Artículo revista arcadia expresiva

Page 1

LITERATURA

E

n el mundo que han inventado María Eugenia Niño y Luis Ángel Parra, directores y dueños de la Galería Sextante y el Taller Arte Dos Gráfico, todo está al servicio del arte. Recorrer este laberinto de buhardillas, bibliotecas, jardines, a rchivos, cuartos oscuros, molinos de papel y prensas es como visitar un viejo sueño: todo es extraño y a la vez familiar. Juro que nunca antes había visto una prensa Heidelberg, pero al contemplar ese imponente aparato con su olor a máquina de escribir y sus extraños secretos metálicos sentí una suerte de reencuentro. La casa es azul tiza, tiene tejados inclinados y está casi escondida en una calle breve de Bogotá: en la 75 con 14. Al entrar hay una galería de paredes blancas donde cuelgan obras de la artista venezolana Nela Ochoa. Es el espacio de la galería Sextante donde se han presentado desde 1981 más de 100 exhibiciones de arte gráfico contemporáneo y un buen número de recitales de poesía y música. Por el mismo corredor, en otro gran salón, hay cajones con grabados, litografías y serigrafías, y una estantería amplia donde se exhiben generosamente los libros de Arte Dos y una pequeña muestra de obras que incluye, por ejemplo, una colección de frascos de vidrio rellenos de fotos de cuerpos desnudos. Ahí me reciben María Eugenia y Luis Ángel. Sobre la mesa hay catálogos que dan cuenta de la historia de su negocio: una editorial que produce libros de artista, una galería que exhibe obras de arte y una casa que opera como centro cultural. Sobre la mesa también está el objeto que me trajo acá: un libro de 42 x 42 cm con tres litografías en piedra del artista peruano Fernando de Szyszlo y un poema de Mario Vargas Llosa. El libro se llama Estatua viva, se imprimieron 90 ejemplares en 2004, y cada uno cuesta 12.5 millones de pesos. Estatua viva, uno de los pocos poemas publicados por el Nobel peruano, es un monólogo al9

de papel Experimentos

Taller Arte Dos Gráfico Catalina Holguín Jaramillo Bogotá

tivo, festivo y sombrío de una estatua emplazada en un parque. Hasta la publicación de este artículo, el poema no había sido leído por nadie más que los compradores del exclusivo libro. La historia del célebre libro se podría resumir en el siguiente diálogo: —Vargas Llosa vino a visitar el taller sólo por 20 minutos. Me prometí no pedirle nada al Maestro, pero él se emocionó y terminó pasando toda la tarde aquí. Al final de la visita nos propuso publicar un poema suyo en colaboración con su amigo Fernando de Szyszlo—, rememora Luis Ángel. —Ya habíamos hecho El lugar, los instrumentos con Fernando—, interviene María Eugenia. —Yo le dije que sí inmediatamente, y él me dijo que debía ser un pésimo editor, aceptando el poema sin haberlo leído, dice Luis Ángel con una gran sonrisa—. Pero le dije que no importaba si el poema era malo, pues el tiraje era muy reducido. Así que Vargas Llosa nos mandó el poema, en mayúsculas y con tildes. Buscamos por Colombia pero no encontramos tipos así. Al final, logramos

averiguar que había un lugar en San Francisco que se llama M&H Type Foundry, y allí trabajan todavía viejos señores de corbatín, fundiendo esos viejos abecedarios. Los tipos que necesitábamos eran Centauro, y se usaron en la columna de Trajano en Roma. —Pesaban muchísimo, pero los trajimos todos en las maletas, anota María Eugenia, animada por el recuerdo de esta anacrónica empresa en California, fundada en 1915. M&H es el único lugar de los EE.UU donde aún se funden tipos de plomo. —Le mostré orgulloso las pruebas a Vargas Llosa, y claro, estaban perfectas. Entonces me dice: “¡No hay ningún error! ¿Sabes lo que valdrían estas pruebas con mis correcciones?”. La tipografía sólo se ha utilizado para este poema, puntualiza Luis Ángel, orgulloso por la meticulosidad de su oficio.

De Mario Vargas Llosa se conoce apenas un puñado de poemas. Arte Dos Gráfico, el taller de libros de artista de Luis Ángel Parra y María Eugenia Niño, en Bogotá, publicó uno de ellos en una exquisita edición de 90 ejemplares con grabados de Fernando de Szyszlo. ¿Cómo lo lograron?

Meticulosidad. Oficio. La única forma de que alguien pague 12.5 millones de pesos por un libro es que ese libro sea considerado una obra de arte. En la mágica transformación de un impreso en una obra de arte se encapsula la historia de Arte Dos Gráfico y el surgimiento de un género artístico poco conocido en Colombia. María Eugenia estudiaba arte y Luis Ángel ingeniería química. Se conocieron en la universidad, se enamoraron y comenzaron, a principios de los setenta con un negocio de impresión de carteles. En su taller se daban cita sus amigos artistas para imprimir sus serigrafías. De la serigrafía pasaron a otras formas clásicas de arte seriado o, lo que otros llaman con cierto aire de sofisticación, ingeniería del papel: litografía, fotografía,


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.