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COVID-19 & Bienestar psicológico en la empresa

Mireya Vargas @MireyaVargas_L

La pandemias del COVID19 ha cambiado la realidad del planeta dramáticamente y ha puesto a la mayoría de sus habitantes en una situación de incertidumbre, ambigüedad y desasosiego. Luego de un año de pandemia que comenzó a principios de 20201 se contabilizan más de 127 millones de casos y mas 2,7 millón de muertes fueron reportadas en el mundo luego de iniciada la pandemia. Los países han sido afectados en todos los continentes, lo que nos muestra un panorama global de pandemia que acecha a toda la población por igual.

Medidas extremas de confinamiento durante casi un año, el uso de máscaras para tapar boca y nariz, la distancia social entre personas, el lavado frecuente de las manos con un desinfectante, y la acepcia en la vida cotidiana ha tratado de palear la ausencia de vacunación másiva -hasta el 30 de Marzo 2020 se han administrado solo 520 MM de dosis-, contener el contagio y cortar la cadena de transmisión. Meses de encerramiento han producido cambios en los patrones de vida de los individuos y ha generado consecuencias inimaginables en la economía doméstica, en las formas de trabajo, en los hábitos, usos y costumbres, así como en los patrones de relacionamiento.

La empresas no han escapado a esta nueva realidad que impone la virtualidad y la pandemia. Prácticas de trabajo a distancia -a excepción de la producción y servicios escenciales- han producido nuevas maneras de hacer el trabajo desde el hogar, cambios en los grupos de trabajo y sus prácticas, en la toma de decisiones, en las dinámicas a lo largo de la cadena productiva y de distribución, creando nuevas formas y retando a sus equipos a repensar en la mejor manera de sacarle provecho a la pandemia e incluso sobrevivir.

La urgencia de esta nueva realidad, que muchos preciden haber llegado para quedarse, ha producido un profundo impacto en el bienestar psicológico de las personas en general y de los equipos dentro de la empresa trayendo consigo una crisis satinaria que responde a un número elevado en la tasa de morbilidad y mortalidad. Los síntomas asociados, aunque en muchos casos leves, son dificultad respiratoria, neumonía, fracaso renal y otras condiciones médicas, produciendo incluso la muerte. La población con mayor riesgo son las personas mayores de 60 años, o con padecimiento de enfermedades como hipertensión arterial, diabetes, enfermedades cardiovasculares, enfermedades pulmonares crónicas, cáncer, inmunodeficiencias y, en general, para las embarazadas. La transmisión se produce por contacto con las secreciones respiratorias de una persona contagiada o enferma, normalmente a una distancia de 1 a 2 metros, siendo por ello que la principal vía de contagio es por el aire y depende mucho de la carga viral del trasmisor.

Las medidas se han repetido en todas la empresas y en los países en general, con

1 World Health Organization (WHO) COVID19 Desease. Global Epidemiological Situation. Marzo 30, 2021. En https:// covid19.who.int

mayor o menor seguimiento, siendo que al inicio se limitó la circulación de los individuos, se activó el confinamiento en el hogar, y más recientemente, suspendiendo la asistencia al trabajo y la escuela --transformando ambas actividadesa la atención en línea--, suspendiendo los viajes, las actividades culturales y artísticas, así como las deportivas y similares, medidas que aún se mantienen. La vida se ha reducido a encierro y confinamiento, y se ha desmantelado la cotidianidad de las personas, la vida productiva, la vida educativa y cultural, tal y como se vivía.

Bienestar psicológico en la empresa en tiempos de pandemia

Hoy día se debate la manera en que se debe hacer la reapertura o si se debe mantener las medidas de confinamiento pensando en un segundo repunte a mediados del año 2021. Las empresas mismas han comenzado a plantearse la reorganización del trabajo manteniendo a sus trabajadores trabajando a distancia, desde su hogar, para lo cual han comenzado a dotarlos de equipamiento y conectividad necesarias para que el trabajo sea productivo. Incluso muchas empresas han encontrado que la productividad se ha disparado y que el rendimiento en el trabajo por cada trabajador se ha incrementado de manera sostenida durante ese período. Se sabe poco aún de los impactos producidos en el ámbito laboral y productivo, pero se estima que los más evidentes estan asociados a el rendimiento/la productividad, el estado de bienestar (wellness) reportado por el trabajador para si mismo y su grupo familiar, la empatía con otros trabajadores y la aparición de innovaciones importantes en cuanto a la organización y prácticas de trabajo.

Sin embargo, también el confinamiento de los trabajadores al hogar ha generado una situación muy única en términos de las dinámicas individuales y sociales pues ha implicado la pérdida de rutinas y hábitos, con importantes consecuencias por los niveles de afectación psicológica producido: ha elevado los niveles de estrés y sus consecuencias -cambios en los patrones de sueño, sedentarismo, cambios en los patrones de alimentación, uso de los espacios, cambios en los hábitos de trabajo y estudio- dado la incertidumbre que esta nueva realidad virtual trae consigo. También trae aparejado el miedo a lo infección, ansiedad ante la escasez y el desabastecimiento, sentimientos de angustia ante la imposibiliad de no tener acceso a bienes y servicios, el miedo a perder el empleo o actividad económica que genera el sustento personal o familiar, la ansiedad de tener acceso a los alimentos o no poder comprarlos, el impacto financiero, no disponer de información y no contar con normas pautas sociales claras, así como el rechazo social de las personas infectadas o expuestas a la enfermedad, son algunos de los posibles impactos psicológicos que se pueden suponer, aunque hay escasa evidencia sobre ello.

En estos tiempos de pandemia lo que define una vida buena para una persona o un trabajador –pensando en la empresa-- ha cambiado radicalmente y las valoraciones sobre las condiciones de existencia y la configuración psíquica son definitivamente diferentes. Conceptos tales como placer, felicidad, cumplimiento de deseos, preferencias, satisfacción con la vida y sus diversos aspectos, vivir una vida acorde a la naturaleza humana, vivir la vida espiritualmente, tener sentido de vida, vivir en armonía con la naturaleza y el logro de la calidad de vida, entre otros, sugerido por diversos autores para hablar de bienestar psicológico, estan ahora en plena revisión.

Amartya Sen, plantea definir el bienestar psicológico considerando las habilidades de las personas para vivir la clase de vida que tienen razones para valorar, reconociendo por supuesto la profunda interdependencia de las valoraciones de los individuos que interactúan y las consideraciones de valor psicológico que median. Bienestar psicológico puede ser definido entonces como aquel relacionado con poseer un sentido de vida y la capacidad para buscarlo, aún en tiempos de

pandemia, así como tener niveles de consciencia sobre la propia vida, tal como Victor Frankl (1963) lo plantea.

Este debe ser el propósito del trabajo en la atención psicológica y educación emocional de trabajadores afectados por el COVID-19. Mucho hemos avanzado en este camino desde que inició la pandemia. La atención psciológica de poblaciones específicas ha sido tarea escencial para lograr esta conexión emocional y bienestar psicológico. Las empresas incluso estan comenzando a ver este aspecto como prioritario para el bienestar del trabajador y su familia. La atención psicológica individualizadas o grupales, diversas estrategias de educación emocional, la práctica de cuidados del cuerpo mediante la meditación, el yoga o la respiración, webinar temáticos para reflexionar sobre una variedad de temas alrededor del bienestar psicológico y subjetivo, la difusión de podcast sobre lemas como el well-being, son algunas de las que apenas comienzan a practicarse.

El impacto al que se aspira con los trabajadores es el alivio de la afectación, una contención psíquica como persona, y, en algunos casos, nuevos niveles de consciencia sobre la propia realidad. Por ellos una educación emocional es necesaria y el trabajo para lograr en cada trabajador una conexión con la propia vida. Venezuela tiene un reto mucho más desafiante por la compleja realidad actual que vive el país, agravado por la pandemia. Trabajar en el bienestar psicológico de los trabajadores es un compromiso que todos los empresarios deben asumir, pues la salud mental y el bienestar personal estan en juego.

SOMOS EL MEJOR LUGAR PARA TRABAJAR

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