2 minute read

La columna de Monseñor La misión ad gentes

Manuel Casillas

Hola, jóvenes, en noviembre celebramos la festa de Todos los Santos, por eso los invito a refexionar y meditar la vocación a la santidad. Dios nos llama a ser santos: «Yo soy Yavé, el que los sacó de Egipto para ser su Dios. Sean, pues santos porque yo soy Santo» (Lev 11,44-45).

Advertisement

SANTOS Y CAPACES

Responder a este llamado es dar testimonio de su presencia en el mundo, es manifestar a la humanidad el amor y misericordia de Dios; es poner en práctica el bautismo que nos une a Cristo en su misión profética; es vivir el amor y la libertad; es disfrutar la alegría de las Bienaventuranzas; es ser misioneros de la luz de Cristo en un mundo, donde la oscuridad del pecado se impone y provoca situaciones de odio, violencia, sufrimiento y muerte. Vivir la santidad es ser hombre de fe, esperanza y caridad en una sociedad que está alejada de Dios y pierde los valores que dan sentido a la vida.

No sólo nos llama a ser santos, sino también nos elige por medio de su Hijo: «En Cristo Dios nos eligió antes de que creara el mundo, para estar en su presencia santos y sin mancha» (Ef 1,4). Dios también nos da todos los medios para alcanzar la santidad: los sacramentos, la caridad, el trabajo por la justicia y la paz.

En la Gaudate et exsultate (GE) el papa Francisco nos dice que «esto debería entusiasmar y alentar a cada uno para darlo todo, para crecer hacia ese proyecto único e irrepetible que Dios ha querido para Él desde toda la eternidad: “Antes de formarte en el vientre, te elegí; antes de que salieras del seno materno, te consagré” (Jr 1,5)» (GE 13).

La santidad también es un don que Dios nos ofrece a todos y la viven quienes se dejan guiar por el Espíritu. Para ello necesitamos ser sencillos, humildes, dóciles a su Palabra; hombres y mujeres de oración. El Papa nos invita a dejar que la gracia del bautismo fructifque en un camino de santidad; dejar que todo esté abierto a Dios y, para ello, optar por Él. A no desalentarnos, porque tenemos la fuerza del Espíritu Santo para que esto sea posible, y la santidad, en el fondo, es el fruto del Espíritu en nuestra vida (cf Ga 5,22-23) (cf GE 15). «La santidad es el rostro más bello de la Iglesia», dice el Papa, por eso, encontraremos en ella a mu-

¿TE GUSTARÍA SER... Misionero Comboniano?

Ciudad de México

P. Wédipo Paixão Cel. 55 71 43 05 73

Guadalajara, Jal.

Tel. 33 36 28 53 77 P. Mario Alberto Pacheco Cel. 33 29 56 50 07 severus77.aphc@gmail.com

Sahuayo, Mich.

P. José Luis Mejía Seminario comboniano Cel. 55 45 72 92 81 mejiagonzalez@yahoo.com.mx

Monterrey, NL.

P. Roberto Pérez Cel. 81 23 36 52 57 Tel. 81 81 90 47 61 combonianosmty@outlook.com

San Francisco del Rincón, Gto.

P. Sylvain Alohoungo Seminario comboniano Tel. 47 67 43 05 47 combonianosanpancho@gmail.com

MISIONEROS COMBONIANOS

Temixco, Mor.

P. Moisés García Cel. 77 72 01 60 71 combonianoscuernavaca@hotmail.com

La Paz, BCS.

Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús Tel. 61 21 22 21 21

Misioneras Combonianas Laicos Misioneros

Guadalajara, Jal. Combonianos Tel. 33 36 27 11 53 Guadalajara, Jal. vocacion_misionera2@yahoo.com.mx Adriana Salcedo Cabello Cel. Bety Maldonado: Ciudad de México 55 15 05 29 60 Tel. 55 55 86 85 89 lmcomboni.org

vocaciones_combonianas@yahoo.com.mx

This article is from: