Menorca
de fiesta en fiesta La isla del viento ha sabido conservar sus tradiciones, entre las que se encuentran las fiestas patronales, que tienen como elemento central al caballo, pero no un caballo cualquiera, sino el caballo menorquín de raza autóctona.
Texto y fotografía: Julio Rubio y Luis Neira.
Y
es que en Menorca el caballo es el protagonista casi absoluto de la fiesta. Tras las de San Juan en Ciudadela, las más espectaculares y conocidas fuera de la isla, durante los meses de julio y agosto se suceden las fiestas en los diferentes pueblos. Es Mercadal, Fornells y Es Castell las celebran a finales de julio, y el resto lo hace en el mes de agosto, salvo la capital, Mahón, que pone el broche final a un verano festivo con la celebración de la Mare de Déu de Gràcia los días 8 y 9 de septiembre. Aunque la fiesta patronal de la isla se celebra el 17 de enero, Sant Antoni, día que conmemora la incorporación de Menorca a la corona de Aragón, en 1287, después de haber estado bajo dominio musulmán durante casi 400 años. Otra forma de adorar a las protectoras Vírgenes del mar, se da en las coloridas procesiones marineras en las que los navegantes engalanan sus barcas y se hacen a la mar una al lado de la otra formando un bello mosaico cromático. Con todo, si algo no puede faltar en las fiestas menorquinas es la bebida típica el «gin», una ginebra heredada de los ingleses, que se toma con limonada o zumo de limón natural. En casi todos los pueblos de la isla esta mezcla se denomina «pomada ».
EN LA PÁGINA ANTERIOR, puerto de Ciudadella. EN ESTA PÁGINA, plaza de Ciudadela y Fiestas.
EN ESTA PÁGINA, fiestas de Sant Joan y de Sant Mart. EN LA PÁGINA SIGUIENTE playa de Ciudadella, balcones adornados durante las fiestas de Sant Joan y caballo menorquín.
EL
CABALLO MENORQUÍN
principal protagonista
El caballo es el protagonista de todas las fiestas populares que se celebran a lo largo del verano menorquín. Desde junio a septiembre, los caballos y sus jinetes, vestidos de blanco y negro los primeros, y adornados con lazos, bordados y claveles multicolores los segundos, reviven cada año un ritual que nace a principios del siglo XIV. El caballo de raza menorquina, reconocido oficialmente como de raza autóctona en 1989, debe ser totalmente negro, esbelto, de ojos redondos y mirada viva, musculoso y potente, de extremidades largas, carácter noble, enérgico y con estampa elegante y rústica, siendo apto para cualquier tipo de doma, para el uso de la silla y del enganche.
El caballo ha tenido históricamente una estrecha relación con el pueblo menorquín, ya que en el siglo XIV era el protagonista del sistema de defensa de Menorca, asociado al "Camí de Cavalls" que rodeaba la isla. Este sistema se basaba en la concesión de tierras por parte del rey a quién pudiera mantener un caballo para salir en defensa de posibles ataques enemigos. Ya en aquella época los caballos tendrían que ser necesariamente ágiles y fuertes para moverse por la rocosa superficie de la isla, y así llegar con rapidez al lugar del conflicto y replegarse velozmente. La armónica relación del hombre con el caballo se ha mantenido desde entonces, ya que el hombre ha sabido protegerlo y mimarlo encontrando el equilibrio perfecto entre los trabajos que desempeña en el campo y las fiestas populares.
“Los caballos tenían que ser necesariamente ágiles y fuertes para moverse por la rocosa superficie de la isla, y así llegar con rapidez al lugar del conflicto y replegarse velozmente”
G
U Í A
Es Mercadal Fornells Es Castell Es Migjorn Gran Llucmaçanes Alayor San Clemente Ferrerias San Luis Mahón
F E S T I V A Tercer fin de semana de julio Cuarto fin de semana de julio 24 y 25 de julio Quinto fin de semana de julio o primero de agosto Primer fin de semana de agosto Segundo fin de semana de agosto Tercer fin de semana de agosto 23, 24 y 25 de agosto Último fin de semana de agosto 7, 8 y 9 de septiembre Más información:
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