Introducción “Comprobando cual es la dirección y el propósito para mi vida”
La gente siempre buscando una forma de entender lo que Dios quiere una vez que somos cristianos, siempre nos cuestionamos y pedimos tanto a Dios, que entre tanto pedirle a Dios nos olvidamos o nos cansamos ya de lo que estábamos pidiendo, dado el hecho de que Dios no nos llegó a responder.
Preguntamos tantas cosas, pedimos tanto y tanto, nos gastamos de buscar una respuesta y Dios parece como que no nos escucha, pero cuál será la voluntad de Dios para mi futuro, para mi vida y para lo que yo quiero hacer.
Tales preguntas suelen parecer: ¿con quién Dios me va a casar?, ¿Por qué yo no tengo aún mi propia casa?, ¿Cuál es el trabajo que Dios quiere para mí?, entre muchas y muchas preguntas más donde el ser humano le hace a Dios para tratar de entender lo que Dios quiere o para no cometer errores en la vida de santidad que lleva cada creyente seguidor de Cristo Jesús.
Para construir este material hemos tomado mucha referencia del libro escrito por John MacArthur “La Voluntad de Dios”, y aquí mostraremos las características que debe tener un buen siervo de Cristo para saber cuál es ciertamente la voluntad de Dios y que es lo que va a hacer cuando Dios no responda de inmediato a las peticiones.
Sé que este material será de mucha bendición para cada vida y ayudará a entender las cuestiones más complejas que aparentemente existen en la vida cristiana de nuestros tiempos.
Definiendo lo que es la voluntad de Dios Voluntad según el diccionario es: I. II. III. IV. V. VI. VII.
f. Facultad de hacer o no hacer una cosa. f. Facultad de decidir y ordenar la propia conducta. Ejercicio de dicha facultad. buena o mala voluntad Buen o mal propósito o disposición. Acto con que la potencia volitiva admite o rehúye una cosa, queriéndola, o aborreciéndola y repugnándola. Amor, cariño, afición, benevolencia o afecto. Gana o deseo de hacer algo. Intención, deseo, gana, anhelo, ansia, gusto, afán, interés, tenacidad, perseverancia, empeño, obstinación, tesón, constancia, consentimiento, aquiescencia, permiso, conformidad, testamento, mandato, orden, decisión, disposición.
Voluntad (del latín voluntas) es la potestad de dirigir el accionar propio. Se trata de una propiedad de la personalidad que apela a una especie de fuerza para desarrollar una acción de acuerdo a un resultado esperado. La voluntad implica generalmente la esperanza de una recompensa futura, ya que la persona se esfuerza para reaccionar ante una tendencia actual en pos de un beneficio ulterior. Voluntad según definición bíblica: I.
II.
(Del griebo Thelema), objetivamente, aquello de que se tiene voluntad, de la voluntad de Dios, siendo su cumplimiento una señal de la relación espiritual con el Señor. (Del griebo Thelesis), denota la acción de querer un deseo.
Existen miles de significados para la voluntad de Dios, claro, aquí expongo las básicas para poder entender el material presentado. Ahora sí, vamos a lo que realmente queremos estudiar.
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BUSCANDO LA VOLUNTAD DE DIOS 1) La gente sabe que Dios tiene un plan para cada creyente. A medida que vamos creciendo en el conocimiento de la palabra de Dios, siempre existe un momento en el cual surge la pregunta: ¿Cómo puede un cristiano conocer la voluntad de Dios para su vida? La mayoría de las personas saben que Dios tiene un plan para cada vida del creyente, pero a menudo parece haber cierto problema en determinar como es este plan en un momento en particular. 2) Pensamos que se ha perdido la voluntad de Dios Algunos piensan que durante el periodo de búsqueda de la dirección de Dios para sus vidas, sienten que ya de momento Dios no quiere mostrar cual es esa voluntad para su vida, y dicen: ¡ya Dios no me va a responder, ya he perdido la voluntad de Dios en mi vida!, ¡yo sigo buscando la voluntad de Dios pero no sé por qué él no me responde! Y la gente se pasa todo un largo tiempo tratando de entender cuál es el plan perfecto para el cual Dios los ha llamado. 3) Muchos piensan que se debe encontrar la voluntad de Dios en el trauma Otros piensan que la voluntad de Dios debe encontrarse a través de una experiencia traumática. Voy por la calle, piso una cáscara de plátano y me caigo sobre un mapa de la India, e inmediatamente digo al Señor: “Gracias por guiarme con claridad. ¡Comprendo! ¡Es la India!”. O siempre hay una voz del cielo o una visión que le dice que valla a un país, siempre lejos del suyo.
4) Otros le tienen miedo a la voluntad de Dios Muchas personas sugieren que la voluntad de Dios es incomprensible, que es difícil entenderla, y por eso le temen a lo que Dios haga con sus vidas. Las personas tienen la idea de que Dios quiere romper con nuestras ocupaciones personales, quitarnos de ese entorno, dejarnos paralíticos y después sanarnos para hacer él su obra como si fuésemos un objeto de atracción mecánica. Se piensa que Dios quiere quitar los bienes obtenidos por el trabajo honrado y dárselo a los pobres para que ellos también sean bendecidos y entonces Dios dejarnos a nosotros con miserias y luego querer después de muchos años bendecirnos por cosas que él si quiere para mi vida. Muchos dicen: ¡No estoy seguro de entregar mi vida a Cristo, porque tengo miedo de lo que él me obligará a hacer! Dios no anda echando a perder el gozo de las personas, lo que si él hace es que si antes de tu ser creyente tenías una vida que no favorecía las cosas espirituales Dios las va a remover para agregar las cosas que si son pertenencias de Dios, no para hacerme caer y luego pisotearme y al final entonces darme una mano, sino para que los demás vean en mí que realmente Dios me ha transformado. 5) La idea de conformistas Tenemos a las personas que se hacen simplemente la idea de conformismo. Hay cristianos que ven la voluntad de Dios como un atleta que participa en una carrera, sin importarle si gana o no un logro, los que más les importa es la intención de participar y nada más. En otras palabras: “No corras con la intención de ganar, solo hazte presente en la carrera”. 6) La mayor fuente para entender la voluntad de Dios es su palabra Miles de teorías, millones de libros, cientos de personas profesando lo mismo acerca de la voluntad de Dios y aun así sigue el lío de ¿Cuál es la voluntad de Dios? ¿Puede uno saber que trabajo buscar, a que escuela asistir, a que chica o chico amar, qué decisión tomar en cualquier situación que se dé? Uno no tiene que preocuparse. La lucha casi ha terminado, la búsqueda casi ha concluido. Dios que tiene una voluntad específica para cada uno, él quiere que nosotros la conozcamos. De ser así, entonces podríamos esperar que él nos la comunicara de la manera más obvia. ¿Cómo? A través de la Biblia, su revelación. Así que todo lo que necesitamos aprender está en ese libro sagrado, y ese mismo libro nos va a enseñar cual es la voluntad que Dios tiene para cada cristiano, lo que si es que hay que escudriñarlo muy detenidamente para entender lo que dice acerca de nosotros.
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LA SALVACIÓN COMO PRIMER REQUISITO 1) Dios solicita arrepentimiento para el mostrar su voluntad 2 Pedro 3:9 “El Señor no se tarda en cumplir su promesa, según algunos entienden la tardanza, sino que es paciente para con vosotros, no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento.” Solo porque no vemos a Dios invadiendo al mundo con fuego, destruyendo edificios, no significa que el no cumplirá su promesa. Su demora no significa que es débil o infiel, sino que es paciente, “no quiere que nadie se pierda” 1 Timoteo 2:3, 4 “3 Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, 4 el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al pleno conocimiento de la verdad.” Lo primero para entender la voluntad de Dios se genera en la salvación del hombre, aquí vemos que añade más a la salvación, “pleno conocimiento de la verdad”. Tenemos el deber de comprender la verdad que es Cristo y ser salvos del pecado como Dios ha querido para las personas que escuchan el mensaje. Si usted está deambulando por la vida y lanzando de vez en cuando unas oraciones a dios per nunca se ha puesto de rodillas a los pies de la cruz y entrado a Jesús, entonces ni siquiera estamos al principio de la voluntad de Dios. Dios no tiene motivo para revelarle nada en particular acerca de su vida porque no ha reunido el requisito número uno: Salvación.
DIOS GUIA A LOS SUYOS Un reconocido propietario de un restaurante y club nocturno de la ciudad de New York hizo esta declaración en una entrevista de noticias: “No estaría donde estoy ahora si no fuera por aquel que está en las alturas”.
Por su puesto, esa es una declaración verdadera en el sentido que la usó el apóstol Pablo cuando les dijo a los atenienses que estaban errados sobre el tipo de culto que Dios quería de su parte (25-27), y se equivocaban sobre cómo debía pensarse sobre él o representarlo. Hechos 17:28 “porque en El vivimos, nos movemos y existimos, así como algunos de vuestros mismos poetas han dicho: "Porque también nosotros somos linaje suyo.” Pero en cuanto a Dios guiando personalmente a aquellos que no han recibido a Jesucristo como salvador personal, no hay un versículo en las escrituras que indique que, por lo general, eso suceda. Juan 10:4 “Cuando saca todas las suyas, va delante de ellas, y las ovejas lo siguen porque conocen su voz.” Sin Cristo, el hombre es un extraño para Dios. Es un rebelde en contra de Dios, un forastero en el universo de Dios. ¿Dios escucha o responde las oraciones de un pecador o incrédulo? Juan 9:31 declara, “Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad a éste oye.” También se ha dicho que la única oración que Dios escucha de un pecador es la oración para salvación. Como resultado de esta Escritura, algunos creen que Dios no escucha y/o nunca responderá las oraciones de un incrédulo. Sin embargo en el contexto, la Escritura dice que Dios no realiza milagros a través de un incrédulo. 1 Juan 5:14,15 “14 Y esta es la confianza que tenemos delante de Él, que si pedimos cualquier cosa conforme a su voluntad, Él nos oye. 15 Y si sabemos que Él nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hemos hecho.” En algunos de estos casos, la oración parece estar combinada con arrepentimiento. Pero en otros casos, la oración era simplemente para una bendición o necesidad terrenal, y Dios respondió a ambas por misericordia, o en respuesta a una genuina búsqueda o fe de la persona. Estos son algunos pasajes que tratan con la oración de un no creyente:
La gente de Nínive; Jonás 3:5-10; para que Nínive fuera perdonado. Agar e Ismael; Génesis 21:14-19; no fue tanto una oración, sino un clamor del corazón por su hijo, quien estaba próximo a morir. Acab: 1 Reyes 21:17-29; especialmente vers. 27-29; Acab ayuna y gime por la profecía de Elías concerniente a su posteridad. Dios responde no aplicando tal maldición durante la vida de Acab.
La mujer de la región de Tiro y Sidón: Marcos 7:24-30; para que Jesús liberara a su hija de un demonio. Cornelio, el centurión romano; Hechos 10; no se menciona la petición de su oración (Hechos 10:30), pero le es mostrado el camino para su salvación.
Por lo tanto, sí, hay situaciones en las que Dios no responde las oraciones de un no creyente. Al mismo tiempo, en Su gracia y misericordia, Dios puede intervenir en las vidas de los inconversos en respuesta a sus oraciones. Relacionándome con Jesús Marcos 3:31-35 “31 Entonces llegaron su madre y sus hermanos, y quedándose afuera, mandaron llamarle. 32 Y había una multitud sentada alrededor de Él, y le dijeron: He aquí, tu madre y tus hermanos están afuera y te buscan. 33 Respondiéndoles El, dijo: ¿Quiénes son mi madre y mis hermanos? 34 Y mirando en torno a los que estaban sentados en círculo, a su alrededor, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. 35 Porque cualquiera que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano y hermana y madre.” María, la madre de Jesús, vino con sus hermanos para hablar con Él. La multitud impedía que llegasen a donde Él estaba, de modo que le enviaron recado de que estaban esperándole afuera. Cuando el mensajero le dijo que Su madre y Sus hermanos querían verle, Él miró en torno y anunció que Su madre y Sus hermanos son cualquiera que hace la voluntad de Dios. Estoy seguro de que la reacción de la multitud fue algo así como: “¿Qué clase de pregunta es esta?” ¡Todo el mundo conoce a su madre y a sus hermanos!” La idea aquí expuesta por Jesús no es negar a su familia, ya que esto es un mandamiento bíblico, él lo que si estaba dando a conocer que para relacionarse con Jesús, uno tiene que hacer la voluntad de Dios. Póngalo al revés. Para hacer la voluntad de Dios uno tiene que estar relacionado con Jesús. 1 Juan 2:15-17 “15 No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16 Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos y la arrogancia de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 17 Y el mundo pasa, y también sus pasiones, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” ¿Quién va a permanecer para siempre? Aquellos que hacen la voluntad de Dios. ¿Pero quién es el único que puede dar vida eterna? Jesucristo. Entonces el primer paso a dar en el camino de la voluntad de Dios es que usted y yo seamos salvos. La gente rechaza esto. La doctrina de la salvación no es popular porque incluye el reconocimiento del pecado. A nadie le gusta reconocer el pecado, y mucha gente resiste la idea de que necesita ser salvo.
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HAY QUE SER LLENO DEL ESPIRITU 1) ¿Entonces que somos? Como creyentes, gente que pertenece a la familia de Dios, si no conocemos la voluntad de Dios, ¿Entonces que somos? ¿Gente que carece de información? No. ¿Gente que está buscando? No. Somos tontos. “Es muy duro”, dice usted. “La biblia no habla de esa forma”. ¿De verdad? Qué le parece esto: Efesios 5:17 “Así pues, no seáis necios, sino entended cuál es la voluntad del Señor.” Definición de necio: I. II. III. IV. V.
adj. Ignorante y que no sabe lo que podía o debía saber. adj. Ignorante Imprudente terco y obstinado. Dicho de una cosa: Ejecutada con ignorancia, imprudencia o presunción. Tonto, imbécil, idiota, bobo, estúpido, zoquete, burro, ceporro, memo, mentecato, zopenco, inepto, majadero, palurdo, ignorante…
En otras traducciones bíblicas al español dice “insensato” que viene siendo lo mismo a lo ya definido anteriormente.
2) Lleno del Espíritu La forma para no ser un insensato o un necio lo cubre el siguiente texto de la biblia: Efesios 5:18 “Y no os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución, sino sed llenos del Espíritu,” Teniendo en cuenta que los días son difíciles y malos (v. 16), hay que estar totalmente capacitado y despierto para poder resistir en este periodo. Una de las cosas que si pertenecen a la voluntad de Dios es estar lleno de Espíritu Santo. Primero si desea conocer la voluntad de Dios, usted debe ser salvo. Segundo, debe estar lleno del Espíritu. Eso es lo que enseña la palabra de Dios. Muchos cristianos dicen: “No entiendo por qué Dios no me ha revelado con quién debo casarme”. Otros dicen: ¿Por qué no me muestra que trabajo debo aceptar, qué trato de negocios debo cerrar, por qué no me da una casa, cuándo voy a tener un carro o qué deberían hacer acerca de un problema específico?. Durante todo ese tiempo la persona no está ni siquiera llena del Espíritu, lo cual es claramente revelado como su voluntad. ¿Qué significa estar lleno del Espíritu? Debemos estar tan totalmente entregados al Espíritu Santo, que Él pueda poseernos por completo, y en ese sentido, ser llenos de Él. El ser lleno con el Espíritu implica darle a Él la libertad para ocupar cada parte de nuestra vida, guiándonos y controlándonos. Entonces Su poder puede ser ejercido a través de nosotros, para que lo que hagamos sea un fruto para Dios. La llenura del Espíritu no se aplica solamente a hechos externos; también se aplica a los pensamientos más íntimos y los motivos de nuestros actos.
Hay gente sincera que ora: “Oh, Dios, envía tu Espíritu” y yo me he dicho: No, él está aquí. ¡Él está aquí! (Juan 14:26) Otros oran: “Dios dame más de tu Espíritu” como si el viniera en dosis. Él vive dentro de cada creyente verdadero, (1 Co. 6:19), esto se debe a que pedimos lo que ya tenemos. Se ora: “Dios dame más amor por fulano de tal” donde ya ese amor ha sido derramado en nuestros corazones, (Rom. 5:5) Algunos dicen: “Dios dame más gracia” Dios dice que la gracia que ya ha dado es suficiente, (2 Cor. 12:9) Dicen: “Señor necesito más fortaleza” la biblia dice que todo lo podemos en Cristo, (Fil. 4:13) Dicen algunos: “Oh, Dios guíame” donde Dios quizás está tratando de hacer el mayor esfuerzo por complacerlo.
3) Estamos completos en Él ¿Cuándo se dará cuenta de que ya tiene todo? ¡A usted no le hace falta nada! Pero hay muchos cristianos escuálidos que andan diciendo: “Bueno yo simplemente no tengo el poder para hacer esto o aquello”. 2 Pedro 1:3 “Pues su divino poder nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad, mediante el verdadero conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia,” Colosenses 2:10 “y habéis sido hechos completos (plenitud) en El, que es la cabeza sobre todo poder y autoridad;” ¡Completos! ¿Qué está buscando? ¿Qué está pidiendo?, pues yo creo que sabiduría, es algo que realmente se debe buscar y pedir. Santiago 1:5 “Pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.” Al tener sabiduría nos damos cuenta de que lo que pedimos ya lo tenemos hace tiempo, ese es el sentido de estar completos en Dios. De modo que no necesitamos pedir al Espíritu Santo; él ya está en nosotros. Puesto que teniendo al Espíritu tenemos también poder porque el poder ha llegado junto al Espíritu así lo expresa la palabra de Dios. El poder se define como “dunamis”, que significa dinamita, así que usted es una dinamita andante. Hechos 1:8 “pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.” La vida de Pedro La vida del apóstol Pedro nos ofrece una ilustración. Cuando Pedro estaba cerca de Jesucristo, tenía un poder asombroso. Por consiguiente, a él le encantaba estar donde estaba Jesús. Cuando Jesús dejó de estar con ellos Pedro no quedó solo para volverse alguien insignificante lejos de Jesús, él quedó lleno del poder de “otro” o sea “otro de la misma clase de Jesús” que este fue el Espíritu Santo. A Pedro se le conoce por su forma de predicar el evangelio, sin miedo, con tanto poder para hacerlo que no le tuvo miedo a la muerte y tampoco detuvo el mensaje por causa de las persecuciones y las amenazas. Estar lleno del Espíritu es estar saturado con las cosas de Cristo, con su Palabra y su persona.
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MANTENGASE PURO 1) Santificación Para muchas personas que han estado buscando la voluntad de Dios por mucho tiempo, esto va a parecer bastante obvio. 1 Tesalonicenses 4:3-7 “3 Porque esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación; es decir, que os abstengáis de inmoralidad sexual; 4 que cada uno de vosotros sepa cómo poseer su propio vaso en santificación y honor, 5 no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios; 6 y que nadie peque y defraude a su hermano en este asunto, porque el Señor es el vengador en todas estas cosas, como también antes os lo dijimos y advertimos solemnemente. 7 Porque Dios no nos ha llamado a impureza, sino a santificación.” La voluntad de Dios para Su pueblo es la santificación. Santificar significa apartar para uso divino. En un sentido, todos los creyentes han sido separados del mundo para el servicio del Señor; esto se conoce como santificación posicional, y es perfecta y completa (1 Co. 1:2; He. 10:10). Sin embargo, en otro sentido los creyentes deberían santificarse, es decir, deberían disociarse de toda forma de pecado; esto es conocido como santificación práctica o progresiva. Es un proceso que proseguirá hasta la muerte del creyente o el regreso del Señor. Es este último uso de la palabra el que aparece en el versículo 3. Un aspecto de la santidad (hay muchos otros de igual importancia) necesitó ser subrayado, que os apartéis de inmoralidad sexual. Esta frase se refiere a toda clase de relación sexual que no sea la de la relación matrimonial. Pablo en este pasaje está tratando acerca de la pureza práctica y ofrece cuatro principios que son de importancia señalar:
Abstenerse de la fornicación Manténgase alejado del pecado sexual. No dice evitar todo lo relacionado con el sexo; dice manténgase alejado del pecado sexual. Por supuesto, esto quiere decir que no debemos involucrarnos en actos sexuales que están mal. También significa que no nos acerquemos a esas cosas. El pecado específico contra el que advierte Pablo es la actividad sexual ilícita, y en esta sección probablemente se refiere al adulterio. Es uno de los principales pecados del mundo pagano. La amonestación que os apartéis de fornicación es tan necesaria en la actualidad como en el primer siglo de la iglesia. Es absurdo que un joven (o cualquier otra persona) que está viviendo en impureza sexual diga: “Dios, muéstrame tu voluntad”. Esa persona ni siquiera está haciendo lo que este versículo dice que es su voluntad. 1 Corintios 6:12 “Todas las cosas me son lícitas, pero no todas son de provecho. Todas las cosas me son lícitas, pero yo no me dejaré dominar por ninguna.” Controle su cuerpo El programa cristiano es que cada uno de vosotros sepa cómo poseer su propio vaso en santidad y honor. La palabra vaso en este versículo puede significar una esposa, o puede significar el propio cuerpo del hombre. Se emplea de una esposa en 1 Pedro 3:7 y del cuerpo en 2 Corintios 4:7. Lo que Pablo está diciendo es que debemos controlar nuestros cuerpos, eso es pureza. Nosotros deberíamos mantener nuestros cuerpos en sujeción para asegurarnos de estar honrando a Dios. Eso incluye la manera de cómo nos vestimos y las cosas que hacemos con nuestro cuerpo. Este principio cubre el área entera de la lujuria de la carne, y no solo el área de la sexualidad. Una persona puede deshonrar a Dios al vestirse exageradamente para llamar la atención. La glotonería también lo pone a uno en la posición de deshonrar a Dios y pecar, porque es obvio que todo glotón no puede controlar su deseo de comer. Someta sus pasiones
La pasión (del verbo en latín, patior, que significa sufrir o sentir) es una emoción definida como un sentimiento muy fuerte hacia una persona, tema, idea u objeto. Así, pues, la pasión es una emoción intensa que engloba el entusiasmo o deseo por algo.
Pablo aquí está hablando de que el cristiano no debe vivir con bajas pasiones (deseo perverso que tiene que ver con asuntos sexuales), el sí dice “No actúen como el resto del mundo: ellos son guiados por sus pasiones. Los gentiles piensan en el sexo como manera de satisfacer la pasión de concupiscencia. Para ellos, la castidad es una debilidad, y el matrimonio un medio de legalizar el pecado. Por su sucia conversación y sus obscenos escritos en las paredes públicas, se glorían en su vergüenza. Trate a los demás con justicia 1 Tesalonicenses 4:6 “y que nadie peque y defraude a su hermano en este asunto, porque el Señor es el vengador en todas estas cosas, como también antes os lo dijimos y advertimos solemnemente.” En otras palabras, no se aprovechen de la gente. Algunas personas ponen el pie en el cuello de otras personas para obtener lo que quieren. Otras usan a otros de manera sexual para gratificar sus propios deseos. Otros usan a gente en los negocios. Hay muchas maneras de usar a otros. No lo haga porque Dios toma venganza. La inmoralidad es un pecado contra el Espíritu Santo de Dios (1 Co. 6:19); es un pecado contra el propio cuerpo (1 Co. 6:18), y es también un pecado contra otras personas. De modo que Pablo añade: que ninguno agravie ni defraude en este asunto a su hermano. En otras palabras, un cristiano no debe ir fuera del vínculo matrimonial y defraudar a un hermano robándole el afecto de la mujer del hermano. Aunque estas ofensas no son generalmente castigadas en la actualidad por los tribunales de justicia, el Señor es vengador de todo esto. Los pecados sexuales traen una terrible cosecha de desórdenes físicos y mentales en esta vida, pero eso no es nada en comparación con sus consecuencias eternas si se mantienen sin confesión ni tampoco perdón. Usted podría decir: “No me gustan esas reglas. Dios es de mentalidad cerrada”. Entonces el versículo 8 es para usted. 1 Tesalonicenses 4:8 “Por consiguiente, el que rechaza esto no rechaza a hombre, sino al Dios que os da su Espíritu Santo.” Entonces Dios que no nos ha llamado a vivir una vida de impurezas, ni con cosas ocultas para demostrarnos santos ante los ojos de los videntes, tenemos que cuidar esta parte tan apreciada. La santificación no se trata de que hoy he sido nueva criatura y mañana soy un libertino que puede hacer cuanto quiere siempre y cuando Dios no me lo prohíba, no, es un proceso de preparación durante toda la vida para estar más parecido a Jesús. (2 Tim. 2:21) 1 Tesalonicenses 4:7 “Porque Dios no nos ha llamado a impureza, sino a santificación.”
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HAY QUE SOMETERSE Someterse es: I. II. III. IV.
Tr. Sujetar a dominio o autoridad a una o más personas. Hacer que una persona o cosa reciba o soporte cierta acción. Mostrar algo a alguien para que dé su opinión sobre ello. Exponer a una acción determinada para conseguir una cosa, especialmente un efecto.
1 Pedro 2:13-15 “13 Someteos, por causa del Señor, a toda institución humana, ya sea al rey, como autoridad, 14 o a los gobernadores, como enviados por él para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen el bien. 15 Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis enmudecer la ignorancia de los hombres insensatos.” ¿Qué es lo que Dios desea que haga? Someterse. Las escrituras esbozan varias clases, incluyendo para con los padres y otros creyentes. Pero aquí Pedro hace un llamado específico a la clase de sometimiento que lo convierte en el mejor ciudadano posible en la sociedad en la que vive. ¿A quién estamos tratando de alcanzar? Al mundo. Si no somos la personificación de lo que debería ser un ciudadano en el mundo, con seguridad haremos daño a nuestro testimonio. Dios no solo ordena que nos sometamos a aquellos que ejercen autoridad, sino que nos dice claramente la razón. “15 Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis enmudecer la ignorancia de los hombres insensatos.” Viviendo una vida ejemplar dentro de la sociedad, usted va a hacer callar a los críticos que solo están buscando fallas en usted para luego manipular a todos los otros a que nuestras vidas no son del todo agradables y perfectas. Está bien que tenemos libertad pero no la podemos usar para pretextos a hacer maldad como dice el verso 16.
¿Seguro que hay que someterse en todo? Sé que se ha preguntado: ¿Se supone que deba obedecer todas las leyes del lugar? Nosotros decimos que sí, cada una de ellas. Si no está de acuerdo con ellas, eso no cambia el tema. Obedézcalas. Ahora, si usted conoce una manera de trabajar políticamente para cambiar leyes malas, muy bien; pero hasta que sean cambiadas, obedézcalas. ¿Pero qué tal si dicen que haga algo que infringe la clara revelación de Dios? ¡Entonces no la obedezca! Esa es la única forma de no obedecer ninguna ley que exista. Esto sucedió con Pedro y Juan cuando los gobernantes judíos le detuvieron: Hechos 4:18-20 “18 Cuando los llamaron, les ordenaron no hablar ni enseñar en el nombre de Jesús. 19 Mas respondiendo Pedro y Juan, les dijeron: Vosotros mismos juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; 20 porque nosotros no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.” La única vez en que el creyente debe infringir la ley del lugar es cuando la ley prohíbe hacer lo que se le ha dicho por medio del mandamiento directo de Dios, o cuando se le ordena a hacer lo que Dios prohíbe. Mateo 5:13-16 “13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se ha vuelto insípida, ¿con qué se hará salada otra vez? Ya para nada sirve, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres. 14 Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar; 15 ni se enciende una lámpara y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. 16 Así brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas acciones y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.” Estas cualidades deben de brillar en nuestras vidas, somos visibles y bien visibles ante todos los espectadores que buscan buenos ejemplos en nuestras vidas, y ante todos los demás que quieren vernos caer y hacernos avergonzar ante todo lo bueno y perfecto que en Dios podemos encontrar. No es que vamos a hacer la clase de persona que en el mundo va a llamar la atención, es que si queremos transformar al mundo, el mundo tiene que ver nuestra transformación primeramente. No es que voy a hacer como un conductor con rótulos cristianos en los cristales pero al conducir atente contra la vida de los ciudadanos, las personas no se van a fijar en los rótulos sino en mi actitud de como demostrar la sana ciudadanía que desarrollamos.
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EL SUFRIMIENTO COMO ENTREGA Muchos posibles seguidores de Jesús vienen a él con sueños de grandeza, los cuales son buenos cuando están en el lugar que les corresponde. Jesús puso en su lugar a los discípulos por discutir sobre quién de ellos era el más importante, y les dijo que la verdadera grandeza se centra en servir a los demás. Marcos 9:33-35 “33 Y llegó a Capernaum; y cuando estuvo en casa, les preguntó: ¿Qué disputabais entre vosotros en el camino? 34 Mas ellos callaron; porque en el camino habían disputado entre sí, quién había de ser el mayor. 35 Entonces él se sentó y llamó a los doce, y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos.” Pero Jesús también dio ánimo a sus aspiraciones de grandeza con declaraciones tales como: Mateo 19:28 “Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.” Pero en la voluntad de Dios, la grandeza sigue detrás del sufrimiento, a menudo muy detrás. Si una persona se une a Jesús teniendo como objetivo la grandeza, será mejor que esté consciente de que el sufrimiento viene primero. De otro modo, la voluntad de Dios podría comenzar a parecerle bastante indeseable después de que ha estado siguiéndole un corto tiempo. ¿Te seguiré donde quiera que vallas? Lucas 9:57-58 “57 Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas. 58 Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.”
El primer hombre estaba bien seguro de que quería seguir a Jesús adondequiera que fuese. No esperó a ser llamado, sino que se ofreció de manera impetuosa. Estaba confiado en sí mismo, indebidamente deseoso, y sin tener en cuenta el costo. No conocía el significado de lo que decía. Al principio, la respuesta de Jesús no parece relacionada con el ofrecimiento de aquel hombre. En realidad, hay una estrecha vinculación. Jesús le estaba diciendo: « ¿Sabes lo que realmente significa seguirme? Significa abandonar las comodidades y ventajas de la vida. Yo no tengo un hogar que llamar mío. Esta tierra no me da reposo alguno. Las zorras y las aves del cielo poseen más comodidades y seguridad natural que yo. ¿Estás dispuesto a seguirme, aunque signifique dejar aquellas cosas que la mayoría de los hombres consideran como sus derechos inalienables?» Cuando leemos que el Hijo del Hombre no tiene donde recostar la cabeza podemos tener la propensión a compadecerle. Un comentarista observa: «No es nuestra compasión lo que necesita. Compadécete a ti mismo si tienes un hogar que te retiene cuando Cristo te quiere fuera, en los lugares difíciles del mundo». No oímos ya más de este hombre, y sólo podemos suponer que no estaba bien dispuesto a abandonar las comunes comodidades de la vida para seguir al Hijo de Dios. Él quería que este posible seguidor supiera que la voluntad de Dios implica sufrimiento. Hay que sufrir, sufrir, y sufrir. El apóstol Pedro escribió: 1 Pedro 5:10 “Y después de que hayáis sufrido un poco de tiempo, el Dios de toda gracia, que os llamó a su gloria eterna en Cristo, El mismo os perfeccionará, afirmará, fortalecerá y establecerá.” El sufrimiento es parte del camino del cristiano. 1 Pedro 4:19 “Por consiguiente, los que sufren conforme a la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, haciendo el bien.” Alguien podría decir: “¿Debo sufrir? Yo sí califico para esa parte. Caramba, sí que sufro. Cargo una verdadera cruz. “Mis padres son mi cruz”. O, “Mi esposo/a es mi cruz”. O, “Mi suegra es mi cruz”. Pero esa no era la clase de sufrimiento a lo que se refería Pedro. 1 Pedro 3:17 “Pues es mejor padecer por hacer el bien, si así es la voluntad de Dios, que por hacer el mal.”
Debemos sufrir, no porque no somos el tipo correcto de persona, ni porque somos antagonistas (contrario), malhumorados, cascarrabias o algo que esté fuera de lugar, sino que debemos sufrir por hacer lo correcto. 1 Pedro 4:13-16 “13 antes bien, en la medida en que compartís los padecimientos de Cristo, regocijaos, para que también en la revelación de su gloria os regocijéis con gran alegría. 14 Si sois vituperados por el nombre de Cristo, dichosos sois, pues el Espíritu de gloria y de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, por ellos Él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. 15 Que de ninguna manera sufra alguno de vosotros como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entrometido. 16 Pero si alguno sufre como cristiano, que no se avergüence, sino que como tal glorifique a Dios.” Si usted es un cristiano que está viviendo una vida piadosa en un mundo impío, sufrirá. Porque esto mismo lo declara el apóstol Pablo cuando escribe de la siguiente manera: 2 Timoteo 3:12 “Y en verdad, todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús, serán perseguidos.” Uno de los problemas del evangelismo de hoy en día es que los cristianos no están dispuestos a estar firmes cara a cara con el mundo y decirles las verdades de Jesucristo tal como son. El evangelio ha sido mutilado para acomodar los prejuicios de todos. Necesitamos valentía. Es triste que la valentía de Pedro y Juan está lejos de lo que la mayoría de nosotros experimentamos en nuestras vidas. Ruego a Dios para que nos dé más valentía. Un cristiano es prescindible. Puede que usted no reciba oposición física pero puede sufrir persecución intelectual en cambio. Usted puede ser aislado silenciosamente de la sociedad. Puede ser rechazado cortésmente cuando comparte con sus compañeros de trabajo. La gente puede adoptar una actitud despectiva. Y eso causa un problema de decaimiento de la autoestima. Todas las personas quieren ser aceptadas. Pero usted no puede ser aceptado por todo el mundo y ser Efectivo para el Señor. Filipenses 2:17 “Pero aunque yo sea derramado como libación (prueba) sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me regocijo y comparto mi gozo con todos vosotros.” ¿Qué quiso decir pablo con esto? Si tengo que morir como sacrificio para que ustedes sean salvos, eso es bueno. Si tengo que ofrecer mi vida como sacrificio por el gozo suyo, me encanta. Al mundo le encantaría agredir a Jesús. Ellos no persiguen a los cristianos porque no les caen bien; ellos persiguen a los cristianos porque no les cae bien a Jesús. No lo pueden agredir porque está en el cielo, así que lo agreden a usted y a mí. ¿Está dispuesto a sufrir por aquel que sufrió por usted? ¿Está dispuesto a confrontar al mundo?
PASO
7
USTED ES LA PERSONA INDICADA La voluntad de Dios es que usted sea salvo, lleno del Espíritu, santificado, sumiso y sufrido. La palabra de Dios aclara todo eso. No continúe leyendo hasta que haya entendido estos cinco principios. Usted dirá: “Usted me iba a decir a que universidad debería ir, con quien me tendría que casar, que tratos de negocios debo cerrar, que planes tendré para mi vida, usted me iba a decir específicamente la voluntad de Dios. ¡No lo ha hecho!”. Bueno permítame darle el principio final, ¡pero agárrese de su silla! ¡Quizás va a querer saltar y gritar! Si usted está haciendo todas estas cinco cosas básicas, ¿sabe cuál es el siguiente principio de la voluntad de Dios? ¡Hacer lo que usted quiera! Si esos cinco elementos de la voluntad de Dios están funcionando en su vida, ¿quién está gobernando sus deseos? ¡Dios! El salmista dijo: Salmos 37:4 “Pon tu delicia en el Señor, y Él te dará las peticiones de tu corazón.” LBLA Salmos 37:4 “Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón.” NTV Salmos 37:4 “Deléitate en el Señor y él te dará cuanto pidas.” BHTI Salmos 37:4 “Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón.” NVI Salmos 37:4 “El SEÑOR te da gozo, disfrútalo, y él te dará lo que más deseas.” PDT Salmos 37:4 “Ama al Señor con ternura, y él cumplirá tus deseos más profundos.” DHH Salmos 37:4 “Entrégale a Dios tu amor, y él te dará lo que más deseas.” TLA
¡Dios aquí no dice que va a cumplir todos los deseos! Si usted está viviendo una vida devota, él le dará los deseos correctos. Ahora bien, supongamos que tengas grandes deseos de llevar a cabo cierto ministerio para el Señor. Te sientes seguro de que Él te ha estado guiando, y tu deseo es tan solamente glorificarle a Él. Pero un adversario potente ha impedido, bloqueado y frustrado tus planes continuamente. ¿Qué debes hacer en un caso así? La respuesta es: deleitarte asimismo en JEHOVÁ, sabiendo que a su tiempo Él te dará las peticiones de tu corazón. No es necesario que luches en contra del enemigo. «La batalla no es vuestra, sino de Dios» (2 Cr. 20:15). «JEHOVÁ peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos» (Éx. 14:14). Tienes que estar en movimiento Esto trae a colación otro principio crucial. Imagínese tratando de virar y cambiar la dirección de un tractor estacionado. Tarea muy difícil. Se requerirían grúas y cadenas para siquiera moverlo. Pero una vez que está rodando, un vehículo que pesa 18.000 kilos no es difícil de controlar. A Dios le gusta usar gente que ya se está moviendo. Hechos 9:32-35 “32 Y mientras Pedro viajaba por todas aquellas regiones, vino también a los santos que vivían en Lida. 33 Allí encontró a un hombre llamado Eneas, que había estado postrado en cama por ocho años, porque estaba paralítico. 34 Y Pedro le dijo: Eneas, Jesucristo te sana; levántate y haz tu cama. Y al instante se levantó. 35 Todos los que vivían en Lida y en Sarón lo vieron, y se convirtieron al Señor.” Este relato emocionante registra que Dios usó a Pedro para sanar a un hombre enfermo y comenzar un avivamiento. ¡Qué experiencia bienaventurada la de servir en la voluntad del Señor! Y cuidadosamente insertado en este evento se encuentra un pequeño pensamiento que dice: “…mientras Pedro viajaba por todas aquellas regiones”. Pedro ya se estaba moviendo, estaba en la disposición de puertas que estuviesen abiertas. Entonces fue cuando Dios lo dirigió a Lida. Recuérdese que Dios tiene ministerios abundantes para sus santos más ocupados. Participe en la corriente dominante de lo que Dios está haciendo y deje que él lo guie a esa voluntad perfecta. Manténgase en movimiento, ¡qué principio! Hay tantas personas que se quedan sentadas esperando que la grúa celestial los mueva y dicen: “No sé lo que Dios quiere que haga”. Ellos necesitan comenzar a moverse para que Dios pueda guiarlos a esa área que él ha planificado.
¿Sabe qué? La voluntad de Dios no es primordialmente un lugar. La voluntad de Dios no es, ante todo, un sitio donde ir o un lugar donde trabajar. La voluntad de Dios tiene que ver con usted como persona. Si usted es una persona que está en la condición correcta, entonces puede seguir sus deseos y cumplirá así con la voluntad de él. Romanos 12:1,2 “1 Por consiguiente, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es vuestro culto racional. 2 Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto.” Aquí, pues, tenemos tres claves para conocer la voluntad de Dios. La primera es un cuerpo entregado, la segunda, una vida separada, y la tercera, una mente transformada. Y cualquier cosa que pase en su vida, a lo largo de su recorrido dé gracias porque Dios está usando eso para moldear su vida: 1 Tesalonicenses 5:18 “dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús.”