Editorial
ECCE LIGNVM CRVCIS... Editorial........................................ 3 Eco Parroquial.............................. 4 Entrevista...................................... 6 Opinión......................................... 9 Acción Social................................ 12 Noticias......................................... 15 Reflexiones................................... 23 Nuestra Historia............................28 Memoria....................................... 32 Soleras Bibliográficas.................... 33 Revista informativa de la Cofradía de la Santa Vera Cruz (MONTILLA) Número 19 - Año XVIII
COLABORACIÓN: 2 euros
No son tiempos fáciles los que nos han tocado vivir desde que se hiciera presente en nuestras vidas este virus que ha puesto en jaque nuestra actividad cotidiana, nuestras tradiciones, nuestras costumbres. A pesar de ello y de todas las dificultades que entraña esta nueva situación, la Cofradía de la Vera Cruz ha querido seguir siendo fiel a esta publicación que año tras año ve la luz en estos días de Cuaresma previos a la Semana Santa para hacerla llegar a sus hermanos y a todas aquellas personas que aguardan el poder conocer el día a día de esta cofradía crucera, así como algunos retales de la historia y la cultura de nuestra ciudad. Nuestra actividad se ha visto mermada al tener que ser interrumpida el año pasado poco después de la celebración del Quinario y la Fiesta de Regla en honor a Nuestros Sagrados Titulares. No fue hasta la festividad de los Fieles Difuntos cuando volvimos a retomar el ritmo propio y habitual que nos marca nuestro calendario de actos y cultos, y que continuó semanas después con la celebración de la «Salutación Mariana» que se organizó con fines solidarios, como cada año el día de la Inmaculada Concepción, por parte de la Agrupación de Cofradías. Pero también han tenido lugar, y lo siguen teniendo, acontecimientos importantes y notables para nuestra Cofradía y relacionados con ella, que han podido pasar más desapercibidos y que se quieren dar a conocer y poner en valor desde estas páginas. Un claro ejemplo de ello es la importante labor social y caritativa que se ha desempeñado en los meses más difíciles y duros de esta pandemia aportando material de protección para sanitarios en aquellos centros en los que no disponían de ello, así como la campaña solidaria para obtener beneficios económicos que serían destinados al Comedor Social San Juan de Ávila, con el que la Cofradía se siente muy involucrada desde sus inicios. Pronto terminará este peculiar destierro en el desierto que comenzamos hace un año, aprovechémoslo para acercarnos más a Dios, para unirnos más como hermanos, para sentirnos más cerca del Santo Cristo de Zacatecas y María Santísima del Socorro, para abrazarnos a esa cruz que transformará el dolor en esperanza.
PORTADA Para un año en que la vida cultual de la cofradía se reduce al interior del templo, hemos elegido esta histórica fotografía del calvario de la Vera Cruz que fue realizada hacia 1920 para convertirse estampa. En ella se aprecia al Cristo de Zacatecas con su primitivo sudario, clavado en la “cruz de los portantes” y acompañado de la antigua Dolorosa del Socorro y San Juan. La instantánea ha recobrado su aspecto original gracias al buen hacer de Jaime Luque.
EDITA Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz, Hermandad del Santo Cristo de Zacatecas y Santa María del Socorro, Madre de Dios y Señora Nuestra Parroquia de Santiago Apóstol - C/ Iglesia, 6 - 14550 Montilla (Córdoba) - ESPAÑA Correo-e: veracruzdem ontilla@gm ail.com http://www.veracruzdem ontilla.com - Dirección: Miguel Navarro Márquez - Maquetación: Francisco Arce Raya - Redacción: Antonio Luis Jiménez Barranco - Rafael Portero de la Torre Juan Antonio Prieto Velasco - Antonio Maya Velázquez - Consejo Asesor: José Félix García Jurado - Fotografía: Jaime Luque - Rafa Salido - Archivo Cofradía - Belén Córdoba - Sebas Lozano Rafael García Carretero - Rafael Guijarro - Jose Antonio Aguilar Imprime: Im prenta Gráfica MC - 14550 Montilla (Córdoba) La Cofradía de la Santa Vera Cruz no comparte necesariamente las opiniones de sus colaboradores Prohibida la reproducción sin permiso escrito de los editores © 2020 Todos los derechos reservados. ISSN 2254-1268 Depósito Legal CO – 232 - 2009
Eco Parroquial
José Félix García Jurado Párroco de Santiago y Consiliario de la Cofradía
SALUDA DE NUESTRO CONSILIARIO «Así como todo lo que se dice en alabanza de la Virgen bendita, dice San Jerónimo que resulta en honra de Jesucristo nuestro Señor, su Hijo bendito, así todo lo que se dijere en alabanza del santo José resulta en honra de Jesucristo nuestro Señor, que lo honró con nombre de padre, y de la Virgen Santa María, de la cual fue verdadero y castísimo esposo. El Señor querrá que su santo ayo sea honrado, y la Virgen que digamos bien de su esposo; y Él y ella lo agradecerán, y copiosamente galardonarán». [San Juan de Ávila. Sermón 75]. Queridos hermanos en el Santo Cristo de Zacatecas y Santa María del Socorro, Madre de Dios y Señora Nuestra: El papa Francisco, con motivo del 150º aniversario de la declaración de san José como patrono de la Iglesia, ha decretado la celebración de un año jubilar dedicado al santo patriarca, que concluirá el 8 de diciembre de 2021. El deseo del papa es que crezca el amor a este gran santo, no solo para que nos conceda milagros y gracias, sino para que interceda por nosotros ante Dios y vivamos de verdad el Evangelio de Jesucristo, de palabra y de obra. Por eso el papa nos invita a implorar a san José la gracia de las gracias: nuestra conversión, cambiar lo que no está bien en nuestra vida a los ojos de Dios y volver a Él de todo corazón. Al dirigir la mirada a la imagen del que quiso ser tenido por hijo del carpintero y está clavado en la santa cruz, se enciende nuestro corazón con aquellas palabras de san Pablo: «Vivo de la fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mi» (Gál 2,20) y que nos llevan a exclamar con san Juan de Ávila: «Cristo murió por mí, sea mi vida por su amor una muerte continua» (Carta 23).
La veneración a San José está muy arraigada en Montilla, como así lo evidencia la imagen del titular de la hermandad de los carpinteros, la ermita y el barrio que lleva su nombre, uno de los más antiguos de la ciudad.
Suplicamos que nuestro corazón se ablande a su amor, muera a todo lo que nos separa de Él y escuche las palabras de nuestra Madre ¾vida, dulzura y esperanza nuestra¾ en el Evangelio: «Haced lo que Él os diga» (Jn 2,15). Obedezcamos, pues, y escuchemos a Dios. Miremos lo que nos dice san Juan de Ávila: «De aquí nació lo que el Señor dijo en reprehensión de sus apóstoles, que deseaban mandar: El Hijo de la Virgen no vino a ser servido, sino a servir (Mt 20,28). De aquí nació el estar entre sus discípulos como quien sirve (Lc 22,27) y hacer aquella obra de que todo el cielo se admira, de lavarles el Jueves Santo sus pies, en testimonio que su corazón
entrañablemente amaba el servir y aborrecía la vanidad del mandar y ambición de la honra y señorío; quiso tener Madre a quien se humillase y obedeciese, guardándole el respeto y preeminencias de Madre; y no contento con esto, se abajó más, a servir, obedecer y honrar a un hombre por ayo, que tenía en lugar de padre, para convidar a los hombres a ser obedientes y humildes, y tanto fuese más justa la condenación de quien, con mal consejo, otro camino tomase que el de su Cabeza, Cristo, y a éste siguiese, amase y obedeciese; para que, así seguido y obedecido, le diese aquí en este destierro gracia y después le llevase consigo a su santa gloria.» (Sermón 75). Que esta Cuaresma y Semana Santa que el Señor nos concede vivir de manera especial sea ocasión para volver a Él de todo corazón y tener en nosotros sus mismos sentimientos (cfr. Flp 2,5). En el contexto de este año santo, hemos puesto en marcha una campaña para la recuperación y restauración de la ermita de san José de nuestra ciudad. La ermita de san José es un pequeño tesoro de fe, arte e historia, recibido de nuestros mayores y que a nosotros nos toca ahora cuidar y mantener para disfrutarlo y legarlo a los que vengan detrás. Perteneció a la cofradía del gremio de los carpinteros y fue edificada durante el siglo XVI y ampliada posteriormente en el siglo XVIII. Su retablo de estilo barroco cuenta con una preciosa imagen de san José con el Niño Jesús y un hermoso relieve con la escena de la muerte del santo patriarca. Las obras de arte que embellecen sus muros, el retablito de Nuestra Señora de la Soledad, el cancel y las puertas, su encantadora entrada y cada uno de sus rincones hacen de ella un lugar único, con el que tenemos la suerte de contar en Montilla… ¡y no podemos dejar que se pierda!. La ermita presenta problemas estructurales graves en las cubiertas y en la cimentación y sus dependencias inutilizables. El presupuesto es bastante elevado (200.000 €) y, por ello, necesitamos la ayuda de todos los montillanos de buen corazón que quieran colaborar. Podemos hacerlo con un donativo puntual o con una
Nuestro consiliario, José Félix García, durante la celebración de los cultos en honor a nuestros Sagrados Titulares.
suscripción periódica. Calculamos que si conseguimos mil donantes (particulares, empresas o asociaciones) que se comprometan a dar 10 € mensuales durante 24 meses podremos afrontar, D.m., el costo de las obras. Dios proveerá. «Querría yo persuadir a todos fuesen muy devotos de este glorioso santo, por la experiencia que tengo de los bienes que alcanza de Dios», decía santa Teresa. Que en estos tiempos difíciles nos ayude la intercesión de san José, a quien dirigimos esta preciosa oración del papa: «Salve, custodio del Redentor y esposo de la Virgen María. A ti Dios confió a su Hijo, en ti María depositó su confianza, contigo Cristo se forjó como hombre. Oh, bienaventurado José, muéstrate padre también a nosotros y guíanos en el camino de la vida. Concédenos gracia, misericordia y valentía y defiéndenos de todo mal. Amén.» Recibid mi afecto y bendición.
Entrevista
ENTREVISTA A MANUEL JURADO Y MIGUEL ORTIZ, TALLISTAS DEL PASO DEL CRISTO DE ZACATECAS Y SANTA MARÍA DEL SOCORRO Desde que en el año 2006 se recuperase la salida procesional de la Vera Cruz por las calles de Montilla, el principal proyecto material en el que se ha embarcado nuestra Cofradía ha sido la ejecución de un paso digno de las imágenes de nuestros titulares. Se trata de una empresa ilusionante, pero lenta, condicionada especialmente por los recursos económicos. Tras seis años de trabajo, recientemente ha concluido su fase de talla, aunque, por motivos obvios, este año no podremos disfrutarlo en la calle. Los autores de este trabajo, como hemos venido informando durante los últimos años, han sido los tallistas Manuel Jurado y Miguel Ortiz. Desde la redacción de esta revista nos hemos puesto en contacto con ellos para que nos cuenten algunos detalles, no sólo de nuestro paso, sino también de otras de sus obras y de las vicisitudes de su oficio. Manuel, Miguel, tenéis un trabajo apasionante, y desde vuestros comienzos habéis sido capaces de labraros una imagen y haceros un sitio dentro en este campo del arte y artesanía cofrade. Para comenzar, contadnos, ¿Cómo fueron vuestros comienzos como tallistas, y cuáles pensáis que han sido las claves de vuestro éxito? Nosotros nos conocimos en la escuela taller «La Merced V» en la que se estaba desarrollando la reconstrucción del retablo mayor de este templo cordobés, desaparecido tras un incendio. En paralelo por las tardes empezamos a practicar juntos, hasta que por casualidad llegaron los primeros trabajos que eran de pequeño formato y poco a poco hasta el día de hoy.
Detalle del proyecto del paso del Cristo de Zacatecas, diseñado por nuestros tallistas.
Pensamos que la clave para ser un profesional en tu trabajo es conocer plenamente el sector al que se dirige el trabajo, al igual que conocer la historia y desarrollo de las técnicas y estilos. Por suerte vivimos en una región en la que tenemos inmejorables recursos de los que aprender y poder desarrollar. Entre vuestras obras, no sólo están los pasos procesionales, sino que también os habéis aventurado en una disciplina menos común hoy en día como es la construcción retablos. ¿Cuáles son vuestros trabajos más destacados? Como te comentábamos, nuestro primer contacto en el mundo de la talla fue realizando el retablo de la Merced de Córdoba, a partir de ahí tenemos varios retablos de distintas envergaduras, como el retablo mayor de San Roque de Córdoba que aún se está realizando, el del Corazón de Jesús que la parroquia de Santo Domingo de Cabra o el de Jesús de la Caridad de Camas.
En cuanto a pasos procesionales, entre otros, hemos realizado el de la Hermandad de El Buen Suceso y el de El Prendimiento, para Córdoba capital, o los del Cristo de la Salud de Alcalá la Real y del Resucitado de Luque. Centrándonos ahora en los pasos procesionales, sabemos que son fruto de un trabajo multidisciplinar. ¿Cómo se organiza el proceso de ejecución de un paso, y qué profesionales intervienen en él hasta su conclusión? Cualquier trabajo que realizamos comienza con un diseño previo, a escala y en el que plantean unas formas, perfiles, planta etc. Lo siguiente es realizar a tamaño real los planos técnicos del perfil y planta de todo el perímetro del paso. Estos planos son de especial importancia dado que son las plantillas por las que se regirá el carpintero en todo el proceso de realización. En la realización de un trabajo como mínimo trabajan carpinteros, herreros y tallistas, pero este número de profesionales se puede multiplicar hasta la terminación ya dependiendo del diseño. Pueden intervenir, pintores, doradores, charolistas, imagineros, orfebres, etc…
Y en cuanto a la parte de talla, que es la que os toca a vosotros, ¿cuál es el proceso que seguís una vez que llega a vuestras manos una pieza en fase de carpintería? Pues comienza la parte más importante que es realizar a tamaño natural el dibujo definitivo de la ornamentación, basado en el diseño original pero adaptado a las proporciones reales. Una vez realizado el dibujo, se pasa a la madera y se empieza con la talla de la pieza. Pasando ya a hablar del paso del Cristo de Zacatecas y Santa María del Socorro, no solo habéis sido los autores de su talla, sino que también en su día fuisteis los responsables de diseñar su proyecto. ¿Qué particularidades tiene y qué destacaríais de él? Como particularidad destacaríamos que el paso es de un estilo que por sus líneas rectas y sobriedad no ha sido muy utilizado en los pasos procesionales, cosa que le aporta originalidad y distinción. También destacar que la idea original parte del retablo de la capilla del Sagrario de la sede canónica de la hermandad, realizado por Lope de Medina Chirinos a principios del XVII, basándose a su vez en el retablo mayor de los jesuitas realizado años antes por Díaz de Rivero. Una pieza de gran valor artístico e histórica y digna de recrear en un paso procesional. Es curioso que la realización de pasos procesionales, pese a su corte historicista, es un género relativamente contemporáneo, ya que apenas se conocen ejemplos anteriores al siglo XX. En su desarrollo quizás tenga un papel fundamental otro género de especial singularidad en España: el retablo. ¿Cómo pensáis que influye la retablística en el diseño de pasos procesionales?
Miguel Ortiz y Manuel Jurado trabajando en una de sus obras.
Partiendo de la base de que el origen del paso procesional es la recreación de un retablo adaptado
para procesionar, y desde su origen los pasos son retablos en tres dimensiones, con lo cual los recursos arquitectónicos y decorativos reflejados en los pasos están directamente basados en los retablos. Y en vuestro caso, ¿Qué escultores, retablistas o ensambladores tenéis como referentes? Como hablábamos antes, en Córdoba en particular, y en Andalucía en general, tenemos un gran elenco de artistas de la talla a lo largo de la historia, y de cada uno intentamos aprender y disfrutar… Si bien hay algunos que sí que hemos estudiado muy de cerca, como Francisco Pedrajas , Cayetano Acosta, Pedro Duque Cornejo con su magnífica sillería del coro de la Catedral de nuestra capital o Blas de Escobar, que nos dejó su magnífico retablo de Santa Ana en Montilla. Y una última pregunta. Últimamente estamos teniendo conocimiento de trabajos de escultores imagineros para más allá de nuestras fronteras, algunos incluso para países especialmente lejanos. ¿Ocurre lo mismo con la talla ornamental? ¿Creéis que esta disciplina de nuestra artesanía puede tener proyección internacional? Es cierto que hemos notado mucho interés por el arte sacro europeo en general, nuestra forma de celebrar la Semana Santa, los ornamentos litúrgicos antiguos, etc.
Miguel Ortiz trabajando en la parte frontal del paso.
Retablo de la capilla sacramental de la parroquia de Santiago, cuyo estilo artístico ha servido de modelo para el diseño del paso de nuestros titulares.
Y eso ha conllevado una serie de encargos en los que ahora mismo estamos inmersos para Estados Unidos. Gracias por vuestras interesantes palabras. Desde la revista Vera-Crux solo nos queda felicitaros por vuestro trabajo. De todos modos, aunque haya concluido la talla del paso, aún quedan otras fases hasta su conclusión definitiva en las que aunque vosotros no intervengáis directamente, seguiréis estando en cierto modo presentes ya que sois los autores de su diseño. Muchas gracias a ustedes por la confianza depositada en nosotros desde el primer momento, la comprensión y el buen trato recibido siempre. Aquí estaremos para cualquier cosa que vuestra hermandad necesite, la verdad que lo más gratificante de nuestro trabajo es trabajar en confianza y eso en este caso ha sido perfecto.
Antonio Ramón Bernal Martín Coronel de Infantería
Opinión
VALORES COMUNES
El coronel Bernal compartió presidencia el Martes Santo de 2019 con el alcalde Rafael Llamas, el exaltador Francisco Montes y dos hermanos de la cofradía.
La relación entre la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz y Devota Hermandad del Santo Cristo de Zacatecas y Santa María del Socorro y el Regimiento Acorazado «Córdoba» nº 10 se inició hace 15 años, con el primer acompañamiento procesional en 2006 y se confirmó en el año 2008, cuando el Regimiento es nombrado Hermano Mayor honorario.
amistad y compromiso mutuo; compromiso que va más allá de las personas que cada año tienen responsabilidades tanto en la Cofradía como en el Regimiento, porque en el conocimiento personal se identifican una serie de valores comunes que, vividos de forma diferente y con fines distintos, son similares en la vida diaria y nos igualan y asemejan.
Desde entonces, las actividades se han sucedido en el tiempo y con ellas las relaciones personales han trascendido lo institucional o formal para ser de
En mi caso, como cordobés y cofrade, cuando la Junta de Gobierno de la Cofradía me invitó a la Misa de Regla del año 2019 y me informó de su intención
de hacerme Hermano de vuestra Cofradía por el hecho de ser Coronel del Regimiento, sabía que asumía unas responsabilidades y aceptaba un cometido que me unía a un grupo de personas donde palabras como dedicación a los demás, solidaridad, responsabilidad, honradez, disciplina y entrega no eran valores que se mencionan en los discursos, sino que son una forma de vida diaria que se hace de manera natural, ni buscada ni artificial, sino que sale espontánea porque sois así. Y así fue, redescubrí Montilla de la palabra del Sr. Alcalde, quien me enseñó los rincones y lugares maravillosos de vuestra ciudad, que visité posteriormente con mi familia en varias ocasiones para que conocieran vuestra belleza y vuestra gastronomía. Durante el año 2019, las conversaciones y encuentros entre la Junta y el personal del Regimiento fueron frecuentes y salieron a la luz planes, ideas, actividades en las que podíamos participar unos y otros que venían de anteriores coroneles del Regimiento o de la propia Brigada.
Y salieron muchos planes para el año 2020, pero «el hombre propone y Dios dispone». El año 2020 ha sido un año distinto, muy diferente a lo que esperábamos y planeábamos; un año en el que se ha iniciado una pandemia que ha costado la vida a muchos familiares, amigos o conocidos; una pandemia que ha afectado a muchos miles de personas que sufren consecuencias post-enfermedad; una pandemia que nos ha retraído, que nos ha sacado de las calles, que nos ha hecho valorar lo que antes era normal, como un abrazo, un beso, una conversación a cara descubierta; cuánto dificulta la mascarilla la interacción personal. Una pandemia que ha traído problemas económicos en muchas familias o los ha incrementado en otras familias que ya los tenían. Y así, los comedores sociales y las colas de Cáritas se han llenado de personas necesitando ayuda. En este año 2020, los militares del Regimiento Córdoba nº 10 se han implicado en tareas de apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y
Desde que el Señor de Zacatecas volviera a las calles de Montilla el Martes Santo de 2006 ha sido escoltado honoríficamente por los gastadores del Regimiento «Córdoba» 10, con base en Cerro Muriano.
en la descontaminación de los locales e instalaciones que las autoridades civiles solicitaban a través de la cadena de mando en la Operación Balmis. También hemos estado en la Operación Misión Baluarte como rastreadores en apoyo a los departamentos de sanidad de las comunidades autónomas que lo han solicitado. Se han puesto nuestras capacidades al servicio de nuestra sociedad española, como en ocasiones anteriores. Este año 2020 también ha sido un año en el que lo excepcional se ha hecho lo habitual. No ha habido festejos, celebraciones o estaciones de penitencia. Pero ese espíritu de servicio a los demás, que caracteriza a los hermanos de la Cofradía, los ha llamado a no quedarse de brazos cruzados y poner sus capacidades a disposición ajena, han colaborado con el convento de Santa Clara en la venta de dulces y han reforzado el apoyo al comedor social donde se hace una grandísima labor. Enhorabuena, hermanos cofrades, todos juntos venceremos a este virus y haremos la pelea más llevadera. Ese servicio a los demás no es otra cosa que «Amarás a tu prójimo como a ti mismo» cuando Jesús resumió los diez mandamientos (Mt 19, 16-19). Ese amor al prójimo que se recompensa con una mirada agradecida, un «gracias» sincero que sale del corazón, un apretón de manos o un abrazo. O simplemente con la íntima satisfacción del deber cumplido y saber que se ha hecho el mundo más llevadero para algunas personas. Estos valores comunes son los que han hecho durante estos años que las relaciones entre los hermanos de la Cofradía y los militares del RAC nº 10 hayan sido tan gratas para las dos partes y espero que en los años sucesivos cuando venzamos la pandemia sigan teniendo los frutos que todos esperamos. Quisiera aprovechar esta oportunidad que me brindáis para pediros que en los ratos de oración que vamos a tener durante la preparación de la
Cada año, el Martes Santo, nuestros Sagrados Titulares son flanqueados en su salida procesional por los guiones y banderines del Regimiento «Córdoba» 10, Hermano Mayor Honorario de la Cofradía.
Cuaresma, tengamos en nuestras peticiones a todas las personas que nos han dejado este año de pandemia y que le pidamos a Nuestra Señora del Socorro auxilio y que interceda por nosotros en estos momentos. Os deseo una buena Cuaresma que culmine en una Semana Santa que, aunque sin estaciones de penitencia, nos haga llegar a la Pasión de Jesús con nuestros compromisos renovados y en el encuentro con Cristo encontremos fuerzas para seguir otro año prodigándonos a los demás en nuestros valores característicos. ¡Buena Cuaresma para todos los hermanos de la Cofradía!
Acción Social
Manoli Andrade Ramos / María Gallo Salazar
EL COMEDOR SOCIAL SAN JUAN DE ÁVILA EN TIEMPOS DE PANDEMIA A comienzos de la Cuaresma del año pasado nadie sospechaba lo que la vida nos iba a cambiar a todos 15 días después. En marzo, un desconocido virus, llamado SARS-CoV-2, provocaba una pandemia mundial que nos hacía parar la actividad diaria y nos sometía a toda la población a un confinamiento domiciliario estricto, acompañado de estados de alarma, toques de queda y el cierre de aquellos comercios que no eran de una necesidad esencial. La pandemia también afectó al funcionamiento regular del comedor social San Juan de Ávila. Siguiendo las nuevas medidas sanitarias, tuvimos que apagar los fogones de un día para otro, ya que los usuarios no podían utilizar las instalaciones y,
asimismo, había que proteger de un posible contagio a los voluntarios que diariamente dedican unas horas de su tiempo libre a trabajar por aquellos que carecen de lo más básico, un plato de comida. Por ello, tomamos la rápida decisión de preservar a parte de nuestros maravillosos voluntarios (los que tienen más juventud acumulada) en casa, y comenzamos a introducir una serie de modificaciones para adaptarnos a las nuevas circunstancias. Optamos por cambiar el menú diario, haciendo entrega a cada usuario de dos bocadillos cada jornada, para el almuerzo y la cena, acompañados de su postre, para así poder dar una respuesta urgente y eficaz ante la nueva situación, sin dejar desatendidos a todos aquellos que llamaban a nuestra puerta. Los días pasaban y el confinamiento se prolongaba. Nuevas solicitudes de ayuda llegaban, principalmente de familias que nunca habían tenido la necesidad de hacer uso de los servicios de nuestro comedor, personas que fueron acogidas igualmente para que pudieran llevar a sus hogares cada día una bolsa de comida. Unas semanas más tarde se tomó la decisión de volver a poner en marcha las cocinas y preparar una comida más elaborada y condimentada para llevar.
Los voluntarios del Comedor Social han cumplido todas las normas sanitarias de protección personal ante el coronavirus.
La situación insostenible a la que han llegado muchos de nuestros vecinos ha ocasionado que hayamos multiplicado el número de usuarios, hasta alcanzar la cifra de 80 personas atendidas diariamente; algo insólito desde que el comedor encendió sus fogones y comenzó a prestar altruistamente este servicio social en el año 2015.
para realizar una desinfección integral de las instalaciones, a las que también se han añadido nuevos equipos de refrigeración que nos permitiera ampliar nuestra capacidad de acopio de alimentos.
Los fogones del Comedor Social no se han apagado durante la pandemia.
A la hora de escribir estas líneas puede parecer fácil la labor realizada, pero la organización de toda la logística desempeñada para adaptarnos a las constantes modificaciones, fruto de una nueva e imprevisible realidad, fue francamente complicada. Además de articular el trabajo de equipo, adquisición de alimentos, provisiones, etc., hemos intentado hacer frente a cada historia personal, laboral o familiar, ante las reiteradas malas noticias que nos llegaban de cierre de negocios, situaciones de desempleo, de hijos que perdieron sus becas de comedor escolar al suspender las clases, etc.
El día primero de septiembre reanudamos nuestra misión. De nuevo, iniciamos el curso con la ilusión renovada y con el firme deseo que el Señor ha depositado en nuestros corazones para servir a los más necesitados de nuestra sociedad, con la certeza de saber que quien sirve a los más desfavorecidos, está sirviendo al mismo Jesucristo. Ya lo dice el evangelio: «Dios es Caridad». El Señor ha confiado en nosotros y ha puesto en nuestras manos a los más necesitados, no solo de pan, sino de cariño, de atención, de trato, de compañía, de tiempo y de sentirlos como alguien cercano que necesita de nuestra ternura y comprensión. Hemos de resaltar que el comedor no se cerró ni un día y, lo más grande, nunca tuvimos miedo,
Cada nuevo día era un nuevo pellizco en el corazón al conocer de primera mano el sufrimiento que estaban pasando nuestros propios vecinos. No fue fácil, pues detrás de cada familia había un problema pero, como siempre, Dios provee y con el impagable trabajo de los voluntarios y de las generosas colaboraciones de empresas, bodegas, asociaciones, cofradías, cooperativas y particulares, hemos aunado dedicación y esfuerzo para poder continuar con nuestro cometido y ofrecer una alimentación equilibrada a todos nuestros usuarios hasta el pasado mes de julio. Los días del mes de agosto, después de un necesario descanso de nuestros voluntarios, fueron empleados
La cofradía ha puesto en funcionamiento un Bizum Solidario para facilitar la colaboración de todos los interesados con esta gran labor social.
actuábamos con libertad, pero asumiendo todas las precauciones: lavado de manos, uso de mascarillas y batas protectoras confeccionadas por los conventos montillanos, además de mucha limpieza y desinfección en todo el material que utilizamos. La impresión general de los voluntarios es que Jesucristo ha estado grande con nosotros al encomendarnos esta misión e ilusionarnos con ella, y esto merece una breve reflexión interior. Esta experiencia es un «don de Dios»: ver a la gente asustada y, sin embargo, nosotros cada mañana nos afanamos alegres para ofrecer un plato de comida caliente y una sonrisa a los más necesitados. No teníamos miedo de acercarnos a ellos para escuchar su difícil situación o recibir su agradecimiento por el servicio y ayuda que humildemente podíamos prestarle. Por ello, no queremos dejar pasar la ocasión de reconocer públicamente la impagable labor que día a día realizan
los voluntarios, desde su productivo y callado anonimato. Sin ellos, en estos tiempos tan difíciles que el mundo vive por la pandemia, la misión que está desempeñando el comedor no sería posible. Que el Señor y la Virgen se lo paguen con bendiciones. Para terminar, queremos reiterar nuestro agradecimiento a las entidades públicas y privadas, a las empresas y los particulares que, conocedores de la gran labor que prestamos a la sociedad, están colaborando con el comedor social, una ayuda generosa y necesaria en estos tiempos de incertidumbre ante el incremento de la demanda que hemos experimentado. Para continuar con la labor solidaria que realizamos a diario, necesitamos de la colaboración de todos. Si está interesado, puede hacer su donativo en el número IBAN: ES53 0237 0044 6091 6940 0485.
Noticias
LA EXALTACIÓN DE LAS SIETE PALABRAS, ACTO PRINCIPAL DE NUESTRO MARTES SANTO La pandemia de coronavirus ha golpeado duramente durante estos últimos doce meses a toda la sociedad, en lo sanitario, en lo económico y también en lo cultual y cultural, impidiendo la celebración de las múltiples expresiones con las que mostramos nuestra idiosincrasia como pueblo. La Cofradía de la Vera Cruz no es una excepción y no pudo celebrar en 2020 la Exaltación de las Siete Palabras, responsabilidad que recayó en Dña. María José Muñoz López, directora de la Biblioteca y del Museo Diocesano de Córdoba. El año 2021 nos trae de nuevo una Semana Santa sin manifestaciones públicas de fe ni estaciones de penitencia, por lo que, por segundo año consecutivo, las puertas de la Parroquia de Santiago no se abrirán al tañer del Semidoble del Señor de Zacatecas. No obstante, la Junta de Gobierno ha decidido renovar la confianza depositada en María José Muñoz para que precisamente ese día, en que el Cristo de Zacatecas y Santa María del Socorro debieran procesionar por las calles de nuestra ciudad derramando su gracia, la exaltadora haga su personal interpretación y puesta en valor del testamento de vida que Cristo nos legó desde la Cruz. La Exaltación de las Siete Palabras se ha convertido en una seña de identidad de nuestra Cofradía que cada año congrega en la Parroquia de Santiago a un público mayor, deseoso de profundizar en el misterio de la fe a través del testimonio agónico de Cristo crucificado: un mensaje de esperanza y salvación, la promesa cierta de que el Hijo de Dios sigue vivo El próximo Martes Santo 30 de marzo a las 20.30 h en la Parroquia de Santiago María José Muñoz, se convertirá en la primera mujer en pronunciar la exaltación, vestigio del tradicional sermón de la tarde del Viernes Santo, y desgranará en su particular interpretación el significado de aquellas palabras que Cristo, con un sufrimiento inconmensurable, pronunció en sus últimos momentos de vida terrenal, como ya hicieron en su día quienes la han precedido
María José Muñoz será la primera mujer que profundizará en las Siete Palabras que Cristo pronunció en la Cruz.
en esta responsabilidad desde 2003, laicos y religiosos que han ofrecido su exégesis desde perspectivas diversas pero convergentes en la figura salvadora de Dios hecho hombre. María José Muñoz López es Licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Granada, Máster en Museografía didáctica por la Universidad de Barcelona, además de Licenciada en Ciencias Religiosas por la Universidad Pontificia de Comillas (Madrid). Es autora de una guía didáctica pensada para el público infantil y juvenil acerca de la Catedral de Córdoba, antigua Mezquita, conoce al detalle nuestra diócesis, sus hermandades y, en especial, Montilla, gracias a las numerosas actividades que ha coordinado en el Año Jubilar de San Juan de Ávila.
Noticias
UN QUINARIO PARA LA FE, LA ESPERANZA Y LA CARIDAD El Solemne Quinario y la Solemne Función de Regla constituyen uno de los momentos más significativos del calendario cofrade para los hermanos de la Vera Cruz y los devotos del Santo Cristo de Zacatecas y Santa María del Socorro, Madre de Dios y Señora Nuestra. Con esta celebración inauguramos anualmente los cultos en honor de nuestros Sagrados Titulares y que nos llevarán por el camino cuaresmal de la penitencia, la limosna y la oración que conduce al abrazo de la Cruz y al encuentro glorioso con Nuestro Señor Jesucristo. Al celebrarse en los primeros compases de la Cuaresma, el pasado año no vimos alterada su celebración por la irrupción de la crisis sanitaria que desencadenaría la pandemia cuyo fin empezamos a vislumbrar ahora con una luz esperanzadora. Este año el Solemne Quinario ha tenido lugar a lo largo de los cinco domingos de Cuaresma, del 21 de febrero al 21 de marzo en nuestra sede canónica, la Parroquia Mayor de Santiago Apóstol, con el fin de facilitar la asistencia de los fieles y hacerlo coincidir con la eucaristía dominical de las 12.00 h. Los cinco días del Quinario, uno por cada una de las llagas de Cristo en la Cruz, fueron predicados por nuestro consiliario y párroco de Santiago, D. José Félix García Jurado, bajo el calvario que cada año preside el presbiterio del templo matriz montillano y junto a la imagen del patriarca San José, cuyo año jubilar estamos celebrando.
La cofradía tiene establecido en sus Estatutos la celebración de su Fiesta de Regla el Domingo primero de Cuaresma.
Detalle del rostro exánime del Santo Cristo de Zacatecas, cuyo perfil se puede apreciar cada Viernes de Dolores, durante su besapiés.
En la eucaristía, D. José Félix recordó al papa Francisco y su mensaje cuaresmal, incidiendo en las tres virtudes teologales: la fe, que nos llama a acoger la Verdad y a ser testigos, ante Dios y ante nuestros hermanos y hermanas; la esperanza, como «agua viva» que nos permite continuar nuestro camino, y la caridad, como expresión máxima de nuestra fe y esperanza, vivida tras las huellas de Cristo, mostrando atención y compasión por cada persona. El Quinario comenzó el 21 de febrero con la celebración de la Función de Regla, que desde que se retomaran los cultos en el año 2001 honra a Cristo crucificado y su bendita Madre el domingo después de la ceniza, durante la cual se veló por el cumplimiento de las medidas sanitarias en vigor en cuanto al aforo y el mantenimiento de la distancia de seguridad. Como viene siendo habitual en tan solemne celebración, nos acompañaron el Jefe y mandos de nuestro hermano mayor honorario, el Regimiento Acorazado «Córdoba» nº 10. Tras el reciente relevo en el mando del Regimiento, dimos la bienvenida al Ilmo. Sr. D. José María Martínez González, nuevo Coronel Jefe del RAC, a quien se le impuso la medalla de la cofradía en el transcurso de la celebración como gesto de fraternidad, al igual que al Teniente Coronel D. Fernando Fuentesal García, nuevo Jefe del Batallón de Infantería de carros de combate «Málaga» I/10.
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PROYECTO DE RESTAURACIÓN DE LA ERMITA DE SAN JOSÉ En una segunda fase se actuaría en las cubiertas, que se han visto dañadas como consecuencia del problema anterior. En tercer lugar se renovarían las instalaciones y se adaptaría a la actual normativa de accesibilidad. Y en una última fase se realizarían los acabados y la puesta a punto para su reapertura al culto. Para ello, y dada la importante inversión económica que requiere, se ha llamado a la colaboración de los fieles y de todos los montillanos amantes del patrimonio en general, y se ha planteado una campaña en la que cada persona podrá aportar la cantidad de 10 euros mensuales durante dos años. De esta manera se haría frente al presupuesto de 200.000 euros que supone el proyecto. La Ermita de San José tiene su origen en el siglo XVI, y ya en sus primeras décadas se la vincula con la infancia de San Francisco Solano y con su relación con el barrio de las tenerías.
La ermita de San José es uno de los edificios más antiguos de Montilla. Un legado que ahora precisa de la colaboración de sus vecinos.
Este año 2021, que el papa Francisco ha consagrado a San José, plantea para nuestro pueblo, y en particular para nuestra parroquia, un nuevo reto que se suma al objetivo de acercarnos a la figura del esposo de María. El pasado mes de enero nuestro párroco, don José Félix García Jurado, acompañado por el personal técnico y representante del obispado, presentaba el proyecto de restauración de la Ermita de San José. Esta intervención está prevista que se realice en cuatro fases. En primer lugar se llevaría a cabo la consolidación estructural y de cimentación, principal problema que afecta al edificio.
A lo largo de los siglos ha estado vinculada al gremio de carpinteros, y ha sido el edificio más emblemático del Cerrillo de San José, barrio al que da nombre. Se trata de un templo formado originalmente por una sola nave a la que posteriormente se añadió otra a su derecha, quedando separada de la primitiva por dos arcos y una columna central, y configurando así la inusual planta de dos naves que presenta. En su interior destaca el retablo mayor, del siglo XVIII y con probable autoría de Gaspar Lorenzo de los Cobos, en el que se despliega un programa iconografico en torno a la figura de San José. El proyecto de restauración ha sido redactado por la arquitecta montillana Mara Portero Delgado, responsable también de las últimas intervenciones llevadas a cabo en la Parroquia de Santiago. Desde estas líneas aprovechamos para invitar a nuestros lectores a colaborar en esta iniciativa.
LA COFRADÍA PENITENCIAL DE LA SANTA VERA CRUZ dedica a sus Sagrados Titulares
Santo Cristo de Zacatecas y Santa María del Socorro, Madre de Dios y Señora Nuestra el próximo 26 de marzo,
Viernes de Dolores, la celebración de la
SANTA MISA a las 20:00 horas, continuada del
REZO Y EJERCICIO DEL SANTO VÍA CRUCIS en su sede canónica y
Parroquia Mayor de Santiago Apóstol
MARTES SANTO CELEBRACIÓN DE LA SANTA MISA a las 20.00 horas
EXALTACIÓN DE LAS SIETE PALABRAS a las 20.30 horas, a cargo de Dª María José Muñoz López (Directora del Museo y Biblioteca Diocesana)
Será presentada por: D. Miguel Varona Villar (Director del secretariado Diocesano para la causa de los Santos)
Noticias
UNA EXPOSICIÓN PARA CONTEMPLAR EL PATRIMONIO COFRADE Tras una Semana Santa pasada, más que atípica, y a tenor de que la del presente año, ya está sentenciada a vivirse de una forma más eclesial y ortodoxa que costumbrista, nuestra Agrupación de Cofradías, tomó la decisión reflejada en el espejo sevillano, de una exposición global de objetos artísticos de nuestras hermandades y asociaciones ligadas al mundo cofrade. Esta exposición va a servir para acercar al ciudadano los pequeños detalles que en la calle pasan desapercibidos ante tantos elementos, y que ahora, desde la comodidad que ofrece esta iniciativa, podemos admirar más detenidamente. En esta muestra vamos a poder ver, desde la diadema de plata del s. XIX de Ntra. Sra. del Socorro, pasando por los incensarios de nuestra cofradía, así como el palio y bambalinas de la Virgen de la Paz, hasta los nuevos candelabros del Xto. de la Misericordia, sin menoscabo de las imágenes secundarias de primera línea que van a estar presentes como el ángel confortador del Sr. de la Oración en el Huerto, obra de Romero Zafra, un romano del misterio Cartel anunciador de la exposición organizada por la Agrupación de Cofradías. de la Juventud, de Luque Bonillo o una figura del misterio del Descendimiento de dades de Montilla, especialmente las más jóvenes, Antonio Bernal. poco a poco están consiguiendo un tesoro artístico, con mucho esfuerzo, que ayudan engrandecer nuesEs interesante acercarse a esta muestra que nos ayu- tro patrimonio y nuestra Semana Mayor. da a saborear los pequeños detalles, que comúnmente se tornan baladí para el ojo espectador, pero que No obstante, es llamativo para quien tenga la oporson piedras angulares en la estructura de nuestras tunidad de asistir, que aún queda mucho por trabacofradías, y son el claro ejemplo de que las herman- jar, puesto que una parte de las cofradías que aquí
exponen, poco o nada han podido acrecentar su escueto patrimonio, y en caso de comprar algún enser, éstos han sido de diseño dudoso y de mediocre calidad, todo ello, posiblemente sea motivado por falta de conocimiento, más que de economía, y sobretodo del inmovilismo del que han hecho gala. Acertadamente la muestra ha sido comisionada por Jesús Hidalgo y Ángel Molina, jóvenes con un basto conocimiento del arte en general y del cofrade en particular, que con buen criterio han escogido lo más llamativo y de mejor factura de cada una de las hermandades. Desgraciadamente, y por las fechas en que se organiza (ya que la mayoría de objetos tienen uso durante Semana Santa), a la Hermandad del Nazareno le ha sido imposible ceder la inconmensurable túnica de Jesús Nazareno, o la saya y manto de Ntra. Sra. de los Dolores, pero cuya contemplación será posible al tenerlos puestos los citados titulares el viernes de Dolores. Similar motivo es el que ha imposibilitado a la Hdad. del Santo Entierro no poder ceder el manto y saya rococó del s.XVIII, pero, que podemos admirar luciéndola actualmente Ntra. Señora de la Soledad.
Nuestra cofradía participa con la cesión de dos faroles del paso de nuestros Sagrados Titulares, entre otras piezas.
Por ello animo a todos, a que puedan completar la visita de esta muestra cofrade acudiendo a las iglesias de San Agustín, San Francisco Solano y a la matriz de Santiago, verdaderos museos y custodios del patrimonio de esta ciudad. Por último, reseñar que la exposición se puede visitar entre los días 20 y 28 de este mes en la antigua iglesia de San Juan de Dios, en horario de lunes a viernes, de 19 a 21 horas, y los fines de semana de 12 a 14 y de 18 a 21 horas.
Noticias
LA COFRADÍA EMPRENDE ESTE AÑO UNA CAMPAÑA SOLIDARIA PARA LA PROVISIÓN DE MATERIAL SANITARIO Si algo ha dejado al descubierto la pandemia de covid-19, cuyos estragos aún perduran en la presente Cuaresma y próxima Semana Santa, ha sido la calidad asistencial de nuestros centros sanitarios, centros de salud, hospitales, residencias de mayores y demás entidades e instituciones implicadas en la lucha contra la propagación de la covid-19, que han sufrido el terrible azote del coronavirus más que cualquier otro sector de la sociedad. Sin embargo, en aquellos momentos angustiosos, también se puso de manifiesto la rápida respuesta de las hermandades, entre otros colectivos, a través de sus vocalías de acción social y caridad. La Cofradía de la Vera Cruz sintió la llamada de Nuestro Señor, quien nos instaba a ayudar a quienes cuidaban de los más vulnerables, por ellos y por todos. Uno de los mayores problemas era, en los primeros momentos de la crisis sanitaria, el desabastecimiento de material sanitario en forma de equipos de protección individual, especialmente mascarillas, calzas y batas, que permitieran a los sanitarios, al personal sociosanitario y a las religiosas seguir atendiendo, con protección, las necesidades de los enfermos y ancianos de las residencias y hospitales de Montilla y sus alrededores. Para ello, contamos con las manos y el esfuerzo infatigable de las hermanas clarisas franciscanas del Convento de San Clara y de las hermanas concepcionistas del Convento de Santa Ana, quienes
Las hermanas franciscanas de Santa Clara durante su encomiable trabajo de confección de equipos de protección personal.
Con el mismo espíritu seráfico, las hermanas concepcionistas de Santa Ana se han volcado en la elaboración del material sanitario.
se afanaron en la confección de casi 2.000 batas, que fueron repartidas según las demandaban al Hospital comarcal de Montilla, al Hospital Infanta Margarita de Cabra, al Hogar San Rafael de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, al comedor social San Juan de Ávila, a la comunidad de las hermanas terciarias franciscanas del Rebaño de María, a la residencia Virgen de la Sierra de Cabra, etc. Además, hermanos y voluntarios de la cofradía brindaron su tiempo en el confinamiento decretado durante el estado de alarma para contribuir a esta tarea, habida cuenta de la urgencia con la que se requería el material sanitario, que debe ser de un solo uso. Es de agradecer no solo la disponibilidad de quienes confeccionaron las batas y calzas, sino la ayuda inestimable de todos aquellos pequeños mecenas que aportaron su donativo a través de la cuenta bancaria y el BIZUM solidario que la cofradía puso en marcha para permitir la colaboración económica de muchas personas que hasta entonces desconocían cómo aportar su granito de arena. Gracias a la mediación de la empresa montillana Farma Solera SL y al donativo de 3.000 € recibido de manos de la Obra Social La Caixa, se adquirieron los primeros 2.000 metros de tela y los 500 metros de goma con los que echó a andar esta campaña solidaria que no habría tenido éxito de no haber contado con la ayuda de tantas personas.
Carmina Leiva Repiso
Reflexiones
EL CRISTO DE ZACATECAS, ENTRE LA DEVOCIÓN Y LA LEYENDA El Cristo de Zacatecas ha tenido desde siempre en Montilla una fuerza impactante y una devoción muy fiel con un halo de misterio por su procedencia del Nuevo Mundo. Una imagen que lleva entre nosotros 445 años y con la que nuestros mayores han compartido sus inquietudes, sus alegrías y a la que Montilla se ha encomendado en muchas situaciones difíciles.
tan atípica, de nuevo sin estaciones de penitencia y pendientes de una pandemia que paralizó parte de nuestras vidas hace algo más de un año, y que está dejando dolor en muchas familias, pensé en el Cristo de Zacatecas y en lo que podía aportarnos en estos momentos de incertidumbre y dolor. La historia nos confirma que la imagen nunca ha pasado desapercibida.
Por ello, cuando me propusieron participar en la revista de nuestra hermandad en esta Semana Santa
A lo largo de los siglos formó parte de varias cofradías y en momentos difíciles salió a nuestras calles en rogativa. Esta devoción ha ido pasando de padres a hijos y poco a poco se ha ido arraigando entre los montillanos. Mis primeros recuerdos del Cristo de Zacatecas son de un impresionante crucificado de pelo negro y cuerpo totalmente ensangrentado, suspendido de dos grandes cadenas sobre el altar mayor de la Parroquia de Santiago, una imagen que siempre atrajo mi atención y a la que me gustaba observar con detalle por sus grandes dimensiones, por los rasgos físicos tan diferentes a las otras imágenes de nuestra Semana Santa, por las marcas de dolor que presenta en todo su cuerpo, pero sobre todo por la historia que encierra. Recuerdos que forman parte de mi infancia, que nacen en mi familia y de ese sentimiento heredado y compartido que durante siglos le ha mantenido muy presente entre sus devotos.
Aspecto que presentaba la Parroquia de Santiago a partir de 1964, tras las reformas postconciliares del Vaticano II. Desde esa fecha el Cristo de Zacatecas presidió el altar mayor del templo hasta el año 2002 que volvió a su capilla.
Cada vez que entro a la parroquia, mis ojos buscan los suyos entreabiertos, me impacta su rostro sereno lleno de paz. En ocasiones, he imaginado las manos de aquellos artesanos, tarascos de la región mexicana de Michoacán, preparando la caña de maíz para
dar forma a una imagen que seguro no podían ni sospechar la gran devoción que iba a causar a los montillanos al otro lado del Atlántico; o en cómo sería el viaje en barco hasta su llegada a Montilla, y qué decir de la leyenda de nuestros mayores, esa historia narrada casi a modo de cuento que hablaba del Cristo que había venido cargado de plata en su interior; leyenda que, posiblemente, surgió por las dimensiones de la imagen y por su procedencia de Zacatecas, un estado situado en el centro-norte de México, rico en minas de plata. Tengo que confesar que esa leyenda marcó mi infancia y, de hecho, en más de una ocasión, me llegué a acercar al altar de Santiago para buscar en la espalda del Cristo alguna señal que la confirmara. Con el paso de los años la leyenda quedó descartada tras las investigaciones sobre la imagen realizadas por Antonio Luis Jiménez Barranco y, tras la restauración en 2003, por el historiador e investigador canario Pablo Francisco Amador Marrero. Si seguimos profundizando en los motivos de esa gran devoción de siglos al Zacatecas, pienso que tuvo mucho que ver que viniera a Montilla de la mano de un devoto, Andrés de Mesa, que tras alcanzar en Las Indias una mejor posición económica y social, había decidido volver a su ciudad natal y traer como recuerdo y regalo esta imagen que quiso donar en 1576 a la Cofradía de la Santa Vera Cruz, de la que era hermano, para que presidiera la ermita del mismo nombre situada a la entrada al Castillo.
El calvario de la Vera Cruz en su transitar durante la noche del Martes Santo. Se suele identificar con el pasaje evangélico del «Stabat Mater».
ticipó en estaciones de penitencia junto a Nuestra Señora del Socorro y salió a la calle en rogativa.
Así, el Cristo de Zacatecas llegó en pleno Siglo de Oro, en un momento de gran esplendor cultural, social y religioso, una época en la que Montilla se había convertido en un gran centro de espiritualidad con la presencia de San Juan de Ávila, maestro de Santos; y de San Francisco Solano, que realizaba su labor como franciscano y misionero.
Nuestros mayores recuerdan a los titulares de la antigua Cofradía de la Vera Cruz, convertida en Hermandad de Excombatientes tras la Guerra Civil, por las calles de Montilla hasta mediados de la década de los años 50, cuando volvieron a permanecer en la Parroquia de Santiago. No fue hasta la entrada del nuevo siglo cuando procesionaron de nuevo en nuestra Semana Mayor.
Con estos antecedentes, la devoción a esta imagen se arraigó a la religiosidad popular y durante siglos par-
Ello fue debido a un grupo de jóvenes, que había crecido junto a la Parroquia de Santiago, quien deci-
de cerca el rostro del Zacatecas y cumplir con un gran deseo que tenía desde niña. La sensación conmovedora que tuve al acercarme al Cristo me sigue acompañando cada Viernes de Dolores en su besapiés. El 28 de febrero del año 2003 tuve el honor de coordinar el acto de presentación de la reorganizada Cofradía de la Santa Vera Cruz que se celebró en la Parroquia de Santiago, en el que se escribió una nueva página de la historia de nuestra Semana Santa. Fueron años intensos de noticias y actividades, hasta que en abril de 2005, siendo obispo de Córdoba Juan José Asenjo, se aprobó la erección canónica de la Hermandad.
El artista Antonio Bernal supo plasmar en Ntra. Sra. del Socorro la bella expresión del dolor de una madre durante la agonía de su hijo en la Cruz.
dió impulsar la reorganización de la Cofradía de la Vera Cruz, la primera y más antigua de las denominadas de sangre de las que se tiene noticia en nuestra ciudad, una iniciativa que contó con el respaldo de numerosos montillanos. Desde ese momento me ligué a la hermandad y, a través de la radio, fueron muchas las noticias e historias que pude compartir con aquellos jóvenes, encabezados por Antonio Luis Jiménez, que, cargados de ilusión y fe, se encargaron de dar vida de nuevo a esta hermandad e impulsar una devoción latente. Recuerdo con emoción el día que la imagen se descolgó de las grandes cadenas en las que había estado desde los años 60. Por primera vez pude contemplar
En ese mismo año se daba otro paso importante con la bendición de la nueva y bellísima imagen de Ntra. Sra. del Socorro, obra del imaginero Antonio Bernal, que ha reavivado la devoción a una advocación que según cuenta la historia fue introducida y difundida en España por las huestes de Gonzalo Fernández de Córdoba. Entre las numerosas singularidades que presenta esta centenaria cofradía destaca la relación que mantiene con el Regimiento Acorazado Córdoba 10 de Cerro Muriano, Hermano Mayor Honorario, y que se traduce en el acompañamiento de los militares en la estación de penitencia de cada Martes Santo. Con todas estas vivencias en mis recuerdos afrontamos una cuaresma y Semana Santa diferentes, marcadas por una pandemia que nos ha puesto a todos a prueba y en la que nuestras hermandades están demostrando su papel fundamental en la acción social y en la solidaridad. Por ello, os invito a descubrir, desde dentro, el trabajo de nuestras cofradías, a acercarnos a sus titulares, a pedirles por el final de la pandemia y a priorizar la solidaridad y la ayuda a aquellas familias que más lo necesiten.
Reflexiones
Úrsula César Polo
SER HERMANA DE LA VERA CRUZ ¿Qué es para mí ser hermana de la Vera Cruz? Así es como comúnmente la llamamos aquellos que somos hermanos hasta los huesos. Cuando a comienzos del año 2006 recibí la llamada de una muy buena amiga y me propuso hacerme hermana, fue como si me hubiese leído el pensamiento. Mi respuesta fue SÍ, con mayúsculas. Tenía ganas de formar parte de ese grupo de personas que ponía en marcha en Montilla una «nueva» cofradía que tenía cientos de años. Había algo que me llamaba. Me encantaba la imagen que se había hecho de Santa María del Socorro y el respeto que siempre había sentido por el Santísimo Cristo de Zacatecas. Aún recuerdo cuando entraba de pequeña a la Parroquia de Santiago a escuchar misa, a mis 7 años, y veía la impresionante imagen del Cristo colgada sobre el altar mayor. Una imagen que al mirarla te llenaba el corazón de sentimientos y desde la que el Santísimo Cristo clavaba su mirada en la mía, y a pesar de hacerme aún más pequeña, sentía que me decía: «No te preocupes, aquí estoy. ¿Qué necesitas?». Los años pasaron y llegó el momento de que mis titulares salieran a la calle. ¿Qué siento cada Martes Santo? Siento un cosquilleo, unas mariposas en el estómago, un orgullo y una ilusión por que todo el pueblo y foráneos vean lo grandiosos que son mis titulares. Cuando a las ocho y media de la tarde suena el semidoble de Zacatecas desde el campanario de la
Dos largas hileras de penitentes con cera verde se organizan dentro del templo para iluminar el itinerario del calvario de la Vera Cruz.
Parroquia por la muerte de Jesús y empieza a sonar Bendición, el silencio se hace en toda la calle Iglesia. Para mí, es el momento más maravilloso. Suelo acompañar los primeros tramos del cortejo como hermana de orden y al mirar atrás y ver a Cristo y a su Bendita Madre salir por el cancel de la Parroquia, escoltados por la escuadra de gastadores de Regimiento «Córdoba», la emoción recorre todo mi cuerpo. Sentimientos encontrados. A lo largo de los años que mi hermandad lleva procesionando por las calles de Montilla, he sido hermana de luz, años en los que simplemente iba acompañando al Cristo y a la Virgen, pero en los que la devoción era la misma que si fuese bajo el paso. Ojalá algún día las mujeres que pertenecemos a esta hermandad podamos hacerlo. Recuerdo que había años en los que terminaba helada, con los huesos entumecidos o con dolor de
cabeza, pero no importaba. Lo importante era haberlos acompañado y haber hecho penitencia. Años después, me ofrecieron llevar uno de los faroles que acompañan el cortejo procesional y un par de años como parte de la Junta de gobierno como vocal de orden. Una de las decisiones más importantes en las que tuve que participar uno de aquellos años fue decidir, si una vez en la calle empezaba a llover, tendríamos que regresar al templo o proseguir nuestro camino. Aquel año por desgracia la lluvia hizo presencia y emprendimos el regreso. Tenemos una imagen de Cristo muy frágil y valiosa y hay que cuidarla. Igualmente, ha habido años en los que desafortunadamente, debido a las inclemencias meteorológicas, hemos tenido que permanecer en el interior de la Parroquia, aunque afortunadamente hemos podido disfrutar de un rato de recogimiento, reflexión y oración junto a nuestros titulares.
Santísimo Cristo de Zacatecas están expuestos en solemne besamanos y besapiés. Es visita obligada para acompañar a la Virgen dolorosa. El Vía Crucis es un momento que vivo con recogimiento y respeto, mientras rezamos en cada una de las estaciones que forman nuestra particular Vía Dolorosa montillana. No obstante, para mí, el momento más solemne es ese en el que algunos costaleros entronizan a Cristo en su paso, coronando el calvario que lo llevará por las calles de Montilla el Martes Santo. Es un momento mágico, grave, estremecedor, pero a la vez vivo. Vivo porque parezco estar en el monte del Calvario cuando elevan a Jesús en la cruz y estremecedor, porque, siempre, en algún momento y por segundos parece que la imagen se escapa de las manos de los costaleros. Por último, me gustaría concluir con una frase célebre que pronunció San Juan Pablo II en Santiago de Chile en el año 1987: «¡Jóvenes, no tengáis miedo de mirarlo a Él!».
Ahora, por desgracia, llevamos dos años sin salir a consecuencia de esta pandemia que está azotándonos y que está llevándose por delante la vida de tantas personas en todo el mundo; sin embargo, espero con mucha ilusión, entusiasmo y ansias el día en el que nuestros Sagrados Titulares vuelvan a recorrer las calles de Montilla. Y les debo una. Hace año y medio pasé, junto con mi familia, por uno de los episodios más duros de mi vida, pero desde el primer momento, me encomendé a ellos y gracias a ellos, todo salió bien. Otro de los momentos que vivo con mucha intensidad, además del Martes Santo son: el Viernes de Dolores y el Vía Crucis del Sábado de Pasión. El Viernes de Dolores es uno de los días por excelencia en el pueblo. Santa María del Socorro y el
Cada año, abre el cortejo procesional la antigua Cruz de Guía de la Vera Cruz, una pieza del siglo XVII restaurada recientemente, que llama la atención por su originalidad y sobriedad.
Nuestra Historia
Antonio Luis Jiménez Barranco
LA CRUZ «MONUMENTAL» DE LA ERMITA DE LA VERA CRUZ En la actualidad, los monolitos cristianos ubicados en lugares públicos han recobrado un insólito protagonismo. Muchos de ellos están siendo retirados, según su origen y dependiendo de la interpretación y uso que las autoridades competentes hagan de la legislación vigente. Estos hechos nos traen a la memoria la existencia de una «monumental» cruz de piedra que estuvo ubicada en las inmediaciones de la desaparecida ermita de la Vera Cruz, cuya historia queremos plasmar en las siguientes líneas, ya que fue erigida por iniciativa de esta cofradía. En el Concilio de Trento (1545-1563) la Iglesia Católica refrendó el culto a las imágenes de Cristo y de la Virgen, a los santos y a las reliquias. Aquellos nuevos postulados provocarán la congregación de fieles y devotos en torno a una imagen sagrada para su veneración pública, que será regulada por la autoridad diocesana. Surgen así numerosas hermandades y cofradías pasionistas que serán el germen de la llamada «piedad popular». Años después, el pensamiento barroco trajo consigo una nueva concepción de la vida temporal y una continua reflexión sobre la muerte. En el ámbito espiritual, estas convicciones sociales fomentaron el culto a la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, modelo a quien imitar para ganar la vida post mortem. En Montilla, este cambio generalizado de mentalidad se verá reflejado con la fundación de nuevas cofradías pasionistas a finales del siglo XVI, como son la Soledad y Angustias de Nuestra Señora (1588) y la de Jesús Nazareno (1590).
El viejo llano de la Vera Cruz se convirtió a partir de 1930 en el patio del externado del colegio Salesiano.
En esta fervorosa etapa se verá refrendada la vitalidad que muestran sendas cofradías radicadas en el cenobio de San Agustín, quienes adquieren sus imágenes titulares, insignias y enseres para el guión procesional, ordenan sus reglas, levantan capilla propia en el templo conventual y formalizan su agregación a la basílica romana de San Juan de Letrán, obteniendo así los gracias pontificias e indulgencias que llevaba aparejadas. Asimismo, al amparo de los frailes del conventohospital de San Juan de Dios nace en 1625 la cofradía de Ntra. Sra. de la Concepción Dolorosa y Cristo en la Oración del huerto, última de las cofradías históricas de nuestra Semana Santa. y hasta la primera mitad de la centuria siguiente, la corporación de la Santa Vera Cruz también experimenta un considerable crecimiento devocional que se verá plasmado en la ampliación del repertorio de imágenes representativas de la pasión, muerte y resurrección de Jesús, con la incorporación de las
Por su par te, desde los añ os fin ales del siglo XVI
efigies de Cristo Ecce Homo (1597), Amarrado a la Columna (1601), Resucitado (anterior a 1617), en su Prendimiento y en la celebración de la Última Cena.
Como se puede apreciar, solo la cruz alcanzaba unas dimensiones considerables, con una altura de 1,90 metros, y estaba compuesta de piedra caliza y jaspe de la vecina sierra de Cabra.
A consecuencia de este aumento iconográfico, la cofradía se planteará la ampliación de la ermita, que acusaba cierta estrechez a la hora de celebrar los cultos y cabildos, ya que por estas fechas cuenta en sus filas con medio millar de hermanos. Las obras se llevarán a cabo entre los años 1614 y 1616, según testimonian diversas fuentes documentales.
Igualmente, en la escritura se describen las formas y elementos decorativos que debía incorporar la pieza: «a de ser el árbol estriado afuera con agallones machos, el brazo estriado a dentro vacío de vuelta a el hilo, a el tercio las flores resaltadas afuera con cuatro o seis hojas piedra y manos de la cruz, que es la basa urnia y árbol y brazos e bolas son por quenta del dicho otorgante e traerlo al pie de la obra»2.
Una vez concluida la ampliación de la ermita, los oficiales de la Vera Cruz prosiguen con su ornamentación. Desde 1602 estaba pendiente el cumplimiento de una manda testamentaria otorgada por Andrés de Mesa, donante del Cristo de Zacatecas, de componer y donar una lámpara de plata al Crucificado que trajo consigo de Méjico en 1576. Los oficiales de la Vera Cruz retoman el asunto y en 1619 firman una serie de acuerdos con los herederos del indiano para materializar las últimas voluntades. En el transcurso de este periodo de intensa actividad en torno a la Vera Cruz, la cofradía acuerda erigir un crucero pétreo en las inmediaciones de la ermita. El 6 de agosto de 1629, festividad de la Transfiguración del Señor, confirman ante escribano público un acuerdo alcanzado con Juan Fernández de Ávila, «maestro albañil, vecino que soy de la villa de Montilla», quien se obligaba «en favor de la Cofradía de la Vera Cruz en esta villa y de Francisco Gómez acemilero, su hermano mayor, y Alonso Cameros de la Cueva mayordomo y alcalde de ella, de hacer e dar hecha y acabada con perfección una cruz de piedra blanca y de la cantera de la dehesa de Cabra, de dos varas e cuarta, desde la urnia arriba se ha de medir, y los brazos con proporción conque la altura pide, los remates de piedra colorada de jaspe de una ochava de grueso que ha de entrar en la urnia con su proporción de su tamaño sin disminuir nada en ello»1.
Por su parte, la cofradía debía asumir el costo de los «sillares para el pedestal», junto con el plomo y la cal que se empleara. A su vez, el maestro albañil contraía el compromiso de labrar y sentar los sillares, aportar el hierro necesario para el anclaje y tener acabada la obra para «darla puesta el día de pascua de Navidad fin de este año de seiscientos y veinte y nueve». El monto y los plazos de pago también se contemplan en el contrato público. A la firma del mismo, la cofradía entregó a Fernández de Ávila «cien reales, de que me doy por pagado». Después vendría un segundo pago de otros cien reales a finales del mes de agosto, y «el resto el día que estuviere puesta la cruz». Para el tercer y último pago no quedó fijada una cuantía, aunque sí acordaron que la estipulasen dos personas, una por cada parte.
Desde su fundación, la cofradía de la Vera Cruz celebró con toda solemnidad la Fiesta de la Invención de la Santa Cruz el día 3 de mayo, como atestigua este libro parroquial.
Asimismo, la cofradía se reservó el derecho de inconformidad con el importe ajustado a la entrega, y en su caso quedara «en su elección el tomarla o no». Por el contrario, si el maestro albañil incumplía las cláusulas y plazos establecidos, los cofrades «puedan acudir a otra persona que la haga y en la forma que está dicho y declarado y cobrar lo recibido hasta el presente día». Los representantes de la corporación, Francisco Gómez y Alonso Cameros de la Cueva, avalaron el cumplimiento del contrato con sus bienes personales, para evitar un posible embargo de los propios de la cofradía, como así lo declaran: «otorgamos que aceptamos esta carta y por ella nos obligamos a la paga del precio que se le diere a la hechura de la cruz siendo como queda referido, la que hacemos al dicho Juan Fernández los cien reales ya entregados, cien en fin de agosto, el resto el día que estuviere sentada, y el precio se ha de dar por dichas dos personas y con las calidades […] ya referidas por Juan Fernández, que han sido de nuestra permisión para todo ello ambas
partes obligamos nuestras personas y bienes habidos y por haber…»3. No obstante, antes de finalizar el acta notarial, los cofrades incluyen en el contrato dos nuevos requisitos que habrían de tenerse en cuenta: «y es condición que el pedestal que ha de llevar dos perfiles y sus almohadas, como de por el dicho hermano mayor y oficiales se pidiere. […] Es condición que la dicha cruz ni ha de tener pegadura ni pedazos, sino limpia de todo punto». Rubricaron el documento Alonso Cameros de la Cueva, por parte de la cofradía, y uno de los testigos, Matías Gómez acemilero, además del escribano Juan Rodríguez de Herrera, quien dio fe pública de lo suscrito. La lectura detenida de la escritura ofrece numerosos detalles, aunque también obvia otros tantos, probablemente por la evidencia del momento. En su contenido no se trasluce si el monolito de piedra en su conjunto se contrata por completo de obra nueva o viene a sustituir a otro anterior construido de un material de menor consistencia (ladrillo, madera), lo cual no es descartable dado que la cofradía contribuye con algunos de los materiales necesarios para su construcción. Tampoco se recoge en la escritura el lugar de colocación del monumento. Es de suponer que fue ubicado en el llano de la Vera Cruz, en las proximidades de la ermita o en el patio cercado de la misma, junto a la casa del santero. Según detalla la descripción, la obra artística que había de tener la cruz es más propia de un monumento para el culto público que el típico crucero que se colocaba a las puertas de entrada de la población.
Detalle del plano de Montilla levantado por Juan Enríquez en 1850, donde se aprecia el cementerio de la Vera Cruz y en su interior el monolito de la Cruz.
Es más que probable que la cruz construida a instancias de la cofradía tuviera como fin la veneración pública a la «Cruz Gloriosa», dado que los orígenes de las corporaciones de la Vera Cruz se hallan en la
Por su parte, Dámaso Delgado, en su manuscrita Historia de Montilla describe la existencia «en toda la superficie de su extensión, sepulturas y mausoleos, que preside desde su centro [una] monumental Cruz de piedra»6.
Placa colocada en el cementerio municipal de San Francisco Solano cuando fue secularizado.
celebración de las festividades de la Invención (3 de mayo), el Triunfo (16 de julio) y la Exaltación (14 de septiembre). Precisamente, la fiesta de Regla de la cofradía montillana estaba establecida en la festividad de la Cruz de Mayo, como lo recoge el libro parroquial de Santiago (1645) que regulaba las fiestas anuales en Montilla: «Fiesta y Procesión de la Invención de la Santa Cruz. La Cofradía de la Santa Vera Cruz tiene obligación todos los años de celebrar en su casa de la Sta. Vera Cruz la fiesta de la Invención de la Sta. Vera Cruz a tres de Mayo, con vísperas, procesión, sermón y misa. Y más cumple en esta festividad una memoria por Salvador Carreta y aniversario llano por los cofrades difuntos»4. A comienzos del siglo XIX, cuando el llano y la ermita de la Vera Cruz son destinados cementerio parroquial, en la documentación que manejamos sobre este proceso, que se prolongó entre los años 1805 y 1819, no localizamos reseña alguna a la cruz de piedra. No obstante, tenemos constancia de la existencia de una gran cruz de piedra en el centro de la planicie que ocupaba el camposanto. Así lo testimonia un plano del callejero de la ciudad levantado en 1850 por Juan Enríquez, como también las referencias que hacen a ella los historiadores José Morte Molina y Dámaso Delgado López. Ambos describen el cementerio detalladamente. Morte Molina especifica en sus Apuntes históricos que «ostenta en el centro una cruz grande de piedra»5.
Suponemos que se trata del mismo monolito que fue contratado por la cofradía en 1629, dado que durante las obras de adaptación del llano y ermita para cementerio no se reseña el desmonte de la cruz, por lo cabe pensar que se mantuvo erigida en su lugar original para continuar con su funcionalidad religiosa. Por testimonios orales que han llegado hasta nosotros, sabemos que esta monumental cruz pétrea fue trasladada e instalada en el actual cementerio municipal de San Francisco Solano, una vez fue clausurado el viejo de la Vera Cruz, a comienzos del siglo XX. El monolito se mantuvo pie hasta 1931, año en que el cementerio actual fue –solemnemente– secularizado el día 27 de diciembre, según consta en la placa marmórea que se conserva del acto en el Museo Histórico Local de nuestra ciudad. Con tal pretexto, y dentro del clima laicista y anticatólico del momento histórico, la cruz fue destruida, provocando así su definitiva desaparición. NOTAS 1 Archivo de Protocolos Notariales de Montilla. Escribanía 3ª. Leg. 425, fols. 552-553v. 2 Ibídem. 3 Ibíd. 4 Archivo Parroquial de Santiago de Montilla. Tabla, y razón de los derechos y obvenciones que pertenecen a los Sres. Vicario, Rector y Curas de esta Iglesia Parroquial de Sr. Santiago de esta Ciudad de Montilla, fol. 68v. 5 MORTE MOLINA, José. Montilla. Apuntes históricos de esta ciudad, págs. 72-73. Montilla, 1888. 6 DELGADO LÓPEZ, Dámaso. Historia de Montilla y breve resumen de la general de España. T. I. Cap. VIII, [s.n.]. Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque. Ms. 303-01.
Memoria
Miguel Navarro Márquez
CAMINANDO JUNTOS Próximamente se cumplirán ochos años desde que la actual junta de gobierno asumiera la responsabilidad de dirigir nuestra cofradía con el deseo de poder emprender y llevar a cabo todos y cada uno de los proyectos propuestos a fin de seguir creciendo y consolidándonos como hermandad, siempre en torno a nuestros sagrados titulares. Con el bagaje de la experiencia ya acumulada por parte de la mayoría de sus integrantes, pero con una enorme ilusión por iniciar una nueva etapa al frente de esta gratificante labor que nos asignaron los hermanos de nuestra cofradía al darnos su apoyo, comenzamos a seguir la «hoja de ruta» que nos guiaría hasta el final de este camino que pronto, tal y como nos marcan nuestros estatutos, debe llegar a su fin. Potenciar la labor social y caritativa de nuestra cofradía con la creación de la Vocalía de Caridad y Acción Social, y terminar la fase de talla y charolado del trono de nuestros Titulares, eran dos de los más ansiados objetivos que se propuso conseguir esta junta, siendo ambos dos realidades a día de hoy. La nueva vocalía ha llevado a cabo importantes acciones a lo largo de este período, pues ha estado muy ligada, y lo sigue estando, al Comedor Social desde que se decidiera su puesta en marcha. Pero también ha organizado campañas solidarias para recaudar fondos con los que ayudar allá donde fuese necesario (venta de dulces conventuales, elaboración de batas y calzas para sanitarios durante la pandemia, recogida de alimentos, etc.), así como las bolsas petitorias que cada Martes Santo recogen donativos durante la estación de penitencia para emplearlos con fines benéficos.
Detalle de los nuevos incensarios que fueron estrenados en la estación penitencial del Martes Santo de 2018.
En cuanto a la terminación del trono, las circunstancias sanitarias nos hacen tener que esperar otra Semana Santa más para poder ver el resultado en la calle, pero sí hemos podido disfrutar ya estos años de atrás de los nuevos faroles del trono que han contribuido a engrandecer y embellecer el caminar de nuestros titulares por las calles de nuestra ciudad la tarde noche del Martes Santo, así como el juego de incensarios y naveta inspirados en los antiguos retablos de la Parroquia de Santiago. Además de estas metas alcanzadas, son algunas otras más las que se han ido consiguiendo a lo largo de estas dos legislaturas y que en estas breves líneas sería muy difícil resumir. Sirvan estas palabras para agradecer a todos y cada uno de los que con su entrega, cariño y devoción han contribuido a lograr estos objetivos que no tienen otro fin que el de honrar y venerar a nuestros Sagrados Titulares, el Santo Cristo de Zacatecas y María Santísima del Socorro.
Soleras Bibliográficas
Miguel Aguilar Portero
LA QUINIELA DE LA HERMANDAD DEL ZACATECAS Hace algunos días un buen amigo, gran conocedor de nuestra historia local e incansable estudioso de nuestra Semana Santa, me hizo llegar un precioso folleto que había localizado en la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque. Los montillanos, que con razón presumimos de la importancia de sus fondos bibliográficos, quizá desconocemos las riquezas que también atesora de folletos, hojas volantes… Se trata sin duda de un campo abierto a la investigación que puede resultar singularmente atractivo y entretenido. El documento al que hago referencia tiene el siguiente encabezamiento «Gran Concurso de Fútbol». Está organizado por la Hermandad del Stmo. Cristo de Zacatecas, y corresponde a la 2ª Jornada del Campeonato de Liga de la temporada 1946-47. Se trata, como podemos ver, de una «quiniela» de siete partidos, pues eran catorce los equipos que jugaban aquellos años en Primera División. El concurso futbolístico presentaba algunas particularidades que trataremos de explicar brevemente. Viendo el boleto es fácil imaginar al Hermano Mayor, Francisco Ruz Salas, y a los miembros de su Junta Directiva, ocupados en el hallazgo de fórmulas que aliviasen los problemas económicos de la hermandad, embarcada en numerosos gastos, entre otros el del paso nuevo que había tallado el montillano Antonio González.
Tras la Guerra Civil el mundo cofrade recobró el espacio público en la sociedad española, y las ciudades se volvieron a llenar de iniciativas benéficas para financiar las maltrechas economías de las hermandades.
Había que conseguir fondos. Y aunque no conocemos su nombre, algún miembro de la Junta, amante del fútbol sin duda, puso encima de la mesa una posible solución: hacer un concurso de fútbol, basa-
do en el juego nacional de la quiniela, que acababa de nacer. La primera jornada de la historia de las quinielas se celebró el 22 de septiembre de 1946, coincidiendo con el inicio de la temporada 46-47 de la primera división futbolística. Y en Montilla vemos que el boleto emitido por la Hermandad del Zacatecas corresponde a la 2ª jornada de liga, celebrada el domingo 29 de septiembre de dicho año. Resulta sorprendente que en Montilla apareciese una «quiniela», prácticamente en las mismas fechas. En el volante montillano encontramos similitudes, pero también algunas diferencias, con respecto al juego de carácter nacional. Sabemos que en el boleto de la quiniela, que era administrado por el Patronato de Apuestas Mutuas Deportivo Benéficas y costaba 2 pesetas, aparecían los 7 partidos que se jugaban en la Primera División y del total del dinero recaudado se destinaba un 45% para premios, un 45% para la beneficencia y un 10% para gastos de funcionamiento y administrativos.
En sus primeros años las apuestas eran más complicadas, pues los participantes tenían que acertar no sólo el ganador de los partidos sino también el número de goles de cada equipo. En el caso del concurso de nuestra hermandad había dos premios fijos, de 50 y 25 pesetas, que no dependían de la cantidad recaudada. También el juego montillano resultaba algo menos complicado para el apostante, que tenía que acertar el número total de goles de los 7 partidos y tachar el nombre del equipo perdedor de cada uno de los encuentros. En caso de apostar por un empate no se tachaba el nombre de ningún equipo. Desconozco si el concurso futbolístico alivió la tesorería de la Hermandad, pero de lo que no me cabe la menor duda es que consiguió que muchos montillanos pasaran las tardes de los domingos pegados a la radio.