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Experiencia y reflexiones
CAPÍTULO 08
Experiencia y reflexiones
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Experiencia y reflexiones
A lo largo de estos 3 meses de práctica, he aprendido sobre la realidad del trabajo como arquitecta en el sector público. Una expectativa que tenía antes de ingresar a la fundación era que como equipo íbamos a estar a cargo del desarrollo de proyectos de diferente índole y en diferentes lugares, pero al contrario de lo que esperaba, me encontré con que los procesos de los proyectos tienen varios pasos y cada uno de estos pasos tiene plazos establecidos, que rara vez están con tiempo a nuestro favor. Es aquí donde las interrelaciones del equipo deben y deberían ser más estrechas, porque se necesita mucho esfuerzo individual para hacer el esfuerzo colectivo.
La fundación desarrolla no muchos proyectos, si no que proyectos del mismo tipo en su mayoría de ampliación, donde el fuerte está en la gestión social y asistencia técnica más que en la modificación del proyecto mismo, ya que éste ya está resuelto. Estos procesos no dejan de ser importantes ni necesarios de aprender, sobre todo cuando la diplomacia de las políticas de estado a veces confunde sobre cómo moverse con astucia en el mundo de las postulaciones a proyectos. Tomo estos conocimientos con agradecimiento, ya que en el mundo estudiantil se plantean de una forma mucho más simple de lo que es, y en la realidad todos los problemas de gestión que surgen los tiene que resolver el mismo equipo, con herramientas o sin herramientas para hacerlo.
Mencionando al equipo, y tal como comenté en el capítulo sobre la oficina, es un equipo reducido donde sus límites entre que tarea realiza cada uno son más difusos que duros. Este punto también tiene sus falencias tomándose en cuenta desde el punto de una estudiante realizando su práctica profesional. La experiencia con la arquitectura se aleja un poco de su foco (o del foco conocido), porque hay más cosas que se deben solucionar más rápido y por ende, se posicionan por sobre la arquitectura, como lo es el área social.
Y este mismo punto de lo social me lleva a cuestionarme que, si es quizá una de las cosas más importantes en el desarrollo de proyectos públicos, necesita de mayor atención u apoyo de personas aptas para hacerlo, o si es la arquitectura la que debería acercarse más a lo social en su escuela. ¿Es quizá este punto el cambio que se necesita para que la fundación tenga mejores estrategias?
Si es que lo social es la clave, debería dialogar con mis motivaciones de cambiar el abandono sistemático en Chile, y por ende, debería yo encontrar la manera en que con mi experiencia de práctica, evocar nuevas formas de gestionar lo social dentro de la arquitectura.
Sin duda el rol político y público actual es cosa de mi interés y está posicionado con una mayor cercanía con mi persona que antes de esta experiencia de práctica. Como experiencia personal, y quedando al debe quizás conmigo misma, planteo estas dudas a fin de continuar mi búsqueda en un futuro como Arquitecta, avanzando y retrocediendo pero con muchas ganas de seguir aprendiendo y acumulando experiencias, porque qué triste sería para mí el haber terminado este informe teniendo ya todas las respuestas.