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Más allá de la noticia

El sueño de una Corea reunificada

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Ante una eventual e histórica visita del papa Francisco a Pyongyang (capital de Corea del Norte) crece la esperanza de avanzar un poco más en el lento y complejo proceso de diálogo y reconciliación del pueblo coreano; y que según el prefecto de la Congregación para el Clero, Lazzaro You Heung-sik, «podría ser un punto de inflexión que nos permitiría a los coreanos dialogar y entendernos mejor, empezando por las cosas pequeñas y terminando por las grandes, y quizás llegar a la reunificación del Sur y el Norte. En concreto, la mediación del Papa sería una ocasión propicia para poner fin al conflicto, fruto de la desconfianza mutua que ha durado ya demasiadas décadas» (Vida Nueva). Esa posibilidad se perfiló desde octubre de 2018, cuando el presidente de Corea del Sur, Moo Jae-in, transmitió a Francisco la invitación de Kim Jong-un, líder norcoreano, para que visitase la capital de su país. Tal viaje no se concretó debido al fracaso de las rondas diplomáticas entre Seúl, Washington y Pyongyang, y de la cumbre sobre desnuclearización de Hanói de 2019. Pero pocos meses después, en octubre pasado, trascendió que el jefe de los servicios de inteligencia de Corea del Sur, Park Jiewon, trabaja con diligencia para concretar la visita papal. Durante su encuentro en Ciudad del Vaticano a finales de octubre, el presidente surcoreano reveló que el Papa le dijo que «seguía rezando por la paz en la península coreana y expresó su intención de visitar Corea del Norte». (Fides / Facebook) •

Drama silencioso en el Cuerno de África

La guerra en Tigray, que estalló en noviembre de 2020, continúa escalando; ya rebasa las fronteras del norte de Etiopía, se extiende a otras regiones del país y amenaza con alcanzar a la capital, Addis Abeba. Ante ese riesgo, y con el objetivo de frenar a las fuerzas y grupos rebeldes, el Consejo de Ministros ordenó declarar ofcialmente el estado de emergencia el 2 de noviembre pasado, el cual se mantendrá por seis meses y podría prorrogarse. Según datos ofciales, desde que inició el conficto, miles de personas han muerto; cerca de 2 millones han sido desplazadas; y unas 75 mil han huido a Sudán. Además, en septiembre pasado, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU advirtió que casi 7 millones de personas enfrentan una crisis de hambre a causa de esa guerra que, de acuerdo con algunos analistas, pone al estado multiétnico de Etiopía en riesgo de desmoronarse; además, amenaza con desestabilizar a toda la región, pues también están involucrados los vecinos Sudán, Eritrea y otros países de Medio Oriente y Asia. Por ello, el Consejo de Paz y Seguridad (CPS) de la Unión Africana (UA) convocó a una sesión de emergencia, justo después de que el papa Francisco se pronunciara durante el Ángelus del 7 de noviembre: «Sigo con preocupación las noticias que llegan desde la región del Cuerno de África, en particular de Etiopía. Invito a todos a la oración por esa población tan duramente probada y renuevo mi llamado para que prevalezcan la concordia fraterna y el camino pacífco del diálogo». (Deutsche Welle / Fides) •

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