![](https://assets.isu.pub/document-structure/210716085648-368d66e3567d5e1308e86cac8f268ca0/v1/07fd48ba53356abf9731d4f964df3494.jpeg?width=720&quality=85%2C50)
4 minute read
nuevas galerías en pandemia
nuevas galeríasen pandemia
![](https://assets.isu.pub/document-structure/210716085648-368d66e3567d5e1308e86cac8f268ca0/v1/07fd48ba53356abf9731d4f964df3494.jpeg?width=720&quality=85%2C50)
Advertisement
DANIEL GARDEAZÁBAL
Hace poco más de un año llegó el COVID a nuestras vidas. Con el virus llegaron las cuarentenas, los encierros, la distancia social, los protocolos de bioseguridad y sobre todo un cambio en las vidas de todas las personas del planeta. No es la primera pandemia en la historia (y no será la última), pero es la primera vez que se extendió por el mundo a una gran velocidad y es la primera vez que teníamos la oportunidad de expresar lo que estaba causando en nosotros en tiempo real. Como todos los sectores, el arte también se vio afectado por los cambios que trajo la pandemia: afectó a los artistas en su modo de producir obra, en sus temáticas y en sus procesos; al mercado del arte, en la forma de comercializarlo; y a los espectadores, en la forma en que nos acercamos a él.
Los artistas, tan acostumbrados a estar en sus estudios, se vieron, como la mayoría de las personas, trabajando desde sus casas, donde no tienen el mismo espacio para la experimentación. Se podría pensar que los artistas no se sintieron afectados de la misma forma que la mayoría de personas, al estar acostumbrados a estar dentro de sus propios mundos creando. Pero no es así, los artistas se nutren no solo de su mundo interior, sino también de sus experiencias y del contacto con las demás personas. Compartir con otros artistas en sus estudios enriquece su obra, permite un intercambio y una crítica que hace sus trabajos más sólidos.
Por otro lado, con la cancelación de exposiciones, ferias y bienales, la perspectiva de un proyecto específico para ser presentado en un espacio determinado, los artistas también se vieron perjudicados en su economía y en sus procesos.
El mercado del arte también sufrió cambios. Las galerías y espacios comerciales no pudieron seguir con el mismo esquema de presentar exposiciones de la forma tradicional. Durante la cuarentena, las exposiciones tuvieron que ser canceladas o pospuestas y tuvieron que presentarlas de forma virtual. Los recorridos por las galerías en 3D se hicieron más comunes y la utilización de nuevos medios para mostrar la obra de los artistas se expandió. Las redes sociales, muchas veces olvidadas por las galerías, se fortalecieron y se crearon nuevas estrategias para acercar las obras de los artistas al público: sabiendo que la gente estaba en sus casas, las galerías optaron por mostrar no solamente las obras sino también los procesos por medio de videos con los artistas, lives o dosieres más detallados. Esto hizo que los espectadores, aunque no pudieran visitar los espacios físicos, pudieran tener un acercamiento más íntimo con los artistas y con las galerías que antes solo tenían unos pocos.
Las ferias también se volcaron a lo virtual, presentando stands online de las galerías con mayor o menor éxito. Siendo éstas una parte importante del mercado del arte, perdieron un poco el peso que tenían. Parte de lo interesante de las ferias era esa posibilidad de contacto directo con diversas galerías en un solo espacio, con las ferias virtuales el coleccionista ya no siente la misma experiencia. Sin embargo, plataformas de venta de arte online, como Artsy o Mutual Art salieron fortalecidas. En su reporte anual, Artsy muestra a través de una encuesta realizada a más de 1700 galerías alrededor del mundo, como el presupuesto para ferias de las galerías bajó en un 31%, mientras que para presencia en mercados online subió el 49%. En el mismo reporte de Artsy se menciona cómo Latinoamérica ha sido la región más afectada con un 11% de galerías cerradas permanentemente y cómo muchas galerías se han movido a un modelo exclusivamente online.
![](https://assets.isu.pub/document-structure/210716085648-368d66e3567d5e1308e86cac8f268ca0/v1/56ba2aae6d853738e440a5b4bdaa7dbb.jpeg?width=720&quality=85%2C50)
Los jóvenes coleccionistas también son menos reacios a comprar arte a través de este tipo de plataformas y están cada vez más acercándose a nuevas formas de comprar arte. A principios de este año, las grandes noticias en el mundo del arte fueron por la compra de NFTs (Non-Fungible Tokens), luego de que algunas de ellas obtuvieran precios astronómicos. La mayoría de estas obras son digitales o virtuales y no existe una obra física como tal, son bienes intangibles, pero siguen manteniendo esa aura de “pieza única” que tanto les gusta a los coleccionistas.
En general ha sido un año difícil para el mundo del arte. Sin embargo, la gente ha podido acercarse de una forma diferente a los artistas y a las galerías. Ahora que cada vez más espacios empiezan a estar abiertos, ese contacto que se mantuvo a través de internet, está haciendo que la gente visite más las galerías. El estar más tiempo en las casas ha hecho que la gente quiera decorarlas y renovarlas, por lo tanto, busca más obras de arte. La recuperación económica del sector va a tomar un tiempo, como las de todos los sectores, pero creo que los esfuerzos hechos por los artistas y las galerías en este último año se verán recompensados.