el peso de la palabra
Carta Encíclica Evangelium Vitae
Sobre el valor y el carácter inviolable de la vida humana
fe
misma
persona sangre
Muerte persona derechos
hijos
valor
vida
Caín
madre
existencia
sentido
Cristo
amor
derechos
Hombre mandamiento
pecado
tiempo
VIDA
bien
aborto
plenitud existencia
bien
luz
hijos
iglesia
derechos bien
luz
tiempo
n la aurora de la salvación el nacimiento de un niño es proclamado como gozosa noticia” (EV 1). Esta afirmación es el núcleo de la encíclica. En un mundo donde “embarazo no deseado” parece ser uno de los mayores problemas, la Iglesia reitera que una vida humana es siempre motivo de alegría, no solo porque es portadora de una dignidad inalienable, sino también porque es una promesa de futuro. Curiosamente, la sociedad que más ha dominado el presente, a través de la tecnología, es la que más teme el porvenir. Es un temor de lo nuevo, de lo imprevisto, de lo que no está previamente programado. La Iglesia reafirma que la vida es un don y que tiene su origen en el Creador. Por eso es siempre una realidad buena, mientras ella exista, desde la concepción hasta la muerte natural. Es también una realidad fundamental, el presupuesto de todos los bienes, eliminar la vida es eliminar la posibilidad de todo bien futuro. Por eso es intangible, es decir, la vida es una barrera infranqueable para la libertad de otros y del mismo sujeto porque elegir la muerte es destruir también la libertad. Ante todo la vida es un don que interpela y que compromete la libertad no sólo para ser respetada, sino sobre todo para ser promovida: “¡respeta, ama y sirve la vida, a toda vida humana!” (EV 5). En otras palabras, ante la vida de todo ser humano no basta un ‘no tocarla’, aún más importante es hacerse cargo. La opción por la vida es la elección de vivir como familia humana y no como seres aislados.
44 |
fe
fundamental
eutanaciahumana verdad pueblo libertad vida
fuerza fundamental mal
misma sociedad
padre Creador sociedad camino
bien
fe
sal
valor
moral
dignidad
condiciones eutanacia aborto
tierra
acogiga
padre
sal
camino
Evangelio
propia
pecado nuevo
Caín
derecho
luz
fuerza
derechos plenitud
sentido
familia experiencia
Abel
conciencia
sal tierra fe plenitud
libertad
iglesia
matarás respeto
bien padre
conciencia
amor
bien propia
fundamental
pecado
bien
fe
luz
nuevo
esperanza pueblo María
camino moral
muerte
Dios Jesús humano
iglesia
inviolable
palabras
bien
esperanza responsabilidad comunión
luz
amor sal
dignidad
esperanza
verdadera
luz sangre
padre
respeto
sentido
Abel
bien
fe
bien
pecado
POR_ P. Cristián Borgoño, profesor de la Facultad de Teología UC | cborgono@uc.cl