En el esqueleto de la noche
​A mis hijos de sangre
y de tinta
A la noche que me inspira A mi Sire
Carne Carne I Carne hizo un trato con el tiempo, le dio vírgenes Que gritaban en fosas y tiempo se alimentó del miedo. Carne es blanco, inmaculado, nada tienen que ver los rojos masacre de sus ojos, ni lo geodésico de sus besos. Los gritos están atrapados en algas y corales agua agua agua
Sudor
II Sudor Febril libro abierto delirante El dipsómano se abrió en canal dejó ver las lagunas del vacío Un borracho Un alcohólico Sudor febril Sudor le dijo a carne: "¡Te lameré!"
Sangre III Pero carne tiene un hermano, se llama: Sangre. Sangre es un guerrero Que cuando es vencido muere con el corazón en la mano. Sangre se enamoró de una virgen a punto de ser violada la rescató de la cópula infame de enanos sin ojos. Sangre se metió en las entrañas de aquella virgen y germinó.
Piel
IV Carne es como un ave muerta hay que quitarla de la acera sino salpican su existencia Mamá-Papá Piel Los niños vuelan, no duermen Piel Flagela la memoria con una lámpara entre las piernas ¿qué edad tienes? ¿qué vas a hacer con tu vida? ¿a dónde irás?
Herida V
Carne fue violada le clavaron garfios en cada una de las partes de su corazón En sus miembros muertos Carne se desgarró con la inocencia de sus ojos de niña El corazón El corazón El corazón había muerto
Y las calcetas apenas las alcanzó a subir
Carne gritó pero nadie escuchaba
¡Lo siento!
Pies VI
AĂşn y sin prisa donde mis pasos desgastados AĂşn y sin prisa y sin tiempo para nada soy mujer AĂşn y sin prisa me levanto de madrugada y me convierto en el ninja que protege mi casa...
Carne en mis pies.
Esqueleto “En el esqueleto de la noche” Fui despertada en el esqueleto de la noche Había quedado atrapada en las fauces del éxtasis artificial Desnuda y delirando me detuve en las clavículas del silencio Temblaba ansiosa oculta en los ojos del miedo Las cortinas de mi habitación volaban en el huracán de la soledad Tú no estabas Quise salir corriendo y pedirle al señor de las tinieblas me diera reposo Tomé la cuerda con la que se diera muerte mi padre y me la até al cuello El sueño gritaba desde un rincón de la casa y el esqueleto de la noche me arañaba. Sucedió entonces el milagro, como una visión transparente. Sucedió que entre la bruma te vi llegar me tendiste tu mano pero no vi tu rostro Quitaste la cuerda de mi cuello y me llevaste en tus brazos al tálamo de mi tumba Me ofreciste del vino suicida y bebí aquel láudano infame. Con un beso me despediste y seguiste tu camino Yo ya no me movía Veía entonces la piel de la madrugada agregándose al esqueleto de la noche, y el día se había hecho.
“Necrofagia” La carne se le transparenta con la luz del anochecer se traspasa la visión, llegando mis manos a los huesos Grietas que se abren silenciosas y siniestras Portando en sus escollos el frágil remanso de una vida que es devorada con la gula escamosa de un día sin luna La carne humana en sus apetitos humanos Un rasguño primero, luego la sangre que raspan las venas poco a poco el silencio de los ojos desorbitados Mirando hacia sus adentros Y el cabello erizado, eléctrico llegando con la corriente cruzada, aterida de tu Necrofagia.
“Incoloro” Cuando la existencia se te descubre con tu cadáver ya podrido y sientes una tristeza insólita de vivir arrastrando tu cuerpo a los tibios anhelos recargada en el miedo sientes en tus entrañas vacías como roe una rata el escalofrío en tu piel.
“El efecto Gauss” Es que a veces no nos amanece del todo bien. Nos quejamos Nos lamentamos Nos enojamos ¡Si todo fuera como eso! Pero será que tenemos todo convenientemente diseñado Desvanecido Tal vez porque nuestra cama no está debajo de un puente Donde las miradas intrusas se regodean Son un ojo invisible Son ojo invisible hurgando en las sombras para desvanecernos Para hacer un efecto Gauss en caso de suicidio.
“Hay ocasiones que los ángeles copulan con gusanos”
Hay ocasiones que los ángeles copulan con gusanos. Uno pensaría que la unión es imperfecta, porque nuestros ojos no son capaces de ver la belleza del producto de esta unión. Un ángel bello a veces es pedante, y busca la unión entre los suyos, los ángeles. Un ángel oscuro sin embargo es capaz de descender a las cloacas y tratar de convertir al gusano en mariposa. Hay ángeles que mueren en el intento. Hay ángeles que se abandonan y terminan mimetizados con el gusano. Hay ángeles férreos y tercos que darán todo hasta lograrlo. Pero hay ángeles que saben decir adiós antes de perder sus alas, creo que de esos ¡soy yo! Hay ocasiones que los ángeles copulan con gusanos, y el gusano muerde y roe las entrañas pudre las heridas y provoca un cáncer doloroso sin embargo, de la cópula puede nacer el ser más inocente y bello de la creación.
“Lápiz nervioso” Nací hace dos noches del lápiz nervioso de una artista que es ama de casa. Sus únicas exposiciones han sido en la sala de rayos X, y fue la exposición de las multi fracturas de todos sus huesos. Estoy algo incómoda aquí atada y con esas vendas en los ojos y la boca. No puedo gritar ni moverme. Ella, la artista que es ama de casa. Ahora está lavando ropa, lo hace a mano porque no tiene una lavadora automática. La olla exprés explotó el otro día y con los frijoles en las paredes hizo la réplica de un Miró, sus hijos miraban sorprendidos, pero al rato se le unieron. La imaginación es una olla exprés. Ayer le dio un poco de color a mi pálida y vulnerable figura. Le puso el rosa carne de sus propias mejillas y la transparencia de sus lágrimas. Nací de sus más alocados sueños, donde ella permanece cautiva, esperando quitar la mordaza y asestar la primer mordida.
“Yo bestia”
Después...yo bestia, lamo los huesos del deseo Los poseo Los desnudo Los violo... Después... yo bestia, me meto en tu cama para roer tus sueños y morder tu almohada... Después... yo bestia, te besaré con las alas de mis labios con las niñas de mis ojos que saltarán hacia tus pupilas Después... yo bestia, te ofrendaré mi templo para que puedas encender la llama y descargues tus deseos perversos. Después, Después, Después...yo bestia me transmutaré en el bosque encantado donde puedas escapar escalar mis colinas y hablar con mis árboles Después...yo bestia seré el cementerio lejano donde eches tu cuerpo a dormir y mis gusanos te amarán. Yo bestia
Humus “Duerme, ella duerme” Ella duerme... Ella duerme... Ella duerme... shhhh....calla... no hagas ruido. ¿Cómo dejarla seguir soñando? ¿Prolongar la agonía? Suspira Suspira Suspira Quisiera saber qué es lo que sueñas. Quizás robarte un poco de tu dolor y meterlo en mis heridas. Quisiera nunca haberte hecho llorar, cuando estuve lejos. Quisiera soñar contigo. Ahora que sueñas, no dejo de llorar. ¿qué sucederá mañana? ¿en qué lugar despertarás? No quiero que te vayas de mí ¿En dónde tu corazón? ¿En dónde tu amor? Nadie en casa Nadie Todo calla sí tú no estás.
“Velada I” Cavo la tierra poderosa entre nubes sustraída en la noche del búho blanco espejo languidecido Carmesí inmundo de hilos podridos acaecidos muros en el salitre de las páginas llenas de historias de niñas muertas en el pozo lejano de tus recuerdos Lobos en mi interior aullando las hormonas vampiras de grafitos calcáreos Cavo la tierra poderosa Exhumo tu cuerpo amado. Hematomas.
“Velada II” Gotas de lágrimas que vienen de mis venas cavas ancestrales himnos, traen consigo la tristeza infinita del último adiós. Sangre del reino amado ahogas calaveras grisáceas Sus dulces labios color de rosas su sonrisa cosida con hilos despiadados y agujas retorcidas. El cuerpo toma forma de una masa maloliente y dentro de sí despiadados diminutos cientos de ellos, horribles gusanos en macabro festín desnudan tu cuerpo de esa carne blanquecina poco a poco tu esqueleto tu triste esqueleto que se queda sin ti.
Cal para mis muertos Arrastro mis alas Mis alas dibujadas en charcos de sangre ¡ruidos! ¡ruidos! Estruendosos ruidos de balas chocando ¡Argh! La cal para mis muertos La cal
para
mis
muertos
Dibujan mis hijos Cadáveres descompuestos. Arrastro y froto mis alas en la sangre de los muertos mientras el reloj no se detiene en la avanzada del ulular de las sirenas de las sirenas de las sirenas. Las sirenas encallan en las aceras. El corazón lacerado de madres dolientes. Arrastro mis alas en fuegos cruzados mientras mis hijos se convierten en cadáveres olvidados. ¡Cal! ¡Cal! ¡Cal! para mis muertos.
Bocanadas De pronto mis noches eran así, Todavía lo recuerdo mis ojos saltaban en búsqueda de fantasmas perdidos
¡no!
Sólo eran sueños de opio.
II Entonces las ideas se iban y venían como gente susurrando en mis oídos la felicidad se escapaba en la última bocanada.
III Extinguida en bocanadas de demencia en el frenopático de esta realidad.
IV A veces nunca se da cuenta uno de donde ha estado parado O bien, si de las entrañas los parásitos salieran podrían fungir como un confortable camino
hacia las cloacas
V
Me aspiré profundamente Esnifé lo más que pude y comencé a sangrar mis pensamientos
Escurrían como cataratas y llevaban espuma corrompida
Me volví a aspirar me quedé colapsada de mi misma y me convertí en un hoyo negro.
Dolor vampiro Estacas de luz Desgajan mis ojos Espejos sin mi imagen Oscuridad y Silencio Mi yugular te pertenece Estacas de luz Me matan Espejos no dicen nada Cavas fosas Mi cuerpo no aparece
Dolor vampiro vuelve Ataca mi alma que llora Dame la sangre Por siempre Toma mi alma y vete.
Epitafios
En un punto del universo me encuentro perdida Donde la carretera termina En un punto del infinito mi cuerpo muerto camina Soy susurros Soy letargos prolongados Y de pronto la materia estalla como olas que chocan contra rocas en playas solitarias ¡Héme aquí! La casa va quedando atrás los kilómetros me hacen pensar que las distancias son una ecuación donde la incógnita es una variable solitaria Nadie que me lleve a un lugar Nadie se detiene.
Gusanos Camino descalza dejando pequeñas huellas en el asfalto Mis pies sangran y de mi mochila saco vendajes para calzar vendajes para calzar Subían desde mis pies a las rodillas A veces caían, A veces gemían. Seguían subiendo hasta alcanzar mi vientre, mi ombligo. Trepaban y de mis senos se adueñaban Mordían mi cuello y yo no despertaba. Llegaron a mis labios, se metieron en mi boca. Devoraban mi lengua hicieron de mis dientes estercoleros de vertedero. Salían por mis ojos en mis orejas patinaban se enredaron en mi cabello como lianas de la selva. Allí estaban. Vivían, pululaban, Sí así sucedía, poco después de que mi cuerpo sepultaran.
Nada Hoy me dieron ganas de llorar recordé un sueño que llevaba partes de una cabeza que acababa de ser cortada Veía las venas, el tejido, la sangre Pero no lloro por eso no lloro por quien perdió la cabeza, porque en el sueño aparecía un cirujano que la volvía a su estado natural y con agujas e hilo la había puesto en su mismo lugar Me dieron ganas de llorar porque me encontré en un barranco en el mismo sueño. En el barranco las aguas sucias mojaban mis pies y crecía un hongo que me empezaba a envolver de una forma que me asfixiaba. Allí me encontraba como desecho tóxico miraba las aves carroñeras acercarse y poco a poco comenzaban a comerme No me podía mover tampoco sentía dolor Así son los sueños Uno no siente dolor solo una pena, una enorme pena que llevan a la realidad lágrimas Será así la muerte? -me pregunté. Será el total abandono? Ahora que lo pienso el dolor, el dolor a morir para mi no lo es Me han dolido tantas y tantas cosas que la muerte sería un alivio Me dieron ganas de llorar y lloré como cuando era niña y despertaba bañada en llanto pensando que mi némesis entraría por la puerta de mi habitación Lloraba quedo metiéndome en las sábanas y buscando la forma de desaparecer Me abrazaba a mi misma como un ouroboros que se empieza a comer la cola y entonces, volver a la nada.
El ala Un ángel sin cabeza, sin brazos y con el alma perdida. Hace un día encontré en un sueño debajo de mi almohada el pinchazo de una aguja que me pedía coser el ala extraviada de un ángel sin cabeza, sin brazo y con el alma pérdida. El pinchazo me hizo sangrar, desperté.
Bailando Quisiera irme de este mundo bailando en un vals eterno y triste Donde nadie me recuerde Quisiera llorarme a mi misma Y con la sal de mis lágrimas cubrir mi osamenta. La tinta de un orgasmo la carne de tus besos los minutos no tienen vida es el tiempo que se acaba Un castillo sin salida yo la bruja que te atrapa Las dudas tejen telarañas Tal vez pienses que aquí me voy a quedar. cuenta regresiva... sigo aquí, nadie me llama aúllo en la soledad. la cuenta regresiva es una navaja oxidada sin escucharte camino en la noche hacia donde tú estás como una sonámbula te intento tocar déjame escuchar el latido de tu corazón.
En el esqueleto de la noche Verรณnica Miranda 2016 www.veronicamaldoror.com