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CARTA DEL OBISPO: CARTA DEL CAPELLÁN DE LA COFRADÍA: SALUDA DE LA ALCALDESA DE LA CIUDAD CARTA DEL HERMANO MAYOR.
VIDA COFRADE ................................................................................................................13 15 17 19 26 37 39 40 42 48 51
Cruz de mayo. Mayo, mes de las flores Presentación del cartel y revista 2007. Pregón 2007. Novena 2007. Rosario de San Bernabé 2007 Misa de Cabildos 2007. Procesión 2007. Peregrinación a la ermita de Ntra. Sra. del Rocío. Solemnidad de la Inmaculada Concepción. Oración ante la imagen de la plaza. 52 Navidad. Belén 2007/08 54 Conferencia sobre la figura de Manuel Lozano “Lolo”. 61 Carta Pastoral Pascual para hermandades y cofradías de gloria. 64 Peregrinación a Roma.
ACTUALIDAD 2008.......................................................................................................69 71 75 77 80 84 86 95 101
Entrevista a David Padilla. Entrevista al pregonero: Fernando Arévalo. Entrevista al predicador de la novena: Pedro José Martínez Adquisición de nueva CANDELERÍA. Donaciones Los mantos y el ajuar de la Virgen Proyecto de caridad. CREACIÓN DE UNA ESCUELA EN LA INDIA. La Web de la Cofradía.
FOTOS DEL RECUERDO DE AYER Y HOY.....................................................103 COLABORADORES.......................................................................................................119 121 MANUEL LÓPEZ PEGALAJAR: Once de junio. Virgen de la capilla. 123 ANDRÉS MOLINA PRIETO: Centrar en Jesucristo la devoción mariana. 127 CONCEPCIÓN AGUSTINO RUEDA: A nuestra señora de la capilla, madre, reina y patrona de Jaén. 129 MANUEL LÓPEZ PÉREZ: La olvidada cofradía madrileña de la Virgen de la Capilla. 136 ERNESTO MEDINA CRUZ: María en la literatura española. 139 ANTONIO CARRASCOSA ANGUITA: Diez años de “El Descenso”. 140 FRANCISCO JUAN MARTÍNEZ ROJAS: Las referencias marianas giennenses.
EDITA: Ilustre, Pontificia y Real Cofradía de Nuestra Señora de la Capilla CONSEJO RECTOR: José Humberto Montero Fernández. Manuel Rodríguez Chica. Miguel A. Antón Carrillo de Albornoz. Fª Javier Hermoso Chozas. Jose Antonio Martín Illescas. José Gabucio Redecillas. María Dolores del Arco Cancio. Esperanza Macarena Calatayud Chamorro. Maria Dolores Ocaña. Jesús Llopis Olivera. Francisco García Chica. CONSEJO DE REDACCIÓN: Maria Dolores Ocaña. José Humberto Montero Fernández. Manuel Rodríguez Chica. Esperanza Macarena Calatayud Chamorro. DIRECTOR: Maria Dolores Ocaña. FOTOGRAFÍAS: José Tomás García Rivera. Archivo de la Cofradía. José Humberto Montero Fernández. Diario Viva Jaén. Ramón Calatayud Lerma. CUADRO PORTADA: David Padilla MAQUETACIÓN: Comunica Multimedia. 953 08 76 88 IMPRIME: Gráficas La Paz de Torredonjimeno DEPÓSITO LEGAL: J-271-2007
santa maría de la capilla. mujer eucarística Ramón del Hoyo López. Obispo de Jaén.
a cada uno de nosotros: «He ahí a tu madre» (Jn 19,27). Y el mismo apóstol, en su evangelio, nos dice que «desde aquel momento el discípulo la recibió como suya». Así es como cada hijo e hija de esta ciudad de Jaén tiene que sentir a su patrona, la Santísima Virgen de la Capilla: como algo suyo, como algo propio, como la bienaventurada Madre celestial que siempre nos protege e intercede por nosotros ante su Hijo Jesús.
Queridos cofrades y devotos de la Santísima Virgen de la Capilla, patrona de Jaén: Quiero agradecer al Presidente, Consiliario y a la Junta de Gobierno de esta Cofradía su invitación para participar en este boletín a través del cual expresáis sentimientos de amor y devoción a nuestra Madre del cielo, venerada en esta querida ciudad de Jaén con la advocación de la Capilla. Acercarnos a María es acercarnos a nuestra Madre. Cristo, desde el árbol de la cruz, dejó a su Madre Santísima al cuidado del apóstol San Juan, en el que todos estamos representados. El Señor nos sigue diciendo
Hace unas semanas asistí en Roma, en la Plaza de San Pedro, a una solemne celebración de la Eucaristía con la que se concluía el congreso de la Acción Católica italiana. El Santo Padre Benedicto XVI nos dirigió un emotivo y profundo mensaje en el que invitaba a todos los cristianos a «vivir a la altura de su bautismo, siendo ciudadanos dignos del Evangelio y maestros de sabiduría cristiana para alcanzar, en un mundo sediento de paz y de verdad, un mundo más humano». Esa es nuestra misión como testigos de Cristo: impregnar de humanidad, comprensión, amor y justicia nuestra sociedad. Y en este objetivo, las cofradías, con su importante implantación social y trayectoria histórica, tienen
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Si Cristo señaló a María para dárnosla como Madre, también María siempre señala a su Hijo para que sigamos su camino. Aquellas palabras de las bodas de Caná: «haced lo que Él os diga» (Jn 2,5) siguen siendo la mejor indicación de María para que en todo sigamos el ejemplo de su Hijo Jesús. Él nos invita a vivir en fraternidad. Nos urge para que pongamos el amor a Dios y a los hermanos en el centro de nuestras vidas y como distintivo de nuestra fe. Y nos llama a seguir el camino que conduce a la Verdad total y a la Vida en plenitud que el mismo Cristo nos ofrece (cf. Jn 14, 6).
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un papel importante. Deben ser impulsoras de este testimonio público de la fe cristiana. No en vano, las procesiones son precisamente eso: manifestaciones públicas de veneración hacia unas imágenes que representan a Jesucristo, a su Madre Santísima y a los Santos. La solemne procesión de la Patrona de Jaén, la Santísima Virgen de la Capilla, por las calles de nuestra ciudad es un bonito y elocuente testimonio público de devoción hacia la Madre de Dios que debe servir para estimular y potenciar la vivencia de la fe cristiana en el ámbito social de todos los creyentes de Jaén.
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Los seglares de la ciudad y diócesis de Jaén están especialmente llamados a vivir su fe dentro del ámbito público. Como nos recordaba el Concilio Vaticano II «el Evangelio no puede penetrar profundamente en las conciencias, en la vida y en el trabajo del pueblo sin la presencia activa de los seglares» (AG 21). Y aunque esta presencia pueda ser difícil y la tentación de replegarse se presenta a menudo, debemos mirar a nuestra socie-
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dad de Jaén con sus problemas y valores, con sus inquietudes y logros, como el ámbito propicio para dar razón de nuestra esperanza en Cristo (cf. 1 Pe 3, 15). Pongo ante nuestra Patrona, la Santísima Virgen de la Capilla, esta plegaria por la potenciación del apostolado seglar de nuestra diócesis a la par que le pido el amparo y protección maternal para todos sus hijos e hijas de esta ciudad de Jaén. Con mi bendición pastoral.
aprender de maría a creer Manuel Bueno Ortega. Párroco de San Ildefonso y Capellán de la Cofradía.
Este año quisiera ofreceros unas reflexiones para que os ayuden y animen a la oración personal, comunitaria ya a la oración como Cofrades.
ORACIÓN PERSONAL Toda oración es personal. Es la persona creyente la que ora; habla y escucha a Dios, se dirige a Él con humildad, confianza y frecuencia. Le presenta sus necesidades, le da gracias, le pide perdón. Busca momentos de paz y de silencio para relacionarse con Dios, su Padre: con Jesucristo, nuestro Salvador; con el Espíritu Santo , nuestra luz y nuestra fuerza. También solemos acudir, y debemos hacerlo, en nuestra oración personal, a la santísima Virgen María, como Madre, modelo e intercesora nuestra; y a los Santos, nuestros protectores. La oración personal es una práctica piadosa que debemos mantener en un clima de paz y confianza para que nos anime y fortalezca en nuestro camino cristiano y sea un testimonio humilde y sencillo para los que nos conocen.
La oración es una práctica frecuente de la vida cristina y es una necesidad para alimentar y expresar nuestra fe. Es necesario fomentar la práctica de la oración en nuestro mundo de hoy para que nuestra fe no deje de ser viva y testimonial.
ORACIÓN COMUNITARIA La fe, nos hace miembros de la Iglesia, familia cristiana; por eso debemos unirnos para expresar nuestra fe, alimentarla y compartirla de un modo peculiar en la participación de la Misa de los Domingos y Días de precepto. La participación en la Misa es el modo más efi-
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Uno de los objetivos específicos del Plan Diocesano de Pastoral es “ fomentar la vida de oración en sacerdotes, religiosos y laicos”, es decir, en todos los miembros de la iglesia.
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caz y precioso de realizar nuestra oración comunitaria; pues el ritmo celebrativo nos va ofreciendo momentos de escucha, respuesta, de expresión… que enriquecen nuestra fe y expresan nuestra oración al Dios Salvador, cercano y misericordioso. Hay otros modos de oración comunitaria, que debemos practicar, en familia, en la comunidad parroquial, en el Grupo al que pertenecemos: rezo del Santo Rosario, Exposición al Santísimo, Ejercito del Triduo ó a la Novena a la imagen titular de la Cofradía, Retiros Espirituales etc. La oración personal y comunitaria se enriquecen mutuamente, se complementan…Ninguno de los dos modos de oración debería de faltarnos.
LA ORACIÓN COMO COFRADES
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La oración como Cofrades, que honra con piedad profunda y devota sincera a la Santísima Virgen de la Capilla es una oración personal y comunitaria.
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Pero quisiera ayudaros a acentuar el aspecto concreto a la oración a la Santísima Virgen de la Capilla, Titular de vuestra Cofradía, para que sea una oración que, al expresar vuestra devoción a la Santísima Virgen, alimente y fortalezca vuestra vida cristiana en la que tratáis de honrar a la Virgen e imitarla. Que sea una oración que os ayude a acercaros, como María , a Cristo, y a los hermanos, como lo hizo María, con una actitud humilde y sincera de escucha y servicio. Que preparéis y celebréis vuestros cultos, en la Parroquia y en la calle con la Procesión como un testimonio de fe y de piedad para que las personas que participen se unan a vuestra oración con sencillez y devoción y con la alegría de honrar con dignidad a la Santísima Virgen, Madre de Dios y Madre nuestra. Que tengáis en cuenta el objetivo para el Plan Diocesano de Pastoral “Fomentar la vida de Oración” para que oriente vuestra piedad personal y vuestras actividades Cofradieras.
Saluda de la alcaldesa. Carmen Peñalver Pérez. Alcaldesa de Jaén
Jaén se convierte, en junio, en escenario de alegría y convivencia, de gloria de Jaén y de patronazgo. La Virgen de la Capilla es parte de esta ciudad. Una ciudad que vive con intensidad la fiesta popular y el arraigo jiennense. El carácter de la gente de esta tierra se deja ver durante los días en los que su barrio histórico se convierte en el eje y centro de la atención. El colorido del traje de pastira nos recuerda el matiz autóctono de la celebración y la multitudinaria entrega de flores a la Patrona manifiesta el cariño y mimo con el que Jaén ha sabido salvaguardar sus raíces. Como jiennense siento especial cariño por las fiestas de la Virgen de la Capilla. Y como alcaldesa quiero expresar mi más sincero reconocimiento a la labor callada y constante de la cofradía que ha sabido ser la tutela de uno de los tesoros que guarda ese Jaén de siempre. San Ildefonso es la cita y la feria de la Virgen de la Capilla el sentimiento. Dos términos que se conjugan durante unos días que convierten a Jaén en punto de encuentro para vivir y sentir la bella efeméride del mes de junio. Un mes donde el porte de unas torres de parroquia anuncia el alborozo del barrio barroco.
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El mes de junio siempre ha traído consigo recuerdos y vivencias que son difíciles de olvidar. Para Jaén, la ciudad que ha despertado en sueños primaverales, el preludio del estío se anuncia a la sombra de una plazuela castiza. Es San Ildefonso quien reclama su impronta y nos llama para anunciarnos la tradición centenaria.
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carta del hermano mayor José Humberto Montero Fernández.
Nosotros desde esta Junta de Gobierno, entendemos que la Virgen, como Madre Nuestra, se merece lo mejor y más preciado que dentro de nuestras posibilidades podamos ofrecerle. Por ello, si María nos dio la luz, nosotros queremos agradecerle con luz todo lo que hace por nosotros. Por eso hemos querido que nuestra Patrona tuviera sus propios candeleros, que portarán la cera que arderá y alumbrara su tan bonita y pequeña talla.
Estimados cofrades y amigos:
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Cuando vosotros estéis leyendo estas líneas, quedará muy poco tiempo para la celebración de nuestro Día Grande, el Descenso de Nuestra Madre a la ciudad de Jaén el 11 de Junio de 1430.
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La Virgen nos trajo la luz, al alumbrar a nuestro Señor Jesús, ella nos protege e intercede por nosotros. Desde aquel año de su Descenso son muchas las personas que le profesan una gran devoción. Durante el mes de las flores primero y posteriormente con la Novena, nos postramos ante sus plantas para rendirle culto.
Desde aquí quisiera agradecer a todos aquellos devotos y cofrades que han ayudado a la consecución de tan valiosa adquisición. En tan solo unos meses hemos podido cumplir nuestro deseo, y ya podemos decir que ha sido donada en su totalidad para la dignificación del culto a Nuestra Señora, y para el disfrute de nosotros y generaciones venideras. Aunque el tiempo en el que hemos podido adquirir esta candelaria ha sido muy corto, no por ello ha estado exento de dificultad, ya que ha sido necesario llamar a muchas puertas: familiares, amigos, instituciones… y por eso quisiera agradecer a mi Junta de Gobierno, el trabajo hecho y que gracias a la Virgen, se ha visto recompensado. Gracias a todos, de todo corazón; devotos, cofrades, amigos y familiares. Es evidente, que si una cofradía tan solo se preocupa, por lo puramente material y ornamental no esta cumpliendo con su cometido. Nosotros desde esta Junta estamos poniendo un especial interés en la caridad. Por supuesto, la caridad como dice el Papa Benedicto XVI ¨debe encontrar siempre su punto de referencia en ÉL, la fuente de la caridad¨. Todos tenemos que tratar de no perder la visión de esta virtud teologal. Todo acto de caridad, como dice el Papa ¨debe inspirarse en una experiencia personal de fe, que lleve
Pero sin lugar a dudas, la dimensión social de la caridad también es importante, y nosotros estamos intentando aportar nuestra gota de agua al océano, como decía la Madre Teresa de Calcuta “Sé bien y lo saben cada una de mis hermanas, que lo que realizamos es menos que una gota en el océano. Pero si la gota le faltase, el océano carecería de algo.” Mi familia y yo, hemos tenido la suerte de compartir en nuestro hogar muchos encuentros con los misioneros Padres Blancos de África, junto a ellos hemos tenido la dicha de vivir instantes inolvidables, como fue, el de conocer a Hélder Cámara, arzobispo fallecido de Olinda y Recife (Brasil) y candidato al premio Novel de la paz, al que el Papa Juan Pablo II le llamaba ¨hermano de los pobres¨ evidentemente son instante que te marcan para toda la vida. Te das cuenta, la labor tan importante que esta realizando la Iglesia, tanto en el ámbito social, como evangelizador. Y no como se quiere vender ahora, que parece que las ONG son las únicas que hacen algo por los más desfavorecidos. Por todo lo anteriormente mencionado, transmití a mis compañeros de Junta, que nosotros, la Cofradía también podíamos profundizar en esta vertiente, en nuestra medida tenemos que participar de esta labor. Secundaron rápidamente mi iniciativa y a día de hoy a través de Manos Unidas estamos construyendo una escuela en el Sur de la India, que posiblemente llevara el nombre de nuestra Cofradía, de esa manera podremos intentar incrementar la devoción por nuestra Madre. Esta escuela se está levantando en una zona muy desfavorecida y para los más desprotegidos, los niños, que a la vez son la esperanza del mundo. También la Madre Teresa, inicio su actividad enseñando a leer a los niños de la calle. Muchas veces no hacemos nada, porque pensamos que se hace poco o que no somos capaces de llevarlo a cabo, evidentemente esto es un craso error. Otras simplemente por desidia o falta de tiempo; en otras ocasiones tomamos como excusa los casos de fraude
que cada cierto tiempo aparecen en los Medios, también recurrimos a decir que son muchos gastos los que tenemos, pero a pesar de estos, casi siempre disponemos de dinero para una camisa más, unos zapatos más o una buena comida en un buen restaurante. ¡Qué difícil es abstraerse del materialismo en el que estamos inmersos!; y yo me pongo el primero de la lista. Pero no podemos olvidar que la caridad es quitarnos de lo que tenemos, no de lo que nos sobra. También escuchamos que hay que ayudar a los de aquí, pero como antes mencione la caridad cristiana tiene un carácter universal, sin tener en cuenta nacionalidad o raza. Jesús siempre estuvo con los más desfavorecidos, sin lugar a dudas en el tercer mundo necesitan de nuestra colaboración, y por supuesto con independencia, de que aquí también se hace indispensable la ayuda, y nosotros desde la Cofradía también somos sensibles a ello, y de hecho, también se han llevado acciones para tal fin. ¨Amaos los unos a los otros, como Jesús os ama¨. No tengo nada que añadir al mensaje que Jesús nos dejó. Para poder amar hay que tener un corazón puro y rezar. El fruto de la oración es la profundización en la fe. El fruto de la fe es el amor. Y el fruto del amor es el servicio al prójimo. Esto nos trae la paz especialmente cundo se expresa a través del servicio humilde a los últimos de nuestros hermanos y hermanas¨. Decía la Madre Teresa de Calcuta Nos decía Monseñor Hélder Cámara “Cuando sueñas solo, sólo es un sueño; cuando sueñas con otros, es el comienzo de la realidad¨. Seamos desde la Cofradía de la Virgen de la Capilla capaces de realizar nuestro sueño, financiando la totalidad de esta escuela que tanto bien va a hacer en ese rincón del mundo. No quisiera terminar esta carta, sin agradecer a todos aquellas personas que nos han acompañado a las peregrinaciones de la Virgen del Rocío y a la de Roma, el epicentro del catatolicismo, sin lugar a dudas se alcanzaron momento muy emotivos y que yo, llevare siempre en un rincón de mi corazón. Y por supuesto mi más eterno agradecimiento a nuestros amigos y sacerdotes, Francisco José Carrasco Cuadros y a Francisco Juan Martínez Rojas, que sin su participación nada hubiera sido igual. Con mi más respetuoso y fraternal abrazo, me despido deseándoles unas felices fiestas patronales.
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a descubrir que Dios es amor¨ “Solo cuando la actividad caritativa asume la forma de un donarse como Cristo, se convierte en un gesto auténtico digno de la persona humana creada a imagen y semejanza de Dios”. Pero también la caridad tiene una vertiente universal, al igual que el amor de Dios.
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cruz de mayo 2007
Como en otras ocasiones, se nombró una comisión organizadora que se encargó durante las semanas previas de todos los preparativos necesarios. Ya el mismo viernes, junto a un grupo de horquilleros se montó todo y a mediodía se empezaron a servir las primeras cervezas/refrescos. Poco después estaría listo el plato del día y las raciones/bocadillos de plancha, jamón y queso.
Del resto de día, sábado y domingo valga reseñar lo bien que salió todo, la gran cantidad de jiennenses que se acercaron a visitarnos y sobretodo el gran ambiente de hermandad que reinó entre cofrades, familiares y amigos. Este año se ha organizado nuevamente con la gran diferencia que los beneficios económicos de la misma irán destinados íntegramente al proyecto solidario que la Cofradía lleva a cabo: la construcción de una escuela en la India. El tiempo fue estupendo y la acogida de la cruz mejor que en el pasado año. El motivo merecía aún más la pena.
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Por primera vez en la historia de esta cofradía se ha organizado una Cruz de Mayo en la Plaza de San Ildefonso. De viernes a domingo fueron muchísimos los jiennenses que se acercaron a ver la Cruz adornada para la ocasión con distintos motivos florales y tomar desde un aperitivo o refrigerio hasta un buen almuerzo o cena.
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La Cofradía de la Virgen de la Capilla cumple durante todo el año con un intenso calendario de cultos y actos a través de los cuales da honor a la patrona de Jaén. Pero sin duda, es cuando comienza el mes de mayo,
el mes de María por antonomasia, cuando la actividad de la Cofradía se intensifica de una manera especial. Es el inicio de un periodo que culminará 11 de junio, festividad de Nuestra Señora.
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mayo, mes de las flores
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presentación del cartel 2007
Presentados por nuestro Hermano Mayor, y en presencia de nuestro Secretario y Capellán, fuimos testigos de la Presentación del Cartel conmemorativo oficial de la Ilustre, Pontificia y Real Cofradía de Nuestra Señora de la Capilla, a cargo de este humilde orador, así como anteriormente de la Revista “El Descenso” por parte del vocal de Horquilleros de la Cofradía Don Jesús Llopis. El evento atrajo a numerosos cofrades e ilustres jiennenses que no quisieron perderse la cita anual, y en la que a la finalización de la misma se entregó a cada asistente un ejemplar de la revista y un facsímil del Cartel. Fue un acto emotivo en el que por todos los asistentes se recordó a la recientemente fallecida Administradora de la Cofradía, especialmente por mí, mi madre, que ha sido, es y será para mí un ejemplo a seguir en la vida, fruto de su constante esfuerzo, amor y dedicación que ponía en todo lo que se proponía, dentro y fuera de la Cofradía.
A ella, a la que debo todo lo que soy, dediqué la Presentación. He de repetir, como así dejé claro en mi alocución, que ella era la encargada de pronunciarlo. A mí me hubiera encantado que así hubiese acontecido, pero no sólo el año pasado, sino que dentro de cincuenta años más, se hubiera vuelto a repetir. No ha podido ser, y ella ya se encuentra junto a Nuestra Señora de la Capilla, ayudándonos a todos sin distinción, porque así era ella, darlo todo sin esperar nada a cambio. Para finalizar, decir que para mí fue todo un honor y un privilegio el tener la oportunidad de ofrecer los sentimientos que me produjeron el contemplar la maravillosa obra del pintor jiennense Francisco Javier Ochando. Sus inicios, su bagaje, el eco de sus obras, la historia de Jaén, anécdotas de la Cofradía, y mías propias, es lo que se pudo encontrar en mi Presentación. Desde las páginas de este número de la revista “El Descenso” el lector podrá volver a recordarlas, si es así su deseo. Yo les estaré eternamente agradecido por su atención. Muchas gracias, por todo a mi Cofradía.
CARLOS RUIZ CÁMARA.
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La tarde-noche del pasado 18 de mayo de 2007 celebramos en el popular Salón Miguel Castillejo de la capital jiennense uno de los actos que dan paso a la celebración de las Fiestas Patronales en Honor a la Festividad de Nuestra Señora de la Capilla.
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PRESENTACIÓN DEL CARTEL DE LA COFRADÍA DE NUESTRA SEÑORA DE LA CAPILLA, PATRONA Y ALCALDESA MAYOR DE JAÉN.
A MI MADRE Saludos Autoridades La tradición se vuelve a cumplir celebrando año tras año en las fechas del mes de las flores, la presentación a la Sociedad Cofrade de Jaén, de lo que a partir de ese momento va a ser el Cartel oficial de las fiestas de la Ilustre, Pontificia y Real Cofradía de Nuestra Señora de la Capilla. En esta ocasión, este humilde orador sin referencias poéticas, literarias o sociales ha tenido el Honor y Dignidad de recibir el encargo de esta generosa Hermandad, de la que me honro en ser Vocal de Relaciones Públicas, de ser el presentador del Cartel correspondiente al presente año 2007, así como de su Autor, por lo que ante este Auditorio me presento, agradeciendo desde lo más profundo de mi corazón tan Alta distinción, así como abrumado por las palabras de presentación. No fui yo el primer designado para ser el presentador del cartel. La anterior Administradora de la Cofradía que con tanto amor dedicaba sus horas a venerar la Sagrada Imagen de Nuestra Señora de la Capilla fue la designada en un primer momento por la Junta de Gobierno para que fuese ella hoy la que pronunciase esta alocución. Les puedo asegurar a todos ustedes que es ella la que ha redactado esta disertación a través de mi corazón, al igual que es ella la que en estos precisos instantes lo esta pronunciando, y yo solamente soy un mero predicador de sus palabras. Palabras que quiero e intento convertir en oración a través de la Pintura de Francisco Javier, que nos eleven y permitan acercarnos a Nuestra Señora de la Capilla que descendió a la Ciudad de Jaén para sellar la alianza eterna y redimirnos de nuestras faltas, y convertirla en Ciudad del Santo Reino. Por eso, querido Francisco Javier muchas gracias por trasmitirnos tu alma y corazón de artista, tu sentir
Cofrade, a través del Arte... Cartel, Tú eres el protagonista de encuentros y de voluntades. Llegó el momento, para eso fuiste concebido por el Artista que plasmó en el lienzo el amplio espectro de colores que conforma una auténtica estampa jaenera: la pastira delante de la Patrona de Jaén. La Reina de Jaén, está preparada el día 11 de Junio, visible ante los ojos que la ven. Celebrando con el pueblo jiennense el Acto más importante de los que conforman nuestra Sagrada Liturgia. Está Postrada en el Altar Mayor de su templo de San Ildefonso la mañana en la que se celebra la Misa de Cabildos, momento en el que Cielo y Tierra se unen por el amor a una Madre, por el amor a una Ciudad. Y para ello, el artista ha preferido situar a Nuestra Señora de la Capilla en un entorno tan privilegiado como es justo delante del Altar, para que sepamos y comprendamos que la Capilla pertenece a Jaén entera y la Cofradía vive sus momentos más supremos. “La pintura que hoy se presenta, es un auténtico cartel de Gloria”. Cualquier jaenero que lo admire, a poco que observe, podrá apreciar todo un compendio de mensajes evangélicos en el mismo. “Yo soy la luz de la vida el que me siga no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz eterna”. “Madre he ahí a tu hijo, hijo he ahí a tu Madre” Precisamente por eso, la Hermandad y sus Cofrades han querido que tu Sagrada Imagen Regia y Soberana llegue a nuestros hogares y los rincones de la ciudad en forma de un Cartel muy especial, creado por un alma sensible... el alma de Francisco Javier Ochando que al contemplarte, desate en nuestros corazones el sentimiento desbordado, que penetrando en todos y cada uno de nosotros nos hable y nos cuente; nos diga y nos exprese, convirtiendo cada sensación en un cúmulo de
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sentimientos renovados. Cartel, Jaén entera te espera impaciente y espera a una Reina de rostro hermoso, dulce y sereno que causa asombro y admiración, y que con la ternura de una Madre nos consuela mientras sus labios parecen querer pronunciar palabras de perdón y alivio; sus ojos abiertos esperan una mirada a la que corresponder. Así contemplamos el gesto angelical de una niña del barrio de San Ildefonso donde su Madre, y Madre de los jiennenses vive, quiere entregarle su rosa, como ofrenda y presente a todas y cada una de las esperanzas e ilusiones que le pide al acostarse y al levantarse, y que Ella siempre escucha y como Madre que es, comprende. Por eso, querido Francisco Javier, gracias por transmitirnos tu espíritu y alma de artista, tu sentir Cofrade, en este trabajo. Francisco Javier Ochando nació en la ciudad de Jaén en el año 1.972. Desde su infancia, la pintura era el medio de expresión que tenía más importante, pero cuando llegó a la adolescencia la abandonó. Por avatares de la vida dejó de pintar sobre los catorce años y se dedicó a escribir durante los siguientes años, que coincidió con aquella época en la que se encontraba un poco triste y deprimido. Quizás fue eso lo que le hizo volver a dedicarse a la pintura. Según nuestro querido pintor “Puede ser que fuese ella misma, la pintura, la que le hubiese llamado a volver”. Inició su formación artística en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de nuestra capital y en 1.991, ingresó en la Facultad de Bellas Artes “Alonso Cano”, de la Universidad de Granada.
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Compaginó sus estudios universitarios con la iniciación a la talla en madera, de la mano de Vicente Castillo Gutiérrez y con el trabajo en el estudio del escultor cordobés afincado en Granada, Juan Antonio Corredor Martínez.
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En 1.996 obtuvo la Licenciatura en Bellas Artes y en este momento es Profesor de Dibujo de Enseñanza Secundaria en el IES “María Bellido” de Bailén. Actualmente para él, lo es todo, tanto la pintura
como la escultura. Podríamos llegar a decir que es su forma de vida. Asimismo, diríamos que Francisco Javier Ochando se considera al cincuenta por ciento escultor y el otro cincuenta por ciento pintor, pero sobre todo lo que realmente se considera es “aprendiz de artista”, como a él le gusta autodenominarse, y que era lo que le decía un profesor suyo, que le marcó durante su etapa en la que se estuvo formando profesionalmente como Licenciado en Bellas Artes. Quizás eso le haga estar siempre intentando aprender mucho más, y le haga tener una humildad, un gesto y una inquietud para estar siempre aspirando innovar de una u otra forma. El autor lo que procura expresar con todas sus pinturas, y así lo ha hecho con el maravilloso cuadro que hoy nos ocupa, de la Festividad del Día de Nuestra Señora de la Capilla, son sentimientos muy personales, pues nadie cuenta nada que no sea personal o autobio-
La ofrenda floral comienza todos los años al mediodía. Numerosos devotos suben con flores hacia San Ildefonso. Cantan piezas rocieras y sevillanas. Se ven a muchas flamencas. La Comisión de Chirris y Pastiras las colocan en el dosel conmemorativo. El barrio se empieza a llenar. Yo mismo de hecho, tengo la memoria llena de recuerdos de cuando mi madre me llevaba junto a mis primos Riqui y María, venidos de Madrid, ciudad donde residen, a entregarles nuestros correspondientes ramos de flores con el deseo de que Nuestra Señora de la Capilla las luciese por la tarde en su solemne Procesión. Siempre nos peleábamos por ser los primeros en poder entregar al “Chirri” nuestro ramo, pues eso para nosotros nos daba un privilegio especial sobre los demás, y es que la Patrona los tendría mucho mas tiempo consigo. Este año por avatares de la vida, intentaré ofrecerle a Ella un modesto ramo de flores, simbolizado en la entrega de mi corazón, pues ya nunca más tendré la oportunidad de acompañar a mi madre en la ofrenda floral de la mañana de la Misa de Cabildos, ni en ningún otro acto de la que era, es, y será para siempre nuestra Cofradía. La cara de la niña que aparece en el cuadro puede ser la de cualquier niña que haya vivido uno de los momentos que he narrado, algo que sólo se puede comprobar viviéndolo y sintiendo la llamada especial que hace Nuestra Señora de la Capilla a sus hijos. El deseo de esa niña es que la flor que ella entregará sea una de las que luzca por la tarde en la procesión en la que queda simbolizado en ella misma la tradición de acompañar a la Patrona de Jaén con los trajes típicos como son el de chirri para el hombre y la pastira para la mujer. Según la tradición jaenera, dice que el origen de este peculiar traje es un popular traje diario de las lecheras, compuesto
por falda de canícula, mandil, jubón de lana o raso negro bordeando mangas y escote, con un encaje blanco de bolillos. La mantilla de pañete, raso o terciopelo rojo amapola, bordeada con felpones de terciopelo negro. El conjunto se completa con pañuelo de percal o lana rameado sobre fondo oscuro, medias blancas de telarillo y zapatos negros de salón o zapatillas. Como así aparece fielmente reflejado en nuestro cuadro. El color de la mantilla que forma parte del traje de pastira está justificado por una leyenda, que todos ustedes me van a permitir que les recuerde. Se cuenta, que un grupo de mozos y mozas salieron una mañana de romería a orillas del río Guadalbullón para pasar allí el día rezándole a la Virgen y comiendo, con unas vistas al fondo inmejorables de un Jaén primaveral. Una partida de moros granadinos les sorprendió y les atacó, con la intención de dar muerte a los mozos y llevarse cautivas a las mozas, pero ambos, mozos y mozas, ofrecieron tan encarnizada resistencia que los moros huyeron, desertaron y las tocas de las mozas, blancas antes del ataque, se tiñeron del rojo de la sangre. Desde entonces, en conmemoración de aquel hecho, las mantillas típicas que lucen las mujeres de Jaén en los días de fiesta son rojas, y como no podía ser de otra manera el 11 de Junio también la portan roja como día de fiesta grande que es. Respecto al manto que porta Nuestra Señora de la Capilla en la imagen del cuadro, habría que recordar que es uno de los mantos más bonitos y emotivos que posee la Cofradía. Es el tradicionalmente conocido como “el manto de los niños”. Fue un regalo que en los años sesenta los por aquellos entonces escolares hicieron una colecta entre sus familiares y conocidos para que entre todos los centros educativos de la ciudad se costeara un manto como ofrenda a la Patrona. Surgió la iniciativa en el mes de abril de 1959, y se prolongó hasta el año Jubilar de 1961, en el que los niños fuesen aportando modestas donaciones de diez céntimos que se irían acumulando en una cuenta bancaria Para llevar a cabo esta idea, se constituyó una Comisión, de la que formaron parte D. Manuel Moya, en representación de las escuelas privadas, el hermano Ma-
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gráfico. Así lo que ha querido plasmar en su obra pictórica es el sentimiento que cualquier jiennense tiene cuando acude a la Iglesia de San Ildefonso un 11 de Junio cualquiera a ofrecerle su flor a su Patrona, algo que todos desde nuestra mas tierna infancia hemos realizado con nuestra familia, pues desde pequeños existe la tradición en nuestra querida Ciudad del Santo Reino de llevarle flores a nuestra Madre el día más grande del mes de junio.
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rista Germán Conde, en representación de las escuelas religiosas, doña Ana María Noguera en representación de los grupos escolares y don Manuel Vilaplana en representación de las escuelas unitarias. La labor de esta comisión fue realmente extraordinaria. En abril de 1959 se lanzó el primer manifiesto de la comisión, comenzando seguidamente a recogerse los donativos infantiles que he comentado anteriormente. En octubre de ese mismo año se recibía el primer boceto del manto, y el 11 de mayo de 1960 se firmó el contrato para su ejecución. El manto lo realizo el taller sevillano de bordados de don Leopoldo Padilla Viss. Se emplearon catorce metros de terciopelo azul celeste. Mide casi dos metros y medio de embocadura y casi tres metros de cabeza a la cola. Costó 42.220 pesetas de las de aquel entonces. El manto llegó a Jaén en abril de 1961 y el 31 de mayo como gozoso preliminar al III Año Jubilar, se bendecía y ofrendaba a la Virgen, en un acto mariano infantil celebrado en nuestra Iglesia de San Ildefonso. Hay que decir que el manto lleva bordado de una manera magistral el escudo de nuestra “muy noble y muy leal ciudad de Jaén”. Al dorso lleva una inscripción que reza: “Los niños de las escuelas nacionales y colegios religiosos y privados de Jaén, ofrendaron este manto a su Patrona la Santísima Virgen de la Capilla en homenaje de amor y devoción a la celestial Señora, con motivo del III Año Jubilar. 31 de Mayo de 1961”
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Francisco Javier, ha querido que fuese ese y no otro, el manto escogido para la plasmación del cuadro, por tenerle un cariño personal especial, algo en lo que tengo que decirte, artista, que coincido contigo, pues es uno de mis favoritos junto con el de terciopelo rojo bordado en rojo que fue donado por los Condes de Corbull y que incluye el magnífico escudo de armas bordado.
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Francisco Javier ha tenido la suerte de poder realizar en dos años consecutivos el segundo cuadro sobre nuestra Virgen, ya que el cuadro de la Feria y Fiestas de la Virgen de la Capilla del año pasado para el Ayuntamiento de Jaén, también tuvo el privilegio de realizarlo él.
Para comprender el de este año habría que ver el anterior. Son los dos polos de una misma Fiesta. La figura principal de ambos es también una niña, es la infancia, uno en los aspectos festivos y lúdicos, que sería el aspecto a destacar en el que realizó en el 2006; pero por el contrario el que hoy nos ocupa es un cartel en el que se realza el espíritu y fervor con el que los jiennenses aman a su Madre la Santísima Virgen de la Capilla. Es por ello por lo que la elaboración del cuadro está realizada con acuarela, en unos tonos interiores en el que procura plasmar el espíritu religioso de la fiesta de una manera prodigiosa, con esos tonos y esos detalles interiores de nuestro Templo que la hacen destellar y resplandecer de una manera soberbia. No es la única colaboración que este artista brinda a la ciudad de Jaén. De una forma totalmente altruista y desinteresada, a principios de 2006 puso en marcha el Taller de Pintura de la Asociación Española Contra el Cáncer, y que va este año ya por su segunda edición, y que esperemos que en septiembre se inicie la nueva andadura con la tercera edición y la tan ansiada exposición de cuadros realizados en el taller. Es de destacar el espíritu con el que enseña a unas cuantas mujeres enfermas de esa maliciosa enfermedad que tanta buena gente se está llevando de este mundo, a otro mucho más glorioso junto a Nuestra Señora de la Capilla, por lo que te felicito por esa labor tan excepcional que realizas, y por lo que te agradezco de una manera muy personal, y tú mejor que nadie lo sabes; pues mi madre fue alumna tuya, y gracias a este trabajo tengo en mi poder cuadros pintados por ella, que te aseguro guardaré en el mejor rincón de mi hogar. Asimismo nuestro pintor ha obtenido numerosos premios entre los que destacan: un segundo Premio en el XIV Concurso de Pintura Rápida “Diego Figueroa Hortelano”, una Primera Mención Especial en el II Certamen Jácena de Pintura organizado por el Colegio Oficial de Arquitectos Técnicos de Jaén en 1.998, y un Accésit en el IX Concurso regional de Carteles y Soportes Alternativos organizado por la Junta de Andalucía en 2004. Quiero por último querido Francisco Javier reiterar mi parabién en nombre de la Junta de Gobierno de la Ilustre, Pontificia y Real Cofradía de Nuestra Señora de la Capilla, así como en el mío propio por el buen hacer en tu obra con la que hoy nos ofreces a todo el pueblo de Jaén y con el que entendemos la realidad que inspira el
Y a partir de ahí cada cual que contemple tu cuadro, sentirá sus propias sensaciones. Y cuando el once de junio este cartel se haga realidad en forma de Procesión, las campanas de la parroquia de San Ildefonso sonarán con fuerza a las ocho de la tarde. Dirán a los jiennenses que su Virgen de la Capilla va a salir. Numerosos estandartes desfilarán camino de Muñoz Garnica, además de pastiras y chirris, que se erigen como baluartes de la tradición de Jaén. Los policías locales acudirán de gala a acompañar a la Reina de Jaén, y por eso flanquearán la entrada, junto a las banderas de España, Andalucía y Jaén. Seis faroles saldrán a la puerta de San Ildefonso alrededor del Trono de la Alcaldesa Mayor. Este número lo ha de llevar en el Servicio de Paso por tratarse de una Virgen que está coronada canónicamente. Los pétalos caídos desde el cielo anunciarán que María de la Capilla está pisando ya las calles de su barrio de San Ildefonso. Los jiennenses aplaudirán. La vitorearán. “Viva la Virgen de la Capilla”, Los horquilleros la mecerán. Las campanas no pararán de repiquetear. La gente no pararán de aplaudir y el himno de España sonará. En ese punto, encarará el camino hacia la Plaza
de Santa María. Bajo los acordes de “Alabanza a la Virgen de la Capilla”. Su pueblo la esperará con sus mejores ropas, mantones en los balcones y banderas con la enseña nacional. Los jiennenses se emocionarán. Ahí, tendremos otra vez el día más grande que un jaenero puede vivir en el final de la primavera. Ese día, la Ciudad del Santo Reino huele de una forma especial. El incienso de la Magna Procesión mezclado con el fresco olor de las flores impregna y produce una sensación incomparable. Nuestra Señora de la Capilla paseará con todo su esplendor por las calles del centro de la ciudad dejando un estremecimiento entre sus convecinos, rememorando el día del descenso de aquel año de 1430. Ese será el momento en el que en todos los corazones se escuchará esta bella jaculatoria conocida por todos:
Bendita sea la hora en que María Santísima descendió del cielo, a la ciudad de Jaén para socorrer, a nuestros mayores por siempre sea, bendita y alabada Virgen Santísima, de la Capilla Rogad por Nosotros
Hermanos: Que Nuestra Señora de la Capilla premien todo vuestro esfuerzo, cariño y devoción hacia ella. ¡¡¡ VIVA LA VIRGEN DE LA CAPILLA !!!
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origen de la devoción, que se halla en una piadosa tradición, según la cual durante la madrugada del 11 de junio de 1430, la imagen de la Virgen bajó de los cielos a la ciudad de Jaén para partir, en solemne procesión, desde el templo catedralicio hasta la Iglesia de San Ildefonso.
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pregón Francisco Juan Martínez Roja
PREGÓN EN HONOR DE LA SANTÍSIMA VIRGEN DE LA CAPILLA, PATRONA Y ALCALDESA MAYOR DE LA CIUDAD DE JAÉN Teatro Darymelia, 25 de mayo de 2007
Luminoso cortejo. 10 de junio del año de gracia de nuestro Señor de 1430. Sábado.
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Densa oscuridad se cierne sobre Jaén. Una negru-
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ra espesa y envolvente invade calles, plazas y altozanos de la encastillada ciudad fronteriza. Desde una distancia que suena amenazadoramente cercana, añafiles, tambores y atabales tañen hoscos sones de guerra, que, brincando los lienzos de la muralla, se desparraman por los rincones de la ciudad y suben hasta el cielo, obligando a las estrellas a esconderse para que las tinieblas más cerradas se enseñoreen de Jaén. Negro en el cielo, negro en la tierra. Negro en los corazones desolados y negro profundo en el alma giennense ante la fatalidad que se avecina. Jaén cristiana, la ciudad frontera con Granada, que es guarda y defendi-
Agoniza Jaén, ya desangrada por las anchas e innúmeras heridas que le abrió en sus haciendas y en sus vidas el furor de los moros de Granada. Y cuando, de los suyos desahuciada, va a caer entre aquellos homicidas, se llena de una luz insospechada.
vista de los ojos como si miraran de hito al sol. Y señalaban además que la luz y claridad que veían salir de la Señora y del Niño aunque era mayor que la del sol, no era como la luz del sol ni de la luna, ni de candela, sino muy diferente cual jamás habían visto. Luz que vence las tinieblas, gozo que disipa al temor, misericordia de Dios que viene en ayuda de la miseria humana. Para los testigos no cabía duda, y digan lo que quieran los críticos. La dueña que era el centro del luminoso cortejo no era otra sino la Virgen María, sosteniendo en sus brazos al divino Infante.
Clara luz, lumbrosa estrella, lucero de la mañana, Madre Virgen la más bella, la más limpia y sin querella de nuestra miseria humana: ¿qué saber sabrá decir, ni qué sentido sentir vuestra excelencia infinita? Que quien no tiene medida muy mal se puede medir1.
Sí. En mitad de la noche, cuando el silencio se convierte en una ansiedad opresora que se enrosca en las gargantas de los moradores de Jaén hasta casi ahogarlos de angustia, estalla una luz que en mil y un haces pone en fuga a la oscuridad y disipa las tinieblas del horizonte y del espíritu. Y se cumple así la profecía de la Escritura: Será la noche clara como el día (Sal 138). Pero, ¿qué ocurre? ¿de qué se trata? ¿qué es ese resplandor que victorioso se abre camino entre la negrura de la noche del alma jaenera? Pocos fueron los testigos de este prodigio, del cortejo celeste que desde la catedral se dirigía hacia la capilla de San Ildefonso. María Sánchez, mujer de Pedro Hernández; Juana Hernández, mujer de Aparicio Martínez; Juan, hijo de Usanda Gómez; y Pedro, hijo de Juan Sánchez. Todos afirman que advirtieron un gran resplandor en la oscuridad de la noche, y queriendo saber su origen, se asomaron a la calle y contemplaron un hermoso y lucido cortejo que se formaba alrededor de una dueña, más alta que los demás, que sostenía en sus brazos un niño, como de cuatro meses y bien criadillo. Seguro que los testigos se preguntarían, con las palabras del Cantar de los Cantares: ¿quién es esta mujer, que refulge como la aurora, para que yo la felicite? Esta mujer es bella como la luna, radiante como el sol, que llena de alegría la tierra y los cielos1. Y deslumbrados por luz tan brillante, los testigos afirman que de la Señora y del Niño salía tan gran resplandor que alumbraba tanto y más que el Sol, que con el resplandor parecían todas las casas de alrededor, y aún las tejas de los tejados se determinaban como si fuera medio día y el Sol resplandeciente, y el resplandor era tanto, que les quitaban la 1
Ct 6,10.
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Bachiller Céspedes, A la Inmaculada Concepción.
El celeste cortejo, continúan afirmando los testigos, se detuvo en la capilla de San Ildefonso, y allí estuvieron cantando por mucho espacio, con voces suaves y delicadas. Esa música que vino del cielo acalló los sones amenazadores de las tropas nazaríes. El miedo al invasor desapareció, pues como depuso Pedro Sánchez le pareció que la gente que en la procesión iba estaba segura de los moros, y así debían estarlo también todos los que vivían en el arrabal, que todas las noches tenían miedo de aquéllos. 1430 y 2007. Un año más, este pregón sirve de pórtico a todos los actos con que conmemoraremos el descenso de la Virgen María a esta su ciudad de Jaén, con el recorrido que la llevó, con celestial acompañamiento, desde la catedral a la capilla de San Ildefonso. Un año más, la bendita imagen de la Santísima Virgen de la Capilla repetirá la gloriosa procesión, y nosotros, atónitos y asombrados, como los testigos de aquella noche del 10 al 11 de junio de 1430, la contemplaremos a Ella y a su
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miento de los reinos de Castilla, está a punto de sucumbir y rendirse, agónica y sofocada por el cruel cerco al que la somete implacable el enemigo nazarí.
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Hijo, y libres de todo temor, experimentaremos y agradeceremos la presencia siempre cercana y auxiliadora de la que es madre de Dios y madre de los hombres. En aquella primera comitiva, los espectadores del prodigio declararon que a la mano izquierda de la Señora iba otra mujer, que no la conocieron los testigos. En el celestial cortejo de este año, nosotros sí conoceremos a esa otra mujer que irá acompañando a la imagen de la Virgen, y con los ojos del corazón, con los ojos de la fe, reconoceremos que a la mano izquierda de la Señora, con paso quedo y silencioso, marchará Antonia Cámara Anguita, nuestra querida Toñi, que como pastira de lo eterno, se nos marchó este año para gozar la vida que no tiene fin. A ella, transfigurado su dolor y su muerte por la fuerza de la resurrección de Jesucristo, a ella, que gozará de la paz y las alegrías eternas cobijada bajo el manto protector de la Virgen, a ella, a nuestra entrañable y recordada Toñi quiero dedicarle este pregón con emocionado recuerdo y memoria agradecida. Sirva, pues, esta proclama para invitar a todos los giennenses a participar en las fiestas en honor de la Santísima Virgen de la Capilla, que ya se avecinan:
Venid, giennenses, venid; ved el lucero de miel, casi trigueña, que trasmana un rubor silencioso de milgrana en copa de granado placentero; la frente como sol en el estero, y la mano amiga como luz cercana, y el labio en que despunta la mañana con sonrisa de almendro tempranero. ¡Venid, gentes, venid; y Jaén sea ciudad que cobra resplandor y brío en su mirar de urbe transparente. Doncella donde el cielo se recrea, ¡Capilla, tú que fuiste como un río, Dios te puso en nuestra vida corriente!1 1
Adaptada a partir del texto de Luis Ro-
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sales.
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Siguiendo el protocolo establecido para este tipo de actos, antes de continuar deseo saludar afectuosamente al Ilmo. Sr. Vicario General de la Diócesis, párroco de San Ildefonso y Capellán de Cofradía de la Virgen de
la Capilla, D. Manuel Bueno Ortega. Saludo igualmente a mis compañeros, los MM. II. Srs. Capitulares, miembros del Excmo. Cabildo Catedralicio, que es, como prenda de singular orgullo para nosotros, Capellán Honorario de la Santísima Virgen de la Capilla. Me congratulo también de la presencia del nuevo Delegado Episcopal de Cofradías, Rvdo. Sr. D. José López Chica, que asiste aquí a su primer acto oficial como responsable de este importante sector de la pastoral diocesana. Le deseo que la Santísima Virgen de la Capilla le ayude e ilumine en esta nueva tarea que la Iglesia le ha encomendado. Dirijo igualmente un cordial saludo al Ilmo. Sr. Alcalde Presidente del Excmo. Ayuntamiento de Jaén, D. Miguel Sánchez de Alcázar, como heredero de una gloriosa tradición que ha visto a lo largo de los siglos a las primeras autoridades civiles de la ciudad fomentar, con dedicación ejemplar y entrega generosa, la devoción de la que es, por derecho propio, Alcaldesa mayor de Jaén, desde 1967. Agradezco y reconozco igualmente la presencia de las demás autoridades municipales y civiles. Y cómo no, saludo al estimado Hermano Mayor de la Ilustre, Pontificia y Real Cofradía de Nuestra Señora de la Capilla, Patrona y Alcaldesa Mayor de la Ciudad de Jaén, y a la Junta de Gobierno de la Cofradía, culpables de haberme puesto en este aprieto, que desde la amistad es, sin duda, más llevadero. Manifiesto mi consideración más distinguida al Sr. Presidente de la Agrupación de Cofradías de la ciudad de Jaén, a los miembros de la Junta de dicha Agrupación, y a los Srs. Hermanos mayores y miembros de las Juntas de Gobierno de las cofradías y hermandades representadas en este acto. Saludo finalmente a todos los cofrades y devotos de la Santísima Virgen de la Capilla, y a todos los presentes. Si como decía Romano Guardini el agradecimiento es la memoria del corazón, antes de continuar con el pregón no puedo sino expresar mi gratitud, en un ejercicio de sana memoria, que, además, es un acto de justicia para con las personas a quienes tengo que reco-
Agradezco igualmente la cariñosa presentación que de mi persona ha hecho mi buen amigo Esteban José Espinilla. Sus palabras, nacidas de la profundidad de lo auténtico, al calor de nuestra amistad, han sido verdaderamente cordiales, es decir, salidas del corazón. Amigo Esteban, si te puse en un aprieto cuando te pedí que me presentases hoy, creo que, como yo con la aceptación del pregón, la amistad común ha trocado en posible una misión que se nos pudo antojar al inicio como imposible. Por ello, gracias de nuevo por tu cariñosa presentación y sobre todo por su preciosa amistad. Quisiera asimismo con la memoria hacer presentes a los ausentes. En primer lugar, deseo manifestar un recuerdo agradecido a mis padres, que desde pequeño me inculcaron el amor a la Santísima Virgen, y con su ejemplo de vida cristiana me enseñaron a invocarla como madre y a rezarle desgranando las cuentas del rosario. A ellos, sin duda, debo mucho de lo que soy hoy.
protagonistas como una tarea difícil, que excede con mucho nuestras fuerzas y posibilidades. Cada uno tenemos un estilo propio de hablar y escribir. Cada persona se retrata en su obra. Y aunque Esteban haya afirmado que Dios me ha adornado con muchas gracias, no es precisamente el lirismo uno de los dones con los que cielo haya querido agraciarme. Yo no soy poeta, y no podré deleitaros elevando vuestro espíritu a golpe de estrofa para acercaros a la belleza inconmensurable de María de la Capilla, y cantar así juntos la gloria de la reina de Jaén. Como contrapartida, menos bella literariamente, pero más auténtica por la calidez de la experiencia personal, os ofrezco mis recuerdos sobre la Virgen de la Capilla, haciendo un buen ejercicio de memoria histórica. No puede hablar el poeta, hable pues el testigo. Os invito a que me acompañéis en este viaje por el tiempo, empezando por los recuerdos más recientes, para continuar, invirtiendo la marcha de las agujas del reloj, hasta las evocaciones más alejadas cronológicamente. De la mano de tres remembranzas personales contemplaremos juntos a María como Madre, Patrona y Reina de Jaén, en apretado ramillete de títulos, con los que Vicente Montuno Morente subtituló su magnífica obra sobre la Virgen de Capilla, allá por 1950. A ella, a la Virgen de la Capilla, le pido que me libre de los temores que me asaltan ante tal empresa, de manera que estos retazos de mi pobre memoria no sean sino un encendido canto de su inmarcesible gloria y sus eternos loores: Di, Virgen, amén, amén; Y pues tanto nos amaste, no nos dejes; Pues que nuestro sumo bien contigo nos lo acercaste, nunca ya te nos alejes. ¡Oh tregua de nuestra paz! manda luego apacigar mis temores; vaya yo donde tú estás, donde mejor pueda cantar, amén, amén, tus loores1.
Y cómo no evocar a quien enderezó mis primeros pasos hacia el Seminario, D. José Melgares Raya, fallecido el pasado mes de febrero. En innumerables conversaciones y con el trato personal que tuve con él desde mi adolescencia, supe del amor filial que profesó a la Virgen este sacerdote ejemplar, infatigable propagador de la devoción a María, que nos dejó recientemente, cargado de merecimientos y buenas obras, y que ahora, sin duda, descansará eternamente recostado en el regazo de la Madre del Cielo. Ciertamente, tanto la presentación del pregonero como el mismo pregón se nos pueden antojar a los
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Atribuida a fray Hernando de Talavera.
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nocerles algo. En primer lugar, a José Humberto Montero Fernández, Hermano Mayor de la Ilustre, Pontificia y Real Cofradía de Nuestra Señora de la Capilla, Patrona y Alcaldesa Mayor de esta ciudad de Jaén, quien en nombre propio y de la Junta de Gobierno me cursó la invitación para que corriese a mi cargo, este año 2007, este Pregón que hoy nos congrega alrededor de la Virgen de la Capilla. Y aunque uno no anda muy sobrado de tiempo y siempre este tipo de actos le imponen, porque no me considero una persona apta para estos eventos, siempre la amistad vence al recelo y al temor, y te empuja a decir finalmente un sí. ¡Gracias, José Humberto, por esta invitación, que me ofrece la oportunidad de sentirme más giennense y confesar públicamente mi amor a María, en su advocación de la Capilla!
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María de la Capilla, madre Los giennenses siempre han sentido hondamente a lo largo de los siglos que la Virgen de la Capilla es su madre. En tiempos de epidemias y escasez, ante el peligro de la guerra o del hambre, cuando el espectro de la muerte se cernía amenazador sobre la capital del Santo Reino, sus habitantes han encontrado consuelo y sosiego bajo el protector manto de la Virgen, como lo experimentaron por vez primera contra el enemigo nazarí, allá en 1430. Ella siempre ha sido, es y será amparo de esta noble ciudad que la venera como madre, patrona y reina. Pero si hay algún título de la Virgen que anide con más pasión en el corazón giennense ése sin duda es el de Madre.
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Es la Virgen que baja con su Niño -más blancos que la nieve y el armiñoa amparar a Jaén, que tanto la ama. Jaén renace, victoriosa y fuerte y a la que así la libra de la muerte pues vida le dio, Madre la llama.
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Mi evocación personal más reciente de la Virgen de la Capilla nos retrotrae sólo dos años atrás. En el año 2005, mi buen y querido amigo Vicente Herrera del Real, a la sazón Hermano Mayor de la Cofradía de la Virgen de la Capilla, me invitó a predicar la novena de ese año, que era especial, ya que coincidía con el 75 aniversario de la coronación canónica de la bendita imagen de la patrona de Jaén. Aquellos inolvidables días de novena fueron 9 momentos de intenso gozo, de oración común, empañada por la alegría pascual que experimentaba toda la Iglesia en aquella verdadera primeravera de la fe en que habíamos asistido a la sentida muerte de Juan Pablo II y a la gozosa elección de Benedicto XVI. Y precisamente fueron las enseñanzas del nuevo Papa, cuando era sólo el cardenal Joseph Ratzinger, las que, con su hondura humana y su sabiduría teológica, nos ayudaron a profundizar en los distintos aspectos del misterio de María, que fuimos desgranando día a día en la novena, teniendo como hilo conductor el himno mariano Ave Maris Stella. En aquellos nueve días, en que el calor del verano incipiente no iba a la zaga del fervor mariano que se
palpaba en las celebraciones, pude ver y experimentar cómo los hijos de Jaén abarrotaban la iglesia de San Ildefonso, y se postraban a los pies de la Madre, suplicando unos, dando gracias otros, orando todos a la que es medianera de todas las gracias, signo de consuelo y de firme esperanza para la Iglesia peregrina. La participación atenta y piadosa de los fieles se unía aquellos días a la escucha e interiorización de la Palabra de Dios que se proclamaba; los escogidos cantos que solemnizaban las celebraciones se entrelazaban armoniosos, con los bucles de incienso que subían al cielo portando presurosos las invocaciones que los fieles dirigían a la que es la Omnipotencia suplicante. La belleza de las cuidadas celebraciones litúrgicas, presididas por la imagen de la Virgen, plasmó entonces el ideal que acaba de recordarnos el Papa Benedicto XVI en la exhortación apostólica postsinodal Sacramentum caritatis, al afirmar que la Virgen María es la Tota pulchra, Toda hermosa, ya que en Ella brilla el resplandor de la gloria de Dios. La belleza de la liturgia celestial, que debe reflejarse también en nuestras asambleas, tiene un fiel espejo en Ella, en María2. Y a lo largo de aquellos innolvidables nueve días, en las bocas y en el corazón de los fieles siempre una invocación: ¡Madre! El pueblo cristiano de Jaén, contemplando la bendita imagen de la Virgen de la Capilla, que sostiene amorosa a su Hijo en brazos, sabe que la maternidad divina de María es la principal de todas las verdades marianas, y la raíz y fundamento de la dignidad singularísima de la Virgen. La figura de María ha tocado de manera particular el corazón de los hombres… Gracias a María, el cristianismo puede ser vivido como religión de la confianza. La Madre de Cristo nos hace sentirnos más cerca de Dios… es la puerta abierta que nos introduce en Dios (J. Ratzinger). El que María sea Madre es la realidad que define su mismo ser en toda la historia de la salvación. Es el origen y explicación de todos sus privilegios. Todas las demás excelencias de la Virgen están al servicio de la maternidad divina. Y por medio de ella están -todas ellas- al servicio de Cristo y de su obra. Fascinados por el misterio de la Virgen Madre, pintores, escultores, artistas y poetas han intentado plasmar y cantar la grandeza de la maternidad de María:
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Exhortación apostólica postsinodal Sacramentum caritatis nº 96.
Por Madre de Dios tenéis la mano en nuestra concordia: por Madre de Dios podéis llamaros, cuando queréis, Madre de misericordia. Por Madre de Dios querida, que es la vida, sois Vos vida: por Madre, nuestra esperanza, por Madre, nuestra holganza, por Madre, nuestra escogida. Por Madre de Dios tenemos en el cielo a vos por Madre: por Madre de Dios podemos, cada hora que queremos, alcanzar perdón del Padre. Del Hijo Madre os llamamos desterrados los que estamos; por Madre de Dios se espera, que nos seréis medianera, para que a la gloria vamos1. 1
Bachiller Céspedes, A la Inmaculada Concepción.
Para que fuese Madre de Jesucristo, Dios predestinó a María, la eligió y le concedió la plenitud de gracia. Por ser Madre de Dios, la doncella de Nazaret es instrumento y cauce de la entrega de Dios a la humanidad; es portadora de la salvación. Por ser Madre de Dios, María supera en dignidad a todas las criaturas, ya que la dignidad de la criatura está en su cercanía con Dios. Y María es la criatura más cercana a la Trinidad: elegida por el Padre para ser Madre del Hijo gracias a la intervención del Espíritu Santo, como bien cantó Dante Alighieri en la Divina Comedia: Virgen Madre, hija de tu hijo, humilde y
María pudo ser Madre de Dios por la elección que de Ella hizo Dios y por su respuesta creyente. Así lo interpretaron desde los primeros siglos los Padres de la Iglesia. María concibió primero en su oído al acoger la Palabra y creer con una radicalidad como criatura alguna podrá repetir jamás, y luego engendró al que es la Palabra en su seno purísimo, como consecuencia de esa acogida en la fe del plan de Dios y su absoluta disposición a colaborar con Él. María fue Madre física de Cristo porque antes de concebirlo en su seno purísimo, como creyente perfecta lo concibió en su corazón como Palabra salvadora. Así lo recuerda S. Agustín: Creamos, pues, en Jesucristo, nuestro Señor, nacido del Espíritu Santo y de la virgen María. Pues también la misma bienaventurada María concibió creyendo a quien alumbró creyendo. Años más tarde de que el santo obispo de Hipona escribiese las anteriores palabras, un obispo de Roma, el papa San León Magno ahondaba en esta misma realidad mariana al afirmar: Dios elige a una virgen de la descendencia real de David; y esta virgen, destinada a llevar en su seno el fruto de una sagrada fecundación, antes de concebir corporalmente a su prole, divina y humana a la vez, la concibió en su espíritu. Pero María de la Capilla no es sólo Madre de Dios; es al mismo tiempo Madre nuestra Madre tuya y Madre mía, Madre de los hombres, ya que es Madre del Dios Redentor, de Cristo cabeza, y Madre a la vez de todos los miembros de su Cuerpo. Con qué acierto lo señalaba San Ireneo de Lyon, ya en el s. II, llamando a Cristo primogénito de la Virgen; así recordaba que, después de Jesús, muchos otros hijos nacen de la Virgen, en el sentido de que reciben la vida nueva de Cristo. Jesús es el Hijo único de María. Pero la maternidad espiritual de María se extiende a todos los hombres a los cuales Él vino a salvar. Afirma San Pablo en la carta a los Romanos: Dio a luz al Hijo, al que Dios constituyó el mayor de muchos hermanos4, es decir, de los creyentes, a cuyo nacimiento y educación colabora con amor de madre. Santa Teresa Benedicta de la Cruz, es decir Edith Stein escribió acertadamente: María nos ha alumbrado a la vida de la gracia, al entregar todo su ser, cuerpo y alma, para la maternidad divina. Por ello existe una íntima vinculación entre ella y nosotros: ella nos ama, nos conoce, se afana por hacer de cada uno de nosotros lo que está 3 4
Paraíso, canto XXXIII. Rom 8,29.
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Porque por Madre ganasteis ser de culpa preservada: por Madre de Dios gozasteis de un gran nombre que cobrasteis, que es de ser nuestra abogada. Por Madre de Dios graciosa, sois Madre, Hija y Esposa: por Madre de Dios que os quiso, sois, Reina del paraíso, después de él la más preciosa.
alta más que criatura alguna, término fijo del plan eterno, tú eres la que has ennoblecido tanto la naturaleza humana, que su autor no ha desdeñado hacerse criatura tuya3.
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llamado a ser. El camino que nos lleva hasta María de la Capilla siempre está sembrado de expresiones filiales de agradecimiento. ¡Gracias, Madre! Son los corazones agradecidos de los hijos, que han sentido hondamente la ayuda materna de la Virgen de la Capilla, los que han hermoseado la serpenteante y angosta subida a su bello camarín con mil y un inscripciones en las que el corazón emocionado ha arrancado esquirlas al mármol para escribir un ¡Gracias, Madre!, y reconocer así los beneficios que se han alcanzado de Dios por mediación de su bendita Madre. Y así canta el alma agradecida:
Tú que derramas celestial consuelo en todos los azares de la vida; Tú que del corazón sanas la herida y abres la gloria por borrar el duelo; Tú que nos amas, y en el alto cielo eres del pecador constante égida; Tú eres la Madre universal, querida sobre las madres todas de este suelo: piadosa acoge nuestra voz ferviente hoy que, reunidos en tu pregón devoto te hacemos humildísimo presente: hoy que, construyendo fatigoso canto te suplicamos con amor vehemente que a todos tiendas tu sagrado manto.
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María de la Capilla, patrona de Jaén
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Pero continuemos nuestro viaje por el tiempo, retrocediendo algunos años, y volvamos a unas circunstancias que casualmente tienen bastantes concomitancias con estos precisos días en que vivimos. En marzo de 1979 se celebraron las primeras elecciones municipales democráticas. Yo llevaba apenas seis meses en el Seminario Diocesano, donde había ingresado a finales de septiembre de 1978, coincidiendo con el final de aquel señalado verano que vio sucederse al frente de la Iglesia a Pablo VI, Juan Pablo I y finalmente, en octubre, al recordado siervo de Dios Juan Pablo II. Como era costumbre inveterada, D. Miguel Pei-
nado Peinado, Obispo entonces de nuestra Diócesis, presidiría la tradicional Misa de Cabildos el día 11 de junio. Como muchos recordaréis por propia experiencia, aquellos fueron tiempos de inquietud, ante la nueva situación política y social que se vivía, tiempos de expectativas y recelos, tiempos de novedades y rupturas, tiempos de consenso y diálogo. Un compañero del Seminario y yo teníamos una curiosidad, no sé si malsana, pero ciertamente dictada por el atrevimiento de nuestros pocos años, por saber cuál sería la actitud del Obispo ante la nueva situación política municipal, y si expresaría su opinión en la homilía de la fiesta de la Virgen, movido por determinadas actitudes unilaterales que se estaban poniendo en evidencia. Por eso, tomando pie de la confianza que siempre nos demostró, le pedimos al bueno de D. Miguel Peinado acompañarlo a San Ildefonso, para ayudarle como acólitos en la misa, y así, poder escuchar su homilía y palpar el ambiente que se respirase en aquella celebración, que era novedosa en gran medida. Pero aquel 11 de junio no hubo exabruptos ni recriminaciones, brilló por su ausencia la tensión ambiental que imaginábamos podría generarse, y el Obispo, consumado predicador en la mejor línea de los antiguos Padres de la Iglesia, se ciñó a cantar las glorias de María recordando en sus palabras que la grandeza de la Virgen residía en reconocerse esclava del Señor, como proclamaba en el Magnificat, poniéndose al servicio de toda la humanidad al encarnar a Jesucristo. Por ello, afirmaba D. Miguel, por su rebajamiento, mereció ser exaltada y ese encumbramiento lo reconocía el pueblo cristiano de diversas maneras, entre las que se encontraba, en el caso de la Virgen de la Capilla, el declararla Patrona de la ciudad de Jaén. Así, ese joven seminarista que iniciaba su camino hacia el sacerdocio, pudo comprender mejor aquel día en qué residía la grandeza del patronazgo de la Virgen de la Capilla. Patrona de la ciudad porque siempre, a lo largo de los siglos, ha sido defensora de Jaén. Patrona, porque ante la guerra, el hambre o la epidemia, María de la Capilla ha sido protectora de la capital del Santo Reino. Patrona, porque ante el sufrimiento y la desgracia, Ella ha sido la amparadora de todos los giennenses que han recurrido a su protección. Por todo ello, y recogiendo el sentimiento unánime de todos los sectores de la sociedad giennense, que veneraba ya de hecho como patrona a la Virgen de la Capilla según una tradición de
siglos, el Obispo Don Rafael García y García de Castro solicitó a la Santa Sede la declaración del patronazgo canónico, que fue concedido por la Sagrada Congregación de Ritos mediante un rescripto fechado el 29 de mayo de 1950, Año Santo en que fue declarado el último dogma mariano, la Asunción de la Virgen en cuerpo y alma a los cielos.
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Adaptada a partir del original de Alonso de Ledesma.
EL DESCENSO
Nos preparamos un año más para honrar a nuestra patrona, la Virgen de la Capilla, y como cada 11 de junio, al atardecer, el alborozo festivo dará paso al homenaje de los corazones, cuando al pasear su bendita imagen por las calles de nuestra ciudad, los giennenses que la aclaman la reconozcan de nuevo como el ama y la dueña de sus vidas. Y entonces, contemplando a la Patrona, incontables súplicas surcarán invisibles el aire para elevarse al cielo, hasta el trono de la Señora, en ferviente y admirada oración:
Soberana matrona ¿qué nombre habrá que te cuadre, si Dios te tiene por Madre y Jaén por Patrona? Y pues el cielo, y el suelo son de tu Hijo en paz y guerra, Patrona serás en la tierra y juntamente en el cielo. Y por eso Capilla siento que eres patrona y madre pues nunca has de dejarle a Jaén en su desvalimiento1.
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María de la Capilla, reina. Pero continuemos nuestro paseo por el tiempo, y permitidme que os invite a mirar de nuevo al pasado, para contemplar la tercera y última evocación de mi personal relación con la Virgen de la Capilla. Volviendo años atrás, consentidme que rebusque afanoso en el baúl de mi memoria, para encontrar los primeros recuerdos que conservo de la Reina de Jaén. Me separan de ellos ya algo más de treinta años, pero los sigo sintiendo vívidos y cercanos, porque la memoria, cuando es agradecida, sabe salvar ese a veces infinito vacío que es el ineludible paso del tiempo, para mantener la frescura y lozanía de los recuerdos pasados. Cuando en 1975 vine a Jaén para estudiar bachillerato, contemplé por vez primera a la Señora. El Jaén de entonces, que yo empezaba a conocer, se me ofrecía generoso como un abanico de nuevas realidades en las que se volcaba mi curiosidad de provinciano recién
llegado a la capital. Me vienen a la memoria entonces mis primeras visitas a la parroquia de San Ildefonso. Allí contemplé, por vez primera, la imagen de la Virgen de la Capilla. Admirando aquella sublime estampa, cuyos nítidos perfiles el paso del tiempo no consigue hacerme olvidar, me parecía que la Madre de los giennenses era como una soberana galana y extática, que dudaba entre guarecerse de mi mirada, tímida y delicada, tras la imponente reja de su capilla, o mostrárseme generosa a mí y a sus hijos y devotos que la contemplaban. Imagen de rostro cetrino, enmarcado con brillante rostrillo, cubierta con suntuoso manto, que en vez de cubrirla casi parecía hacerla su prisionera, la Virgen se me presentaba como una augusta reina que aguardaba, inmutable y mayestática, el rendido homenaje de sus súbditos. Sí. María de la Capilla se me antojaba entonces lo que hoy es y siempre será siempre, reina: ¡Reina de la pureza y de la belleza! ¡Reina de los ángeles y de los santos! ¡Reina del cielo y de la tierra! ¡Reina de los niños y jóvenes! ¡Reina de los adultos y los ancianos! ¡Reina de nuestras familias y nuestros hogares! ¡Reina de la gracia y del amor! ¡Reina de Jaén!
EL DESCENSO
La devoción popular de nuestra ciudad desde siglos ha invocado a María de la Capilla como Reina. Y Ella es reina no por designio o voluntad humana, sino por pura gracia de Dios. Cuando afirmamos que María de la Capilla es reina no hacemos sino reconocer todas las gracias que el Altísimo ha derramado sobre la criatura más singular en la que Dios se ha complacido y deleitado. El Concilio Vaticano II, después de recordar la asunción de la Virgen en cuerpo y alma a la gloria del cielo, explica que fue elevada (...) por el Señor como Reina del universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo, Señor de los señores y vencedor del pecado y de la muerte5. María es reina porque es madre del Rey de Reyes y Señor de Señores. Cuando se convirtió en madre del Cre5
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Lumen gentium 59.
Contemplando a la Virgen de la Capilla como reina, me vienen a la memoria las palabras de un gran Papa mariano, el beato Pío IX, que proclamó el dogma de la Inmaculada y fomentó la devoción a nuestra patrona con numerosas indulgencias que concedió a sus devotos. En la bula de definición del dogma concepcionista, escribía Pío IX: Teniendo hacia nosotros un afecto materno e interesándose por nuestra salvación ella extiende a todo el género humano su solicitud. Establecida por el Señor como Reina del cielo y de la tierra, elevada por encima de todos los coros de los ángeles y de toda la jerarquía celestial de los santos, sentada a la derecha de su Hijo único, nuestro Señor Jesucristo, obtiene con gran certeza lo que pide con sus súplicas maternas; lo que busca, lo encuentra, y no le puede faltar. María es no sólo madre y reina. Es la Mujer, con mayúscula, como la llama su Hijo en Caná de Galilea y desde la cruz: ¡Mujer! En María se hace carne y se hace vida la quintaesencia de lo femenino (Juan Pablo II). María es el modelo de mujer nueva y cristiana perfecta, tipo eminente de la condición femenina y modelo singularísimo de vida evangélica. En su condición concreta de vida, Ella se adhirió completa y responsablemente a la voluntad de Dios, porque acogió su palabra y la puso en práctica, porque su acción estuvo animada por la caridad y por el espíritu de servicio, porque, en fin, fue la primera y más perfecta seguidora de Cristo (Pablo VI). María de la Capilla es todo interioridad, riqueza, realeza, gracia y poesía... Ella es, ante todo, ¡misterio!, misterio de belleza, de amor y de vida. La Virgen es un derroche de gracia, una prueba de misericordia divina, una manifestación del amor del Dios, Uno y Trino... Es esa obra de arte perfecta en cuya singular belleza su creador se recrea. Por eso, tras su asunción a los cielos, María es coronada por la Trinidad, reconociendo así el Dios uno y
Trino su obra más perfecta, el ideal de la humanidad redimida y liberada del pecado. Tiene lógica, pues, que el pueblo cristiano quiera coronar la imagen de su Reina, no sólo como un obligado homenaje de amor y devoción, sino para expresar el ferviente anhelo de seguir sus pasos, en fidelidad al Señor, y merecer algún día, ser coronados de gloria y honor por Cristo en el cielo, como rezaba el ritual de la coronación de la Virgen de la Capilla, en 1930. Un año más, hermosearemos la bella imagen de la Virgen de la Capilla, para procesionarla, como Reina de Jaén, por sus calles. Es una tarea a la que todos estamos llamados. ¡Que nadie se sienta excluido! ¡Aprestémonos todos a ornar, a embellecer a la criatura más agraciada y hermosa! Eterna paradoja que no es una quimera inalcanzable. Embellezcamos a la Virgen de la Capilla, no sólo con oro y gemas preciosas, sino con lo mejor de nuestras vidas, que son nuestros propios corazones haciendo que sean, como el suyo, fieles a Dios. Ornemos a nuestra madre, patrona y reina abriéndonos, como Ella lo hizo, a la escucha dócil de la Palabra de Dios, para conocer la voluntad del Padre; engalanemos a María de la Capilla con nuestros corazones obedientes a Dios en la fe, para vivir en el día a día esa relación viva que da sentido a nuestra existencia. Ataviemos la bendita imagen de María santísima de la Capilla haciéndole la generosa ofrenda de un espíritu sencillo y coherente, que trabaja día a día para perseverar en el bien, aceptando desde la fe el misterio del dolor. Realcemos a la que es madre de Dios y madre nuestra con el valor incalculable del testimonio de nuestra vida cristiana, ofrecido con esa alegría gozosa que se alimenta de la comunión íntima con Cristo en la oración y sobre todo en la Eucaristía. Agraciemos a la que es reina de Jaén y del universo entero, con una vida austera, sensible, en el ejercicio de la caridad, a las necesidades de los menos favorecidos de la sociedad, que son los hijos predilectos de aquella que se reconoció a sí misma como pobre y esclava del Señor. Este pregón abre las fiestas que la ciudad de Jaén celebrará en honor de su patrona, la Santísima Virgen de la Capilla. Habrá tiempo para todo: festejos y diversiones, convivencia y reunión con amigos y personas queridas… Pero lo que no puede faltar es lo más importante: el encuentro con el Dios vivo y verdadero en la Eucaristía, de manos de su madre, la Santísima Virgen, mujer eucarística (Benedicto XVI, Sacramentum caritatis (nº 96). En su descenso hasta nosotros, la Virgen nos invita
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ador, llegó a ser verdaderamente la soberana de todas las criaturas, escribía San Juan Damasceno de María en el s. VII. Además, si Cristo es rey no sólo porque es Hijo de Dios, sino también porque es Redentor, María es reina no sólo porque es Madre de Dios, sino también porque, asociada como nueva Eva al nuevo Adán, cooperó en la obra de la redención del género humano, junto a la cruz de su Hijo. Y si Cristo es rey por ser justicia de Dios, María es reina por ser misericordia del Altísimo, como le gustaba repetir a San Alfonso María Ligorio.
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a ascender, a buscar los bienes de allá arriba y sobre todo la riqueza más preciada que Ella nos ofrece siempre: su hijo Jesucristo. Estos días son días para orar, para levantar el espíritu y dirigir la mirada de nuestro corazón a Aquella que es nuestra madre, patrona y reina, y pedirle, y darle gracias, y con la confianza de los hijos, descansar en su maternal regazo con la seguridad que nos da el saber que siempre nos atiende y escucha.
Tú, la sierva de los pobres que todo lo alcanza; Tú, la madre de todos que siempre nos escuchas. Tú eres huerto cerrado al pecado y jardín florido de la gracia, madre del nuevo Adán y madre de los hijos de Eva, trono del Rey de reyes y sede de todas las virtudes, altar del sumo y eterno Sacerdote y sagrario del Altísimo. Tú eres Virgen hecha Iglesia y modelo de los creyentes de todos los tiempos, clausura de las almas contemplativas y oasis en el desierto de este mundo, refugio de los pecadores y morada de la Trinidad. Virgen de la Capilla, Sol que resplandece con la luz de Dios sobre todas las criaturas, Estrella que en los turbulentos mares de la historia nos guías a Cristo, puerto seguro, Cipres inhiesto de Sión que nos señala certero el camino del cielo, Torre de David donde hallamos refugio ante todos los peligros, Fuente cristalina donde apagamos nuestra sed de plenitud, Oliva hermosa de la paz, por cuyo fruto recibimos el óleo del Espíritu, Azucena entre espinas, que nos enseñas a perverar en medio de las dificultades.
Permitidme que para concluir ya este pregón, aunque sea torpemente, porque es imposible expresar tanta belleza en tan pobres palabras, me convierta en portavoz de todos vosotros, ¡qué digo de todos vosotros, de todos los giennenses!, para elevar una oración de alabanza y gratitud a la Virgen de la Capilla: Madre de la Capilla, tú eres la esclava del Señor todopoderosa;
de justicia, Eres palma de Cadés bajo cuya sombra encontramos solaz y frescor en el yermo de esta vida, Eres espejo sin mancha que nos enseñas a vivir la entrega fiel y total a Dios, Con tu ejemplo, Rosa de Jericó, aprendemos a mostrar a los demás la belleza y hermosura de la fe, y a exhalar el perfume de las buenas obras. Santísima Virgen de la Capilla, Ciudad de Dios, amparo y defensa del pueblo de Jaén ayer, hoy y siempre, Pozo de aguas vivas del que nos llegan todas las gracias, Cedro del Líbano bajo cuyas frondosas ramas se cobijan todos tus hijos, Puente tendido entre Dios y los hombres, Nave presurosa que nos traes el pan de vida, tu hijo Jesús. ¡Somos tu pueblo! Nos has conquistado con las ternuras de tu piedad. Por eso, nosotros, tus hijos, elevamos nuestra alabanza con sinceridad, para fundir nuestras gargantas en una sola voz y al unísono cantar: ¡Eres la Reina! Por eso brilla áurea corona sobre tu sien. ¡Viva la Reina! ¡Viva la Virgen de la Capilla! ¡Que reine siempre sobre Jaén!
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He dicho.
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María de la Capilla, Hermosa eres como la luna pues reflejas la luz de Cristo, sol
novena 2007
Diez días intensos hasta el 11 de junio cuando María Santísima de la Capilla se encontró con el pueblo de Jaén en las calles de la ciudad del Santo Reino. Además de los preparativos propias de la festividad, como cada año, la Cofradía de Nuestra Señora de la Capilla dedicó unos días a la contemplación y la oración a través de la Solemne Novena.
La vida de un cofrade debe, sin duda, estar marcadas por un encuentro íntimo con Dios a través de la oración y la meditación, que unidas nos llevarán a la acción cristiana en nuestra vida cotidiana. Es por eso que durante los nueve primeros días del mes de junio los cofrades y devotos de la Virgen de la Capilla quisimos orar juntos, reflexionando a la vez sobre nuestra vida cristiana y el reflejo que debemos llevar a la sociedad con María como ejemplo. El predicador de la Novena en el pasado curso cofrade fue el sacerdote jiennense Francisco Carrasco
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Mayo y los cultos propios del mes de María organizados por la Cofradía dieron paso a junio, y la celebración de las fiestas de la Virgen de la Capilla.
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Cuadros, párroco de las localidades de Cárchel y Carchelejo. Su predicación quiso ser una reflexión sobre nuestra vida de cofrades y a través de extractos de los Evangelios cuya protagonista era María Santísima. El predicador quiso transmitir la idea de que para todos los cristianos la Madre de Cristo es un ejemplo a seguir por su forma de vida, su entrega, dedicación y amor infinito a Dios. Una Mujer Santa, que supo desde el silencio y la humildad ofrecer toda su vida a los demás a través de la entrega de su Hijo.
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La novena, que se celebró, como es tradición, en el altar mayor de la Iglesia de San Ildefonso, presidido por un excelso altar creado ex profeso para la ocasión y presidido por la imagen de la Virgen de la Capilla, reunió a un numeroso grupo de fieles que compartió la Santa Misa y la posterior adoración al Santísimo con los cofrades y con los distintos coros que participaron en este culto mariano.
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rosario de san bernabé
El rezo del Santo Rosario por las calles de Jaén evoca el camino que recorrió la Madre de Dios el día de su descenso a la ciudad de Jaén en el mes de junio 1430. Desde entonces, la tradición continúa y tras la eucaristía oficiada en la Iglesia de San Ildefonso por el alma de los cofrades difuntos se inició esta particular peregrinación.
Fueron muchos los fieles que quisieron acompañar y compartir el rezo del Santo Rosario junto con los miembros de la Cofradía de la Virgen de la Capilla por las calles de Jaén. El rezo del Rosario estuvo presidido por el párroco de San Ildefonso y capellán de la cofradía, Don Manuel Bueno Ortega. Este tradicional acto cultual finalizó en la Reja de la Capilla con el canto del himno de la patrona.
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Tradición y devoción se unieron el día de San Bernabé, jornada anterior a la festividad de Nuestra Señora de la Capilla.
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misa de cabildos
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El pasado 11 de Junio de 2007, se celebraba en la parroquia de San Ildefonso, la tradicional Misa de los Cabildos, Catedral y Municipal, en honor de la Santisima Virgen de la Capilla, Patrona y Alcaldesa Mayor de la Ciudad de Jaén. La celebración de esta Eucaristia es el acto por excelencia de entre los organizados, en torno a la Patrona de Jaén, ya que como es sabido, en la Santa Misa se rememora el sacrificio de Jesucristo en la cruz y su Resurrección, siendo, por tanto, el centro de nuestra vida cristiana. La última Misa de Cabildos, fue la primera de la reciente Junta de Gobierno, que con toda dignidad y orgullo ocupaba, estando presente toda la directiva en pleno, Hermano Mayor, Comisión Permanente y Vocalias.
La Eucaristia, fue presidida, como tradicionalmente se viene haciendo, por el Sr. Obispo de la Diócesis Monseñor D. Ramón del Hoyo López y concelebrada por el Capellán de la Cofradía, D. Manuel Bueno Ortega y demás sacerdotes, tanto de la parroquia como de fuera, actuando como maestro de ceremonias, el reverendo D. Francisco Juan Martinez Rojas. En su intervención, el Sr. Obispo a parte de saludar a las autoridades, miembros de los repectivos Cabildos, Junta Directiva de la Cofradía, y demás representantes, pronunció una sencilla y emotiva homilia en la que nos invitaba a la reflexión sobre la figura de la Virgen como intercesora y protectora en el camino de la salvación.
Ocupaban sitios preferentes, los componentes de los Cabildos Catedral y Municipal, encabezados por el Ilmo. y Rvdmo. Sr. Deán de la Santa Iglesia Catedral y el Excmo. Sr. Alcalde de la Ciudad, respectivamente. También estaban presentes el Presidente de la Agrupación de Cofradías y Hermandades de la Ciudad de Jaén, Hermanos Mayores de las distintas cofradías de Pasión y Gloria, miembros de la Academia Bibliográfica Mariana, “Nuestra Señora de la Capilla”, Camareras de la Virgen, Caballeros Horquilleros, cofrades y fieles en general, que abarrotaban la Sacra Iglesia de San Ildefonso, Santuario de la Patrona de Jaén.
Orfeón “Santo Reino”, como tradicionalmente lo viene haciendo desde 1.953, solemnizando con sus melodias y cánticos propios de la Virgen en su Descenso, esta Misa Votiva de los Cabildos. La Cofradía se congratuló y agradeció a todos en general la asistencia masiva de fieles en este día 11 de Junio, tan relevante para Jaén, en honor de la Santísima Virgen de la Capilla, que es Madre, Patrona y Reina de Jaén.
La Imagen de la Virgen presidía el Altar Mayor, espléndido altar de cultos, iluminado con cera y adornado profusamente con flores y plata, luciendo el manto rojo, que un día donaran los Condes de Corbul, asi como el bastón de mando y la venera de oro, como Alcaldesa Mayor de esta ciudad del Santo Reino.
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La parte musical corrió a cargo del
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procesión
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COFRADÍAS. ORDEN DE INTERVENCIÓN
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Pasión. 1ª. Pro-Hermandad Señor Cautivo 2ª. Santa Cena 3ª. Amargura 4ª. Señor Resucitado 5ª. Estrella 6ª. Silencio 7ª. Perdón 8ª. Borriquilla 9ª. Estudiantes 10. Clemencia . 11. Buena Muerte 12. Expiración 13. Nuestro Padre Jesús 14. Santo Sepulcro 15. Soledad 16. Vera Cruz
Fundación “ “ “ “ “ “ “ “ “ “ “ “ “ “ “
2005 2004 1999 1988 1985 1955 1952 1946 1946 1945 1927 1888 1588 1580 1556 1541
Gloria. 1ª 2ª. 3ª. 4ª. 5ª. 6ª. 7ª. 8ª. 9ª. 10ª.
Perdón De La Asomada Fundación Cristo De Chircales “ Rocio “ Cristo De Charcales . (Arroz) “ Virgen Del Carmen.- (San Bartolomé) “ Virgen Del Carmen.- (San Juan) “ Divina Pastora “ Virgen Blanca “ S. Capilla De S. Andrés N. C. Pura Y Limpia Concep. Sacramental De San Ildefonso “
1996 1986 1982 1948 1941 1625 1595 1527 1523
11ª. 12ª. 13ª. 14ª.
Virgen De La Cabeza .-(Patrona Diócesis) Santa Catalina.- (Copatrona De Jaén) Agrupación De Cofradías De Jaén Virgen De La Capilla.
Fundación “
1575 1964
“
1927
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(Deferencias)
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Peregrinación a la ermita de Ntra. Sra. del Rocío
Devoción en El Rocío La devoción de la Santísima Virgen en todas sus advocaciones llevó a un nutrido grupo de cofrades de la Virgen de la Capilla a viajar hasta Huelva para encontrarse con la Reina de las Marismas, la Virgen del Rocío.
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Esta peregrinación, la primera del año cofrade 2007-2008 tuvo lugar el pasado mes de noviembre, coincidiendo con el puente de Todos los Santos.
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La peregrinación unió a los hermanos de la patrona de Jaén con los vecinos de Cárchel y Carchelejo que estuvieron acompañados de su párroco, Francisco Carrasco, predicador de la última Novena a la Virgen, y reconocido devoto rociero. Dos fueron los autobuses que partieron de Jaén para hacer este particular camino rociero, donde el cansancio no apaciguó las ganas de orar frente a la imagen de la Virgen del Rocío en la aldea de Almonte.
La villa de Villamanrique nos dio la bienvenida. La Junta de Gobierno nos acogió en la parroquia donde se venera el Simpecado más antiguo. Allí, tuvimos
un rato de oración y un acto de hermanamiento con los miembros de la cofradía de la Virgen del Rocío de esta localidad. Desde allí partimos para hacer un largo y duro recorrido a pie entre las arenas del Camino. La calidez del otoño, el paisaje natural de Doñana y el fervor a María Santísima nos ayudó a todos los hermanos a emprender un recorrido a pie de más de 15 kilómetros desde el lugar conocido como “La Raya Real”. La tibieza de las arenas y la oración hizo que nuestros pasos se encaminaran con fervor hasta la pequeña aldea donde nos esperaba la Virgen del Rocío. A lo largo del camino fueron muchos los fieles que nos encontrábamos a nuestro paso. Hombres y mujeres de fe que
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La primera parada de nuestra peregrinación hizo que nos detuviéramos en la localidad de Villamanrique de la Condesa, lugar emblemático de los rocieros. Pues cuenta la tradición que fue desde esta ciudad, antes conocida como Mures de donde partió, allá por el siglo XV, Gregorio Medina a cazar, y en lugar de encontrar en su camino piezas de montería que mostrar ante sus amigos como trofeos de caza, Gregorio halló en un árbol centenario la imagen de la Virgen del Rocío. Es ese el origen de la veneración a la Blanca Paloma.
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compartían nuestro camino y que nos animaban a pesar de la resistencia del trayecto. En torno al mediodía, y a medio camino antes de llegar a Almonte, nos detuvimos a comer. Un almuerzo compartido que también nos sirvió de hermanamiento con nuestros amigos de Cárchel y Carchelejo. El ambiente rociero nos empezó a invadir en ese instante, y nuestras oraciones pronto se convirtieron en canciones de alabanza a María.
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Con las fuerzas repuestas, y con el ánimo vivo comenzó el trayecto que nos llevaría hasta nuestro destino. Pero antes, una parada obligada, donde Francisco Carrasco, sacerdote y buen rociero ejerció como tal y a todos los que compartíamos con él Camino nos bautizó con el ritual típico de los rocieros. Desde ese instante, a nuestro nombre de pila debemos añadir el que nos impuso Carrasco como auténticos rocieros.
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Notando ya el cansancio propio, tras más de seis horas de travesía a pie, el rezo del Santo Rosario nos sirvió como un alivio del alma, como soplo de aliento para continuar con fuerzas nuestro recorrido hasta llegar los pies de la Blanca Paloma.
Caía la tarde cuando cruzamos el puente de Ajolí, el primer paso ya en la Aldea de Almonte. De ahí hasta la ermita de la Virgen, apenas unos metros que vivimos con la alegría de aquel que va a encontrarse con la Madre de Dios. Una ermita blanca, enclavada en las marismas de Doñana aguardaba nuestra llegada. Y en ella, la Reina de las Marismas que sostiene en sus brazos al Hijo de Dios. La Blanca Paloma que se levantaba como centro y eje del cristiano entre los dorados del retablo del altar mayor del Santuario. Allí, y junto con cientos de fieles, compartimos una emocionada eucaristía que puso el punto y final a la peregrinación de la Cofradía de la Virgen de la Capilla hasta el Santuario de El Rocío. Al día siguiente, y tras una noche de sueño reparador, compartimos una jornada en plena naturaleza, recorriendo los puntos más emblemáticos del Coto de Doñana. Sin duda, unos excelentes días de convivencia con la devoción a María como hilo conductor.
Durante la festividad de la Inmaculada Concepción, el pasado 8 de diciembre, los miembros de la Cofradía de la Virgen de la Capilla quisieron participar en una oración ante la imagen de la Inmaculada que preside la plaza de San Ildefonso. Tras la celebración de la Santa Misa en honor a la
Inmaculada Concepción de María, los fieles alumbrando el camino hacia la imagen de Maria se dirigieron a la plaza de San Ildefonso para compartir una sincera oración a la Madre de Dios que concluyó con el canto del Ave María. El acto estuvo presidido por el párroco de San Ildefonso, don Francisco Javier Cañada..
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Solemnidad de la Inmaculada Concepción. Oración ante la imagen de la plaza
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navidad. belén 2007/2008
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Conferencia sobre la figura de Manuel Lozano “Lolo” Rafael Higueras Álamo. Postulador de la Causa Lolo.
Manuel Lozano Garrido “Lolo”, joven apóstol de Acción Católica, inválido y periodista Jaén 8 febrero 2008.
Manuel Lozano Garrido, “Lolo”, es un inválido y ciego; y toda su existencia es un canto alegre a la vida, agradeciéndola a Dios. Tuve la gracia de Dios de vivir a su lado los siete últimos años de su vida, y -cuando él pasaba de este mundo al Padre-, a su lado estaba yo, rezando juntamente con él el Padre Nuestro y el Ave María.
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Lolo, nació en Linares, (03a) “pueblo andaluz y minero” (como dice la copla), (03b) el 9 de agosto de 1920 y allí mismo murió el 3 de noviembre de 1971; ¡51 años y dos meses de vida en los que él llenó su odre hasta el borde! (09)
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Pero al presentar esta tarde su vida, tengo una intención clarísima: No “dramatizar” sobre su dolor; no quisiera que se produzca un mero sentimentalismo de compasión al ver sus dolores. Eso sería traicionar su verdadero retrato. Porque -(¡Dios quiera que yo consiga transmitirlo!)- la vida de Lolo fue una verdadera fiesta, hasta el punto que los testigos del proceso de canonización insisten más y más en la exultante alegría, en el gozo que comunicaba y hasta en la jovialidad sencilla con la que salpicaba su conversación, incluso hablando de su propia enfermedad. Por ello presento la figura de Manuel Lozano Garrido, seglar formado en la Juventud de A.C., inválido y ciego, periodista y escritor; hombre sencillo que vivió
la alegría cristiana, nacida de su fe profunda, en el dolor prolongado durante más de veinticinco años, totalmente inmóvil en el “sillón de ruedas”. Su vida de oración continua quedó plasmada en sus nueve libros de finísima literatura espiritual, y en cientos de artículos de prensa en que exponía la doctrina social de la Iglesia o hablaba del pequeño suceso de cada día, enfocado desde su compromiso cristiano. Lolo se caracteriza también por su profunda devoción eucarística y su tierna piedad mariana. Su vida fue un continuo apostolado entre los enfermos incurables, a los que asocia en una pía unión llamada “Sinaí”, que ofrece sus dolores y oración por la prensa católica. Al mismo tiempo, su casa y su vida se convierten en faro que ilumina y orienta apostólicamente con sus consejos prudentes a cientos de jóvenes y adultos, que se llegan a él como amigo, confidente y consejero. Seglar que vive enamorado de la Iglesia, por la que siente verdadera pasión y a la que intenta servir desde su aparente inutilidad.
Influencia de la A.C. en la identidad de Lolo Ya desde sus años adolescentes y de joven de A.C. él escribe en sus notas espirituales su afán de seguir a Cristo como joven seglar, arriesgando su vida en época de guerra y persecución religiosa por profesar abiertamente su fe y por su devoción eucarística; ello le lleva incluso a sufrir prisión y le hace desear el martirio, como
La sencillez de la vida de este muchacho, que en plena juventud quedó paralítico total, le hace vivir de modo “natural” y alegre las circunstancias extraordinarias en que se desenvuelve su larguísima vida de enfermo incurable. En el perfil de Lolo tendríamos que subrayar su amor a la vida y el valor que la vida tiene como regalo de Dios, frente a teorías que defienden el aborto o la eutanasia. Igualmente en Lolo se hunden profundamente las raíces de una gran vocación de escritor y periodista.
“Jóvenes de A.C. ¿qué os parece? ¿No creéis que si en cada provincia o ciudad tuviéramos un micrófono de Cristo no sería ello el mejor y más valiente de sus adelantados”1. 1
Signo, Revista semanal de la Juventud de A.C. Española, agosto 1941
Hoy también podemos recordar lo que Juan Pablo II decía calificando a los MM como los “nuevos areópagos, como S. Pablo hizo en Atenas, predicando el Evangelio en medio de aquella multitud de voces distintas, dispersas y dispares (cfr. Hech. Ap. 17, 22). (06) Por eso 200 periodistas españoles pedían al Papa Juan Pablo II la canonización de Lolo.(Cartulina) De modo especial, aquí y ahora, hemos de resaltar su faceta de seglar ejemplar. El testimonio de Lolo puede ser la conciencia vociferante para tantos seglares adormecidos. Toda su vida, (pero de un modo especial desde su incapacidad física), nos puede enseñar y nos puede hacer comprender lo que es la vida comprometida de un cristiano. La realidad es que su vida fue la de un seglar comprometido, en su enfermedad y en su profesión de periodista y escritor, en el más genuino sentido de “consagración del mundo”.
Lolo es un joven formado en la entonces pujante A.C., y vive su cristianismo desde la espiritualidad y mística de esta institución. En tal sentido, Lolo tiene mucho que decir a la juventud de hoy, pues su santificación apostólica cuaja en su juventud y mantiene su alegría juvenil en la enfermedad, haciéndose -desde su sillón de ruedas- confidente y consejero de otros muchísimos jóvenes y adultos. *Quiero recalcar esto. Porque si podemos hablar cosas maravillosas de Lolo inválido y ciego, y sin embargo escritor, periodista y apóstol, es porque la semilla se puso en él en aquellas horas y horas de vida y entrega a la A.C. (Cartulina; suprimida la 9)
Paralítico y ciego.-(1943-1971) Los inicios de la enfermedad de Lolo se dan durante sus meses del servicio militar. Allí recorre médicos y hospitales. Comenzó la enfermedad con grandes dolores en las piernas, que le obligaban a andar apoyado en un bastón. (Cartulina) Quiero comenzar este apartado con una anécdota de la etapa del servicio militar (1942-43). Lolo, además de fundar en el cuartel dos centros de Juventud de A.C., cada mañana -por decirlo de alguna manera- “se escapaba” del cuartel, oculto entre los camiones que salían a la intendencia. Antes, pasaba por el comedor a recoger su trozo de pan del desayuno pero no tomaba el café. Sin que se dieran cuenta salía a la iglesia cercana cada día para comulgar. Y luego entraba revuelto entre el grupo de “pernoctas”.
¡Su amor a la Eucaristía! Los primeros síntomas de su enfermedad se manifestaron en la imposibilidad de subir las escaleras. El mismo Siervo de Dios describe estos primeros meses de su enfermedad en su libro “El árbol desnudo”, al mismo tiempo que los tratamientos rudimentarios que se le aplicaban. Son varios médicos los que diagnostican: reumatismo, anemia... Pero no se conservan documentos médicos de esta primera etapa de su enfermedad;
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deja plasmado en sus escritos.
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solamente el testimonio de sus hermanos. Pasó un poco tiempo en Madrid, en estas visitas a médicos. Lolo manifiesta su entereza y gran humor, según comenta su hermana Lucía. Los médicos al final le dicen: “No tiene cura. Vuelvan al pueblo”. Y comenzaron a llevar todo este drama sin que en la casa faltara la alegría. El 6 de abril de 1944 vuelve Lolo definitivamente a Linares ya desahuciado. Lolo, con sus dos hermanos menores, Lucy y Antonio Luís, se va a vivir a un piso frente por frente de la Parroquia de Sta. María. Aquel piso fue testigo mudo, día tras día y año tras año, de la transformación de aquel joven, a través de sus dolores, en un “amasijo de huesos”. Los otros hermanos ya se habían casado y vivían fuera de Linares. Más tarde (14) Lucy, al casarse Antonio Luís, quedará a su lado para siempre y en ella volcará Lolo su cariño en algunas páginas de sus libros, llenas de ternura.
dad es espondilitis anquilosante, que ataca selectivamente a las articulaciones sacroilíacas. La deformación de pies y manos es progresiva. Ni siquiera puede mover las mandíbulas. La alimentación, sumamente monótona, hay que dársela triturada, para que pueda sorberla por la boca que es como una «pequeña ranura de alcancía». Los pies están en garra, totalmente deformados. Progresivamente, las vértebras se van soldando. Su debilidad llega con frecuencia a dar en los análisis 800.000 glóbulos rojos solamente. Las transfusiones de sangre se hacen necesarias con frecuencia. (Cartulina) Con motivo de la exhumación de los restos del Siervo de Dios para su traslado al templo parroquial de Santa María, en 1996, los doctores médicos Vicente de la Cuadra Yrízar, Tomás Reyes Godoy, Ambrosio Pulpillo Chiclana y Pablo Martínez Marín, hacen un amplio estudio, que concluye con estas palabras:
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La enfermedad progresiva del Siervo de Dios la describe su médico personal, Dr. Juan Pérez Martínez. A un nivel sencillo y de posible captación de la magnitud de los dolores del Siervo de Dios basta una frase del propio médico:
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«Aparte de las deformidades y anomalías que vimos, que justifican su postura en vida cada vez más exagerada (¿espondilitis risomélica? ¿espondilartrosis anquilopoyética?) nos quedó la impresión de que Lolo fue un ‘dolor viviente’ » 1.
«Es como si tuviera clavado un alfiler en cada célula de su cuerpo». El Dr. Pérez Martínez, su médico de cabecera, dice en la Historia clínica del Siervo de Dios que su enferme-
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Manuel Lozano Garrido, Proceso de canonización, Vol. VII, pp.185187.
«La vida de Manuel Lozano Garrido fue un largo Viernes Santo, tocando a cada instante la Pascua de Resurrección», escribe Martín Abril en el prólogo de Las estrellas se ven de noche, obra póstuma del Siervo de Dios; o esto otro que se publicó en el periódico “La Vanguardia” de Barcelona, que dice: «Lolo es una fiesta del dolor». El dolor continuo y prolongado de Lolo no le quitaba la permanente alegría, la sonrisa sencilla y continua, el sentido del humor. El P. Jesús Mendoza. S. J., que fue aspirante de Acción Católica teniendo a Lolo como instructor en los años 1940 y 1941, recuerda esta conversación con el Siervo de Dios: «Cuánto pesa la cruz, ¿eh, Lolo?, y él respondió: Pesa, pero tiene alas». Lolo consideraba su enfermedad como un regalo de Dios para que estuviese más unido a Él. Son más de 200.000 horas inmóvil en el sillón de ruedas, sin poder ni siquiera espantar una mosca. Esa larga “trayectoria” de inmovilidad está acompañada de dolores punzantes, incesantes, que, si remitían en un momento determinado, era para retornar una y otra vez. Una aproximación a sus mayores dolores es referir los momentos de acostarlo y levantarlo. Aquella operación duraba aproximadamente una hora por la mañana y otra por la noche. La extrema delgadez (30 ó 35 Kg. de peso) y la inmovilidad hacían que estos momentos fueran tremendamente dolorosos. Al Siervo de Dios le iban colocando una gran cantidad de pequeñas almohadillas en cada doblez de sus brazos, piernas, cuello... Son varios los testigos que refieren este “ritual” de cada día. Pero aún en esos momentos (alguna vez se le escapaba un quejido) no perdía el humor, haciendo recuento gracioso de aquellas pequeñas almohadillas: «Ahora la número 28; coloca la número 5; pon en su sitio la 17...».
riencia que no pudimos olvidar nunca. Le puse a Lolo un espejo en las rodillas para que viera a la Virgen; él no podía levantar la cabeza. Pasábamos ratos junto a la Señora; nunca pidió su curación. ‘¿Cómo iba yo a pedir por mí habiendo tantas personas que sufren más que yo?’ , decía. Allí a la Señora le dijo: ‘Te ofrezco también la alegría... la bendita alegría... la fecunda alegría’. Cuando le recogí el espejo estaba lleno de lágrimas”.
La ceguera. Unos años después Lolo es desahuciado del piso en que vivía frente a la Parroquia de Santa María. Y se traslada a la c/ Cristóbal de Olid, al piso donde falleció en 1971. En la c/ Cristóbal de Olid va a suceder otra nueva contrariedad a este varón de dolores. Le sobreviene la ceguera. Sin embargo aquel piso va a ser testigo mudo de la plenitud del escritor y periodista que va creciendo dentro de aquel cuerpo maltrecho. Allí también va a conseguir definitivamente un respaldo canónico la obra apostólica “Sinaí”. Cuando le sobrevino la ceguera comienza otro modo, “otra técnica” para escribir: dictando al magnetófono. Pero aquella oscuridad de los ojos se convierte en luz para los demás. Son los años de su plenitud. En el rincón de su habitación Lolo tenía una gran tulipa blanca. Allí dejaban escritos sus saludos quienes le visitaban. Un día llegó a Linares el Hno. Robert, de Taizé. Y al contemplar a Lolo escribió en la lámpara: “Lolo, Sacramento del dolor”. Permitidme una reflexión ante esta CRUZ de dolor, que fue la vida de Lolo. La santidad es participar de la vida de Dios.
El viaje a Lourdes Dice Lucy: “El viaje fue muy penoso. Lolo tuvo que hacerlo en su sillón de ruedas… Íbamos llenos de ilusión. Por la mañana estábamos locos por llegar a la Gruta, fue una expe-
Ese camino de santidad para todos, es el seguimiento de Cristo en sus palabras y en sus obras; la obra de Cristo quedó completa cuando murió en la Cruz para nuestra salvación y resucitó para nuestra glorificación.
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En la Iglesia todos (¡todos!) están llamados a la santidad” (Vat. II, L.G)
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árbol que va perdiendo paso a paso sus hojas hasta quedar en el esqueleto de sus ramas. Así fue Lolo. De todos sus escritos sobre la CRUZ voy a escoger solamente dos: “¿Tú tienes dolores siempre, siempre?, le pregunta su sobrina pequeña. Y él responde: Pues sí siempre, siempre. -¿Y cuando duermes? -Creo que también.” 1 M. Lozano Garrido, Dios habla todos los días, p.146.
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Pero de la multitud de textos sobre el dolor y la cruz yo creo que el mejor retrato de su vida son estos renglones:
La “verdadera Cruz de J.C.” se prolonga por la participación de todos y cada uno en esa verdadera y única cruz. Pero ¿cómo llevar la Cruz? Dios mide las fuerzas de cada uno antes de ponerle sobre sus hombros la cruz preparada con mimo y cariño y amor por parte de Dios para cada uno de sus hijos. Y da las fuerzas suficientes para llevarla; por eso no te carga con más peso, pero tampoco con menos.
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Ahora quisiera apelar a vuestra condición de cristianos para exhortaros con toda el alma a que hagáis de vuestra vida una aceptación gozosa de la Cruz.
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Una de las biografías escritas sobre Lolo se llama así “La alegría vivida en el dolor”; porque eso fue la vida de Lolo. Lolo escribió un libro con el título de “Cartas con la señal de la Cruz” y su novela autobiográfica que fue finalista en el Nadal, se llama “El árbol desnudo”: como el
“Tres actitudes ante la presencia del dolor. La de aquel que aún no ha ido más allá del escozor de su herida: ‘Dios me ha quitado…’; la del que acepta, sin entrar en su espíritu de actividad santificante: ‘Dios me ha pedido…’; Y la de aquel que, comprendiendo el valor comunitario del sufrimiento, se da de lleno al ideal de redención: ‘Señor, te ofrezco…’ ”1 1
M. Lozano Garrido, Las estrellas se ven de noche,p. 110.
Quienes tuvimos el regalo de Dios de conocer a Lolo largamente, podemos decir que este “varón de dolores”, sin embargo era también el santo de la alegría desbordante y contagiosa, salpicada de buen humor y jovialidad. (Cartulina)
Lolo escritor y periodista ¿Qué escribió Lolo; de qué temas y cómo escribía? ¿CÓMO ESCRIBÍA LOLO? En un primer momento de su enfermedad, aún podía dominar el lápiz con los dedos engarfiados de la
Después, el recorrido que pueden hacer sus dedos se recorta y entonces comienza a escribir golpeando con un dedo solamente las teclas de la máquina de escribir. De esta máquina de escribir hay dos anécdotas que son preciosas. Cuando la estrena esto es lo primero que escribió: “Señor, gracias. La primera palabra, tu nombre; que sea siempre la fuerza y el alma de esta máquina. Gracias también por este regalo de la Providencia. Que tu luz y tu transparencia estén siempre en la mente y en el corazón de todos los que trabajen en ella, para que lo que se haga sea noble, limpio y esperanzador”.
Pocos días después le conceden a Lolo el permiso para que se le pueda celebrar la Misa en su casa. ¡Las Misas en casa de Lolo...! La parálisis de las manos avanzaba y casi a la vez aparece la ceguera. Entonces Lolo ideó una especie de “falsilla” como la que los niños ponen bajo el papel para sacar rectos los renglones. La falsilla eran unas cuantas tiritas de madera debajo de las cuales se ponía la cuartilla y Lolo va moviendo su mano izquierda con el bolígrafo atado a la mano por entre aquellos canales de tiras de madera donde quedaban escritos los renglones. No es Lolo un “inimitable”. Si hemos querido hacer su proceso de canonización es para que su vida sea faro y luz que nos guíe en nuestro camino. ¿FUE UN DEFECTO DE LOLO ESTO QUE VOY A CONTAR? Una tarde él trabajaba sobre ese artilugio de madera a modo de falsilla. Iba escribiendo sus trazos a modo de renglones entre las tiras de madera. Cuando llegó Lucy, su hermana, vio lo que estaba escrito sobre el papel, y le dice: “Pero Lolo, ¿qué estás escribiendo?”.
Lolo, en un momento de abatimiento le dice: “¡Pues ya no escribo más!”. Pero precisamente fue al contrario; ¡Repito!: “fue al contrario” porque a partir de entonces Lolo supera esta nueva dificultad; ya sólo escribirá dictando al magnetófono, y su producción literaria aumenta y se perfecciona. ¡Aquel día que él encontró aquel magnetófono…!: tenía un interruptor incorporado en el micrófono y así podía él conectar o desconectar según su deseo e inspiración del momento, sirviéndose del leve y único movimiento de su mano. (cartulina) Lolo escribió nueve libros. Tres de ellos son “diario”, (al que sin duda hay que ponerle el calificativo de “íntimo o espiritual”); una novela autobiográfica que fue finalista en el premio Nadal, dos ensayos (uno sobre el dolor, “El sillón de ruedas”; y otro es un comentario sobre las bienaventuranzas: “Reportajes desde la cumbre”).
¿De dónde le viene la fuerza a Lolo? ¿Cuál es el secreto que pueda explicarnos su vida? La respuesta es sin duda ésta: Su vida de oración, su tierna devoción mariana y su ardiente vivencia de la Eucaristía. Son muchos detalles que se podrían aportar de la vida de Lolo, que reflejan su apasionado amor a la Eucaristía. Por otra parte me parece significativo que él quisiera que no pasara ni un día de sus 28 años de “sillón de ruedas” sin recibir la Comunión. Cada día de la semana se turnaban los sacerdotes de Linares para llevarle el Santísimo Sacramento. Se podría hablar largamente de esas horas: el tiempo que precedía o seguía a esta visita del sacerdote para llevarle la comunión. Los testigos del proceso de canonización son muy precisos en ello: cuentan como Lolo se recogía en oración cuando él calculaba la hora en que llegaría el sacerdote y cómo seguía después lar-
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mano derecha. Su grafía era “casi perfecta”. Pero pronto le atacó la enfermedad a la mano derecha; y comienza a escribir con la izquierda.
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gamente en oración. Lolo pedía que al menos una vez al mes, si podían los sacerdotes de Linares, fueran a celebrarle en su casa la Santa Misa. Son abundantes los escritos de Lolo hablando de la Eucaristía. Sin embargo lo que hay que subrayar es cómo vivía su enfermedad enraizada en su piedad eucarística. Esta honda piedad eucarística es lo que le llevó a pedir a su hermana “como si fuera un testamento”, que cuando él muriera, de inmediato -si así podía ser-, se celebrara una misa por su alma. Y así se pudo hacer junto a su cuerpo todavía aún caliente.
“Sinaí, Grupos de oración por la prensa católica” De pasada he hecho alusión a la obra pía que él fundó: “Sinaí, grupos de oración por la prensa”. Cuando Lolo murió había 25 grupos Sinaí. Lolo ejercía un apostolado directo con estos monasterios y enfermos que formaban la obra Sinaí. Del mismo modo Lolo animaba a estos monasterios y enfermos a que, con sus brazos levantados, ofreciendo su oración y dolores, fueran ayuda eficaz para los periodistas cristianos.
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De siempre en Lolo había estado el “gusanillo” del periodismo: en sus años jóvenes antes de la invalidez continuamente trabajaba en emisiones de radio. Pues bien, al volver de Lourdes en el andén de tren de Atocha, se encontró con algunos de los periodistas que entonces andaban creando PPC (Propaganda popular católica) y a partir de ese momento en Lolo surge la idea de crear esta obra “Sinaí, Grupos de oración por la prensa”.
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Cada grupo estaba formado por un monasterio de clausura y doce enfermos. Y a cada uno de esos grupos se encomendaba la oración y ofrecimiento de sus dolores por un determinado Medio de comunicación social. Lolo decía que para él había sido uno de sus días más felices cuando recibió el Decreto de aprobación canónica de esta obra pía, llamada “Sinaí”.
Al morir Lolo, aquella obra decayó un tanto. Lolo era el alma de la obra y él tenía una comunicación continua con aquellos casi trescientos enfermos y 25 monasterios; Hace unos años comenzamos el relanzamiento de la obra Sinaí y ya son 20 los grupos formados. Ahora, los testimonios de las religiosas de clausura y de los periodistas son conmovedores ante este relanzamiento de Sinaí. ¡SANTIDAD EN EL SIGLO XXI !!??; ¡SANTIDAD DEL SEGLAR EN ESTE TIEMPO Y LUGAR!?? Santidad es lo que tenía en su vida este joven de A.C. de Linares, paralítico y ciego, y sin embargo, evangelizador en el mundo y en el tiempo en que él vivió. Santidad necesaria en estos tiempos recios, como diría Sta. Teresa, en que no favorecen las circunstancias porque tantos “ruidos” nos impiden el silencio para orar, como lo hacía María, que conservaba las palabras de Jesús en el corazón (Lc. 2,51). Santidad para todos los cristianos –cada día más urgente, porque si no vivimos en deseos de santidad ¿para qué nos sirve ser cristianos?- . ¡¡¡Santidad!!!, que es camino heroico, ciertamente, pero posible y necesario como Lolo describía en un precioso párrafo de “El sillón de ruedas” (p. 123). Santidad, en fin como único camino de ser feliz. Y nuestro Lolo, nuestro amigo Lolo, escribía así: “Tengo sed, Señor, del agua de esa fuente. Mi corazón se quema de tanta lumbre interior, de tantos ardores siempre. Me abraso de ansias de ser mejor, de notarme más fiel, más leal, más generoso, más incondicional. Mi sed es de Ti, ¿por qué has de darte siempre con cuentagotas?
Lolo tenía sed de Dios; de un Dios que no le aburría, de un Dios, Padre de N.S.J.C., que le llenaba el alma, el corazón y la vida entera.
Carta Pastoral Pascual para hermandades y cofradías de gloria Ramón del Hoyo López. Obispo de Jaén
MENSAJE PASCUAL PARA HERMANDADES Y COFRADÍAS DE GLORIA Jaén, 24 de marzo de 2008
Incluía estas palabras en mi felicitación pascual de este año a todos los fieles diocesanos y también quiero hacerlo a tantos cristianos asociados en Hermandades y Cofradías de Gloria a lo largo y ancho de la geografía diocesana de Jaén.
Muy queridos hermanos y hermanas: Cristo, nuestro Hermano Mayor, no es un vencido sino un vencedor. “Muriendo destruyó nuestra muerte y resucitando nos dio la vida.”
Al expresaros mi afecto más sincero y pleno apoyo en vuestros programas y actividades, deseo unirme, desde la oración ante Jesús Sacramentado, a vuestros Santos Titulares y Advocaciones marianas, para juntos desde la fuerza y la nueva vida de Jesús Resucitado -re-
El obispo de Jaén recibe a la Junta de Gobierno de la Virgen de la Capilla. Pocos días antes de la celebración del Descenso de Nuestra Señora a la Ciudad de Jaén, el obispo de la Diócesis recibió en audiencia a la Junta de Gobierno de la Virgen de la Capilla.
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En las estancias del palacio obispal, el obispo quiso interesarse por la preparación cultual de la fiesta mariana así como de la vida de la cofradía.
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cordemos la Vigilia Pascual- ser portadores, también ante los demás, de la nueva luz pascual, como cirios encendidos y lámparas rebosantes de aceite.
Brillar con una vida nueva Celebrar de verdad la Resurrección de Jesucristo implica un verdadero nacimiento a una vida nueva, tal como sucedió en aquella primera comunidad de discípulos de Jesús. Aquellos acontecimientos que nos han transmitido testigos directos del hecho de la Resurrección del Señor, también como si hubieran sucedido hoy, porque Jesucristo “es el mismo ayer, hoy y siempre” (Hbr 18, 8). Nosotros, los cristianos, estamos llamados además a transmitir como aquellos primeros discípulos a quienes se les apareció el Resucitado, el testimonio de los Apóstoles y, por otro lado, a unir esa transmisión al testimonio de la propia vida, renovada gracias a los dones del Espíritu Santo que resucitó a Jesús y que por el Resucitado recibíamos de la Iglesia desde nuestro Bautismo. Bajo esa fuerza, en corazones abiertos a la gracia y al misterio del amor de Dios, el cristiano en cada Pascua nace y crece misteriosamente a una vida nueva. En nuestro Plan Pastoral nos proponemos llegar a “la vivencia íntima con el Señor Jesús” a lo largo del curso. Este tiempo es muy propicio para todos. Nuestra esperanza en la alegre resurrección abre nuestros corazones a la verdad, a otra perspectiva de la vida, a preocupaciones más altas, a dirigir nuestros pasos con vocación de entrega a los demás y de eternidad.
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Vivir como resucitados
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Esta expresión significa buscar las cosas de allá arriba, como escribe San Pablo: “Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba.” (Col 3, 1). Es decir, caminad junto a Cristo, que Él sea el centro de vuestra existencia. Vivir como resucitados, vivir en sinceridad y ver-
dad. Que esta sea nuestra levadura, no “la de corrupción y la maldad.” (2 Cor 5, 8). En el que vive la resurrección del Señor no queda hueco alguno para la tristeza, porque sonríe en su interior ante Él, aun en medio del dolor y el sufrimiento. Además, es portador de alegría y esperanza para otros, sobre todo, para sus próximos. Vivir como resucitados significa luchar contra todo lo que conduce a la muerte y origina la muerte, que ya no hay lugar para el desencanto, la dificultad, el desengaño y la falta de esperanza, porque el Resucitado es nuestra esperanza. Es saber dar razón de nuestra fe y esperanza, decir que todo es posible, vivir en el amor. En medio de una sociedad secularizada, cerrada al amor y que camina entre enfrentamientos y egoísmos, la persona que vive como resucitada es una buena noticia.
Sentirnos enviados por el Señor Los relatos pascuales nos ofrecen un dato central en favor de la evangelización. El testigo es enviado a anunciar lo que ha visto y oído. Los encuentros de los discípulos con el Resucitado terminan invariablemente en esta llamada. “Id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea, allí me verán.” (Mt6 28, 7); “Vosotros sois testigos de estas cosas” (Lc 24, 48); “Id y haced discípulos a todas las gentes” (Mt 28, 19); “Como el Padre me envió, también os envío yo” (Jn 20, 21). Sólo el encuentro con Jesús vivo, resucitado, arranca, por una parte, la experiencia personal de nuestra salvación en la comunidad de cristianos, y, por otra, hace que nazca en nosotros el impulso a vivir ante los demás y anunciarles esa experiencia. Sin la gracia pascual, sin esa experiencia personal de la cercanía y nueva vida del resucitado, no puede haber testigos y apóstoles del Evangelio. Decía Pedro: “Nosotros somos testigos de todo lo que hizo Jesús de Nazaret, en Judea y Jerusalén… Lo mataron
colgándolo de un madero. Pero Dios lo resucitó al tercer día y nos lo hizo ver… a nosotros que hemos comido y bebido con Él, después de la resurrección.” (Hch 10, 39-41). Testigo de la resurrección, el apóstol que negó a Jesús, comienza a vivir con resucitado, testigo de todo lo visto y oído a su Maestro.
En la presentación del Plan Pastoral diocesano denominaba a nuestra Iglesia diocesana “Familia evangelizadora desde la comunión”. Recordaba a todos los fieles bautizados que “hemos sido escogidos y enviados por el Señor… para dar fruto.” Somos los portadores de la Luz Pascual que el Resucitado pone en nuestras manos para iluminar nuestras tierras y nuestras gentes con el Evangelio de Jesús.
Los laicos en primera línea de la Evangelización
A los laicos, explica el Concilio, “pertenece por vocación propia buscar el reino de Dios tratando y ordenando, según Dios, los asuntos temporales… igual que la levadura, contribuyan desde dentro a la santificación del mundo y, de este modo, descubran a Cristo a los demás, brillando, ante todo, con el testimonio de su vida, fe, esperanza y caridad.” (A.A. 2) Escribía el Pontífice Juan Pablo II que “las nuevas situaciones, tanto eclesiales como sociales, económicas, políticas y culturales, reclaman hoy, con fuerza muy particular, la acción de los fieles laicos. Si el no comprometerse ha sido siempre algo inaceptable, el tiempo presente lo hace aún más culpable. A nadie le es lícito permanecer ocioso.” (Exh. Apost. Chistifideles laici, n. 3).
Comunicad a los Hermanos el mensaje de Jesús Resucitado. Llevad este mensaje por todos los caminos y que penetre en nuestras vidas y en nuestros hogares. Llevadlo a los niños y sencillos, a los jóvenes y a los mayores, a los sanos y enfermos. Llevadlo con sencillez, pues es mensaje de amor, de verdad, de libertad, de fraternidad, de paz y alegría. Lo único que nos hará brillar ante todo el mundo es nuestra identidad con Jesús Resucitado. Que nuestra Madre la Virgen de la Alegría y Estrella de la Esperanza os proteja y acompañe siempre. Con todo afecto en Jesús Resucitado, os saluda y bendice Ramón del Hoyo López Obispo de Jaén
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Uno de los signos más relevantes de nuestro tiempo sobre todo a partir del Concilio Vaticano II, es el hecho de que los fieles laicos están llamados a alinearse en primera fila, como protagonistas directos en las tareas de la transmisión del Evangelio de Jesucristo.
Queridos Consiliarios, Hermanos Mayores y Cofrades:
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peregrinación a roma
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Del día 28 de Febrero al 2 Marzo de este año tuvo lugar la peregrinación de la Cofradía de la Virgen de la Capilla a Roma. La preparación y organización del viaje corrió a cargo de nuestro Hermano Mayor D. José Humberto Montero Fernández y su esposa y vocal de cultos
Dª. Esperanza Calatayud Chamorro y, muy especialmente a cargo del Deán de la Catedral de Jaén, D. Francisco Juan Martínez Rojas, gran conocedor de la ciudad visitada en la que ha residido durante un periodo de seis años.
La expedición, compuesta por 37 personas, la mayor parte de ellos cofrades, y en general todos devotos cercanos a la cofradía, partió el día 28 de Febrero a las 5,30 de la mañana, todos juntos en autobús nos disponíamos a iniciar con gran ilusión la peregrinación a Roma y al Vaticano, centro de la cristiandad. Llegamos aproximadamente a las 10 de la Mañana al Aeropuerto de Barajas, a las 12 horas salió el vuelo y llegamos a nuestro destino aproximadamente a las 14,30 horas. Una vez recogido el equipaje comenzamos directamente desde el Aeropuerto la intensa y provechosa vista por la ciudad eterna. El primer destino fue la Basílica de Santa María La Mayor, donde fuimos recibidos por el arzobispo Franco Gualdrini, y Mons. Juan José Dorronsoro, en este templo tuvo lugar uno de los momentos mas emotivos de la visita, cuando tuvimos ocasión de cantar el “Bendita sea la Hora” en la capilla en la que se adora a la patrona de Roma, la Salus Populi Romani. Nuestro Hermano Mayor tuvo ocasión de entregar al arzobispo Gualdrini un presente consistente en un cuadro con la imagen de nuestra patrona. Desde este momento, se unieron al grupo dos sacerdotes más que nos acompañaron durante toda la peregrinación, D. Andrés Nájera Ceacero, párroco en Alcalá la Real y D.Antonio José Morillo Torres, párroco en la pedanía de Santa Ana. Posteriormente encaminamos nuestros pasos hacia la Basílica de San Juan de Letrán, donde comenzamos a recibir las inestimables y siempre precisas explicaciones de D. Francisco Juan Martínez Rojas, seguidamente realizamos una visita nocturna por el centro histórico de la ciudad, (fuente del Tritón, Fontana di Trevi, Plaza de la Colonna, y Plaza Navona).
Al día siguiente comenzamos con una de las visitas mas interesantes del viaje, las “Scavi Vaticani”, excavaciones realizadas bajo la Basílica de San Pedro y que han permitido la localización del lugar en que debió de encontrarse la tumba del Apóstol, conservándose par-
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Tras esta larga jornada llegamos a la Residencia de las Obreras de la Cruz, donde nos alojamos durante todos los días y recibimos el atento trato de las religiosas que lo regentan.
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te del muro rojo que la rodeaba y una de las columnas de tropheo construido sobre la misma. Se trata esta de una visita bastante desconocida para la generalidad de las personas que visitan esta ciudad y también exclusiva ya que se hace en grupos limitados de trece personas para evitar el deterioro de las excavaciones. Fue generalizado el asombro de los componentes del viaje ante el perfecto estado de conservación de las construcciones funerarias que se han encontrado bajo el Vaticano, que datan del siglo primero A.C. y fundamentalmente por el hecho de encontrarnos en un lugar tan significativo para nuestra religión.
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Por la tarde visitamos varias iglesias situadas en la vía del Quirinale: Santa Maria degli Angeli, Santa Susana, San Teodoro y Santa María de la Victoria donde pudimos contemplar el Éxtasis de Santa Teresa de Bernini, siguiendo esta visita llegamos a la Iglesia de S. Carlino alla Quattro Fontane, donde fuimos recibidos por el sacerdote trinitario p. Pedro Aliaga, quien amablemente nos mostró el templo, el claustro que se encuentra en
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su interior y las dependencias más interesantes, finalizamos este paseo en la plaza del Quirinal donde se encuentra la residencia del Presidente de la Republica y desde ahí y cruzando el río Tíber, nos dirigimos hasta el barrio de ambiente bohemio del Trastevere donde pudimos admirar la iglesia de Santa María in Trastevere y disfrutar de un agradable paseo por sus animadas callejuelas. El tercer día lo iniciamos con la visita a los Museos Vaticanos donde sorprendentemente y a buen seguro que debido a la magnifica organización del viaje pudimos entrar sin tener esperar las interminables filas que se forman a la entrada. En primer lugar pudimos contemplar la pinacoteca que albergan los Museos Vaticanos, a continuación visitamos la parte ocupada por monumentos funerarios y distintas esculturas, continuamos con la vista de las distintas salas sorprendiendo al grupo la sala de los mapas y especialmente la sala de la Signatura decorada con fantásticas frescos de Rafael, el broche de oro a esta visita lo puso la posibili-
Por la tarde visitamos otra de las basílicas de la ciudad, San Pablo Extramuros, para posteriormente seguir el itinerario por San Pietro in Vincoli, Coliseo, recientemente declarado como una de las maravillas de la humanidad, vía de los Foros Imperiales Plaza Venecia, Campidoglio donde se encuentra el Ayuntamiento de la ciudad de Roma, finalizamos este intenso día con la visita a la Iglesia Jesuita del Jesú donde pudimos admirar los magníficos frescos que adornan la bóveda de este templo. El último día comenzamos realmente pronto (antes de las ocho de la mañana nos encontrábamos en la Basílica de San Pedro), esto nos permitió contemplar una imagen poco común como es la Plaza de San Pedro absolutamente vacía. Este día deparó otro de los dos momentos más emotivos del viaje, en primer lugar, la misa celebrada en la intimidad de una de las pequeñas capillas existentes en la Cripta de los Papas, presidida por D. Francisco Juan Martínez Rojas, ayudado por los otros dos sacerdotes que nos acompañaban D. Andrés Nájerea Ceacero, y D. Antonio José Morillo Torres. Finalizada la misa visitamos la cripta de los Papas destacando sin duda para la mayor parte de los peregrinos las sensaciones experimentadas al poder rezar ante la tumba del Papa Juan Pablo II, la visita continuo por la basílica de San Pedro, donde pudimos contemplar el baldaquino de Bernini y los monumentos funerarios de los distintos Papas. Finalizada la visita, hubo tiempo libre para hacer alguna compra rápida y a las doce nos encontrábamos en la Plaza de San Pedro, esperando el rezo del Ángelus por el Santo Padre Benedicto XVI, tuvo lugar otro de los momentos mas especiales cuando el Papa en un perfecto castellano saludo a la Cofradía de la Virgen de la Capilla de Jaén, sin duda un momento histórico para nuestra cofradía. El viaje parecía llegar a su fin pero aún nos dio tiempo a realizar otro provechoso recorrido por el centro histórico de Roma recorriendo la Plaza Navona, Iglesia de San Ignacio, Panteón, Vía del Corso, Vía Condoti, Plaza de España y Finalmente Plaza del Popolo. Regresamos a la Residencia a recoger el equipaje, traslado al Aeropuerto de Leonardo Da Vinci (Fiumicino), tras el vuelo llegamos al Aeropuerto de Barajas
a eso de las once de la noche, tras recoger las maletas tomamos el autobús de regreso a nuestra tierra, finalizando el viaje sobre las cuatro de la madrugada. Pese a la hora de llegada y al estado general de cansancio, la alegría general y las muestras de cariño en la despedida constituyeron la prueba palpable del absoluto éxito que ha supuesto este viaje, que ha superado las expectativas mas exigentes que pudiéramos tener ninguno de los peregrinos, fruto sin duda de la excelente organización y muy especialmente de la labor como inmejorable cicerón que llevó a cabo el Deán de nuestra Catedral, D. Francisco Juan Martínez Rojas. El resumen de esta satisfacción generalizada lo podríamos resumir en la pregunta que le hacían a nuestro Hermano Mayor, ¿José cuando organizáis la próxima peregrinación?, apúntame.
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dad de admirar la Capilla Sixtina de una belleza y perfección difícilmente superable.
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entrevista a david padilla César Carazo Gil. Cofrade.
AUTOR DEL CARTEL ANUNCIADOR DE LAS FIESTAS DE NUESTRA SEÑORA DE LA CAPILLA, EN 2008.
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David, ¿c definirías tú pintura o tú forma de entender la pintura? Como el único camino para comunicarme y vivir la vida mirándola.
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En una entrevista tuya que he leído defines tú pintura como una historia por empezar, ¿qué quieres decir con esto?
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En la mañana de un día del pasado mes de Abril, en la que el cielo dejaba caer, copiosamente, la ansiada lluvia que todos esperamos, D. David Padilla Martínez nos recibe en su estudio sito en la castiza Plaza. de San Miguel núm. 1. Con un café caliente que el anfitrión nos ofrece, sentados ante una jaenera mesa de camilla, nos disponemos a charlar un rato sobre el cuadro pintado para la Cofradía, sus sensaciones, sentimientos e impresiones, y su obra en general. Nos encontramos rodeados, por todas partes, de algo que, a simple vista, parecen fotografías pero que, miradas más detenidamente, descubrimos que son cuadros; pintados con una maestría y paciencia infinitas, con la técnica de aguadas de tinta, en los que se aprecian rincones de nuestro Jaén, motivos arquitectónicos de nuestros monumentos, personajes de la ciudad…, también hay óleos; por supuesto, mucho desorden “ordenado”, paletas, pinceles, tubos de óleo y otras pinturas, frascos de tintas de los más variados colores, disolventes, bastidores, caballetes, marcos, lienzos, carpetas conteniendo papeles de distintos tipos y tamaños, cuadros apilados de los más variados motivos, técnicas y dimensiones… en definitiva, en el estudio de un pintor, en su lugar de trabajo; su “sancta santorum”, donde con su atuendo de trabajo, ese peto de color crema, y un fondo de música de Jazz, cigarro tras cigarro, vamos hablando del tema que ha motivado nuestra reunión. De la que podemos extraer, por lo que aquí interesa, lo siguiente:
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Cada realidad esconde múltiples caminos, al detenerla y buscarla con los pinceles, lo accesorio puede convertirse en la puerta principal que me pueda conducir a conocerlos. Cada cuadro se convierte en la sala de espera del siguiente. -
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¿A primera vista, contemplando tu Obra, tú estilo quizá se podría definir como realista o hiperrealista sin embargo nos encontramos con la paradoja de que reflejas una realidad que parece estar sólo en tú mirada o en tú mundo?
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¿Que pretendes transmitir? Más que transmitir, compartir: Horas histriónicas de silencios, Pinceladas de respeto Autorretratos de colores Segundos en horas.
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¿Qué has querido transmitir en concreto con el cuadro que has pintado para la Cofradía? Quise representar a la Virgen envuelta por la arquitectura que simboliza al Hombre y la luz como esperanza.
Desde la figuración curioseo la melancolía de los objetos, la realidad del espejo, la fugacidad poética del reflejo. Me recreo en la arquitectura donde vive el hombre, procuro acompañar soledades reivindicándolas e intento dignificar lo que con los ojos cerrados, marginamos.
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¿Porque esta forma de mirar las cosas?
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¿Que sensaciones has tenido durante el periodo de elaboración de la Obra? Nostalgia del padre ausente y amor presente.
Por entenderlas mejor, por compartir la belleza del instante atrapado, que con su prisa, intenta desviarnos a lo cotidiano haciéndonos rutina. Por mirar antes que ver.
¿La Obra que nos presentas es sencillamente magnifica, además de la mirada personal de la realidad, en tu Obra también está muy presente la arquitectura y el retrato, puede ser esta obra una conjunción de estos dos elementos? La majestuosa arquitectura de la Virgen y el solemne retrato de la arquitectura y en ambas, su Luz.
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¿Que estilo has utilizado, es común, por que lo has utilizado? En este caso he utilizado la técnica del lavado a tinta, técnica muy utilizada en el pasado por los arquitectos en sus ejercicios de escuela y hoy en desuso por las nuevas tecnologías. Técnica atmosférica y rica en matices con la exigencia de la no rectificación en los errores lo que obliga a una concentración especial en su formalización.
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Ésta no es tu primera Obra sobre la Virgen de la Capilla, ¿qué otras obras has realizado sobre la misma? Varias, para colecciones particulares y el cartel anunciador de las Ferias y Fiestas Municipales en honor de la Virgen de la Capilla del año 2005.
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¿También has recibido encargos de otras cofradías, de cuales? Efectivamente, algunas Aguadas para Los estu-
diantes, San Bartolomé y óleo sobre madera de la Virgen del Carmen para San Juan. -
¿Que te parece la relación que cada vez parece mas estrecha entre los pintores locales y el mundo cofrade, que podemos ver cada vez mas presente, tanto en los carteles como en el ornamento de los pasos procesionales? El mundo cofrade está íntimamente ligado desde sus orígenes a las expresiones artísticas y lógicamente Jaén no podía ser menos teniendo en cuenta la calidad de sus escultores y pintores locales, que desde el pasado hasta hoy, siempre se involucraron con pasión en su iconología. ¿Alguna otra cosa más que quieras comentar y se quedó en el aire? Agradecer en primer lugar a la Cofradía, la confianza depositada en mi trabajo y todas las facilidades que me han prestado para esta ilusión con mayúsculas que ha supuesto para mi la ejecución de ésta Obra cargada de emoción y sensaciones, haciéndome aún más orgulloso de la única ambición de ser pintor de Jaén y si de dedicatorias pudiéramos hablar, incluir también a mis hijos Pilar y David para que ésta imagen los acompañe protegiéndolos siempre. David Padilla Martínez, nace en Jaén un 8/09/1.958, cursa estudios de derecho en la Universidad de Granada y se Licencia en Bellas Artes en la Escuela “Santa Isabel de Hungria”, de Sevilla. Como todo artista su obra ha pasado por distintas etapas; deteniéndose en el fotorrealismo, con tintes sociales y urbanos. Ha hecho de su pasión su medio de vida, vive de la pintura; para lograrlo ha conseguido un altísimo grado de especialización en una técnica difícil, sacrificada, detallista con es la de aguadas a tinta china y tintas industriales aerográficas. Lleva varios años colaborando con ilustraciones periódicas en el diario “El Mundo”, ha impartido clases y cursos, tanto en la Universidad Popular de Jaén, como en La Real Sociedad Económica de Amigos del País de Jaén. Desde el año 1.984 ha participado e 24 exposiciones colectivas de pintura y en 13 individuales. Concretamente, en las siguientes:
ALGUNAS COLECTIVAS. 1985. “OCHO PINTORES JUNTOS” COLEGIO OFICIAL DE ARQUITECTOS.-SEVILLA 1985 “CIUDAD INVADIDA” MUSEO CONTEMPORANEO.-SEVILLA
DE ARTE
1986. “ÚLTIMA HORNADA” CENTRO CULTIURAL DE LA VILLA .-MADRID 1986. “OBRA SOBRE PAPEL” GALERIA MARIA GENÍS.SEVILLA 1987.
“EL SAN SEBASTIÁN” GALERIA PEDRO PIZARRO.ALHAURÍN-MALAGA
1987.
“CUATRO PINTORES DESDE SEVILLA” GALERIA YANGUAS.-GRANADA
1999. “1/20” GALERIA MARTINEZ MONTAÑÉS .-JAÉN
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2000. “APROXIMACÍON A LAS ARTES PLÁSTICAS GIENNENSES” MUSEO PROV. JAÉN 2000. “ARTISTAS DE JAÉN CON LOS SIN TECHO” SALA MIGUEL CASTILLEJO. JAÉN
2005. COLECTIVA”CENTENARIO ANDERSEN” CASA ALMANSA-AYTO. JAÉN.
INDIVIDUALES.-
2001. “COLECTIVA” GALERIA ALJABA .JAÉN 2001. “REGALARTE” GALERIA JABALCUZ” JAÉN.
1987.
2002. “COLECTIVA FIN ALJABA.-JAÉN
1988. GALERIA PEDRO PIZARRO.-MALAGA
TEMPORADA.-GALERIA
2003. ”LA CALLE” COLECTIVA INFANTES(FOTÓGRAFO)
CON
ALFONSO
“JAÉN HOY” COLEGIO OFICIAL DE ARQUITECTOS DE JAÉN
1992. “MALAGA HOY” SALA SEDE CENTRAL UNICAJA .MALAGA
2004. “QUESADA SOLIDARIA” MUSEO PROVINCIAL DE JAEN.
1993. “CAL Y SOMBRAS” SALA FUNDACIÓN DE CULTURA EXCMO. AYTO. OSUNA
2004. “RUTA DE LOS CASTILLOS Y BATALLAS” COLABORACIÓN CON PATRONATO PROVINCIAL Y TURISMO-DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE JAÉNFITUR.
1995.-“JAÉN EN PAPEL” SALA EXPOSICIONES MIGUEL CASTILLEJO. CAJASUR. JAÉN 1996. “SALA ILUSTRE COLEGIO DE ABOGADOS DE JAÉN.(Dedicada a Pedro José Padilla Rodríguez) 1997.
“SALA COLEGIO OFICIAL DE ARQUITECTOS DE JAÉN
2004- COLABORACION SEMANAL -ILUSTRACIONES PARA SEPARATA DE TURISMO “EL CAMINANTE”. DIARIO EL MUNDO DE ANDALUCÍA
1998
JAÉN,PIEDRA Y SOMBRAS(1994/97) PATRONATO ASUNTOS SOCIALES. JAÉN
2005. “1 FOTÓGRAFO, 18 PINTORES”- SALA “LA GENERAL”-JAÉN
2001. “DESDE EL SUELO” SALA COLEGIO OFICIAL DE ARQUITECTOS. JAÉN
2005. “XV ANIVERSARIO AGRUPACIÓN ACUARELISTAS ANDALUCIA”-SALA “CAJA DE JAÉN”
2001. “DESDE EL RINCÓN DEL :CONSUELO” SALA ASOCIACIÓN VECINAL “ARCO DEL CONSUELO, CASCO ANTIGUO”.-JAÉN
2005. “1 FOTÓGRAFO/18 PINTORES” HOSPITAL DE SANTIAGO-ÚBEDA-JAÉN
EL DESCENSO
1991.
X ANIVERSARIO ASOCIACION VECINAL CASCO ANTIGUO-JAEN
2004. ILUSTRACIÓN para “EL PARAISO DISPUTADO” Obra de Juan Eslava Galán/Círculo de Bellas Artes. Madrid.
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SALA EXCELENTISIMA DIPUTACIÓN DE MALAGA
2005. “1 FOTÓGRAFO-18 PINTORES”SALAS/ CUARTEL SEMENTALES /BAEZA-JAÉN 2005. INTERVENCIÓN PLÁSTICA ETNOSUR- apartado “HUELLAS” ALCALÁ LA REAL- JAÉN/OBRA“EQUILIBRIOS”OLEO/TABLA/
2002. “TINTO Y TINTA” GALERIA DE VINOS “CALDOS” JAÉN 2005 “MEJOR PINTAR” PRESENTACIÓN CD-ROM-OBRA CASCO ANTIGUO.-SALON MUDÉJAR-PALACIO DE CULTURA.
Entrevista al pregonero: Fernando Arévalo
caudete, y mi bisabuelo, Juan González, conocido como Juanico Aramundos, fue uno de los miembros fundadores de la irrepetible y potente Cofradía de la Virgen de la Fuensanta. De ahí, y desde que llegué a Jaén hace la tira de lunas, siempre me llamó la atención el culto a esta Virgen de una barriada que olía a campo, que desprendía a aroma de pueblo, a casco antiguo, a añejura. Vi a aquellos hombres castigados por el sol y la torrencianlidad de la nube, y me dije que allí, en aquella Virgen pequeña, próxima y acogedora, había una cita de referencia y de marcar huella en el camino.
Fernando Arévalo tiene entre sus tesoros personales uno que no encontró de pequeño en Fuensanta, su pueblo natal, ni compró en ninguna tienda ni nadie le regaló… Ese don casi divino que él atesora y acrecienta con el paso del tiempo es el de la palabra, que unido a su prodigiosa voz hacen de él uno de los profesionales del periodismo más reconocidos de la provincia. Este año será el encargado de pregonar las fiestas en honor a Nuestra Señora de la Capilla, en donde Arévalo, el artífice de la palabra jaenera unirá los recuerdos de toda una vida a su devoción por María. -
¿Qué vinculación personal le une con la patrona de Jaén? Verán, personal, lo que se decir personal, por desgracia ninguna. Yo nací en un pueblo de Jaén, Al-
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¿Cuáles son sus recuerdos unidos a la Virgen de la Capilla? En las emisoras que he trabajado durante toda mi vida (la sindical, Radio Cadena Española y Radio Nacional – más de 43 años y 27 como director-) siempre hubo una receptividad respetuosa, lugareña y cercana a la Patrona de nuestro Jaén. El del ayer y el de siempre. El olor y el color de la Radio
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Hablamos con Fernando Arévalo, periodista y pregonero de las fiestas en honor a la Virgen de la Capilla 2008
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Local, irrecuperable e imposible, olía por aquel entonces a todo lo nuestro, a lo jaenero y a la Señora de la Capilla. Lo he dicho antes, era una referencia ineludible, inmediata y muy nuestra.
instante en que están naciendo. Mis crónicas más queridas siempre las vi en la cesta de la papelera más próxima. -
Después, y porque siempre he sido lugareño y costumbrista, he configurado uno de esos pelotones de jaeneros que acuden a la salida y al posterior desfile por el Jaén clásico de nuestra Patrona. -
Será un pregón referido a una crónica periodística ó radiofónica. Urgente, llena de vacilaciones, de referencias de lo que transmitieron otros ilustres pregoneros que me precedieron, pero, eso sí, con el agujón presente de una Madre que nos quiere, ampara y observa en una jungla de ruidos, de incomprensiones, de desigualdades e insolidaridades dolorosas, profundas e inevitables. Voy a decir cosas que todos conocemos y que llaman a la puerta de nuestra conciencia a diario. Lo que duele, se quiere.
¿Qué pensó cuando el Hermano Mayor de la Cofradía, José Humberto Montero se puso en contacto con usted para ofrecerle ser el pregonero de este año? Lo de la invitación del desafiantemente joven Hermano Mayor, el jaenero – sevillano, José Humberto Montero, de ser el pregonero del recorrido del sentimiento, pellizco espiritual y reencuentro con su gente de Nuestra Señora, pues eso, que me dejó estupefacto, extrañado, difuso y confuso. Pero al mismo tiempo, y esta es la verdad, al desnudo.
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Con una larga trayectoria profesional como periodista de prestigio en nuestra provincia, ¿es para usted un reto el pregonar las fiestas de la Capilla?
EL DESCENSO
Es, querido, José Humberto, un poco menos que diabólica jugada por tú parte. Me haces triza la cintura, me colocas un túnel, goleas al guardapuerta y me dejas en la tesitura de que alguien – legítimamente- haga comparaciones con otros pregoneros que ya fueron y dejaron huella y sendero. Yo intentaré ser fugaz, breve y conciso como esas crónicas perecederas de radio ó periódico que mueren en el
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¿Es compatible la labor periodística con la fe religiosa? El periodista ó comunicador, si soy sincero y es lo que debo y me apetece, cree en lo que ve y lo que toca y a la hora de escribirlo o narrarlo, pues eso, que le asalta el estigma de la duda. Yo soy un predicador en la soledad del desierto y sin embargo me autollamo – posa y enfáticamente- el último mohicano. Una tontería de viejo, pero siempre he escrito que he sido un insobornable habitante del cementerio indio. Morir es creer en que la vida no fue tan inútil ni furtiva como parece. La huella, José Humberto, de los días sin mañana.
Ofrecía a un plumilla incomodo, gruñón, cabreado y escéptico la oportunidad de entrar en el universo el mariano y cofradiero que siempre, desde el respeto y la curiosidad, lo había visto lejano. Y como siempre me ha gustado navegar contra corriente, aquí me tienen, como soy, en la duda permanente, pidiendo benevolencia y ligero de equipaje. Voy a decir lo que pienso, pero nada nuevo. -
¿Cuál va a ser el esquema de su pregón? ¿Sobre qué ideas generales va a versar?¿Qué pretende transmitir con su pregón?
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Como comunicador, ¿Cuál cree que debe ser la fórmula para llevar a los jiennenses el fervor por su patrona? Imaginación, proximidad y valentía. Tocar la realidad, ver las cosas como son, mirar lo que nos gusta, oler lo que huele mal, no regir el cuerpo a cuerpo aunque a veces las heridas y las incomprensiones duelen demasiado. Estar en una palabra, en mitad de la calle y con la gente.
Entrevista al predicador de la novena: don Pedro José Martínez ROBLES
ideas respecto a su sentido, su misión evangelizadora y sobre su vinculación eclesial.
BIOGRAFÍA -
El predicador de la Novena a María Santísima de la Capilla de este 2008, nació en Cazorla en el año 1972. Con 25 años fue ordenado sacerdote en Jaén el día de la solemnidad de San Pedro.
Una cofradía es una asociación de fieles cristianos, no es un club de amigos ni algo parecido a una peña de fútbol en la que hay aficiones comunes. Como asociación de fieles por su propia naturaleza debe sentirse en la Iglesia y estar vinculada íntima y especialmente con el caminar de la Iglesia universal y diocesana. No puede una Cofradía ser una francotiradora sino que tiene que responder en primera instancia a la misión que todos los cristianos tenemos en este mundo; como tal por tanto debe sobre todo anunciar el Evangelio, ser testimonio de caridad y de amor hacia los demás, especialmente hacia los más pobres, y también celebrar la fe con la Iglesia desde la devoción y cauce concreto que ofrece una particular devoción a la Virgen María, a los misterios de Cristo o a los santos. Una Cofradía, sin estar en la Iglesia y sentirse en la Iglesia, no sería nada, perdería su naturaleza, su razón de ser más íntima y estaría al socaire de intereses personales o incluso políticos.
En la actualidad, Don Pedro José es Vicario Judicial del Obispado de Jaén, cargo que ostenta con otros, como el de Canónigo de la S. I. Catedral de Jaén, profesor de Derecho Canónico en el Seminario Diocesano, profesor también del Instituto Superior de Ciencias Religiosas “San Agustín” (Jaén), Ecónomo del Seminario Diocesano, Director de la Residencia Sacerdotal “Obispo Manuel Basulto” (Jaén) y Capellán del Monasterio de Santa Úrsula, de las MM. Agustina Ermitañas (Jaén).
ENTREVISTA AL PREDICADOR. -
¿Cuáles cree usted deberían ser las razones por las que se mueva una Cofradía? ¿No cree, que algunas veces se olvida el sentido eclesial de las mismas?
¿Cómo ve usted el presente de las Hermandades y Cofradías en la Diócesis de Jaén?
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Un presente esperanzador en primer lugar porque hay una gran cantidad de personas implicadas en el mundo cofrade, especialmente jóvenes; después porque me parece que aunque existan también carencias, son un testimonio de fe cristiana en esta sociedad tan secularizada y en último lugar porque va existiendo una cada vez mayor claridad de
¿En general, considera adecuada la formación cristiana del cofrade? ¿Qué se encuentra usted, como profesor de Escuela de Fundamentos Cristianos, cuando entra en el aula? Me refiero al interés por una adecuada formación cristiana, o un puro trámite por conseguir una titulación (indispensable para algunos).
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Todos los cristianos necesitamos continuamente
EL DESCENSO
Don Pedro José Martínez es savia nueva de nuestra Iglesia, y es que a pesar de su juventud tiene una intensa trayectoria de vida dedicada a Dios.
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ser sin que se desnaturalice, como mucha veces se pretende.
EL DESCENSO
En cuanto a mi tarea como Profesor en la Escuela de Fundamentos Cristianos me he encontrado en general –aunque también ha habido una minoría que han considerado que estos cursos son un mero trámite- con cofrades dispuestos a saber más de su fe, que se sorprenden cuando profundizan en la teología y que buscan conocer más el misterio de Dios, de la Iglesia, de la celebración de la fe o de la propuesta moral cristiana.
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formarnos intelectualmente, tener criterios claros, saber enfrentarnos a los retos de nuestro mundo para dar razón de nuestra esperanza a quien nos la pidiere. Quizá una de las carencias de todos los que formamos parte de nuestra Iglesia en España es la falta de formación de todos los cristianos porque se dan por supuestas cosas que no lo están tanto y porque tenemos un continuo bombardeo no sólo a la Iglesia -o a personas concretas que tienen responsabilidad en ella-, sino porque se intenta poco a poco y de un modo sibilino –especialmente a través de los medios de comunicación- que todos asumamos una mentalidad que está frontalmente en contra con criterios no ya cristianos sino incluso meramente humanistas. En este sentido los cofrades, para que no parezca que su vinculación eclesial es meramente externa, tiene la responsabilidad de formarse para crecer en la fe y también dar respuestas concretas a esta mentalidad que intenta dominarnos a todos; las Cofradías a su vez tienen la responsabilidad de ofrecer y de garantizar la formación de sus cofrades porque de este modo también garantizarán su autenticidad y su propio
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¿Cuáles son los signos que debe mostrar a nuestra sociedad actual un verdadero cofrade?
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Sobre todo un testimonio cristiano auténtico allá donde se encuentre, en la familia, en el trabajo, en el instituto, en la universidad; un testimonio que muchas veces es costoso e incluso doloroso porque supone no callarse o rebatir ciertas mentalidades e ideas, pero que debe ser siempre la razón de ser que lo guié en su actuar y en su hablar. Igualmente el testimonio de la fe se hace real cuando hay manifestaciones públicas como sucede en el mundo cofrade pero no se puede quedar en lo meramente externo sino que lo externo debe ser signo de la autentica vivencia cristiana interior.
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Dentro de la religiosidad popular se encuentra muy arraigada en nuestra Diócesis las procesiones, ¿Cómo cree que deberían de desarrollarse las mismas? ¿No es cierto que a veces, prevalece más un interés por lo externo?
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Una procesión es una manifestación de fe, es su esencia; pero tampoco pueden quedar fuera los signos o los gestos, porque nuestra fe también se expresa mediante signos concretos. Lo exterior debe ser muestra de lo interior, de la fe de sus cofrades, de la historia de una cofradía, de su vivencia cristiana específica y de su devoción concreta. Si lo exterior se queda en mera apariencia una procesión no tendrá, para los que la vean desde fuera, más relevancia que un acto cívico o de folclore.
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Un tema de gran importancia en las actividades de las cofradías y hermandades, por el protagonismo y difusión que van tomando cada año, son los pregones. ¿Cómo cree que debería enfocarse los mismos, y que debería
La Cofradía de la Virgen de la Capilla, con toda su historia y su arraigo en la ciudad de Jaén me parece que es y debe ser un referente en las cofradías de la capital y en este sentido, como todas, debe seguir creciendo y profundizando en la misión y tarea que compete a todas las cofradías y de las que más arriba hablábamos. Conozco su actividad y tarea en los últimos años y me parece que se ha intentado trabajar de una manera muy seria y muy comprometida con los cofrades, ofreciendo cauces muy adecuados de formación, de vivencia espiritual y cristiana, ofreciendo caridad a manos llenas e intentando que una cofradía sea lo que tiene que ser. En este sentido también veo que se ha sufrido porque ha habido muchas incomprensiones y no se han entendido muchas buenas y legítimas intenciones que nacen de la conciencia del propio ser católico y eclesial y de la conciencia de la propia identidad cofrade auténtica. Como todas las cofradías creo que tiene que seguir trabajando por la búsqueda y afianzamiento de la propia identidad primero cristiana y después cofrade sin miedos y, si se trata de ‘ir contracorriente’ para superar los lastres que muchas veces intentan imponerse desde las mal llamadas ’tradiciones’, que conduzcan a ser más y mejores cristianos y cofrades en esta sociedad jaenera, me parece que se debe hacer sin complejo alguno.
En alguna ocasión he dicho que Pregón significa “anuncio” y por tanto en esencia un “pregón” en clave cristiana debe ser un anuncio que prepare y suscite la fe de los oyentes y debe hacerse desde una clave evangelizadora; no es un mero recuerdo de vivencias o una mera exposición de hechos con palabras hermosas o poéticas sino que ante todo debe ‘suscitar la fe’ de los que lo oyen y provocar una alabanza al Señor por lo que ha hecho por nosotros y por lo que hace en personas concretas. En este sentido es claro que el pregonero debe ser un cristiano que viva su fe de un modo auténtico para que sea capaz de testimoniarla; este debe ser el primer criterio a la hora de elegir un pregonero, no el nombre o la relevancia social que pueda tener. -
Caridad y aportación económica a la Diócesis. Dos términos que a veces no se llegan a enfocar bien por parte de algunas Cofradías. ¿Qué me dice al respecto? ¿Obligación o compromiso? Cuando surgieron las cofradías, en su mayoría en el siglo XVI, tenían un componente esencialmente caritativo porque había que hacer frente a muchas necesidades de los pobres y menesterosos; en este sentido hoy la caridad no puede estar ausente de la razón ser de una cofradía porque también existen en nuestra sociedad y en nuestro mundo muchas necesidades que no son cubiertas por los organismos civiles y no tener presente esta realidad supondría en última instancia hacer una fe sin relevancia social alguna, una religión sólo para el bienestar del propio individuo. Decía la beata Teresa de Calcuta que cuando se hace caridad “hay que dar hasta que nos duela” y esa será la auténtica caridad, también para las cofradías. Por otro lado todos debemos colaborar al sostenimiento económico de nuestra Iglesia y de sus instituciones y es un compromiso que debe asumirse cada día más a fondo y más todavía con los retos que nos plantea el futuro.
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Entramos de lleno en nuestra Cofradía, ¿Cómo la ve usted desde fuera?.
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Será usted (D. m.) el predicador de la Novena a Nuestra Madre, María Santísima de la Capilla., que se desarrollará los primeros día de junio. ¿Cómo la afronta? ¿Qué espera de la misma? Como sacerdote es un gozo celebrar siempre la Eucaristía, también en esos días previos a la celebración del día de la Virgen de la Capilla. Si mi vivencia de la fe, de la Palabra de Dios y las palabras que pueda ofreceros en la Novena pueden servir a los cofrades de la Virgen para crecer en su fe y para que se concrete en su vida de cada día, me daría por plenamente satisfecho. Espero con ilusión y esperanza que esos días sean para todos nosotros un estímulo para nuestra vida y nuestro amor y devoción a la Nuestra Señora la Virgen María bajo la advocación jaenera de la Capilla.
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de primar a la hora de la elección de un pregonero?.
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Adquisición de nueva CANDELERÍA
El pasado 24 de abril tuvo lugar la presentación y bendición ante los cofrades y devotos de la Virgen de la Capilla, la nueva candelaria, donada en su totalidad por estos. Este proyecto es una antigua aspiración de la cofradía, que año tras año tenía que solicitar a distintas cofradías la cesión de sus candeleros para nuestro solemne altar de cultos. Así podemos recordar como hemos podido ver iluminando a Nuestra Señora candeleros de la mayoría de las cofradías de la ciudad, e incluso candelerías completas, como fueron las cedidas en los últimos años por las cofradías de Perdón, Estudiantes, Nuestro Padre Jesús y Estrella. Esta antigua aspiración comenzó a fraguarse el pasado año, cuando el Hermano Mayor se puso al frente de este proyecto, y se ha visto hecha realidad cuando el pasado 19 de Abril, a las 2 de la madrugada llegaba a Jaén.
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Todo comenzó tan solo hace unos meses, cuando el Hermano Mayor manifestó en Junta de Gobierno la necesidad que teníamos, de no depender todos los años de la disponibilidad y caridad de las distintas cofradías. La patrona de Jaén se merecía tener su propia candelaria. Así se expreso también en la última Asamblea General, en la cual se informo del interés de esta Junta de valorar y analizar la posibilidad de adquirir tan preciado patrimonio.
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Después de un amplio estudio, consideramos que podíamos abordar tan bonito reto. Siempre confiados e ilusionados de contar con el apoyo necesario para poder lograr nuestro objetivo. Gracias a la generosidad de un grupo de personas y a la participación de otras con sus pequeños, pero a la vez muy importante donativos se ha podido conseguir en un tiempo muy reducido tan difícil reto.
ORFEBRERIA ANDALUZA, S L Manuel de los Ríos e Hijos El análisis no solo se fundamento en evaluar los posibles ingresos a obtener y el como lograrlos, sino tan importante era, el adquirir una obra de arte lo suficientemente digna para que las próximas generaciones pudieran seguir disfrutando de esta. Para ello visitamos distintos talleres, y solicitamos distintos presupuestos. La elección del producto final ya ha tenido ocasión de contemplarla, esperando que sea del agrado de un gran número de cofrades. De los muchos talleres visitados, optamos por la de seleccionar por su reputación, seriedad y precios, a la Orfebrería Andaluza, propiedad de la familia de los Ríos. En las próximas líneas describimos la trayectoria y distintos trabajos efectuados por ellos, sin ánimo de ser muy exhaustivos, ya que la lista sería interminable aquí
Manuel de los Ríos Navarro nace el 22 de diciembre de 1941, en la calle Antonio Susillo. No pertenece a ninguna Cofradía, pero se siente macareno. A la edad de 11 años ingresa en el taller de Fernando Marmolejo, manteniéndose en el 17 años, para independizarse posteriormente. Mientras trabaja en dicho taller, realiza sus estudios de modelado en la Escuela de Artes y Oficios de la calle Zaragoza, donde tiene igualmente por profesor en su especialidad a su maestro Marmolejo. En el año 1971 se independiza y monta su taller en la calle Castellar, Nº. 52, conocido por el Caserón de los Artistas, ya que allí en sus oficinas, se encontraban instalados los artistas: Imagineros Luís Ortega Bru, González Ventura, Berlanga Ávila y Manuel Carmona Martínez; dorador Luís Sánchez Jiménez y tallistas Antonio Vega Sánchez y Antonio Martín Fernández. Entre sus múltiples trabajos en los que principalmente impera la ornamentación barroca se encuentran: su primera obra, la carreta de la Virgen de La Bella, (Lepe); conjunto del paso de la Virgen de la Soledad (Servitas), varales, juego de jarras y faroles de la delantera del palio de los Dolores (San Vicente); coronas de oro para las Coronaciones Canónicas de la Virgen de la Montaña (Villamartín), La Bella (Lepe) y Soledad (Salteras) esta en plata sobredorada: carretas del Rocío de Ceuta, Espartinas, Gelves, Mairena del Alcor, Salteras y Sanlúcar de Barrameda; paso (semejando una barca) de la Virgen del Carmen de la última población; paso de Jesús del rescate (Granada); juego de potencias y puñal de oro de la Hermandad de San Benito; enseres del paso de palio en plata de la Hermandad del Prendimiento (Almería) (sustituyendo al perdido en el incendio fortuito de 1996); juego de potencias y puñal de oro de la Hermandad del Huerto (Málaga). Asimismo tiene obras, aparte de todo el territorio andaluza, en Valladolid, Barcelona, Reus, La Coruña, Alicante, Madrid, Zamora, como así en Alemania e Italia. En 1989 se incorpora a este taller su hijo mayor Manuel de los Ríos Noguero. En 1991 se trasladan a unas naves industriales sitas en el Polígono de San Jerónimo debido al crecimiento del taller por la gran acumulación de trabajos.
Es aquí donde se incorpora su hijo menor, Joaquín de los Ríos. Desde su ingreso en taller, los hijos han ido adquiriendo la profesionalidad de su maestro y paulatinamente, de forma natural, han ido tomando las riendas artísticas y laborales de esta empresa artesana. En el año 2004, Manuel de los Ríos cae enfermo y se mantiene alejado del taller durante más de 10 meses, haciéndose cargo desde entonces y en su totalidad los hijos de éste. Entre los trabajos más importantes realizados desde el año 2005, cabe destacar: - Corona de oro para la coronación canónica de Ntra. Señora de la Palma. Hermandad del Buen Fin de Sevilla. - Corona de plata para Ntra. Sra. de los Siete Dolores de Caltamisetta – Italia. - Llamador exclusivo para el paso de Cristo de la Hdad de la Paz – Sevilla - Llamador exclusivo para el paso de Cristo de la Hdad de los Gitanos de Sevilla - Guión en plata para la Hdad del Buen Fin de Sevilla - Trono de Cristo de la Hermandad de Zamarrilla de Málaga. - Paso de Palio completo dibujo original, para la Hdad de San Agustín de Granada - Y para su entrega en el 2009, los respiraderos de plata diseño original, para Ntra. Sra. de las Angustias Coronada, Hdad de los Gitanos de Sevilla. Con la adquisición de estos enseres el patrimonio de la Cofradía se ve incrementado con una digna candelería, la cual engalanará nuestro Altar de Cultos durante todo el mes de Mayo, y la podremos contemplar al completo durante la Novena. Se trata de un conjunto de setenta y cuatro piezas distribuidas en siete tandas de diverso tamaño pero idénticas proporciones, excepto los cubillos.
EL DESCENSO
tienen algunas referencias de su historia y trabajos.
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EL DESCENSO
CANDELERO Numero
Altura
6
90cm
8
85cm
10
75cm
10
65cm
12
55cm
14
45cm
14
35cm
Se ha cincelado en alpaca plateada en los talleres de Orfebrería Andaluza, siguiendo un diseño de Manuel de los Ríos e hijos. Su estilo responde a un concepto barroco, a base de un cincelado muy fino y detallista. Es de alpaca plateada con baño del mismo metal,
Concluimos este artículo, aprovechando la ocasión una vez más, para agradecer la participación desinteresada de cada una de las personas que han intervenido de una manera u otra en la consecución de tan valiosa adquisición.
EL DESCENSO
Cada candelero simula que se apoya sobre tres patas de león con pie liso. Siendo su base de forma triangular con decoración en motivos vegetales y tarja central, donde pasado el 11 de Junio irá cincelado el escudo de la Cofradía. Su astil se apoya sobre cuatro marcollas con decoraciones geométricas, vegetales o mixtas, que a su vez se apoya sobre una macolla con decoración vegetal. Para terminar hacia arriba con un plato cincelado en su cara inferior siguiendo el mismo estilo que la macolla anterior, y finalizando en un cubilete completamente liso dentro del cual habrá que colocar el cirio.
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DONACIONES A NUESTRA SEÑORA DE LA CAPILLA
Los buenos hijos de esta noble ciudad del Santo Reino, han tenido siempre presente, aquel gesto de amor y de ayuda de la Santísima Virgen hacía ellos, aquella inolvidable noche del 10 al 11 de Junio de 1430. Los cofrades, devotos y fieles en general, han ofrendado a la Imagen de Nuestra Señora de la Capilla, y desde tiempo inmemorial: Mantos, coronas, cetros, condecoraciones, rosarios, lámparas, candeleros y otros enseres, así como una gran variedad de joyas, unas, procedentes de distinguidas familias, y otras, de personas sencillas y humildes, que han querido, de esta manera, agradecer, como buenos hijos, su maternal auxilio. En esta ocasión, una persona devota de la Santísima Virgen de la Capilla, cofrade y camarera, ha donado un magnífico y hermoso rosario de nácar, engarzado en plata y oro, para que la Imagen de Nuestra Señora, lo luzca en ciertas ocasiones, pasando a formar parte de esa espléndida colección de joyas y objetos propiamente religiosos, que constituyen el tesoro de la Virgen.
EL DESCENSO
Otra donación, ha sido la entregada a la Cofradía por Ceras Bellido, y que se trata de un precioso mantel de hilo blanco, adornado con fino encaje hecho a mano, de exquisita elaboración, y que consta de varias piezas: Una para el altar de cultos de la Virgen y otra para la mesa donde se celebra la Eucaristía .
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Finalmente, otros obsequios a la Cofradía, en este último año, han sido las presentadas por un matrimonio cofrade, perteneciente a la Junta de Gobierno. Se trata de un mantel de hilo muy antiguo, color marfil, elaborado en bordado canario, con cuadritos de la misma tela, intercalados, y rematado por un festón, muy laborioso en su confección y de gran finura, destinado al altar de celebración Eucarística, así como una hermosa
alfombra para los cultos, que ya lució en la Misa de Cabildos de 2007. También se ha donado por parte de otro matrimonio de la Junta de Gobierno un frontal brocado para cubrir el altar de cultos. Está compuesto de un 60% de seda natural en color crema y 40% de hilo de metal de plata. El dibujo se remonta la siglo MXVIII de las telas mas importantes de Valencia; este tipo de tela es muy utilizada para cubre altares y enseres eclesiásticos.
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EL DESCENSO
86 MANTO I
MANTO II
MANTO IV
los mantos y el ajuar de la virgen
MANTO III
EL DESCENSO
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MANTO VI
MANTO VIII
EL DESCENSO
MANTO V
MANTO VII
los mantos y el ajuar de la virgen
INVENTARIO MANUEL LÓPEZ PÉREZ Y FOTOGRAFÍA, RAMÓN CALATAYUD CHAMORRO.
MANTO I
Color azul. 2’30 x 2*75. Terciopelo azul celeste. Bordados en plata. Al centro, lleva bordado en sus colores originales, el escudo de la ciudad de Jaén.
Color amarillo, 2’15 x 3’50 metros. De raso flocado en seda natural. Borda¬dos en sedas de colores, con ciertas influencias orientalizantes. En el ángulo derecho lleva bordada una figura femenina y bajo ella la inscripción, NISLES DIOSA.
Al dorso hay una inscripción que dice: “Los niños de las escuelas nacionales y colegios religiosos y privados de Jaén, ofrendaron este manto a su Patrona la Santísima Virgen de la Capilla en homenaje de amor y devoción a la celestial Señora, con motivo del III Año Jubilar. 31-Mayo-1961”.
En el ángulo izquierdo lleva bordada una figura masculina y bajo ella la inscripción, ALABA ADORA. Parece realizado aprovechando trozos de un ropaje o cortinaje interior. Sin el menor fundamento, se atribuye a donación de los Reyes Católicos, atri¬bución que hay que desechar por disparatada. Otra atribución más próxima es la de quienes la hacen proceder de un legado del obispo D. Baltasar de Moscoso y Sandoval (1619-1646).
EL DESCENSO
MANTO III
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MANTO II
Color azul. 2’25 x 2’30 metros. Terciopelo. Bordados en oro. Al centro lleva bordado, también en oro, el anagrama de María. Al dorso lleva la inscripción: “Promesa ofrecida por Sebastiana Aranda Torres cumplida por su hija el 16-4-1979”.
Importó 42.200 ptas., que se recaudaron por suscripción infantil, a base de aportaciones de diez céntimos, iniciada en Abril de 1959. El manto se bendijo y ofreció a la Virgen en solemne acto, el 31 de Mayo de 1961. Lo realizó en Sevilla, Leopoldo Padilla Viss, con quien se firmó el contrato el 11 de Mayo de 1960. Durante varios años, fue el utilizado para la procesión del 11 de Junio.
MANTO IV Color azul marino. 230 x 1’90 metros. Bordados en plata. Al centro, lleva bordado el escudo de los ingenieros de caminos. Regalado por D. Pedro Pareja Leiva y su esposa D.a Virginia Sánchez, con motivo de un acontecimiento familiar. Se bendijo y ofreció el 8 de Marzo de 1959.
MANTO V
MANTO XI
Color blanco. 1’10 x 2’45 metros. Damasco brocado, bordado en tisú de oro. -
Color morado. 2’20 x 3’55 metros. Bordados en tisú de oro y estampación en blanco. Damasco natural.
Se atribuye su donación a S.M. Dª Isabel, en 1864.
MANTO XII MANTO VI Color morado. 2’10 x 2 metros. Suave estampación en tisú de oro. Damasco en seda natural.
MANTO VII Color guinda. 2’45 x 1’16 metros. Brocado. Raso adamascado en seda natural. Se hizo con el brocado de un dosel episcopal.
Color rosa. 2 x 3’20 metros. Seda. Bordados y encaje, en plata. Al dorso, lleva una inscripción que dice: “Regalo de la Excma. Sra. DªTeresa Fernández de Villalta, Marquesa Viuda del Rincón de San Ildefonso en memoria de su difunto esposo (q.e.p.d.) Jaén, día de la Coro-nación de la Santísima Virgen de la Capilla, 11 de Junio de 1930”. Se estrenó el 11 de Junio de 1930, en el solemne acto de la Coronación, por la que tanto había trabajado, como presidenta de la comisión de señoras, D.a Teresa Fernández de Villalta y Coca.
MANTO VIII MANTO XIII
MANTO IX
Color rosa. 2’25 x 1’60 metros. Seda. Bordados en plata. Otomán adamascado en tisú de plata.
Color morado. 2*25 x 2 metros. Bordados en tisú de oro. Damasco de seda natural.
MANTO XIV
MANTO X Color rojo. 2’30 x 2 metros. Terciopelo. Bordados en oro. Al centro lleva bordado, con sus colores heráldicos, el escudo de los Condes de Corbul. Fue donado en 1908, por D. Antonio de Sanmartín y Contreras y su esposa D.a Isabel de Contreras y Pérez de Herrasti, Condes de Corbul y por Dª Isabel de Sanmartín y Contreras y D. Fernando de Contreras y Pérez de Herrasti. Por su espléndido bordado, fue durante muchos años el manto utilizado por Por su espléndido bordado, fue durante muchos años el manto utilizado para las ocasiones solemnes.
Color verde-azulado. 2’30 x 1’60 metros. Bordados en tisú de plata y se Piqué de seda natural adamascado.
MANTO XV Color crema. 2 x 2’40 metros. Damasco de seda natural. Regalo del que fuese gobernador de la Cofradía, D. José Gómez Soriano, 1944...
MANTO XVI Color verde. 2’30 x 1’75 metros. Bordados en tisú de oro y plata y en seda Otomán natural, adamascado.
EL DESCENSO
Color morado. 1*85 x 2 metros. En damasco, totalmente liso. Seda natural.
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90 MANTO IX
MANTO X
MANTO XI
MANTO XII
EL DESCENSO
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MANTO XIV
MANTO XVI
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MANTO XIII
MANTO XV
92 MANTO XVII
MANTO XVIII
MANTO XIX
MANTO XX
EL DESCENSO
MANTO XVII
MANTO XX
Color blanco. 2’15 x 3*35 metros. Tisú de plata y oro, con encaje dorado. Damasco natural.
Color blanco. 2’25 x 1’50 metros. Otomán de seda natural, bordado en tisú de oro y lentejuelas naturales.
Se costeó por suscripción a la que concurrieron 128 donantes. Los tejidos los trajo de Valencia el canónigo D. Francisco Civera Pérez. El manto fue confeccionado por D.a María de la Paz Ortíz, esposa del gober¬nador de la Cofradía, D. Francisco de Paula de la Torre. Importó 6.121 reales. Se bendijo y ofreció a la Virgen el 13 de Noviembre de 1857.
MANTO XVIII Color rojo, donado por Dña. Araceli Férnández Muñoz. Elaborado por ella misma a partir de una antigua colcha familiar.
MANTO XIX Color blanco. 2’10 x 2’10 metros. Damasco brocado en tisú de plata. Al dorso lleva la inscripción: “Donado por D. José Serrano Calatrava y Dª Ana Armenteros Basterrechea e hijos”. Está confeccionado con un traje de novia. Fue ofrendado el 7 de Octubre de 1968.
Bordado en rositas. Al borde, galón de oro. Fue donado por D. Lorenzo Rodríguez de Gálvez y Bonilla, Marqués viudo de Mondéjar, ilustre giennense.
MANTO XXI Color verde. 2*30 x 1’85 metros. Bordados en sedas. Al borde, galón dora Damasco en seda natural. Regalo de D. José Gómez Soriano, gobernador de la cofradía, en 1944. estrenó en la procesión de rogativas de Abril de 1945.
MANTO XXII Color blanco. 2*25 x 2’65 metros. Terciopelo. Bordados en oro. Va cuajado de estrellas —174— cada una de las cuales fue costeada por una familia. Al dorso, lleva la inscripción: “ 11 de Junio de 1979 / Donado por el Pueblo de Jaén”. Se costeó con donativos de devotos, a través de suscripción promovida por Dº Dolores Maza Selas. Fue confeccionado en Jaén, en el convento de M. M. Dominicas.
EL DESCENSO
Lleva al dorso una inscripción que dice: “Dedicado por la Corte de María Año de 1857”.
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Capote donado por Enrique Ponce en 2007
EL DESCENSO
MANTO XXII
MANTO XXI
Proyecto de caridad
la devoción a María transformada en obras Desde que esta Junta tomo posesión de su cargo, uno de sus principales objetivos era prestar especial atención a la Caridad, es obligación de un cristiano ayudar a los más desfavorecidos. Así se recoge con claridad en el Decreto sobre Apostolado de los laicos (Concilio Vaticano II). Por eso en nuestro primer año de mandato hicimos especial hincapié en atender estos fines, como muestra de ello, entre otras actividades se realizaron campañas de recogida de alimentos y de juguetes. También creímos conveniente aportar nuestro granito de arena, en forma de colaboración económica a un proyecto de gran envergadura que ha llevado a cabo Caritas Diocesana en Jaén, el nuevo “Hogar Santa Clara”, destinado para el programa de atención a personas Sin Techo que Caritas viene desarrollando desde hace años.
Dentro de este Hogar y digo Hogar en el sentido más literal del termino, porque realmente se ha conseguido dotar a estas instalaciones de un ambiente muy acogedor, se encuentra el Oratorio, un sitio realmente privilegiado, por la espiritualidad que se respira en él, gracias sin lugar a dudas a la gran luminosidad de éste, así como a las pinturas que adornan sus paredes y por supuesto a las cuatro vidrieras que ayudan al recogimiento del lugar. Entre estas vidrieras, se encuentra, la de nuestra Madre la Virgen de la Capilla, y como nos comentó el Director de Caritas Diocesana de Jaén, Juan
Hemos tenido la oportunidad de visitar en dos ocasiones las instalaciones, una con motivo de la inauguración de estas y otra aprovechando la oportunidad que nos brindaba nuestro estimado antiguo Hermano Mayor de la Cofradía Juan Carlos Escobedo. Desde estas líneas no quisiera desperdiciar la oportunidad como Vocal de Caridad para felicitar a Caritas Diocesana y a todos los que han hecho posible esta realidad, sin lugar a dudas se ha hecho un extraordinario trabajo el cual, será una autentica bendición para todas aquellas personas que se encuentran en unas condiciones personales muy desfavorables.
EL DESCENSO
Este se inauguró coincidiendo con el Día de los Sin Techo, el pasado mes de noviembre, y se localiza en las nuevas dependencias en parte del rehabilitado Convento de Santa Clara.
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Carlos Escobedo, “de esta forma se ha querido hacer ostensible su amparo y protección para todos sus hijos, en especial para los más necesitados.
*** Al margen de seguir profundizando en acciones como la anteriormente mencionadas. En este segundo año de mandato, hemos creído conveniente abordar un gran proyecto. Para ello nos pusimos en contacto con Manos Unidas. Una institución por todos respetada y que goza de una gran reputación, así como de una gran transparencia. Es una Organización no gubernamental integrada por voluntarios católicos, que desde 1960 lucha contra la pobreza, el hambre, la malnutrición, la enfermedad y la falta de instrucción en todo el mundo.
EL DESCENSO
Desde el primer momento, nos ofrecieron varios proyectos, pero definitivamente no decidimos por el que a continuación os detallamos, esperando que sea del agrado de todos y esperando que con la ayuda de
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todos seamos capaces de dar esperanzas a unos niños, que están esperando como agua de mayo nuestra colaboración. Nosotros tenemos la oportunidad de ayudar a personas que realmente lo necesitan y que viven en uno de los países más pobres del mundo. Se ha solicitado a Manos Unidas, que el nuevo colegio, que en su totalidad va a ser sufragado por los ingresos obtenidos por la Cofradía para tal fin, tenga el nombre de Colegio Virgen de la Capilla, en breves días obtendremos una contestación que esperamos sea positiva. De esta manera ayudaremos a difundir la devoción de la Virgen de la Capilla fuera de nuestras fronteras, además de ayudar a estos niños a salir de la pobreza más absoluta, arrojando un poco de esperanza a estas familias. A continuación describimos de una manera detallada el proyecto, que esperamos tan solo sea el primero de ellos y que el año que viene, seamos capaces de abordar un nuevo reto, es decir de hacer felices a más personas.
CONSTRUCCIÓN DE UNA ESCUELA PRIMARIA, PARA 458 NIÑOS/AS, CUYO IMPORTE ASCIENDE A 20.830,00€
de construcción por si solos, aunque sí se ha comprometido a colaborar en la construcción como mano de obra no cualificada y mediante el apote y traslado de materiales.
RESUMEN DEL PROYECTO
La mayoría viven en chozas con tejado vegetal. Debido a que el tsunami afectó seriamente a toda la zona costera del distrito, se ha producido un colapso en el crecimiento económico. La falta de educación de los padres influye en los niños, muchos de los cuales abandonan la escuela antes de terminar la educación primaria, incrementando con ellos el círculo de la pobreza. En Karankadu, existe una escuela primaria, la St. Aloysious, que se encuentra en condiciones deplorables, hasta el punto de que el Departamento de Educación les viene insistiendo en que deben presentar un Certificado de Estabilidad del edificio de la escuela para que puedan seguir concediéndole la licencia y reconocimiento oficiales de los estudios. Los ingenieros no se atreven a emitir el necesario Certificados de Estabilidad, porque las condiciones del edificio no lo permiten, por lo que se encuentran en el dilema detener que rehacer el edificio o verse obligada a cerrarla. Al negarles la licencia oficial, se les negaría el pago del sueldo de los profesores, lo que implicaría que los 448 niños y niñas actualmente escolarizados, quedarían sin educación. Ante una situación tan grave, acuden a Manos Unidas solicitando una colaboración con económica para la construcción de un edificio muy sencillo, de una sola planta con seis aulas, a la que también habría que dotar de un bloque de aseos. La situación de las familias de estos niños no les permite emprender estos trabajos
Solicitud que se admite: CONSTRUCCIÓN DE UNA ESCUELA PRIMARIA Importe Total:
20834,00€
Al frente del proyecto:
Fr. A. Mariadas Sacerdote Diocesano.
BENEFICIARIOS Directos: 458 Indirectos: 2000
DESCRIPCIÓN El horizonte social de los padres de los alumnos que acuden a esta escuela es de unos estándar bajísimo. Debido a su falta de formación y a su analfabetismo viven por debajo del nivel de pobreza. La agricultura es una de sus principales ocupaciones pero con frecuencia falla debido a la falta de lluvias, por lo que carecen de unos ingresos seguros. La mayoría vive en chozas mal atendidas con tejados vegetales. Debido a que el tsunami afectó las zonas vecinas, se ha producido un colapso en el crecimiento económico. Muños niños abandonan la escuela antes de concluir sus estudios y su falta de conocimientos les hacen caer en actitudes anti-sociales.
PARTICIPACIÓN EN LA ELABORACIÓN DEL PROYECTO La situación de la escuela se presentó al conocimiento de la Vicaría, junto con el Consejo parroquial y la Asociación de Padres y Profesores (PTA) que jun-
EL DESCENSO
Este proyecto se localiza en Karankadu, una pequeña aldea perteneciente al Distrito de Kanyakumari, situado a 12 Km. al Oeste de Nagercoil, capital del distrito y no lejos del puerto de Colachel. Su población pertenece a distintas castas y credos, pero tienen en común su probreza y retraso en muchos aspectos de la vida. Generalmente trabajan como jornaleros por cuenta ajena. La agricultura es una de sus principales ocupaciones, pero falla con frecuencia debido a sequías o inundaciones. Por tratarse de un trabajo estacional y dependiente de las condiciones climáticas, sus ingresos son muy inseguros.
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tos resolvieron que era urgente la construcción de un edificio nuevo para lo que se ofrecieron a colaborar en forma de mano de obra y de pequeñas colectas. Contar con un nuevo edificio era un tema tan claro para todos , ya que de un modo unánime manifestaron que puesto que ellos se habían beneficiado en el pasado de la institución, apoyarían en la medida de sus posibilidades la construcción del nuevo edificio en beneficio de los niños como futuros beneficiarios.
OBJETIVO GENERAL Colaborar en la educación con carácter gratuito a los niños de Karankadu, que se encuentran muy retrasados socio-económicamente.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS Asegurar el reconocimiento oficial de un nuevo edificio de escuela para impedir que el Gobierno les retire el permiso oficial y el sueldo que paga a 9 de los 10 profesores atienden la escuela. imprescindible la renovación del edificio.
METAS DEL PROYECTO
- Solicitud de planos y presupuesto a ingenieros de solvencia.
- 232 Niños y 216 niñas podrán continuar recibiendo una educación primaria gratuita.
- Construcción de un edificio en ángulo consistente en 5 clases de 6´00 * 6´00 m. y una formando la esquina de 6´00* 7´20, con una galería a lo largo del edificio.
- El nuevo edificio atraerá un mayor número de familias deseosas de enviar a sus hijos. - Se garantizará la seguridad e higiene de niños y profesores.
EL DESCENSO
- Mejorará las relaciones entre la Dirección de la escuela y las Autoridades de Educación.
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ACTIVIDADES A REALIZAR - La Asociación de Padres y Profesores (PTA) considera
- Construcción de un bloque de aseos, según planos, con un total de 19´19 m2 y separado interiormente en dos bloques: para niños y niñas.
DESCRIPCIÓN DEL CONTEXTO LOCAL Se puede decir que el horizonte socio-cultural de la gente de Karankadu es de un estándar bajísimo. Debido a su falta de educación, la gene vive por debajo del nivel de pobreza, dependiendo de un jornal diario, no siempre asegurado. La agricultura es la principal de la gente, pero esta falla frecuentemente.
ORIGEN DE LA INICIATIVA El actual edificio de la escuela se encuentra en una situación lamentable. La Dirección está obligada a producir un Certificado de estabilidad del edificio a la oficina de Educación del Distrito. El Ingeniero que debía certificar la situación y que visitó la escuela, al ver la situación, se negó a emitir dicho certificado. El Gobierno paga a 9 de los 10 trabajadores, pero no contribuye a la construcción o reparación de los edificios de la escuela, por lo que la iniciativa surge como una necesidad de renovar el edificio, ya que de lo contrario, el Gobierno les retirará el reconocimiento y pago de los profesores, con lo que se verían obligados a cerrar.
PROBLEMAS CONCRETOS A RESOLVER - El cierre de la escuela, por llevar varios años en que la Inspección del Gobierno emite el certificado conteniendo observaciones negativas. - Evitar que el aspecto poco atractivo del edificio disuada a los padres de enviar a sus hijos a la escuela. - Al no existir otra escuela en el entorno, el cierre de esta afectaría seriamente el futuro de los niños.
VIABILIDAD SOCIO CULTURAL INSERCIÓN EN PROGRAMAS EXISTENTES Aunque el proyecto no se encuentra inserto en ningún programa concreto, el hecho de haberse propuesto alfabetizar a la Nación como uno de sus temas prioritarios, induce a considerar esta propuesta incluida dentro de dicho programa de alfabetización.
Una buena educación primaria es básica para un desarrollo socio-cultural. Este garantizará la mejora social de la localidad y a través de la educación se podrá erradicar la pobreza. Esta Educación es necesaria para cambiar el cúmulo de supersticiones que prevalecen en la zona.
ESTUDIOS PRELIMINARES La Diócesis de Kottar ha organizado un equipo para hacer frente a la necesidad de renovación de los edificios de escuela. La escuela primaria de St. Aloysious ha sido seleccionada entre las que necesitaban renovarse y en este sentido se han solicitado planos y presupuestos a un ingeniero de solvencia así como el permiso de construcción a la autoridad local.
La gente del entorno se beneficia de la gratuidad de la escuela para la educación de sus hijos. Estas familias carecen de tierra, por lo que buscan ganarse la vida como jornaleros mal organizados.
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SITUACIÓN EXISTENTE
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VIABILIDAD TÉCNICA Existe en la localidad gente muy cualificada, experto en construcciones, que podrán llevar a cabo el proyecto adelante con éxito y se han ofrecido para el proceso del mantenimiento futuro una vez concluida la construcción. Todos los materiales necesarios pueden conseguirse localmente. Estas sonrisas que iluminan la penuria del decorado con su belleza y felicidad son la prueba de que la maldición de un destino a priori desgraciado no es una fatalidad. Mañana estos niños aprenderán un oficio. Podrán a su vez socorrer a su familia. Se trata, sin duda: “DE UNA GOTA DE AGUA, EN EL OCÉANO DE LAS NECESIDADES”
Pero, como repite la Madre Teresa,
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“El océano está hecho de gotas de agua” (Dominique Lapierre)
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la web de la Cofradía
www.virgendelacapilla.es
Vice Hermano Mayor.
Internet es el último y, en muchos aspectos, el más poderoso de una serie de medios de comunicación –telégrafo, teléfono, radio y televisión– que durante el último siglo y medio ha eliminado progresivamente el tiempo y el espacio como obstáculos para la comunicación.
usuarios y compartir con ellos información, datos, recursos… potenciando así el aspecto social. Es por ello, que la Cofradía de Ntra Sra de la Capilla se ha lanzado a la “red de redes”, con el firme propósito de servir de vínculo y nexo de unión entre cofrades y Cofradía, darnos a conocer a todo el mundo y aumentar nuestra formación cristiana.
La “Red de redes” tiene enormes consecuencias para las personas, para las naciones y para el mundo y pone de manifiesto de manera muy especial la globalización que se está produciendo en nuestro mundo.
Desde la dirección http://www.virgendelacapilla. es se puede acceder a “una nueva sede de la cofradía”, lugar de encuentro donde se pueden encontrar desde la historia del Descenso a la ciudad de Jaén de la Madre de Dios, noticias de actualidad, fechas de los cultos y actos que se organizan, la descarga de la “Revista El Descenso”, etc…
Además, tiene la capacidad de hacer de cualquier persona, en cualquier lugar que se encuentre, un compañero en los asuntos y dificultades que afectan a la humanidad entera”. Es decir, podemos llegar a miles de
Quedamos abiertos a todas las colaboraciones e ideas que quieran aportar los cofrades, pudiendo contactar con la Cofradía en los correos electrónicos que encontraran en la web.
EL DESCENSO
El pasado 11 de junio, y coincidiendo con la festividad de Nuestra Señora de la Capilla, era aprobado oficialmente el dominio de Internet de la Cofradía de la patrona de Jaén.
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Toma de posesión del Rvdo. Sr. don Manuel Maroto Castro como Prior de la Iglesia Parroquial de San Ildefonso y a su vez Capellán Mayor de la Santísima Virgen de la Capilla y Consiliario de su Pontificia y Real Cofradía.
EL DESCENSO
AÑO 1956
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EL DESCENSO
15
ABRIL DE
Firma de la escritura de compra venta en presencia de ambas partes y el notario. En 1984 la Junta de Gobierno inició incesantes gestiones consiguiendo que el 15 de abril de 1985 se adquiriese una casa propiedad de don Antonio Jaén Varela situada justamente a espaldas del Camarín de la Virgen con el fin de construir la Casa Museo.
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1985
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11
junio de
1986
EL DESCENSO
Puesta de la primera piedra. C贸mo estaba dispuesto el solar para el acto.
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En la p谩gina siguienes, bendici贸n y puesta de la primera piedra de la actual Casa Museo,
EL DESCENSO
11 junio de 1986
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11 junio de 1986
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JUNIO de
Inauguración de la Casa Museo. Corte de la cinta por parte de Jose María Torre Colmenero, Alcalde de Jaén,. En páginas siguientes, bendición por parte del Obispo de la Diócesis deJaén, don Miguel Peinado y Peinado, acompañado del Capellán y Consiliario de la Virgen , señores Moreno Lorente y Abolacia Caballo. Vista del interior del museo.
EL DESCENSO
1987
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EL DESCENSO
EL DESCENSO
1987
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EL DESCENSO 114
Actuación de la banda municipal de Jaén, realizada posteriormente a la inauguración de la Casa Museo, dirigida por el Maestro Manuel Víchez Martínez oficiando un concierto de marchas marianas dedicadas a la Virgen de la Capilla..
1987
EL DESCENSO
Entrega de la información económica, justicativa de la inversión realizada en la construcción de la Casa Museo y correspondiente a la subvención que para tal fin concedió la Corporación Municipal, al Alcalde de Jaén.
Visita a la Casa Museo de los señores Zori y Santos, reconocidos humoristas de la época.
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julio de
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Visita a la Casa Museo el Excelentísimo Sr. don José Rodríguez de la Borbolla, Presidente de la Junta de Andalucía.
2007/ 2008
29 marzo 2008 Entrega de medalla de oro y fald贸n de bolillo de Camari帽as para la futura hija del maestro Enrique Ponce como agreadecimiento a la donaci贸n de su capote el pasado 2007.
febrero 2008 Hermanamiento con las parroquias de Cárchel y Carchelejo coincidiendo con la festividad de la Virgen del Rosario.
navidad 2007 Cena de hermanamiento con las cofradías de Nuestro Padre Jesús, La Soledad y El Resucitado, en la Casa Hermandad de Nuestro Padre Jesús.
23 febrero 2008 Retiro espiritual celebrado en el convento de Las Bernardas co motivo de la Cuaresma oficiado por don Manuel Morales.
ONCE DE JUNIO VIRGEN DE LA CAPILLA Manuel López Pegalajar. Cofrade y académico de la Academia Bibliográfica Mariana “Virgen de la Capilla”.
Cada año, el día 11 de junio nos reunimos, Madre, los jiennenses para honrarte en esta fecha tan antigua y entrañable: tu venida a la ciudad de Jaén para socorrer a nuestros mayores. Nos alegramos porque Tú nos das lo que nosotros esperamos. En ti, Madre y Reina de Jaén, se ha cumplido plenamente la obra redentora de tu Hijo. Por sus méritos fuiste concebida sin mancha, sin pecado, inmaculada, y también por sus méritos, después de tu vida mortal, fuiste liberada y llevada a la gloria del Padre. Es a ti, Madre, a quien contamos nuestras cosas, nuestros proyectos, nuestras esperanzas, nuestras cuitas, nuestra vida... Y tú Madre, siempre nos dices: “No lo olvidéis: no soy una diosa. Hay un solo Dios y un único Salvador: Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre, enviado por el Padre y resucitado por el Espíritu.
- Tu condición de Madre de Dios y Madre de la Iglesia. Nos agrada verte: - De carne y hueso, de mi propia raza, como una mujer del siglo primero. - Con tus parientes, entre tus vecinos y amigos, yendo por agua a la fuente, prometida y casada con José, el carpintero. Nos gusta contemplarte: en el cumplimiento de tus obligaciones, sencilla, transparente, compasiva, abierta a la Palabra de Dios, confiada a sus promesas. Y nos enseñas, Madre, a compartir la alegría, a vivir en actitud de servicio, a amar y es allí donde hay felicidad, comprensión, fraternidad, comunión, paz... Que difícil es comprender esto por los que vivimos en este mundo de la eficacia, de lo útil, de lo funcional. Se pone la confianza en el poder, en la ciencia, en la técnica... y olvidamos que Dios saca fuerza de la debilidad y sabiduría de la ignorancia.
Vuestro Dios es mi Dios. Por Él soy lo que soy”. Reconocemos: - Que Dios ha hecho obras grandes en ti. - Tu puesto privilegiado en la Historia de la salvación
La riqueza no compartida y el poder, cuando no es servicio, corrompen a los que lo tienen y lo ostentan, pero además siempre produce victimas: la miseria, la desnudez, el hambre, la opresión se ceba con los más débiles. Acuérdate, Madre:
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Él es mi Hijo, pero también es mi Dios.
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- De todos lo que andamos por este mundo en una actitud de búsqueda sincera. - De los que intentamos ser fieles a la Palabra del Padre, manifestado en Cristo Jesús. - De los que creemos en la fuerza transformadora del Amor.
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- De los que vemos “como en un espejo” pero tenemos la certeza de que llegará el día en que veremos “cara a cara” y Jesús será todo en todos.
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Que siempre, Madre, te sintamos muy cerca de nosotros. Ayúdanos, Madre a ser de los pobres de Yahvé del siglo XXI. Ayúdanos a encontrar la luz. Que nunca se apague la llama de la esperanza. Haz que nos sintamos solidarios con todos los que sufren y que seamos siempre sembradores de la Vida. Madre de la alegría, ruega por nosotros. Madre de la Iglesia, ruega por nosotros. Virgen Santísima de la Capilla, ruega por nosotros. Amén
Centrar en Jesucristo la devoción mariana
Nadie puede negar que gran parte de la población católica giennense se siente devota de nuestra Madre, Reina y patrona, la Virgen de la Capilla. La invocan, la aman y la llevan en su corazón, pero surge una pregunta importante: ¿Por qué ser devotos de María -sea cual sea el título con el que la in¬voquemos- y en qué consiste la autentica devoción mariana enseñada por la Igle¬sia?
Aquí radica el singular puesto de María en la Revelación, y en que es proclamada como Madre del Salvador. Por consiguiente, todas las coordenadas de nuestro Credo pasan por la figura de María elegida por Dios para ser Madre de su Hijo encarnado, asociada indisolublemente a Cristo en su obra redento¬ra. Tanto los Santos Padres como los Doctores de la Iglesia y los teólogos católicos han subrayado con énfasis esta verdad capital.
No basta por supuesto con cierta devoción sentimental ocasionalmente manifestada, limitándose poco más o menos a participar en los actos programados para el “Día de la Virgen”. No es suficiente, tampoco, con ser cofrade y pagar la cuota mensual anual, sin ningún otro compromiso, para tomar una decisión que nos ayude a vivir con sinceridad y plenitud la devoción mariana, pueden servir las siguientes reflexiones que ofrecemos a nuestros lectores.
El conocido teólogo alemán Miguel Schmaus escribe así: “En la Mariología corren estrechamente unidas casi todas las líneas teológicas: la trinitaria, la cristológica, la eclesiológica, la antropológica y la escatológica. Se manifiesta como punto de intersección de las principales afirmaciones teológicas”. Y ya en el siglo VII san Juan Damasceno (650-750) afirmaba que el titulo de Madre de Dios (Iheotokos) resumía toda la fe cristiana, porque en él se concentraban todos los dogmas.
I. MARÍA EN LA REVELACIÓN Y EN LA FE DE LA IGLESIA Atendamos a una enseñanza básica formulada por el Concilio Vaticano II en su Constitución sobre la Iglesia que dice así: “María, que por su íntima participación en la historia de la salvación reúne en sí y refleja/ en cierto modo/las supremas verdades de la fe, cuando es anunciada y venerada, atrae a los creyentes a su Hijo, a su sacrificio y al amor del padre” (LG,65). Se nos enseña claramente que Mana no es en modo alguno el centro del Credo (lo es Cristo) pero sí está en el centro de nuestra fe, porque al confesar que Jesu¬cristo “fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa Mª Virgen”, estamos confesando la médula esencial de nuestra Fe Católica.
María ocupa, por tanto, un puesto privilegiado en las Fuentes Reveladas y en la fe profesada por la Iglesia, en el decurso de los siglos. Con toda razón el citado 0Oncilio Vaticano II afirma: “Los libros del Antiguo y Nuevo Testamento así como la Tradición venerable manifiestan de un modo cada vez más claro la función de la Madre del Salvador en la economía de la salvación y vienen a ponerla delante de los ojos (…), María se consagró totalmente como Esclava del Señor a la, la persona y obra de su Hijo, sirviendo con diligencia al misterio de la redención, con él y bajo Él, con la gracia de Dios omnipotente” (LG,55). Algunos católicos se quejan de que son pocos los textos neotestamentarios que hablan de la Virgen María en los Evangelios. La respuesta es bien fácil: contamos con los suficientes para saber quién fue la Vir¬gen
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Andrés Molina Prieto. Pbro. de la Sociedad Mariológica Española.
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María y en qué estriba su misión de Madre y Cooperadora del Redentor, es decir, para formarnos una exacta idea de “Aquella que, después de Cristo, ocupen la santa Iglesia el lugar más alto y a la vez el más próximo a nosotros” (LG,54). ¡Qué pena produce constatar que para ciertos cristianos, a veces la devoción a la Virgen, se ha basado más en apariciones y milagros que en su misma imagen evangélica tal como se refleja en el Nuevo Testamento, y tal como la muestra a través de los siglos, la fe infalible de la Iglesia!
II. EL FIN Y EL CENTRO DE LA DEVOCIÓN MARIANA ES JESUCRISTO. Los mariólogos establecen dos principios fundamentales que han de informar la verdadera devoción a la Madre de Dios. Son los siguientes: 1) Jesucristo tiene que ser el fin último de la verdadera devoción a María; 2) la auténtica devoción mariana ha de incluir a la vez como actos integrantes la veneración, el amor, la invocación y la imitación. Si fallaran en la práctica estos principios la supuesta devoción a María no ofrecería las credenciales de ser verdadera. Se daría, en todo caso, una deformación o tergiversación de la misma, con consecuencias muy negativas para el desarrollo de la vida cristia¬na. Desarrollemos algo más los dos principios formulados.
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1. Jesucristo debe ser siempre el fin último de toda devoción mariana. La razón es obvia, porque María no es el fin de la vida cristiana, ya que lo es esencialmente el mismo Cristo por el hecho evidente de que somos cristianos, y se nos pide, en virtud del bautismo, nuestra plena configuración con Jesucristo para gloria de Dios (Ef 1,3-12). Esto quiere significar la formula clásica “a Jesús por María”.
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Con admirable precisión y claridad expreso esta doc¬trina el misionero apostólico Luís María de Montfort (1673-1626) en su áureo Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen. Se expresa así: “El fin último de todas nuestras demás devociones no debe ser otro que Jesucristo, nuestro Salvador, verdadero Dios y verdadero hombre. De lo contrario, estas devociones serian falsas e ilusorias. Jesucristo es el Alfa y la Omega, el principio y fin de todas las cosas. Nosotros no trabajamos, como dice el Apóstol, sino para
hacer a todos míos hombres perfectos en Jesucristo, porque solo en el habitan toda la plenitud de la divinidad, y todas las demás plenitudes de gracias, de virtudes y de perfecciones. Jorque solo en El hemos sido bende¬cidos con toda clase de bendiciones espirituales. Porque Él es nuestro único Maestro que ha de enseñarnos. Nuestro único Señor de quien debemos depender. Nuestra única Cabeza a quien debemos estar unidos. Nuestro único Modelo al que debernos conformarnos. Nuestro único Medico que ha de curarnos .Nuestro único pastor, que nos ha de alimentar. Nuestro único camino que ha de conducirnos. Nuestra única Verdad, que debemos creer. Nuestra única Vida que ha de vivificarnos. Y muestro único Todo que en todas las cosas nos debe bastar. Y añade el insigne Apóstol de María: “Si la devoción a la Santísima Virgen alejase de Jesucristo sería necesario rechazarla como un engaño diabólico. Si esta devoción nos es necesaria se debe a que solo por ella podemos hallar perfectamente a Jesucristo para amarle con ternura y servirle con fidelidad. 2. Actos esenciales de la devoción mariana. La Iglesia a través de innumerables documentos de su magisterio oficial se ha referido a estos actos componentes de la verdadera devoción a María, acentuando el doble elemento de la invocación y la imitación. Y por vez primera el magisterio extraordinario del Vaticano II subrayó esta doctrina: “Desde los tiempos más antiguos la Santísima Virgen es venerada con el título de “Madre de Dios” a cuyo amparo los fieles suplicantes se acogen en todos sus peligros y necesidades. Por este motivo, principalmente a partir del Concilio de Éfeso, ha crecido maravillosamente el cueto sólido del Pueblo de Dios hacia María en veneración y amor, en la invocación e imitación (LG-,66). En consecuencia nuestras acti¬tudes filiales para con María brotan del árbol dogmático plantado en las Puentes Reveladas. El católico manifiesta su devoción a la Virgen de esta forma: a) la veneración singular porque Mana es Madre de Dios y este título le confiere la máxima dignidad; b) con invocación confiada porque es di£ pensadora de todas las gracias que Dios concede a los hombres; c) amor intensísimo porque es nuestra Madre en el orden de la gracia; y d) con imitación perfecta porque es modelo sublime de todas las virtudes
Cuando queramos examinarnos sobre la autenticidad de nuestra devo¬ción mariana veamos cómo cumplimos con este cuádruple requisito. Una respuesta sincera marcará el termómetro de nuestras- devoción exenta de sentimenta¬lismos rw veleidades que son flor de un día, sin serias repercusiones en nuestra permanente conversión. La Iglesia en su liturgia repite con gozo que 1Í Virgen María es dignísima de toda alabanza por ser Madre de Dios. Observando los dos principios básicos expuestos no tengamos ningún mínimo temor en honrar, amar y servir a María. Nunca será excesivo el amor que le profesemos y agradará sumamente al Señor que le tratemos con inmensa ternura filial a quien El mismo veneró y amó” como a su Madre queridísima. Insistamos, sobre todo en el amor imitativo a la Virgen reproduciendo en nuestra vida con la fidelidad que nos resulte posible, su modo de pensar, hablar y obrar. No ol¬videmos que la Virgen es siempre Modelo imitable. Pablo VI la expresó con absoluta claridad exponiendo las razones: “La Virgen Mana ha sido propues¬ta siempre por la Iglesia a la imitación de los fieles no precisamente por el tipo de vida que Ella llevó (...) sino porque en sus condiciones concretas de vida Ella se adhirió total y responsablemente a la voluntad de Dios (cf. Lc 1,38); porque acogió la palabra y la puso en práctica; porque su acción estuvo animada por la caridad y por el espíritu de servicio; y porque fue la primera y la más perfecta discípula de Cristo: lo cual tiene valor universal y permanente” (MC,35).
III. CRITERIOS ORIENTADORES Y CONSAGRACIÓN PERFECTA Abordamos con esquemática brevedad dos puntos relevantes en el tema que nos preocupa. A) Criterios orientadores del Magisterio. Cuando el pontífice pablo VI redactó la magna Exhortación “Marialis cultus” para la recta ordenación y desarrollo del culto a la Santísima Virgen María, habló de las formas en que se manifiesta dicha piedad, sujetas al desgaste del tiempo. Y sugirió una sabia directriz: “Parecen necesitar una renovación que permita sustituir en ellas
los elementos caducos, dar valor a los perennes e incorporar los nuevos datos doctrinales adquiridos por la reflexión teológica, y propuestos por el magisterio eclesiástico. Es obvio que a partir del Vaticano II poseemos criterios eclesiales que son extraordinariamente luminosos para hablar de una nueva perspectiva que nos permita mirar mejor a María. Se puede afirmar que en la comunidad cristiana hay en la actualidad una nueva forma -por así decirlo- que nos permita acercarnos a la figura de María tanto en nuestra devoción personal como en la predicación o en la Catequesis. Por otra parte, conviene recordar que estos criterios no son enteramente nuevos. Hace un largo siglo Teresa del Niño Jesús dejó escritas estas palabras: “Para que un sermón sobre la Santísima Virgen produzca fruto, es menester que dé a conocer su vida real, tal como la deja entrever el Evangelio, y no su vida supuesta. Fácil es adivinar que su vida real en Nazaret, y también después, fue enteramente ordinaria. Les estaba sujeto. ¡Qué sencillo es esto! No mostrar a la Santísima Virgen inaccesible y sería menester presentarla imitable, practicando las virtudes ocultas y viviendo de fe como nosotros. Muy sumariamente enumeramos las claves para una recta valoración de las funciones de María en nuestra espiritualidad y vida cristiana. Serían las siguientes: a) La vuelta al Evangelio donde se nos dibuja la imagen más atrayente y actual de la Madre del Señor, verdadero camino de fe; b) cercanía al cristiano de hoy al acentuarse que en su vida nos interpela^ mas en nuestra cultura moderna; c) actitudes cristianas que en la sensibilidad eclesial le parecen hoy más centrales; d) su unión con Cristo, ya que Ella por un admirable designio de Dios estuvo siempre al lado de Cristo, y en intima comunión con Él e) miembro singularísimo de la Iglesia, prototipo de lo que Dios ha querido hacer en la humanidad; f) fidelidad al Espíritu Santo que la colmó con sus dones para que fuera la Madre de Cristo y espejo límpido de la comunidad eclesial. Es indudable que el retrato evangélico de María nos ofrece como primer rasgo configurador de su semblanza, la imagen de una mujer abierta a Dios que como fiel creyente escucha la palabra para pronunciar con entera generosidad el “sí” de su consentimien-
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evangélicas.
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to para la Encarnación del Verbo. Lucas presenta a María como la mujer totalmente disponible para con Dios. Es Maestra de la comunidad orante porque fue la mejor “Oyente” de cuanto el Señor le iba comunicando. María oyente, orante y oferente, constituye para to¬dos los cristianos el camino que han de seguir en su peregrinación de fe y en el cabal ejercicio de las virtudes evangélicas. Las enseñanzas de la Iglesia sobre María brindan los seguros criterios para valorar sus funcio¬nes en el Cuerpo Místico. B) Consagración perfecta. En la devoción a la Virgen hay grados según la generosidad o actitud interior de cada devoto de María. Su fruto principal es conducirnos a la unión con nuestro Señor al amostrarse como camino fácil (abierto por Jesucristo); corto porque fue elegido por Dios para venir has¬ta nosotros; perfecto por ser María la mas santa y la más perfecta de toda? las criaturas; y seguro, porque el oficio maternal de María es llevarnos a su Divino Hijo y configurarnos con Él.
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Pero la práctica mariana más santificadora, es según la doctrina montfortiana, la consagración plena a la Virgen, concebida como entrega total. Consiste -explica san Luis María de Montfort- en darse todo entero como esclavo, a María y a Jesús por Ella. Y además en hacer todas las cosas con María, en María, por María y para María”. He aquí cuatro aspectos relevantes que integran el núcleo de la genuina vida mariana. Y el gran misionero apostólico glosa de este modo su densa fórmula consecratoria.
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Con María; tomando a la Virgen por Modelo, el más accesible y perfecto, de todo lo que se ha de hacer en la vida testimonial cristiana. En María: Entrando y morando en el purísimo Corazón de María para asimilar mejor sus intenciones y sentimientos, a fin de hacer de Ella nuestra atmos¬fera espiritual, es decir, nuestro oratorio interior y nuestra lámpara siempre resplandeciente, por María; Que sea Ella nuestra Mediadora, Acompañante y Consejera cuando acudimos a Nuestro Señor, para María; No buscarnos en nada a nosotros mismos sino haciéndolo todo para gloria y alabanza de Mará como fin próximo. Y dirigirlo todo, a través de Ella para honra, y gloria de Dios como fin absolutamente último.
El Papa Juan Pablo II difundió incansa¬blemente esta fórmula de consagración mariana adaptándola a veces y resumiendo su contenido en estos términos; “Todo tuyo y siempre tuyo”. Es innecesario añadir que lo más importante en toda fórmula de consagración mariana no son las palabras, por precisas y sublimes que sean, sino las actitudes interiores ya que éstas constituyen la médula de toda auténtica consagración. Resumiendo todo lo expuesto y concluyendo nuestra elemental reflexión sobre la verdadera devoción mariana, valga una brevísima apostilla: Para ser cristianos necesitamos ser marianos porque así lo ha querido el Señor en su sapientísima economía salvadora. Si en los tiempos actuales tenemos que lamentar tantas crisis de fe, y tantas apostasías silenciosas de cristianos que se autodefinen como no practicantes, ello se debe, en gran parte a su alejamiento de Nuestra Señora hasta verse atrapados en un materialismo práctico que a pesar de sus continuos disfraces siempre se reduce a férrea dictadura de las tres concupiscencias: ansias desordenadas de placer, poseer y poder. Nuestra histórica Cofradía de la Virgen de la Capilla ha de plantearse con la más exigente seriedad como formar más y más a todos sus cofrades a fin de entender y vivir con perseverante coherencia cuál ha de ser, en las presentes circunstancias el oportuno compromiso apostólico. No valen ya cómodas evasivas ni fútiles pretextos. No sirven ya los tonos grises de conductas mediocres, ni la crónica cobardía de los que quieren dar la cara, como testigos de Jesucristo. Nuestra Madre, Reina y Patrona de Jaén, la Santísima Virgen de la Capilla, reclama dulcemente de nosotros algo más que puede cifrarse en la fidelidad a las promesas de nuestro bautismo. Ahí se resume todo. Procuremos fomentar en nosotros la contemplación amorosa de las maravillas que Dios ha obrado en su santa Madre como Ella proclamó en el Cántico del Magníficat (Le 1,49. Sin olvidar en ningún momento que -como enseñó el sabio pontífice pablo VI- que el conocimiento de la verdadera doctrina católica sobre María será siempre la llave de la exacta comprensión del misterio de Cristo y de la Iglesia.
A Nuestra Señora de la Capilla, Madre, Reina y Patrona de Jaén Concepción Agustino Rueda.
Una Capilla, no basta, Virgen mía, para acogerte a Ti, pleno universo; para abrazarte a Ti, no basta el Cielo, porque eres Tu, cercana lejanía. Un trono, no basta, Reina mía, para encumbrar tu gloria inmaculada, ni corona que sea tan preciada, para realzar tu limpia faz divina. Un manto, no basta, Rosa mía, para cubrir figura tan galana, ni basta saya de oro y filigrana, para besar tu piel de nácar fina. Un corazón, no basta, Madre mía, para amarte a Ti, gracia infinita, basta que, en tus manos, nuestra vida brille con la luz de tu sonrisa. Te basta a Ti, sentir el alma mía, abrirse al fulgor de tu mirada, te basta mi amor, junto a tu alma, ofrecido, en silencio, cada día. Te basta que este pueblo, el elegido, que aquella noche, de favor tan alto, fue tapiz celestial para tus pasos, sea, de tus huellas, peregrino.
Una noche soñé que los ciudadanos de Jaén, protagonizaban una manifestación. Cada uno de ellos, portaba una pancarta en la que se leía una alabanza, súplica o plegaria, dirigidas a la Virgen María. Inmediatamente, imaginé que se trataba de una manifestación en acción de gracias, por la ayuda poderosa y especial protección de la Virgen a nuestra ciudad, cuando más las necesitaba, aquel lejano 11 de Junio de 1.430, en su glorioso descenso, siendo este hecho sobrenatural suficiente y realmente demostrado. Consideremos, respecto al mismo, que, además del tantas veces admirado, pergamino auténtico, en que se contiene intacta la declaración completa que, ante el Provisor del Obispado, D. Juan Rodríguez de Villalpando, prestaron los videntes del prodigio, y que se guarda en el Archivo Parroquial de San Ildefonso, existe un Estatuto de 1553, hallado en el Archivo de la Santa Iglesia Catedral, en que se declara:”Hay testimonio verdadero e auténtico haber venido nuestra señora personalmente acompañada de la corte celestial en procesión, saliendo de la iglesia mayor (la actual Catedral ), hasta la capilla de santo Ildefonso, donde se tiene gran devoción el día de hoy”. De este Estatuto, recibí fotocopia de mi amigo, conocido investigador y escritor, Eduardo Escalona Molina. También haré mención aquí del “Memorial del descenso de la Virgen,” de 1639, del licenciado Antonio Becerra, que fue párroco de San Ildefonso y Capellán y Mayordomo del Santuario de Nuestra Señora de la Capilla durante muchos años; “Memorial,” según dice él mismo: “Sacado de papeles antiguos, de testimonios de personas de todo criterio, y de la común tradición de la ciudad.” En él, refiriéndose “ al favor que de la Virgen recibe esta ciudad, “ escribe: “Y no solo fue tomar la posesión de este sitio lo que la Virgen Santísi-
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una íntima manifestación
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ma hizo con tan solemne Procesión, sino dar también a esta nobilísima Ciudad, un empeño grande de su amor, y un seguro cierto de su protección y amparo”. “Porque de esta visita, y paseo que la Santísima Virgen hizo por las calles de esta Ciudad, quedó toda ella consagrada por suya, favorecida y privilegiada como tal, y no menos obligada a la devoción y culto de su Soberana Señora”. En este” Memorial”, escribe también de: “Los continuos beneficios que de su Santísima Imagen, reciben, no solo los naturales, sino los forasteros de este Obispado, de que he sido testigo, con la asistencia continua de veinte años”. Asimismo, existen unas Actas Capitulares de los años 1764-1765, en que aparece: “De la Ciudad, para la fiesta y Procesión general de la Rogativa a Nuestra Señora de la Capilla por las lluvias”; procesionándola también en otra ocasión, para rogar por la salud de Rey de España y por otras razones dirigidas al bien común de esta ciudad. En el año 1804 fue procesionada Nuestra Señora de la Capilla, junto a Nuestro Padre Jesús Nazareno, en rogativas, con motivo de “el conflicto en que se haya este Pueblo por el grande y próximo peligro del contagio de la enfermedad que se padece en la Ciudad y pueblos de Málaga y otras poblaciones inmediatas”. También, con motivo de la visita de la reina Isabel II a Jaén, en 1862, se trajeron las imágenes de Nuestra Patrona y de Nuestro Padre Jesús Nazareno, a la Santa Iglesia, para ser veneradas S. M. y Real familia. Estas informaciones, me fueron ofrecidas, igualmente, por mi amigo Eduardo Escalona, junto a muchas otras, fruto de su labor investigadora, que tratan de diversos temas religiosos.
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Volviendo a mi sueño, era evidente, que la ciudadanía, palabra tan en boga hoy día, declaraba así la veracidad y trascendencia de este milagro. Sin duda,
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yo estaba presenciando un cortejo procesional, en que Nuestra Señora no caminaba físicamente por las calles, sino que lo hacía en el corazón de cada uno de los que lo componían. Esta era la ciudadanía que Ella promovió con su descenso y que desea fervientemente. Una ciudadanía para el Cielo. No había dolor ni desaliento en los rostros, sino alegría, ilusión y esperanza. La Virgen los acompañaba con su Hijo Jesús, recordándoles que El, en su edad adulta, cuando anunciaba el Reino de Dios, manifestó: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”. “No tengáis miedo”. “Yo estaré con vosotros, todos los días, hasta el fin del mundo”, y que en la cruz nos la dio como Madre y compañera en nuestro caminar. Al despertar, consideré que es justo y es también necesario que la Virgen María, bajo la advocación de la Capilla, Patrona principal de la ciudad, desde 1950, reciba por parte de todos los jiennenses, una notoria manifestación de amor, agradecimiento y alabanza por su auxilio a nuestra ciudad, que fue tocada por la mano misericordiosa de Dios, que está siempre al lado del que sufre, del débil y desvalido, del que le implora, siendo Nuestra Señora, una vez más, Madre de amor in cansable, intercesión efectiva y consuelo sin límites, en su descenso. Entiendo que ha de ser la nuestra, una manifestación sincera del corazón de cada hombre, mujer y niño de Jaén. Que ha de ser un convencimiento íntimo y definitivo de que el camino a seguir hacía la felicidad que anhelamos, nos lo marcó Cristo, con la ayuda de su Madre y Madre nuestra, la Virgen María. El, enarbolando la bandera del amor, la justicia y la paz, “pasó por el mundo haciendo el bién”.¿Haremos nosotros otro tanto, con su ayuda?.
LA OLVIDADA COFRADIA MADRILEÑA DE LA VIRGEN DE LA CAPILLA Manuel López Pérez.
Entre los proyectos de índole socio-religiosa tristemente malogrados por causa de nuestra crónica apatía e individualismo, está el de la Cofradía que en Madrid intentó aglutinar los fervores de la nutrida colonia giennense residenciada en la capital de España, supliendo a una fallida “Casa de Jaén”, proyecto cuya memoria consideramos oportuno recuperar en estas páginas, para recuerdo de algunos y conocimiento de muchos.
secuelas, llevarían a Madrid auténticas oleadas de giennenses, de forma tal que en la década 1940-1950 la colonia giennense en la capital la constituían varios miles de familias.
Jaén siempre fue tierra dada a la diáspora y la emigración. Nuestro crónico olvido y abandono, la carencia de un tejido industrial que ofreciera puestos de trabajo y las escasas posibilidades de desarrollo personal o profesional que por aquí se ofrecían, motivaron, desde muy antiguo, que fueran muchas las familias que buscaran en la Villa y Corte madrileña más diáfanos horizontes.
Luego, cuando el ocaso de la monarquía de don Alfonso XIII y la instauración de la II República dieron lugar a enconados enfrentamientos ideológicos, hubo muchos giennenses que previsoramente trasladaron su residencia a Madrid, pensando que en una ciudad tan bulliciosa y cosmopolita podrían pasar desapercibidos y libres de provincianos seguimientos y contiendas. Después, la incivil guerra que padecimos y sus penosas
Uno de los que arribó de esta forma a Madrid, fue el periodista don Vicente Montuno Morente (1892-1975), sin duda el máximo impulsor del culto y devoción a la Virgen de la Capilla. Montuno Morente era persona de nítida ideología conservadora y reconocida religiosidad, que durante varios años dirigió el periódico “El Pueblo Católico”, tarea que compaginaba con su actividad como funcionario municipal en la sección de Pósitos. Esa dedicación al periodismo hizo que a partir de 1931 fuese objeto de amenazas y acosos, por lo que decidió trasladar su residencia a Madrid, donde se dedicó silenciosamente a su actividad profesional hasta su jubilación.
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En la segunda mitad del siglo XIX serían bastantes los giennenses que en Madrid consiguieron ocupar puestos destacados en muy distintos ambientes, lo que provocó un intenso “efecto llamada” que, sobre todo en los años de 1875-1920, llevó a la capital de España a muchos hijos de Jaén, que se integraron de tal forma en la sociedad madrileña, que algunos –caso de Joaquín Ruiz Jiménez y José del Prado y Palacio- llegarían a ostentar el Gobierno Civil y la Alcaldía de Madrid.
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Hombre inquieto, emprendedor y jaenés de nacimiento y convicciones, uno de sus más decididos empeños fue aglutinar a la colonia jaenera para que la obligada ausencia del solar nativo no marchitara recuerdos y vivencias, ni acrecentara las distancias. Y para ello, escogió, como motivo y gozne de unión, a la Virgen de la Capilla, iniciando desde su domicilio en la calle Lista, -au-
la Torre y Torres; don Antonio de la Cuadra y Cuadra; el catedrático don Angel Cruz Rueda y en la que él que actuaba de secretario y animador. La “delegación”, que a su vez se consideraba “Delegación de la Real Cofradía de Nª Sª de la Capilla”, contaba con el decidido apoyo del obispo de Madrid Dr. D. Leopoldo Eijo Garay, que por haber sido canónigo Magistral en Jaén, sentía especial afecto
Solicitud de ingreso en la cofradía
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téntico “Consulado de Jaén”- una tenaz campaña para divulgar y materializar sus propósitos.
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Así, inicialmente, creó una delegación de la “Junta Organizadora de los Años Jubilares de Nª Sª de la Capilla”, compuesta por don Andrés Trillo Marín, baezano, canónigo en Madrid; don Lorenzo de Llauder y Bonilla, Marqués del Valle de Rivas, auténtico patriarca de la colonia giennense; don José Illana Samaniego; don Francisco de
por nuestras cosas. Este grupo consiguió que con motivo de los Años Jubilares de 1944-1945 y 1950-1951, se celebrasen en Madrid diversos actos, religiosos y culturales, que propiciaron gratos momentos de encuentro y un colectivo deseo de promover, con metódica periodicidad, otros encuentros y actividades. Los contactos mantenidos a lo largo del año 1952
para concretar la forma de participación en la prevista re-coronación de la Virgen de la Capilla, que tendría lugar el 11 de junio de 1953, trajeron consigo la iniciativa de fundar una cofradía, que como complemento a la entonces recién creada “Casa de Jaén”, mantuviera vivas, pese a la distancia, nuestras más entrañable tradiciones religiosas. De esta forma, el 3 de febrero de 1954 nacía la “Cofradía del Santo Rostro, N. P. Jesús Nazareno y Nª Sª de la Capilla”, que quedaría establecida en la Catedral de San Isidro, de la madrileña Calle Toledo. Y el 3 de junio siguiente, se celebraba la primera Junta General en la que se dieron a conocer los Estatutos y se eligió la primera Junta de Gobierno que se constituyó asi: Hermano Mayor, don José Illana Samaniego. Teniente de Hermano Mayor, don León Muñoz-Cobo y Esteban. Consejeros: don Lorenzo de Llauder y Bonilla y don Ángel Cruz Rueda. Vocales, don Luis Muñoz-Cobo Arredondo, don Gregorio Prieto Capón, don Miguel Mesa Gutiérrez, don Antonio de la Cuadra Cuadra y don Francisco de la Torre Torres. Secretario General, don Vicente Montuno Morente.
Tesorero, don Enrique Bago Bonilla. Vicetesorero, don José Fernández Coello de Portugal Contador, don Celedonio Carrasco Rodríguez. Vicecontador, don José Escalona Nicás. También se creó una “Junta de Patronato” de la que formaban parte algunas personalidades oriundas de Jaén y una “Junta de Damas” a la que se encomendó la vocalía de caridad. Para afianzar el proyecto, en 27 de abril de 1954 se había aprobado la constitución y estatutos de la Cofradía, a efectos civiles, por el Ministerio de la Gobernación y el 11 de marzo de 1955 el obispo de Jaén don Félix Romero Mengíbar también procedía a su aprobación. La actividad de la Cofradía fue muy intensa en sus primeros años. Cada año, en el mes de noviembre,
celebraba un triduo que culminaba con una fiesta solemne y una misa en sufragio de los cofrades fallecidos, añadiendo también una “comida de hermandad” que congregaba a muchos hijos de Jaén. Discretamente se atendía a los paisanos menesterosos de la colonia del “Pozo del Tío Raimundo”. Y mensualmente se celebraba una misa que servía de punto de encuentro para muchos paisanos. En 1959, fue renovada la Junta de Gobierno, quedando con la siguiente composición: Hermano Mayor, don Genaro Navarro López. Teniente de Hermano Mayor don Miguel Mesa Gutiérrez. Consejeros, don José Illana Samaniego y don José Escalona Nicás. Vocales, don Gregorio Prieto Capón, don Luis E. Muñoz-Cobo Garrido, don Antonio de la Cuadra y Cuadra, don Francisco de la Torre y Torres y don Celedo-
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Vicesecretarios, don Carlos Poveda Castroverde y don Rafael Ortega Sagrista.
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nio Carrasco Rodríguez. Tesorero, don José Rodríguez del Rincón. Vicetesorero, don Antonio Garrido Robles Contador don Manuel Montero Solá. Vicecontador, don Jerónimo Izquierdo López Secretario General, don Vicente Montuno Morente. Vicesecretarios, don José Navarro López y don Juan Antonio Alba Navarro. Coincidiendo con esta renovación, se decidió trasladar la sede a la parroquia de Nª Sª del Pilar, en la Calle Conde de Peñalver, 53. Y se adoptaron novedosas iniciativas, como la publicación de un boletín informativo, la designación de una “camarera” en la persona de Dª Matilde Ruiz López y la apertura de una suscripción para conseguir un altar propio.
Rostro, Virgen de la Capilla y N. P. Jesús Nazareno. Allí, el 4 de octubre de 1967, se tuvo la inmensa alegría de recibir a la imagen de la Virgen de la Capilla que regresaba a Jaén acompañada de su Cofradía y de la Corporación Municipal, tras una entusiasta peregrinación que la llevó a Valencia, Zaragoza y Lérida, con cuyo motivo durante los días 4 y 5 se celebraron algunos actos que estuvieron muy concurridos. Pero el desánimo seguía cundiendo. En un intento de reactivar sus proyectos, en 22 de febrero de 1970 se reorganizó la Junta de Gobierno, que quedó con esta composición:
En 1961, ante la celebración del III Año Jubilar de la Virgen de la Capilla, la Cofradía quiso hacerse presente en los actos celebrados en Jaén y a tal efecto se encargó la acuñación de medallas y el bordado de un bello estandarte, que se bendijo el 7 de junio y que presidió la comisión desplazada a Jaén.
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En 1962, la Cofradía pasó a la nueva parroquia de Nª Sª del Pilar, abierta en la calle Juan Bravo, 42 donde se le facilitó un altar. Pero ya empezaron a surgir atisbos de desánimo. Muchos de los cofrades fundadores no podían asistir a los actos por su avanzada edad; bastantes empezaron a fallecer… y de los dos centenares de cofrades, apenas un 25 % tenía la condición de “cofrade activo”.
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Por eso, buscando mayor comodidad para los asociados, la cofradía trasladó su sede, en 11 de octubre de 1965, a la céntrica parroquia de San Ginés, en la calle Arenal, donde se le facilitó la primera capilla de la nave del Evangelio, que fue inaugurada en una solemne fiesta el 11 de diciembre y donde se colocó un sugerente retablotríptico obra de los artistas ubetenses Ramón Cuadra y Marcelo Góngora, que recogía las imágenes del Santo
Estandarte de la cofradía madrileña
Teniente de Hermano Mayor don Manuel Montero Solá. Consejero, don Miguel Mesa Gutiérrez. Vocales, don Antonio de la Cuadra de la Cuadra, don Luis Enrique Muñoz-Cobo Garrido, don Antonio Garrido Robles, don Joaquín García Navas y don Juan Antonio Alba Navarro. Secretario, don Vicente Montuno Morente Se decidió entonces, que el día 11 de cada mes fuese considerado “día de la Cofradía”, celebrándose en él cultos dedicados a la Virgen de la Capilla. Igualmente se estableció que el 11 de marzo se hiciera una fiesta al Santo Rostro, el 11 de mayo a N. P. Jesús y el 11 de junio a la Virgen de la Capilla. Y con una eficaz gestión ante la Junta Municipal del Distrito Tetuán-Fuencarral, en 30 de noviembre de 1971, se consiguió que el Ayuntamiento de Madrid impusiera el nombre de “Plaza de la Virgen de la Capilla” a un espacio urbano del Barrio del Pilar, próximo a la Avenida de Herrera Oria, donde precisamente tenía su nuevo domicilio don Vicente Montuno Morente. Apoyándose en este emotivo logro, en 11 de diciembre, tras la fiesta mensual, hubo un acto en que se entregaron nombramientos de “Cofrades de Honor” a
treinta y ocho personalidades de la vida pública relacionados con Jaén, buscando, infructuosamente, su apoyo. El delicado estado de salud de Montuno Morente –fallecería el 18 de febrero de 1975- hizo que se suspendiese la publicación del boletín. Llegó entonces como secretario el periodista Fausto Fernández de Moya que con su característica vehemencia inició una ambiciosa campaña para captar cofrades y en el mes de julio de 1976 promovió una ilusionada actuación en prensa y radio, que apenas si encontró eco. Serían ya los estertores del ocaso. Porque nadie cogió el testigo de sus fundadores. Sus descendientes, casi todos madrileños de nacimiento, no encontraron aliciente en esta provinciana cofradía y poco a poco, a medida que los viejos cofrades fueron desapareciendo, la Cofradía fue languideció hasta extinguirse con más pena que gloria. La muerte de su Hermano Mayor, Genaro Navarro López en 25 de febrero de 1977 podría punto final a esta singular cofradía. Una gestión personal del recordado Juan Ayala, consiguió que el estandarte y las medallas pasaran a engrosar los fondos de la CasaMuseo “Virgen de la Capilla”. Hoy de su largo y fructífero historial solo quedan recuerdos. Y la desazón de no haber sabido mantener un proyecto que supo paliar el escozor de la ausencia y la nostalgia de muchos hijos de Jaén.
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Hermano Mayor, don Genaro Navarro López.
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Retablo que la cofradía colocó en la iglesia de San Ginés, en la calle Arenal, de Madrid, donde tuvo su sede.
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Tabla de cultos
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BoletĂn informativo
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María en la Literatura española Ernesto Medina Cruz.
El amor a María ha despertado a lo largo de los siglos una enorme profusión de obras en todos los aspectos del arte: Arquitectura, Escultura, Pintura, Música o Literatura. Hoy nos queremos centrar en este último aspecto haciendo un recorrido, siquiera sea somero, de cuanto en honor a María se ha escrito, centrándonos, especialmente, en la literatura española.
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Hay que hacer, en primer lugar, especial mención de una serie de instituciones e iniciativas marianas, que aunque dimanen del pasado Siglo, su preparación podemos retrotraerla hasta la definición en 1854 del dogma de la Inmaculada y aún de otros hechos marianos de ese mismo siglo XIX.
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Capilla, siendo hermano mayor D. Francisco González Quero y secretario D. Juan Ayala Martínez, a cuyo efecto y por suscripción popular se adquirió el piso donde actualmente se ubican tanto la Academia como la sede de la Cofradía. Mas centrémonos en la literatura española, que, entre las literaturas occidentales es, sin duda, la única que conserva a través de todo su desarrollo un aspecto constantemente religioso. Mantiene, desde sus orígenes el elemento religioso y divino que ha sido la fuente de la que han brotado numerosas composiciones, que aunque puedan pecar en algún periodo un cierto manierismo, en gran parte fueron expresión de una sincera espiritualidad, naciendo así la obra de arte, válida bajo todos sus aspectos. La presencia del espíritu religioso y sagrado es debida a una serie de circunstancias entre las que destacan la larga lucha de la Reconquista y, una vez finalizada ésta, el descubrimiento de América y su evangelización.
Sin duda, para el estudio y la cultura mariana nacen las academias y sociedades marianas o mariológicas y otros institutos o centros afines. Como principales “Sociedades Mariológicas” tenemos la Pontificia Academia de la Inmaculada en Roma que es la mas antigua, ya que fue fundada en 1835, o la Academia Bibliográfico Mariana, de Lérida, fundada en 1862. Es extensa la obra de esta última Academia, puesto que además de haber publicado varios centenares de obras (con varios millones de ejemplares), cuenta con un museo numismático de más de 2.000 piezas y contaba con una biblioteca de más de 8.000 volúmenes; decimos contaba porque fue dañada gravemente en la guerra civil, aunque resurgió perfectamente. Siguen otra serie de sociedades entre las que cabe destacar la Sociedad Mariológica Española, instituida en el Congreso Nacional Mariano de Zaragoza de 1940.
Son los juglares y trovadores los que muy pronto cantan a la Virgen María. Ya desde el Poema de Mío Cid encontramos muy viva la presencia de María en la poesía épica: “ … que me valgan tus auxilios, gloriosa Santa María”. Sigue después el Livre dels 3 reys d’Orient, de finales del siglo XII o a comienzos del XIII, en el que el canto a Nuestra Señora adquiere formas cada vez más definidas. En este libro se canta la Virgen en su piedad, amorosa y compasiva, milagrosa Señora que devuelve la salud al hijo del Buen Ladrón por compasión a su madre.
Por influencia de la Academia de Lérida y a raíz de la peregrinación de la Virgen de la Capilla a esa ciudad, la Junta de Gobierno de nuestra Patrona decidió poner en marcha la Academia Bibliográfico-Mariana Virgen de la
Al surgir la poesía más culta, la del Mester de Clerecía, aparece la figura de Gonzalo de Berceo, que hace de la Virgen el tema constante de su canto, como así lo atestiguan los título de los poemas que le dedica: Loores
Otro poeta del Mester de Clerecía, es Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, que en su Libro del Buen Amor, junto a los cantos que celebran el amor y el pecado, se intercalan himnos sinceros e inspirados a la Virgen a la que llama “flor de las flores”. El pecador se humilla ante Ella para solicitar su ayuda y la llama con los nombres más dulces: “Estrella del mar, puerto de folgura, de dolor cumplido e tristura, venme librar e confortar, Señora del altura”
Como último representante del Mester de Clerecía, tenemos a Pero López de Ayala, que en su Rimado de Palacio, hace una severa sátira de las costumbres de su tiempo. En la celda donde las veleidades reales y la envidia lo han encerrado, eleva a la Virgen de Montserrat su súplica de ayuda: “Líbrame de esta angostura, que tengo gran tristura en esta tribulación.”
La época de estos tres representantes del Mester de Clerecía, quizá sea la más sincera y grande del culto
mariano en la literatura española. A finales del siglo XIV y en el siglo XV, la poesía tiende hacia un mayor virtuosismo lírico, y el tema mariano queda bastante reducido. Ello no obstante, la figura de la Virgen María surge con relieve en la dramática y así Gómez Manrique la incorpora en la Representación del Nacimiento de Nuestro Señor; pero donde adquiere mayor dramaticidad es en las breves escenas de la Semana Santa. En la Lamentación de la Virgen, el dolor de María se equipara con el dolor del universo. Aparecen también una serie de dramaturgos en los que los argumentos de la Pasión y de la Navidad son tratados en, églogas y en autos por una serie de escritores entre los que destacan: Juan del Encina, Gil Vicente, Bartolomé de Torres Naharro, fray Iñigo de Mendoza (que en la Vita Cristo por coplas canta el misterio de la Inmaculada Concepción); igualmente en la Lamentación por la Quinta Angustia, en que María tiene a Jesús en sus brazos, ofrece un gran dramatismo. El más inspirado representante de esta época es fray Ambrosio de Montesinos, que, en su Cancionero de diversas obras de nuevo trobadas, logra una maravillosa finura de acentos al describir la figura de María cuando va a visitar a Santa Isabel. En el Siglo de Oro de la Literatura Española, fray Luis de León, en la Canción a la Virgen, canta a la Virgen María, Madre de luz, clarísima estrella, Inmaculada Virgen. Para él, la Virgen María es su espejo maravilloso y puro: “Virgen del sol vestida, de luces eternales coronada, que huellas con divinos pies la luna”
La contempla como victoriosa del pecado, socorro y esperanza y nuevamente Inmaculada: “Virgen no inficionada de la común mancilla y mal primero que al humano linaje contamina”
Miguel de Cervantes, el gran genio de la literatura española, la ensalza con bellas octavas en el Persiles, y de-
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de Nuestra Señora, Milagros de Nuestra Señora y Duelo que fizo la Virgen el día de la Pasión de su fijo. Los Loores son un poema prosaico, en cambio el Duelo tiene momentos de intensa emoción en el canto de dolor de María. Es, por excelencia, la obra de más valor de Gonzalo de Berceo, los Milagros de Nuestra Señora, inspirada en los Mariales latinos tan en boga en los siglos XI y XII, obra fresca y viva con una fe espontánea e ingenua. Milagros sencillísimos que tienden a poner de manifiesto la bondad y la conveniencia de la devoción a Nuestra Señora que siempre interviene en el peligro y en la muerte para salvar a su devoto. Con candor la proclama “sumo refugio de los pecadores”, “que por los pecadores ora noche y día”, “eterna salud nuestra”, “de cuerpos y de almas salud y medicina”. Leyendo a Berceo vemos que se mueve “entre cándidas flores de inocencia primitiva”, siendo su visión de la Virgen un goce perfecto del espíritu.
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muestra su devoción mariana en el drama Los baños de Argel. Hemos de tener en cuenta, además, que Cervantes está considerado como el primer cronista de la Romería de la Virgen de la Cabeza en Sierra Morena. Existen referencias a María en diversos poemas épicos, como en La Araucana, de Alonso de Ercilla Lope de Vega, la ve como Reina de la naturaleza, siendo el canto a María una constante en su obra, como así lo atestiguan los Pastores de Belén, Rimas sacras, el Peregrino en su Patria, etc. La exalta en su dolor de Madre en Al Entierro de Cristo, siendo patética la descripción de María que abraza y besa el cuerpo de su Hijo muerto, al tiempo que reafirma el origen Inmaculado “Fue del Espíritu Santo mi virgen vientre cubierto, para que estando a su sombra sufriese sol tan inmenso”
Luis de Góngora, máximo exponente de la poesía barroca, canta la figura de María, pero con su peculiar estilo barroco y un juego de concepto farragoso. La canta en un hermoso villancico cuyo estribillo dice: “Caído se le ha un clavel hoy a la aurora del seno; ¡qué glorioso que está el heno, porque ha caido sobre él!”
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En el teatro resaltan Juan Ruiz de Alarcón y, especialmente, Tirso de Molina con sus obras, entre otras muchas, La Reina de los Reyes, El condenado por desconfiado, o La Madrina del Cielo. Pero el mayor representante del teatro barroco y conceptista es, sin duda alguna, Calderón de la Barca. Como expresión perfecta del espíritu
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de la Contrarreforma, el elemento religioso predomina en la ortodoxia de su catolicismo. La figura de la Virgen está presente en sus dramas, tanto en los especialmente dedicados a Ella: el auto Nuestro Corazón a María, como en escenas de otros dramas: La Hidalga del Valle. De los 77 autos que se conocen de este autor, seis son totalmente concepcionistas y en los restantes hasta 72 veces se hace mención del misterio de la Inmaculada Concepción. Pero, además, la Virgen está presente en infinitos sonetos que cantan siempre a la Inmaculada Concepción. Este misterio de la Inmaculada aparece también en Rojas Zorrilla en su obra La Virgen de Atocha, o en Agustín Moreto que la canta en La gran Casa de Austria y La virgen del Pilar. En la prosa del siglo XVII, abunda el tema mariano, pudiéndose encontrar elementos marianos incluso en la novela picaresca, como en el Guzmán de Alfarache, de Mateo Alemán, o en Marcos de Obregón, de Vicente Espinel y, sobre todo en la picaresca moralizante de Francisco Santos. Por último, en el romance histórico aparecen escenas marianas en las Guerras Civiles de Granada, de Ginés Pérez de Hita. Es hora de finalizar estas pinceladas sobre la figura de María en la Literatura Española, quedándonos por efectuar una panorámica que abarque desde el Siglo XVIII hasta nuestros días, con inclusión de lo relacionado con nuestra venerada Virgen de la Capilla, Patrona Principal y Alcaldesa Mayor de la ciudad de Jaén, por la que todo el pueblo de Jaén siente especial devoción y a la que van dedicados estos sencillos versos:: ¡Oh, Virgen de la Capilla!, que de Jaén eres guarda, pon de tu amor la semilla en el alma atribulada
Diez años de “el descenso” Antonio Carrascosa Anguita.
La esperanza de vida de un ciudadano español es, actualmente, de unas ocho décadas. Los más afortunados pueden vivir nueve o diez décadas a lo sumo. Éstas aseveraciones, apoyadas en datos estadísticos, me permiten establecer el siguiente silogismo: una década es mucho en la vida de una persona.
Cuando tomé posesión, en Mayo del 97, de mi cargo como hermano mayor de la Cofradía, uno de los primeros proyectos donde me puse a trabajar fue en la publicación de una revista que informara detalladamente todo lo concerniente a la vida cofrade y del trabajo de la nueva Junta de Gobierno. Reuní en la biblioteca de la Academia Bibliográfica Mariana a su director, don Manuel López Pérez, al académico don Isidoro Lara MartínPortugués y al cofrade don Joaquín Sánchez Estrella y les propuse mi idea a la vez que les pedí su colaboración. Apoyaron totalmente el proyecto y de aquella reunión salió la decisión de editar la revista y el título como se la iba a conocer: “El Descenso”. De la parte literaria y fotográfica se iban a encargar los anteriormente citados que, a su vez, invitarían a los demás académicos a publicar sus escritos. La revista la diseñaría e imprimiría Grafiranzo que más tarde pasó a llamarse Doble A. Elegimos un formato que fuera fácilmente encuadernable. El diseño de la portada conseguí que lo hiciera, desinteresadamen-
te, el conocido pintor y escultor Antonio Blanca Torres. Tenía todo para realizar el proyecto pero faltaba la dotación económica. Con el apoyo de don Ángel Pablo Ruiz, hoy director provincial de Cajasur, me entrevisté con el entonces director don Cristóbal Cobo pidiéndole ayuda económica. Por indicación de éste me dirigí al director general de la entidad cordobesa, don Miguel Castillejo que, después de revisado mi proyecto, aprobó la subvención de la revista con una estimable cantidad económica. Con todo a nuestro favor, nos pusimos manos a la obra y a los ocho meses de mi nombramiento salía el número 1 de la revista “El Descenso”. Los dos primeros años se publicó cada seis meses pero, a partir del número 5, por razones económicas y de contenido pasó a editarse una vez al año. Hoy sigue vivo el espíritu con que fue ideada “El Descenso”. Gracias a la revista todos los cofrades conocen el trabajo de la Junta de Gobierno, los actos cultuales y culturales que organiza la cofradía, las últimas publicaciones de los colaboradores literarios y todos los acontecimientos que suceden alrededor de nuestra Patrona y su cofradía. Que sea por mucho tiempo. ¡ Feliz cumpleaños!
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El pasado 29 de Enero se cumplió el décimo aniversario de la presentación del número 1 de la revista “El Descenso”. Como promotor de la idea me llena de satisfacción que, una década después, tengas en tus manos un nuevo ejemplar correspondiente a este año. A continuación contaré sucintamente como nació esta revista.
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LAS REFERENCIAS MARIANAS GIENNENSES Francisco Juan Martínez Rojas
LAS REFERENCIAS MARIANAS GIENNENSES Y A LA STMA. VIRGEN DE LA CAPILLA EN LOS INFORMES DE LOS OBISPOS DE JAÉN A LA SANTA SEDE (VISITAS AD LIMINA APOSTOLORUM) La visita de los Obispos a Roma, a las tumbas de los Apóstoles (ad limina Apostolorum) tenía una tradición que arrancaba del medievo, pero fue en el contexto de la obra reformadora católica del s. XVI cuando conoció una revitalización que le imprimió las características que perduran hasta hoy1.
EL DESCENSO
Con la publicación de la constitución apostólica Romanus Pontifex, del Papa Sixto V, el 20 de diciembre de 1585, se estableció la obligatoriedad de la visita quinquenal de los Obispos a la Santa Sede, con la exigencia de que presentasen también un informe escrito exponiendo la situación de la Diócesis. Este informe, que debía ser entregado a la Congregación del Concilio, recibía una ulterior respuesta de este dicasterio romano, con algunas indicaciones para el gobierno pastoral del Obispado, a partir de los datos que cada prelado ofrecía en su informe. En estos documentos podían tener cabida, lógicamente, referencias a la devoción mariana del pueblo y a las principales advocaciones de la Virgen que existiesen en cada Iglesia particular, por lo que constituyen una fuente imprescindible para esbozar la historia mariana de cada Diócesis.
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El primer informe de la visita ad limina presentada por un Obispo de Jaén fue el enviado por D. Francisco Sarmiento de Mendoza, a través de su procurador, en 1589. En este primer documento, el Obispo Sarmiento, 1
Cf. F. J. MARTÍNEZ ROJAS, La Diócesis de Jaén según las “relationes” de las visitas “ad Limina” del Obispo Sarmiento de Mendoza (1589 y 1594) (Roma 1986) 12-31.
aparte de describir minuciosamente las distintas entidades eclesiásticas presentes en la Diócesis del Santo Reino, ofrece igualmente el nombre de las distintas ermitas existentes en los pueblos y ciudades del obispado de Jaén2. Las ermitas y santuarios marianos elencados por el Obispo Sarmiento en su informe son los siguientes: El número total de ermitas que enumera el informe de 1589 asciende a 150. De esta suma, 124 edificios están bajo una advocación no mariana (77%) frente a los 37 apenas enumerados, que representan el 23% del total. En 1594, el Obispo Sarmiento presentó un segundo informe, en el que de nuevo hizo referencia a las ermitas, pero citando sólo el número existente en cada localidad, sin especificar su titularidad. La suma total asciende a 162, sin que podamos saber cuántas de estas 12 nuevas ermitas y santuarios estarían dedicados a la Virgen. Durante los siglos XVII-XVIII los Obispos de Jaén continuaron enviando periódicamente sus informes, en los que pasaron a ser habituales las noticias de tipo mariano que los prelados juzgaban más interesantes. Así, en el informe que el Cardenal D. Baltasar de Moscoso y Sandoval presentó en 1631, al reseñar las entidades más importantes de la capital de la Diócesis, el purpurado cita a la catedral, la Virgen de la Capilla y la Santa Capilla de San Andrés. Más adelante, también dedica una parte de su relación a la Virgen de la Cabeza3. En 1661, D. Fernando de Andrade y Castro abandona el tradicional latín de los informes para redactar su relación en español. Y, si bien hay cambio en el idio2
3
ARCHIVO SECRETO VATICANO, Sacrae Congregationis Concilii Relationes 364 (Dioecesis Giennensis), 90 v. – 93 r. Las poblaciones en mayúscula eran cabeza de arciprestazgo. IbÍd. 98 r. – v.; 101 r.
LOCALIDAD
TITULAR DE LA ERMITA
JAÉN
Sta. María de Consolación Sta. María la Blanca
Villardompardo Cazalilla La Guardia Pegalajar Alcaudete BAEZA
Ibros Vilches Baños Linares Bailén Recena Bedmar Huelma ÚBEDA
Sta. María de la Peña Sta. María de Atocha Sta. María de la Cruz Sta. María Coronada Sta. María La Fuensanta Sta. María del Valle Sta. María de Lorite La Madre de Dios Ntra. Sra de la Antigua Sta. María del Castillo Sta. María de la Encina Santa María Sta. María de Linarejos Sta. María del Rosal La Fuensanta Sta. María de Cuadros La Fuente Santa Sta. María de la Antigua La Madre de Dios Madre de Dios de Guadalupe
Sabiote Torreperogil Cabra ANDÚJAR
Sta. María del Gavillar Sta. María Sta. María Ntra. Sra del Rosario Sta. María de la Cabeza Sta. María de los Barrios Sta. María de los Santos
SANTISTEBAN Castellar
Ntra. Sra. del Rosario Sta. María del Egido Sta. María de la Estrella La Espinosa (Sta. María de Consolación)
EL DESCENSO
Arjonilla
Sta. María de Zocueca Sta. María del Val Rico La Concepción
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ma usado, se mantiene la continuidad al ofrecer referencias marianas sobre la Virgen de la Cabeza, la Santa Capilla de S. Andrés, y la Virgen de la Capilla4. Parecidos datos se repiten en el informe presentado por el Obispo D. Antonio Fernández del Campo Angulo y Velasco, en 1679. En 1685, fray Juan Asensio cumplía con la obligación prescrita por Sixto V justo un siglo antes, y enviaba a Roma por medio de un procurador un detallado informe de la Diócesis del Santo Reino. Este prelado, que con anterioridad había sido Presidente del Consejo de Castilla, y Obispo de Lugo y Ávila5, también remitió su relación en español, reiterando las ya conocidas referencias marianas. Al describir la ciudad de Jaén, se centra igualmente en la descripción de la Virgen de la Capilla y de la Santa Capilla de San Andrés:
EL DESCENSO
En la parroquia de S. Ildefonso se venera la imagen de la Virgen María nuestra señora con el título de la Cappilla [sic] de mucha antigüedad, donde se colocó por el milagro de aver favorecido a Jaén esta divina Señora paseando sus calles saliendo a media noche del día once de junio en procession de Angeles y cortesanos celestiales, desde la Iglesia Cathedral hasta esta parrochia [sic] donde cantaron maitines con musica y sonoras voces, experimentandose desde este tiempo felices sucesos en la defensa de los catolicos contra las correrias y hostilidades que hacían los mahometanos del Reino de Granada, de que consta por informaciones autenticas que estan en el Archivo de dicha Iglesia y en memoria deste prodigio todos los años el prelado con su cavildo y clero acompañados de la Justicia y regimiento ban en procession general a esta iglesia y celebran solemne fiesta en acimiento de gracias de tal beneficio y otros muchos que repetidamente en las aflicciones deste pueblo se an experimentado por la intercession de Nuestra Señora a ruegos y suplicas echas en esta santa imagen. […]
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En la parroquia de S. Andrés está la Cappilla de la Concepción de Nuestra Señora donde se celebran los oficios i horas canonicas por ocho cappellanes maiores i menores, musicos y otros ministros, 4 5
Ibid. 129 v. Cf. J. MONTIJANO CHICA, Historia de la Diócesis de Jaén y sus obispos (Jaén 1986) 161-162; F. J. MARTÍNEZ ROJAS, Noticias y documentos relativos a Jaén en el Archivo de la Nunciatura de Madrid, del Archivo Secreto Vaticano, en Boletín del Instituto de Estudios Giennenses nº 173 (1999) 359-360.
que con decencia asisten a el servicio del culto divino y esta fundacion tiene otras rentas i patronatos para casar doncellas, vestir pobres, pagar maestros que enseñan a leer y escribir i grammatica, y su gobierno corre por una cofradía de eclesiásticos y seculares, los más principales, i todos los años dan quenta de la administración que reciven el ordinario y un prevendado o capitular del cavildo de la cathedral, y reconocen como se cumple la voluntad del fundador6. Frente a sus predecesores, que no habían plasmado en sus informaciones reflejos de la devoción mariana de la ciudad de Baeza, el Obispo Asensio menciona a la patrona de la ciudad (Se venera en esta ciudad la imagen de Nuestra Señora del Alcaçar, titular de la colegial, antigua y devota). Y más adelante, aparece en el escrito la obligada alusión a la Virgen de la Cabeza: Tres leguas desta ciudad, en lo montuoso de Sierra Morena esta la hermita que llaman de Nuestra Señora de la Caveça donde la devocion christiana venera una santa imagen que se aparecio en aquel sitio, que la sirven seis cappellanes con estipendio competente teniendo su avitacion en casa contigua a la iglesia donde se celebran continuamente fiestas y novenarios en haçimientos de gracias de las muchas maravillas que Nuestro Señor a obrado en esta Señora y en especial concurren de toda España innumerables devotos el último domingo de Abril a la fiesta y proçession solemne que en este día se hace7. Esta misma tónica se mantiene a lo largo de toda la centuria siguiente, con algunas excepciones. En el informe presentado por D. Rodrigo Marín Rubio en 1721, el prelado da cuenta de la visita que ha realizado a la Santa Capilla de S. Andrés, que, según él, desde su erección no había recibido la visita personal de ningún Obispo8. El mismo D. Rodrigo, en la relación enviada en 1729, informa de las actividades pastorales de los padres oratorianos de Baeza, a los que él mismo había encargado de la dirección del Colegio Seminario de S. Felipe Neri. Y hace notar que todas estas actividades se desarrollaban en torno a la titular del templo donde ejercían su ministerio los oratorianos, la Virgen de los Dolores, que contaba con una cofradía que atendía su culto. En ese mismo 6 7 8
ARCHIVO SECRETO VATICANO, Sacrae Congregationis Concilii Relationes 364, 178 r. – v. Ibíd. 179 r., 180 r. – v. Ibíd. 211 v.
documento, el prelado pone de manifiesto las obras de ampliación que se habían llevado a cabo en el santuario de la Virgen de la Cabeza, donde había impuesto una especie de formación permanente para los capellanes, con lecciones de teología moral. Igualmente reseña la extensión de la devoción a la Virgen, que se manifestaba en las donaciones de lámparas de plata para su culto, y en los legados y mandas piadosas que llegaban al Cabezo desde América9. Finalmente, cuando ya declinaba el siglo y se presentía el fin de la edad moderna con la caída del llamado Antiguo Régimen, el Obispo D. Agustín Rubín de Ceballos envió su informe en 1790. Haciendo una pequeña historia de la Diócesis, señala con particular empeño la titularidad mariana de las catedrales de Jaén y Baeza, y ofrece una explicación: fue Fernando III, movido por su profunda piedad mariana, quien quiso tales advocaciones para los primeros templos de aquella Diócesis que él había reconquistado a los infieles y restaurado para la fe cristiana10. Ibíd. 225 r. – 227 r. Ibíd. 319 r.: Divus Ferdinandus III,, qui ob insignem suam in Deiparam Religionem et pietatem Beatiense templum patrocinii nomine mutato, Virgini Matri consecravit in Natalis eius celebritatem, et honorem, quemadmodum eidem Mariae Virgini in caelum sublatae Giennense quoque consecratum est.
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9 10
Al intentar hacer una recapitulación de todo lo expuesto salta a la vista una clara constatación. Las pinceladas marianas forman siempre parte del cúmulo de noticias que ofrecen los informes que los Obispos de Jaén han enviado a la Santa Sede a lo largo de los siglos XVI-XVIII. También es cierto que no existe uniformidad en todas las ocasiones. En las primeras relaciones se detecta una mayor libertad de los prelados para confeccionar estos documentos, mientras que a partir de principios del Setecientos, cuando se hace obligatorio confeccionar el informe según un cuestionario previo, las repeticiones se hacen más frecuentes, y por ello se pierde algo de la espontaneidad que pudieron tener los primeros testimonios episcopales. De todos modos, queda patente que los Obispos de Jaén se ciñeron tanto a la gran devoción mariana de la capital de la Diócesis (Virgen de la Capilla), como a las advocaciones de notable peso en el Obispado giennense (Virgen de la Cabeza).
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