Las mieles Por: Verónica Miranda Maldoror
A las 6:00 am., ya me estaba metiendo en la guarida del lobo Donde la mente aúlla pensamientos jorobados. La sensación de estar y no estar es la caperuza descolorida de la niña. A las 6:00 am., el Sol aún no nace y el sudor me baña por completo. Hay un "roooaaar" de camión como fugitivo escapando de mi corazón. Mis manos se quiebran justo donde las muñecas comienzan su juego en columpios que rechinan. Las muñecas me observan, inmóviles de huesillos celestiales.