special report

Tendencias del turismo mundial y perspectivas en Venezuela

Si algo nos ha dejado claro la pandemia es que el turismo ha tenido que atravesar una serie de cambios para adaptarse a esta “nueva realidad”. Las diferentes formas de viajar y los valores que predominan para elegir un destino u otro, nos van marcando un ritmo que señala un camino certero: el de anticiparnos. El turismo ha sido uno de los sectores más desfavorecidos por esta crisis pandémica y el cambio ha sido fundamental para seguir evolucionando y no permanecer estáticos, mientras termina de pasar el temporal.

Abel Blanco Pardo @abelblanco_p

Reinaldo Pulido @reinaldopulido

La actividad turística en Venezuela ha recibido los duros efectos de la pandemia del COVID-19. Sin embargo, es importante resaltar que, a nivel nacional, este sector ha venido decreciendo de manera considerable, desde años anteriores a la pandemia.

Entonces, si bien el escenario es complicado, también es cierto que reviste -paradójicamente- de una gran oportunidad para Venezuela, ya que el recomienzo de la actividad turística en el mundo está enfocada, según la vocería de los de los entes más importantes del turismo mundial como es la Organización Mundial de Turismo (OMT), o la del Consejo Mundial del Viaje y el Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés); indican que el turismo, primero, se va a inclinar por uno de “cercanía”, así como también, un “turismo verde”, que permita escapar de las grandes multitudes; y nuestro país ofrece todo lo que está buscando, supuestamente, ese perfil del pasajero promedio mundial. Por lo tanto, Venezuela puede incorporarse y participar dentro de la competencia mundial y llegar a brindar interesantes alternativas.

Tenemos el ejemplo de muchos influencers o youtubers, que han visitado Venezuela y se han quedado gratamente sorprendidos de todo lo que consiguieron. Es entonces cuando el sector público y el privado deben redoblar esfuerzo para llegar acuerdos. El sector público tiene que abrir todas las puertas, brindar las facilidades de conectividad, y que esa actividad internacional inicie hacia Venezuela. Por su lado, el sector privado debe trabajar fuertemente para que sus servicios y esas ventajas sean establecidas y adecuadas, y de ese modo, ofrecer una actividad o servicio turístico que compite con la región.

Es nuestro momento, en el cual se destaque un turismo de bellezas naturales, buen servicio, gente cálida, de posadas y experiencias invaluables.

Entonces, a pesar de que a simple vista el contexto y la situación no se veía muy auspicioso, pues sí lo es. Existe una alternativa. Hay una gran oportunidad solamente que saber asesorarla y saber aprovecharlas. Después de varios meses confinados a nivel mundial, se generaron unos cambios bá sicos importantes: por un lado, el prestador de servicio comenzó a desarrollar líneas estratégicas con productos que los llevarán a ofrecer más experiencias; y por el otro, el viajero -el consumidor final- dejó de ver el viaje como un escape y lo convirtió en una necesidad para relajarse, sentirse seguro y alejarse del encierro.

Grandes cadenas hoteleras, por ejemplo, con edificios de más de 200 habitacio nes, entendieron que podía ser una gran posibilidad brindar su misma oferta de valor, dándole al viajero la alternativa de rentar una villa, una casa o un aparta mento pequeño. Digamos que se trata de un small luxury bien apreciado por el cliente que ahora anda buscando tranquilidad y más privacidad. Una vez que prueba que puede tener un espacio solo para él, pero con los estándares de una cadena hotelera, comienzan a suceder cosas interesantes que hacen que la sostenibilidad del turismo sea distinta. Y eso va a permanecer.

La experiencia del viaje es ahora la pieza angular en toda la oferta de cualquier alojamiento. La gente sintió que el confinamiento los llevó a apreciar mucho más la calidad de vida y por eso, ahora más que antes, tienen la necesidad de conectarse con los espacios alrededor. Además, van a querer moverse más buscando desconexión y relajación, con más seguridad y conciencia. Sin duda, ese nivel de experiencia va a tener una importancia extrema den tro de los viajes.

¿Qué está pasando a nivel mundial?

Este retomar los viajes nos pone de cara a nuevos gustos y maneras de hacer las cosas. Podemos revisar rápidamente algunas tendencias que, definitiva mente, se van a quedar para hacer que esa experiencia que busca el cliente ahora sea la más completa:

• Seguridad e higiene. Las medidas que se tomen para brindarle al viajero toda la seguridad en temas de salud e higiene, serán claves para el desa rrollo de la experiencia. Mientras más seguro esté, más a gusto se sentirá. Continuar con el uso de la mascarilla es fundamental para un nuevo disfrute, porque no queremos seguir en cuarentena.

• Búsqueda de la naturaleza. Estar en espacios abiertos, conocidos o medianamente familiares es importante para el cliente que necesita respirar aire puro, relajarse y desconectar. Pero ahora con mucha más conciencia y quizá con mucha más cercanía: va a querer reco rrer menos distancia y garantizar el disfrute.

• Turismo sostenible. Esto va de la mano con la búsqueda de la naturaleza y era algo en lo que ya se venía trabajando, pero ahora se verá más: el prestador de servicio aprovecha todos los recursos posibles para autosostenerse y conectar de otra manera; y el viajero se preocupa más por el espacio, por reciclar, por viajar con más conciencia para el cuidado de la naturaleza.

Después de varios meses confinados a nivel mundial, se generaron unos cambios básicos importantes: por un lado, el prestador de servicio comenzó a desarrollar líneas estratégicas con productos que los llevarán a ofrecer más experiencias; y por el otro, el viajero -el consumidor final- dejó de ver el viaje como un escape y lo convirtió en una necesidad para relajarse, sentirse seguro y alejarse del encierro.

Grandes cadenas hoteleras, por ejemplo, con edificios de más de 200 habitaciones, entendieron que podía ser una gran posibilidad brindar su misma oferta de valor, dándole al viajero la alternativa de rentar una villa, una casa o un apartamento pequeño. Digamos que se trata de un small luxury bien apreciado por el cliente que ahora anda buscando tranquilidad y más privacidad. Una vez que prueba que puede tener un espacio solo para él, pero con los estándares de una cadena hotelera, comienzan a suceder cosas interesantes que hacen que la sostenibilidad del turismo sea distinta. Y eso va a permanecer.

La experiencia del viaje es ahora la pieza angular en toda la oferta de cualquier alojamiento. La gente sintió que el confinamiento los llevó a apreciar mucho más la calidad de vida y por eso, ahora más que antes, tienen la necesidad de conectarse con los espacios alrededor. Además, van a querer moverse más buscando desconexión y relajación, con más seguridad y conciencia. Sin duda, ese nivel de experiencia va a tener una importancia extrema den-

Este retomar los viajes nos pone de cara a nuevos gustos y maneras de hacer las cosas. Podemos revisar rápidamente algunas tendencias que, definitivamente, se van a quedar para hacer que esa experiencia que busca el cliente

. Las medidas que se tomen para brindarle al viajero toda la seguridad en temas de salud e higiene, serán claves para el desarrollo de la experiencia. Mientras más seguro esté, más a gusto se sentirá. Continuar con el uso de la mascarilla es fundamental para un nuevo disfrute,

. Estar en espacios abiertos, conocidos o medianamente familiares es importante para el cliente que necesita respirar aire puro, relajarse y desconectar. Pero ahora con mucha más conciencia y quizá con mucha más cercanía: va a querer reco-

Julio Arnáldes @turismoynegocios @Julioarnaldes

El Valor y relevancia de las TICs en el sector turismo

Este término ha sido utilizado bajo la denominación de “comunicaciones unificadas” en el área de tecnología e integración de la información.

Las empresas en el sector turismo deben tener como principal estrategia para el alcance de sus objetivos el generar ingresos, logrando excelentes factores de competitividad en una industria, que, aunque la pandemia y las circunstancias han sido desfavorables, nadie duda que en la última década ha crecido de manera exponencial el turismo y se espera que suceda lo mismo en la siguiente.

Debemos trabajar para que nuestros clientes se acerquen, confíen, se establezcan y no se quieran ir. He aquí la importancia de las TCIs en turismo, donde debemos facilitar la distribución de la información, servicios y productos turísticos a través de la web vía internet, optimizando la información y usando como elementos principales la promoción, publicidad, comercializando los productos que ofrecemos.

Con las TICs debemos crear nuevos caminos de difusión a través de estos medios, ofreciendo productos turísticos directos y rápidos, que requieren una infraestructura tecnológica que debemos poner al servicio de los consumidores para que antes de realizar un viaje, los turistas demanden información, decisiones y comparaciones sean más sencillas, rápidas y con un robusto contenido (desde la comodidad de su casa o su trabajo) sin tener que hacer grandes movilizaciones para hacer esto.

Las empresas que hayan entrado tomado en consideración el valor y la relevancia de estos avances, definirán las nuevas tendencias del como ofrecer turismo a los clientes de nueva generación. • Mejores precios. Por un lado, es el camino más obvio para recuperarse de meses inactivos en el sector y por otro, le da la posibilidad al cliente de permitirse una nueva experiencia, en la que siente que puede invertir sin ver su presupuesto tan comprometido después de haber experimentado un confinamiento.

• Más turismo interno. Eso lleva precisamente a buscar viajes seguros y de disfrute dentro del mismo país. Mientras la pandemia intenta controlarse, los viajeros comienzan a dar pasos adaptándose a pruebas de salud, vacunación, etc. Si no puede salir de sus fronteras, buscará en primera instancia, explorar el territorio interno.

• Más tecnología. Escuchar al cliente, darle herramientas en las que se asegure la distancia. Sin duda, la tecnología ayuda a mejorar la comunicación, a tener un sistema más personaliza do que permita garantizar mejor el servicio.

¿Cuáles son las perspectivas del turismo en Venezuela?

Lo que está ocurriendo a nivel mundial, también está pasando en Venezuela. La gente está buscando vivir una experiencia segura en sitios más cercanos, privados y exclusivos. La duali zación de la economía ayudó a paliar el tema de la devaluación y de alguna manera, a mejo rar el poder adquisitivo. Dadas las limitaciones de viaje hacia el extranjero, el venezolano ha girado su preferencia a hacer turismo interno y no hay duda de que la tendencia es que está buscando conectar más con el país.

Antes, ir al Parque Nacional Canaima era considerado un lujo y solo reservado para extranje ros; pero ahora los venezolanos están viajando más y lo disfrutan a unas tarifas atractivas. Eso es importante y debemos saber apreciarlo, pues allí tenemos al Salto Ángel, la cascada más alta del mundo y es un destino lleno de naturaleza, desconexión y relajación. Justo lo que se necesita en estos momentos.

En Venezuela se está sintiendo un cambio de mentalidad de cómo hacer las cosas. El servicio ha mejorado de manera sustancial y, en los próximos años, eso tiene que seguir evolucio nando. En ese aspecto hemos sido muy castigados cuando nos comparan con otros países. Ahora, el venezolano está valorando mucho más el esfuerzo que se está haciendo de manera privada para dar un buen servicio. Eso mejora la oferta y la atención al cliente, frente a otros destinos internacionales.

Si hay algo que nos dejó la pandemia es la revisión de una buena estructura de costos para mantener la eficiencia. Es decir, hacer todo mejor y a mejor precio. Esto nos lleva a ser com petitivos en el servicio, a ofrecer mejores opciones, cuidando siempre que los destinos inter nacionales no se conviertan en una alternativa “más económica” que una nacional. Volcarnos al turismo interno y entender las posibilidades es clave para el sector.

En definitiva, la tendencia en el turismo en Venezuela es saber escuchar al viajero y entender la búsqueda de la experiencia; garantizar el bienestar, un buen servicio y la seguridad de que va a estar bien y tranquilo, mientras disfruta. Tenemos todas las herramientas para que eso suceda de manera organizada, con respeto al entorno y a nosotros mismos.

. Por un lado, es el camino más obvio para recuperarse de meses inactivos en el sector y por otro, le da la posibilidad al cliente de permitirse una nueva experiencia, en la que siente que puede invertir sin ver su presupuesto tan comprometido después de haber

. Eso lleva precisamente a buscar viajes seguros y de disfrute dentro del mismo país. Mientras la pandemia intenta controlarse, los viajeros comienzan a dar pasos adaptándose a pruebas de salud, vacunación, etc. Si no puede salir de sus fronteras, buscará

. Escuchar al cliente, darle herramientas en las que se asegure la distancia. Sin duda, la tecnología ayuda a mejorar la comunicación, a tener un sistema más personaliza-

Lo que está ocurriendo a nivel mundial, también está pasando en Venezuela. La gente está buscando vivir una experiencia segura en sitios más cercanos, privados y exclusivos. La dualización de la economía ayudó a paliar el tema de la devaluación y de alguna manera, a mejorar el poder adquisitivo. Dadas las limitaciones de viaje hacia el extranjero, el venezolano ha girado su preferencia a hacer turismo interno y no hay duda de que la tendencia es que está

Antes, ir al Parque Nacional Canaima era considerado un lujo y solo reservado para extranjeros; pero ahora los venezolanos están viajando más y lo disfrutan a unas tarifas atractivas. Eso es importante y debemos saber apreciarlo, pues allí tenemos al Salto Ángel, la cascada más alta del mundo y es un destino lleno de naturaleza, desconexión y relajación. Justo lo que se

En Venezuela se está sintiendo un cambio de mentalidad de cómo hacer las cosas. El servicio ha mejorado de manera sustancial y, en los próximos años, eso tiene que seguir evolucionando. En ese aspecto hemos sido muy castigados cuando nos comparan con otros países. Ahora, el venezolano está valorando mucho más el esfuerzo que se está haciendo de manera privada para dar un buen servicio. Eso mejora la oferta y la atención al cliente, frente a otros

Si hay algo que nos dejó la pandemia es la revisión de una buena estructura de costos para mantener la eficiencia. Es decir, hacer todo mejor y a mejor precio. Esto nos lleva a ser competitivos en el servicio, a ofrecer mejores opciones, cuidando siempre que los destinos internacionales no se conviertan en una alternativa “más económica” que una nacional. Volcarnos al turismo interno y entender las posibilidades es clave para el sector.

En definitiva, la tendencia en el turismo en Venezuela es saber escuchar al viajero y entender la búsqueda de la experiencia; garantizar el bienestar, un buen servicio y la seguridad de que va a estar bien y tranquilo, mientras disfruta. Tenemos todas las herramientas para que eso suceda de manera organizada, con respeto al entorno y a nosotros mismos.