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Últimos cupos para la TRANSFORMACIÓN DIGITAL

Lo que comenzó como una invitación abierta, para ser atendida a gusto del consumidor, pasó a convertirse en un mandatorio impulsado por la disrupción experimentada a causa de la pandemia que aún intimida al mundo, aunque ciertas economías como la de Estados Unidos y algunas naciones europeas asoman ya algunos signos de recuperación.

Un tablero de juego distinto, con fichas nuevas como el home office, el e-commerce repotenciado, el delivery, el e-learning, la desmaterialización de la moneda, la banca digital 7x24, el auge de los pagos en línea y el rol estelar de Zoom y otras plataformas de videoconferencias, se impuso y amenaza con ser parte esencial de una nueva realidad que busca establecerse, pese a las predicciones encontradas de quienes están o no a favor de su permanencia en el tiempo.

Lo cierto es que, en medio de este baño colosal de incertidumbre que ha caído sobre la humanidad, cual aguacero que nos tomó sin paragüas en medio de una tarde soleada, ciudadanos y empresas nos hemos visto ante la ineludible tarea de reaccionar, unos más temprano otros más tarde, asumiendo las consecuencias de la lección más difícil enfrentada en estos tiempos modernos.

Como usuarios finales, la activación del chip de la virtualidad fue inmediato. La supervivencia no es cosa de juegos, es preferible el ensayo y el error. Poco duró la resistencia, si es que la hubo, a transitar por los pasillos de Instagram, Facebook o la web, en busca de alimentos, medicinas, alcohol y antibacteriales, o artículos de limpieza, como el infaltable Lysol, acaparando así, en el terreno local, más del 70 % de las ventas a través de canales digitales, durante los primeros 6 meses desde marzo 2020 cuando arrancó aquí en Venezuela el gran encierro. Por cierto, que, en este particular, poco a poco otras categorías fueron apareciendo y tomando la escena, comida para llevar, ropa, licores, equipos electrónicos y hasta deportivos, permitiendo así recrear gimnasios en la sala o la habitación del medio, por decir lo menos.

¿Y qué supuso eso y aún supone, desde la perspectiva de las empresas proveedoras de tales servicios y bienes de consumo? Precisamente es eso lo que pretendemos ilustrar y sobre lo que buscamos llamar su atención.

El autobús ya está a punto de partir

¿Cómo es que como usuarios finales nos quedamos en casa, literalmente paralizados ante lo que ocurría frente a nuestros ojos, y nuestras necesidades y demandas, desde el ibuprofeno, o el cereal de los niños hasta las milanesas de pollo, el jengibre o la barra de chocolate negro, pasando por la bicicleta estática, llegaron a casa, en el tiempo requerido y en perfecto estado?

¿Acaso nos detuvimos un instante a pensar en la cantidad de procesos, relaciones, acuerdos, alianzas, interacciones entre fabricantes, productores, distribuidores, comerciantes, para recibir los productos y servicios en casa?

Mariam Larrazábal G. @daycohost

Visto desde esa perspectiva, la oferta disponible, aquella que se nos muestra tiene por detrás una plataforma que ha soportado tales operaciones. Equipos de gente en sitio y/o remotos disparando órdenes de compra, facturando, cobrando, despachando mercancía, reponiendo inventarios, vendiendo, produciendo, mercadeando. En fin, manteniendo lo que se conoce como la Continuidad Operativa del negocio. Terreno en el que el elemento tecnológico estableció y establece la diferencia entre los que están y los que no.

Aun en el actual contexto, presionado por las consecuencias de la pandemia, la otra cara de esta moneda han sido aquellas empresas que no estaban preparadas para un juego bajo estas exigentes reglas ni han tenido aún la capacidad de respuesta a tono para reaccionar ni reincorporarse.

Es aquí donde la tecnología ha realizado su mejor movimiento sobre el tablero, convirtiéndose en el elemento clave, estratégico, para cualquier empresa que no solo persigue seguir operando, sino que, ante un terreno desconocido, con nuevos players y competidores, nuevas ofertas de productos, servicios y experiencias para usuarios y clientes ávidos de personalización, inmediatez e innovación, debe inevitablemente transformar su modelo de negocio y su propuesta de valor.

Tecnología para llevar

Desde una perspectiva aterrizada, desprendida de tecnicismos que lejos de aportar, confunden, nos estamos refiriendo a que las empresas mejor preparadas para el momento actual son aquellas que han entendido las ventajas de consumir recursos de TI y Telecomunicaciones desde la Nube ya que esto se traduce en accesibilidad y rapidez de implementación, facilidad de uso, time to market. No es lo mismo adquirir plataformas o equipos para activar un nuevo servicio de e-commerce, o un ambiente de trabajo colaborativo, por ejemplo, que aprovisionar los mismos recursos que demanda una solución de este tipo desde la Nube.

En términos de costo eficiencia, tiempo, y sobre todo de la Agilidad que esto imprime al negocio y su capacidad de respuesta, sin lugar a dudas, no es lo mismo.

Así son incontables las ventajas que empaquetadas bajo modelos de servicio (aaS), facilitan la vida de las empresas, logrando que, los colaboradores se mantengan operativos desde donde se encuentren, casa u oficina, conectados 24x7, dependiendo de la naturaleza del negocio, preservando ante todo la disponibilidad del producto o servicio en cuestión, que es lo que verdaderamente importa en este juego.

Todo lo escrito aquí versa sobre la llamada Transformación Digital que en términos coloquiales no es otra cosa que entender al negocio desde la perspectiva de lo que demanda su cliente o usuario final, y desde allí rediseñar la cadena de valor, los procesos, la estructura organizativa e incluso, los productos y servicios, los canales de venta y atención, para convertirse en una opción válida.

El gran tema está en que hoy más que nunca para llegar de manera expedita al consumidor, acertando a sus demandas, desde una organización ágil que sabe leer la oportunidad, que conoce a su cliente, que puede anticiparse, pasa irremediablemente por la comprensión de la tecnología como la palanca estratégica que dinamiza el negocio. Pasa además por entender y capitalizar para sí las múltiples opciones que brindan los esquemas colaborativos, de alianzas con players especializados que hagan el camino más expedito en su ruta hacia la Transformación Digital.

Apúrense que quedan pocos cupos y el tiempo es implacable.

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