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Unha Aperta...
En julio de 2010, cuando conocí Bodegas Terras Gauda, en Galicia, varias cosas me impresionaron, entre ellas, el precioso valle donde se ubican, O Rosal, sus hermosos viñedos y las funcionales instalaciones, además, por supuesto, de los magníficos y sabrosos vinos. Sin embargo, lo que me tocó para siempre fue la calidez y cordialidad de sus directivos, desde el Presidente de la sociedad, el gran José María Fonseca, pasando por Antón Fonseca, hoy Vicepresidente, Enrique Costas, Director General, o Iago Becerra, Director Comercial. Los pasados 20 y 21 de junio tuve la ocasión de ratificar esa impresión, durante la grata visita de Iago a Guanajuato. De esos agobiantes pero satisfactorios días, tanto en Celaya como en León, le comparto algunos apuntes.
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El empuje de lo que hoy constituye el Grupo Terras Gauda resulta evidente, desde esos espléndidos blancos de las añoradas Rías Baixas, con Terras Gauda como estandarte y origen en 1989, pasando a los magníficos tintos de Pittacum en El Bierzo desde 2002, la sobriedad de los elaborados, a partir de 2010, en el Valle del Duero por Quinta Sardonia, hasta llegar pisando fuerte adonde no lo hace cualquiera, Rioja, a mediados de 2017, con la elegancia embotellada de Heraclio Alfaro.
Difícil encontrar una oferta enológica de tanta diversidad e importancia, sustentada en regiones tan diferentes de España, nada mal para una aventura que ha cumplido sus primeros 34 años guiada por José María Fonseca, gallego inquieto y esforzado, cuya filosofía es crear vinos de personalidad única al interpretar el terruño como parte medular de su esencia, convirtiéndose en una especie de Midas enológico, porque está visto que su toque se convierte en cumbre.
La línea es clara y está bien asimilada por todos los eslabones de la organización, como desde hace casi 20 años lo demuestra Iago Becerra, responsable de las tareas comerciales, de mercadotecnia y enoturísticas del GTG, certificado en Vinos por la prestigiada Wine & Spirit Education Trust WSET. Un visitante de tan alto nivel reviste una gran responsabilidad, en este caso para quien le escribe, pues implica mostrar que las etiquetas del Grupo Terras Gauda están bien representadas en la región, por lo cual la ruta se dividió en dos etapas, Celaya y León. Las actividades tuvieron puntos culminantes, como las capacitaciones a personal de servicio en Beef Capital y Gaucho Tradicional Palmas, reuniones de negocios y, por supuesto, Cenas Maridaje tanto en Beef Capital y Gaucho Tradicional Calzada, ante empresarios, industriales y profesionistas, todos convocados por su interés en la Cultura del Vino. Cada acto tuvo una trascendencia particular, pero el conjunto dejó claro que ambas ciudades tienen un lugar de vanguardia en la hostelería nacional. Querido Iago, Guanajuato es tu casa.
Seleccionar cuatro etiquetas que sirvieran de base para una ruta tan demandante, entre la amplia gama que el GTG ofrece, podría haber sido complicado, sin embargo resultó sencillo al remitirme a recuerdos entrañables y preferencias personales. Terras Gauda 2022, 70% Albariño, 23% Caíño Blanco y 7% Loureiro, la icónica mezcla gallega que hace beber blanco a quienes no lo hacen, un vino amplio, untuoso y de gran carácter. Sardón 2020, 96% Tempranillo, 3% Garnacha y adornos de Albillo, Syrah, Malbec y Cabernet Sauvignon, un tinto del Duero muy retador, complejo y de larga permanencia. Heraclio Alfaro Finca Estarijo 2017, Vino de Autor que mezcla Graciano, Tempranillo y Garnacha a partes iguales más 1% de Mazuela, un concierto de las autóctonas riojanas que acaba embotellando la elegancia. La Prohibición 2018, 100% Garnacha Tintorera, el regreso de un señor tinto, potencia pura en color, amplitud aromática y paso por boca, exclusividad total de 4,500 botellas elaboradas. Vinos singulares de bodegas prominentes, enmarcadas por el respeto irrestricto al entorno de cuatro visiones enológicas, lideradas por Emilio Rodríguez, Christian Rei, Idoya Jarauta y Alfredo Marqués, respectivamente, abanico creador acogido bajo la tutela de una organización ejemplar en todos los sentidos, el Grupo Terras Gauda
La visita de Iago Becerra, amable lector, fue una reiteración de lo platicado entre Usted y yo infinidad de veces. Los grandes vinos del mundo siempre expresan las bondades de sus terruños y las condiciones específicas que involucraron su ciclo vegetativo, a instancias de sus creadores, los enólogos que los soñaron y luego los diseñaron, dándoles la personalidad única que provoca tal conjugación. Aquellos que elabora el Grupo Terras Gauda son precisamente eso, memorias firmes y evidencias diáfanas de sus entornos, así como de las ansias y afanes que sus creadores desearon expresar. En otras palabras, para nuestro deleite, la viña, el clima y sus nítidos reflejos, todo ello compartido por quien peregrina alrededor del mundo exhibiendo esta grandeza, mi amigo Iago Becerra, a quien le envío un abrazo a través del Atlántico, o como diría él, unha aperta
Ha sido muy amable y yo muy agradecido. Hasta la próxima entrega.