salud, serán atendidos como en años anteriores. “La idea es que sigamos atendiendo a los pacientes que estaban en el Seguro Popular. Este año hay un cambio en el sistema de salud nacional con el Instituto de Salud para el Bienestar, pero hay que apoyarlo, sumarnos y fortalecerlo”, aclaró el Director del Hospital Universitario de la UANL, Edelmiro Pérez Rodríguez. De acuerdo con información del HU, los pacientes que ya tenían sus documentos vigentes del Seguro Popular, solo es necesario presentarlos para que sigan siendo atendidos. -Por otro lado, los no derechohabientes y que buscan atenderse en el Hospital Universitario, los canalizarán al área de Trabajo Social del nosocomio para registrarlos. A partir del 1 de enero de 2020 entró en operaciones el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), en susti-

tución del Seguro Popular. Incluirán todos los padecimientos De acuerdo con el Gobierno de México, los beneficiaros del INSABI recibirán servicios médicos sin restricción porque habrá atención universal para todos los padecimientos, incluidos los que generen gastos de alta especialidad. Ante este panorama, el doctor Edelmiro Pérez Rodríguez, señaló que el Hospital Universitario de la UANL asumirá el compromiso de brindar servicios a los pacientes, en sus diferentes niveles de atención médica. “Si hay pacientes con cáncer, por ejemplo, que estaban recibiendo tratamiento de quimioterapias en otro hospital y ya no son atendidos, pueden venir con nosotros y les brindaremos la atención. “Solo les pedimos que traigan su expediente médico para no duplicar tratamiento o iniciar de nuevo. Pero sí les pedimos tiempo para organizarnos a este nuevo sistema de salud”, expresó. Pérez Rodríguez informó que la siguiente semana el Hospital Universitario de la UANL brindará teléfonos de atención. Los pacientes que tengan cualquier duda, también pueden dirigirse al segundo piso del HU en el área de laboratorios, donde se les dará seguimiento.

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Preparatoria N° 22

PRIMER MACROSIMULACRO A NIVEL NACIONAL

En las instalaciones de la preparatoria 22 de la Universidad Autónoma de Nuevo León el pasado 20 de enero del año en curso se llevó a cabo el primer Macrosimulacro a nivel nacional del 2020 con el objetivo de fomentar la cultura de Protección Civil en la sociedad, a contribuir el fortalecimiento de las unidades internas y brigadas ante cualquier emergencia. El Macrosimulacro fue encabezado por el dirigente de esta institución el Maestro Javier Leal Chapa quien en conjunto con estudiantes, docentes y personal administrativo siguieron las indicaciones de las brigadas de apoyo para desalojar el plantel de manera rápida y segura de acuerdo al plan de contingencia. El Macrosimulacro fue supervisado por elementos de Protección Civil y de la Guardia Nacional.

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Preparatoría N° 1

La prepa No. 1 de la UANL celebra con nosotros su 23° aniversario

¡Muchas Felicidades! VNL/Enero/Pág. 8


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VIENTRES DE TIERRA

El Carmen

tierra donde nace el agua y cae Por Zenyazhent Hernández

En ese pequeño fragmento terrenal llamado “El Chipinque”, el mundo vería nacer no sólo el agua sino también lo que hoy en día conocemos como el municipio de El Carmen en el estado de Nuevo León; cuyo nombre se origina sin mucha certeza, pero se considera posible que provenga de la Virgen del Carmen. En 1604, el capitán Bernabé de las Casas emigró al continente americano acompañando a Cristóbal de Oñate para establecerse en Mazapil, Zacatecas. En este lugar, De las Casas hizo una gran fortuna como resultado de la explotación minera. Tras casarse con Beatriz Navarro, partió hacia el norte, donde se le otorgó una merced de tierra y una encomienda de indios. Descubrió las minas del Rosario en la Hacienda de Chipinque y las VNL/Enero/Pág. 10

de Magdalena en Abasolo, Nuevo León, las cuales explotó por algunos años para luego heredarlas por partes iguales a sus hijos, por partes iguales. Su hija Juliana heredó El Chipinque. Los ataques de los indios obligaron a doña Juliana a abandonar el punto de El Chipinque y se lo vende a don Diego de Villarreal y sus hijos, a quienes se les atribuye lo que sería más tarde El Carmen, Nuevo León. El 5 de febrero de 1852, nace el decreto 136 firmado por el entonces gobernador don Agapito García y su secretario don Santiago Vidaurri, dándole al fin la calidad de municipio. Con el paso de los años, los habitantes de este municipio se han dedicado principalmente a la agricultura y la ganadería. En el siglo pasado creció radicalmente su in-

dustria y, gracias a su cercanía a Monterrey y su área metropolitana, El Carmen tuvo un gran potencial de desarrollo tanto industrial como ganadero. Este hermoso municipio de nuestro estado es vestido en su interior por la flora de la Anacahuita, el cenizo, uña de gato, ébano y mezquite. Su fauna consiste del tejón, tlacuache, víbora de cascabel, cenzontle y cuervo. Actualmente este municipio es liderado por Gerardo de la Maza, quien se preocupa por la inclusión de los jóvenes e inculcar los valores tanto en las nuevas generaciones como en el resto de los ciudadanos que habitan estas tierras a través de brigadas y campamentos, manteniendo la unión humanitaria y fraternal de El Carmen, Nuevo León.


LEYENDA El niño del violín Esta leyenda tiene su origen en 1908, año en que murió Gregorio Alanís González a la edad de 13 años. El niño Alanís nació un 17 de noviembre de 1895 en El Cercado, Santiago y sus restos reposan actualmente en el panteón de El Carmen. El pequeño era conocido por ser un virtuoso del violín, aunque su futuro promisorio en la música se vio frenado al ser víctima de la temible tuberculosis. Sus papás, Ramón y Manuela, buscaron plasmar todo su amor a través de una obra de arte que representara la vida de su hijo. Para ello contrataron los servicios de un escultor italiano, el cual creó una figura del pequeño Gregorio con su violín al brazo. El realismo de la escultura es notable y de inmediato llama la atención de propios y extraños. Cuentan que entre la 1 y 3 de la mañana se escuchan las notas emotivas del violín de Gregorio Alanís, quien desde otro plano vuelve para ejecutar con maestría su instrumento, amenizando las madrugadas del bello Panteón del Carmen. La cúpula encendida Entre los lugareños se cuenta que el sacerdote de la antigua parroquia del municipio se suicidó en el campanario porque muchas personas le debían dinero de misas hechas para bodas y quinceaños. Desde entonces la iglesia se encuentra abandonada y ha sido escenario de vandalismo y pandillerismo, ha sido completamente saqueada al punto de quitar todo cableado de electricidad, por lo que resulta extraño para los vecinos es que en las noches se encienda la cúpula de esta iglesia. En dicho lugar hay pequeñas casas donde habitaban monjas y se rumora que cuando pasó la tragedia se marcharon, dejando el lugar abandonado y en ruinas. Actualmente se han encontrado restos de veladoras y otros objetos utilizados en rituales de brujería dentro de la capilla.

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Geografía ●El Carmen se encuentra localizado en la zona centro del estado de Nuevo León y cuenta con una extensión territorial de 131.40 kilómetros cuadrados; limita al norte y al este con el municipio de Salinas Victoria, al sur con el municipio de General Escobedo y al oeste con el municipio de Abasolo e Hidalgo. ●El relieve del municipio de El Carmen es variado, encontrándose las mayores elevaciones en la zona norte y van descendiendo a medida que se avanza hacia el sur; la zona más accidentada representa aproximadamente el 15% de la superficie municipal y corresponde a las estribaciones de la Sierra de Minas Viejas. ●Hacia el centro se encuentra la zona semiplana, abarcando un 10% del territorio y el restante 75% de la extensión territorial es eminentemente plana, siendo gran parte el sur, donde se encuentra la Sierra del Fraile.

Arquitectura ● El templo de Nuestra Señora de Guadalupe, ubicado en la cabecera municipal, tiene una antigüedad de más de 200 años. El edificio es el de una nave, con el campanario y la sacristía hacia el poniente. ● La torre del campanario es cuadrangular de dos cuerpos, cubierta por una cúpula octogonal con linternilla y veleta. ● El templo de la Virgen de la Cueva, que se encuentra en la Hacienda del Jaral. ● Junto al templo de la Hacienda de los González se encuentra el ruedo donde antiguamente se hacían corridas de toros y jaripeos; las glorietas que adornan la plaza fueron construidas en 1870 y son las únicas que quedan en el estado. VNL/Enero/Pág. 12


Gastronomía ● Chicales. ● Tasajo ● Tortillas de trigo y harina.

Tradiciones

● 5 de febrero: la erección en villa del municipio. Esta celebración se instituyó por primera vez en el año de 1986 durante la Feria Industrial de la Nuez, enmarcándose dentro de las celebraciones de la Virgen de la Cueva. ● 8 de septiembre: en las fiestas de la Virgen de la Cueva, en el Jaral, se acostumbra llevar a la virgen lo mejor de la cosecha, consistente en: caña de azúcar, maíz, nuez, calabaza, etc.; asimismo una ofrenda floral por parte de la cabecera municipal. Este día también se hace una misa al aire libre, seguida por una verbena popular con bailes, pólvora, juegos pirotécnicos y venta de antojitos de la región. ● 15 de septiembre: noche mexicana y el tradicional Grito de Independencia. ● 20 de noviembre: desfile de carros alegóricos. Turismo ● Cuenta con un parque zoológico ubicado en la cabecera municipal, así como un terreno de 60 hectáreas que en época de lluvias almacena agua en un raso de tres hectáreas, el cual es visitado para la recreación. ● En la Sierra de Minas Viejas, se encuentran localizados a cinco kilómetros de la cabecera municipal lo que fueron fundos mineros; El Rosario, Santo Cristo y San Juan, principal fuente de ingresos de los habitantes hasta 1895. ● El río Salinas constituye un lugar de esparcimiento, pues se acostumbra acampar y bañarse en sus orillas.

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FORTALECIENDO LOS VALORES

LA FAMILIA Tener un hogar es una de las bendiciones más grandes en la vida. Se trata del lugar donde experimentas por primera vez sueños, dolores y sonrisas con los miembros que conforman tu familia, ese grupo de descendientes de un ancestro en común y donde compartes valores, creencias y tradiciones; a quienes conoces mejor que nadie y con los que has creado recuerdos a través de los años. El ADN está conformado por partículas llamadas genes, éstas portan material genético que, al juntarse con otras, se organizan a lo largo de los cromosomas para definir los caracteres hereditarios de cada ser vivo y su parentesco con otros. Pero más allá de la ciencia, la característica social que nos vuelve familia es la lealtad. VNL/Enero/Pág. 14

El corazón también elige a quién adoptar; los lazos nacen, crecen y se fortalecen hasta que una relación termina por transformar a diversos individuos en personas representativas para nosotros; llámese papá, mamá, hermano, hermana o amigo; todos pueden ser familia porque, como una famosa película nos enseñó: Ohana significa familia y tu familia nunca te abandona ni te olvida.

por Fernanda Magro Soto

Foto por César Salinas


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por Bruno Santillán

Llevar la cultura a todos los sectores de la población es una labor con poco más de un siglo de antigüedad y a la que constantemente volvemos en temas de educación. Si bien la enseñanza como la conocemos tiene relativamente poco al compararla con el tiempo que llevan las artes y ciencias entre nosotros, la historia de la educación nuevoleonesa inicia y se cuenta con el nacimiento de un edificio.

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Choque entre dos mundos Hola caballero muy buenas tardes, ¿cómo está nos damos la mano? ¡Esooo! Sin miedo que no muerdo nomás robo pero un minuto de su tiempo, ¿ahhh verdad qué dijo éste ya me va a asaltar a plena luz del día y con este solazo? Nombre pero si ahorita usted anda caminando imagínese uno que tiene aquí desde las ocho tapándose con una tarjetita que ni sombra hace y mire así como me ve de prieto pues le digo que en la mañana que llegué yo era blanco se me hace que hasta más blanco que usted fíjese pero quién sabe qué me pasó, ahhh se crea pero mire aprovechando la sombrita que traigo en la mano y usted su celular afuera ¿podría decirme a qué compañía telefónica pertenece? Si la explanada de Colegio Civil fuera zona de guerra, los vendedores de chips para celular —después de las palomas, claro— serían los sol-

dados al frente del batallón y yo un simple cabo muerto en los primeros segundos de la batalla por una bala perdida. El astuto personaje, consciente de la reacción que provocaría plantarse frente a mí y de su corto tiempo, optó por acompañarme en una travesía de veinte pasos y extendió su brazo en busca de un saludo que tenía tanta posibilidad de encontrar como de nunca recibir; un auténtico salto de fe. Rodeado por puestos de artesanías, comida y ropa, la construcción sobre nosotros —que ha plasmado desde 1797 las visiones arquitectónicas de personalidades como Jean Crouset, Jerónimo Treviño, Elisa Sánchez y Juan Casas— yace en el centro de la ciudad de Monterrey abrazada por 5 de mayo, Juárez y Washington. En verano, los rayos del sol caen como estrellas fugaces que nunca pararon de correr y nace de este encuentro

una ola de calor capaz de convertir el tramo más corto en un infinito río de lava, mientras que el invierno almacena el frío en los poros del pavimento y la altura del edificio vuelve a la explanada en el conge’ abierto del alto refrigerador de sillar con cantera y granito. La construcción emerge de la tierra como un muro ajeno a su realidad inmediata, como si no encajara en ella, mientras su sombra traza una línea entre pueblo y cultura que tantos han dedicado su vida a romper. ¿Alguna vez Colegio Civil ha logrado deshacerla? Hacia una educación colonial Nuestra Señora del Rosario, así iba a llamarse, o al menos así ordenó el obispo Llanos y Valdés que se le conociera al nuevo hospital para pobres. La construcción a cargo del arquitecto francés Jean Baptiste Crouset, Juan Bautista o “Jean” para los amigos del continente americano, VNL/Enero/Pág. 19


inició en 1797 pero se vio interrumpida. A pesar de ello, las instalaciones lograron funcionar parcialmente para su intención original hasta que se convirtió en propiedad de la milicia. Un siglo atrás, los españoles habían llegado a colonizar nuestro actual territorio sin saber qué les esperaba. El entonces Nuevo Reino de León no tenía las mejores condiciones económicamente hablando, pues las minas, sinónimo de riqueza, prosperaron en los estados al occidente del país y la producción ganadera se limitaba a México y Querétaro. A los pobladores no les quedó más que convertirse en mineros, agricultores, ganaderos o soldados y la idea de recibir una educación fuera de los límites administrativos, por su relación directa con la economía de la región, no fue considerada sino hasta que comenzaron a aparecer resultados positivos a raíz de la explotación

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de los indios, las minas y el agostadero. En realidad fue la generación de hijos de los colonizadores a quienes enviaron a las universidades de México, Guadalajara o Puebla a estudiar el sacerdocio, pues sólo en aquellos seminarios educaban al clérigo para después volver a su hogar y aplicar lo que habían aprendido, convirtiéndose en los pioneros de la educación superior en el Nuevo Reino de León. Educación en tres partes La enseñanza en nuestro Estado previo al nacimiento de la Universidad, hoy autónoma, de Nuevo León en el siglo XX puede dividirse en tres acontecimientos. El primero se traslada al regreso de uno de esos hijos de colonizadores, el sacerdote Jerónimo López Prieto, para convertirse en teniente de cura de la Parroquia de Monterrey. Tras percatarse de su vocación por la enseñanza, el entonces goberna-

dor del Estado, Juan Francisco de Vergara y Mendoza, le obsequió una tierra entre lo que hoy es Morelos y Escobedo para construir la iglesia de San Francisco Javier en 1702. A ésta se sumaría diez años después el Colegio de Padres Oblatos, donde impartían filosofía, y de ahí la educación superior de Nuevo León comenzó su lento pero seguro auge. No pasaría poco más de dos décadas para que el Colegio, ya fusionado con la Compañía de Jesús, fuera clausurado tras la expulsión de los Jesuitas de territorio español. Pero el Estado comenzaba a presenciar un aumento en el flujo de su economía al descubrir las minas de Lampazos y Vallecillo a mediados de siglo, abriendo la posibilidad de una mayor inversión a la educación nuevoleonesa. El Seminario de Monterrey Desde el colegio del padre López Prieto, no hubo en Monterrey una


nueva institución educativa hasta 1767 con la aparición del Colegio Seminario dentro del convento de San Francisco —en lo que hoy es Sabinas Hidalgo—, el cual impartía, no muy ajeno a las materias de su predecesor, clases de filosofía y retórica por el sacerdote Cristóbal Bellido y Fajardo. El nombramiento de Linares como sede episcopal once años más tarde y el mismo nombramiento para Monterrey doce después, convirtió a esta tierra en uno de los centro políticos más importantes del país, atrayendo personajes de la historia de México como fray Servando Teresa de Mier y Miguel Ramos Arizpe a escuchar las clases de Cristóbal Bellido durante el gobierno de Simón Herrera y Leyva. Ante esta respuesta, y haciendo uso de el creciente número de miradas hacia Monterrey y el Nuevo Reino de León, el doctor Andrés Ambrosio de Llanos y Valdés, nuevo prelado, funda el Real y Tridentino Colegio Seminario Conciliar de Monterrey el 19 de enero de 1792. Hacia una educación laica Mientras el obispo mandaba a construir un hospital en el corazón de nuestra ciudad, la popularidad del Seminario a finales del siglo XVIII y principios del XIX fue tal que atrajo hasta alumnos fuera del Estado, como Texas, Coahuila y Nuevo Santander, hoy Tamaulipas y parte de Nuevo León y Texas. Aunque no existe un registro oficial del plan de estudios, David Díaz y Javier Rodríguez (2015) teorizan el siguiente con base en que Nuevo León pertenecía a la diócesis de Nueva Galicia y, como muchas otras instituciones hacen en la actualidad, partieron del plan de una institución previa y superior al regiomontano, como lo fue el seminario de San José en Guadalajara:

europea medieval, artes, metafísica aristotélica, física y latín [...] en el curso de teología, se dedicaban tres años al estudio de la Summa Theological de Santo Tomás de Aquino, para entender la naturaleza de Dios. Una vez terminado esto, se dedicaban a la teología moral, teología dogmática y a las matemáticas y geometrías más avanzadas de su época. (p. 170)

Sin embargo, México había entrado a una transición ideológica que cambió por completo el curso de su historia, la cual alcanzó su fulgor tras la Independencia. Y a pesar de seguir funcionando durante la creación del Estado Libre y soberano en 1824 y de ser sancionada la constitución estatal en 1825, el inicio de la vida institucional de Nuevo León comenzó a dejar atrás los restos de la corona [Se agregó] letras hispánicas, literatura española a través de barreras legales,

económicas e, inconscientemente para ellos, educativas. Caballo de Troya nuevoleonés Si bien la falta de recursos económicos fue algo que comenzaba a afectar al Seminario, el motivo de ésta era más preocupante aún. La transición ideológica por parte de la población, en especial los jóvenes, hacia un antropocentrismo lógico-científico aunado a la necesidad de licenciados que vieran por el desarrollo industrial y político de Nuevo León, resultó en un cambio de enfoque para la educación en busca de responder a las demandas del Estado. Aparece de pronto el as bajo la manga: el licenciado José Alejandro de Treviño y Gutiérrez introduce la VNL/Enero/Pág. 21


“Santiago Vidaurri, durante cuyo gobierno se autorizó la fundación del Colegio Civil, el 4 de noviembre de 1857 (Grabado de 1856, tomado de: Historia de la Revolución de México) (p. 33)”.

primera cátedra de Derecho Canónico y Civil en Nuevo León al plan de estudios del Seminario en 1824, y un año más tarde, José María Parás — primer gobernador constitucional— vuelve a la cátedra responsabilidad económica del Estado, haciendo del Real y Tridentino un colegio semi-oficial, pudiendo así otorgar grados académicos en Teología y Derecho, lo cual llevaría a la institución a ser reemplazada por órdenes gubernamentales. La relación Iglesia-Estado entró en una tensión sin precedentes. El disVNL/Enero/Pág. 22

curso liberal y los errores cometidos por el propio clero se extendieron hasta que en 1852 el gobernador Santiago Vidaurri solicitó la creación de un Colegio Civil de educación media básica y superior laica, y antecedente obligatorio para ingresar a la Escuela de Jurisprudencia entre otras facultades que fundasen. Colegio Civil La aparición del Colegio Civil no fue de un día para otro e incluso después de la orden de Vidaurri, quien le había echado el ojo a cierto hospital, vinieron una serie de problemas

políticos —la Guerra de Reforma lo obligó a escapar al sur por ser de los más importantes del Partido Liberal, entró en conflicto con el Gral. Santos Degollado ante la traición de sus hombres y fue derrocado por Silvestre Arramberri por la gubernatura del Estado— que limitaron la fundación del colegio hasta el 30 de octubre de 1859 en las instalaciones del antiguo Seminario y siendo director el licenciado José de Jesús Dávila y Prieto. Dos meses después, Vidaurri volvería al poder e integraría al Colegio la Escuela de Jurisprudencia y la Escuela de Medicina —fundada por un pasante que daba clases en el Hospital del Rosario y tenía fama por su vocación didáctica: José Eleuterio González “Gonzalitos”—, reabriendo sus cursos el 5 de diciembre del mismo año y siendo el primer matriculado Antonio Ma. Elizondo de manera gratuita. Para este punto, la oferta educativa del Colegio consistía en una escuela preparatoria de cinco años —dos de latinidad o secundaria y tres de filosofía o preparatoria— y el nivel superior contaba con las carreras de jurisprudencia —cuatro años de cursos teóricos y dos prácticos—, medicina —combinando teoría y práctica— y farmacia de cinco, a diferencia de las anteriores. Bastante fortuita resultó esta etapa para el Colegio. La marea política había cesado y tanto Monterrey como el Estado seguían un progreso económico que permitía el acercamiento del gobernador con los directores, profesores y el alumnado en premiaciones realizadas al final de cada curso para que los mejores estudiantes presentaran sus conocimientos en el área que les competía. Asimismo, y como ocurrió con el Seminario, personas provenientes de estados vecinos arribaban a Nuevo León para ingresar como estudiantes del Colegio.


La aparición de este instituto abrió las puertas a la creación de nuevas dependencias educativas en el Estado y de acuerdo con Héctor González (1945), para enero de 1864 en Nuevo León radicaba el: Colegio Civil, con 193 alumnos; Seminario Conciliar [ahora en otras instalaciones], con 65; Colegio de las Hijas de la Caridad, con 238; Preparatorio de D. Fernando Velarde, con 70; Colegio Comercial de Félix Galván, con 60; tres establecimientos públicos (o escuelas primarias oficiales) en Monterrey, dos en el Mineral de San Pedro y una en San Bernabé (Topo Chico); además en Monterrey, cuatro escuelas particulares para niños y tres para niñas. A todas concurrían estudiantes regiomontanos y de otras ciudades fronterizas. (pp. 10-11)

“Gonzalitos” vs Francia La cátedra e instrucción de Gonza-

litos lo volvió en un docente muy querido y respetado por sus jóvenes alumnos. Tanto su conocimiento de cómo se manejaba la institución como su importancia como fundador de la Escuela de Medicina lo volvían una opción popular al pensar en el siguiente director después del licenciado Jesús María Aguilar. Y para bien o para mal, su entrevista de trabajo llegó desde Francia a nuestro país con intenciones de quedarse. Cuando inició la segunda invasión francesa, las instalaciones del Colegio se encontraban en lo que hoy es el Circuito Mercantil Mutualista entre las calles Ocampo y Zaragoza. Los franceses llegaron a Monterrey en 1864 y tomaron la institución

“Gral. Jerónimo Treviño, impulsor de la obra material del edificio actual. (Grabado de 1867. Reseña Histórica del Ejército del Norte)” (p. 37).

como base militar, lo cual hizo que todos los jóvenes voltearan a Gonzalitos por algún tipo de instrucción. El doctor dejó que los estudios menores siguieran en el edificio, pero asignó a catedráticos para impartir las materias en sus hogares, donde recibían alumnos a escondidas de las órdenes de Maximiliano. De Latinidad [secundaria]: José María Múzquiz, Mariano Sánchez Peña (coahuilenses) y Antonio Buentello, que era catedrático desde 1860. Primer Año de Filosofía [preparatoria]: Isidoro Septién. Tercer Año de Filosofía [preparatoria]: Antonio Garibay. Prefecto de Estudios: Lic. Amado Valdéz. Dibujo: Prisciliano Barragán. Música: Epigmenio R. Melio. CELADORES: Secundino Roel, José María Mier y Gral. Jesús Paz. (Como se cita en González, 1945, p. 12)

Una vez que las tropas del general Mariano Escobedo entraron a Monterrey en agosto de 1866 los franceses habían desalojado las instalaciones y el Colegio tuvo una gran reapertura donde no sólo se designó al doctor como el nuevo director, sino que gracias a Jerónimo Treviño la institución por fin comenzó a residir el 15 de octubre de 1870 en el edificio que todos conocemos al día de hoy. Legado estudiantil Con el paso de los años, los planes de estudio se adaptaron constantemente a las demandas de la sociedad regiomontana y nuevoleonesa, e incluso las propias facultades llegaron a separarse del Colegio por el creciente alumnado y la necesidad de arreglos al edificio del siglo XVIII. Para 1891 el general Bernardo Reyes, ya como gobernador, y el ingeniero Miguel F. Martínez impulsaron la idea de una unificación en la enseñanza de toda la República que había llegado hasta el Gobierno Federal. Esta idea transformó a la educación básica en obligatoria y laica; la situó al alcance de zonas rurales; y volvió a las escuelas preparatorias en gratuitas. Pero la creciente fuerza estudiantil que venía desde la segunda mitad del VNL/Enero/Pág. 23


siglo XIX se vio reflejada en las diferentes actividades científico-humanísticas y publicaciones realizadas por ellos mismos con o sin el apoyo de profesores de la institución. Tal es el caso de las sociedades y conferencias que se organizaban en el Colegio; el periódico El Horario, fundado por Martínez y dirigido por Enrique Gorostieta, o La Constitución, que se convirtió en uno de los medios impresos que tomó partido en la contienda política regiomontana a principios del siglo XX en favor

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del general Reyes. Estas actividades pulieron y formaron las voces de científicos, escritores, abogados y artistas como Alfonso Reyes, Raúl Rangel Frías, José Alvarado, Arturo Rosenblueth, Enrique C. Livas, César Sepúlveda y Miguel F. Martínez que han sido reconocidos a nivel nacional e internacional. El amanecer de la Universidad Para 1929, cuando el país enfrentó una crisis económica posrevolucionaria, Monterrey ya se había incorpo-

rado como la ciudad más importante en el rubro industrial de la República y con mayor incremento en la migración rural. Si bien el índice de analfabetismo no se comparaba con el de otras zonas de México, una sociedad de ese tamaño que no planeaba parar lógicamente necesitaba más que ciudadanos que supieran leer, escribir y realizar operaciones matemáticas. Nace la idea de la Universidad del Norte por un grupo de personajes que acudirían al entonces rector de la Universidad Nacional, José Vascon-


celos, para plantearle la idea y recibir su apoyo como soporte al presentarla ante el Estado. Después de ser rechazada en el primer intento pero impulsada por Alfonso Reyes en el segundo, las tareas preliminares comenzaron en 1933, coordinadas por el doctor Pedro de Alba. Meses más tarde de que la primera Ley Orgánica se publicara, la Universidad comenzó a funcionar el 25 de septiembre de ese mismo año con: cuatro facultades: Medicina, Derecho, Ingeniería Civil y Farmacia y seis escuelas: la Normal, Colegio Civil, “Álvaro Obregón”, “Pablo Livas” y Enfermería y Obstetricia, las cuales recibieron a 197 alumnos en licenciatura y mil 229 en bachillerato. (UANL, 2008, p. 6)

El Colegio fue renombrado a Escuela de Bachilleres y fue sede de la Rectoría. Aquí se originó Preparatoria

No. 1 y, por acuerdo del Estado, la Preparatoria No. 3 para trabajadores, cubriendo las necesidades de alumnos que no tenían oportunidad de estudiar por cuestiones laborales. Centro Cultural Universitario La Universidad siguió su curso en el Estado y, como cualquier otra dependencia educativa, se fue moldeando de acuerdo a intereses sociales, económicos y políticos de Nuevo León, México y la cultura occidental; la segunda década del siglo XX por fin vio el acceso de mujeres a la educación superior y para finales de ésta, el número ya era considerable; así como también se logró la autonomía a finales de los 60s. Pero durante todo este tiempo, el Colegio Civil se mantuvo ahí, quieto. Si bien sirvió para reuniones específicas o movimientos estudian-

tiles, pues simbolizaba un punto de partida, el paso de los años no le había sentado bien. El edificio fue aumentando de tamaño y agregando espacios nuevos que no respetaban el diseño original, hasta que las facultades se mudaron a Ciudad Universitaria. Pero para el siglo XXI, ya era indispensable una restauración. Así, lo que inició un 2004 terminó el miércoles 31 de enero de 2007 a las 19:00 horas, cuando se inauguró el Colegio Civil Centro Cultural Universitario, dándole un nuevo sentido y objetivo a las aulas que sirvieron para la educación nuevoleonesa: difusión y expansión de la cultura y las artes plásticas, audiovisuales, la danza, música, literatura, el teatro y sede de homenajes a personalidades de nuestro estado y país a la comunidad regiomontana.

“El antiguo Colegio Civil en 1912” (p. 40)

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Colegio Civil es una respuesta a la conciencia cultural que necesita Nuevo León, pero no debe tratarse de un edificio que fue construido para imponerla ante un sector donde, erróneamente, se cree que no la tiene como si fuese el hogar de la antropología evolucionista, sino de una casa con sus puertas abiertas para todos; que expanda los límites para alcanzar esa audiencia y llevarlos por un recorrido donde se sientan reflejados en lo que ven, sienten y piensan. Los centros y espacios culturales no deben ser ajenos a la sociedad ni estar lejos de ella, deben de cumplir con la función de llegar a cuantas zonas les sea posible en la medida que mejor se adapte: a través de una obra de teatro en el auditorio o un concierto en la explanada. Colegio Civil está al servicio de la sociedad, pero ésta también otorga su significado e importancia al edificio, ya sea utilizándolo como un espacio para la cultura o simplemente como una sombrita pa’l sol.

“El Colegio Civil, hacia 1880” (p. 38). VNL/Enero/Pág. 26


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MVC Por pox

Qué.t. Zal. Es.

Mi trabajo me ha llevado por casi toda la república mexicana, desde Tijuana hasta Cancún por decir algo, pero nunca había salido del país. Con el Cartel de Santa tuve el gusto y placer de hacerlo y el primer lugar al que la gira me llevó fuera de mi tierra fue Guatemala. De este viaje destaco dos cosas que me sucedieron: Suerte Después del concierto, estaba aferrado a buscar una fiesta pero no pasaba nada en Guatemala esa noche. El hotel donde nos hospedamos tenía un casino y aunque no era fan e incluso me niego a la suerte —creo que el universo se encarga de eso y otras cosas—, andaba medio pachecón y decidí VNL/Enero/Pág. 28

entrar. Pregunté cómo se jugaba y madres, que gané un chingo de lana —claro, en quetzales. Estaba muy prendido y algo alcoholizado, pero llegué a cambiar todo lo que había salido de la máquina por un fajón billetes cuya cantidad no recuerdo. “Guárdalos, se te van a perder” —me dijo un compa, pero los guardé tan bien que no volví a verlos. El sueño En el concierto de Guatemala se acercó un fan —ahora amigo— de nombre Nelson Pinzón. Unas horas antes me había obsequiado una pulsera que él mismo realizó con sus manos, la cual aún conservo. Antes del concierto, Nelson me

platicaba sobre cómo algún día estaría por Babilonia en Santa Catarina, Nuevo León y le dije “A huevo que sí, carnal; allá lo espero”. Pasó el tiempo que tenía que pasar y llegó el momento de reencontrarme con el guatemalteco pero ahora en Monterrey. Lo saludé e invité a pasar y cenar en Navidad con la familia; me platicó esa gran aventura que llamaba sueño —anhelo— de conocer la casa de su grupo favorito, el Cartel de Santa; se tatuó el logo de M.V.C. y es fecha que platicamos seguido. Los sueños, los anhelos se cumplen. Todo está en uno, todo es posible si te lo propones.


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La glรกndu

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ula pineal por Alejandra Uresti

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La glándula pineal, del tamaño de una lenteja, se encuentra en el centro del cerebro y cumple funciones biológicas muy importantes: es responsable de la producción de la melatonina, que afecta a la modulación de los patrones del sueño tanto de los ritmos circadianos como estacionales. También es conocida como la hormona de la juventud porque deja nuestras células libres de radicales, en otras palabras, es un antioxidante natural que retrasa el envejecimiento con un gran poder inmunológico frente a la mayoría de las enfermedades. Pero en el campo de la espiritualidad, la glándula pineal es conocida en India como el tercer ojo y en Egipto como el Ojo de Horus. Descartes le llamaba el asiento del alma y otros la vinculan con los chakras. VNL/Enero/Pág. 32

Se dice que gracias a ella podemos recuperar nuestro potencial creativo original y obtener otros beneficios como una disminución de los niveles de estrés, una sensación de paz, sueño reparador, equilibrio emocional y mayor concentración. Es un método basado en tres fundamentos: ciencia, espíritu y sabiduría de los pueblos ancestrales. A muchas personas les ocurre que aunque tienen una vida feliz, sienten un vacío permanente; están buscando algo que los complete pero no saben qué es; una incertidumbre los gobierna y les genera malestar. Cuando se eleva la frecuencia vibratoria, es posible dar respuesta a dicha interrogante al permitir que la persona pueda encontrarse con su verdadero propósito. Todo el tiempo estamos lidiando el resultado de nuestros actos, pero

lo que distingue uno de otro es la frecuencia vibratoria en que nos encontramos al realizarla. Los sentimientos nos permiten comprobar en qué frecuencia nos estamos moviendo: la más baja la lleva el miedo y de ahí parten el resto de sus semejantes como la angustia, envidia, entre otros. La ubicación anatómica del alma humana ha sido un tema de discusión bastante controversial en el ámbito filosófico, teológico y científico a lo largo de la historia. Una de las hipótesis más conocidas sobre el tema fue propuesta por Descartes, para quien el alma se alojaba en la glándula pineal —órgano cerebral cuya especial localización permitía dirigir adecuadamente el funcionamiento del cuerpo humano. Según el filósofo, se trata de la parte más importante del cerebro


porque en ella la sangre se convierte en espíritus animales que se extienden por todos nuestros nervios; es la parte del cerebro en donde se encuentra el alma, se produce melatonina y se relaciona con la sincronización de diferentes funciones del organismo —sobre todo en las que tienen que ver con los cambios de luz como el día, la noche, el verano y el invierno. Descartes identifica dos sustancias por las que estamos compuestos: cuerpo y alma (o mente). El primero es espacial, es decir, un mecanismo que ejecuta acciones; mientras que el alma es pura sustancia pensante, no posee extensión. Y aunque una pueda interferir en la otra, esto no simboliza más que una relación mente-cuerpo que sirve de hogar para un alma racional; una entidad distinta al cuerpo que al estar en contacto con uno mismo por la glándula pineal, puede reconocer su espacio. Todo esto en conjunto es lo que nos hace seres humanos.

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LOS COLUMNISTAS por Andrea Aurora Chalita Dávila

Di que vienes de allá, de un mundo raro: una nueva propuesta de literatura gay

Y olvidando el rencor, no diré que tu adiós me volvió desgraciado. JOSÉ ALFREDO JIMÉNEZ

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La mayoría de las obras literarias con temática gay enfocan su trama en la discriminación, enfermedad, prostitución y el ambiente deplorable en que se mueven las personas homosexuales por razones culturales, religiosas o políticas. No obstante, Otra vida para vivirla contigo de Eduardo Mendicutti es una de las excepciones, pues su novela se basa en una relación romántica —y dramática— entre dos hombres —Ernesto y Víctor— con cargos importantes —característica poco vista en la literatura con dicha temática— que atraviesan diversas vicisitudes “modernas”: el ligue, los chismes, las diferencias de edad, y los malentendidos. Cabe recalcar que escribo “modernas” porque en el mundo de Mendicutti, la homosexualidad es, hasta cierto punto, normalizada y las problemáticas dentro de la novela son menos elaboradas. Otra vida para vivirla contigo consta de 15 capítulos largos, cuyo lenguaje rico en recursos literarios se mezcla con la jerga española de los personajes para así moldear el estilo de Mendicutti; un ejemplo de ello es la definición de besote por Ernesto: “Un besote es un beso muy masculino, grandullón, campechano, un beso de amigote, sin demasiada trastienda” (Mendicutti, 2013, p. 20); en nacionalismos españoles, el protagonista otorga su interpretación a las palabras de Víctor. Lo mismo ocurre cuando definen el cruising: “El cruising es lo único que les permite darse un gusto al menos de cinco minutos, los cinco minutos por los que viven el resto de las horas del día” (Mendicutti, 2013, p. 271); un término acuñado por la comunidad gay y, como se puede observar, tomado por el autor para darnos más pistas del lenguaje y ambiente en que se mueve la novela. De igual manera se hace uso del travestismo verbal con el personaje de

Ernesto, el cual se refiere a sí mismo como “maricona mala” al tomar actitudes “dramáticas” o asignadas al estereotipo del homosexual exótico; asimismo al llamarse “gay ejemplar” por ser más recatado. Esto se debe a que “la opresión desemboca en el hablar en femenino, el método donde la diversión se convierte en gozo del oprimido” (Monsiváis, p. 110). Es decir, forma parte del humor de esta comunidad, pues “juega un papel esencial. Al fin y al cabo los homosexuales son gays, alegres por definición, que buscan el ingenio, el santuario de su visión del mundo, allí donde la burla sí es el primer signo de reconocimiento” (Monsiváis, p. 110); por ello Paloma, al ser amiga de Ernesto, tiene permitido usar la palabra despectiva marica: “los maricones, Paloma, di lo totales que somos los maricones” (Mendicutti, 2013, p. 192). Como se observa, este término peyorativo es abrazado por la misma comunidad y utilizada de manera irónica entre ellos, no tienen problema de llamarse a sí mismo de esta manera: “El escritor, sí. El maricón, sí. O sea, el escrito maricón, sí” (Mendicutti, 2013, p. 117). Esta aceptación ocurre en el personaje de Víctor al tener un rottweiler, una raza conocida por su rudeza y tenebrosidad, resultando en una ironía de nombres y emparejamientos graciosa y bien construida que refleja los propios estereotipos gay: “A un gay […] no le pega nada tener un rottweiler, y a un rottweiler no le pega nada llamarse Romeo. Ahí está la gracia” (Mendicutti, 2013, p. 246). A través de estos recursos del lenguaje, el autor juega con las connotaciones de los diálogos de manera humorística utilizando el doble sentido en las conversaciones de los personajes para aligerar el tono de la obra y darle un sentido más cómico: “Un día te la pondré entera —me amenazó/ ¿Dónde? —a mí me dio otro su-

bidón de éxtasis / La comedia musical, digo” (Mendicutti, 2013, p. 42). Según Monsiváis (año), “el complemento de la vida gay es la música” (p. 317), pero irónicamente el protagonista expresa su desagrado por dicho arte, aunque no por los boleros, género significativo para la comunidad gay en años de opresión por el sentido de sus letras: “¿Música? Sólo los boleros y las rancheras” (Mendicutti, 2013, p. 37). Ernesto, al gozar de este tipo de canciones, a lo largo de la obra evoca mentalmente alguna de ellas, que se asemejan con la situación planteada: Había que contar no una, sino todas las mentiras que hicieran falta, incluso haciendo caso omiso de la letra del bolero —di que vienes de allá, de un mundo raro, que no sabes llorar, que no entiendes de amor, y que nunca has amado. (Mendicutti, 2013, p. 34)

En muchas interpretaciones musicales se utiliza el concepto de “mundo raro” para referirse al amor homosexual y en este caso, a inventar el pasado de Ernesto. Es importante destacar el proceso del ligue entre los protagonistas de este romance fogoso que se abarca en la primera parte de la novela ya que “es el hábito de reglas, muy fáciles de manejar y de riesgos que se olvidan al estallar la lujuria” (Monsiváis, p. 300). En la modernidad, estas normas de cortejo incluyen el tiempo de respuesta entre ambos sujetos, un claro ejemplo es cuando Víctor retrasa sus mensajes e influye en los nervios de Ernesto: “Empecé a odiar aquella presentación de mi novela en Rota, empecé a odiar mi dichosa novela” (Mendicutti, 2013, p. 22). Como se puede observar, la ansiedad del protagonista lo lleva al sentimiento de odio; por el contrario, la contestación de Víctor lo serena: “Entonces no supe si seguir odiando Rota o si reconciliarme con Rota” (Mendicutti, 2013, p. 22); este intercambio de mensajería contextualiza a la obra en una época más cercana a VNL/Enero/Pág. 35


la nuestra y destaca el siguiente problema de la pareja: su diferencia de edad. Mendicutti se encarga de recalcarla con diversos comentarios como: “¿Qué hacía yo, a mi edad, con mis achaques de sesentón cansado, con mis deterioros físicos […] con mis pastillas para calmar las palpitaciones y mis paseos para controlar el colesterol […]?” (Mendicutti, 2013, p. 84). Los medicamentos, la fatiga y otros elementos mencionados en el fragmento destacan la vejez de Ernesto como un problema ante la juventud de Víctor. Asimismo, la tecnología retratada en la obra —WhatsApp, iPhones— refleja una clase media alta o clase alta; por ello, como mencioné con anterioridad, sus problemáticas no tienen que ver con la discriminación y la degradación, puesto que “son los bohemios burgueses que socialmente nada tienen que perder y psicológicamente están a salvo de vivir eligien-

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do máscaras” (Monsiváis, p. 327); lo cual puede verse con notoriedad en el poder que ejerce Víctor como concejal: “Como mínimo, te mereces que le pongan tu nombre a una calle. De eso, ahora que soy concejal Delegado de Igualdad, voy a encargarme yo” (Mendicutti, 2013, p. 28). Su influencia es tal que puede nombrar calles y la de su pareja igual por merecer una con su nombre. Sin embargo, un toque interesante de Mendicutti es que no deja atrás los problemas sociales que se viven en España en la época: “Por culpa de la crisis, con el mundo derrumbándose, la gente se está quedando sin trabajo, si hogar, sin comida, sin curación, sin escuela, sin país” (Mendicutti, 2013, p. 299). Ernesto recalca que el no poder ver a Víctor es su mayor problema, pero no el de otros, es consciente de la insignificancia del asunto a comparación de lo que se vive afuera, pero eso no significa que ambos se exenten de crear su paraíso en tierra:

“Víctor y yo éramos de pronto Adán y Adán en el paraíso” (Mendicutti, 2013, p. 114); clara alegoría al paraíso de edén pues en ella “No faltaban algunas inevitables culebrillas venenosas, a las que bauticé enseguida con los nombres de La Bipolar, Tino Bola, Raúl Ríos, Fulgencio Alcázar, la Moody’s y la Standards & Poor’s” (Mendicutti, 2013, p. 114). Otra vida para vivirla contigo es un punto de vista diferente, cómico y romántico de una relación entre dos hombres donde, con apoyo de diversas técnicas léxicas, muestra las dificultades sociales —malentendidos, chismes y la farándula— que limitan a ambos de ser aceptados sin que los señalen. Mendicutti propone nuevas características a personajes homosexuales, así como nuevas temáticas a la literatura gay, al alejarse de los típicos tropos de esta temática y tomar tanto ironía como humor para que formen parte del argumento romántico.


COMPARTE CÉSAR GARZA

ROSCA DE REYES CON MÁS DE 10 MIL CIUDADANOS Como parte de las celebraciones del Día de Reyes, el alcalde de Apodaca César Garza Villarreal partió la tradicional rosca con más de 10 mil personas. En su mensaje de celebración, el Presidente Municipal llamó a los ciudadanos a que este 2020 trabajen juntos en tres objetivos. “Más que celebrar una fecha en particular, el objetivo es reunir a las familias, generar un punto de encuentro comunitario para

la sana convivencia e invitar a la población para que este año cada quien en su esfera haga lo necesario por trabajar en tres objetivos: familias unidas y fuertes, mujeres libres de violencia y jóvenes libres de adicciones. “Queremos invitarlos a que el 2020 sea un año que nos una como ciudad, pero para lograr estos tres objetivos necesitamos el trabajo de la Iglesia, el Gobierno, las escuelas, los funcionarios, los ciu-

dadanos; todos unirnos para conseguirlos”, expresó. Acompañado de los secretarios y regidores de su administración, el Alcalde partió la rosca de 2 kilómetros junto a vecinos de las colonias Lomas de la Paz, Misión Real, Cosmópolis, Valles de Huinalá, La Noria, Pueblo Nuevo, Santa Cecilia y de la Plaza Principal.

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LOS COLUMNISTAS

VE DONDETROS O NO VEN Por Magdalena Salinas

Los sistemas aumentativos de comunicaciรณn

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Todos los seres humanos utilizamos diferentes medios para comunicarnos: tocamos el hombro de alguien, hacemos gestos, miramos de cierta forma y emitimos palabras o sonidos; de esta manera aprendemos a interactuar. La comunicación en los seres humanos tiene un fin, un objetivo, y el lenguaje es una herramienta en común para lograrlo; ¿pero qué pasa cuando un niño con discapacidad auditiva, discapacidad intelectual, Asperger, autismo o síndrome de down presenta dificultades con el lenguaje y no puede expresar sus ideas, sentimientos o pensamientos? Tanto padres como cuidadores deben aprender a identificar las necesidades de los niños si la expresión oral implica una barrera en la comunicación. Y aunque en muchas ocasiones esto se da de manera natural, siempre podemos apoyarnos en los sistemas alternativos y aumentativos de comunicación (SAAC). Los SAAC son una serie de recursos, estrategias y herramientas para facilitar y expandir las vías de comunicación, mejorando la autonomía, independencia y autoestima de quien desea comunicar. Éstos pueden ser transitorios, son utilizados por un cierto tiempo y sólo en situaciones particulares, o permanentes. Se distribuyen en dos rubros: sin ayuda, que propicien la comunicación utilizando el cuerpo para expresarse —lengua de señas, la dactilología, sistema bimodal y la palabra complementada—; y con ayuda, que requieren de un instrumento para facilitar la comunicación con las personas —dibujos, palabras con o sin imagen— y de sus respectivas necesidades. A continuación se mencionan algunos ejemplos: Sistema simbólico gráfico-visual

(BLISS): símbolos gráficos visuales que representan significado; se combinan de diversas formas, dando nuevos significados. Fue desarrollado en 1949 por Charles K. Bliss. Sistema pictográfico de Comunicación (SPC): iconos que representan de forma clara el concepto que se desea transmitir. Minspeak™: herramienta que utiliza dibujos de significado múltiple en secuencias pictográficas, sus iconos no tienen un sentido preestablecido, ya que es personalizado y se establece entre el logopeda y el paciente; nace en 1982 por Bruce Baker.

Las SAAC son alternativos y su uso con los niños dependerá de sus necesidades y características personales. El éxito y funcionalidad de cualquier herramienta dependerá del compromiso, trabajo colaborativo entre la familia, el maestro de grupo, el maestro especialista y/o logopeda.

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Evan La alegría de encontrarte Escrito por Cuauhtémoc Zamudio III

EVAN Conocerte fue un dulce alivio. Es descubrir que la poesía es realidad, que existe un alma que une a los cuerpos y la vida es un instante que prevalece en el tiempo. Sentados en aquél puente mientras amanecía. Tus labios se encontraron con los míos por vez primera. El miedo a la oscuridad se comparte con un beso. Me contaste habías leído eso en el Twitter de Lola. Amar tu luz es despojarme de mi sombra. De mi miedo a lo nuevo. Existe un mundo por ser descubierto. Una catástrofe, una victoria, una vida. Fortuna es contar con alguien que te brinde valentía. Dulce bello amanecer al nacer un puente, pasión de un nuevo día. Cuauhtémoc Zamudio, 2018 La alegría de encontrarte Y aunque la oscuridad llegue después de un beso largo que termina. Ya no tengo miedo. Cuauhtémoc Zamudio, 2018

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Los cabritos también vamos al cielo utiliza el lenguaje plástico con intencionada ingenuidad y cierta dosis de ironía. En esta obra, el artista Cuauhtémoc Zamudio nos trastoca la visión fantástica y humanizadora de los cabritos. Al tomar esta tradicional práctica culinaria de la ciudad de Monterrey, nos obliga a reconocer los errores de nuestra propia identidad para después reconciliarnos con la misma a través de la empatía por el trato justo de los animales a fin de evolucionar como sociedad. VNL/Enero/Pág. 44


ValorEsCultura

LOS CABRITOS también vamos al cielo

Hola, soy un cabrito y les vengo a contar la breve y triste historia de mi vida. Al nacer fui desprendido de mi madre. Aunque esto le causó un gran dolor, no pudo hacer nada por defenderme y evitar que los humanos me llevaran a un lugar que, en ese momento. desconocía pero ahora que estoy en el cielo sé que se trataba de un matadero. Por algunos chivitos que conocí en el cielo y corrieron la misma suerte que yo, supe cómo los humanos descubrieron el gusto por nuestra carne y su potencial de negocio con ella. Un viejo chivo me platicó cómo hace muchos años un pastorcito arreaba a un grupo de chivitos en las afueras de un pueblo. Resulta que un chivito quiso cruzar un río pero al estar tan pequeño y no saber nadar, murió ahogado. El pastorcito no halló qué hacer con su cuerpo y se le ocurrió cocinarlo en una fogata hecha con pedazos de leña del monte. El olor que despedía al cocerse el cabrito asado atrapó a la gente del pueblo y al acercarse, el pastorcito le convidó a todos. Cuenta el chivo

viejo que a la gente le gustó tanto que así nació el cabrito al pastor. Amigos lectores, déjenme decirles que me gustaría cambiar esta triste historia del cabrito ahogado que tanto le gustó al pueblo, pero no es posible. Está sólo en las manos del ser más bueno y poderoso en el cielo como en la tierra, que es Dios. A veces me pongo a pensar si valió la pena haberme dado muerte a tan temprana edad sin conocer nada del mundo. Pero… ¿para qué quería conocerlo? Si eso me pasó siendo un indefenso pequeño ¿qué no me harían los humanos si yo creciera junto a ellos? Déjenme platicarles que aquí en el cielo soy muy feliz junto a Dios y mis hermanos. Lo único que me llena de dolor y a veces me hace llorar es que mi mamá no me pudo ver crecer junto a ella. No pude retozar, brincar y jugar topes con mis hermanitos ante la mirada y sonrisa de nuestra mamita. Un triste recuerdo de mi infancia Cuando vivíamos en el Barrio del Mediterráneo, muy cerca de la terra-

za Rosita, mi papá nos regaló a mi hermana y a mí un chivito. Él acostumbraba obsequiarnos animales y yo decidí criarlo como si fuera un perrito. Cuando iba a la tienda, él me seguía; recuerdo que se acostaba conmigo y amanecía orinado, cosa que nunca le gustó a mamá; al crecer incluso comenzó a darnos topes. Un día al regresar de la escuela, entré buscando a mi chivito para jugar con él. Lo busqué en mi cuarto, la sala y el patio, pero lo encontré en la cocina cuando mamá me llamó para comer. Fue tanta mi tristeza al percatarme que él era la comida de ese día, que lloré toda la tarde y durante varias noches me desperté asustado por las pesadillas. Al verme tan intranquilo, mamá me hizo una curación antigua mientras yo dormía. Me frotó el cuerpo con un huevo acompañado de algunos rezos y, finalmente, cubrió mi rostro con un pañuelo para arrojarme un buche de mezcal. A pesar de mi tristeza, le agradezco a mi madre porque volví a dormir tranquilo.

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TURISTA URBANO

Museo De Historia

Mexicana

por Priscila Odete Perales Salazar

Exhibición interactiva de una carabela española.

Mural de los héroes de la Independencia de México.

Interior de la Sala de Marfiles.

Siempre es bueno conocer la historia de nuestro país y, si tienes una tarde libre, el Museo de Historia Mexicana estará ansioso por recibirte. Una vez que entres por las puertas del pasado, sube por las escaleras de caracol que simulan ir al infinito y encontrarás la exhibición permanente. Si planeas tu cita o llegas temprano puedes solicitar un guía para facilitar tu viaje. Empezarás por la sección del México prehispánico, donde podrás aprender sobre las culturas indígenas, presenciar maquetas de las ciudades más importantes y monumentos de las mismas, o verte rodeado de un antiguo mapa que traza el recorrido

de las tres carabelas. El museo cuenta con exhibiciones interactivas para reforzar el aprendizaje y que los más chicos también participen. Al llegar al periodo colonial, serás recibido por una imagen de Sor Juana Inés de la Cruz, la décima musa. Brincar a la Independencia nunca había sido tan rápido y, sin darte cuenta, habrás llegado al Porfiriato justo a tiempo para tomar un tren dentro de las instalaciones y disfrutar de un video que te lleva directo a la Revolución mexicana. Finalmente, podrás bajar a visitar las exhibiciones temporales o la Sala de Marfiles, una colección de arte

sacro principalmente de marfil, coronas y representaciones de figuras religiosas. No olvides visitar su restaurante “Café del Museo”, allí podrás disfrutar de un delicioso café con pan o pasar a la tienda de regalo antes de salir al Paseo Santa Lucía. Ubicación: Dr José Ma. Coss 445, Centro, 64000 Monterrey, N.L. Horario: Martes y domingos de 10:00 a 20:00 hrs.; Miércoles a sábados de 10:00 a 18:00 hrs. Costos: Entrada General: $40; descuento 50% estudiantes; gratuito martes y domingos para menores de 18 años, INAPAM e ICOM. VNL/Enero/Pág. 47


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