Push Rush - Book

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Push Rush




SILENCIO ESTAMPADO Me agota jugar a ser un ser social charlas con un Diablo que te hacen pensar jugando y mintiendo un silencio estampado tu corazonada esta vez te falló Perdiste tu tiempo con ansias de “star” y tu parloteo empezó a titubear truquitos siniestros con rostros amables blanquean la musa de tu inspiración. (Donde comen dos nunca comen tres) ¿Por qué se te ha dado cambiar de opinión? Estando callado siempre fue mejor. Estás mesurado y durmiendo muy poco y nada de lo que tocás abrazás. (¿Ahora sos vos el mismo de ayer?) Con tus cachivaches a veces cansás


sendero seguro a un panik atack ¿soy yo en tu cuerpo o vos en mi mente? el susto del sueño nunca se curó. (Si el gato no está no baila el ratón) Vendiste tu alma al Diablo otra vez y ya no sabés que deseo pedir. Levántate y anda le dijo ¿Y anduvo? ¿O la eternidad es un chiste de Dios? (Murió en la cruz, no hay nada que hacer) Vas a contar los días hasta perder la cuenta y después de eso estarás mejor. (Soy el que no ve lo que quiere ver)




CAFÉ La verdad es que el calor afecta al menos uno de los cinco sentidos. Cuidemos el medio ambiente, y el que tenga un dos ambientes que también lo cuide. El agujero de la capa de ozono no perdona a casi nadie, solo a quienes creen en el Dios del Aire Acondicionado, santidad poco barata. En la televisión están dando una aburrida serie de detectives, ya descubrí quien es el asesino y acabo de tomar un café muy feo. Salgo a la calle en busca de un café más rico. Más digno al menos. Pero el calor en la calle alcanza el rango de insoportable. ¿En qué pensaba al salir a la calle? Ah, sí, el café más rico. Ahora comprendo al Adicto. Maldigo la hora en que probé café por primera vez. - ¡¡Maldigo la hora en que probé café por primera vez!! – grito frente a una anciana que con temor sujeta con fuerza su cartera pegándola a su cuerpo. A Braian no le interesan los vicios ajenos. Esta es la clase de gente que me rodea. ¡¡Desalmados!! Soy una mujer, deberían cuidarme. - Un ser humano sin vicios no es un ser respetable. ¿Ven lo que les digo?


En la calle hay un Bar abierto, a esas horas todos los bares, incluidos los clausurados, están abiertos. Entro. Pido un café rico. - Buenas noches, ¿me sirve un café rico por favor? - Me encantaría, pero para eso antes debo saber cuál es su parámetro para decir que algo es rico. Eh aquí la Camarera finalizando su carrera de filosofía y ensayando su tesis. ¿Puede ser que tenga tanta puntería? Tiene lindos ojos, a Rocker le gustaría, según él nada es más lindo a que “ojos lindos te miren desde abajo”, perverso. - Solo sirva un café y ya. Y no espere propina, generar dudas existenciales a los clientes no está nada bien. El calor no ha mermado. Pregunto la temperatura. Se me ríen, por supuesto, ¿qué esperaban?, creo que soy una histérica. Lo supongo porque en la mesa de al lado los hombres mencionan la palabra histérica, me miran y sonrién en voz baja. Me persigo. Loca y paranoica. Llega Braian al Bar, por suerte. - Buenas noches, ¿me puede servir un trago que sea dulce y fuerte? Le hago señas que no. Con las manos y la cabeza le hago señales que no. Pero es tarde, como siempre que uno avisa algo. - Por supuesto, pero para eso antes debo saber cuál es su parámetro para decir que algo es dulce y fuerte.


No. A Braian Bauer no. Por favor no…¡¡qué le sirva el trago y ya!! - Verá, su observación es interesante. Imagine que come un caramelo de frutilla de industria nacional, el trago debe ser un cuarto más dulce. Ahora bien, piense en una petaca de ginebra de los barrios bajos de la antigua Yugoslavia, no menos fuerte que eso. Tiene usted ojos muy lindos, a mi amigo Rocker le gustaría. La Camarera se sonroja. - Me gusta la gente que sabe cuál es su parámetro para lo que quiere, no como otras… ¿Me miró a mí cuando dijo eso? ¡¡La muy perra me miró cuando dijo eso!! Yo solo quería un café rico. Demonios. El Bar está lleno de desquiciados y poetas. ¿Notan la diferencia? Puede que no exista. La música es retro. La decoración es que no hay decoración. Mesitas redondas. Manteles a cuadros. Puchos apagados en el suelo. Una barra desde donde el Cantinero habla de fútbol, política y mujeres con los clientes. Una de esas máquinas que pasan discos por una moneda, que solo pasa Blues. Y la ya citada Camarera. - Gracias, el trago está dulce y fuerte, tal como lo pedí, la felicito, pues no esperaba menos de alguien con ojos tan lindos. Esta es su propina, tome, se la ha ganado. Lo que me faltaba.


- Disculpe, pero mi café está feo… - Ya le dije, si no me explica cual es su parámetro para distinguir algo rico de algo feo, no voy a poder ayudarla. Hago pucherito. Me largo a llorar. ¿Qué otra cosa podía hacer? Texto robado del diario íntimo no tan íntimo de Lole.




EL HOMBRE DEL FARO En el Faro vive un hombre que nadie sabe cómo se llama. A él no le importa que el resto de los ciudadanos no sepan su nombre. Él, además, hace años que no habla con alguien, por lo tanto, dicen, hasta olvidó su propio nombre. Este hombre pinta cuadros hermosos, y envía bellos poemas a los diarios que son publicados bajo un pseudónimo poco creativo. El Hombre del Faro. Lo extraño del caso es que este hombre vive allí desde que se tiene conciencia y memoria. Su primer poema fue publicado por el suplemento de un diario local hace más de cien años. En la última muestra de arte que se realizó con sus obras, había una pintura que databa del año 1876. Los rumores son varios, poco serios, y por supuesto, poco dignos. Que es inmortal. Que es un fantasma. Que es un vampiro. Que es un viejo choto. Los Prisioneros de la Razón dicen que en realidad el hombre murió en algún momento de la historia y que alguien continuó haciendo, con mal gusto, cosas en su nombre. Un sobrino, un hijo, un nieto, o simplemente un vivo. O tal vez un gran amigo, quien le dio la orden a otro gran amigo de continuar con esta historieta.


Claro que al no conocer su nombre real es imposible afirmar esto último, ya que cualquiera puede firmar una carta, poema, cuadro, bajo el pseudónimo el Hombre del Faro. Yo, inclusive, podría firmar este texto bajo ese pseudónimo, de hecho en el último concurso de cuentos municipal participé con dicho nombre, pero la suerte no estuvo de mi lado. A decir verdad creo que los jueces del concurso se avivaron y descalificaron el texto, texto que de todas formas no correría con mejor suerte. Este hombre no responde cartas ni correos electrónicos. No utiliza redes sociales. Ni atiende el teléfono, pero dicen que algunas veces, si está de humor y hay Luna Llena, si se le toca la puerta él recibe visitas y les ofrece bizcochitos de grasa con té. A veces, cuando paso caminando por allí de noche, puedo ver en la ventana más alta del Faro una luz encendida y la silueta oscura de la sombra de un hombre caminar por la habitación. Algún día voy a hablar con él. Texto robado del Diario Íntimo no tan íntimo de Lole.





CREDITOS Grabado, mezclado y masterizado en los estudios propios (y clandestinos) de Vicky’s Books. Todos los temas pertenecen a la negligencia del Alter Ego que responde al nombre de Empresario Rocker, quien se hizo cargo de todos los instrumentos como así también de la producción y de los ruidos molestos.

THE EDUCATORS Braian Bauer: Poemas. Lole: Textos involuntarios. ToN: Dibujos y diseño.

¡¡DISCO BABY, DISCO!!

© Rocker & The Educators.



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