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BIBLIA Y MISIÓN Misionero entusiasta e incansable

Me arriesgo y El sale a mi encuentro...

Por: Hna. Mary Carmen GALICIA, mc Fotos: Jesús Aranda

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Nuestro Dios es siempre fiel y, al recibir su llamado, ¡Él nos bendice una y otra vez! Entonces, ¿por qué dudar?

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Por: P. Enrique SÁNCHEZ, mccj

La alegría misionera

Sin duda, lo que hace fascinante a la «L a alegría del Evangelio que llena la vida de la comunidad de los discípulos es una alegría misionera» ( Evangelii gaudium, 21). las preocupaciones, las tristezas y los doactividad misionelores. Todo es ocasión ra, es la dicha que para celebrar y dar suscita en el coragracias, porque hasta zón de quienes llelo más intrascendenvan la Buena Noticia te que se recibe se a quienes, desde el percibe como un don inicio, considera sus inestimable. hermanos; y la feliciDicho gozo nace dad que produce en de la gratitud y del las vidas de quienes reciben el mensaje y se encuentran con el comboni.org reconocimiento del otro como hermano, que nos embellece Señor como su mejor la vida sólo por estar regalo. cerca de nosotros,

Todos los que heporque lo descubrimos recibido la gramos como alguien cia de la vocación que nos enriquece, misionera nos damos no con sus pertecuenta de que fuimos nencias, sino con su llamados a vivir algo existencia. que llena el corazón. Mucha gente se pregunta cómo es En la misión se vive alegre porque se reconoce la posible vivir felices en ambientes marginados de la sopresencia de Dios en medio de nosotros y porque nos ciedad, en situaciones de guerra y de violencia que lledescubrimos sus hijos y hermanos. Porque ellos nos nan de sangre y dolor las tierras de misión, en donde la despiertan la solidaridad, la hospitalidad y aquello que precariedad y la miseria son el pan de cada día. Ciertanos humaniza. Todo eso se celebra con cantos y danzas, mente a los ojos de nuestras sociedades consumistas y y así expresar la conciencia de sentirnos amados por un aturdidas por tantas falsas satisfacciones, esto parece Dios que es Padre y que en su hijo Jesús ha querido mezimposible. La respuesta podría ser que la plenitud a la clarse al drama, pero también a lo grandioso de esta que nos referimos no tiene nada qué ver con las ofertas humanidad que peregrina buscando una felicidad que de opulencia, ni con los placeres pasajeros en los que visólo Dios puede darnos. ven embriagados nuestros contemporáneos. La alegría misionera es algo que una vez que entra al

La alegría misionera es algo que está hecho de pequecorazón ya no nos abandona, y eso explica por qué todo ñas cosas que pueden parecer hasta insignificantes, porbuen misionero no sueña con otra cosa que dejar su úlque se comparte lo poco que cada uno tiene y lo mucho timo suspiro entre aquellos que han sido su familia, su que cada uno es. Se disfruta estar juntos, acompañar en pueblo, sus hermanos. La razón de su alegría.

Pere, el pequeño-gran misionero

Por: Fernando DE LUCIO

Con motivo del Domund, deseo recordar a una de las «piedras» fundamentales del camino misionero en la Iglesia latinoamericana. Nuestro queridísimo Pere: poeta, místico y humilde obispo de los pobres, quien partió a la «Patria Grande» en agosto pasado.

Fano

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Por: P. José Luis MEJÍA, mccj Fotos: Wedipo Paixao

«Yo los he elegido a ustedes…»

Durante los días 20 al 25 de julio tuvimos nuestro preseminario comboniano en San Francisco del Rincón, Guanajuato. Participaron 16 jóvenes provenientes de Tabasco, Veracruz, Estado de México, Guanajuato y Michoacán. Del total, 12 ingresarán a nuestros seminarios, ocho al postulantado y cuatro al aspirantado.

Los jóvenes llegaron con mucha alegría, y rápidamente entraron en un ambiente fraterno, se pusieron en sintonía con Dios por medio de la oración y, a través de las meditaciones vocacionales, se dispusieron a la escucha del Señor para discernir el llamado de Dios.

«Ustedes no me eligieron a mí; he sido yo quien los eligió a ustedes y los preparé para que vayan y den fruto, y ese fruto permanezca» (Jn 15,16). Jesucristo es quien nos invita a todos a seguirlo, para estar con Él y prepararnos para dar fruto en los diferentes caminos a don

de nos envía. Fue Jesús quien llamó a estos adolescentes y jóvenes que en los meses de julio y agosto participaron en el preseminario y en el «pre-vida» (una semana de formación para los jóvenes que desean entrar a la vida religiosa).

El Señor los llamó y ellos respondieron con un «sí»; entran ahora al seminario y, de manera especial, harán ahí un camino de fe, oración, sacrificio y amor fraternal. Damos gracias a nuestro Padre que sigue enviando trabajadores a sus campos y a Jesús, y porque sigue llamando a vivir el carisma comboniano. Gracias también

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