#16 Diciembre 2015
Todo se va. Caen los pedacitos de a poquito… al principio es una caída lenta que casi no se siente, pero después va tomando ritmo y cae todo cada vez más rápido, unos pocos pedacitos se juntan con otros, y con otros. Y luego se asocian unos más. Todos juntos se caen cada vez con mayor peso, y toman velocidad, la velocidad cada vez es mayor. No hay tiempo para detenerla, ni para pensar detenerla. Solo cae y se derrumba. Vaaaaaaaaaa Aaaaaaaaa Aaaaaaaaaa aaaaaaa. Llegó. Toda caída tiene un fin.
Las cosas deben suceder...
Nacimos con La extremidad del Otro hace culposos, cover y todos los ciuatro años, cuando Juli y Fer plantearon otros. Hicimos amigos nuevos, a la asociación su deseo de hacer compartimos experiencias con todos, una revista de imagen y poesía. crecimos y nos permitimos pasear Ahora, podemos confesarlo: fue más allá de nuestras fronteras físicas. un poco traumático, estábamos Fue la época del apetito voraz por en medio de otros proyectos la expansión. De las definiciones y el y algunos socios no lo vieron trabajo por imponer un punto de vista. bien. Peleamos por nacer en Acuerdos - desacuerdos - volver a empeunas sesiones tremendas, que zar - recorrer saldos. hoy sonreímos al recodar. Nos hicimos de la energía suficiente Esta revista se pudo leer gracias a un para tratar de dar forma a esfuerzo editorial importante, totalmente auto una idea de arte que pudiéragestionado y colaborativo, como todos los mos llevar adelante. proyectos que encaramos en la asociación. En el tiempo pienso que se entenderá Después del nacimiento vino la como un esfuerzo por contar el mundo expansión: perseguir nuestro prodesde nuestra vivencia de la década del pósito, identificarnos cada uno 2010 a partir de nuestras distintas locacon las cosas que más delías: la de los poetas y la de los artistas seábamos, con aquello que nos visuales. Fue una revista pos 90”, en los impulsó, editamos 16 revistas con años finales del auge nacional y popular. esta que hoy presentamos, trataHicimos arte y pensamos la actualidad mos los temas de nuestra actualicon lo que podíamos. Fue una experiendad que quisimos y como quisimos: cia política del arte dedicada a los que objeto-a, dialéctica, el asesinato de vivimos estos días. Una de las tantas la libido, tan folk, autoridad, placeres mediaciones posibles acerca de la vida
y la transitabilidad artística, histórica y sociológica de estos años.
Lo que se pierde en el nivel de la forma se gana en el nivel de la convivencia, es una puerta hacia un nuevo En definitiva lo que hicimos fue horizonte. No hay tensión, no hay lucha. amplificar y desarrollar la definiHay momentos para cosas nuevas…hay ención de nuestra identidad, tantusiasmo para transformarnos a través del to la de cada uno como arte. la que se ponía en juego en conjunto entre todos GRACIAS MIL a todos los que colaboraron cada los que la hicimos posible vez que los convocábamos también a todos los incluidos los lectores. que nos leyeron. Estamos convencidos que transitar Mientras tanto la vida esta experiencia fue parte de un movimiento sin nos iba transformando. fin en pos de construir un nosotros colectivo, que y justo cuando pensátanto ansiamos en esta Mendoza, en esta Argenbamos que estábamos tina y en ésta América que nos cobija. mejor. Empezó el movimiento de retorno ineludible. Algo cambió ….se contrajo nuestra María Forcada experiencia. La conciencia se identificó con la forma y sobrevino la disolución de la forma… Había que quebrar el corazón de la forma, Es el momento de dejar. Esto se transmuta.
101215 Esta primavera solo se avecina por eso es primario y obligatorio como un pucho, esperarla con el ansia que se esperan finales del mundo y el final de un mundo finito como su propia fidelidad finito como un domingo sin partidos. Esta primavera solo se avecina y empe単ados esperando que finalmente se decrete o esperando la palabra artera que ya no importa. LEANDRO BOSCO
Apocalipsis personales en una pequeña región del mundo El fin del mundo del cajero del supermercado de Munro que pasa rápidamente la mercadería por el visor para que emita el sonido correspondiente es sólo una secuencia de dos imágenes. En la primera, todas las cosas emiten su precio con una luz cegadora como estigmas contables. En la segunda, nubes negras se desploman sobre la gente como góndolas que caen en efecto dominó. El fin del mundo de la señora que se cola en el supermercado en el que trabaja el cajero incluye un conjunto de jinetes del apocalipsis desnudos que anuncian descuentos que se realizarán el día después del fin del mundo. El fin del mundo del marido de la señora del supermercado es una explosión silenciosa en la que lo primero que se destruye son las maderas con las que construyó cuando era chico una cucha para su primer perro. El fin del mundo del último descendiente del perro al que el marido de la señora le construyó una cucha consiste en un gran tornado que dispersa la ropa colgada de todas las terrazas sin que él pueda alcanzar ni un calzoncillo. El fin del mundo del actual dueño de ese perro es una cortina negra que cae sobre el cielo y lo envuelve todo en un parpadeo durante un acto político multitudinario sin que nadie se de cuenta. El fin del mundo del intendente que da un discurso en el fin del mundo del dueño del perro es una ola de cuerpos dormidos que se siguen moviendo como un terremoto municipal de sonámbulos. El fin del mundo del que escribe todo esto es un apagón súbito de la letra, el borramiento de todos los recuerdos, un vacío terrible pero imperceptible, como el robo misterioso de un secreto bien guardado. MARCOS SEIFERT
La extremidad del otro Por el otro el extremo, tal es la experiencia de un límite, el que acontece entre la imagen y la letra, o el corte que cae entre. Lo otro es la extremidad, en ese filo liminal algo se acontece. Figuras y fisuras, restos de vocablos que no llegan a ser y el fin que siempre pronto llega. Espacio nómada de la transgresión, límite incierto donde se deviene en el otro, por lo otro siempre… Otro por ser en el extremo, vértigo incesante por acontecer en ese espacio donde el nervio tensa un equilibrio a punto de estallar. Insistamos, en lo extremo, en la experiencia, en el salto, en el vértigo, en la vida. Extremidad, exterior, experiencia, saltar hacia lo informulado para reencontrarnos no en la palabra de esta poesía inconclusa, sino con el resto que acontece en la mudes de la experiencia. Festividades corporales. Lo intenso de la fiesta allí acontece. Apretar palabras para que en lo inestable del permanecer, en el límite buscar artilugios y desbaratar las caretas que disfrazan el rostro ausente. Porque ya lo sabemos no somos ya sino en ese espacio que nos separa.
MATÍAS FORLANI
No sé qué rostro tendrá el futuro qué justicia traerán estos vientos rompimos el silencio con rabia una rabia sabrosa y contenida para no correr el riesgo de volver a tirar la piedra la piedra de la culpa y la locura. Había olvidado quien era un demonio leal y paciente que desenfunda de su sueño oscuras poblaciones oscuros caminos donde los muertos nos reciben con alegría y los perros solo ladran a quienes no conocen. Afilas el ojo, afilas el pensamiento, afilas el cuchillo con que cortarás la carne de todas las naciones para ser silencio y alimento y nacerán y morirán una y otra vez no hay cosa religiosa en esto sino algo humano y festivo de ser materia y espíritu Y recordarás no llorar dos veces bajo una misma lluvia porque así lo dijo tu amigo: todo está en movimiento por eso pedaleas pedaleas y miras tu sombra y tu sombra es el futuro de lo que andarás y tu vida es esa rueda que gira soberanamente: en la sobriedad de los días.
Amaneces recordando todos los gestos humanos la sutileza del amor y los besos alguien pregunta si las poetas se enamoran la sobriedad en la postura y la espera te recuerdan quien eres: un demonio discreto y noble un fruto verde que madura y se pudre. Atraviesas el sueño y buscas entre los desechos una imagen que te recuerde quien eres afuera llueve y no para la música que trajiste quedará en la memoria para siempre y bailarás en su presencia hasta que llegue la rosada mañana. Los vestidos de verano quedarán colgados las flores se abrirán solo una vez para luego morir pero no te angusties los frutos maduran todo el año y las estrellas prodigios del cielo serán la única verdad verdadera y la música será lo único que nos quede.
SOL MUÑOZ
De la gravedad de las leyes y de todo aquello que excluyeron los científicos Había una vez un científico, muy racional por cierto, que se llamaba Newton. Era calvo y en su frente tenía dibujadas cinco rayitas como un pentagrama, porque de tanto pensar se le habían caído los pelos de la cabeza y arrugado todo aquello que empezaba arriba de sus ojos. Vivía acá, en este planeta, en la Tierra, en donde hasta entonces sólo estaban apoyadas las montañas y los árboles que se agarraban fuerte de ella con sus largas raíces de planta o de piedra. Todo lo demás flotaba, andaba por ahí, volando en el aire, dando giros y volteretas, o simplemente caminando sin apoyar los pies en línea recta. Ciertamente habían algunos problemas, de hecho, no muy graves y tampoco muy agudos: Algunas flores que no se agarraban de sus tallos, en oportunidades se desprendían y echaban a volar impregnando de perfume toda la ciudad, algunas sopas muy livianas se salían de los platos de los chicos (especialmente cuando las mamás se daban vuelta y no miraban) e iban a parar a las nubes con fideos y todo. A las maestras les costaba un poco mantener el orden en la clase cuando los bancos y las nenas y nenes andaban por allí cambiando de lugar, volaban los lápices de colores y los cuadernos cambiaban de banco. Ni les cuento cuando a los números se les ocurría cambiarse de lugar y a una nena desesperada se le había cambiado el 10 por un 01 en la prueba de Matemáticas, mientras otra, saltaba como cinco metros de contenta, se le había cambiado el 03 por el 30 en la prueba de ortografía! Para el cumpleaños de la prima María de los Ángeles, mientras soplaba las siete velitas se le escapó la torta y a la abuela, que le sacaba una foto desde el otro lado de la mesa, se le levantó la silla como 3 metros hacia arriba, muy a pesar de su gordura. Era imposible mantener a los niños bien peinados porque, a menos que usaran fijador, se les paraban los pelos constantemente. En el patio de la escuela, la bandera argentina se izaba sola y….lo que costaba arriarla era terrible, incluso
con cinco chicos intentando con todas sus fuerzas! Por eso decidieron dejarla siempre arriba. Un extraño día este señor Newton raramente tuvo un deseo, quería comerse una manzana muy roja y muy dulce que volaba frente a él muy oronda dejando a su pazo su dulzor, su aroma y su rojura. Pero tal parece que la manzana no deseaba ser comida, de modo que en el momento en que iba a tomarla, se le escapaba de la mano. El señor Newton la persiguió corriendo horas y horas, pero tanto él mientras corría, como la manzana a punto de ser devorada, flotaban por el aire. Y sin encontrarse jamás bajaban y subían de un modo casi descontrolado. Es sabido que a los científicos les gusta, RADICALMENTE, controlarlo todo, y como el señor Newton era científico decidió, cansado de correr tras la manzana deseada, hacer lo que sabía hacer e inventarse una ley para que todas las cosas del mundo, desde ese preciso momento estuvieran quietas en el lugar donde la gente las dejaba. Pronto muchas personas adhirieron a su idea racional y pensaron: ¡Qué bueno dejar los lentes en la mesa de luz y que mañana, cuando me despierte estén en el mismo lugar! ¡Qué maravilloso sería encontrar fácilmente los zapatos y los guardapolvos, los cepillos de dientes y la leche con chocolate, las sillas y las mesas, los sombreros y las bicicletas! Si! Hay que dar apoyo a la ley de Newton. Nadie aún se daba cuenta de la gravedad de esa ley antes de ser aprobada. Ni lerdo ni perezoso el señor Newton presentó la ley al CCA (Comité Científico Aburrido) y la ley fue aprobada por unanimidad. Inmediatamente adhirieron a ella la SECTYP y todos los organismos RADICALMENTE científicos y ordenados, incluso algunas religiones que siempre apoyan el orden y las órdenes, e incluso, listan los pecados de acuerdo a si se piensan, si se dicen, si se hacen o se omiten. Con el apoyo de tantas instituciones,en ese momento cayeron al piso todas las cosas del mundo, las sopas volvieron a sus platos como corresponde, las bicicletas a las veredas, los autos a la calle, los jabones a las jaboneras, las flores a sus respectivos tallos, la torta de cumpleaños a la mesa de la prima María de los Ángeles y la abuela a la silla, quien contenta, finalmente pudo sacar la foto. Así, en eso más quieto y ordenado, se convirtió el mundo tal como lo conocemos. Ah! Y al señor Newton que todavía seguía persiguiendo la manzana, en el preciso instante en que se aprobó la ley, se le cayó en la cabeza. La manzana se
rompió en mil pedazos, los pedazos se esparcieron en la tierra y nunca se la pudo comer. A pesar de la gravedad de la ley, que por todo lo explicado se llamó ley de la gravedad, ocurrió algo muy bonito! Los científicos, como siempre, se olvidaron de incluir a los artistas y a los filósofos, a los globos de gas, a los vientos y nubes, a las brujas, a las mariposas y por supuesto, a los locos. En esta oportunidad el olvido de los científicos fue una gran suerte porque todos esos seres y cosas excluidas de la ley, son lo único en este mundo que maravillosamente sigue volando y lo seguirá haciendo por siempre.
MÓNICA PACHECO
Otra vez No hay noción ni forma de describir el transitar una escalera sin poder determinar si se sube o se baja. La escalera, a través de pasillos de hospital y de tubos fluorescentes, ambos por miles, millones. Tampoco hay noción del tiempo, salvo la que da el discurrir de los propios pensamientos. Se me dijo que fuera, al término de la escalera encontraría mi lugar final. Dulzura y sarcasmo en la voz, por partes. Me recuerda a alguien. Antes del ocho que escupió llamas en mi cara, fue cuestión de elección. Elegí y fuiste vos, sonreías como un millón de vatios, y fue música y libros compartidos, y fiestas y noches, alegrías extremas y tristezas acordes, ires y venires, autoengaños y autoconvencimientos, cerveza y risas, café en las mañanas. Magia, probablemente, carita de muñeca. Duró hasta que terminó, como en el viejo chiste. Hasta que lo terminaste, en fin. Fue magia veneno, otra vez. Mejor no, mejor silencio entre ese final que no elegí, hasta que llegó el que sí elegí. Elección, y el doble gatillo presionado por los dedos de mis pies, y el ocho de acero que me observaba fijamente. Alguna vez alguien dijo que el signo de la eternidad es el dibujo de la boca de la escopeta. Ya no tengo pies, no los veo, al menos. Peldaños y más peldaños, solamente. Sigo transitando. Elecciones, encrucijadas. Basta de encrucijadas para mí. Valió que estuvieras conmigo. Me dijiste:“- Buscar no siempre es encontrar…y si me voy, es más lo ganado que lo perdido.-“ Me estabas avisando…Buscar, encontrar. Cara o ceca. Y entonces qué? Más escalones blancos. Parecen óseos. Una va por la escalera llevando a cuestas la última decisión posible.
Miro al costado, ya no sé acerca de los pasillos, lucen como piedra pintada, o niebla. Espero no seguir peldaños durante más eternidades de las que pueda soportar. Pero me robé tu sonrisa, y me robé tanto bueno de tantos afectos…Me los llevo conmigo, dondequiera que me dirija. Trato de apurarme, veo un recodo luego de tanta monotonía blanca. Llego. Llego. Llego. Doblo el recodo. Otra vez la voz se dirige a mí. Miro. Otra vez. Me reiría a carcajadas, si tuviera garganta o cuerdas vocales. Esto es todo? A esto se reduce todo? Dos puertas contiguas, exactamente iguales, indistinguibles entre sí. La voz: “-Redención una, condenación la otra. A elegir.-” Así que ésta es la gran Verdad Cósmica. Me río sin sonido, dos puertas, cielo o infierno, a ciegas, cara y ceca. Moneda lanzada al aire. Detrás de una puerta, el Gran Timador. Detrás de la otra, el Gran Fullero. ¿Y nadie creía que jugaran a los dados con la existencia? Dí mejor: la existencia es un gran tapete verde, donde juegan a los dados Ustedes. Millones de dados, tratando de controlar sin lograrlo el impulso con el cual nos arrojaron. Se abren apuestas, soy el dado de sólo dos caras y me lanzo al azar. Cualquier puerta, da igual. Cara o ceca. Tanteo un picaporte, empieza a abrir. Voy entrando donde fuere y sonrío sin facciones. Donde sea que entre a quedarme, te voy a esperar, carita de muñeca. Hay mil eternidades probables de que elijas mi misma puerta para cruzar. PERICO
Una línea Con tan solo 5 años de edad, Limbo tomó una hoja lisa cualquiera, un pincel y un pequeño frasco de pintura azul importado. En un impulso trazó una línea horizontal en la hoja. Al mismo tiempo, al otro lado del mundo un pintor conocido, cansado de los lienzos, tomó una hoja lisa cualquiera, un pincel que previamente sumergió en pintura azul barata, y trazó una línea idéntica a la que trazó Limbo, el pequeño niño de 5 años. El niño le mostró el dibujo a su madre, y juntos en el reverso de este anotaron con lápiz: Limbo, 15 de marzo 1998, 16:30 hs. Luego lo guardaron dentro de un libro de arte moderno. Después los años lo llevaron, lo trajeron, lo detuvieron, lo secaron, lo mojaron, le rompieron algunos dientes, unos huesos, le quitaron algunos pelos, y otras cosas más equiparadas a desmenuzarnos, desarmarnos, desequilibrarnos, y poco a poco hasta agotarnos. Allí Limbo se hizo hombre, y he ahí que se decidió a cumplir un sueño, conocer algunas de las grandes galerías de arte del mundo Occidental. En su solitario viaje no olvidó de llevar los libros de arte que en su infancia tanto lo instruyeron. El tercer museo que visitó fue la Galería de Stuttgart que se encuentra en una ciudad situada al suroeste de Alemania. Entró, encontró, quedó inmóvil al ver su cuadro o el mismo que llevaba entre sus libros, la misma línea, una línea simplemente para su niñez, pero en este cuarto una obra que quiebra, que conduce, que marca un punto de inflexión en el arte contemporáneo, en este el valor de lo espontáneo y del vacío. Escarbó con nervios entre las hojas de aquel libro para extraer su línea y compararla con esta línea, la famosa línea contemporánea. Así fue, comparó una y otra vez, su igual era absoluto, dos líneas idénticas, totalmente idénticas. Su voz
interna decía: “no deben haber dos líneas más idénticas en el universo”. Debía conocer aquel famoso pintor, recopiló los datos que pudo sobre este y marchó en su búsqueda. Sin importar plan alguno, caminó, subió a un tren, a un avión, caminó, a un bus, un taxi y tras unos pocos pasos más se enfrentó a una larga puerta de madera gastada por el tiempo, dudó en golpear, pero finalmente lo hizo. Frente a frente dos desconocidos trazaron palabras sobre cuadros y líneas, luego Limbo tomó su dibujo y lo estiró sobre una pequeña mesa y desde ese momento el pintor no dijo palabra alguna, observar es una descripción que no llega a encerrar lo que aquel hombre hacía, atónito quizás menos, su cara, sus manos que embelesaban la superficie de aquel dibujo. La línea entró en su mente como alguna vez entró cuando la trazó, no dudaba de la sinceridad de Limbo en cuanto a la hora y día en que trazó esa línea. “Dos líneas unidas por el tiempo”, pensó en voz alta aquel hombre. Limbo agregó: “una línea perdida en el tiempo”. Muchas preguntas surgen de aquel hombre, Limbo debía marcharse, tomar su dibujo, su línea, la línea de aquel hombre y retirarse, y así fue, una línea se perdió junto al Limbo de aquel hombre.
MAURICIO GASTÓN LÚQUEZ
Puñado de gente En un delicado balance, las lombrices crecen debajo de la piel, se arrastran lentamente, comen de la materia y cavan sus agujeros. Los pequeños gusanos anidan mientras se comen los tejidos, la carne muerta mechada de materia viva. Pequeños insectos, diminutos tubos cenicientos, se pasean buscando comida, de aquí para allá. Terminan por ser testigos de las cosas más pequeñas, de los pormenores más sencillos de lo que yace inerte. Es la cercanía lo que los alimenta, el contacto con las cosas guardadas, las fibras internas que aún permanecen intactas. Se bañan en un jugo viscoso, donde la vida parece florecer, se retuercen en aparente asfixia y vuelven al centro cálido donde fagocitan felices su desagradable comida. Ese es el olor de la carne podrida, el aroma que no se puede ocultar, la miasma espesa, se escurre por los intersticios, por entre las fisuras en la carne. Se filtra dejando un halo pestilente, la materia se desintegra mientras los gusanos se alimentan con su propio veneno. Estuvimos ocultos por demasiado tiempo en ese pequeño lugar, alejados de la carroña, de la inmundicia, nos desplazamos sin ensuciarnos verdaderamente. Se observan desde lejos las emanaciones, las llanuras blancas, los vacíos secos, una marquesina llena de imperfecciones, que después de algún tiempo, se irá demoliendo a si mismas. Es el deterioro inherente, es el sendero del gusano blanco lo que nos tiene a maltraer, la misma podredumbre de la falta de comprensión. FACUNDO MALDONADO
Antes del final, voy a comprar unas bolsas ziploc con cierre dentado para guardar el humo de diferentes estaciones. Almacenar en cápsulas blandas borracheras remotas y tomarlas en el desayuno con un vaso de agua para su rápida asimilación. Pero eso lo voy a hacer después, porque hoy no tengo ganas de salir, entonces voy a buscar un frasco donde conservar todas las horas de soledad y usarlas cuando más las necesite. Desenvolverlas en las reuniones como caramelos y consumirlas de a una, disolviéndolas en la boca, igual a un monje eremita en medio de la multitud. ROBERTO A.
Administración los restos de un can en la parada del micro en la triple frontera berisso-la plata-ensenada los belfos contrayéndose a medida que pasan los días ahí donde desaparece la responsabilidad estatal, la naturaleza gestiona: un mar de gusanos. crece el perímetro de la zona de exclusión que veda el acceso a la parada en directa proporción con el olor despedido unas paladas de cal y un nylon mitigan el martirio a un costado, matas de pelo trenzado ligadas al cuero raído la columna a unos centímetros como una tiesa serpiente de marfil RAYEN NAZARENO
Poema final ¿Qué placeres arrulla el escribir? ¿Desagua sus mierditas el poeta? ¿Aventura aciertos pateando desde el córner? ¿Lleva espejos para ver los chichones del otro y su extremidad? El tuétano se hace yeso sin imaginarios de cuneta y drenaje. Y los huesos no se enteran del crujir de sus propios años. Cuando la noche llega y la palabra se vuelve sed decís que me espere el tiempo, y ahí la mano pasea por el lado b de la vida bajo un cielo encapotado que protege desabrigándote. Sabés que la realidad tiene plazas donde los estetas se paran, ya borrachos en su recreo, y sienten el pulso de la existencia a puro garabato. Finito. MAXI NEILA
C’est fini De guachita me enseñaron que todo tenía un principio y un fin///Claro, mis viejxs son católicxs, tienen ese mambo del Génesis y el Apocalipsis///Después aprendí que lo único que realmente tenía un fin eran los discos y los libros///Fines trágicos, que te dejan el cerebro en una nebulosa del “¿y ahora qué?”///Como cuando se termina la temporada de la seria a la cual te hiciste adictx///Gracias a internet descubrí que lo cierto es que nada tiene fin, que todo se expande y continúa, aunque sea en la Deep Web///Aprendí que hay otras series, otros libros, otros discos, otros universos///Y que lo que menos fin tiene, es el aprendizaje/// IKA FONSECA
Usted trabaja 8 horas… “En la inmovilidad, el silencio impalpable, Yo estoy ahí. Estoy solo. Si me golpean, me muevo. Trato de proteger una cosa roja y sangrante, El mundo es un caos preciso e implacable.“ Usted trabaja ocho horas y tiene una esposa, una casa, un perro, dos hijos y una amante. Usted está cansado de vivir. Usted se suicidará esta noche. Volverá, saludará con un vago ademán a su mujer, se aflojará la corbata, subirá las escaleras, buscará el arma de su padre que se encuentra guardada en una caja azul escondida en un mueble. Usted se sentará en la cama a las 22:02 horas y gatillará a las 22:15 horas. A las 22:15 horas y tres segundos un rocío rojo se difuminará en las almohadas. A las 22:15 horas y treinta segundos su mujer gritará. A las 22:16 horas chorrearán un par de gotas y la pared estará plagada de pintitas oscuras -algunas más grandes, otras más chicas- juntas en el centro y alejadas en la periferia, formando un complicado dibujo que dentro de unas horas limpiará la mucama con un trapo rosado y carcomido por el líquido limpiador. A las 22:17 horas entrará un mensaje de su amante a su celular reclamando el habitual texto obsceno a la salida del trabajo que nunca ha llegado. A las 22:18 horas se desprenderá sola una flor mucilaginosa cerebral que nadie se atreve a tocar y que es suya y no es, ya que usted ya no es usted. Su plazo fijo seguirá generando dinero e intereses Sus carpetas de porno en la computadora portátil seguirán estando allí. Durando. NATALÍ INCAMINATO
Cada vez falta menos Cada vez falta menos para que anochezca entre bocinazos. Para que acabe la canción y se prenda la TV. Cada vez falta menos, menos para el camión de la basura. Cada vez el sol y la basura dorada. Pájaros blancos en los que pega el sol de la autopista. Cada vez falta menos para verte allí. Falta menos cavidad para que el hoyo se agrande. Falta menos pero faltan libretas para decir lo que falta borrar. Falta un nombre, dos, tres, montones de nombres en la lista. Falta menos para que oscurezca. Menos en dar la vuelta sobre la cabeza. Menos falta para el tallo que nadie. Falta cada vez menos, más, menos que nadie, minutos, cada vez, nada, un poco menos, casi, cada vez falta lo que falta, menos que menos. HORACIO FIEBELKORN
Colaboraron en este número Texto Leandro Bosco Escritor
desumuerte.blogspot.com.ar Mendoza
Marcos Seifert Lic. en Letras
@tresfebrerense Tres de febrero
Matías Forlani matias.forlani@hotmail.com Lic. en Psicología Córdoba Soledad Muñoz Escritora Mónica Pacheco Mgter. Música Pablo Perico Luque Escritor Mauricio Gastón Lúquez Lic. en composición musical Facundo Maldonado Ecritor Roberto A. Escritor Rayen Nazareno Escritor Maximiliano Neila Escritor Ika Fonseca Escritora Natali Incaminato Escritora Horacio Fiebelkorn Escritor
fb/soledadesella Mendoza monicapach@yahoo.com.ar Mendoza fb/pablo.p.luque?fref=ts Mendoza mauuuricio@hotmail.com Mendoza hombrehorrible.blogspot.com.ar Mendoza chongo_star@hotmail.com Mendoza estatizado.tumblr.com La Plata - Mendoza maxineila@yahoo.com.ar Mendoza comunicación.fonseca@gmail.com San Juan estatizado.tumblr.com La Plata horacio.fiebel@gmail.com Buenos Aires
Editorial María Forcada Imagen María Forcada Hector Romero Fernando Guevara Juliana Dolinsky Preproducción Fernando Guevara Maquetación Juliana Dolinsky Corrección Emilia Matus
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