Foto: Esteban Pedrosa
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Director: Eugenio Jesús de Ávila Juárez
Zamora: pasado y presente Una fotografía que lo dice todo de Zamora. La torre y cúpula de la Catedral, nuestro pasado, cuando la ciudad fue esencial en la historia de España, vista desde una casa en ruinas que, en su día, albergo a alguna familia. Zamora, anclada en el pretérito, se encuentra ahora perdida en este presente sin apenas actividad económica, con pérdida alarmante de población y una juventud que se busca la vida por doquier, porque aquí carece de futuro. Hay gente, como Zamora10 y pequeños grupos de ciudadanos conscientes, luchando por asir ese porvenir. Quizá, los caciques no se lo permitirán. Sin Estado, no somos nadie.
Zamora: desde la FASA a Tesla Entre la gente de las dos últimas generaciones de zamoranos de la capital se ha convertido en un hecho histórico, vox populi, que la Renault quiso instalarse en nuestra ciudad, pero que los caciques de la época, franquistas, y la jerarquía eclesiástica lo impidieron; por lo tanto, la gran empresa automovilística gala eligió Valladolid para su ubicación. Zamora perdió, pues, una oportunidad histórica para dejar de ser una ciudad y provincia de pequeños propietarios rurales, de funcionarios y pensionistas, y convertirse en una ciudad industrial, avanzada, moderna, tal y como es la Pucela actual. En otro espacio de “El Día de Zamora” escribí de dos confesiones realizadas a mi persona, ha tiempo, por un político, ya fallecido, y un empresario, el más importante en su sector, sobre la verdad de Renault y nuestra ciudad. Cada cual dio su versión. Una, en contra y la otra, susceptible de que FASA tuvo interés en instalarse en Zamora. Convencido estoy de que ni todos estos políticos zamoranos de ahora, salvo los más veteranos, ni la prensa, ágrafa en historia, recuerdan lo de la FASA. Son gente muy joven para haberlo vivido, pero la leyenda se ha ido extendiendo generación tras generación y ahora nadie quiere pasar a la historia como reo de haber perdido una oportunidad única para transformar el futuro de nuestra ciudad. Soy escéptico respecto a lo de Tesla. Una vez más, insisto en que Zamora, sin los favores del Estado no es nada. Nuestro porvenir depende, pues, de decisiones políticas. Si no es así, se acabó. Habrá que tomarlo en consideración y recordarlo cuando haya que ir a votar o abstenerse. Zamora: desde la Renault a la Tesla. “C’est la vie”, que se dice en francés, “that’s life”, que escriben los norteamericanos. Menos población, más envejecida; juventud que se busca la vida lejos de las fronteras provinciales; un excelente comercio que pierde clientes y cierra y una política que se ha convertido en una forma de ascender de escala social y hacer otra carrera más lucrativa. Sí, entre dos espejismos, Zamora se nos está muriendo. Punto. Me callo, que me enfado. Por E.J. de Ávila.
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