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8 SEGUNDA ETAPA / Aテ前 2011
Nツコ 8 SEGUNDA ETAPA Aテ前 2011
El Descenso
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El Descenso Mayo 2011 8 - II ETAPA EL DESCENSO
NÚMERO
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CREDITOS EDITA: Ilustre, Pontificia y Real Cofradía de Nuestra Señora de la Capilla. www.virgendelacapilla.es CONSEJO RECTOR: José Humberto Montero Fernández. Manuel Rodríguez Chica. Esperanza Macarena Calatayud Chamorro. Rafael Cañada López. Mª Dolores Ocaña Tirado. Miguel A. Antón Carrillo de Albornoz. José Antonio Martín Illescas. Jesús Llopis Olivera. Juan Alfonso Almagro Chamorro. Mª del Carmen Ruiz Armenteros. Juan Francisco Abolafia Pérez. Mª del Carmen Aranda Cerezo. Juan Gómez Ojeda. Mª Dolores Cubillo Cobo. Alfredo Guzmán Mansilla. Antonio Martínez Nieto. DIRECTOR: Rafael Cañada López. CONSEJO DE REDACCIÓN: Mª Dolores Ocaña Tirado. Rafael Cañada López. José Humberto Montero Fernández. Esperanza Macarena Calatayud Chamorro. Antonio Martínez Nieto.
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FOTOGRAFÍAS: Archivo de la Cofradía. José Tomás García Rivera. José Manuel García Armenteros. Ramón Calatayud Lerma. Jesús López Aranda. Juan Almagro López. Aurora Cañada López.
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MAQUETACIÓN E IMPRESIÓN Gráficas La Paz de Torredonjimeno DEPÓSITO LEGAL: J - 271 - 2007
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Carta del Sr. Obispo de la Diócesis.
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Carta del Capellán de la Cofradía.
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Saluda de la Alcaldesa de la Ciudad.
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Carta del Hermano Mayor.
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VIDA COFRADE 2010 / 2011
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Mayo, mes de las flores.
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Recepción de la Imagen de la Virgen de la Capilla tras su restauración
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Eucaristía en Acción de Gracias
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Presentación del cartel y nuevo número de “El Descenso”.
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Pregón 2010 en honor a Ntra. Sra. de la Capilla.
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Novena 2010.
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Audiencia con el Sr. Obispo.
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La ciudad de Jaén honra a su patrona: Rosario San Bernabé, Misa Cabildos, Ofrenda Floral, Magna Procesión.
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Cena Benéfica.
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Conmemoración del Día de los Abuelos.
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Ofrenda del Real Jaén.
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Actos conmemorativos del 350 aniversario de la Dedicación de la Catedral.
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Nombramiento de Basílica menor a la parroquia de San Ildefonso.
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Inauguración del Belén.
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Salve Inmaculada.
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Comida de Navidad.
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Jura de nuevo miembro de la Junta de Gobierno y Camareras de Ntra. Sra. De la Capilla.
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Conferencia: “La Virgen de la Capilla y la Catedral: Tiempo e historia”
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Texto íntegro de la conferencia
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SUMARIO
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Entrega del Sello de Plata de la Ciudad a la Virgen de la Capilla.
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Retiro espirituales de cuaresma y adviento.
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La Imagen de Ntra. Sra. de la Capilla vuelve a su Camarín.
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Construcción del orfanato en la R. D. del Congo.
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Cruz de mayo 2011
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ACTUALIDAD 2011
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Antonio Garrido Gámez, Pregonero de la Virgen de la Capilla.
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Ilmo. Sr. D. Fco. J. Martínez Rojas, Predicador de la novena 2011
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Francisco Galiano Gómez, Pintor del cartel anunciador de las fiestas
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La Virgen de la Capilla en el Cupón de la ONCE
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Nuevas adquisiciones de la Cofradía
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La Cofradía recibe la Memoria Final de la Intervención sobre la Imagen de la Virgen de la Capilla
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COLABORACIONES
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La Iglesia de San Ildefonso, Parroquia y Santuario de la Patrona de Jaén: de Capilla a Basílica. Francisco J. Martínez Rojas.
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Pregón 2010: D. Aniceto Eduardo López Aranda. (Texto íntegro).
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Mito y fe en las apariciones marianas giennenses. Manuel López Pegalajar.
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Dios te Salve, Capilla. Concepción Agustino Rueda.
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Cincuenta años de una ofrenda mariana: “El Manto de los Niños”. Manuel López Pérez.
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Crónica del acto de ofrenda del conocido como “Manto de los Niños”.
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La procesión de la Virgen de la Capilla: Cincuenta años de una feliz propuesta. Manuel López Pérez
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La Virgen de la Capilla y el 350 aniversario de la Consagración de la Catedral de Jaén. Antonio Martínez Nieto.
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Nombramientos realizados en el III Año Jubilar. Rafael Cañada López.
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113 FOTOS PARA EL RECUERDO
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SANTA MARÍA DE LA CAPILLA, OYENTE DE LA PALABRA Y MADRE DEL VERBO Ramón del Hoyo López. Obispo de Jaén
En la declaración testifical que, el 13 de junio de 1430, hicieron ante el licenciado Juan Rodríguez de Villalpando los testigos que presenciaron el cortejo celeste que recorrió la ciudad de Jaén en la noche del 10 al 11 de junio de 1430, María Sánchez, mujer de Pero Hernández afirmó que junto a la Dueña, es decir la Santísima Virgen, yva a la su mano derecha un hombre que le parecía San Ildefonso, y que llevaba estola al cuello y un libro en la mano… y llevaba el dicho libro abierto en las manos como que lo llevaba delante de ella (la Virgen) para que ella lo viese.
El pasado 30 de septiembre, el Papa Benedicto XVI firmó la exhortación apostólica postsinodal Verbum Domini, donde se recogían las conclusiones de la XII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que se celebró en el Vaticano del 5 al 26 de octubre de 2008, y que tuvo como tema La Palabra de Dios en la vida y en la misión de la Iglesia. Se trata de un documento de capital importancia, que intenta presentar el valor de la Palabra de Dios para la Iglesia, y lo que puede aportar al mundo de hoy. Un documento, en definitiva, digno de ser leído, y su contenido, divulgado con la mayor difusión posible en toda la Iglesia.
Como la misma testigo afirma, el personaje que iba a la derecha de la Virgen fue identificado inmediatamente con San Ildefonso, el preclaro arzobispo
En la exhortación Verbum Domini, la Virgen María aparece con frecuencia en distintas seccio-
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toledano defensor de la perpetua virginidad de María, a quien estaba dedicada una capilla en el arrabal de Jaén, donde finalizó precisamente aquel cortejo nocturno. No hay que hacer un gran esfuerzo para identificar el libro que portaba San Ildefonso con la Sagrada Escritura, y ello me permite establecer una comparación entre la Virgen María, como oyente de la Palabra de Dios que portaba el santo arzobispo de Toledo y parecía dárselo a leer, y como Madre del Verbo, a quien dio carne en su seno purísimo, y llevaba en sus brazos en el itinerario hacia la capilla de San Ildefonso. Con esta relación entre Palabra revelada y Palabra encarnada no quiero sino animar a todos los fieles de Jaén, y de manera especial a los devotos de la Santísima Virgen de la Capilla, a enraizar su piedad mariana en la fuente inagotable de la Sagrada Escritura.
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nes, siendo citada nominalmente hasta un total de 40 veces, pues no en vano, la Santísima Virgen fue Madre del Verbo, de la Palabra encarnada (nn. 7, 15, 19, 27-28). El Santo Padre Benedicto XVI reconoce la necesidad de mirar allí donde la reciprocidad entre Palabra de Dios y fe se ha cumplido plenamente, o sea, en María Virgen, «que con su sí a la Palabra de la Alianza y a su misión, cumple perfectamente la vocación divina de la humanidad»1. Esta faceta de María como oyente dócil de la Palabra la expresó admirablemente San Agustín en un texto antológico para la mariología: Hizo sin duda Santa María la voluntad del Padre; por eso más es para María ser discípula de Cristo que haber sido madre de Cristo. Más dicha le aporta el haber sido discípula de Cristo que el haber sido su madre. Por eso era María bienaventurada, pues antes de dar a luz llevó en su seno al maestro: más es lo que está en la mente que lo que es llevado en el vientre2.
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El teólogo Joseph Ratzinger, formado en la escuela de San Agustín por su tesis doctoral sobre la eclesiología del santo obispo de Hipona, también puso en evidencia esta característica de la Virgen frente a la Palabra de Dios. Al comentar el pasaje de San Lucas (11, 28), en que Jesús, ante la alabanza que le había dirigido una mujer (Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron), había contestado: Mejor, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen, el cardenal Ratzinger comentaba en una homilía: En un primer momento, las palabras de Jesús en el anterior pasaje del Evangelio parecen ser contrarias a la idea de homenaje a María. Se diría que quiere comunicarnos lo siguiente: que no alabemos a los hombres; que lo que importa no es el parentesco de la sangre, sino sólo el seguimiento de unidad de corazones y espíritus. Pero cuando situamos estas palabras en el contexto total del Evangelio, descubrimos aspectos sorprendentes que nos llevan a comprender en lo profundo las razones de la veneración hacia María y las enseñanzas siguientes. En San Lucas, la frase de Jesús cuando declara dichosos los que escuchan la palabra de Dios (11, 28) concuerda exactamente con el saludo
Benedicto XVI, Exhortación apostólica postsinodal Verbum Domini, n. 28. 1
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S. Agustín, Sermón 72/A, 7.
de Isabel: Dichosa tú, que has creído (Lc 1, 45). Y el enlace de sentido se corrobora en esos dos pasajes donde leemos que María guardaba todo esto en su corazón (Lc 2, 19 y 51), relacionando las cosas, ponderándolas y ahondando en su significación. Así evidencia San Lucas que el encomio dedicado a los que escuchan la palabra de Dios y la practican corresponde por excelencia a la persona que, por serle más cercana de corazón, y por llevar en sí misma esa palabra de Dios, fue la elegida por Él para encarnarse. Por todo ello, según el evangelio de San Lucas, María es una viva plasmación de la parábola del sembrador (Lc 8, 4ss). Su corazón es campo fértil, hondamente removido para que haya enraizamiento… Ella es el campo bueno donde puede la semilla descender, ser alojada, echar raíces y fructificar. En su persona, las fuerzas de la vida operan en cierto modo como jugo y nutrimento para la Palabra; y de este modo, al identificarse ella misma con la semilla, se convierte poco a poco en Palabra, Icono vivo, Imagen luminosa de Dios, hasta configurarse plenamente conforme a su misión. Y la Palabra, por su parte, adquiere en Ella fuerza nueva para hacerse visible en toda su riqueza y su multiformidad3. Contemplando esta realidad, Benedicto XVI recuerda en la exhortación apostólica Verbum Domini, que nuestra acción apostólica y pastoral será eficaz en la medida en que aprendamos de María a dejarnos plasmar por la obra de Dios en nosotros… Contemplando en la Madre de Dios una existencia totalmente modelada por la Palabra, también nosotros nos sentimos llamados a entrar en el misterio de la fe, con la que Cristo viene a habitar en nuestra vida4. Y para alimentar esa relación de amistad con el Señor, imitando las actitudes de María, dada la estrecha relación entre la Palabra de Dios y la Santísima Virgen, el Papa aconseja alimentar la piedad mariana con textos tomados de la Sagrada Escritura, enriqueciendo, por ejemplo, el rezo del Santo Rosario con la lectura de los pasajes evangélicos que
3 J. Ratzinger, De la mano de Cristo. Homilías sobre la Virgen y algunos santos, Pamplona 2005, 45-46. 4 Benedicto XVI, Exhortación apostólica postsinodal Verbum Domini, n. 28.
Esta sabia invitación de Benedicto XVI renovará, sin duda, nuestra piedad mariana, enraizándola en la Palabra viva de Dios, fomentando en los corazones de los fieles la misma disposición de María para acoger la voluntad del Padre mediante su “sí”, su “fiat”. Se trata, por lo tanto, de una valiosa indicación para enriquecer el fervor de los fieles de Jaén hacia la que es su patrona, la Santísima Virgen de la Capilla. A ello ayudarán, incluso, las representaciones artísticas del Descenso, cuando al contemplar a la Virgen María con el Verbo encarnado en sus brazos, se pueda divisar, al lado, a San Ildefonso con el libro de la Sagrada Escritura, que, como testificó María Sánchez, parece dársela a leer a la Virgen.
5 Benedicto XVI, Exhortación apostólica postsinodal Verbum Domini, n. 88.
De este modo, con María Santísima de la Capilla, oyente de la Palabra y madre del Verbo de Dios, aprenderemos a hacer más profunda y efectiva nuestra capacidad de escucha de la Palabra que nos salva, respondiendo con nuestro “fiat” particular, para que se haga en nosotros la voluntad del Padre. Contemplando a la Santísima Virgen de la Capilla, descubriremos dónde radica la auténtica devoción a la Madre de Dios, y podremos hacer nuestras las palabras del cardenal Ratzinger cuando escribía: Tal es para nosotros María: la que dio el sí perfecto al mostrarse disponible sin reservas; la que supo acoger, y la que supo desprenderse para experimentar el triunfo del Amor, que es la Verdad. Por tanto, decidámonos a amar en Ella: y, respondiendo con plenitud a la íntima llamada que nos dirige, procuremos desde Ella que se cumpla en nosotros la enseñanza del Evangelio: Me llamarán bienaventurada todas las generaciones. Porque ha hecho en mí cosas grandes el Todopoderoso (Lc 1, 48)6.
6 J. Ratzinger, De la mano de Cristo. Homilías sobre la Virgen y algunos santos, Pamplona 2005, 48-49.
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inspiran los distintos misterios que conforman esta oración mariana5.
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LA PALABRA DEL SEÑOR PERMANECE PARA SIEMPRE Manuel Bueno Ortega. Capellán de la Cofradía
una participación viva, consciente, responsable y testimonial de lo que celebráis y ofrecéis al Pueblo de Jaén. Este año, en el que se ha presentado en un Congreso Nacional la versión de la Biblia, Palabra de Dios, realizada por la Conferencia Episcopal Española, después de varios años de estudio, reflexión, redacción de los textos y diálogo de un grupo de expertos y los Obispos españoles, quiero que os fijéis en la Santísima Virgen, a la que el Concilio Vaticano II ha llamado “la Virgen Creyente”, porque supo escuchar en el anuncio del Arcángel con humildad la Palabra del Señor y responder con fiel obediencia “Aquí está la Esclava del Señor”; hágase en Mí según su Palabra” y a la que Santa Isabel, la madre de S. Juan Bautista, en la visita que recibe de María la alaba con prontitud, diciéndole: “Dichosa tú que has creído”.
Es un tiempo que os prepara para manifestar vuestra fe y vuestra devoción a la Santísima Virgen, Ntra. Sra. de la Capilla, Patrona y Alcaldesa Mayor de la Ciudad, y así ofreceréis vuestro testimonio cristiano al Pueblo de Jaén. Buscaréis la ayuda necesaria y el apoyo de la Parroquia, del Predicador de la Novena, de las Camareras..., pero vuestra Cofradía, con su Junta de Gobierno y sus Cofrades, será la protagonista de
Creo que todo esto es un motivo muy especial para que la Palabra de Dios, lo que Dios nos ha ido diciendo con tanta verdad, con tanto amor y se sigue proclamando con tanta constancia y veracidad en la Iglesia, ocupe un lugar privilegiado en vuestra vida. Por eso quisiera pediros que la Biblia, preparada con tanto trabajo y esmero por la Conferencia Episcopal Española, fuera para cada uno de vosotros, para vuestra Cofradía y vuestra familia un libro de uso diario para leer y reflexionar la Palabra de Dios y para poder hablar y vivir vuestra fe con un testimonio vivo y responsable en el mundo de hoy.
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Un año más os disponéis a preparar y celebrar los actos y los cultos propios de vuestra Cofradía. Es un tiempo intenso de reuniones, propuestas y de recuerdo vivo de lo celebrado en años anteriores.
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También que, cuando participéis en la Misa del Domingo, Día del Señor, en la que se proclama la Palabra de Dios con tanta pedagogía, con tanta constancia, con tanto amor pongáis empeño en escucharla con sincera atención y acogerla con amor agradecido para poder responderle al Señor en vuestra vida con el “Si” humilde y constante con que siempre respondió la Santísima Virgen.
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Ella supo estar siempre unida a la Palabra del Señor -el Verbo hecho hombre-, en Belén, en Jerusalén, en Egipto, en Nazaret, en Caná, en el Calvario, para manifestarle su amor de Madre, su obediencia de discípula, su dolor de Corredentora, su gratitud y entrega por sentirse elegida de Dios.
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Que contempléis a la Santísima Virgen, come modelo de Virgen Creyente, para que también vosotros, como cofrades piadosos, alimentéis vuestra fe, vuestra esperanza, vuestra caridad con la escucha atenta de la Palabra De Dios, sepáis vivirla con constancia y fidelidad y la proclaméis con vuestras obras. Que la Virgen de la Capilla, a la que veneráis con tanta piedad y os llena de tanto amor y amistad y os une a la Iglesia con tanta constancia, os siga animando y protegiendo. Que siempre os ayude, a Ella os encomiendo.
Saluda de la Alcaldesa de jaén Carmen Peñalver Pérez
galas para honrar a esta Virgen de Jaén que es anhelo de su pueblo. Pastiras, Chirris, flores a María y salve de devoción popular a la Virgen que siente el cariño de esta ciudad hacia la advocación de la Capilla. La Virgen de la Capilla nos identifica y nos hace sentirnos parte de una forma de ser de la que los y las jiennenses nos sentimos orgullosos. La hermosa talla mariana es estandarte de esta tierra que pregona nuestro carácter en tarde de preludio veraniego. Y es una tradición heredada, de generación en generación, por los siglos de los siglos.
La ciudad siente su tradición y su raigambre en una festividad que se celebra desde antiguo. Nuestras señas de identidad vuelven a lucir sus mejores
En definitiva, con este mes de junio que nos llena de luz e ilusión y las gentes de esta tierra miran a un Niño que se ilusiona con la mirada complaciente de una Virgen jaenera. EL DESCENSO
El mes de junio llena la ciudad de esencia jaenera al amparo de sempiterna celebración a nuestra Patrona. La Virgen de la Capilla vuelve a salir a nuestro encuentro para decirnos que Jaén se viste feria y de devoción mariana. Y el barrio de San Ildefonso es corazón que palpita para recibir a todo Jaén que quiere estar cerca de la bella imagen.
Desde estas páginas, como Alcaldesa de Jaén quiero mostrar mi agradecimiento a la Junta de Gobierno de la Cofradía de la Virgen de la Capilla, porque han sabido tutelar nuestro mayor tesoro, la Patrona de Jaén. También quiero dar la enhorabuena a toda la ciudad de Jaén porque San Ildefonso haya sido declarada Basílica Menor. De igual modo, quiero dar las gracias a mis vecinos y vecinas por sentirse orgullosos de nuestra forma de ser, por ser parte de ese Jaén que se emociona al paso de esta imagen con manto bordado de amor jiennense.
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Carta del hermano mayor José Humberto Montero Fernández
de Jaén desde entonces le agradece su maternal protección y su predilección singular. La visitará en su templo para depositar a sus plantas su oración filial. Lo que era una Capilla primitiva, se ha convertido después de numerosas ampliaciones en un templo suntuoso, convirtiéndose en un autentico Centro de Devoción Mariana de Jaén. Esta fidelidad y amor de los jienenses por su Sagrada Imagen ha contribuido de manera especial a que el pasado año la Iglesia Parroquial de San Ildefonso fuera declarada Basílica Menor, hecho por el que nos congratulamos todos los cofrades y devotos de nuestra Madre, Reina y Patrona.
Un año más nos preparamos para celebrar con júbilo la fiesta conmemorativa del glorioso Descenso de Nuestra Señora la Virgen de la Capilla a la ciudad de Jaén, el 11 de junio de 1430, del que el Rey Felipe II dijo “que en la materia ninguno llegaba a ser como el milagro de Jaén, que entre los grandes es el mayor”. Desde aquel hecho sobrenatural, transcendental y prodigioso, que fue el origen del culto y veneración de Nuestra Señora bajo la advocación de la Capilla, la invocamos como Abogada, Consuelo, Refugio y Amparo de nuestras necesidades. El pueblo
El Papa Benedicto XVI, con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ 2011) anima a los jóvenes y los invita a intensificar el camino de fe en Dios y se dirige a ellos “Como escribía el apóstol Pablo a los cristianos de la ciudad de Colosas, es vital tener raíces y bases sólidas. Esto es verdad, especialmente hoy, cuando muchos no tienen puntos de referencia estables para construir su vida, sintiéndose así profundamente inseguros. Vosotros, jóvenes, tenéis el derecho de recibir de las generaciones que os preceden puntos firmes para hacer vuestras opciones y construir vuestra vida, del mismo modo que una planta pequeña necesita un apoyo sólido hasta
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Desde la Cofradía tenemos la obligación de trabajar y cuidar celosamente del fomento de su devoción y culto, los valores en muchas ocasiones heredados de nuestros mayores debemos de transmitirlos a las generaciones venideras. Si queremos potenciar el fervor de Nuestra Virgen, tenemos que tener un especial esmero, sobre todo con los niños y jóvenes, ellos son el futuro de la sociedad y de la Iglesia y como no, de nuestra Iglesia Particular de Jaén.
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que crezcan sus raíces, para convertirse en un árbol robusto, capaz de dar fruto”. Seguía diciendo el Papa “El árbol firmemente plantado en el suelo por medio de las raíces, que le dan estabilidad y alimento. Sin las raíces, sería llevado por el viento y moriría. ¿Cuáles son nuestras raíces? Naturalmente, los padres, la familia y la cultura de nuestro país son un componente muy importante de nuestra identidad”. Nuestra misión evangelizadora comienza con nuestros niños y jóvenes, debemos ser sus raíces, la referencia y el modelo a seguir por ellos. Nuestra vida y ejemplo pueden servir para evangelizarlos y por el contrario la falta de coherencia entre lo que vivimos y predicamos puede hacer que les alejen de la fe que profesamos. Del mismo modo podemos evangelizar como decía el Beato Juan Pablo II,”La misión evangelizadora de la Iglesia pasa a través de la caridad, alimentada en la oración y en la escucha de la palabra de Dios”
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En el saluda del pasado año, les anunciaba que la Cofradía iba a iniciar la construcción de un Orfanato en la R.D. del Congo, que llevaría el nombre de: “Virgen de la Capilla”, al frente del proyecto esta el misionero de África Francisco Ostos, al cual pudisteis conocer personalmente algunos de ustedes con motivo de la cena benéfica organizada por la Cofradía el pasado julio. Su testimonio fue muy enriquecedor para todos los asistentes al evento y nos ayudó a conocer más de cerca la realidad de este país y el trabajo que están llevando a cabo estos misioneros, que son viva imagen del buen samaritano y que ni las guerras ni los conflictos le alejan de su servicio a Cristo a través de los más necesitados.
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El Orfanato en las próximas fechas será una autentica realidad como podrán comprobar directamente si acuden a la cena benéfica que celebraremos el próximo 23 de junio, una vez más tendremos la suerte de contar con la presencia de nuestro amigo Paco Ostos, que nos mostrará imágenes del Orfanato y de los pequeños, aprovecharemos esta cena para seguir obteniendo fondos para sufragar el cos-
te del mismo, que unido a los logrados en las Cruz de Mayo, donativos y a parte del beneficio obtenido en la lotería de navidad, gracias a la generosidad de todas aquellas personas que no han cobrado lo ganado, nos acercan a la meta marcada. Os animo una vez más a que colaboréis en este bonito proyecto y no podemos olvidar las palabras de Jesús: “Cuanto hicisteis a uno de esos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis” (Mt 25, 49) este pasaje del Evangelio, es crucial para comprender cual debe ser el camino a emprender por los que somos Cristianos, nuestra colaboración va a servir como semilla fértil, debemos estar al servicio de los pobres, tal vez no lo hagamos de una forma tan radical como los misioneros, pero sin lugar a dudas no deja de ser una buena obra que servirá para acercarnos a Cristo, “un acto de amor hecho al que tiene hambre, sed, al extranjero, al que está desnudo, al enfermo, al prisionero (Cf. Mt 25, 34-36) se hace al propio Jesús. Quisiera aprovechar la oportunidad para agradecer al Excmo. Ayuntamiento de nuestra ciudad, que a iniciativa de su Alcaldesa, concedió a Nuestra Patrona, el Sello extraordinario de Plata, por representar la “esencia del sentir jaenero y aglutinar la historia y tradición de la ciudad”. Es un reconocimiento del amor que le profesa el pueblo de Jaén a la Virgen y que tanto devotos como Instituciones tenemos que trabajar para proteger y potenciar, por ser, verdadera seña de identidad de Jaén. También quiero expresar mi satisfacción y agradecimiento por el trabajo que se ha realizado en la adecuación medioambiental del Camarín, que contribuirá a salvaguardar la talla en las mejores condiciones, gracias a la intervención del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico de Andalucía, a la empresa IMES y al Ayuntamiento de Jaén, que ha financiado dicha intervención. Por último, os invito a participar en todos los actos y cultos programados por esta Junta de Gobierno, para celebrar las fiestas patronales de nuestra Ciudad y que las disfrutéis junto a vuestros familiares y amigos.
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Vida Cofrade
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Mayo, mes de las flores
Fueron muchas las comunidades parroquiales que acudieron para honrar y venerar a la Santísima
Virgen, bajo la advocación de la Capilla, Patrona de Jaén; obsequiándoles con ramilletes fragantes de oraciones y sacrificios. Esta celebración mariana, ha de suscitar de todos nosotros el sentimiento vivo de la obligación y necesidad que tenemos de amar a María, tratando de hacer realidad cotidiana ese amor durante todo el mes a ella consagrado.
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El Mes de las Flores, el dulcísimo mes de mayo, consagrado a María, se celebraba el año pasado con el esfuerzo de la Junta de Gobierno de nuestra Cofradía por aumentar la presencia de cofradías y asociaciones religio sas, pero con el empeño de ampliar la invitación a todas las parroquias de nuestra ciudad.
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Recepción de la Imagen de la Virgen de la Capilla tras su restauración
Carmen Fernández Carmona, el Deán de la Catedral, Francisco Juan Martínez Rojas y el Hermano Mayor de la Cofradía, José Humberto Montero. En él, técnicos del Instituto Andaluz de Patrimonio ofrecieron un exhaustivo y detallado informe del proceso de restauración al que ha sido sometido la talla de la Virgen de la Capilla.
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El pasado 10 de mayo de 2010 se producía un acontecimiento que pasará a la historia de la Cofradía de la Virgen de la Capilla. La imagen de Nuestra Señora regresaba a Jaén, casi un año (10 meses y un día) desde su traslado al Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, con sede en Sevilla.
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El acto de entrega, presidido por el Sr. Obispo de la Diócesis, don Ramón del Hoyo, tuvo lugar en la Sacristía de la Santa Iglesia Catedral de Jaén, en el que también participaron, la Alcaldesa de Jaén, Carmen Peñalver, la Viceconsejera de Cultura, Dolores
Tras el emotivo acto de entrega, y tras desestimar la idea de realizar el traslado con la Virgen de la Capilla por las calles de Jaén debido a la amenaza de lluvia, la Junta de Gobierno de la Cofradía, miembros de otras Hermandades de la Ciudad, Cofrades, y jiennenses en general como testigos del citado acontecimiento, tuvo lugar una emotiva procesión: ésta arrancó de la Sala Capitular de la Catedral, y se desarrolló por las naves del templo catedralicio, en la que la Patrona de la Ciudad, la Virgen de la Capilla, a los sones de la Banda Municipal de Música, se encontró con sus gentes: devotos y fieles, que durante casi un año han contado los días para encontrarse de nuevo con la Virgen de Capilla.
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Eucaristía en Acción de Gracias
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El 11 de mayo, el día siguiente a la recepción de la Imagen en la Catedral giennense, tenía lugar en la parroquia de San Ildefonso una eucaristía en Acción de Gracias por el feliz acontecimiento que suponía para los cofrades y devotos de María Santísima el regreso de la Patrona de la ciudad a su templo.
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En la misma, se realizó como es tradicional en mayo el rezo del Santo Rosario con el ejercicio de las Flores, pero al ser una ocasión especial y sabiendo el gran calado que iba a tener esta fecha en los anales de la cofradía, la Junta de Gobierno quiso que junto a ella estuviera presente el Excmo. Cabildo de la Santa
Iglesia Catedral para hacer la ofrenda floral en tan deseado momento. El Ilmo. Sr. Dr. D. Francisco Juan Martínez Rojas, junto con el Hermano Mayor de la Cofradía, realizó la ofrenda floral a los pies de Ntra. Sra. de la Capilla, que acababa de reencontrarse con sus hijos de Jaén en la que es su Santuario. Al término de la misa, se procedió a la imposición de medallas a los nuevos cofrades, acto que viene realizándose cada 11 de mayo y que viene a impulsar con savia nueva el grupo humano que conforma nuestra Cofradía.
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Presentación del cartel y nuevo número de “El Descenso”
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La Junta de Gobierno de la Cofradía de Nuestra Señora de la Capilla presentó en la tarde del jueves 27 de mayo, en la Sacristía de la S. I. Catedral, el número 7 de la segunda etapa de la revista, “El Descenso”, que como cada año se edita coincidiendo con la festividad de la Patrona de Jaén; y que fue presentada por Juan Alfonso Almagro Chamorro, Vocal de Caridad de la Cofradía. En la citada presentación se hizo un repaso por las secciones más relevantes del anuario,
así como por los reportajes más importantes como el de la restauración y acogida en la Catedral del acto de recepción de la imagen de la Patrona. Del mismo modo, se presentó el Cartel anunciador de fiestas, obra del pintor giennense Nicolás Sánchez Cubillo, que corrió a cargo de la cofrade, y miembro del cuerpo de Camareras de Ntra. Sra. de la Capilla, Mª Teresa Calatayud Moreno.
El cuadro forma ya parte del gran tesoro pictórico que posé la Cofradía con pinturas de los autores más relevantes de Jaén: Francisco Huete, David Padilla, Francisco Carrillo, entre otros.
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El Cartel, sobrio y colorido a la vez, representa un primer plano de la talla de Nuestra Señora de la Capilla, con el manto rojo de los Condes de Corbull, rodeada de flores de tal detalle que parece puedas tocarlas.
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Pregón 2010 en honor a Ntra. Sra. de la Capilla
enamorado fervientemente de la Santísima Virgen desde la noche en que se produjeron tales hechos que hicieron que hasta el propio Felipe II llegara a decir que el milagro de Jaén era el mayor de entre los grandes.”
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En el día en el que se cumplía el 60 aniversario del nombramiento como patrona de Jaén a Nuestra Señora de la Capilla, el Teatro Darymelia acogió el 46º pregón en su honor, y que corría a cargo de D. Aniceto Eduardo López Aranda.
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Este jiennense, fiel devoto de María, y ligado al mundo de las Cofradías pronunció un pregón de exaltación de la figura de la Virgen, en el que uniendo pasado y presente manifestó que María ha sido vínculo a lo largo de toda la cristiandad. “Virgen de la Capilla, nueva Eva victoriosa (….)Que la Virgen Santísima descendió del Cielo el once de junio de 1430 para posar sus benditas plantas en la malherida ciudad de Jaén, socorrer a sus gentes, iluminar a los que hasta ese momento vivían en tinieblas y en sombras de muerte, enarbolar el pendón de la fe, iniciar un nuevo caminar a la luz del Evangelio y proclamar la grandeza del Señor dejando desde ese momento y hasta el final de los tiempos a un pueblo
El pregonero tuvo también palabras de ánimo y aliento para aquellos jóvenes que viven su fe cristiana a través de las Cofradías, “(…) los cofrades pretendemos catequizar a través de nuestras imágenes y con nuestras procesiones; acercar al pueblo de forma plástica y atractiva los misterios de nuestra fe”. El acto concluyó con la actuación del Orfeón Santo Reino, coro ligado a la Cofradía, que finalizó su actuación con el Himno a la Coronación de la Virgen de la Capilla.
Novena 2010
Durante la novena, don Miguel Funes quiso incidir en la importancia de la oración y la reflexión
sobre nuestra vida cristiana y el reflejo que debemos llevar a la sociedad, con María como ejemplo. El predicador hizo hincapié en la importancia de los sacramentos para conducirnos por la verdadera senda, debiendo ir siempre acompañado de una acción caritativa activa. Cada uno de los días del novenario los miembros de la Junta de Gobierno de la Cofradía invitaron a diversas cofradías de la Ciudad de Pasión y Gloria, así como a distintos coros para compartir juntos una oración a María Santísima.
EL DESCENSO
La devoción de los jiennenses a la Virgen de la Capilla se hace oración durante la Solemne Novena que durante los primero días de junio congrega en la Basílica de San Ildefonso a un gran número de cofrades y devotos de Nuestra Señora de la Capilla. Esos días dedicados a la contemplación y la oración a través del novenario y con la Exposición del Stmo. Sacramento. Durante el pasado año 2010, el predicador de la misma fue el M. I. Sr. D. Miguel Funes Galvez, Canónigo emérito de la S. I. Catedral y párroco emérito de San Miguel.
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Audiencia con el Sr. Obispo
EL DESCENSO
Días previos al once de Junio, tenía lugar la audiencia que el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Ramón del Hoyo López, Obispo de la Diócesis, concedía a nuestra Cofradía.
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En ella, el Hermano Mayor le trasmitió el agradecimiento de toda la Junta de Gobierno por la iniciativa que tuvo el Sr. Obispo de celebrar la Solemnidad de Ntra. Sra. de la Capilla en la Catedral, con motivo del 350 Aniversario de la Consagración del templo y basándose en los estrechos vínculos que unen al Excmo. Cabildo Catedral con la Virgen de la Capilla.
En dicha audiencia, se nos daba a conocer la ausencia del Emmo. Y Rvdmo. D. Antonio Cañizares Llovera para la Misa de Cabildos, que cayendo enfermo en los días previos a la festividad imposibilitaba su anunciada presencia. Los miembros de la Junta de Gobierno dieron a conocer el trabajo realizado para caridad, y se le explicó el proyecto emprendido por la Cofradía, la Construcción de un Orfanato en la R. D. Congo.
La ciudad de Jaén honra a su Patrona
Rosario San Bernabé El tradicional Rosario de San Bernabé que cada año rememora los pasos en la Ciudad de Jaén de la Virgen María el día de su Descenso, en la víspera del 11 de junio, se celebró de manera extraordinaria el pasado año 2010. Y es que la imagen de Nuestra Señora de la Capilla presidió este Rosario desde la parroquia de San Ildefonso hasta la Santa Iglesia Catedral de Jaén.
La Virgen, portada por sus horquilleros, lució el manto blanco de damasco bordado en oro, donado a la Cofradía a mediados del siglo XIX. La Ciudad de Jaén quiso asistir al primer encuentro de la Virgen de la Capilla con el Pueblo de Jaén tras su restauración y el traslado de la Patrona fue acogido con fervor por la ciudadanía jiennense. A su llegada al templo catedralicio, esperaba a la Virgen de la Capilla, el Deán de la Catedral y la Junta de Gobierno de la Cofradía de la Buena Muerte, cuya sede
canónica se encuentra en el Templo Mayor de Jaén que quisieron compartir con los cofrades el Rosario de San Bernabé y el traslado de la imagen de la Virgen. La imagen de la venerada Señora de la Capilla se depositó en el altar mayor de la Catedral, donde el Ilustrísimo Deán, don Francisco Juan Martínez Rojas y el Capellán de la Cofradía tuvieron una oración compartida con todos los presentes. Allí permaneció la imagen de la Patrona de Jaén para la celebración de la Solemne Misa de Cabildos y la posterior procesión, que de forma extraordinaria salió este año desde la Catedral de Jaén.
EL DESCENSO
Debido a lo extraordinario de la procesión y celebración de la misa de Cabildos del pasado año, la imagen de la Patrona Mayor de Jaén tuvo que ser trasladada hasta la Catedral, traslado que se llevó a cabo durante el Rosario de San Bernabé.
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Misa Votiva de los Cabildos y Ofrenda Floral
EL DESCENSO
El día 11 de junio amanece resplandeciente en Jaén para conmemorar el Descenso a la Ciudad de Jaén de la Santísima Virgen María. En el 580 aniversario de su aparición, el Pueblo de Jaén rinde su homenaje y su devoción en la Solemne Misa Votiva de los Cabildos, este año con un marco especial, el de la Santa Iglesia Catedral de Jaén en el 350 aniversario de su Consagración.
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La Santa Misa, presidida por su Excelencia, el Obispo de la Diócesis, Don Ramón del Hoyo congregó en el Templo Mayor de Jaén a un numerosísimo grupo de jiennenses que quisieron contemplar la tradicional Misa de Cabildos que reúne en torno a la Patrona de Jaén, al Cabildo Catedral, presidido por el Deán, Don Francisco Juan Martínez Rojas y a la Corporación Municipal en pleno, presidido por la Alcaldesa de Jaén, Doña Carmen Peñalver Pérez. La eucaristía estuvo también acompañada musicalmente por el Orfeón Santo Reino. Como viene siendo habitual, son los miembros de la Junta de Go-
bierno, y las camareras de la Santísima Virgen quienes colaboran en la Misa a través de las lecturas, las ofrendas y preces. Tras la misa, la Plaza de Santa María acogió la ofrenda floral a Nuestra Señora de la Capilla. La lonja de la Catedral sirvió de marco incomparable e inusual para que cientos de jiennenses peregrinasen hasta la Plaza de Santa María para rendir culto a la Santísima Virgen con la tradicional ofrenda, en la que cada año colabora la Asociación Cultural Lola Torres. Si es habitual realizar la ofrenda ante el azulejo que luce en la fachada de la Basílica de San Ildefonso, en el año 2010 una pintura al óleo situada en la Capilla de San José de la Catedral, cuyo motivo es la Virgen de la Capilla en su Santuario, fue situado en la puerta principal de la Catedral, que acogió la ofrenda floral. El cuadro fue preparado por el restaurador de la Catedral, don Nestor Prieto Jiménez, y para su montaje e instalación se contó con la colaboración de la Fabricanía de la Cofradía hermana del Santísimo Cristo de la Buena Muerte.
El broche de oro de un año significativo y emblemático para la Cofradía de la Virgen de la Capilla se inició pocos minutos después de las 20 horas del 11 de junio, cuando el himno nacional entonaba su melodía en las naves de la Santa Iglesia Catedral para dar inicio la Magna Procesión de la Patrona de Jaén por las calles de la ciudad que la venera. La imagen de Nuestra Señora de la Capilla, custodiada por la Policía Municipal de gala y bajo maza emprendió su camino por las calles de Jaén acompañada por las cofradías de Pasión y Gloria, por la Corporación Municipal, el Deán de la Santa Iglesia Catedral, el capellán de la Cofradía y la Junta de Gobierno y camareras. Al encaminarse hacia el Ayuntamiento, del que es Alcaldesa Mayor, la Banda Municipal de Música interpretó el himno a Jaén como homenaje de todos los jiennenses a su Patrona.
Jaén esperaba fervorosa a Nuestra Señora de la Capilla, que lució el manto “De los Niños”; a su paso por la Carrera, una lluvia de preciosas flores cayó desde el cielo sobre la imagen de la Virgen, petalada que cada año ofrece el cofrade y vestidor de la Virgen, José María Francés. Nuestra Señora de la Capilla encaminó su bello paso mecida por los horquilleros hacia su Barrio donde fue acogida con fervor. Delante de la reja, donde cuenta la tradición que terminó el “Blanco Cortejo” en aquella noche de San Bernabé, se rezó la Salve entre vítores de alabanza. Pocos minutos después de las once de la noche llegaba la Patrona de Jaén a su templo. Allí se congregaron numerosas personas para rendirle un homenaje bajo los sones del himno de España y el de Jaén, que sirvieron de broche de oro a una jornada histórica para la Cofradía de la Virgen de la Capilla
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Magna Procesión
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Cena Benéfica
nero y Padre Blanco, Francisco Manuel Ostos, quien ofreció una charla coloquio bajo el título de “Jesús en África Central”. En la misma, este misionero que lleva viviendo la mayor parte de su vida en África, entre los más pobres de los pobres, habló sobre cuales son las muchas necesidades materiales que pasan los habitantes de Congo, y explicó de qué manera viven y sobreviven los hombres y mujeres de este país africano.
El proyecto de caridad que la Junta de Gobierno emprendió el pasado año va adquiriendo, con esfuerzo y colaboración de cofrades y devotos de la Virgen, entidad. Entre las actividades organizadas para recaudar fondos, la citada cena benéfica en el restaurante Reino de Jaén que congregó a un centenar de personas. La misma se celebró con la presencia del misio-
favorecidos. Además del dinero recaudado con la cena, que contó con la presencia, entre otros de miembros del Colegio Oficial de Ingenieros de Caminos y de la Asociación de Amigos de la Catedral. Además, hay que mencionar la colaboración desinteresada del Restaurante Reino de Jaén que cedió sus instalaciones y personal desinteresadamente, así como la donación de cerveza de la Fundación Cruzcampo, la publicidad en el periódico jiennense Viva Jaén, y otras ayudas de las empresas Comercial Colmenero, Bimba y Lola, Cardú, la Taberna El Albero, Panadería San Isidro o la Tabernilla de Jose, entre otros.
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El pasado 8 julio la solidaridad fue el hilo conductor de la Cena Benéfica que organizó la Cofradía de Nuestra Señora de la Capilla para obtener fondos cuyo destino serán la construcción de un orfanato en Congo.
Su experiencia misionera y la necesidad de la creación de este orfanato en la región de Ituri provocó el aplauso y el apoyo de los asistentes a la cena benéfica, que comprendieron cuan necesaria es la ayuda y colaboración con los países africanos más des-
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Conmemoración del Día de los Abuelos
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La conmemoración del Día de los Abuelos, el pasado 26 de julio, coincidiendo con la festividad de San Joaquín y Santa Ana congregó en la ciudad de Jaén a más de 1500 abuelos provenientes de todos los lugares de España en un acto que organiza cada año la Asociación católica, Mensajeros de la Paz. Coincidiendo con tal evento, Mensajeros de la Paz quisie-
ron ofrecer una misa por todos los abuelos y abuelas en el Santuario de la Virgen de la Capilla. Eucaristía presidida por el Obispo de Puerto Príncipe en Haití, Monseñor Josef Lafontant. En la misma estuvieron presentes la madrina de Mensajeros de la Paz, la actriz Lina Morgan y la Embajadora de Haití en España, Doña Yolette Azor.
Ofrenda del Real Jaén
Esta tradicional ofrenda por parte del Real Jaén a la Virgen de la Capilla se remonta a la década de los 50; cuando el Real Jaén ascendió a Primera División.
Desde entonces, y durante 60 años, temporada tras temporada, rinden culto a la Patrona. Este es uno de los emotivos actos que marcan el inicio del curso deportivo para el primer equipo de la ciudad, que se ponen bajo el manto protector de la Virgen de la Capilla ofrendándole su esfuerzo, trabajo e implorarle su intercesión para llevar a buen término el proyecto naciente. Es por ello, que la Cofradía agradece al Real Jaén que temporada tras temporada sigan renovando su ofrenda con la que es la Patrona de la Ciudad.
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Cumpliendo con la tradición, los jugadores del Real Jaén se encomendaron a la Patrona de la Ciudad para afrontar una buena temporada. Ocurrió el pasado 26 de agosto cuando los miembros de la plantilla del Real Jaén, acompañados del cuerpo técnico y directivo, acudió un año más al Santuario de Ntra. Sra. de la Capilla, la Patrona de la Ciudad, a ofrendarle su trabajo e ilusión de cara a la temporada 2010-2011.
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Actos conmemorativos del 350 aniversario de la Dedicación de la Catedral
Con motivo de la celebración del 350 aniversario de la Consagración de la Catedral giennense, la Misa Votiva de los Cabildos que cada once de junio se celebra en honor de la Patrona de la Ciudad, se ofició este pasado año en el Templo Mayor de la Diócesis, atendiéndo al estrecho vínculo que siempre ha unido al Cabildo Catedral con la Stma. Virgen de la Capilla. Es por ello, que tras recibir la invitación de la excelentísima corporación capitular para dicha efeméride, la Junta de Gobierno de la Cofradía acompañó en tan significativas celebraciones al Cabildo Catedral.
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El domingo 24 de octubre se celebraba la Solemnidad de la Dedicación de la Catedral. Este año la fecha estaba marcada por las celebraciones del 350 aniversario de la Consagración del Templo.
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Los actos litúrgicos de dicha Solemnidad comenzaron el sábado con la celebración de Vísperas solemnes en el coro de la Catedral, para pasar a la jornada del domingo con la Exposición del Santísimo Sacramento en la Capilla de San Miguel, donde se celebró el Oficio de Lectura y el rezo de Laudes.
A las 12 de la mañana tenía lugar la solemne Eucaristía, presidida por el Sr. Obispo de la Diócesis, y a su prosecución una Solemne Procesión con el Santísimo Sacramento, recordando lo realizado hace 350 años cuando era trasladado el Santísimo desde la catedral vieja a la nueva. En la tarde, después de la celebración de las Segundas Vísperas, tenía lugar en el coro un concierto de órgano a cargo del organista de la Catedral de Sevilla, D. José Enrique Ayarra.
Nombramiento de Basílica menor a la parroquia de San Ildefonso
El pasado mes de junio, coincidiendo con la festividad de la Virgen de la Capilla, el Papa Benedicto XVI concedió el título de Basílica Menor a la iglesia parroquial de San Ildefonso, de Jaén. Esta declaración de Basílica al Templo en el que alberga su Santuario la Patrona de Jaén llegó tras un largo proceso que ha durado más de diez años. Desde el año 2000 el párroco y capellán de la Cofradía, Don Manuel Bueno dio inicio a un expediente que en los últimos años ha tomado cierto impulso hasta hacerse una realidad el pasado junio.
Cardenal Cañizares quiso incidir durante su homilía en la idea del arraigo y devoción de generaciones de jiennenses de Jaén a la Patrona, la Virgen de la Capilla. Una fe que ha pasado de padres a hijos y que hoy en día sigue viva en la Ciudad del Santo Rostro.
Para conmemorar tan importante evento para la Iglesia de Jaén, el pasado 14 de noviembre se celebró una eucaristía solemne presidida por el cardenal Antonio Cañizares Llovera, prefecto de la Congregación para el Culto y la Disciplina de los Sacramentos. La Santa Misa, concelebrada por el Obispo de la Diócesis y numerosos sacerdotes de Jaén, conmemoró la declaración de Basílica. El
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Este importante título, que lo ha alcanzado, entre otros, gracias a su tradición en el pueblo de Jaén, marcado por la devoción de María Santísima de la Capilla, también está argumentado por la historia y trayectoria de esta iglesia que comenzó siendo una pequeña ermita de veneración mariana. El título de Basílica no sólo reconoce el valor artístico de esta querida iglesia de la capital, sino que sobre todo supone la valoración, primero por parte de los obispos de la Conferencia Episcopal Española y después de la Santa Sede, de la labor apostólica y devocional que a lo largo de los siglos han realizado los fieles de la parroquia.
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Inauguración del Belén
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El pasado 2 de diciembre, el capellán de la Cofradía de Nuestra Señora de la Capilla, Don Manuel Bueno Ortega, bendecía el Belén que cada año se expone en la Casa Museo de la Cofradía. Cada año igual, pero cada Navidad distinto, el cofrade D. Rafael Baena durante meses va levantando esta ciudad en miniatura que rememora el nacimiento en Belén del Hijo de Dios. Mil detalles que configuran este precioso Belén, con sello de Jaén, porque entre sus casas se pueden
descubrir la Puerta del Ángel, el Castillo de Santa Catalina, o el Lagarto de la Magdalena que sale de una de las casas del Nacimiento. Hasta el día de Reyes son cientos los jiennenses que cumplen con la tradición que desde hace 25 años se organiza en la Cofradía de la Virgen de la Capilla, la creación de un Belén donde el Misterio del Niño Dios se hace oración a través del trabajo de este cofrade de nuestra Patrona.
Salve Inmaculada
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La festividad de la Inmaculada Concepción de María congregó en la Plaza de San Ildefonso a numerosos devotos que tras la celebración de la Eucaristía quisieron rendir culto a María Santísima a los pies de la imagen que preside la popular plaza. Tras una breve oración, el tradicional canto de la Salve puso el punto y final de la celebración solemne de esta festividad que se celebra en el mundo desde que el 8 de diciembre de 1854, el Papa Pío IX, promulgara un documento llamado “Ineffabilis Deus” en el que estableció que el alma de María, en el momento en que fue creada e infundida, estaba adornada con la gracia santificante.
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Comida de Navidad
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Como cada año y coincidiendo con el tiempo de Adviento y Navidad, la Cofradía de Nuestra Señora de la Capilla celebró un almuerzo de convivencia. El lugar elegido para tal celebración fue el Seminario Diocesano, donde la Junta de Gobierno, las Camare-
ras de la Virgen de la Capilla y otros cofrades quisieron celebrar juntos la Navidad. La comida recaudó fondos para la construcción del orfanato que la Cofradía está levantando en El Congo.
El pasado 11 de diciembre juró como nuevo miembro de la Junta de Gobierno de la Virgen de la Capilla, don Antonio Martínez Nieto. Su cargo es el de adjunto a las vocalías de Secretaría y Cultos. El acto tuvo lugar en el altar mayor de la Iglesia de San Ildefonso a los pies de la imagen de Nuestra Señora
de la Capilla. En el mismo también tomaron posesión como Camareras de la Virgen, María Luisa Cobo Fernández y Remedios Ramírez Quirós, que desde ese día forman ya parte activa del Cuerpo de Camareras de Nuestra Señora.
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Jura de nuevo miembro de la Junta de Gobierno y Camareras de Ntra. Sra. De la Capilla
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Conferencia: “La Virgen de la Capilla y la Catedral: Tiempo e historia”
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Enmarcada dentro de los actos conmemorativos del 350 aniversario de la Consagración de la Catedral, tuvo lugar el miércoles 15 de diciembre la conferencia “La Virgen de la Capilla y la Catedral: Tiempo e historia”, a cargo del historiador giennense D. Manuel López Pérez, quien ostenta la dirección de la Academia Bibliográfica Mariana “Virgen de la Capilla”. El conferenciante, quien hizo un amplio repaso de la estrecha relación del Cabildo Catedralicio con la
Patrona de la ciudad, aludió a las primeras crónicas de la tradición del Descenso escrito a lo largo de los siglos. Personajes como Ximena Jurado, Martínez de Mazas, Muñoz Garnica, entre un largo etc…, salieron a relucir con las aportaciones realizadas desde los distintos puntos de vista que abordaron la giennense tradición de la “Descensión de Nuestra Señora” y su relación con nuestra Catedral.
LA VIRGEN DE LA CAPILLA Y LA CATEDRAL : TIEMPO E HISTORIA Manuel López Pérez Director de la Academia Bibliográfica-Mariana “Virgen de la Capilla”
Conferencia Pronunciada en la Sacristía Mayor de la S. I. Catedral de Jaén el 15 de diciembre de 2010
Vamos a intentar, pues, hacer una síntesis de esa afectiva vinculación, deteniéndonos fundamentalmente en los puntos que a nuestro entender son los mas relevantes y significativos. El primer indicio de la vinculación de nuestra Catedral con la imagen venerada de Nuestra Señora de la Capilla, tenemos que buscarlo, precisamente, en la temprana edificación y erección canónica de la que luego habría de ser iglesia parroquial de San Ildefonso, hecho que ocurre cuando apenas el Santo Rey don Fernando III se había posesionado de Jaén y se iniciaba su repoblación y re-cristianización con el traslado de la sede episcopal desde Baeza a Jaén. Recuperado Jaén de la dominación musulmana en la primavera de 1246, se procedió a la reconversión de la Mezquita Mayor en Iglesia Catedral, ce-
remonia de la que nos ha llegado puntual relato en la Crónica General de España. Y era entonces norma y uso, que junto a cada iglesia parroquial se dispusiera un cementerio, algo que todavía podemos observar en muchos pueblos gallegos donde parroquia y cementerio forman una unidad arquitectónica. La naciente Catedral de Jaén presentaba al respecto una notoria dificultad, pues al estar edificada con algunos de sus costados apoyados, precisamente, sobre la cerca amurallada de la ciudad, carecía de la comodidad y espacio suficiente para disponer el correspondiente cementerio. Y fue por ello, por lo que en los entonces amplios solares del arrabal se decidió levantar, “para servicio y utilidad de la Santa Iglesia Catedral de Jaén”, una capilla con su correspondiente cementerio anexo, que se puso bajo la advocación de San Ildefonso. Conservamos, afortunadamente, formando parte del denominado “Códice Gótico” de nuestra Catedral, el texto del documento redactado al efecto en septiembre de 1248, a tan solo dos años de la repoblación castellana y cristiana de la ciudad. Documento que posiblemente sea el último que extendió el obispo don Fray Domingo, fallecido a poco de firmarlo. “…Llegue a conocimiento de todos los que vean esta hoja –dice- que Nos, Fray Domingo, por el divino beneplácito Obispo de Baeza, juntamente con Terrín, nuestro Deán, y nombrado por la Sede Apostólica coadjutor nues-
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La conmemoración del 350 Aniversario de la Consagración de nuestra Catedral y la unión a este acontecimiento de eventos tan significativos para la Cofradía de Nuestra Señora de la Capilla como la recepción en esta sacristía catedralicia de su hermosa talla, tras su restauración en Sevilla o la celebración el pasado 11 de junio de la Fiesta de los Cabildos en la Catedral, ha sugerido la iniciativa de que dentro del amplio programa de este evento jubilar, se abordara y divulgara la dilatada vinculación histórica y devocional que la Virgen de la Capilla, Patrona de Jaén, mantiene con la S. I. Catedral.
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tro, deseando proveer en lo sucesivo a la necesidad, a la utilidad y por tanto, a la piedad de la Santa Iglesia Catedral de Jaén, mandamos edificar la capilla de San Ildefonso, con su cementerio, en el arrabal de la misma ciudad. Por la autoridad que tenemos, disponemos que la referida capilla esté en pleno derecho bajo la jurisdicción de la referida Iglesia Catedral. Nombramos, pues, para el servicio de dicha Capilla, al presbítero Juan Sánchez y a Pedro, llamado Albrim, por capellanes perpetuos bajo las órdenes del Obispo y del Cabildo, dotándoseles de cuanto sea necesario para el decoroso y honesto sostenimiento de su vida. Ahora bien, si por cualquier motivo o circunstancia aconteciere, que al correr el tiempo se intentara modificar el Estatuto de nuestra regulación acerca de la dicha capilla, instituimos a los mencionados, clérigos porcionarios –hoy diríamos beneficiados- de la capilla o iglesia nombrada, según la costumbre de las iglesias parroquiales que se hallan dentro del ámbito de la ciudad, quedando a salvo, en todas y por todas sus circunstancias, si se da distinto uso a la sobredicha iglesia. Nos Fray Domingo, el mencionado Obispo, después de que quede constancia de la aceptación de nuestra cesión, la hemos de conseguir por medio de la Sede Apostólica, como en otras circunstancias se ha impetrado. Ahora bien, con el propósito de que quede firme y estable la providencia de este nuestro Estatuto, mandamos que se extienda la presente escritura confirmada con el testimonio de nuestro sello y el del antedicho Deán. Dado en Baeza, a 4 de septiembre, en el año del Señor de 1248…”
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La capilla, alzada en el arrabal para servicio de la Catedral, se puso bajo advocación de San Ildefonso de Toledo, en razón a que en aquellos tiempos –y así continuó hasta 1851- la Diócesis de Jaén era sufragánea o subordinada del Arzobispado de Toledo.
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Era fama por entonces, que San Ildefonso había sido favorecido por la Virgen Santísima con un excelso milagro con que la Madre de Dios quiso premiar su fidelidad mariana. Y es que, concurriendo el santo arzobispo a la Catedral toledana para celebrar los Maitines en la víspera de la festividad de la Anun-
ciación de Nuestra Señora, al entrar en el templo se advirtió una deslumbrante claridad que espantó a todos los que le acompañaban. Solo Ildefonso se atrevió a pasar adelante y pudo ver que en la cátedra donde él solía predicar, estaba la Reina del Cielo, quien le dijo: -Ven, amado siervo, recibe de mi mano este pequeño don que te traigo, de los tesoros de mi Hijo, para que uses de él en el día de mi festividad… Y diciendo esto, le impuso sobre los hombros una riquísima casulla que se aseguraba había sido tejida y bordada por manos celestiales. Nació así en todo el arzobispado de Toledo la conmemoración, el 24 de enero, al día siguiente de la festividad de San Ildefonso, de la fiesta de la Descensión o Visitación de la Reina de los Ángeles desde el trono de su gloria eterna a la Santa Iglesia Catedral Toledana, fiesta que luego, en tiempos de Alfonso VI, daría en celebrarse ahora con advocación del Triunfo de Nuestra Señora de la Paz, en alusión al triunfo de las armas cristianas sobre el poder de la morisma. Fue así, como en aquella capilla, que andando el tiempo se convertiría en parroquia, se cimentó una arraigada devoción mariana asociando su nombre primigenio de Capilla de San Ildefonso, al de “Capilla de la Visitación de Santa María Virgen”. De ahí el hecho de que a posteriori se repitiese tanto en el amplio y rico programa iconográfico del templo, la escena de la imposición de la casulla a San Ildefonso y que se introdujera en Jaén la devoción al Triunfo de Nuestra Señora de la Paz, que en la iglesia de San Ildefonso tuvo capilla, imagen y cofradía hasta 1936. Y de ahí el que en el adorno de esa recatada capilla de “la Visitación de Nuestra Señora” se repitiera –a semejanza de cómo se hacía en Toledo- el Salmo 131 de David “…Ubi steterunt pedes ejus…”. (“…Le adoraremos en el lugar en donde estuvieron sus pies…”), salmo que después se adjudicaría en nuestro caso, como alabanza al hecho milagroso del Descenso de Nuestra Señora de la Capilla, repitiéndolo al pie de sus antiguas estampas y grabados y que aún podemos advertir en una de las lápidas que escoltan la bella Portada del Descenso, donde se lee:
Con el tiempo y una vez que el poblamiento del arrabal precisó de la erección de la iglesia parroquial de San Ildefonso para atender a tan populoso vecindario, la primitiva capilla quedó exenta, aunque arrimada al nuevo templo gótico. Luego, el prodigio del Descenso de la Virgen a Jaén en la noche del 10 al 11 de junio de 1430 y el aura legendaria y piadosa que pronto envolvió aquel suceso, vino a engrandecer aquella capillita. Se la engalanó con la bellísima portada tardo-gótica que aun se conserva, se fundó cofradía que la atendiese y se alhajó su interior con retablo de pintura y escultura en el que intervinieron Pedro Machuca, Lucas Quiterio y Juan de Reolid, escultor en que algunos han querido ver la autoría de la actual imagen de la Virgen de la Capilla. La rectoría de la capilla, cuyo patronazgo fue a parar a la familia Piédrola, quedó encomendada al prior de San Ildefonso, aunque con caudal y administración independiente de la fábrica parroquial. Siendo prior Diego Mexía, se gestionó en Roma la concesión de gracias e indulgencias y en 1 de septiembre de 1540, Paulo III otorgó copiosas indulgencias a quienes visitasen la capilla en las fiestas de la Concepción, Natividad, Visitación y Asunción de Nuestra Señora y en el día del apóstol San Bernabé. Y el 23 de septiembre siguiente, redobló las indulgencias a los que favoreciesen con sus limosnas la capilla y rogasen por las ánimas del prior Diego Mexía y su familia, en las fiestas de la Natividad, Resurrección, Anunciación, Purificación y Jueves Santo. A mayor abundamiento y dados los fervores que ya levantaba aquella imagen de la Virgen expuesta en la “Capilla de la Visitación”, se impuso la costumbre de que la cofradía de Nuestra Señora trasladase todos los años la imagen de la Virgen a la Catedral el día del Corpus Cristhi para incorporarla a la procesión, en cuyo cortejo las restantes cofradías y hermandades le cedían el lugar preferente y mas inmediato a la Custodia, para lo que en 1542 hizo unas lujosas andas el entallador Cristóbal Téllez el Viejo. Es así como, cuando media el siglo XVI, la antigua capilla de San Ildefonso, ahora titulada Capilla de
la Visitación de Nuestra Señora, se nos ofrece, junto a la Santa Capilla de San Andrés como una de las capillas privilegiadas mas concurridas y favorecidas de la ciudad y aunque ya independiente de la Catedral, no habrá de perder jamás el cordón umbilical que la liga a nuestra Iglesia Mayor, ni aún cuando la ampliación del templo parroquial y la construcción de la nueva capilla de Nuestra Señora, abordada en los años últimos del siglo siendo prior don Melchor de Soria y Vera, motive su demolición y deje solo, como testigo perdurable de su origen, la bella Portada del Descenso cuyas piedras nos van a repetir durante siglos las consoladoras palabras del salmo: “…Adorémosle en el lugar donde se posaron sus piés…”. Este entroncamiento inicial de la Virgen de la Capilla con la Catedral, vendrá a reforzarse en la segunda mitad del siglo XVI, cuando la piedad popular y aun el culto oficial, empiezan a interpretar a su modo y manera la conocida “Información Testifical del Provisor Villalpando” que pronto se ha de ver contaminada por los “falsos cronicones” que al socaire de la solicitud de algunos de nuestros obispos, derrochan imaginación para iluminar las devociones, imágenes o tradiciones piadosas que florecen en nuestros pueblos villas y ciudades. Para constancia de la autenticidad del milagro del Descenso, en la capilla de la Virgen se dispone un recatado archivo empotrado en el muro, donde envuelto en rico paño se custodia el pergamino que recoge las declaraciones que los testigos realizaron el martes trece de junio de 1430 ante el Provisor Juan Rodríguez de Villalpando. Y para más pública constancia, el 10 de septiembre de 1549, a petición de Pedro Hernández Solano, Prioste de la Cofradía de Nuestra Señora y de sus oficiales, se mandó sacar, ante Pedro de Ojeda, notario de la Audiencia Episcopal y en presencia del Provisor don Gabriel de Guevara y gran numero de testigos, una copia fidedigna de la Información Testifical, con el fin de exponerla de forma permanente en el muro “de la dicha capilla para que los fieles puedan gozar de élla…”. Esta copia se extendió en un gran pergamino de 2´15 metros x 0´55, con el texto escrito a siete columnas. El pergamino lleva los bordes reforzados con un
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“…Adorémosle en el lugar donde posaron sus pies…”. “…Aquí se detuvo la procesión del glorioso Descenso de Nuestra Señora a esta ciudad en la noche del sábado 10 de junio de 1430…”.
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ribeteado de recia piel, con el fin de que permaneciese clavado sobre la pared de la capilla de la Virgen, bien a la vista de los fieles. Hoy todavía lo conservamos en la Casa-Museo, gracias a que quienes iniciamos la malograda aventura de la Academia BibliográficoMariana lo rescatamos del trastero a donde la incuria y la ignorancia lo había enviado.
permaneció arrodillada y temerosa junto a la puerta de la casa y fue entonces cuando entre las grietas de la puerta vio pasar una Señora con un “niño bien criadillo en los brazos”, de la que emanaba aquel deslumbrante resplandor. Que luego oyó dar las campanas de las doce y el cántico lejano de los Maitines y que la inundó “gran placer y consuelo”.
Pues bien, partiendo de esta copia y de otra que se sacó al año siguiente, 1550, de está misma y no del original, se empieza a hacer una novedosa y no ajustada interpretación de la milagrosa procesión del Descenso, con ánimo de reforzar y acrecentar la vinculación de la Virgen de la Capilla con nuestra Catedral. Y es que se da en asegurar, con peregrinas razones, que la celestial procesión del Descenso salió de la Catedral para terminar en el interior de San Ildefonso.
Los testigos restantes ubican su visión en zonas ya más inmediatas a la capilla de San Ildefonso. Ninguno habla del punto de origen de la procesión, ni por supuesto aseguran que ésta entrase en la capilla.
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Interpretación, que como suele ocurrir con todo lo que nimba la leyenda, se ha creído y defendido, cual peculiar dogma de fe jaenero, por algunos ilustres cofrades que hoy ya gozan de la presencia de la Señora a que tan fielmente amaron y sirvieron. Y que buenas y afectivas regañinas me endosaron mas de una vez, cuando desde mi modesta condición de aprendiz de historiador, les argüía sobre las contradicciones de la misma.
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Será el renombrado genealogista e historiador sevillano Gonzalo Argote de Molina, quien al recoger la noticia del Descenso de Santa María a Jaén en el capítulo CCXIII (213), del Libro Segundo de su monumental obra “Nobleza del Andalucía”, editada en 1588, afirma que los testigos vieron salir la procesión “de la Iglesia Mayor”, novedosa noticia que no sabemos de donde la recoge Argote de Molina, quien precisamente para escribir este capítulo había mandado sacar una copia autorizada de la información testifical, en 17 de junio de 1550 y avalada por el escribano público Diego de Palomino, copia que aún se conserva.
Si leemos detenidamente la información testifical del Descenso, advertimos sin dificultad que en ella no se sitúa, en ningún momento, el punto de inicio de aquella celestial y prodigiosa procesión.
“…Los testigos dicen –asegura Argote de Molina en su libro- vieron a aquella hora salir de la Iglesia Mayor una procesión…”. Y luego de describir el orden del cortejo, concluye: “…Y desta manera salieron de la iglesia de Santa María y entraron en la iglesia de San Ildefonso donde cantaron los Maytines como se ve pintado en la misma capilla…”.
Es la testigo María Sánchez, mujer de Pedro Hernández, pastor, la que fija la referencia espacial más remota de la procesión, situándola en la calle Maestra del Arrabal, la actual calle Muñoz Garnica, también conocida todavía, coloquialmente, por calle Ancha.
Montuno Morente, al comentar este pasaje, es de la opinión de que Argote lo que hizo fue poner por escrito una antigua interpretación artística del Descenso, que pintada en lienzo o fresco habría en la Capilla de la Visitación de Nuestra Señora.
Esta mujer declara que aquella noche de junio se encontraba pernoctando sola, sin más compañía que la de sus hijos de ocho y cuatro años, en su casa sita en la calle maestra del arrabal. Que tenía uno de los niños enfermo y por esa razón, siendo entre las once y las doce de la noche, se levantó para darle agua. Y que en ese momento le pareció advertir una insólita claridad, “…como resplandor de oro reluciente cuando le da el sol…”. En principio sintió temor, al creer que el resplandor provenía de un relámpago, por lo que
A partir de entonces se va a reiterar la teoría de que la procesión del Descenso salió de la Catedral y finalizó en la capilla de San Ildefonso. Gaspar Salcedo de Aguirre, Prior de San Ildefonso, en su libro “Relación de algunas cosas insignes que tiene este Reino y Obispado de Jaén”, publicado en Baeza en 1614, en el tratado I, donde recoge “la venida de Nuestra Señora a la iglesia de San Ildefonso”, afirma que la procesión del Descenso salió de la Catedral.
Pedro Ordóñez de Ceballos, en su conocida “Historia de Jaén” publicada en 1628 con la autorìa de Bartolomé Ximénez Patón, al Capítulo XIII, llega aún más lejos y asegura que la procesión del Descenso salió de la Catedral, donde previamente la Virgen de la Capilla abrazó efusivamente a la Virgen de la Antigua, ingenua y donosa noticia, que él atribuye al obispo don Sancho Dávila y Toledo, que muchas veces, asegura, lo certificó desde el púlpito. “…La cual procesión –escribe- iba hacia la capilla de San Ildefonso y había salido de la Santa Iglesia Mayor…”. E insiste: “…Esta procesión llegó a la capilla de San Ildefonso y de nuevo la santificó y bendijo como capilla y casa de su aficionado capellán Ildefonso Toledano y había salido de la Santa Iglesia Mayor, donde dicen que vieron que a la imagen de Nuestra Señora que está en el retablo mayor y principal, entre la Custodia y la Santa Verónica, la que había venido del cielo le dio muchos besos y abrazos. El gran cristiano por excelencia y padre de los pobres, el Ilustrísimo don Sancho de Avila y Toledo, obispo de Jaén, lo certifico muchísimas veces en los púlpitos. Desde entonces quedaron, además de lo que están por su representación, las dos imágenes santificadas y de nuevo benditas…” Gil González Dávila, en su obra “Teatro Eclesiástico de las Iglesias Metroipolitanas y Catedrales de los Reinos de las dos Castillas”, aparecida en 1645, llega más lejos. Reitera los supuestos abrazos de ambas imágenes marianas y añade, que la Virgen de la Capilla besó también la reliquia del Santo Rostro.
capítulo V, también asegura que el prodigio del Descenso se inició en la Catedral “…La soberana Reina de los Ángeles, acompañada de la corte celestial salio en procesión de la Iglesia Catedral a la de San Ildefonso…”, escribe. Finalmente, don Martín de Jimena Jurado, en sus monumentales “Anales” publicados en 1654, también insiste en que la procesión del Descenso comenzó en la Catedral, afirmando: “…La cual descensión a la ciudad de Jaén no es menos maravillosa ni de menor ponderación que la de Toledo. Porque si en esta imperial ciudad ilustró a su Santa Iglesia Mayor la Santísima Virgen con su presencia, en Jaén salió de su iglesia Catedral, dedicada también a la gloriosa Asunción como la de Toledo, paseó las calles y visitó la iglesia de su capellán San Ildefonso…”. Teorías todas influidas por la corriente historiográfica originada con los “falsos cronicones”, que alcanzará plástica visualidad cuando al hacerse la actual capilla de la Virgen, en el basamento de su antiguo retablo, el escultor Cristóbal Téllez talló un delicioso relieve recogiendo la procesión del Descenso, en el que vemos como la procesión sale de una iglesia –la Catedral- y entra en otra, San Ildefonso. Todavía a fines del siglo XVIII, cuando el Deán don José Martínez de Mazas hace un análisis critico del Descenso en su famoso “Memorial sobre el indebido culto”, recoge esta creencia popular de que la procesión del Descenso salió de la Catedral, e incluso arguye su extrañeza de que “…una procesión tan numerosa y tan lucida, que se supone haber salido y vuelto a la Catedral a la hora de Maitines, no se dejó ver de los clérigos que asisten a ellos ni de los sacristanes o alguna otra persona mas calificada…”.
“…Esta procesión –dice- iba enderezada a la iglesia de San Ildefonso y había salido de la Iglesia Mayor…” . Y asegura que los testigos del Descenso depusieron en su declaración “…que pasando la Señora por delante de la capilla mayor de la Catedral, vieron que a la imagen suya y a la Santa Verónica, le dio muchos besos y abrazos…”
También lo cantará así el presbítero don Antonio Bedmar y Barrionuevo en su romance “Tradición religiosa acerca de la aparición de Nuestra Señora de la Capilla”, incluído en el “Romancero de Jaén” ofrecido a la reina Isabel II en 1862, con estos versos:
Francisco Rus Puerta, en la segunda parte de su “Historia Eclesiástica del Reino y Obispado de Jaén”, y al
“…Misteriosa procesión / que entonaba dulce cántico / salió de la Catedral / con majestuoso paso…”
EL DESCENSO
Narra la singularidad del cortejo que fue “… paseando las calles que hay desde la Iglesia Catedral hasta las espaldas del altar mayor de la iglesia de San Ildefonso, a donde después se edificó la capilla que llaman ahora de Nuestra Señora…”. “…Esta celestial procesión –ratifica en otro párrafo- salio de la Iglesia Mayor y fue encaminada hasta la iglesia de San Ildefonso…”
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Todavía en mi niñez y por tradición oral escuchada reiteradamente en mi familia y en el entorno de la iglesia de San Ildefonso donde viví muchos años, llegue a alcanzar esta unánime aseveración de que la procesión del Descenso salió de la Catedral y que por eso se habían acomodado, en su recuerdo, los itinerarios del Rosario de San Bernabé y de la procesión de los Cabildos. Esta piadosa interpretación del Descenso, en la que se refuerzan y anudan los antiguos vínculos de la Catedral con la devoción a la Virgen de la Capilla, vendrá a subrayarse con la instauración, en fecha incierta, de la “Fiesta de los Cabildos”, que algunos autores como el Licenciado Becerra y don Martín de Jimena Jurado retrotraen a los años inmediatos al Descenso.
EL DESCENSO
La tal fiesta, que quizás se iniciara tras un voto realizado de común acuerdo por el Cabildo Catedral y el Concejo de la Ciudad, venía a rememorar cada año, en la mañana del 11 de junio, la procesión del Descenso y así se ha estado haciendo hasta tiempos aún recientes.
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Cada once de junio, siguiendo un estricto protocolo, el Excmo. Cabildo Catedral se formaba corporativamente ante la puerta mayor de la Catedral. Venía entonces a su encuentro, en corporación y bajo mazas, el Excmo. Ayuntamiento y tras los saludos protocolarios en uso, la comitiva, precedida de las cruces parroquiales de la ciudad y el pertiguero catedralicio, con los canónigos y beneficiados en hábito coral y presididos por la dignidad que actuaría de celebrante y a veces con el aditamento de la Venerable Universidad de Curas Párrocos, nutrida representación del Seminario Conciliar y aún la presidencia del señor obispo y seguidos de la Corporación Municipal “en pleno y bajo mazas”, se dirigían a San Ildefonso recorriendo el camino que se decía había seguido la Virgen en su Descenso. Y en San Ildefonso se ofrecía a su sagrada imagen una fiesta solemnísima, la “Fiesta de los Cabildos”, en la que un canónigo o un clérigo designado por el Cabildo Catedral, cantaba las glorias de María y rememoraba su descenso a Jaén, en un sermón, el “Sermón del Descenso”, que solía tener resonantes ecos en los ámbitos eclesiásticos y cultos de la capital.
El Licenciado Antonio Becerra, Prior de San Ildefonso y Capellán Mayor de la Virgen, en su conocido “Memorial del Descenso” publicado en 1639, nos ha dejado esta evocadora descripción de la “Fiesta de los Cabildos”: “…Creese justamente en esta ciudad, que toda su seguridad la debían al amparo de la Virgen de la Capilla y así, en reconocimiento de este favor, instituyeron en aquel tiempo una solemnísima procesión que hasta hoy se hace todos los años, el día mismo de San Bernabé Apóstol, que fue el de la venida de Nuestra Señora, celebrándose con toda la grandeza, autoridad y devoción que se puede creer. Vienen ambos Cabildos en ella, por las mismas calles que se cree haber paseado la Virgen Santísima, las cuales están rica y curiosamente aderezadas y en llegando a esta Santa Capilla, hacen allí unas preces y rogativas ante esta Santa Imagen y la celebran con motetes y chanzonetas y después, por la mayor comodidad, la Misa y Sermón se dice en la iglesia de San Ildefonso con toda solemnidad: y uno y otro es de la Descensión de Nuestra Señora. El sermón de este día, por costumbre antigua, lo predica el señor Obispo de esta ciudad y no pudiendo, lo encomienda de su mano a persona que pueda cumplir con obligación de tanta fiesta y muchos de los señores obispos en esta procesión vienen de pontifical, como lo hacía la buena memoria del señor don Sancho de Ávila y Toledo, que decía la misa y predicaba juntamente los mas de los años. Y esto mismo sabemos que han hecho otros señores obispos. Y con caer de ordinario este día en la octava del Corpus Christi y estar ocupado el Cabildo de esta Santa Iglesia en celebrarla con la asistencia que debe, por no faltar a esta otra, que para todo este lugar es tan grande, abrevian los oficios en la Iglesia Mayor o dejan capellanes que los hagan por no faltar prebendado alguno a esta solemnísima procesión, a la cual acude todo el pueblo con la mayor devoción y el regocijo que se pueda creer…”. Al ser fiesta de tanta relevancia, el Cabildo Catedral siempre cuidó con exquisitez su liturgia y ceremonial. Y así, cuando en 1765 el racionero don Miguel López de Palma, Maestro de Ceremonias de la Catedral, escribió un prolijo ceremonial que orientara a los señores capitulares, nos dejó este minucioso relato de cómo habría de celebrarse en la Catedral tan antigua y jaenera fiesta:
Pero aún habrá mayor motivo de vinculación de la Virgen de la Capilla con la Catedral. Y es que a partir de la segunda mitad del siglo XVI, la piedad del Cabildo Catedral va a erigir a la Virgen de la Capilla como la celestial intercesora de nuestras glorias y miserias ciudadanas. Así, cuando las calamidades públicas afligen a Jaén –epidemias, lluvias torrenciales, sequías agostadoras, años de hambruna, terremotos, guerras y crisis políticas o económicas- o cuando el júbilo sacude los ánimos del paisanaje –una campaña triunfal de nuestros Tercios en los campos de Europa, una batalla ganada en la Mar Oceana, el nacimiento de un príncipe, la alegría de unos desposorios reales…- se acude a la Virgen de la Capilla, unas veces para impetrar su protección y favor y otras para darle gracias por su innumerables beneficios. Al compás de las circunstancias del momento, unas veces es el Cabildo Catedral el que en común y fraterna armonía con el Concejo de la ciudad, acude
a San Ildefonso a postrarse ante la Señora. Otras es el Cabildo, o el Ayuntamiento por mediación del Cabildo, el que solicita que se lleve su sagrada imagen a la Iglesia Mayor, para ofrecerle fiestas o novenarios de rogativas. El Licenciado Antonio Becerra –otra vez hemos de recurrir a este preclaro servidor de la Virgen- nos ha dejado testimonio escrito de esta devota práctica que se repetiría infinitas veces a lo largo de los siglos. “…Para valerse de su intercesión –dice refiriéndose a la imagen de la Virgen de la Capilla- en las ocasiones de mayor aprieto que esta ciudad y los vecinos padecen, como único refugio de todas, cuando se ofrece alguna de ellas, el Prelado de esta Santa Iglesia propone en su Cabildo el aprieto presente, el remedio seguro que tiene en la intercesión de esta Santa Imagen y juntos decretan el sacarla en procesión. Dan primero aviso, por medio de dos prebendados, al Cabildo Secular de esta muy noble ciudad, que señala comisarios para cuidar con la grandeza debida de esta fiesta, como para agradecer a esta Santa Iglesia este cuidado y habiéndose aderezado las calles y colgado ricamente, el día señalado, convocada la clerecía y las religiones, sale la procesión de la Catedral y en llegando a la capilla de la Virgen, hacen una muy devota rogativa delante de esta gloriosa imagen, la cual tienen ya dispuesta en sus andas sobre un rico altar, tomándola en hombros las mayores dignidades del Cabildo y muchas veces llevan los señores obispos un brazo de las andas y las varas del palio llevan seis Caballeros Veinticuatros, llevando todos los prebendados velas y doce canónigos extravagantes o capellanes con hachas blancas de cuatro pavillos, yendo por remate el Cabildo de la ciudad, llevando todos velas blancas. Van con este orden a la Catedral y en su altar mayor tienen acomodado bufete y dosel muy suntuoso donde ponen esta Santa Imagen porque el pueblo la goce por nueve días continuos, en que le hacen otras tantas fiestas en honra de las suyas, acudiendo el lugar con extraordinaria devoción a asistir y acompañar a esta Señora y representarle con gemidos y lágrimas, el aprieto de sus necesidades. Pero quien atiende mas a esta piadosa vela es el Ilustrísimo Cabildo Catedral de esta Santa Iglesia, que muestra en esto su religioso celo asistiendo no solo a las misas y a las salves solemnes que todos estos días le cantan, sino en las horas que están fuera del coro, las reparten entre si
EL DESCENSO
“…Este día, después de Nona –escribe- se hace la fiesta del Descenso de Nuestra Señora a San Ildefonso. El preste pone incienso en la grada del altar en dos incensarios y van delante de la Cruz Mayor que precede al Cabildo y de rodillas entona “Te Deum Laudamus” y prosigue la música cantandole hasta la puerta mayor de la Catedral y desde la puerta sigue cantando Salmos, alternando con las chirimías, hasta llegar a San Ildefonso. Las campanas al vuelo, como en los días de primera clase. La procesión, luego que llega a la plazuela, no se entra en la iglesia sino que por costumbre inmemorial da la vuelta por la calle del Arroyo. En llegando a la iglesia, si la misa se dice en el altar mayor, se entra primero en su capilla y se hace conmemoración de Nuestra Señora. La misa es votiva de Nuestra Señora, según el tiempo. Se canta una Salve de las solemnes que se cantan en los días de primera clase, Gloria, Credo y cuatro capas; sermón de tabla y para él se quitan los caperos las capas y las quitan los que tienen obligación de quitarlas en el coro de la Santa Iglesia. Prefacio de “Et in Descensione”. Si es en la octava de Pentecostés, “Comunicantes y Hang Igitur” de la octava, aunque no se da la conmemoración de ella. Acabada la misa se pone incienso y se entona “Te Deum” como se dijo y en la grada del altar de la Santa Iglesia Catedral, habiendo dicho los seises “Benedicanos Patrem” canta en pie en tono mayor “Dóminus voviscum” y la oración “Deus cujus miseriecordie”
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para que siempre asistan prebendados delante de esta santa imagen, acompañados de muchos capellanes y de la música de la misma iglesia, que en estas horas esta celebrando con motetes y festejando tal huéspeda, de cuyo favor esperan todos remedio y sáleles tan cierta su esperanza, que rara vez dejan de ver contado el logro de su devoción. Acabado este novenario vuelven esta Santísima Imagen a su casa con la misma solemnidad que fue traída y casi siempre con aumento de joyas y vestidos que la piedad del Cabildo Eclesiástico le ofrece por reconocimiento del favor que ha hecho a su Iglesia, en que ha andado tan liberal, que alguna vez le ha ofrendado frontal de altar de mas de mil ducados de precio…”. Analizar lo que supone esta devoción del Cabildo Catedral a la Virgen de la Capilla, sería labor harto prolija, por lo que nos vamos a limitar a ofrecer un somero apunte de la cuestión. La primera vez que el Excmo. Cabildo Catedral, de común acuerdo con el Concejo de la ciudad propone acudir “en procesión general de rogativas” al santuario de San Ildefonso, para solicitar la intercesión de Nuestra Señora de la Capilla en ocasión de la larga sequía que agostaba los campos de Jaén, tiene lugar el 5 de febrero de 1541. Desde entonces, hemos registrado hasta 229 procesiones generales. Algunas de ellas asociando a la Virgen de la Antigua y a la reliquia del Santo Rostro. Así, el 11 de septiembre de 1644 se concurre en procesión general a Nuestra Señora de la Capilla, llevando la imagen de la Virgen de la Antigua, para ofrecerles una fiesta de acción de gracias por los triunfos que los Tercios Españoles estaban obteniendo en Flandes.
EL DESCENSO
El 26 de abril de 1653 de nuevo el Cabildo irá a San Ildefonso con la Virgen de la Antigua, para solicitar del cielo el favor de la lluvia que remedie la prolongada sequía.
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Y el 12 de octubre de 1823 los señores capitulares bajaran en procesión a San Ildefonso, portando la reliquia del Santo Rostro, para ofrecer a la Virgen de la Capilla una fiesta de acción de gracias por el restablecimiento del poder absoluto de don Fernando VII.
Paralelamente, también serán muy repetidas las ocasiones en que se manda traer la imagen de la Virgen de la Capilla a la Catedral para ofrecerle fiestas y novenarios por los más diversos motivos. Y desde que en 9 de abril de 1616 se adopte por vez primera este acuerdo, para celebrar rogativas por la lluvia, veremos como la Virgen de la Capilla llega a la Catedral en ochenta y ocho ocasiones, no limitándose su permanencia en la Catedral a breves días, sino que en no pocas ocasiones la estancia se dilatará hasta uno o dos meses. Hemos de reseñar, que a partir de 1702 se hace habitual que a estas funciones de rogativas se asocie la venerada imagen de N. P. Jesús Nazareno. Desde entonces, cuando se acuerda este tipo de solemnidades el Cabildo Catedral y el Ayuntamiento acuden en corporación a recoger la imagen de la Virgen de la Capilla y luego la de N. P. Jesús y una vez llegadas ambas imágenes a la Catedral se instalan en un suntuoso altar portátil donde también se suele exponer la reliquia del Santo Rostro. Y ante estos tres símbolos de la religiosidad popular de Jaén, se ofrecen los novenarios de rogativas o se ofician las funciones de acción de gracias. El fotógrafo don Genaro Xíménez de la Linde supo plasmar bellamente esta triología devocional en una composición fotográfica, que como estampa o tarjeta postal estuvo en circulación durante toda la segunda mitad del siglo XIX. No podemos obviar tampoco, llegado este punto, la influencia que en toda esta corriente devocional tendrían algunos miembros destacados del Excmo. Cabildo Catedral. Es inexcusable referirnos a la figura de aquel renombrado Deán, el Dr. Don José Martínez de Mazas (1731-1805) que desde su llegada a la Catedral de Jaén en 1765 para ocupar una canonjía como Penitenciario y posteriormente, tras su nombramiento como Deán en 1790, se acercó más de una vez a Nuestra Señora de la Capilla. Intelectual de reconocido prestigio y figura máxima de la Ilustración giennense, fue el primero que en 1771 se atrevió a pergeñar un análisis crítico del Descenso en un polémico Memorial que sobre las devociones contaminadas por los falsos cronicones dirigió al Estado Eclesiástico del Obispa-
Como colofón a su ilustrada disección crítica a los orígenes y posibles certezas de la devoción de Jaén a la Virgen de la Capilla, Martínez de Mazas no puede por menos de llegar a una conclusión en la que pone de relieve su fervor mariano: “…Con razón puede gloriarse esta ciudad –escribede tener por su Patrona a la Reina de los Ángeles con el título de la Capilla, pues le viene muy de antiguo experimentar sus favores. Ella ha sido su escudo y su defensa contra las armas de los moros cuando aún no habían salido de Granada; en las aflicciones de peste y enfermedades contagiosas ha sido su medicina; en las sequedades frecuentes, rocío abundante; en las tormentas y tempestades, serenidad y finalmente ha sido y será siempre, Madre de Misericordia para los que la invocan con fe viva…”. También serán muchos los señores capitulares que tendrán a gala el predicar el renombrado y esperadísimo “Sermón del Descenso”, que algunos convirtieron en señeras piezas oratorias que merecieron hasta los honores de la impresión. Recodemos al efecto las figuras del canónigo Lectoral don Manuel Muñoz Garnica (1821-1876) figura clave de la intelectualidad local del siglo XIX, cuyo Sermón del Descenso predicado el 11 de junio de 1853 se viene calificando de bello ejemplar de elocuencia sagrada, erudición histórica, cálida piedad y serena crítica. O al canónigo Arcipreste don Ramón Rodríguez de Gálvez (1833-1906), otro intelectual de reconocido fuste, que en el Sermón del Descenso de 1883 nos dejó una ardiente apología del milagro del Descenso. Y como no, la del insigne Maestro de Capilla don José Sequera Sánchez, que tantas partituras escribió en homenaje y alabanza a la Virgen de la Capilla.
Y más cercanos a nosotros, recordamos las figuras del Deán don Agustín de la Fuente González (1903-1987), que gustaba de oficiar la Fiesta de los Cabildos, que más de una ocasión se reservó para sí la predicación del Sermón del Descanso, alguno de los cuales publicó, que hizo un amplio y documentado estudio de la figura del Obispo Stúñiga y que se honró con formar parte de primer grupo de académicos de la Academia Bibliográfico-Mariana, a la que prestó efectivas colaboraciones. O la del bondadoso canónigo-Arcipreste don Juan Montijano Chica (18991988), también miembro y benefactor de la Academia Bibliográfico Mariana en su etapa inicial, elocuente predicador del Sermón del Descenso. Y como no recordar la recia figura de don Manuel Maroto Castro (1905-1992), párroco de San Ildefonso y Capellán Mayor de Nuestra Señora de la Capilla a lo largo de casi un cuarto de siglo, a quien se deben infinidad de iniciativas en la promoción del culto y devoción a Nuestra Señora de la Capilla, a la que ofreció el gran sacrificio que en 1980 le causó el abandonar, por eclesiástica obediencia, su cercano servicio para pasar a ser Canónigo dignidad de Chantre, nombramiento que recibió precisamente un 11 de junio de 1980 ante la Virgen de la Capilla, que ese año celebraba su fiesta, por manera excepcional, en el presbiterio de la Catedral. Y así podríamos glosar otros muchos acontecimientos en los que la Virgen de la Capilla tuvo por telón de fondo nuestra majestuosa Catedral. Los fastos de su coronación canónica en 1930 o los de su re-coronación en 1953…Los dos meses largos que su sagrada imagen recibió culto provisional en la Catedral, mientras se rehabilitaba el templo de San Ildefonso de las heridas que en sus muros venerables causó la guerra civil…Las memorables concentraciones marianas que tuvieron lugar en la Catedral en noviembre de 1950 con motivo de la proclamación del dogma de la Asunción y en noviembre de 1954 en la culminación del Año Mariano, ocasiones ambas en que la Virgen se trajo a la Catedral…El devoto acto de su proclamación como Patrona de la Santa Misión en noviembre de 1957, en que la Virgen de la Capilla presidió en la Catedral una fervorosa hora santa… Las visitas, fiestas y procesiones que tuvieron lugar en 1980, 1981 y 1988…Su presencia en la despedida del obispo García Aracil el 29 de agosto de 2004… y
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do. Obra que por carácter critico no llegó a darse a la imprenta, pese a sus esfuerzos, permaneciendo manuscrita hasta tiempo reciente, aunque se difundió en muchas copias. En este libro, trata de hacer un análisis crítico de la figura del obispo don Gonzalo de Stúñiga y de las circunstancias del Descenso, tratando de despojar su piadosa historia y realidad, de las nieblas acumuladas por los falsos cronicones, apuntando la vinculación del Descenso con la conocida Visitación de la Virgen a Toledo para imponer la casulla a San Ildefonso y con el origen de la devoción a Nuestra Señora de la Paz.
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en la toma de posesión de su sucesor don Ramón del Hoyo López…Su llegada tras devota peregrinación por las parroquias de la capital en mayo de 2005, o más recientemente tras su restauración en Sevilla… Presencia reiterada de la Patrona de Jaén en nuestro Templo Mayor, que se condensa y recuerda a diario en ese bellísimo lienzo que cuelga del muro de la capilla catedralicia de San José, donde la Virgen de la Capilla, su santuario de San Ildefonso y la Catedral, se nos funden en una entrañable unidad que trasciende del tiempo, del espacio y aún de la misma historia. Y se patentiza en los acuerdo tomados por la Cofradía, el primero en 1926 a raíz de su fundación designando al Excmo. Cabildo Catedral Cofrade de Honor y el segundo, en 1960 ante el III Año Jubilar, por el que se designó al Cabildo Catedral “Capellán Honorario y Perpetuo” de Nuestra Señora de la Capilla. Y aquí habríamos de poner fin a esta torpe disertación que ya se va alargando demasiado. Pero aún a riesgo de abusar de vuestra paciencia, hemos de hacer una última consideración. Estamos culminando la conmemoración jubilar del 350 Aniversario de la consagración de nuestra Catedral, en tiempo de Adviento.
EL DESCENSO
El Adviento, como lo fue el Descenso para nuestros antepasados, es sinónimo de esperanza. De la esperanza cristiana de que el Niño-Dios nazca en nuestros corazones. De la esperanza de que las nieves cubran con su albo armiño nuestras montañas, para que luego en Primavera, los manantiales se nos ofrezcan rumorosos y salvíficos. De la esperanza de que el afanoso laboreo del olivar de ocasión para ganar honradamente el pan a muchos que lo necesitan. De la esperanza de que un año más, renovemos nuestro espíritu, aunque luego, apagadas las luces multicolores y descolgadas las guirnaldas de espumillón, retornemos a la rutina de nuestras miserias…
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Precisamente en estos días santos del Adviento, por ser tiempo de esperanza y como preparación fervorosa a la venida del Señor, se estuvo celebrando durante muchos años la tradicional novena a la Virgen de la Capilla, hasta que el año de 1972 se decidió pasarla al mes de junio. En el año de 1908 predicó la novena un santo y sabio P. Jesuita, cuyo centenario estamos celebrando, el siervo de Dios Francisco de Paula Tarín (18471910), que a la sazón gozaban de grandes simpatías en nuestra provincia, donde solía realizar asiduas correrías apostólicas y misionales. Y en una carta que envió el 21 de diciembre a una de sus dirigidas, la M. Magdalena, religiosa de las Esclavas, le hacía esta hermosa consideración al respecto: “…Hoy, en la misa del alba en San Ildefonso, me parecía estar en el portal de Belén hallándome con estos giennenses, que entre ellos los hay devotos y buenos ante su adorada Patrona la Virgen de la Capilla, hermosa imagen recuerdo del milagroso descendimiento de la Señora, acompañada de San Ildefonso, en 1430 cuando los hijos del Santo Reino se disponían a abandonar su capital porque no podían resistir los ímpetus y acometidas de los mahometanos y vino la Santísima Virgen y alentó a su hijos y vencieron estos y se aseguraron para siempre…”. Ojalá en este Adviento los que nos llamamos hijos de María Santísima de la Capilla, los que nos gozamos una y otra vez en la armonía de esta espléndida Catedral, tengamos un retal de tiempo para buscar a Jesús a través de María. Para buscar en Élla –como decía el P. Tarín- el aliento que nos de seguridad para siempre. Y para volver recitar, aquí en la Catedral o en el familiar reducto de la basílica de San Ildefonso, desde nuestra doble condición de cristianos y giennenses, aquel hermoso salmo que desde 1430 tantas veces se ha repetido entre nosotros: Adorábimus in loco ubi steterunt pedes ejus Adorémosle en el lugar donde se posaron sus pies
Entrega del Sello de plata de la ciudad a la Virgen de la Capilla
La Cofradía de Nuestra Señora de la Capilla, Patrona y Alcaldesa Mayor de la Ciudad de Jaén, recibió el pasado 22 de febrero el Sello de Plata de la Ciudad con motivo del día de Andalucía. El galardón, el Sello de Plata Extraordinario lo recibió junto al de la otra patrona, Santa Catalina de Alejandría porque ambas imágenes son esencia del sentir jaenero y aglutinan la historia y tradición de la ciudad.
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Es un reconocimiento del amor que le profesa el pueblo de Jaén a la Virgen y que tanto devotos como Instituciones tenemos que trabajar para salvaguardar y potenciar, por ser, verdadera seña de identidad de Jaén.
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Retiro espirituales de cuaresma y adviento
La Junta de gobierno de nuestra Cofradía organizó sendos retiros espirituales para los tiempos litúrgicos de adviento y cuaresma. El primeros de ellos, fue impartido en los Casa de hermandad por el Delegado episcopal de Juventud, el Rvdo. D. José Antonio Sánchez.
EL DESCENSO
El retiro de cuaresma, repitiendo la experiencia de años pasados, se realizó fuera de Jaén. En esta ocasión el destino fue Cuenca, ciudad Patrimonio de la Humanidad. El retiro fue impartido por el Ilmo. Sr. Dr. D. Francisco Juan Martínez Rojas, y se aprovechó estos días de oración y convivencia para conocer los rincones de esta maravillosa ciudad.
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La Virgen de la Capilla ha regresado a su Camarín en la Basílica de San Ildefonso tras el proceso de adecuación integral al que ha sido sometido tras la restauración de la talla de la Virgen. El Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, perteneciente a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía indicó a la Cofradía de Nuestra Señora de la Capilla la necesidad de adecuar el Camarín
donde se rinde devoción a la Patrona de Jaén, tras la restauración de ésta. Ya que uno de los motivos que había provocado su deterioro fue el estado en el que se encontraba el Camarín, y los cambios bruscos de temperatura y la luz alógena directa sobre la talla de la Virgen de la Capilla que tanto le perjudicaba. La Alcaldesa de Jaén, Carmen Peñalver, impulsó desde el Ayuntamiento de Jaén la adecuación
EL DESCENSO
La Imagen de Ntra. Sra. de la Capilla vuelve a su Camarín
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del Camarín según las indicaciones que había proporcionado el Instituto Andaluz de Patrimonio. Este arreglo, cuyo importe ha ascendido a 10.000 euros ha consistido en el cambio y mejora de la luminaria, mejora de la ventilación y un arreglo general del estado del Camarín. Según la empresa que ha efectuado la obra, IMES, la adecuación ha constado de 3 fases: a) Mejora de la Iluminación:
EL DESCENSO
Para mejorar la iluminación del interior y evitar además daños irreparables en la talla de la Virgen, se han instalado un sistema de alumbrado cenital y frontal formado por 12 luminarias tipo leds de 4W y 12 luminaras de 3xLED-K2--10-/BL III Philips. Este sistema permite diferentes niveles de iluminación en el interior del Camarín, por mediación de tres circuitos y un reloj programador. Entre lo más destacado, que a través de la cristalera que existe en la verja de la calle Reja de la Capilla, se puede ver la imagen de
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la Virgen durante toda la noche, pues el consumo de este tipo de iluminación es muy bajo. b) Mejora de la ventilación: Para mejorar la ventilación del habitáculo y mantener a ser posible las mejores condiciones de humedad y temperatura, se han remodelado dos de las ventanas existentes y se ha colocado una nueva en un hueco dónde no existía. El tipo de ventanas de cristal colocadas, son de lamas regulables que permiten la regulación de la entrada de la luz natural y del aire. También se le han acoplando malla metálica para impedir la entrada de cualquier insecto o roedor. c) Remate de pinturas: Los remates de obra en ventanas y rozas de la instalación eléctrica, se han pintado conforme al entorno produciendo el menor impacto posible.
Construcción del orfanato en la R. D. del Congo
Hace casi un año que la Cofradía de Ntra. Sra. de la Capilla emprendía un ilusionante proyecto, la construcción de un orfanato en la República Democrática del Congo. Desde entonces, muchas han sido las actividades destinadas a recaudar fondos para dicho proyecto: cruz de mayo, cena benéfica, donativos de cofrades, etc…
Recordar que el misionero que esta al frente de la construcción del Orfanato, el Padre Francisco Ostos, fue nombrado en el 2003, por el Obispo de la diócesis de Mahagi, Ecónomo General, y es responsable de coordinar y dirigir todos los proyectos de desarrollo en los ámbitos de la enseñanza y la salud que emprende la diócesis. Todos los proyectos tienen garantizada su sostenibilidad, y se realizan con la colaboración y participación de la población beneficiada, pasando a ser gestionados y mantenidos por ellos mismos.
Hoy, como hemos dicho, casi un año después, y siendo conscientes que aún queda mucho camino por recorrer, no sólo se ha podido comenzar la construcción de una parte del orfanato con los fondos obtenidos hasta el momento, sino que este va a un buen ritmo de trabajo.
Para el próximo 23 de junio, la Junta de Gobierno de la Cofradía tiene pensado organizar una nueva Cena Benéfica a la que asistirá el misionero D. Francisco Ostos. Desde estas líneas, se anima a todos los cofrades y fieles devotos de Ntra. Sra. de la Capilla a asistir al evento.
EL DESCENSO
Tenemos que sentirnos felices y orgullosos de poder ayudar a estos niños, que desde su nacimiento, les ha tocado vivir unas circunstancias tan penosas, siendo victimas inocentes de la situación del país, y que si no es por la ayuda que van a recibir, se verían avocados a un futuro nada halagüeño.
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Cruz de mayo 2011
Ya que por quinto año consecutivo, la plaza de San Ildefonso acogió la tradicional fiesta de la Cruz, marcada como en anteriores ocasiones, por fines solidarios, pues lo recaudado se destina integramente al proyecto de caridad que se emprendió el año pasado la construcción de un orfanato en la R.D. Del Congo. De esta forma, la Junta de Gobierno ha querido impregnar estos 5 años de un fuerte carácter so-
lidario, comprometidos con los grandes problemas sociales. En el trascurso de la misma, el domingo 8 de mayo, la Asociación Red Madre de Jaén hizo entrega de los premios del I Concurso Literario. La pregunta clave del concurso, ¿Qué supone ser madre?, es, a la que los alumnos participantes tuvieron la posibilidad de responder en los distintos estilos literarios y con la que han querido hacer reflexionar sobre la maternidad. En la entrega de los premios, junto con miembros de la asociación, estuvo la alcaldesa de la ciudad Carmen Peñalver.
EL DESCENSO
La solidaridad de los jiennenses han sido unos excelentes aliados para que en los primeros días de mayo la Cofradía de la Virgen de la Capilla de a conocer su labor humanitaria.
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El Descenso
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Actualidad 2011
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Antonio Garrido Gámez, pregonero de la Virgen de la Capilla de 2011
El periodista jienense Antonio Garrido Gámez se ha identificado en toda su trayectoria profesional de 38 años con la capital jienense y con su provincia, de hecho ha tenido distintas oportunidades de marcharse de Jaén y siempre ha optado por quedarse. Pregonero por distintas ciudades y pueblos de la geografía jienense, podemos destacar los pregones a la Virgen de la Cabeza, en Andújar; el de la feria de San Lucas, en Jaén; el de la feria de San Agustín, en Linares, y otros en una treintena de municipios con numerosos motivos. En el año 1973 se incorporó a la Redacción de Ideal en Jaén, donde fue responsable desde 1988 hasta 2003.
También ha trabajado en una programación televisiva que pretendía proyectar a Jaén, en el ámbito social, económico, de imagen, y del patrimonio humano, y en toda su actuación le caracteriza una con-
signa permanente de mensaje a la sociedad jienense para que sea ella la que luche por su futuro y abandone ese cierto complejo de inferioridad, cuando son tantas sus potencialidades. Fue desde 1997 hasta hace poco tiempo presidente del Foro Jaén de Opinión y Debate. También es miembro, designado por unanimidad por las distintas fuerzas políticas del Parlamento andaluz, del Consejo Social de la Universidad de Jaén, órgano del que también fue su primer secretario. Además, Antonio Garrido es cronista oficial de la villa de Ibros, su pueblo natal, que le honró igualmente hace unos años con el título de Hijo Predilecto. En la actualidad, desde enero de 2006 es también director del periódico Viva Jaén, primer diario gratuito de la ciudad.
EL DESCENSO
Fue el primer corresponsal en la provincia del diario El País y también estuvo al frente de la corresponsalía de ABC y en las agencias Efe y Europa Press. Dirigió programas informativos en las emisoras Radio Popular, Radio Jaén y Radio Nacional, entre otros medios. Es Premio de Periodismo de Andalucía, Premio Nacional Ciudad de Úbeda y tres veces premio de Periodismo de Expoliva. Varios ayuntamientos de la provincia le han distinguido con sus escudos o medallas de oro. Fue durante una etapa jefe del Gabinete de Prensa de la Diputación, siendo reconocida expresamente su labor por los distintos grupos políticos que formaban el organismo provincial. Ha presidido la Unión de Periodistas de Jaén primero y la Asociación de la Prensa después.
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Por su dilatada labor profesional ha sido un observador privilegiado de los últimos casi cuarenta años de la vida de la provincia de Jaén y un firme defensor de la cultura, las costumbres y las tradiciones de esta capital del Santo Reino, y devoto de la Virgen de la Capilla, de cuyas fiestas de 2011 va a ser el pregonero. “Es un orgullo rendir homenaje a la Virgen de la Capilla en nombre de todo Jaén”. “...El barrio de San Ildefonso le da un valor añadido a la fiesta y es el mejor escenario para que en él viva la Patrona y se pasee en procesión por sus calles”. Hablamos con el periodista Antonio Garrido, elegido por la Cofradía, pregonero de las fiestas de este año. Nos consta su devoción por la Patrona y su sintonía con los grandes motivos de unión para los jienenses. -¿Qué le ha supuesto ser designado pregonero de la Virgen de la Capilla? Una enorme satisfacción y al tiempo una gran responsabilidad. Satisfacción porque como periodista tan vinculado a esta ciudad entiendo que es un orgullo rendir homenaje a la Virgen de la Capilla en nombre de todos los habitantes de Jaén. Responsabilidad porque por la tribuna han pasado muchos personajes que han dejado el listón muy alto y es difícil estar a la altura de las circunstancias y cumplir con el cometido asignado captando fielmente los sentimientos de tantos hijos de esta tierra identificados con el patronazgo de la Santísima Virgen en la muy querida advocación de la Capilla.
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-¿Cuál quiere que sea su mensaje?
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Sobre todo uno y muy concreto, el de situar las fiestas de la Virgen de la Capilla en el contexto de una ciudad que tuvo el privilegio hace casi seis siglos de asistir a su glorioso descenso, y por supuesto hay que hacer mención al emblemático barrio de San Ildefonso, sin el cual nada sería lo mismo; el barrio le da un valor añadido a la fiesta y es el mejor escenario sin ninguna duda para que en él viva la Patrona y por él se pasee cada vez que sale en procesión por sus calles. - ¿Cómo ve la devoción de los jienenses por la Virgen de la Capilla?
Creo que se puede decir con orgullo que las manifestaciones del pueblo de Jaén a su Patrona son algo que no sólo no disminuye sino que un año tras otro constituyen un valor en alza, lo cual constituye un signo inequívoco de apego a nuestras tradiciones más queridas y de apego a los sentimientos religiosos, muy importante en momentos difíciles en los que parece que mucha gente “pasa” de todo. Pero no hay más que ver cada año las miles de personas que se movilizan en homenaje a la Patrona y Alcaldesa Mayor de Jaén, ya sea en el tradicional Rosario de San Bernabé, en la masiva ofrenda de flores, en la fiesta de los Cabildos, o la magna procesión con nuestra querida imagen. Y esto es sólo el culmen, porque en la Basílica Menor que es al tiempo su santuario, recibe a diario las muestras de devoción de cientos de jienenses, sobre todo en el mes tan mariano de mayo y cada sábado para el canto de la Salve. -¿Cómo ve la labor de la Cofradía? La sigo muy de cerca y me alegra no sólo la inquietud permanente por superarse, sino el amor que le pone a su actividad y la juventud de la mayoría de sus miembros, que es algo que valoro enormemente porque esto significa que se está sembrando en las nuevas generaciones para que este inmenso patrimonio de la ciudad no corra ningún peligro. El conjunto de su labor es encomiable, en especial su compromiso social manifestado en proyectos de ayuda en lugares de necesidad, que demuestran la fortaleza de la fe y la devoción que profesan a María Santísima de la Capilla, y es muy grato que sepan contagiarlo y transmitirlo. Por ejemplo es un signo de muy buena salud y de esperanza en el futuro las largas filas de niños y niñas que se acercan a participar de la ofrenda floral en la mañana del 11 de junio. -¿Qué es lo que más le gusta de estas fiestas? Sobre todo el protagonismo de la Virgen de la Capilla, que es el motivo principal de la fiesta, todo el día 11 de junio tiene un significado especial y esto lo viven y lo sienten una mayoría de jienenses. Luego está la convivencia que se genera en el barrio de San Ildefonso que se convierte en estas fechas de una manera especial en el corazón de la ciudad y hace que los jienenses participen con entusiasmo de esta cita anual. Si el tiempo acompaña, estos días son inolvidables.
El Ilmo. Sr. Dr. D. Francisco Juan Martínez Rojas, Predicador de la Novena 2011
Sirvan las presentes líneas para “presentar”, que aunque no lo necesita, al Predicador de la Novena de este año del Señor 2011, que se celebrará en honor a la Stma. Virgen de la Capilla a partir del 1 del próximo mes de junio. Al cumplirse este año el 50º aniversario del nombramiento como CAPELLÁN MAYOR HONORARIO al Excmo. Cabildo de la S. I. Catedral, por el que fuera obispo de nuestra diócesis, D. Félix Romero Mengíbar; la Junta de Gobierno, entre sus acuerdos, tomó la iniciativa de proponer a D. Francisco Juan Martínez Rojas, Deán – Presidente de tan digna Corporación, para que fuera él quién predicará este año el novenario a Nuestra Señora. Para D. Francisco Juan, aceptando de buen grado el ofrecimiento realizado por nuestra cofradía, será la segunda vez que presida el novenario. Habiéndolo predicado anteriormente en el año 2005.
Sarmiento de Mendoza (1580-1595), calificada por el tribunal con summa cum laude.
Don Francisco Juan Martínez Rojas, nació el 26 de mayo de 1961, en Vilches (Jaén). Curso estudios superiores: Filosofía y Teología en el Seminario Diocesano de Jaén. Amplió los estudios licenciándose en Historia de la Iglesia por la Pontificia Universidad Gregoriana, de Roma (Italia).
Diplomado en Archivística por la Escuela Vaticana de Diplomática y Archivística.
Doctor en Historia de la Iglesia por la Pontificia Universidad Gregoriana con la tesis La reforma eclesiástica en el Jaén del XVI. El episcopado de D. Francisco
Su labor como sacerdote la inició en Las Casillas de Martos y adscrito a la parroquia de Santiago de Jaén (1987-1988), desde allí se trasladó hasta Ciudad
Diplomado en Arqueología Cristiana, por el Pontificio Instituto de Arqueología Cristiana, de Roma.
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Nueves días dedicados a la oración y la contemplación, teniendo a la Santísima Virgen como hilo conductor, congregando en la Basílica de San Ildefonso a un gran número de cofrades y devotos de la Virgen de la Capilla.
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septiembre 2004, en el ámbito del Fórum de las Culturas), nombrado por la Conferencia Episcopal Española. - Profesor de Historia de la Iglesia, Historia de la Teología, Historia de la Diócesis de Jaén, Historia de las Confesiones Cristianas y Patrología, en el Seminario Diocesano de Jaén. - Medalla de Oro de Andalucía (año 2011) por su conocimiento y divulgación del patrimonio histórico y cultural de la Iglesia. Es autor también de los siguientes títulos: Rodrigo donde fue nombrado Secretario Particular del Obispo de Ciudad Rodrigo (1988-1990). Fue Vicario Parroquial de Santa Cruz de Jaén (1990-1991), y párroco de Villardompardo y Escañuela (1991-1995), Adscrito a la Parroquia del Sagrario de Jaén (1995-2002).
• Aproximación a la historia de la Iglesia en Jaén, Jaén 1999, 222 pp.
Canónigo Archivero Diocesano desde el 28 de junio de 2002. Desde el año 2003 es Canónigo Bibliotecario Capitular, Delegado Episcopal de Patrimonio y Relaciones Culturales (10 enero 2006) y Deán-Presidente del Excmo. Cabildo Catedralicio (6 octubre
• La reforma eclesiástica en el Jaén del XVI. El episcopado de D. Francisco Sarmiento de Mendoza (1580-1595). Excerpta ex dissertatione ad Doctoratum in Historia Ecclesiastica, Roma 2002, 238 pp.
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Su amor gran amor por la Cultura y su gran fe y amor en Cristo lo han llevado a desarrollar diversas actividades en el mundo cultural, docente y religioso: -
Comisario de la Exposición Diocesana Vestigia Ecclesiae (mayo 1999)
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Premio Cronista Cazabán de investigación histórica 2002
-
Elegido Consejero de Número del Instituto de Estudios Giennenses el pasado 10 de abril de 2003.
-
Comisario de la Exposición Diocesana Rosarium Virginis Mariae (noviembre 2003-enero2004)
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• Incunables e impresos latinos en las Bibliotecas de Jaén, Jaén, Instituto de Estudios Giennenses, 1994 (en colaboración con J. HIGUERAS MALDONADO Y J. MORENO UCLÉS).
Comisario de la Exposición Nacional Christus Splendor in charitate (Barcelona junio-
• La Iglesia de Jaén [volumen 8 de la colección Historia de las diócesis españolas], Madrid 2003, 193-333. • El episcopado de D. Francisco Sarmiento de Mendoza (1580-1595). La reforma eclesiástica en el Jaén del XVI, Instituto de Estudios Giennenses, Jaén 2004, 618 pp. • El deán Mazas como Gobernador Eclesiástico (1784-1794). La aplicación de los principios de la Ilustración católica en Jaén. Discurso de Ingreso en el Instituto de Estudios Giennenses, Jaén 2004, 74 pp. Pero sobre todo, y ante todo, Francisco Juan Martínez Rojas es un hombre de Dios. Capaz de transmitir con grandeza y fervor el Misterio de lo Sagrado a todos los que le rodean.
Francisco Galiano Gómez. Autor del cartel anunciador de las fiestas en honor de Ntra. Sra. de la Capilla
Ha realizado numerosos trabajos. Algunas de sus obras más significativas son las pinturas realizadas para las parroquias de la Inmaculada (Mengíbar), la pintura para la Sacristía de San Pedro (Mengíbar), la de Sta. Mª Magdalena (Cazalilla), los carteles oficiales de la Semana Santa de Jaén en los años 2007 y 2009 y la talla de Ntra. Sra. de la Soledad de Arjona. Su obra está basada en un exhaustivo estudio de la figura humana desde la anatomía más des-
criptiva hasta el aspecto más trascendente, siendo la mayoría de su obra de carácter religioso aunque también ha cultivado el género del retrato en bastantes ocasiones. ¿Qué significa para usted la pintura? La pintura como arte plástica o como cualquiera de las artes ha de cumplir una función fundamental, la de ser medio de comunicación. Si una obra no cumple esta función, simplemente no está bien concebida o existe alguna deficiencia en el proceso comunicativo.
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Francisco Galiano Gómez es un joven artista nacido en Mengíbar y licenciado en bellas artes por la Universidad de Granada (2004).
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Mucha gente se sorprende ante lo incomprensible de la pintura contemporánea. Quien no entiende una obra actual tampoco entendió una clásica. La pintura posee su propio lenguaje y como tal hay que conocerlo, para poder llegar a comunicarse, no con el autor, sino con la obra en sí. ¿Cómo definiría su estilo? El estilo no se puede definir. En todo caso se pueden resaltar algunos rasgos característicos o puntos en común de entre las distintas obras de una trayectoria pictórica concreta. Sólo puedo decir que mi obra es figurativa. ¿Usted, que cree que debe reflejar un cartel anunciador de unas fiestas, como es el caso que nos ocupa? Depende de la naturaleza de las fiestas. En este caso, el cartel ha de ser de carácter religioso y mariano. ¿Qué técnica y material ha empleado? Técnica mixta (acrílico, óleo y grafito) sobre tabla. ¿Qué te ha inspirado a la hora de realizar la obra?
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Sólo una cosa: la Santísima Virgen en su advocación de la Capilla. Y como un pueblo vive su fe apoyándose en María, a la que siente más cercana, por la tradición local.
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¿Que nos has querido transmitir? El cartel de este año, presenta el misterio de la maternidad divina a través de la bellísima imagen de la Virgen de la Capilla. Se trata de una magnífica talla gótica que aparece desprovista de ornamentos en el centro del cartel. Todo lo demás ocupa un segundo plano. El arte Gótico en lo que se refiere a la iconografía de la Virgen María establece nuevos parámetros. La Virgen pasa a ser de “Trono de Dios” (Kiriotissa) en el Románico, a “Madre de Dios” (Theotokos) en el Gótico. En la escultura gótica María y el Niño Dios mantienen una relación humana, materno-filial, a la vez que de su cotidianidad trasciende el misterio de la maternidad divina, pues en Cristo coinciden las dos naturalezas, y la Virgen ha sido elegida por Dios mismo para ser su madre, Madre del Verbo encarnado. Este dogma fue proclamado en concilio ecuménico casi en los albores del cristianismo, (Concilio de Éfeso 431) y de él, en los últimos dos siglos, aunque el pueblo cristiano lo intuía mucho antes, se derivan los otros dogmas relacionados con la Virgen: la Inmaculada Concepción y la Asunción. Dogmas que también están representados en el cartel por los símbolos que identifican a María con la Mujer Apocalíptica, corona de doce estrella, vestido de sol y la luna por pedestal. Pero ¿cómo se accede al misterio? No de una forma abstracta. El cristiano ha conocido a Dios por
la transmisión ininterrumpida de la fe que se concretiza en la idiosincrasia de un pueblo determinado, en una comunidad forjada por su historia. Por eso María no solo es Madre de Dios, sino también Madre de la Iglesia, de toda la Iglesia; de aquella ha alcanzado su meta definitiva y de aquella que peregrina aún en la tierra. De la Iglesia universal y de la local. María es, por tanto, Madre de la Iglesia de Jaén, pues por Ella esta tierra ha conocido el Rostro definitivo de Dios, aquel que celosamente guardamos en el templo catedralicio situado a los pies de la Virgen en el cartel, como vigía de una ciudad que se refugia bajo el manto de su madre, cuyas próximas fiestas celebrará, siendo pregonero este cartel que la cofradía de la Virgen de la Capilla me ha confiado. ¿Qué va a sentir el giennense cuando vea tu obra representando a la Patrona de la Ciudad? El mensaje es muy directo y claro. La esbeltez de la talla, resplandeciente de dorados, sobre tonos más fríos hace que le espectador fije su mirada en la Virgen y profundice en Ella. Éste cartel ofrece una oportunidad única para comprender que la alegría exterior, propia de unas fiestas patronales, es siempre un signo que evidencia otra alegría más intensa y más onda, que brota de Cristo y de Éste resucitado. ¿Qué sensaciones has tenido durante el tiempo de elaboración de la obra? Lo cierto es que con la llegada de la Pascua y del mes de mayo, yo siempre suelo comenzar una obra dedicada a la Virgen, me haya sido encargada o no. Este año, sin duda ha sido más especial si cabe, pues tenía un motivo para vivir intensamente junto a María estas estos días pascuales.
Durante años el pintor ha ocupado un papel muy secundario en el mundo cofrade, salvo intervenciones puntuales y aisladas, como el caso de nuestra tierra, el lienzo para la Verónica. En estos últimos años, el cartel de Semana Santa, de Gloria y de la Patrona, ha abierto las puertas a una disciplina artística olvidada y que tiene mucho que decir. No podemos olvidar que las dos dimensiones de la pintura nos permiten a veces expresar con más fluidez una determinada idea y que tridimensionalidad escultórica, más limitada por el propio espacio físico. Agradezco a la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Jaén así como a la Cofradía de su excelsa Patrona, el trabajo que ha desarrollado en los últimos años para potenciar la pintura como expresión artística, religiosa y cofrade.
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¿Qué te parece la relación cada vez mas estrecha entre el mundo cofrade y los pintores de la tierra?
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La Virgen de la Capilla en el cupón de la ONCE
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Para el próximo 11 de junio, solemnidad de Nuestra Señora de la Capilla en nuestra capital, la ONCE ha escogido a la Virgen de la Capilla para el diseño del cupón del sorteo de dicho día.
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En el cupón, que ya se encuentra a la venta en los puntos habituales, aparece la Imagen de la Stma. Virgen de la Capilla, y tras esta, la Basílica de San Ildefonso junto al escudo de la cofradía. Una buena iniciativa que ayuda a fomentar la devoción a nuestra Patrona y hacerla visible en todos los puntos de España.
El cupón fue presentado el pasado 13 de mayo en la Basílica de San Ildefonso, donde intervinieron el Ilmo. Sr. D. Manuel Bueno, capellán de nuestra Cofradía, D. Pascual Gualda, Director de la ONCE en Jaén, D. José Humberto Montero, Hermano Mayor de la Cofradía, y cerrando el acto, Dª Carmen Peñalver, como Alcaldesa de la ciudad. Después fueron participes, junto a la comunidad que todos los días se reúnen ante la Stma. Virgen, para realizar la ofrenda floral y el piadoso ejercicio de las flores.
Nuevas adquisiciones de la Cofradía
Además, se adquirió unas serie de albas blancas para los acólitos que acompañan tanto en los cultos como en la procesión. Para la Misa Votiva de los Cabildos se estrenaron una serie de sotanas azules con roquete que dieron color a los niños y niñas que acompañan a la Santísima Virgen de la Capilla.
Continuando con el compromiso de la Junta de Gobierno de fomentar la devoción a la Santísima Virgen, y dignificar los cultos y actos que en honor a Ella se celebran; se ha ido adquiriendo y restaurando algunos enseres u objetos que eran necesarios para nuestra Cofradía.
Para este año 2011, la Cofradía ha realizado un gran esfuerzo y continuando con esta linea, tiene previsto el estreno de un nuevo puente de campana para el trono procesional, obra que está realizando el orfrebre giennense Juan Francisco López Pareja. Además, de este mismo artista, son las nuevas varas de representación que se estrenarán (D.M) el próximo 11 de junio. Un juego de dalmáticas azules para el servicio de paso, unos resposteros de tela bordada para la Misa de Cabildos y el arreglo de unos jarrones de plata completan el esfuerzo realizado por la Cofradía para las próximas fiestas patronales.
De igual manera se acometió el arreglo de los varales del trono procesinal, que unido a la restauración del mismo realizada hace dos años, ve complementada de una manera muy digna este conjunto de orfebrería para la salida procesional de cada once de junio.
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Tal es el caso de la restauración acometida el pasado año sobre los dos jarrones grandes de plata que fueron arreglados y plateados para tenerlos preparados y en las mejores condiciones para las fiestas pasadas.
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La Cofradía recibe la Memoria Final de la Intervención sobre la Imagen de Ntra. Sra. de la Capilla
La Cofradía recibió en fechas pasadas la Memoria Final de la Intervención sobre la Imagen de Ntra. Sra. de la Capilla.
el análisis y restauración de la talla, por su exquisito trato y buen hacer que se ha visto demostrado con los óptimos resultados obtenidos.
El informe consta de un amplio estudio histórico-artístico, uno de diagnosis y tratamiento, un estudio científico-técnico y un apartado de recomendaciones. Todo ello recogido en algo más de 70 páginas, que incluye material gráfico de todo el proceso.
De igual forma es de agradecer la gestión que ha realizado la alcaldesa de la ciudad, Carmen Peñalver, para que esta actuación integral que se ha acometido sobre la Imagen, Peana de Plata y adecuación medioambiental del Camarín haya finalizado sin coste alguno para nuestra Cofradía.
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La Junta de Gobierno de la Cofradía quiere agradecer a los profesionales que han intervenido en
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El Descenso
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LA IGLESIA DE SAN ILDEFONSO, PARROQUA Y SANTUARIO DE LA PATRONA DE JAÉN: DE CAPILLA A BASÍLICA Francisco Juan Martínez Rojas Deán de la S. I. Catedral de Jaén
El pasado 14 de noviembre de 2010, el cardenal Antonio Cañizares Llovera, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, presidió la celebración de la Eucaristía en la parroquia de San Ildefonso, haciendo público el documento de la congregación que preside, por el que, en virtud de las atribuciones que este organismo vaticano tiene concedidas por el Papa Benedicto XVI, este templo, que además de parroquia es Santuario de la Virgen de la Capilla, fue elevado a rango de basílica menor. El proceso para obtener de la Santa Sede el reconocimiento de la iglesia de San Ildefonso, parroquia y Santuario de la Stma. Virgen de la Capilla, como basílica menor, se inició durante el pontificado del Obispo D. Santiago García Aracil (1988-2004), siendo párroco D. Jesús Simón Peinado Mena. Se ha concluido felizmente siendo prelado diocesano D. Ramón del Hoyo López, Obispo de Jaén desde 2005, y párroco de San Ildefonso D. Manuel Bueno Ortega. Antes de ser presentado a la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el expediente solicitando la declaración de San Ildefonso como basílica fue aprobado por el Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española, en la sesión celebrada en el mes de junio de 2010. Este reconocimiento pontificio representa la culminación de un proceso que pretende resaltar la sin-
gularidad de San Ildefonso. El modesto edificio que se levantó en los arrabales del Jaén medieval, siglos después ha terminado siendo una basílica, considerada como tal por la Santa Sede, lo que significa un reconocimiento de su dilatada historia, una valoración positiva del notable patrimonio que posee, un
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1. La conclusión de un largo proceso.
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empuje positivo para el culto, la evangelización y el ejercicio de la caridad que la parroquia desarrolla en el barrio, y una confirmación alentadora de la devoción mariana que singulariza a San Ildefonso, por ser santuario de la Patrona principal de Jaén, la Santísima Virgen de la Capilla.
2. Origen histórico de la basílica cristiana. El término basílica proviene del latín “basilica”, que a su vez deriva del griego βασιλικη, ´ que significa “regia o real” (de “basileús”, rey). Basílica es la expresión abreviada de la locución completa βασιλικη´ ´ ´ que significa “casa real” o “casa regia”. En la οlκια, arquitectura clásica, la basílica era un edificio noble destinado habitualmente para dos funciones: impartir justicia y ser sede de operaciones financieras. Por su importancia, habitualmente las basílicas se encontraban en el corazón político de las ciudades romanas: el foro.
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Con el crecimiento del cristianismo, la nueva fe adoptó el modelo edilicio de la basílica para la celebración del culto cristiano, que imprimió algunas variaciones arquitectónicas en el modelo pagano previo. Los nuevos edificios cultuales más importantes, levantados sobre la tumba de un apóstol o un mártir, fueron llamados basílica, y con el paso del tiempo, el derecho distinguió entre dos clases: basílicas mayores y basílicas menores. Las basílicas mayores, llamadas también “basílicas patriarcales”, están en Roma y son: San Pedro del Vaticano, San Juan de Letrán, San Pablo Extramuros y Santa María la Mayor. Las
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demás basílicas se conocen habitualmente como basílicas menores. Al renunciar en 2006 al título de Patriarca de Occidente, el Papa Benedicto XVI denominó a las basílicas mayores como “basílicas papales”. También ostentaron el título de basílica patriarcal los dos edificios más importantes de la orden franciscana: la basílica de San Francisco, en Asís, y la de Santa María de los Ángeles, en la cercana Porciúncula.
3. Por qué San Ildefonso es basílica. En el informe que remitió a la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, justificando la petición para que fuese elevada a la dignidad de basílica menor el templo parroquial de San Ildefonso, Santuario de Ntra. Sra. de la Capilla, Patrona de la ciudad, de Jaén, el Sr. Obispo de Jaén afirmaba que solicitaba la declaración, consciente de la importancia que la parroquia de San Ildefonso tenía en la capital de la Diócesis del Santo Reino, y sabedor del gran calado que la devoción a la Santísima Virgen de la Capilla tenía en el pueblo cristiano tanto de la ciudad de Jaén como de toda la provincia. Asimismo, señalaba, en primer lugar, que el templo de San Ildefonso podía ser considerado como modelo de las celebraciones litúrgicas para toda la Diócesis de Jaén. El gran número de celebraciones litúrgicas, entre las que destacaban, aparte del culto habitual en el templo, los numerosos bautismos y bodas, eran preparadas por un competente equipo de liturgia, que ayudaba al clero parroquial, de modo
El presbiterio, junto con el altar, fue profundamente remodelado, siguiente la normativa litúrgica, en 1997, para posibilitar una mayor y mejor participación de los fieles en todas las celebraciones. Este objetivo se perseguía también con un digno ajuar litúrgico, compuesto tanto por libros como por ornamentos y vasos sagrados, que era cuidado con esmero. Lo mismo se podía decir de todas las celebraciones que realizaban las Cofradías y Hermandades que tenían su sede canónica en la parroquia de San Ildefonso, tanto las de pasión como las de gloria. Lo afirmado se puede resaltar, más si cabe, al referirse a los actos de culto que se celebran en honor de la Santísima Virgen de la Capilla, entre los que destacan la sabatina semanal, y, sobre todo, el solemne
novenario que tiene lugar del 1 al 9 de junio, muy concurrido de fieles, y la solemne celebración eucarística que anualmente preside el Sr. Obispo el día 11 de junio, conocida popularmente como “Misa de los Cabildos”, por asistir a ella corporativamente tanto el Cabildo Catedralicio como el Municipal. El Sr. Obispo de Jaén elevó la petición para que San Ildefonso fuese declaraba basílica, consciente de que este templo era también un reconocido centro de espiritualidad en varios niveles. Ante todo, al ser Santuario de la Santísima Virgen de la Capilla, la impronta mariana marca decididamente muchas actividades espirituales que se llevan a cabo en este templo, y que en su mayor parte son promovidas por la Ilustre, Pontificia y Real Cofradía de la Santísima Virgen de la Capilla, que preside en la actualidad D. José Humberto Montero Fernández. Entre las mencionadas actividades, aparte de los actos propiamente litúrgicos, se pueden citar los retiros trimestrales, abiertos no sólo a los cofrades sino a todos los fieles,
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que las celebraciones se ajustaban siempre a lo establecido por la normativa litúrgica, y, por ello, eran realmente para los participantes ocasiones privilegiadas para vivir su fe cristiana.
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y las peregrinaciones a santuarios marianos que se realizan periódicamente. Conscientes del relieve que desde el punto de vista religioso goza la parroquia de San Ildefonso en Jaén, tanto los Párrocos como los sucesivos Consejos Pastorales Parroquiales han potenciado notablemente todas las actividades relacionadas con la formación de los fieles. Por ello, este templo es también un centro de formación cristiana, que se imparte, en primer lugar, mediante la cuidada predicación cotidiana que se tiene en todas las misas que se celebran en San Ildefonso. La parroquia ofrece una formación catequética completa, que parte del llamado período del “despertar religioso”, pasando por la preparación para la Primera Comunión y la Confirmación, hasta llegar al catecumenado de adultos. Importante es también la formación cristiana de las parejas que desean contraer matrimonio, y que en San Ildefonso, dado su peculiar carácter, son muy numerosas. Es una ocasión privilegiada para ofrecer a los contrayentes, bautizados pero muchos sin excesiva formación, los contenidos básicos de la fe cristiana, lo que puede reavivar y personalizar su relación el Señor y con la comunidad cristiana en un momento tan importante de sus vidas como es su matrimonio. Desde hace varios años, en la parroquia de San Ildefonso se ofrece un curso bíblico anual, impartido por unos de los miembros del clero parroquial, y al que asisten un notable número de personas.
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La formación cristiana que ofrece la parroquia de San Ildefonso se concreta también en otras char-
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las y ciclos de conferencias que se imparten tanto en los salones parroquiales, como en otros espacios que ofrecen mayor capacidad, cuando se preve una afluencia de asistentes más numerosa. Los grandes eventos eclesiales son ocasión propicia para incidir en el mensaje que ofrecen a los fieles, y conscientes de ello, tanto el Párroco como el Consejo Pastoral Parroquial programan ciclos de conferencias, como se hizo, por ejemplo, previamente a la celebración del V Encuentro Mundial de las Familias, celebrado en Valencia, en julio de 2005. Igualmente, el mismo año, se celebró una Semana Mariana y Misionera, y más recientemente, con motivo de la ostensión de la Sábana Santa en Turín, la parroquia ofreció una conferencia sobre tan preciada reliquia. La formación cristiana que ofrece San Ildefonso también se difunde a través de las numerosas publicaciones que abarcan los aspectos histórico-artísticos de la parroquia, la explicación del rito mozárabe, que se celebra en ella, o la liturgia de las horas, por citar sólo algunos. El año 2005, con motivo de la elección de Su Santidad Benedicto XVI y coincidiendo con la celebración de la novena en honor de la Santísima Virgen de la Capilla, se publicó un folleto con textos marianos del Cardenal Joseph Ratzinger, para que los fieles conociesen mejor el pensamiento mariológico del nuevo Pontífice. De gran importancia para la formación de cofrades y fieles en general son las conferencias que patrocina la Cofradía de la Virgen de la Capilla, sobre distintos aspectos de la vida cristiana y de la piedad mariana.
Asimismo, y siguiendo las indicaciones de Su Santidad Benedicto XVI, que en su primera encíclica, Deus caritas est, hacía referencia a la creatividad que debía tener la caridad cristiana para afrontar los nuevos retos que se le planteaban, la parroquia de San Ildefonso ha abordado un nuevo proyecto caritativo, novedoso en toda la ciudad de Jaén, al que ha denominado Proyecto Jordán. Se trata de crear un comedor para dar desayuno a transeúntes y necesitados, ofrecerles también la posibilidad de una ducha. El local donde se situa este nuevo centro caritativo de la parroquia de San Ildefonso está ubicado en una calle aledaña al templo, tiene 90 m2, y Cáritas parroquial sufraga todos los gastos que genera el nuevo proyecto, que ascienden a unos 38.000 euros anuales, provenientes de donativos, sin que la mencionada cantidad se devenga de colectas u otros conceptos. La parroquia de San Ildefonso, Santuario de la Santísima Virgen de la Capilla, no es sólo historia gloriosa, arte acumulado a lo largo de los siglos, sino también, en la actualidad, un templo donde se celebra litúrgicamente la fe de manera modélica, un foco de espiritualidad para toda la ciudad y provincia de Jaén, un centro de formación cristiana evangelizado-
ra, y una comunidad de creyentes donde se vive de manera real y concreta la caridad hacia los más necesitados.
4. Conclusión. Por todos los argumentos anteriormente expuestos, el Sr. Obispo de Jaén, consciente de que en la parroquia de San Ildefonso, Santuario de la Santísima Virgen de la Capilla concurrían todos los requisitos reseñados por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos para que un templo fuese declarado basílica menor, presentó confiadamente esta petición, que fue aprobada finalmente con un rescripto fechado el 9 de junio de 2010. A los cinco siglos del Descenso, los cristianos de Jaén promovieron la coronación canónica de la imagen de la Virgen de la Capilla, en 1930. En el himno que con tal motivo se compuso, se canta que María es “la reina celestial” de la ciudad, y por ello lleva “áurea corona sobre su sien”. Como se ha señalado anteriormente, el vocablo “basílica” deriva de la palabra griega “basileús”, que significa rey. La basílica es un edificio regio, real, digno de un rey o de una reina. Desde el pasado 14 de noviembre, la iglesia de San Ildefonso es basílica, digna morada de la Reina de Jaén, noble espacio en el que el culto litúrgico modélico, la evangelización esmerada y la caridad solícita servirán para hermosear, más si cabe, esos otros templos, no materiales, que son los creyentes, y allí encuentren acogida fraterna también los que, sin la luz de fe, buscan sentido para su vida o consuelo en su necesidad. Por ello, la elevación de San Ildefonso a basílica será un nuevo acicate para que los creyentes de esa comunidad parroquial, y todos los fieles de Jaén, vivan con más fidelidad su condición de bautizados, poniendo los ojos en la Virgen, Santa María de la Capilla, modelo de vida cristiana. Así se harán realidad las palabras de Benedicto XVI, cuando al evocar su viaje a España, el pasado mes de noviembre, recordó que era necesario que los cristianos “aviven su fe y la transmitan con valentía, siendo cristianos como ciudadanos y ciudadanos como cristianos”.
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Finalmente, en el informe remitido a la Santa Sede, el Sr. Obispo de Jaén reseñaba que en la parroquia de San Ildefonso se llevaba a cabo una intensa labor caritativa, lo que convierte a este templo en un reconocido centro de caridad y solidaridad. El equipo de Cáritas, cuya notable eficacia es reconocida dentro del mismo ámbito de Cáritas Interparroquial y Diocesana, está formado por un nutrido grupo de laicos voluntarios, que dan respuestas a las numerosas peticiones de ayuda de todo género, que llegan a San Ildefonso. También desarrollan su función caritativa los grupos de caridad de las diversas cofradías y hermandades de la parroquia. De todas, resalta por los proyectos que acomete la Cofradía de la Stma. Virgen de la Capilla, que durante los últimos años ha acometido varios proyectos de caridad, entre los que caben ser citados la construcción de una escuela en la India, y la de un orfanato en la República Democrática del Congo, en la región del Ituri, Diócesis de Bunia y Mahagi, en la misión de Logo, por valor de 46.000 euros.
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Pregón en honor a Nuestra Señora de la Capilla, Patrona y alcaldesa Mayor de Jaén Aniceto Eduardo López Aranda 29 de mayo 2010
nos llenas de ciencia suprema. Salve, columna de sacra pureza; anulaste a Satán seductor de las almas; nos diste al Señor sembrador de los castos. Unión de los fieles con Cristo, de vírgenes Madre y Maestra; al Esposo conduces las almas. SALVE, ¡VIRGEN Y ESPOSA!
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San Germán, Obispo de Constantinopla, en el siglo VIII, dirigiéndose a la Santísima Virgen, se expresaba así: “Tu eres la que, por medio de tu carne inmaculada, uniste a Cristo al pueblo cristiano… Como todo sediento corre a la fuente, así toda alma corre a ti, fuente de amor…” Hoy mi alma desea, también, expresar a través de mis labios mi amor a María mi Madre, nuestra Madre; mi confianza en su mediación ante el Altísimo; mi agradecimiento por tantos y tantos favores recibidos y, sobre todo, decirle que este pregón, desde la torpeza de sus palabras, es el de un cofrade con el corazón exultante de gozo que guiado más por el cariño filial, que por la mente, ha sido tan osado como para aceptar presentarse hoy ante ustedes despojado, eso sí, de toda vanidad, para proclamar, nada más y nada menos, los hechos que marcaron para siempre la historia de la muy noble y muy leal Ciudad de Jaén que postrada ante ti, Santísima Virgen de la Capilla canta:
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Salve, llevaste en el seno quien guía al errante; al mundo entregaste quien libra al esclavo. Plegaria ante el Juez verdadero; del hombre supremo deseo. SALVE, ¡VIRGEN Y ESPOSA! Salve, dintel del augusto misterio. Carroza del Santo que portan querubes; sitial del que adoran sin fin serafines. Tu sola a la vez eres Virgen y Madre, esperanza de bienes eternos. SALVE, ¡VIRGEN Y ESPOSA! Salve, sagrario de arcana Sapiencia; por ti se confunden los sabios; por ti el orador se enmudece. Por ti se aturden sutiles doctores; por ti desfallecen autores de mitos. Disuelves enredos de agudos sofistas;
Salve, oh rayo de sol verdadero; fulgor que ilumina las mentes; cual trueno enemigos aterras. Surgieron de ti luminosos misterios; tu limpias las manchas de nuestros pecados. Salve, oh fuente que lavas las almas; oh copa que vierte alegría, fragancia de ungüento de Cristo; oh vida del sacro Banquete. SALVE, ¡VIRGEN Y ESPOSA! Salve, oh tienda del Verbo Divino; más grande que el gran Santuario. Oh Arca que Espíritu dora; tesoro inexhausto de vida, diadema preciosa de reyes devotos; firmísimo alcázar de toda la Iglesia; Salve, muralla invencible de todo el Imperio, por ti enarbolamos trofeos; por ti sucumbió el adversario. Salve, remedio eficaz de mi carne; Salve, inmortal salvación de mi alma. SALVE, ¡VIRGEN Y ESPOSA!1 Como es de rigor, antes de continuar deseo saludar muy afectuosamente a los MM. II. Sres. Capitulares presentes en el acto, representantes de la Corpo1
Adaptado del Himno Akathistos
Envío, también, mi consideración al M. I. Sr. Don Manuel Bueno Ortega, Párroco de San Ildefonso, Capellán Mayor de la Cofradía, gran dinamizador de la vida de la parroquia durante muchos años en la que ha conseguido constituir una verdadera comunidad reunida en torno al Buen Pastor. Saludo especialmente a los miembros de la Corporación Municipal que han tenido a bien acompañarnos en este acto de homenaje a la Alcaldesa Mayor de la Ciudad a la que ruego los guíe en el camino, muchas veces espinoso y desagradecido, del servicio al bien común. Mi gratitud a la Junta de Gobierno de la Pontificia, Real e Ilustre Cofradía de Nuestra Señora de la Capilla, Patrona de Jaén, encabezada por su Hermano Mayor D. José Humberto Montero Fernández por concederme el inmenso honor de intervenir en este solemne acto, que no solo es anuncio de las fiestas de junio sino que es pública proclamación de fe, desde esa común devoción a María, en su advocación más jaenera, que nos vincula fraternalmente. Gracias, Hermano Mayor, que has confiado en mí para esta empresa, prevaleciendo en mi designación más la amistad que me une a la mayoría de todos vosotros que los méritos, que no existen. Junta de Gobierno de la Cofradía que ha entendido perfectamente lo que significa ser cofrades y gobernar una Cofradía, teniendo muy presentes los fines de culto, formación, caridad y apostolado a los que están obligadas nuestras corporaciones. Y todo ello –porque este mundo es así- lloviéndoles las críticas de personajes que poco han aportado ni aportarán en el futuro pero que se permiten pontificar y erigirse en apologetas de sus verdades. Mas haced caso omiso a todas esas voces; tenéis el ímpetu de la juventud, la formación cristiana suficiente y sois algunos de vosotros herederos de una tradición familiar que ha contado con insignes devotos de Nuestra Señora y que desde la atalaya privilegiada donde están interceden por vuestra nobilísima labor. Que el Señor os bendiga.
También envío mi afecto a mis hermanos en la Buena Muerte de Cristo que habéis tenido la deferencia de acompañarme hoy. Sabéis que sois parte de mi vida y que os llevo muy dentro a todos porque en lo más profundo de mi corazón va inscrita en letras de oro la Hermandad de mis amores, la que tanto me ha dado, a la que he dedicado más de la mitad de mi vida y a la que prometo servir mientras me quede aliento para ello. Gracias a mis padres, a mis hijos y especialmente a mi mujer que aprendió de su padre, buen hombre y mejor cristiano, de la devoción a la Virgen de la Capilla, porque todos ellos me han enseñado y ayudado a seguir la senda del Maestro y a procurar, con mis caídas constantes, hacer de mi casa un hogar luminoso y alegre en el que Cristo y María estén siempre presentes. Y gracias, como no, al Ilmo. y Rvdmo. Sr. D. Pedro José Martínez Robles, Vicario Judicial, Canónigo de la Santa Iglesia Catedral y Capellán de mi Hermandad. La Iglesia de Jaén puede sentirse orgullosa de contar con sacerdotes de su valía humana y vocacional y a diario hemos de elevar nuestra oración para que sean muchos como él los que pastoreen nuestra grey. Gracias Pedro, además, por tus palabras hacia mi persona que nacen de un corazón grande como el tuyo y no de la objetividad pues grande es la amistad, yo diría fraternidad, que nos une; sabes que mi único mérito es el ser un enamorado de la Iglesia de Cristo y ofrecerle mi disponibilidad plena cuando y como tenga a bien demandármelo. Vaya, además, mi gratitud más sincera para tantos amigos presentes y, por supuesto, para los que en la tarde de hoy han querido acompañar a la Cofradía de la Patrona y concurrir a este auditorio para ser, también, coprotagonistas de este acto entrañable. Virgen de la Capilla, nueva Eva victoriosa sobre la media luna que ebria de sangre y ambición desmedida lanzaba sus hordas invasoras a destruir la voluntad y la propia vida de gentes sencillas pero dispuestas a morir con el sagrado nombre de tu Hijo en sus labios, seguros de la eterna liberación. Porque tuviste que ser Tú, Virgen gloriosa y bendita, la que en la noche que cambió definitivamente la historia de Jaén en un antes y un después de tu descenso, vinieras con Cristo en los brazos para revestir el corazón de tus hijos con la coraza de la fe. La Ciudad estaba
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ración que, con orgullo, ostenta el título de Capellán Honorario de Nuestra Señora de la Capilla y es que el binomio Cabildo catedralicio – Patrona de Jaén es el relato de una eterna historia de amor hacia la que es honorifitentia populi nostri, el honor de nuestro pueblo.
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a punto de ser abandonada a su suerte ante las embestidas furiosas de los nazaríes y el cerco implacable que pretendía conseguir su asfixia. D. Gonzalo de Stúñiga, Obispo de Jaén por la Gracia de Dios, bravo caudillo de la Reconquista, -la que hoy se quiere obviar pero que trajo a nuestra Patria siglos de esplendor-, casi había desistido de la empresa ante la falta de medios y, sobre todo de apoyos militares y en su desesperación había acordado con los principales de la ciudad abandonarla el día once de junio.
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Cuando en la hispana historia alboreaba la quincena centuria, Jaén era “la más grande ciudad de la frontera” que a Castilla y Granada separaba. Por eso tanto el moro ambicionaba clavar de nuevo en ella su bandera y, en nocturnas algaras, con tan fiera saña la acometía y ultrajaba. Y era tanto el estrago y tan frecuente que hacían en sus campos y en sus muros y hasta en sus vidas los sangrientos moros, que a pesar de su temple tan valiente, Jaén pensó acogerse a otros seguros, dejando abandonados sus tesoros.2 Pero es que si examinamos la historia de España y, más concretamente las de Jaén y Granada, podemos observar como a partir de mediados de 1430 comienza una contraofensiva cristiana que llega con sus victorias y reconquistas hasta las mismas puertas de la ciudad de la Alhambra. ¿A qué es debido esto? ¿Por qué desde ese momento y no antes ni después? ¿No será que Dios, nuestro Señor, ante las súplicas de su Madre, la que siglos antes protagonizó el inicio de un nuevo amanecer patrio en Covadonga y ahora en Jaén como Madre de la Capilla, quiso atender el sollozo de los que en la cruz de Cristo se gloriaban? Yo así lo creo y así lo pregono: Que la Virgen Santísima descendió del Cielo el once de junio de 1430 para posar sus benditas plantas en la malherida ciudad de Jaén, socorrer a sus gentes, iluminar a los que hasta ese momento vivían en tinieblas y en sombras de muerte, enarbolar el pendón de la fe, iniciar un nuevo caminar a la luz del Evangelio y proclamar la grandeza
El hombre es incapaz de asumir inteligiblemente un milagro de la magnitud del que se produjo en Jaén. No hay más que ver las declaraciones de los testigos y deducir de ellas el asombro que tuvo que producirles semejante suceso y que quedó plasmado de forma magistral en el soberbio retablo del Descenso que nos lleva a meditar sobre tan grandioso acontecimiento. ¿Qué pasaría por las mentes de aquellos antepasados nuestros, sencillos, incontaminados por la increencia, por los cantos de sirena de la tecnología actual y la absurda concepción de un mundo en el que todo es relativo? Imagínense, por un momento, aquella fulgurante luz inundando la noche de junio e invadiendo con su paz a toda la ciudad de Jaén. Siete cruces portadas por otros tantos hombres vestidos con ropas blancas que les llegaban hasta los pies, caminando uno en pos de otro y junto a las cruces como otras veinte personas, también vestidas de blanco hasta los pies, que iban en dos filas, a manera de procesión , y rezando. Y al fin de esta procesión una dueña, más alta que los demás, igualmente vestida de ropas blancas (…) la cual iba sola, sin ninguna otra persona al lado, y llevaba en los brazos una criatura pequeña (…) Nadie vio la cara a esta Señora, pero le pareció que salía de ella tanto resplandor, que alumbraba más que el sol.3 Tras la Señora, unas mujeres y gran tropel de gente. Cerrando el cortejo Ángeles con vestiduras de guerra, milicia celestial de María y de su Hijo caminando a la derecha de ambos, según el relato, San Ildefonso. El santo tenía una honda devoción a la Inmaculada Concepción doce siglos antes de que se proclamara dogmáticamente. Ella le favoreció con grandes milagros. Una noche de diciembre, él, junto con sus clérigos y algunos otros, fueron a la iglesia, para cantar himnos en honor a la Virgen María. En-
Montuno Morente, V. Nuestra Señora de la Capilla. Madre, Patrona y Reina de Jaén. (Ensayo histórico). Madrid 1950. Tomado de la información testifical del Descenso. 3
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del Señor dejando desde ese momento y hasta el final de los tiempos a un pueblo enamorado fervientemente de la Santísima Virgen desde la noche en que se produjeron tales hechos que hicieron que hasta el propio Felipe II llegara a decir que el milagro de Jaén era el mayor de entre los grandes.
Montuno Morente, V. “El Descenso de la Virgen”.
Yo me confieso incapaz; mi mente no puede llegar a imaginar la dimensión, aunque sea mínimamente, del milagro del Descenso. Sentimientos de devoción, de enamorado de María y de gratitud al Señor recorren cada fibra de mi cuerpo y de mi alma cuando a diario transito la calle por la que la mismísima Virgen María pasó; o cuando contemplo el mosaico en la Reja donde se detuvo la procesión del cielo, desde la propia calle... desde el balcón de mi casa; o cuando cruzo ante el ventanal que me hace ver a cualquier hora su bendita imagen encima del Sagrario donde su Hijo permanece oculto, pero con nosotros hasta el fin de los tiempos en otra locura de Amor que solo Dios es capaz de protagonizar. Sentimientos que me hacen exclamar: Cor Mariae dulcissimum; iter para tutum. Corazón dulcísimo de María, prepáranos el camino, haznos fieles transmisores de la Gran Noticia, fuertes en la caridad y constantes en la oración para un día alcanzar a ver tu rostro –que seguro se parece muchísimo al de tu bendita imagen de la Capilla- y el de tu Hijo en la rutilante y eterna mañana del once de junio que no tiene fin. Pio XI, en la encíclica Lux veritatis, recuerda que la Virgen María debe ser reconocida y venerada como real y verdadera Madre de Dios. Continúa el pontífice justificando de una forma inductiva, a la vez que bella, la divina maternidad de María a la que no sólo debemos llamarla Madre de Cristo hombre, sino Deípara o Theotokós, esto es, Madre de Dios. Jaén ha tenido muy presente, a lo largo de las centurias, que María de la Capilla es su Madre. A ella ha acudido con filial devoción seguro de que sus súplicas en las necesidades, sequías, enfermedades, desventuras y otras calamidades serían atendidas
porque jamás ninguno de los que han acudido ante su presencia soberana ha sido abandonado, como rezamos en el Acordaos de San Bernardo. Y es que a través de la oración confiada ante la medianera universal de todas las gracias, intercesora del hombre ante Dios, consuelo de la estirpe humana desde aquella palabra de Cristo en la Cruz, cuando nos la entregó como madre espiritual, somos más capaces de asumir la inmensidad del misterio de la maternidad de María, Madre nuestra y Madre de la Iglesia al haber dado a luz a Jesús, Cabeza del Cuerpo místico, y poder decir con Pablo VI que el continuo recurso a María es el buscar entre sus brazos, en Ella, por Ella y con Ella a Cristo Nuestro Salvador, a quien los hombres, en los desalientos y peligros de aquí abajo, tienen el deber y experimentan sin cesar la necesidad de dirigirse como a puerto de salvación y fuente trascendente de la vida4 . Tan grande es la dignidad de la maternidad divina de la Virgen que nada puede imaginarse más grande, excepto Dios, como a lo largo de los tiempos han manifestado S. Ambrosio, San Anselmo, San Sofronio de Jerusalén, San Bernardino de Siena, San Anselmo de Cantorbery y tantos otros; incluso el mismísimo Lutero llegó a decir: Tal y tanto honor se encierra en esta denominación de Madre de Dios, que nadie puede predicar de ella otras cosas más grandes, aunque tuviera tantas lenguas como flores hay en la tierra, como estrellas en el cielo y arenas en el mar”. El honor del nombre de Madre de Dios es el núcleo del que emergen todos los demás honores y prerrogativas que la adornan y que han sido la fuente de inspiración de artistas, pintores, poetas… Y hoy, mes de mayo de dos mil diez, el mes dedicado a la Madre con mayúscula, mes de las flores que pronto acabará, muchas de ellas no verán la luz porque en nombre de un mal llamado progresismo van a ser cercenadas en el vientre materno cuando y como se quiera, porque lo único que importa es el placer por el placer, el hedonismo más despiadado y feroz y un puñado de votos que son capaces de acabar con una vida humana porque sí , con unas leyes que vulneran el mismo Estado de Derecho puesto que no protegen a los más débiles, a los que no tienen voz. ¿Por qué lo llaman política? ¿Por qué lo llaman ley? ¿Por qué lo llaman derecho? ¿Por qué no utilizan la palabra crimen que es su verdadero nombre? ¡Santa 4
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contraron la capilla brillando con una luz tan deslumbrante, que sintieron temor. Todos huyeron excepto Ildefonso y sus dos diáconos. Estos entraron y se acercaron al altar. Ante ellos se encontraba María, la Inmaculada Concepción, sentada en la sede del obispo, rodeada por una compañía de vírgenes entonando cantos celestiales. María le hizo una seña con la cabeza para que se acercara. Habiendo obedecido, Ella fijó sus ojos sobre él y dijo: “Tu eres mi capellán y fiel notario. Recibe esta casulla que mi Hijo te envía”. Por eso, también en Jaén, la Virgen se hizo acompañar de su capellán y con él entonar el milagroso canto de maitines con el que concluyó el Descenso.
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María de la Capilla, Madre de Dios y Madre nuestra, ruega a Jesucristo, el bendito fruto de tu vientre, que ilumine las mentes y los corazones de legisladores, médicos y madres para que no cometan más asesinatos, con toda impunidad, invocando el nombre de una mal entendida libertad!
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Honraremos muy especialmente a la Virgen de la Capilla en la novena a lo largo de los primeros días del mes de junio en la que, en una iglesia de San Ildefonso abarrotada de fieles, postrados ante el estrado de sus plantas como leemos en el salmo, en una bellísima celebración litúrgica cuidada hasta el más mínimo detalle, plena de símbolos orientados a la oración y al recogimiento, miramos a Cristo con los ojos de María: una mirada gozosa por su encarnación tras el fiat de la recatada nazarena, luminosa por haber instituido la Eucaristía y quedarse con nosotros para siempre; de dolor por su muerte en la Cruz y de gloria por haber resucitado de entre los muertos y asegurarnos la vida eterna. Una celebración que ha sabido sobreponerse a influencias renovadoras no siempre bien entendidas y que han privado, en multitud de ocasiones, a la liturgia de esa necesaria trascendencia para elevar el espíritu al misterio que se celebra. Siempre el mismo ritual, casi las mismas caras y la misma oración emergiendo de los labios de nuestras gentes, unida indefectiblemente a los sagrados misterios de nuestra fe.
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Todo cambia en un universo que los científicos dicen que se expansiona. Cambiamos nosotros; cambian las cosas; cambian los tiempos. Pero lo eterno y trascendente permanece constante tras el paso de las generaciones y siempre creemos vernos los mismos. Y los que ya no están, también están ahí, en su banco de siempre y por mucho tiempo que pase, siempre será la primera vez cuando llegamos a la ineludible y tradicional, mas siempre nueva, cita de enamorados. Y en el templo aún resuenan los ecos de los grandes oradores sagrados: el Padre Tarín, Muñoz Garnica, Blanco Nájera, D. José Martínez Soler, D. Félix Pérez Portela, Monseñor Basulto, Monseñor García y García de Castro… percibiéndose en el aire décadas y décadas de acendrado amor a María de la Capilla. Pasan días, pasan meses, pasan años y siempre vuelve Junio y la novena a la Virgen de la Capilla como presagio de su presencia en las calles de Jaén.
Dios te salve, María, llena eres de Gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. ¡Qué oración! ¡Cuánta grandeza y cuánta belleza esconde en su sencillez! Sencillez de la Virgen de la Capilla que por eso, por ser humilde, por ser ancilla Domini, Esclava del Señor, fue Madre de Dios y es Reina. Y ese continuar cadencioso de avemarías junto a la oración que Cristo nos enseñó y la alabanza a la Trinidad Beatísima se transforman en el Santo Rosario, preciosa plegaria con la que honramos a María, glorificamos a Dios, uno y trino, y confirmamos nuestra fe en los Sagrados Misterios de nuestra Redención, desde el gozo y la luz, pasando por el dolor a la gloria. Arma poderosa para vencer en nuestra lucha interior y continuo acto de fe, de esperanza y amor, de adoración y reparación como fue definido por San Josemaría Escrivá. Dice el salmista: Dame a conocer el camino que he de seguir; porque a ti he levantado mi alma. Y el camino que llega a Cristo pasa indefectiblemente por María como nos enseña la jaculatoria: Omnes cum Petro, ad Jesum per Mariam. María, la doncella nazarena entregada al designio divino en la Anunciación; el estremecimiento del Bautista en el seno materno y la rebosante humildad de la Virgen en el grandioso canto del Magnificat; la venida al mundo del Emmanuel; la Purificación de la que es Tota pulchra; la pérdida de Jesús y su lección de servicio a Dios; el Bautismo del Hijo de Dios; las bodas de Caná en las que se manifiesta la omnipotencia suplicante de la Virgen; el anuncio a todos del Reino de Dios; la transfiguración en el monte Tabor; la institución de la Eucaristía; la agonía de Cristo en Getsemaní y su confianza en la oración perseverante; la flagelación, la coronación de espinas; Cristo con la cruz a cuestas y el encuentro con María; la muerte en presencia de su Madre y las palabras no sólo a Juan sino a toda la humanidad: Ecce Mater tua. He ahí a tu Madre. Cristo ha resucitado y se aparece a su Madre Santísima para elevarse más tarde hasta el cielo y después de enviarnos al Paráclito preparar la gloria para recibir
Nos ha tocado ser una pequeñísima parte más en el gran juego del universo, estando moralmente obligados a transmitir a los que nos sucedan nuestros mejores frutos y nuestras más preciadas tradiciones, y sabios son los pueblos que conservan y acrecientan sus creencias más firmes, sus más bellas devociones. Y en nuestro Jaén, para nosotros amadísimo pueblo grande con lo que de hermoso guarda el vocablo pueblo en su acepción de tierra entrañable, en Jaén, repito, somos depositarios de un legado único que hemos de conservar en su primigenia pureza. Porque la ciudad entera celebra las vísperas de la Magna Fiesta echándose a la calle para orar desgranando cuenta a cuenta el Santo Rosario en el tradicional de San Bernabé y recorriendo también las calles que pisaron las santísimas plantas de la Virgen de la Capilla. Antiquísima tradición que ya se practicaba en el siglo XVIII como continuadora del particular cuidado que pusieron los Dominicos para mantener viva tan noble devoción. Plaza de San Ildefonso, calle Hurtado, Ramón y Cajal..., hasta llegar a la Reja de la Capilla donde se concluirá con el estallido gozoso de la letanía lauretana con un clamor unánime a Cristo y a la Santísima Virgen de la Capilla que es Madre de la Iglesia Santa a la que hemos defender insistentemente, sin tregua, ante las iras encarnizadas de los mediocres. Madre purísima e inmaculada; del buen consejo que muchas veces obviamos dar o recibir presos del egoísmo. Virgen de la Capilla, digna de veneración del pueblo que bajo tu protección se acoge. Digna siempre de alabanza porque para ti sólo existió la obediencia voluntaria al Creador.
Espejo de Justicia en unos tiempos en los que prima la sinrazón. Trono de sabiduría al que hemos de recurrir continuamente para caer en la cuenta de nuestra ilimitada limitación. Casa de oro pues fuiste dignísimo tabernáculo de la Nueva Alianza, primera custodia del Santísimo Cuerpo de Cristo. Puerta del Cielo que todos anhelamos y que tiene en ti a su mejor embajadora porque una de nuestra estirpe ha sido elevada a tan alta dignidad. Salud de los enfermos de alma y cuerpo que en ti tienen su más preciado sostén. Consuelo de los afligidos y auxilio de los cristianos que en tu mediación buscan vivir su fe. Y sobre todo eres, Capilla de mi alma, causa de nuestra alegría porque siempre estás ahí Estrella de la mañana, cada vez que alborea desde las alturas serranas de Mágina y nos das la oportunidad, siempre nueva, de ofrecernos enteramente a ti en la jornada que comienza y consagrarte todo nuestro ser en el Jaén de nuestras entrañas. Celebramos una efeméride gozosa. El sexagésimo aniversario de la declaración oficial, por la Santa Sede, de la Virgen de la Capilla como patrona principal de la Ciudad de Jaén, propuesta que fue activada por la Excelentísima Corporación Municipal por considerar a la Virgen como defensora de los anhelos espirituales y materiales de todo un pueblo y que tuvo feliz culmen el día de hoy del Año Santo de 1950. Y es que desde tiempo inmemorial el mismo Cabildo Catedral hizo suyo el fomento de la devoción a la Virgen María bajo esta advocación y desde la instauración de la fiesta principal, pasando por las rogativas cuando las calamidades afligían a los giennenses tales como la epidemia de peste de 1602, la sequía de 1730 y el terremoto de Lisboa de 1755, entre otras, en las que fueron muchas las manifestaciones de piedad y cariño filial de nuestros mayores y por las que se fue tejiendo una corona de devoción agradecida y de veneración desmedida hacia la Virgen de la Capilla, patronazgo que también, estoy seguro, se debe a la intercesión del Obispo de la Coronación, Basulto;
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a la Santísima Virgen. ¡Qué se alegren los ángeles por la llegada de María! Toda hermosa eres, amor mío, no hay tacha alguna en ti. Jardín cerrado eres, un manantial cerrado, una fuente sellada. Ven, serás coronada. Esto leemos en el Cantar de los Cantares, admirable paralelo de la Coronación de la Virgen como Reina y Señora de toda la creación concluyendo así el egregio compendio de la historia de la Salvación grandiosamente recogido en el Santo Rosario, ese que ya no se reza en familia pero que, al menos, una vez al año y en Jaén es plebiscito de fe y devoción mariana.
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del Deán y primer Capellán de mi Hermandad de la Buena Muerte, Pérez Portela; del Gobernador Morales Aballe, de Felipe Serrano Tabares, del Conde de Corbul y de tantos otros devotos que cayeron inmolados por su fe con el nombre de Cristo y María de la Capilla en sus labios. Pero el patronazgo es prueba de algo más que devoción a la Virgen de la Capilla. En la limpia mañana del once de junio a un templo de San Ildefonso, abarrotado de fieles desde primeras horas de la mañana, acuden las corporaciones municipal y eclesiástica a la magna celebración de la fiesta de los cabildos en la que tradición –pues comenzó el año siguiente al del Descenso- y fervor mariano se funden en un solo ejercicio de veneración a la Alcaldesa Mayor de la Ciudad en torno a la mesa de la Eucaristía para, reunidos en nombre de Cristo, honrar a su Santísima Madre, cantar su grandeza, exaltar su nombre, enaltecer su insondable humildad y proclamar las gracias de la sublime nazarena. Perdónanos María de la Capilla porque aún no hemos sabido calibrar en su justa medida lo que nos dice aquella, tu egregia efigie, desde el Camarín por el que a diario te asomas al Jaén de siempre. Allí, casi oculta por la reja, dejas entrever una vez más tu bendita inocencia a todos los que devotos se acercan a tu altar, rendidos vasallos de tu realeza ante la que se glorían todos los fieles cristianos por gozar de tu potestad regia y de tu amor materno, tal y como declarara en la encíclica Ad caeli Reginam el Papa Pacelli, el Papa por excelencia de la Realeza de María. ¡Qué suerte, María, tener a una Reina como Madre los que bajo la fe de tu Hijo nos acogemos!
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¡Reina de los ángeles por los que experimentamos siempre esa ayuda poderosa y misteriosa cada vez que a ellos nos encomendamos!
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¡Reina de todos los Santos, concebida sin mancha original como nuestra España siempre ha confesado con antelación de siglos a la proclamación dogmática de este misterio inefable! ¡Reina de las familias! a las que te pedimos ampares para que sean comunidades de amor y de vida de fe inquebrantables.
¡Reina de la paz que tanto ansía nuestro loco mundo! ¡Reina venerada de los cofrades del Santo Reino! Y, por encima de todo, ¡Reina de Jaén que extiende su manto por sus caseríos y calles y se hace Capilla que es la bella y primera razón de ser de chirris y pastiras, hombres y mujeres de la eterna tierra de frontera que suspiran al pronunciar el bendito y jaenerísimo nombre de la Madre de Dios! María de la Capilla es Reina porque Dios así lo quiso haciéndola depositaria de todas las gracias superando, de esta forma, a todas las criaturas angélicas y humanas en ministerio, santidad y méritos; María es Reina porque es la Madre del Rey y la Madre no puede estar separada del dominio y la potestad del Hijo, como escribió Arnoldo de Chartres en el siglo XII. María es Reina y Señora, además de por su maternidad divina por su principalísimo papel en la obra de nuestra Salvación al asociarse íntimamente a Cristo y arder en las mismas ansias redentoras que su Hijo a su lado en el Gólgota como canta la liturgia: Stabat Mater dolorosa, juxta crucem lacrimosa, dum pendebat Filius. El Concilio de Trento, en su sesión XXV, declaró: Enseñen diligentemente los obispos que por las historias de los misterios de nuestra redención, expresadas en pinturas y otras semejanzas, sea instruido y confirmado el pueblo en la conmemoración y asidua meditación de los misterios de la fe. Y el Código de Derecho Canónico de 1917 establecía que es bueno y útil invocar con súplicas a los siervos de Dios que reinan en unión de Cristo y venerar sus reliquias e imágenes; pero sobre los demás santos, honren los fieles a la Santísima Virgen con devoción filial. Por eso los hijos de esta tierra de Jaén se echan a la calle el once de junio, vestidos con sus mejores galas, para acompañar a María de la Capilla en su recorrido por las calles que pisó hace ya casi seis siglos. Repican las campanas, ojalá que pronto basilicales, de San Ildefonso anunciando la salida del excelso cortejo para, a la hora convenida, cumplir con el rito que impreso a fuego va en el corazón de cada jaenero, algo inmutable que desde aquella noche medieval
¿Qué sería de Jaén sin ese estímulo que lleva a todos sus hijos a salir a la calle, a cobijarse bajo el manto de la Santísima Virgen de la Capilla para implorar su consejo, rectificar su camino, consolar su aflicción y entregar sus corazones a la mirada de esa Virgen pequeñita que se lo robó a cada uno de ellos el mismo día de su nacimiento? ¿Qué sería de nosotros, Virgen de la Capilla, si no te tuviéramos ahí, tan cerquita, en nuestro San Ildefonso, puerto seguro para abrigar nuestras cuitas, contriciones y anhelos? Por eso Jaén te saca en procesión y el umbral de la puerta neoclásica del templo acoge tu admirable imagen, casi velada por los pétalos que caen. Suena el himno nacional de España y la Ciudad entera te rinde honores de Alcaldesa y de Reina. Y la Cofradía cumple con el mandato canónico de dar culto público externo respondiendo así al fin principal para el que nuestras asociaciones fueron creadas porque, además del gozo festivo del mes de junio por la conmemoración gloriosa del hecho del Descenso, los cofrades pretendemos catequizar a través de nuestras imágenes y con nuestras procesiones; acercar al pueblo de forma plástica y atractiva los misterios de nuestra fe. Y que no vengan a decirnos que si gastamos mucho dinero en enseres y tronos. ¡Por supuesto que sí! ¡Todo lo que haga falta para honrar a la Santísima Virgen de la Capilla, Madre de Dios! Y porque somos capaces de eso, también somos capaces de organizar actos y eventos para levantar un colegio en la India, un orfanato en la República del Congo y socorrer otros muchos casos que no se deben revelar porque la mano izquierda no tiene por qué saber lo que hace la derecha. Avanza el cortejo lentamente, precedida la Virgen de todas las Cofradías y Hermandades de la Ciudad que en, fraternal unanimidad, acuden a la llamada de la Patrona para decir por nuestras calles y plazas que nos honramos en ser marianos, ¡muy marianos! porque por ser marianos somos de Cristo y de su Iglesia y no tenemos respetos humanos cuando de servirla se trata y manifestarle nuestra adhesión, más en estos tiempos en que está tan vilipendiada. Pero, no temas María de la Capilla. Tus cofrades jaeneros
están donde tienen que estar y si hiciera falta serían la milicia aguerrida, el baluarte defensivo de la Santa y católica Iglesia romana, apoyados en la roca de su amor al Papa y de la obediencia libérrima a nuestros pastores. Frente a la Catedral tañerán a gloria las campanas, sonido de Dios que no puede ser silenciado por ley alguna ni por vanas pretensiones, anunciando que pasas ante nuestro primer templo, aquel del que partiste en la gloriosa noche. Y los angelitos de la Virgen de las Angustias dejarán de llorar y corretearán por las naves de la Catedral buscando al Hijo que llevas en tus brazos para jugar con él porque, en primavera, no es cuerpo inerte Descendido de la Cruz hasta tu maternal regazo sino el bendito niño Dios que se ha hecho hombre para, precisamente, elevar al hombre a la categoría de Hijo de Dios. La procesión continúa su caminar pausado, solemne, y los horquilleros de la Virgen vuelven a dar una nueva lección de saber hacer; jóvenes y mayores, -algunos cumpliendo ya sus bodas de oro bajo las andas-. Todos a una con un solo corazón y un solo ánimo porque están llevando a la Virgen de la Capilla y no duele el hombro pegado al dulce y sagrado peso del varal sino que es un regalo más a la Soberana de nuestras vidas. ¡Qué envidia me dais! ¡Ojalá mi salud me permitiera llevar sobre mis hombros a la Virgen, al igual que aquel lejano 1982 cuando muchos hermanos del Cuerpo de Caballeros de la Buena Muerte sacamos a nuestra Patrona, hasta el punto que tuvimos que hacer relevos porque al llamamiento de la Cofradía se desbordó el número de los que fuimos convocados! Prosigue el cortejo recorriendo las calles de Jaén y la celebración festiva, dichosa, no es obstáculo para que las impetraciones de las gentes sean elevadas ante su presencia y la Ciudad entera le rinda totalmente su corazón y su ser en un ejercicio de gratitud y justa correspondencia por todo lo que, a lo largo de los siglos, le ha dado a esta bendita tierra. Tras atravesar las calles más céntricas y tradicionales de la Ciudad, la procesión vuelve a adentrarse en el barrio de San Ildefonso que, a esas horas, - y hasta llegar a la plaza - está prácticamente solo recordándonos – aunque sea en ínfima medida – el primer cortejo; y presentimos muy cerca su presencia e intuimos a los vecinos impresionados mirando por
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viene trasmitiéndose puro y sin mancilla – como Tú - de generación en generación.
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las rendijas de ventanas y balcones. Y los corazones vuelven a estallar diciendo: Bendita seas Madre de la Capilla y benditas las manos que te tallaron; Jaén te contempla estremecido a ti, Mujer vestida de sol, lucero matutino que nos anuncia la llegada de la Luz sin ocaso; necesitamos el cobijo bajo la sombra de tu manto, álamo frondoso. Reparar nuestras fuerzas bebiendo del agua que nos da el infante de tus brazos. Bendito sea tu santísimo nombre, Virgen de la Capilla, dulcísimo bálsamo que suaviza las heridas del alma, esas que a veces cuesta tanto cerrar. Queremos tenerte siempre tan dentro de nosotros que seas sangre de nuestras venas y tu amor torrente dentro de nuestro ser. Te necesitamos Madre de la Capilla porque eres la luz de nuestra tiniebla y el faro que guía las vidas de los que en procelosos mares navegamos confiados en ti capitana de la nao de nuestra vida. Y, por encima de todo, te amamos por ser el color de nuestra monotonía; madre de lo universal; refugio de nuestras angustias; causa primera del giennense que te ama y que no necesita mirar al firmamento porque sabe que te tiene ahí mismo, en tu capilla, grácil constelación de amor infinito. Jaén, prepárate para celebrar las fiestas a la Virgen de la Capilla del año del Señor de dos mil diez; alégrate y sal con aire festivo a las calles del noble arrabal donde tradición y novedad se subliman en los inicios de junio y que el ambiente externo de alegría desbordada sea también reflejo del torrente de pasión espiritual que nos hace exclamar:
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Noble emperatriz y reina celestial; princesa eternal y flor inmaculada, soberana nuestra cuando solicitamos vuestra ayuda.
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Rosa sin marchitar, Virgen sin mancha, predestinada a llevar en su seno a la flor, al Creador de todos nosotros, sin ofensa ni mancilla que en Jaén se hace Capilla.
Camino hacia la gloria, flor de virginidad. Señora de lealtad, estrella luminosa, permítenos a nosotros, pecadores, que busquemos el camino de la perfecta caridad y abandonemos nuestros pecados, grandes y pequeños, pasados y presentes y podamos servir siempre a Aquel que derramó su sangre por nosotros. Bendita Señora, llena de bondad, ya que toda esperanza y confianza reside en tu gracia, sé tan gentil de rogar a tu Hijo para que nos conceda una nueva oportunidad tras nuestras caídas y así borrar de nuestras almas la señal viscosa que dejaron los sembradores del odio y podamos vivir siempre de manera honesta apartados de las cadenas del maligno. Ayúdanos, Bendita Virgen de la Capilla, por tu infinita bondad, pues así como Febo con sus rayos de luz refulgentes ilumina todo el orbe en longitud, así tu gracia, hermosura y poder adornan todo el mundo en latitud. Muéstranos, así pues, el favor del inconmensurable poder del que has sido revestida, para que sea el sustento de nuestra vida y nos salve de todo mal. Y aunque sepamos que Leviatán, la vieja serpiente, engañó a nuestros primeros padres que en este mundo pobres vivieron y fueron condenados a sufrir una muerte eterna, haznos que por el admirable, soberbio y divino misterio de tus acciones puras e inmaculadas impregnemos el alma del Espíritu Santo que envió a la tierra al Hijo de Dios, que fue colgado en la cruz, y que tu gracia iluminó con luz gloriosa, para salvar a la humanidad entera y redimirla por tu intercesión, mi noble Señora de la Capilla. Así pues, que en todos los rincones del mundo seas invocada, honrada, enaltecida, bendecida y glorificada eternamente noche y día por encima de todas las criaturas terrenales y especialmente en Jaén que te tendrá como Madre, Reina, Alcaldesa y Patrona por los siglos de los siglos. Amén.5 ¡Viva la Virgen de la Capilla!
Virgen casta, más límpida incluso que el propio cristal. Rosa bendita, gema de castidad. Pozo de hermosura, raíz de toda bondad.
Muchas gracias. 5
Adaptado de un poema medieval británico.
MITO Y FE EN LAS APARICIONES MARIANAS GIENNENSES Manuel López Pegalajar De la Academia Bibliográfica-Mariana Virgen de la Capilla
INTRODUCCIÓN
Andalucía tuvo una primera infancia oriental y materna a la que le siguió una segunda infancia fatalista y musulmana. Su adolescencia fue barroca y en ella cuajó la religiosidad tradicional de nuestros días. Esta historia, rica y compleja, ha dado lugar a unas manifestaciones religiosas tradicionales que claramente la diferencian de la de otros pueblos. Sólo sobre estas manifestaciones tradicionales más específicas y diferenciadoras fijaré la atención. De entre ellas, y dado el carácter meramente aproximativo de mi intento, destacaré la devoción a la Virgen María como fuente de apariciones, creencias y mitos religiosos.
PSICOHISTORIA 0. Mitología Con esta expresión se intenta determinar los esfuerzos realizados desde los tiempos más remotos
para explicar y dar un cierto sentido racional y humano (naturalmente en relación con cada época o ciclo cultural a los mitos (del griego mythoi) transmitidos por la tradición oral o escrita, aunque, hablando con propiedad, solamente se debería dar el calificativo de ciencia (y aun con las naturales limitaciones) a los sistemas modernos que están basados en el estudio sistemático de los hechos y aprovechando todos los datos y documentos reunidos por la filología, la arqueología, la etnología, etc., de la antigüedad clásica,
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Cada pueblo elabora los contenidos religiosos, cristianos en este caso, según una dinámica particular derivada de una dialéctica concreta entre las temáticas inconscientes y las vicisitudes históricas que le ha tocado vivir. Los dioses nacen con el color de las culturas y a partir de los propios conflictos, necesidades o deseos. Nacen rubios o morenos, fríos y superyóicos o cálidos y permisivos. Habría que establecer una analogía entre los modos en que un sujeto elabora sus contenidos inconscientes con relación a una determinada constelación familiar y a unas vicisitudes biográficas concretas y los modos en que los pueblos elaboran unos mismos contenidos según unas constelaciones culturales y unas vicisitudes históricas determinadas.
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de los pueblos orientales y del sin fin de pueblos que la sociología etnográfica ha puesto a disposición de los estudiosos. No obstante, aunque la mitología constituya únicamente un tema de investigaciones históricas y arqueológicas, no se puede ni se debe perder de vista que la interpretación de los mitos fue, para los hombres de su tiempo, una cuestión de capital importancia, pues todas sus creencias morales y religiosas estaban directamente interesadas en la solución que se les diera por los encargados de guiar la conciencia nacional o tribal. En la historia de todas las razas civilizadas se encuentra un momento en el cual los individuos se han hecho la siguiente pregunta: ¿las antiguas leyendas de nuestros dioses son estrictamente verdaderas, y en caso de no serlo, en qué sentido debemos interpretarlas?. Las ideas y puntos de vista que han servido a los mitólogos modernos para interpretar los mitos, se encuentran, en gran parte, aunque de una manera esporádica y fragmentaria, en determinados tratadistas y viajeros de los siglos XVII y XVIII. Los mitos según Max Müller, no han de estudiarse solamente en sus orígenes y desenvolvimiento, sino también en sus variedades locales. Durante muchos años el sistema filológico, védico o comparativo representado por Max Müller, profesor de la Universidad de Oxford, dominó por completo en el campo de la ciencia mitológica, pero en la segunda mitad del siglo XIX los trabajos de la escuela llamada antropológica inglesa (Taylor, Mac Lennan, Frazer, Lang, Hartland, Gaidoz, etc.) asentaron la interpretación de los mitos sobre nuevas bases, pudiéndose afirmar que en la actualidad son bien escasos los autores que defienden los puntos de vista de Khun y Max Müller.
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1. La determinación de las culturas precristianas.
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del Mediterráneo. En general, toda la espiritualidad oriental posee unos rasgos de misticismo fusional mucho más cercano de lo materno que la individualidad competititiva, más paternal, que caracteriza al Occidente. Sólo el pueblo judío en el Oriente Próximo se distinguió por la marginación de lo femenino en su religiosidad. El culto a la Gran Diosa Madre, sin embargo, fue imponiéndose por todas las culturas del área mediterránea. Andalucía, que ha sido probablemente una de las regiones que ha recibido más profusamente el impacto de todas esas culturas, fue acogiendo y haciendo suyas, esas diversas versiones de la divinidad materna. La Artemisa griega, convertida posteriormente en la Diana romana ocuparon un lugar importante en la primitiva Andalucía. Más importante aún parece ser el influjo de la gran diosa Astarté, de los fenicios, que con distintos ropajes fue instalándose en templos y santuarios del Mare Nostrum. Transformada en la Afrodita griega y en la Venus imperial romana era ya venerada en Andalucía como la Tanit ibera, de la que pudiera ser una versión la Dama de Baza. Son muchos los descubrimientos arqueológicos recientes que muestran cómo el culto a la diosamadre mediterránea constituyó una pieza clave en la religiosidad del sur de la península. El número de diosas descubiertas es comparativamente mucho más numeroso que el de dioses, lo cual parece demostrar, como afirma F. Presedo, en un dominio de cultos femeninos sobre los masculinos. Todas estas diosas parecen reducirse en su inmensa mayoría al culto a la Gran Madre asiática, que con posterioridad a la revolución neolítica invadió el Mediterráneo. Y como indica el mismo F. Presedo, aún hoy, después de tanta historia religiosa, tal vez la más densa de Europa, Andalucía sigue siendo un reducto cerrado de los cultos de signo matriarcal, tanto como el Mezzogiorno italiano, y podríamos decir que por razones similares.1 Efectivamente, como afirma Freud, “ninguna generación posee la capacidad de ocultar a la siguiente hechos psíquicos de cierta importancia”2.
1.1. Las diosas madres mediterráneas. La influencia cultural de Andalucía estuvo marcada por la protección de poderosas imágenes maternas que desde el Oriente invadieron todas las costas
F. PRESEDO: Cultura y religión ibérica, en Historia de España Antigua, vol. I, Madrid, Cátedra, 1980, pág. 230 2 S. FREUD: Totem y tabú, O.C. vol. II, pág. 1849 Madrid, Biblioteca Nueva 1973 1
Analógicamente a lo que ocurre en la psicología individual, las grandes experiencias de los pueblos, y en especial, cuando incluyen las capas más hondas del psiquismo, com es en el caso de la religiosidad, predisponen experiencias. El culto a la diosa-madre, que tan profundamente parece haber calado en la cultura del sur de la península, parece haber dejado, como veremos más adelante, una marca inconfundible en la religiosidad mariana actual. Si no existen datos como para poder establecer una continuidad, al menos, resulta inevitable advertir unos paralelos entre los cultos a la diosa-madre y determinadas formas que en Andalucía ha adoptado el culto a María.3
Los hilos de la maternidad han ido siendo de tal modo movilizados que Andalucía se ha convertido en “la tierra de María Santísima”, y quizás por ello, la dimensión paterna de su religiosidad ha quedado marcada por las figuras de la muerte, del sacrificio y de la culpa.
La íntima conexión entre la diosa-madre y la naturaleza posee indudables paralelismos con la estrecha relación que también se ha establecido entre María y la fecundidad de la tierra. Los santuarios marianos, como los de la diosa-madre, se sitúan en parajes privilegiados por la naturaleza, frecuentemente al lado mismo de un pozo o manantial, y no raras veces rodeados de leyendas que hablan de la fecundidad milagrosa de la tierra.4 En la misma línea habría que señalar la intensificación del culto mariano durante los meses de mayo y de septiembre, tan relacionados ambos con los tiempos de las siembras y las cosechas.
El piropo ha sustituido en Andalucía a la plegaria y a la alabanza. El “ruega por nosotros” o la “bendita seas”, se cambia en clamor de “guapa, guapa, guapa”. Como afirma Antonio Gala, “hay un propósito de transformar la penitencia en estética, a fuerza de gozo, de ritmo y de guapeza.”6
J. CARO BAROJA: Los pueblos de España. Ensayo de Etnología. Barcelona. Barna, 1946, pág. 135 4 S. RODRIGUEZ BECERRA: Cultura popular y fiestas, en Los andaluces.Madrid, Istmo, 1980, págs. 447-494 3
2. Apariciones La historia de los santuarios (lugar sagrado) puede ser reconstruida a partir del siglo XII, aunque con bastantes limitaciones e imprecisiones cronológicas. Los escritos de los primeros siglos de la vida cristiana nos aportan importantes elementos para hablar sobre la doctrina mariana, pero callan, en cambio, en lo relativo al culto local. La importancia de los santuarios se centran en un triple plano teológico, litúrgico y pastoral a raíz de la encíclica Redemptoris mater de Juan Pablo II y en donde se analiza la presencia continua de la Virgen en los santuarios, el lugar de culto a Dios y camino para llegar a Él, incremento ejemplar de la liturgia, ejercicio interior de la caridad y el fomento de la devoción a María.
5 J.M. de CORDOBA: Reflexión cristiana sobre las Culturas Andaluzas (Apuntes de la Escuela de Pastoral Social de Andalucía. Málaga). 6 A.GALA: Charlas con Troylo. Madrid. Espasa-Calpe 1981 pág 223
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Sabemos, por otra parte, como para el primitivo cristianismo no fue nada fácil desbancar determinados cultos y tradiciones religiosas paganas. Para ello se utilizó con frecuencia el sistema de “bautizar” determinadas fiestas y advocaciones precristianas. La Navidad vino a bautizar la fiesta pagar de Mitra y el nacimiento del sol, la Asunción de María a la de Diana, etc... , pero, a veces, quedaron vivos determinados elementos de las antiguas tradiciones, como las hogueras de San Juan, que intentaban anteriormente mantener la luz solar en su primer declinar. No siempre el bautizo consiguió exorcizar los antiguos ritos y, muchos menos, las dimensiones psíquicas que le subyacían. Tanto más cuanto, como en el culto de la diosa madre se hayan en juego estructuras psíquicas tan nucleares y profundas.
“El hombre andaluz está persuadido de que la vida es el supremo de los valores; por eso es supersticioso, por eso le anda siempre siguiendo como propia la sombra de la muerte; por eso no le preocupa tanto el Dios que manda al infierno como el que no le protege esta vida”5
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Hay que tener presentes para evitar confusiones y actitudes erróneas dos puntualizadas orientaciones: 1ª Cuando se busca el fundamento histórico de un santuario, hay que mostrarse prudente a fin de no rechazar como legendario todos aquellos sucesos o apariciones que no pueden documentarse de manera precisa. No puede deducirse que el milagro o prodigio que dio origen al santuario sean pura invención de la fantasía popular. Es preciso distinguir entre lo fundamental y lo secundario. 2ª Muchos de los títulos marianos vinculados a santuarios se manifiestan como simples alegorías o símbolos para poner de relieve la importancia de la Virgen en la vida ordinaria de los fieles dentro del marco conveniente en que se desenvuelven y por otro lado para significar su predilección por los pobres y humildes. Otros títulos pueden arrancar de hechos históricos que posiblemente hayan sido mitificados. En cualquier casa no hay que temer la verdad histórica, evitando hacer estudios de devociones marianas en cosas accidentales. Las apariciones marianas de carácter hagiográfico forman parte de la experiencia espiritual realizada por la Iglesia a lo largo de su historia. Seguidamente hago un análisis de las apariciones marianas en la provincia de Jaén que están sujetas a diversos condicionantes: sanaciones, descubrimientos, luces y sonidos, etc.
Este es el origen de la advocación de Nuestra Señora de la Fuensanta que en un principio es venerada en Iznatoraf y más tarde en el lugar que ocupa el actual santuario en Villanueva del Arzobispo7 Otra de las apariciones más conocida, por ser Patrona de la Diócesis de Jaén, es la Virgen de la Cabeza. El 12 de agosto de 1227, el pastor de Colomera (Granada), Juan Rivas se encontraba con el ganado en el corazón de Sierra Morena en el Cerro del Cabezo cuando tras observar junto a una peña un prodigioso resplandor y escuchó el sonido de una campana y halló entre las peñas la imagen de la Virgen. Las tradiciones que ofrecen numerosas variantes, aseguran que cuando el pastor comunicó la ventura de su hallazgo, nadie lo creía. Y para que el pueblo creyese su testimonio, el poder divino le sanó de la invalidez que padecía en un brazo. Milagro que llenó de asombro a las 8gentes. Otra de las advocaciones marianas que data de 24 de mayo de 1516 cuenta que llegó a Torreperogil en una carreta una imagen de la Virgen que procedente de Sevilla se dirigía a Segura. La carreta se detuvo en las afueras del pueblo. Una pobre mujer, Isabel María Tíjola, inválida de la mano derecha, se acercó a curiosear y observó un resplandor que salía del embalaje y una voz que le pedía alertase a las autoridades del pueblo para que levantar una ermita en su honor. Como testimonio del prodigio la inválida recuperó el uso de la mano. 9 Desde entonces se conoce como la Virgen de la Misericordia.
2.2. Apariciones con mensaje
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2.l. Apariciones con sanaciones
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La más antigua documentada en la provincia es la de la Virgen de la Fuensanta (1013-1090). La Virgen María hace el milagro en la mujer del reyezuelo moro de Iznatoraf, Ali-Menón al restituirle las manos que le habían sido cortadas y los ojos que le habían sido vaciados. Esta mujer que se instruía en la fe de los cristianos, invoca a María ante la situación que se le presenta al hacer frente a su fe y va a lavarse a la fuente cercana al bosque donde había sido ejecutada la sentencia.
Hay constancia de estas en las advocaciones de Nuestra Señora de la Encina en Baños. Una piadosa tradición dice que la Virgen la localizó un labriego que araba con una yunta de bueyes cerca del paraje conocido por Cuesta de los Santos. El labrador advirtió una fuerte luz mientras una “señora” le hablaba desde una encina pidiéndole que se le alzara allí un 7 8 9
Iden Ob. cit. Pág 540 Iden Ob. cit. Pág. 339 Iden Ob. cit. Pág. 524
Hay constancia de unas voces que indican el lugar donde el labrador Juan Martínez, que araba en las proximidades del Arroyo del Gavellar. Levantó con la reja del arado una campana de barro bajo la cual estaba la imagen de Nuestra Señora, llamada de Guadalupe y del Gavellar en la ciudad de Úbeda.11 Según tradición el 25 de marzo de 1248, dos repobladores sorianos que cuidaban sus ganados en el Llano de Alharilla (Porcuna) soportan una terrible tormenta en la que vieron caer un rayo sobre un majano coronado por una encina. Entre los resplandores vieron emerger la silueta de una mujer, al tiempo que oían una voz sobrenatural que decía: “He aquí la Madre de Dios”. Despavoridos aguardan al amanecer y con las primeras luces se dirigieron al lugar donde había caído el rayo. Allí encontraron muchas piedras labradas, al parecer restos de un antiguo edificio y debajo de ellas una caja de piedra cuya tapa apareció violentada por unas ramas de almendro florecidas. Abierta la caja vieron en su interior una imagen de la Virgen María.12. También hemos apreciado que la Virgen de la Misericordia de Torreperogil daba un mensaje a las autoridades para que levantasen una ermita en su honor.
2.3. Apariciones con simbolismos de animales En 1431 un pastor de Jódar (Jaén) que se encontraba apacentando su ganado cerca del Torreón de Cuadros (Bedmar), observó una hermosa paloma blanca posada cerca de él. La capturó sin dificultad y la guardó en su zurrón. De regreso a su pueblo, una vez que salió del termino de Bedmar advierte que la paloma había desaparecido. Al día siguiente 10 11 12
Iden Ob. cit. Pág. 383 Iden Ob. cit. Pág 527 Iden Ob. cit. Pág 488
encontrándose en el mismo lugar volvió a ver la paloma, pero no pudo acercarse a ella ya que cuando lo intentaba levantaba el vuelo. Entonces le arrojó una piedra que les destrozó un ojo y en aquel momento la paloma se transforma en una imagen de la Virgen13.
2.4. Apariciones a hombres: labradores, ganaderos, carboneros, etc. Este tipo de apariciones lo encontramos en Navas de San Juan. Según la tradición la imagen apareció en 1212 cuando un labrador viudo llamado Juan, que lamentaba el cautiverio de su hija en tierra de moros, vio surgir la imagen entre los surcos que roturaba con el arado. Otra tradición la relaciona con el pueblo de Sabiote. Un hombre llamado Juan de Sabiote, en 1248, recogía leña en las proximidades del torreón en terrenos de lo que fue luego el Condado de Santisteban. Al medio día hizo un alto para rezar el Ángelus y quedó cegado por un extraordinario resplandor que emanaba de las piedras del torreón. Se acercó y entre ellas descubrió una imagen de la Virgen. Con gran contento la envolvía en unos paños que colocó en el serón del asno y se puso camino de Sabiote. Al pretender mostrar a su esposa la imagen, observó con asombro que había desaparecido y que los paños exhalaban un delicado perfume. Al día siguiente volvió al lugar del hallazgo y allí, entre las piedras del torreón, localizó otra vez la imagen de la Virgen. La recogió y de nuevo al llegar a su casa observó la desaparición de la imagen. Repitió la operación en días sucesivos, ahora sin separar los ojos de ella durante el regreso y entonces comprobó que cuando llegaba al río Guadalimar y empezaba a vadearlo la imagen se esfumaba del serón. Comprendió que era voluntad de la Señora que en el mismo lugar donde apareció se quedase. Participó los hechos a las autoridades de Navas y Santisteban, construyendose para Ella una ermita y dándose la advocación de la Estrella por la semejanza que tenía con la de Navas.14. Los testigos del Descenso de Nuestra Señora de la Capilla a la ciudad de Jaén, que aparecen en el
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Iden. Ob. cit. Pág. 388 Iden. Ob. cit. Pág 477 y 502
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santuario. La encina ha permanecido durante siglos en el Chaparral de Medinilla y según las gentes del pueblo las bellotas de las ramas donde se posó la Virgen llevan silueteada su imagen en la corteza. También se dice que del tronco de la encina surgió un manantial de aceite del que se surtían los desvalidos10
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tríptico del altar mayor de la iglesia de San Ildefonso, fueron: Pedro, hijo de Juan Sánchez, casero de la muejr de Ruy Díaz de Torres; Juan, hijo de Usanda Gómez; Juana Fernández, mujer de Aparicio Martínez y María Sánchez, mujer de Pedro Hernández, pastor.
Isabel María Tíjola la mujer inválida de Torreperogil también vio un resplandor que salía del embalaje de la caja y con una voz que le solicitaba el levantar una ermita en su honor.
2.6. Apariciones en la naturaleza: fuentes, ríos, árboles, montes, etc. 2.5. Apariciones precedidas de luz y sonidos De este tipo de apariciones hemos podido constatar en la Virgen del Alcázar de Baeza cuando la mujer apodada “La Beltrana” cada vez que hacía voltear la campanilla de la ermita veía relumbrar a pesar de su ceguera una luz maravillosa. Varios vecinos a los que hizo participes del fenómeno decidieron cavar el terreno en dirección al lugar donde la santera creía ver la luz. También el labrador que se encuentra con la Virgen de la Encina de Baños advierte una fuerte luz mientras una “Señora” le hablaba desde una encina, pidiéndole que se le alzara allí un santuario. Otro caso es el de la Virgen de Linarejos. Asegura la tradición que el 5 de agosto de 1227 un caminante procedente de Albentosa (Teruel) llamado Juan Ximénez descansaba junto a unos lentiscos a las afueras de Linares. Escuchó una voz y a su indicación apartó unas peñas y bajo ellas localizaba una imagen de la Virgen. Comunicado el hecho al párroco, el sacristán que se hallaba presente lo tomó a chanza y al pronto quedó mudo. Difundido el prodigio todos subieron hasta el lugar del hallazgo y dispusieron que se levantase un santuario junto a las fuentes de Linarejos. 15
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El sonido de una campana y el resplandor se dan en la aparición de la Virgen de la Cabeza. Así mismo voces insistentes las oyó el labrador Juan Martínez en el arroyo del Gavellar previas al hallazgo de la Virgen de Guadalupe. Entre los resplandores de una tormenta, los que cuidaban sus ganados en el Llano de Alharilla, vieron la imagen de una mujer, a la par que oían una voz: “He aquí la Madre de Dios”. 15
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Ob. cit. Pág. 456
Como hemos podido observar la naturaleza está muy presente en la mayoría de las advocaciones marianas de nuestra provincia. Hay presencia de fuentes en las advocaciones de la Virgen de la Fuensanta en Villanueva del Arzobispo, Alcaudete (la imagen junto a unas zarzas, donde brotaba un pobre hilillo de agua a un carbonero), Huelma (a un pastor que descansaba junto a un pequeño pozo de agua muy fresca situado bajo la sombra de una encina) y Fuensanta de Martos (la Virgen se le apareció a un pastor de Córdoba en el Cerro del Calvario, cerca de la Fuente la “Negra”). De ríos se da en el paraje del Arroyo del Gavellar, lugar donde radica la advocación de Nuestra Señora de Guadalupe y Gavellar en Úbeda La presencia de árboles de distinta especie se dan en Ntra. Sra. de la Encina en Baños, y en Alharilla (Porcuna) donde los árboles son encinas. En Linarejos son los lentiscos. Respecto a la aparición o descubrimiento en montes se da en la Virgen de la Cabeza (Cerro del Cabezo, Andújar).
2.7. Descubrimientos de imágenes en cuevas, casas, edificios, terrenos, etc. En este apartado hay una variopinta diversidad de casos. Así, La Virgen de Tiscar. El alcaide de la fortaleza, Mahomad Andón, ante el ataque de los cristianos profanó la talla que se conservaba de la Virgen despedazandola y arrojándola a la Cueva del Agua. Un cristiano, Pedro de Hidalgo, guiándose por la luz de un lucero escaló la Peña Negra, dio muerte
a los diez soldados de la guarnición y con ello posibilitó el dominio del enclave de Tiscar. El infante D. Pedro y el arzobispo Gutierre Gómez recogieron los trozo de la imagen y recompusieron la imagen.
entre la maleza localizó la imagen de la Virgen, que después sería conocida con el nombre de los Remedios, aunque muchos la siguen conociendo como de Cánava.
En Baeza, la imagen de la Virgen del Alcázar fue encontrada tras cavar en la tierra tras las indicaciones de la viuda apodada “La Beltrana”. La imagen estaba protegida con una campana que ocultaba la imagen.
CONCLUSIÓN
De la misma manera estaba oculta la imagen de la Virgen de Guadalupe en Úbeda cuando levantó con la reja del arado una campana de barro. En una caja de piedra se encontraba también la imagen de la Virgen de Alharilla cuando fue rescatada por los pastores que guardaban el ganado en el Llano de Alharilla. La imagen de Ntra Sra de las Mercedes, patrona de Alcalá la Real, apareció en Montillana (Granada) oculta en un horno de pan para ponerla a salvo de la rebelión de los moriscos16. De allí la trajeron las gentes de Álcala que habían acudido a sofocar el levantamiento. La Virgen de la Cabeza de Cazorla fue descubierta por un pastor que se encontraba en el monte. Allí, tras una fuerte tormenta, observó un fuerte resplandor que emanaba de unas piedras y al acercarse descubrió la imagen de la Virgen. Mientras el pastor bajó a Cazorla a comunicar lo sucedido, los vecinos del cercano pueblo de La Iruela se llevaron la imagen. Querían levantar una ermita en su honor, pero el edificio se les derrumbó e incluso causó la muerte a una albañil. Entonces los cazorleños fueron los encargados de levantar su actual ermita.17. En agosto de 1600, el joven Luis Martínez que regresaba de Granada, donde había acudido a examinarse de escribano se detuvo a descansar en el paraje de Cánava (Jimena) junto a una fresca cueva. Y allí 16 17
Iden Ob. cit. Pág 353 Iden Ob. cit. Pág. 409
La Iglesia ha mantenido con firmeza y mantiene con fidelidad constante el carácter histórico de los Evangelios. El descubrimiento del Cristo histórico de los Evangelios ha conducido correlativamente al descubrimiento y valoración de María de Nazaret como Mujer Nueva cuya existencia real nos ofrece nuevos caminos para la adecuada comprensión de su personalidad y excepcionales funciones. A la par que se constata un mayor interés por estudiar los rasgos reales de un itinerario terreno aumenta en el Pueblo de Dios una caudalosa corriente mariana que nos cerciora con gozo sobre el exacto lugar que Ella ocupa en la Historia de la Salvación. Es obvio que la verdad dogmática y teológica sobre María se basa en el hecho histórico de su existencia real. Si María no poseyese una verdadera e innegable consistencia histórica, su figura se evaporaría entre brumas de leyenda, y, por tanto, desaparecería su función salvífica como colaboradora del Resucitado. Los Evangelios ofrecen de Jesús una constelación biográfica, completa y homogénea, mientras que de María ofrecen retazos biográficos y acciones aisladas. La floración de apócrifos en ambientes cristianos probablemente obedece a un interés de orden histórico, ya que se desean rellenar las lagunas o escasez de noticias biográficas sobre María en los Evangelios canónicos. Es bien sabido que la preocupación por la verdad histórica nunca estuvo viva en la conciencia de las masas, y es evidente que en aquellos tiempos
EL DESCENSO
El 26 de abril de 1232, el labrador Esteban Solís Palomares que araba la tierra en Santisteban, levantó una campana debajo de la cual estaba la imagen de María.
Muchas son las circunstancias que han concurrido en las apariciones, descubrimiento y hallazgo de imágenes marianas pero no debe sorprendernos el interés creciente de la comunidad cristiana por recuperar más y mejor la figura histórica de María.
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(siglos II al V) la indiferencia hacia los métodos críticos era total. San Agustín afirmó “Nunca vimos el rostro de la Virgen María... pero nadie, sin naufragar en sus creencias puede decir: Quizá Cristo haya nacido de una virgen”. Esta afirmación agustiniana sobre nuestro desconocimiento del rostro de María, ha repercutido en la representación de su figura o imágenes plásticas las cuales más que un retrato material perfecto, son como un eco fiel de lo que la Iglesia ha creído y enseñado sobre la Virgen.
EL DESCENSO
Como expresa en la introducción de su libro, Ramón Quesada: “... los historiadores de la teología suelen afirmar que en el siglo XX la actitud de los católicos ante la Virgen María ha pasado por cuatro fases sucesivas: a) un periodo de desarrollo esplendoroso de los estudios y de culto a María; b) una etapa de problematización; c) una época de crisis y, por fin, d) un tiempo de redescubrimiento de la auténtica misión de la Virgen y el florecimiento de una nueva devoción”.18
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18 QUESADA CONSUEGRA, RAMÓN, Patronas del Santo Reino. El olivo. Torredonjimeno 2001 pág. 13
Baste mencionar a España , a Andalucía y a Jaén como floreciente ejemplo de un culto muy humano dado a la Virgen María, según hacen constar los hallazgos arqueológicos y que se perpetua en el tiempo.
BIBLIOGRAFÍA CARLOS DOMÍNGUEZ MORANO. Aproximación psicoanalítica a la religiosidad tradicional andaluza. La religión en Andalucía (Ensayo colectivo) Sevilla 1985 Biblioteca de Cultura Andaluza pág. 133-142 DICCIONARIO ESPASA (Mitología) DIÓCESIS DE JAÉN. María, Virgen y Madre. Departamento Diocesano de Publicaciones. Jaén 2000. FRANCISCO OLIVARES BARRAGÁN. Jaén y sus cien pueblos. Jaén 1987 GRAN ENCICLOPEDIA DE ANDALUCÍA. Promociones Culturales Andaluzas. Sevilla 1979 RAMÓN QUESADA CONSUEGRA. Patronas del Santo Reino. El Olivo. Torredonjimeno 2001
DIOS TE SALVE, CAPILLA Concepción Agustino Rueda
Dios te salve, Capilla, en mi alegría, y en mis penas, Capilla, Dios te salve. A Ti te busco, al caer la tarde, para traer tu luz al alma mía. Mi camino se borra sin tus pasos, cuando de Ti me alejo, Madre mía. ¡Qué oscura la senda y que fría, si pierdo tu perfil enamorado!. ¡Cómo me alegra, Madre, tu sonrisa, y cuánto me aflige tu tristeza!. ¡Cómo olvido, mi Reina, tu grandeza, por ser tu realeza tan sencilla!. ¡Ojalá nuestros ruegos y quebrantos, lleguen a Ti, como la primavera, tras un invierno crudo, a la espera, de ese calor que guarda tu regazo!. Dios te salve, María, en la caricia, y en el desdén, María, Dios te salve. Sé, Madre mía, en nuestros afanes, la suave brisa de la amanecida.
Muéstranos a Jesús, tu fruto amado. Guía, pues, nuestras huellas vacilantes, con el fulgor que irradia tu semblante, y ese ardor de tu pecho inmaculado. Dios te salve, Capilla, Reina y Madre, y en tu amor infinito, Dios nos salve.
EL DESCENSO
Dios te salve, Capilla, en la alegría, y en las penas, Capilla, Dios te salve. Sé, Madre, manantial inagotable, que sane y purifique nuestra vida.
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CINCUENTA AÑOS DE UNA OFRENDA MARIANA: EL “MANTO DE LOS NIÑOS” Manuel López Pérez Director de la Academia Bibliográfica-Mariana Virgen de la Capilla
Dentro de la muchas ofrendas que sucesivas generaciones de devotos han hecho a la venerada imagen de Nuestra Señora de la Capilla, ocupa lugar preferente por sus peculiares connotaciones, el denominado “Manto de los niños”, una de las piezas mas relevantes del rico y artístico ajuar de la Patrona de Jaén. Y dado que ahora se cumple el cincuenta aniversario de aquella ofrenda, bueno es traer a colación la memoria de tan singular acontecimiento, hoy desdibujado entre las nieblas de la memoria colectiva.
EL DESCENSO
Sin duda alguna, el periodo 1956-1969 ha sido el más relevante en la historia contemporánea de la Cofradía de Nuestra Señora de la Capilla. La posesión, en junio de 1956, de don Ramón Calatayud Ruiz como Hermano Mayor y la llegada a la parroquia de San Ildefonso, en agosto de aquel mismo año, del recordado párroco don Manuel Maroto Castro supuso una providencial conjunción de factores e intenciones que se irían haciendo paulatina y venturosa realidad en aquellos años, siempre con el consejo y la inspiración del entusiasta don Vicente Montuno Morente, auténtico paladín de la promoción del culto a Nuestra Señora de la Capilla, que desde Madrid alentaba un objetivo que se había propuesto desde las fechas fundacionales de la Cofradía en 1926: que la Virgen de la Capilla se reconociese colectivamente como la auténtica Madre, Reina y Patrona de Jaén y no solo como una destacada advocación mariana del barrio de San Ildefonso.
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Para ello, uno de los objetivos esenciales fijados por la Cofradía en su inicial plan de actuación, fue el de inculcar en las familias y sobre todo en los niños y jóvenes, la devoción a la Virgen de la Capilla. La presencia en la Junta de Gobierno de la Cofradía, en calidad de secretario y vice-secretario de dos presti-
giosos maestros, don Manuel Vilaplana Ugena y don Juan Ayala Martínez y la plena disposición de otro docente de arraigada devoción mariana, don Isidoro Vilaplana Ugena, al frente de la Inspección Provincial de Enseñanza Primaria, posibilitó una eficaz e intensa campaña sobre la población infantil, tanto de las escuelas públicas como de las privadas, en orden a divulgar la devoción hacia la Virgen de la Capilla. A tal fin se convocó entre el Magisterio un concurso de “lecciones escolares” con el fin de incardinarlas dentro del programa habitual del curso escolar. Lecciones confeccionadas con el rigor y criterios pedagógicos-didácticos entonces en uso, que fueron distribuidas entre todo el profesorado acompañadas de una circular de la Inspección relativa a su empleo. Igualmente se hizo una copiosa edición de un librito titulado “¿Conoces la historia de tu Patrona…?”, que se repartió a todos los escolares de la ciudad para ser usado como lectura y fuente básica de posibles trabajos y ejercicios. Así mismo se inició la costumbre de que durante el mes de mayo una pequeña imagen de la Virgen de la Capilla recorriese en “peregrinación infantil” todos los centros escolares de la capital, desarrollándose con tal motivo numerosos actos, siempre en consonancia con la tipología o las características del centro que recibía la imagen. Esta “peregrinación infantil” culminaba con un acto conjunto y multitudinario el treinta y uno de mayo en el templo de San Ildefonso, ante la imagen de la Virgen de la Capilla, al que concurrían todos los centros de enseñanza de la capital. Fue dentro de esta ambiciosa programación, donde don Manuel Vilaplana Ugena y don Juan Ayala Martínez idearon la ofrenda a la Patrona de un recuerdo permanente por parte de la población escolar,
A tal fin, en abril de 1959 se constituyó una comisión de la que formaron parte don Manuel Vilaplana Ugena, maestro en representación de las “escuelas unitarias y parroquiales”; doña Ana María Noguera García, en representación de los directores/ as de Grupos Escolares; el hermano marista Germán Conde, en representación de los colegios religiosos y don Manuel Moya Cobo, como representante de los colegios privados de la capital. Esta comisión presentó un plan para recaudar fondos, que fue aprobado por la autoridad competente y que se inició en el mes de mayo, abriéndose al efecto una cuenta en la Caja de Ahorros de Córdoba.
Aunque se dejó a la iniciativa de cada maestro/a la fórmula apropiada para recaudar fondos en su clase, se propuso una iniciativa con carácter general que fue muy bien acogida. Consistía en que en cada clase se colocase en lugar destacado una hucha o caja presidida por una lámina de la Virgen de la Capilla. En ella, los alumnos irían depositando semanalmente donativos de diez céntimos. Por cada donativo se entregaría un “vale” o justificante artesanalmente confeccionado en la propia clase. Cuando el alumno pudiera justificar haber completado una aportación por valor de cinco pesetas, se le entregaría una lámina de la Virgen de la Capilla con una dedicatoria gratulatoria. Para dar un tono educativo a las pequeñas ofrendas, se animaría a los alumnos/as a que su óbolo procediese de un pequeño sacrificio realizado al efecto y ofrecido a la Virgen.
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ofrenda que habría de ser el acto introductorio del III Año Jubilar de Nuestra Señora de la Capilla, que se iniciaría en junio de 1961 y que consistiría en un rico y artístico manto, cuya falta se hacía notar en el ajuar de la Patrona.
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Hubo una gran respuesta a la iniciativa y poco a poco, durante los años de 1959, 1960 y 1961 se fueron recogiendo donativos. En muchos casos aquellas semanales entregas de diez céntimos/alumno se complementaron con donativos de mayor cuantía recogidos a título corporativo, ofrecidos por maestros y maestras o recaudados acudiendo a rifas y funciones benéficas. La labor silenciosa de don Manuel Vilaplana fue compaginando la recogida de donativos con los preparativos necesarios para que el manto estuviese dispuesto para el Año Jubilar de 1961. El manto se encargó al taller sevillano de Leopoldo Padilla Viss, que en octubre de 1959 presentaba bocetos, firmándose el correspondiente contrato el 11 de mayo de 1960. Leopoldo Padilla Viss (1914-1962) fue un notable bordador sevillano que se inició en tan difícil arte a través de su esposa Mercedes Zorrilla, quien a su vez se había formado en el taller de Concha Requena.
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Inicialmente se instaló en un local del número 1-3 de la calle Cardenal Sanz y Fores. Luego tuvo taller en Pasaje Andreu, 2, conocido como Talleres Nuestra Señora de la Paz, un obrador con un centenar de bordadoras capitaneadas por su oficiala Fidela Velásquez y donde colaboraban los diseñadores Francisco Maireles y Carlos Chamorro. Después el taller pasaría al número 15 de la calle Almansa y finalmente al 14 de la calle Martínez Montañés. También llegó a abrir taller en Málaga. Suyas fueron obras tan celebradas en Sevilla como el palio de la Virgen de la Paz (1947),
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el de la hermandad de San Gonzalo (1960) o el manto de la Encarnación (1962). El encargo se hizo, pues, a taller de reconocida solvencia. Se utilizaron catorce metros de terciopelo azul celeste, con el que se planteó un manto de corte clásico de 2´75 metros de longitud por 2´40 metros de vuelo. El manto llevaría una artística greca a todo su alrededor y se cubriría de bordados en plata, resaltando en el centro del mismo el escudo de la ciudad de Jaén, bordado con sus originales colores heráldicos El importe total ascendió a 42.200 pesetas. En el forro interior se colocó una inscripción que dice: “… Los niños de las escuelas nacionales y colegios religiosos y privados de Jaén, ofrendaron este manto a su Patrona la Santísima Virgen de la Capilla, en homenaje de amor y devoción a la celestial Señora con motivo del III Año Jubilar. 31-Mayo-1961…” Recibido en abril de 1961, el 31 de mayo y como preliminar del programa de actos del Año Jubilar, se bendijo y ofreció a la Virgen en un emotivo acto celebrado en el altar mayor de San Ildefonso. Y aquel 11 de Junio, en la procesión extraordinaria lo lucía por vez primera la imagen. Desde entonces y durante muchos años, fue el manto utilizado para la solemnidad del once de junio. La circunstancia de que algún año una inesperada tormenta sorprendiera a la procesión, ha motivado el deterioro del terciopelo. Bueno sería, pues, que este manto se restaurase y recuperase en su primitivo esplendor.
CRÓNICA DEL ACTO DE OFRENDA DEL CONOCIDO COMO “MANTO DE LOS NIÑOS”
OFRENDA DE UN MANTO POR LOS NIÑOS DE JAÉN A LA VIRGEN DE LA CAPILLA En la tarde del 31 de mayo de 1961 se efectuó la ofrenda del hermoso manto que los niños de las escuelas de Jaén han costeado a su venerada patro-
na la Santísima Virgen de la Capilla. El acto, que, tuvo lugar en la Iglesia parroquial de San Ildefonso, constituyó una clamorosa manifestación de amor y de devoción de los niños de Jaén hacia la Santísima Virgen.
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Boletín Oficial de la Diócesis Año 1961. (Pág. 381)
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Más de 3.000 niños llenaron por completo las amplias naves del templo. Acudieron de todos los colegios nacionales y privados de la capital, en una gran movilización que llenó de cánticos marianos la ciudad y que desfiló, pese el mal tiempo, de modo ordenado por nuestras calles. Minutos antes de la seis de la tarde, llegó también al templo el prelado de la diócesis Doctor Don Félix Romero Mengíbar, quien fue recibido con entusiastas vivas y aclamaciones por los niños, pasando a ocupar sitial en el altar mayor en compañía del canónigo arcipreste de la Catedral, Don Juan Montijano Chica, y del también canónigo Don José Vera Mármol. Junto al altar mayor habían sido colocados sitiales que fueron ocupados por las primeras autoridades civiles y militares de la provincia y ciudad. También se hallaba la junta ejecutiva en plena del Año Jubilar y la Junta de Gobierno de la Cofradía, esta última con su hermano mayor, Don Ramón Calatayud Ruiz. Un grupo de niños, y a su frente los inspectores de Enseñanza Primaria Don Agustín Serrano de Haro y Don Isidoro Villaplana Ugena, se acercaron al altar mayor y los niños quedaron rodeando el manto que figuraba extendido a los pies del altar mayor. El prelado fue revestido con los ornamentos pontificiales y procedió a la bendición del nuevo manto.
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Seguidamente, y en el altar mayor, el Sr. Serrano de Haro hizo la ofrenda en nombre de los niños de Jaén, resaltando con frases de encendido lirismo el valor simbólico de aquel bello acto, finalizando con una petición a los niños para que supliquen a Ia Santísima Virgen la tan amenazada paz mundial.
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Seguidamente, el Sr. Obispo dijo que aceptaba en nombre de la Iglesia la ofrenda de este manto que de modo tan elocuente ha formulado el Sr. Serrano de Haro. Expresó público testimonio de gratitud. Dijo que se ha puesto a disposición de la diócesis del Santo Reino un arma eficaz y una palanca poderosa para alcanzar favores del cielo. Añadió que en estos momentos históricos, nuestra Diócesis se une a los deseos de Su Santidad Juan XXIII y a las oraciones de todos los niños del mundo por el éxito del Concilio Ecuménico y por la causa de la justicia y de la caridad para los pueblos. El Doctor Romero Mengíbar en elocuentes frases, hizo ver la gran devoción de España a la Virgen Santísima y que toda nuestra Patria es tapiz hermoso en el que se pueden contemplar las variadas formas de dicha devoción. Dijo que Jaén es una parcela interesantísima en este homenaje de España a la Virgen, y precisamente en estos días en que se abre el III Año Jubilar de nuestra Patrona, es un singular augurio que tenga este prólogo devoto de la pureza e inocencia de los niños de Jaén. Expresó sus deseos de que estas fiestas aviven la devoción mariana de Jaén y sean como un compromiso de honor de ser fieles a la historia y a la tradición tan llena de contenido y de hondo fervor mariano, como preludio de años futuros, en que todas las actividades se polaricen en torno a esta venerada imagen de la Santísima Virgen de la Capilla, hacia la cual va todo el sentimiento de Jaén, en la que pone sus mejores esperanzas. Acabada esta alocución de S. Excma. Rvdma, los miles de gargantas infantiles cantaron la salve popular del maestro Milagro.
LA PROCESIÓN DE LA VIRGEN DE LA CAPILLA, CINCUENTA AÑOS DE UNA FELIZ PROPUESTA
Este año conmemoramos el cincuentenario de una acertada iniciativa: la procesión anual de la Virgen de la Capilla en la tarde-noche del 11 de Junio. Por una arraigada tradición, la Virgen de la Capilla nunca salió en procesión en la fecha conmemorativa de su Descenso. Según las crónicas, la imagen solo se sacaba en procesión, a petición del Cabildo Catedral o el Concejo de la Ciudad, con motivo de rogativas públicas o funciones solemnes de acción de gracias. También era usual que concurriera, junto a
otras imágenes de especial devoción en la ciudad, a la procesión del Corpus Christi, en la que según el Licenciado Becerra se le concedía lugar de honor por deferencia de las cofradías y hermandades y para lo que en 1542 el entallador Cristóbal Téllez le hizo unas artísticas andas. Cuando a inicios del siglo XIX se crea la Cofradía del Rosario de Nuestra Señora de la Capilla, que establece como acto destacado una procesión con “rosario público” que en la noche de San Bernabé -10 de junio-
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Manuel López Pérez Director de la Academia Bibliográfica-Mariana Virgen de la Capilla
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recorra el camino que según la piadosa tradición llevó la celestial y prodigiosa procesión del Descenso, se determina que la procesión solo lleve un estandarte con la efigie de Nuestra Señora de la Capilla, pero no su bendita imagen. Y así se observó rigurosamente hasta que en 1926 se crea la Real Cofradía de Nuestra Señora de la Capilla. Hay que tener en cuenta, a este respecto, que al ser la imagen de la Virgen propia de la parroquiasantuario de San Ildefonso, las distintas cofradías que a lo largo del tiempo se erigieron en su honor carecían de poder de decisión para procesionar la imagen y que de acuerdo con la mentalidad de la época, los rectores del templo y capellanes de la Virgen consideraban que sus procesiones debían tener un carácter muy restrictivo para así favorecer el simbolismo de su maternal intercesión en circunstancias extraordinarias.
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Al fundarse la Cofradía en 1926, don Vicente Montuno Morente propuso y así se aceptó por la autoridad eclesiástica, que cada once de junio y tras las oraciones de la tarde, la Virgen de la Capilla realizara una devota y recogida procesión claustral por las naves de la iglesia de San Ildefonso que se iniciaba y finalizaba en su capilla y para la que era habitual pedir prestadas a la Catedral las artísticas andas de San Eufrasio. Igualmente se determinó que se celebrasen procesiones extraordinarias por motivos singulares, como era tradición. Y que solo aquellos años en que el once de junio coincidiera en domingo, la Virgen de la Capilla recorriera en procesión las calles de la ciudad para así solemnizar el Año Jubilar. A tal efecto, en 1950 se hicieron unas hermosas andas en los talleres granadinos de Navas Parejo y se creó el Cuerpo de Caballeros Horquilleros, a quien correspondería el honor de portarlas, cuerpo integrado en la Cofradía, pero totalmente independiente de la misma en cuanto a su régimen interior y organización.
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Somos muchos los que recordamos estas peculiares procesiones de la Virgen de la Capilla que se vivían con general expectación en el caso de las procesiones extraordinarias, y con recogida devoción en la procesión claustral del once de junio. Pero indudablemente eran muchos los que entendían como una auténtica necesidad el que la Vir-
gen de la Capilla, por su condición de Patrona de la ciudad saliese a las calles cada once de junio. Desde su recoronación en 1953 se abrió un permanente debate en torno al tema. Un sector de la Cofradía muy adepto a la tradición se mostraba reacio a las innovaciones y seguía aferrado a lo dispuesto en 1926: procesión claustral al atardecer del once de junio, procesión pública solo en los años jubilares y procesiones extraordinarias cuando así lo decidiera la autoridad eclesiástica por graves motivos. El debate a veces fue enconado y casi bizantino y de ahí que no se llegase a un acuerdo. Hasta que en 1956 tomó posesión de la parroquia el recordado don Manuel Maroto Castro. Desde su condición de párroco y Capellán Mayor de la Virgen de la Capilla, don Manuel insistía en la idea de aunar voluntades e iniciativas para conseguir que la Virgen de la Capilla se considerase colectivamente como la Patrona de Jaén. Él entendía, desde sus planteamientos marianos y pastorales, que la Virgen de la Capilla gozaba de general devoción, si, pero que para el común de las gentes era una advocación propia de la parroquia y barrio de San Ildefonso, con escasa proyección sobre el resto de la capital. Y que por tanto, parroquia y Cofradía debían actualizar sus planteamientos, dejar a un lado respetables pero caducas tradiciones y “sacar la Virgen de la Capilla a la calle”. Por parte de los defensores de la tradición se esgrimía como último argumento, la circunstancia de que, a su entender, para poder sacar en procesión cada año a la Virgen de la Capilla no se contaba con un trono digno y majestuoso y que la Cofradía, dados sus exiguos medios, no podía abordar su adquisición, por lo que era mas oportuno respetar la tradición y contentarse con la procesión claustral, fácil de celebrar y sin especiales dispendios económicos. Así se llegó a los preliminares del III Año Jubilar. Fue entonces cuando en el curso de una comida de hermandad, volvió a suscitarse el tema. Don Manuel Maroto, con su indomable entusiasmo mariano y su autoritario vozarrón, hizo a los postres de la tal comida una ardorosa defensa de la oportunidad de instaurar, de una vez, la anual procesión pública de la Virgen de la Capilla. Y en la euforia del momento,
Así se hizo. Tras una intensa campaña de prensa y radio que caldeó el ambiente, a las nueve de la noche del 11 de junio de 1961 la Virgen de la Capilla salía en procesión –magna procesión, empezaría a señalarse en los programas- con el decidido propósito de reiterar en lo sucesivo y cada año, este homenaje callejero a la Patrona de la ciudad. A fin de realzar todo lo posible la procesión, se decidió que su orden y ceremonial fuese similar al de la procesión del Corpus, para lo que se solicitó la colaboración del jefe de protocolo de la Diputación Provincial. Abrían la procesión piquetes montados y en traje de gala de la Guardia Civil y del Regimiento de Caballería Alcántara, 15 por entonces de guarnición en Jaén. Tras la cruz de guía, a la que escoltaban los grandes faroles típicos de la Cofradía, formaban largas filas de alumnos de los colegios públicos y privados y los cofrades portando velas encendidas, presididos por el estandarte de la Cofradía. También formaban los estandartes de las cofradías y asociaciones piadosas y representaciones de entidades religiosas tan significativas como la Acción Católica y la Adoración Nocturna. Seguía el Seminario Conciliar, con los seminaristas formados en compactas filas, luciendo sus blancos roquetes y rojas becas y acompañados de la Schola Cantorum. A continuación venía una nutrida representación del clero regular y secular que era cerrada por la Venerable Universidad de Curas Párrocos y las cruces parroquiales de la ciudad. Tras el clero, se iniciaban las largas filas de los caballeros horquilleros, vestidos con traje oscuro y guante blanco y presididos por su bandera. Aquellos
caballeros horquilleros eran, mayoritariamente, señores maduros entre los que se reconocían personas notables o populares de la capital. Su número era tal, que permitía que periódicamente se fuesen produciendo relevos entre los portadores de las andas. Delante del trono se situaba la Junta de Gobierno de la Cofradía, rigurosamente vestida de etiqueta. La Virgen procesionaba en andas que dirigía como fabricano el inquieto Pepe Brandi y coordinaba el Horquillero Mayor don Antonio Amate. Cuatro grandes faroles y la Escuadra de Gastadores de la Comandancia de la Guardia Civil daban escolta a las andas. Tras la Virgen marchaba su Capellán Mayor con capa pluvial, escoltado por dos coadjutores de la parroquia revestidos de dalmáticas. Le seguía una amplia representación del Cabildo Catedral presidida por el Deán, cerrando la presidencia eclesiástica el señor Obispo acompañado de sus pajes y familiares. Seguía la representación militar, con largas filas de jefes y oficiales representando a los distintos cuerpos y dependencias de la guarnición, todos en traje de gala y presididos por el Gobernador Militar. A continuación, de uniforme o etiqueta, la representación de la autoridad civil compuesta por los delegados de los distintos ministerios y la presidencia del Gobernador Civil, así como la Diputación Provincial encabezada por sus maceros. Venía después el Excmo Ayuntamiento en corporación, con sus maceros y la Policía Municipal en traje de gala. Los concejales vestían de uniforme o etiqueta, luciendo la correspondiente medalla y el fajín morado con el escudo de la ciudad que acreditaba su autoridad. Los concejales formaban filas y al final cerraban los tenientes de alcalde presididos por el señor Alcalde. Al centro, el concejal mas joven portaba el pendón de la ciudad, escoltado por la Policía Municipal en traje de gran gala. Cerraba la procesión la Banda Municipal de Música y un escuadrón de honores, con escuadra, banda y estandarte, del Regimiento de Caballería Alcántara, 15.
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don Francisco González Quero, Vice-Hermano Mayor y a la sazón director-propietario de Radio Jaén, se ofreció a montar una campaña en pro de la consecución de un rico trono o andas procesionales, a lo que se sumó sin reservas el Horquillero Mayor y popular empresario don Antonio Amate. Se sentaron así las bases de la propuesta, que habría de llevarse a Junta General de cofrades, de que a partir del 11 de junio de 1961 la Virgen de la Capilla procesionara todos los años por las calles de la capital para realzar las fiestas conmemorativas del Descenso.
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Como puede advertirse, la procesión se ajustaba a un ceremonial riguroso y bien preparado, que le confería solemnidad. La solemnidad y el rigor que merece la procesión de la Patrona.
Luego, a partir de los años setenta, los cambios experimentados en la Iglesia y en las instituciones motivaron otro orden en la procesión, que quizás empalideció antiguos y ceremoniosos brillos.
A partir de 1962 la procesión se engrandeció al incorporarse el nuevo trono que se realizó en la prestigiosa Orfebrería Angulo.
Lo importante es que aquella iniciativa nacida hace ahora cincuenta años permanece viva y arriagada y cada Once de Junio, la Virgen de la Capilla recibe en las calles de la ciudad el homenaje público que merece en su condición de Madre, Reina y Patrona de Jaén.
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Durante muchos años, la procesión mantuvo inalterable su esquema y protocolo, con las pequeñas variaciones que imponían las circunstancias.
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La Virgen de la Capilla y el 350 aniversario de la Consagración de la Catedral de Jaén Antonio Martínez Nieto Vocal adjunto a cultos y secretaría
Una a una se suceden las ofrendas florales en las tardes primaverales, cada vez más calurosas. No falta ni un detalle, todos los grupos religiosos traen sus humildes ramos de claveles y rosas, la Basílica-Santuario se viste de gala, alfombras, bancos encerados, mantel de seda para presidir el altar, ambón revestido…, pero algo no es igual que otros años. Aunque la ceremonia se prepara con minucioso detalle, no es igual. Algo falta, y hay un presentimiento de que es lo más importante. ¿Dónde está la Virgen de la Capilla? Nuestra Señora está en tierras sevillanas, donde María se llama Macarena. La están poniendo guapa para ser admirada por cada uno de los fieles que a sus plantas se posan. El día 10 de mayo fue uno de esos para señalar en el calendario, ya no solo por la Hermandad de la
Patrona, sino por el mundo cofrade en Jaén. La Santísima Virgen de la Capilla llegaba después de pasar 10 meses y un día fuera de su morada. Como no podía ser de otra forma, el gigante renacentista que congrega a la Diócesis jiennense fue el anfitrión que quiso albergar por unas horas la Sagrada Imagen. Dispuesta se encontraba Ella, despojada de cualquier atributo que la alejara de lo terreno, en la Sacristía Mayor de la Santa Iglesia Catedral de Jaén. Flashes se disparaban sobre su tez blanca, las miradas atónitas la contemplaban tras una larga temporada sin su presencia material, porque jamás se movió de su camarín aunque la imagen estuviera lejos. Nadie quiso perderse tan emblemático acto, por ello el cabildo municipal y eclesiástico se dieron cita junto al pueblo de Jaén para recibirte. Tras una explicación por parte de los técnicos especializados del Instituto Andaluz de Patrimonio sobre tu preparación, llegó el momento cumbre. En la sala capitular de la obra de Vandelvira, fuiste dispuesta en unas andas con manto rojo y corona de oro, como corresponde a tu título de “Capilla Coronada”. Las nubes no quisieron dejarte marchar de la Catedral, ya te habían puesto guapa, y no era lícito que te estropearas, por lo que todas las representaciones se dispusieron en las naves del templo catedralicio para recibirte. Llegó el momento. Las puertas de la sala capitular dieron paso a Tu divino semblante, al son del Himno a Jaén y entre vítores te fuiste abriendo paso. Las notas de la marcha jaenera por excelencia se entrelazaban con las estrellas de Tu corona, mientras rompía el emocionado silencio un: ¡Viva la Reina de Jaén!
EL DESCENSO
Por el arrabal de San Ildefonso se dejaba aun oír el sonido de una corneta tras Jesús en su gloriosa Resurrección y su madre bendita de la Victoria cuando ya el ambiente primaveral inundaba nuestras calles y plazas, con olor a azahar y brisa de rocío mañanero. Llegaba el tiempo de María Santísima. Atrás quedaban tiempos de Pasión, penitentes que derraman cera tras un crucificado, el rachear de unas esparteñas bajo el palio de una dolorosa, madrugadas frías en las que paseó el Nazareno. Mayo llegó, y con él, el júbilo desmedido porque el Santo Reino es tierra de María Santísima. Desde el Cabezo aun se escuchan acordes de una misa romera, cuando en la recientemente nombrada Basílica Menor de San Ildefonso, se inicia el largo pasear por los floridos días de Mayo que conducen hasta la festividad de San Bernabé, víspera del día grande, Nuestra Señora de la Capilla.
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Bien entrada la noche fuiste recibida en tu casa, San Ildefonso. Dispuesta en la Sacristía. Los que te cuidan y miman diariamente se emocionaban, pudiendo oírse entre un ligero llanto de alegría: “Por fin estás aquí, no te vayas nunca más”. El mes de mayo continuó, ahora sí con todos los invitados a la mesa del Señor. Ya presidía ella el presbiterio del templo cofrade por excelencia de la ciudad, y se sucedían las ofrendas. El pueblo de Jaén se rendía a tus plantas besando tu bendito manto, a la vez que contemplar el acta notarial que verifica el misterio mejor guardado por los antiguos muros del Jaén medieval, el descenso en la noche de San Bernabé.
EL DESCENSO
El calor se apodera del Santo Reino, y Mayo da paso a uno de los cultos que más fieles congrega en toda la ciudad, La Novena Consagrada a María Santísima de la Capilla, este año presidida por el M. I. Sr. D. Miguel Funes Gálvez. Finalizados los nueve días de reflexiones, oraciones y súplicas, se dio paso a la misa por los cofrades difuntos el día 10 de junio. Este año tenía que ser especial, Nuestra Madre y Señora de la Capilla había llegado justo un mes antes de la capital andaluza, y en 2010 se cumplían 350 años de la Consagración de la Santa Iglesia Catedral. Dispuesta en unas andas enfrentó la puerta neoclásica de la Basílica de San Ildefonso dando inicio al tradicional Rosario de San Bernabé. Un día especial, puesto que no se recorrerían todas las calles por las que la procesión del descenso paseó, sino que Ella nos acompañaba para dejarla en la obra renacentista de Andrés de Vandelvira, alzada sobre el solar de la antigua mezquita. El cortejo se detiene en la plaza de Santa María, bajo el soberbio monumento. Pareciera como si con sus dos torres reflejadas en el suelo abrazara las andas de la Madre Bendita de la Capilla, acogiéndola a celebrar sus cultos propios en el altar mayor del templo catedralicio.
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Ataviada de cuerpo completo para la ocasión está la Virgen en el centro de la planta del monumento. Es 11 de junio, y las autoridades civiles y religiosas llegan para rendirle culto. La fiesta principal de los cabildos municipal y eclesiástico vuelven a dar-
se cita en el mismo lugar que hace algo más de un mes, esta vez no para recibir a la Reina y Señora de la tierra olivarera, sino para celebrar su descenso y caminar por las calles de Jaén. Solemnidad preside la ceremonia, y el Orfeón Santo Reino ameniza el culto interno que se da a la imagen. Cientos de flores llegan en manos de chirris y pastiras a la reja de la Santa Iglesia Catedral. El soberbio monumento tiene sitio privilegiado para ver desfilar las carrozas y caballos que llegan desde todos los puntos de la ciudad para ofrecer sus humildes ramos y centros de flores a la que es Alcaldesa Mayor de Jaén. La ceremonia se torna romera, y se oyen por calle campanas algunas letrillas transformadas de sevillanas que dicen así: “A la Virgen de la Capilla le gustan las sevillanas, pero como tiene al niño no puede tocar las palmas”. El antiguo y majestuoso cuadro que se venera en la capilla de San José de la nave del Evangelio, se ha desempolvado para presidir la plaza de Santa María rodeada de los tres grandes edificios céntricos de la ciudad, Catedral, Ayuntamiento y Obispado, todos abrazando la celebración en torno a la Excelsa Patrona de esta Tierra. El 11 de Junio no ha hecho más que empezar, y es que por la tarde la Señora desfila por las calles de las que es Patrona para que todos puedan contemplarla con sus mejores galas. Horquilleros preparados, autoridades y representaciones de las cofradías de Pasión y Gloria listas para comenzar el cortejo, señoras de mantilla, camareras y junta de gobierno con sus mejores galas para pasear junto a la Virgen. Manto azul, llamado de “los niños” es el escogido para este año, que contrasta con el de la piedra curtida por los años de la fachada propia del Renacimiento jiennense, telón ante la escena que en la plaza se representa. De la catedral saliste, florida y hermosa A pasear por tu morada, como Reina y Señora Y cuando en la reja te recen “Bendita sea la hora” No quedará un suspiro, solo el llanto que llora Por volver a ver a su madre, vestida de mantilla Y poder gritarte: ¡Viva la Virgen de la Capilla!
NOMBRAMIENTOS REALIZADOS EN EL III AÑO JUBILAR
Se cumple este 2011 el cincuentenario de una serie de actos y celebraciones que fueron enmarcadas dentro del III Año Jubilar de Ntra. Sra. de la Capilla. Sin duda, viendo la frenética actividad que supieron impulsarle a este acontecimiento, debemos de calificarlo como el mejor de los años jubilares por su cantidad y relevancia.
do, moneda a moneda, por los niños de las escuelas de la ciudad. El estreno de las actuales andas sobre la que procesiona la Virgen. La celebración del Rosario San Bernabé a la media noche para hacerlo coincidir con la declaración de los testigos del Descenso. Y sobre todo, la afortunada decisión de que a partir de este año la Virgen de la Capilla procesionara por las calles de Jaén cada 11 de junio”.1
Don Manuel López Pérez, en su artículo “Los Años Jubilares de Ntra. Sra. de la Capilla”, nos citaba algunas de estas actividades que se organizaron para dicha ocasión... “entre los detalles más significativos figuraron la celebración de la Exposición Filatélica Mariana, que contó con sobres específicos y un matasellos conmemorativo. La ofrenda de un manto de terciopelo azul costea-
Revelador de la importancia que supone la Virgen de la Capilla en la época es la suma de una serie de nombramientos efectuados para esas fechas.
1 Revista El Descenso, nº 5 (primera etapa). “Los Años Jubilares de Ntra. Sra. de la Capilla”. Manuel López Pérez. Pág. 22.
EL DESCENSO
Rafael Cañada López Secretario
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Y es que, entre las medidas tomadas para emprender la frenética actividad religiosa y cultural de ese III AÑO JUBILAR fue la creación de una Comisión Organizadora que tomara las riendas del importante e ilusionante proyecto. La Comisión Organizadora del Año Jubilar estuvo repartida en distintos grupos de trabajo: fiestas religiosas, fiestas populares, fiestas culturales, de hacienda y propaganda. Para esta Comisión Organizadora se pensó en la idoneidad de que los Cabildos, municipal y eclesiástico, entre otras autoridades civiles y militares fueran miembros de honor de la misma.
de la Cofradía, recogienéndose así en acta: “...dándose lectura a comunicación de S.E. Rvdma. en la que pide el consentimiento del Cabildo para que, en consecuencia con la solicitud de la Real Cofradía de la Stma. Virgen de la Capilla a él elevada, pueda nombrarse al Cabildo Capellán Mayor Honorario de la dicha cofradía. El Cabildo expresa su consentimiento.”4 El nombramiento del Excmo. Cabildo como Capellán Mayor Honorario fue firmado por el obispo de la diócesis el 19 de abril de 1961, diciendo así5: “Tomando en consideración la estrecha y fervorosa vinculación que nuestro Excmo. Cabildo Catedral ha tenido siempre con la Venerada Patrona de Jaén, la Santísima Virgen de la Capilla, participando de manera destacada y constante en cuanto cedía en honra, gloria y culto de Nuestra Señora, bajo esta piadosa advocación de tan preclara historia, NOS, acogiendo benignamente los vehementes votos, que a Nos eleva su Real Cofradía para que otorguemos el cargo honorífico de Capellán Mayor de la misma al EXCMO. CABILDO CATEDRAL; constándonos la complacencia con que la Corporación Capitular acogería tal decisión; por el presente, venimos a nombrar y nombramos a nuestro Excmo. Cabildo Catedral CAPELLÁN MAYOR HONORARIO DE LA SANTÍSIMA VIRGEN DE LA CAPILLA. Dado en Jaén a diecinueve de abril de mil novecientos sesenta y uno. Félix, Obispo de Jaén
El Cabildo de la Santa Iglesia Catedral, reunido en la Sala Capitular en fecha de 15 de marzo de 1961, decide entre otros puntos la “Aceptación de Miembro de Honor del Año Jubilar de la Stma. Virgen de la Capilla, en unión con las primeras autoridades de la capital.”2 Por su parte, el Ayuntamiento de la Ciudad se reunía en pleno en fecha de 20 de marzo de 1961, para “...dar lectura de un oficio del Sr. Secretario de la Real Cofradía de Ntra. Sra. de la Capilla, Patrona de Jaén, participando que su Junta de Gobierno ha designado a esta Excma. Corporación Municipal como miembro de la Junta de Honor del Año Jubilar de la Santísima Virgen de la Capilla, agradeciendo esta aceptación por cuanto supone para el mayor realce, esplendor y solemnidad de los actos que con tal motivo han de celebrarse en esta ciudad; S.E. acordó darse por enterado, agradeciendo tan delicada atención por el honor que representa para esta Corporación.”3
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Pero antes que se produjeran dichos nombramientos, se sucedieron una serie de movimientos que concluyeron con la ulterior designación del Excmo. Cabildo Catedral como Capellán Mayor Honorario de Ntra. Sra. de la Capilla. Reconocimiento, que la Junta de Gobierno de la Cofradía ha querido darle la relevancia que merece tan digna e ilustre concesión.
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Para terminar, sirvan las palabras del que fuera deán de la Catedral, D. Agustín de la Fuente, y que ya publicamos en el número anterior de El Descenso, con ocasión de la moción presentada por el Cabildo Catedral para solicitar de la Santa Sede el Patronazgo de la Virgen de la Capilla sobre la ciudad de Jaén. “...Sea de esto lo que fuere, lo cierto es que el Cabildo de esta S. Iglesia Catedral tomó siempre como cosa suya el fomento de la devoción a esta Señora, asumió la iniciativa de cuantos proyectos se encaminaban a su glorificación y jugó un papel de importancia decisiva en la propagación y aumento de su culto.”
Casi al mismo tiempo que las de miembros de honor del Año Jubilar, pero esta vez dirigiéndose al Obispo de la Diócesis, la Cofradía solicita de este último el nombramiento del Excmo. Cabildo Catedral como Capellán Mayor Honorario. El Cabildo reunido en fecha de 28 de marzo de 1961, recibe la solicitud 2
Archivo Histórico Diocesano. Actas Capitulares. Año
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Archivo Histórico Municipal. Actas. Año 1961.
1961.
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AHDJ. Actas Capitulares. Año 1961. AHDJ. Correspondencia Capitular. Año 1961.
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Fotos para el recuerdo
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Recoronaci贸n de la Virgen de la Capilla. A帽o 1953
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Recoronaci贸n de la Virgen de la Capilla. A帽o 1953
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Nombramiento de alcaldesa mayor
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Bendici贸n del mosaico de la reja de la capilla. a帽o 1958
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la virgen de la capilla en cultos
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acto infantil ante la virgen de la capilla
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ordenaci贸n sacerdotal ante la Virgen de la Capilla
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escaparate óptica amate en el tercer año jubilar
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la Virgen de la Capilla en la basílica del pilar
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Nツコ
8 SEGUNDA ETAPA / Aテ前 2011
Nツコ 8 SEGUNDA ETAPA Aテ前 2011
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