la extremidad del otro N° 8

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#8 Agosto 2013



En una cultura que suspende el sentido común, el sentido colectivo se anula. La conflictividad, la desigualdad, la heterogeneidad son constitutivas y los procesos creadores se vuelven complejos ya que la frontera entre las actividades que se desarrollan al interior de ella no es espacial sino de actitud. Es de éstos tipos de cosas de las que dispone el cover como estrategia del arte. Un asunto de actualización de fronteras temporales que incluye un conflicto sobre las distintas historias territoriales, como si fueran luchas por historias de apropiación de saberes. Así es como disloca la autoridad implicando el no hacerse cargo de la autoría pero también al revés, enlazando autorías de maestros referenciales que hacen explícitas al público las deudas de autor. En el cover, el asunto del tiempo como referencia al pasado y al presente se conecta por la memoria dando a entender una noción de vida muy particular; la que asume el estar/ no estar reactualizado en la repetición. Un eje binario que parlotea sobre la nada y la presencia articulando estrategias de sentido cotidiano que se actualizan. Y actualizan. Actualizan. Actualizan. Actualizan. Nos enfrenta de esta manera a la temible frase: “ACEPTAR SER SÓLO UN COPIADOR”. Y desde este destino, lo que llamamos cover es dos cosas en una: una manera de hacer, el uso de una técnica propia que se individualiza de otras; y la negación de lo característico de toda


técnica o sea la negación de un medio al servicio de un fin exterior. Como estrategia es la de un registro representativo que no tiene en cuenta el oficio, como actividad laboral, es un arte mecánica en sus medios. Su dignidad no depende de la creación ni de la originalidad, tampoco del instrumento o material con que se realiza. Desde que se utiliza el cover en adelante, en las artes musicales, visuales, perfomáticas, del cine; la dignidad del arte ya no depende de la dignidad de los temas, no hay arte elevado y arte bajo, ni tampoco dignidad de los materiales o el instrumento que se use para llevarlo adelante. Lo que cuenta es lo que el artista quiere decir. El asunto es que es inevitable el comparar con la obra de primera mano. De allí se desprenden un sinnúmero de situaciones para discutir, algunas planteadas en este número de la extremidad del otro, que sugieren algo así como que lo que hace al artista es su capacidad de transmitir una visión o su capacidad para ver e interpretar de otra manera. El COVER toma el tiempo como objeto y materia propios haciendo coincidir el tiempo de la mirada, el tiempo del autor y el tiempo del mundo. Es así el arte de las miradas. Nos interroga por eso que dice que el arte comienza cuando cesa la técnica, aquello que afirma el privilegio de la MIRADA sobre la MANO. Es en definitiva, una manera de hacer que instala un régimen de pensamiento, percepción y sensación de una forma tiempo.

María Forcada

PD: Cover/texto homenaje a J. Ranciere en: “la Majestad del momento”, publicado en AHISTHESIS. Escenas del régimen estético del arte, pág. 241, en 2013; en el que hace referencia a la fotografía en su época de irrupción y aceptación en el mundo artístico.









Sobre el término El término cover como verbo, significa nada menos que cubrir, recubrir, tapar, incluir, encubrir, ocultar, comprender y disimular, en cambio como sustantivo restringe su significación a cubierta o funda. En música popular se comenzó a utilizar en el S XX para designar algo extrañamente novedoso. Los ensambles (bandas de rock, grupos folclóricos, melódicos y otros) nos tenían acostumbrados, hasta el momento, a ofrecer “temas” u obras musicales compuestos e interpretados por ellos mismos, ya sea en vivo o en grabaciones. La novedad del cover, consistió en ejecutar en vivo o grabar “temas” que habían compuesto y popularizado a través de conciertos y grabaciones, otros grupos de música. Esto da lugar a una amplia gama de interpretaciones, tantas como las acepciones del verbo: mientras que para algunos, el incluir una obra de otro grupo constituye un importante homenaje al mismo, para otros podría ocultar la falta de creatividad o tapar, encubrir y disimular las ideas, propósitos y capacidades propias de los músicos que ejecutan tales obras, pero no hay duda de la necesidad de comprender profundamente la pieza que se desea repetir a modo de cover para poder abordarla. Según el musicólogo Martín Azar “El origen (de la palabra cover) tiene que ver con que, cuando una compañía discográfica publicaba una canción que se volvía muy exitosa, la discográfica competidora publicaba la misma canción grabada por otro músico para “tapar” (cover) el hit anterior. Una de las justificaciones de esto es que, habitualmente, la gente que iba a comprar un disco preguntaba por la canción, no por el músico.” Resulta necesario saber que existen diferentes grados de “copia” en un cover, para comprender en toda su magnitud este concepto, relataremos un ejemplo extremo:



Esa noche en Barcelona, 1992, ya a dos cuadras de la plaza se escuchaba la voz de Rubén Blades, toda su banda y el inconfundible trombón de Willie Colón, una salsa “caliente” latina con todo su ritmo en una maravillosa noche de verano. Desde lejos se podía ver la potente imagen de Blades, su guayabera y pantalón de hilo blancos,, zapatos y cinturón de cuero marrón, su característico sombrero blanco “de ala ancha de medio la’o” como el de Pedro Navaja y su inconfundible voz. Por momentos dudé, la figura del cuerpo era mucho más pequeña, pero cuando le habló a Willie y le dijo (hablando encima de la música como es costumbre de Blades) su frase característica para dar lugar a las geniales improvisaciones del trombonista ¬_ bombea Colón_ ya casi no cabían dudas, eran ellos. Sin embargo, fue llamativo que Colón “improvisara” exactamente con las mismas notas, ritmos, dinámicas y cadencias de su grabación. Pensé…esto es muy extraño, Willie jamás improvisaría de la misma exacta manera. Ya estaba cerca y observé que todos eran orientales, un plotter a la orilla del escenario decía: “Orquesta de la Luz, salsa caliente del Japón en Barcelona”. En música popular se utiliza la palabra versión para señalar que una pieza, compuesta por otro grupo u otros autores, es interpretada nuevamente con la re significación que ese proceso implica. Sin embargo no es lo mismo resemantizar con nuevas voces e instrumentos, a veces con importantes modificaciones al interior del lenguaje, una obra creada y popularizada previamente, que copiar exactamente la música, los gestos, el vestuario y otros rasgos de la performance. A pesar de lo expuesto, resulta importante advertir que en el uso corriente, a pesar de estas diferencias, se confunden los términos. A propósito de esta confusión en el uso popular, vamos a incluir la búsqueda en Wikipedia : “En música popular, una canción versionada o una versión (se usa a veces el anglicismo cover, que significa ‘cubierta’, a pesar de su uso impropio) es una nueva interpretación (en directo, o una grabación) de una canción grabada previamente por otro artista. En español es común utilizar el término «versionar» para referirse a la acción de crear o interpretar una canción versionada. En inglés, una cover band es una banda que exclusivamente interpreta versiones.”


La incorporación del término cover al español, podría resultar útil para no dejar dudas sobre si se trata de una mera copia o de la adaptación de una pieza y su consecuente resemantización. Sin embargo, en numerosos escritos sobre el tema, tanto en revistas populares, como en bibliografía musicológica científica, son muy confusos los límites de ambos términos, tras lo cual surgen numerosas preguntas y dudas: ¿Es posible copiar exactamente la música de otra banda? Tan sólo el hecho de utilizar la propia voz y la propia técnica para ejecutar un instrumento genera diferencias insoslayables. ¿Qué tiene esto de bueno o de malo? ¿Qué diferencia hay entre una Banda de Rock que copia la versión de Let it be de The Beatles de una grabación y la Orquesta Sinfónica que copia de una partitura la Quinta Sinfonía de Beethoven? ¿Ambas son copias y la única diferencia estriba en el soporte sobre el cual se realiza la copia? ¿Existe una obra musical esencial modélica y todas las demás son versiones de la misma? En principio, diremos que no por tratarse de una palabra de uso cotidiano y popular, el cover deja de ser un concepto pertinente que debe ser tratado por la teoría del arte, y no precisamente por su carácter comercial, se negaría la posibilidad de estar frente a una categoría central en la historia de la música contemporánea. Tal vez, se llegue a la comprensión profunda de una categoría de esta naturaleza a través de estudios musicológicos de piezas o canciones particulares que colaboren en la formulación de conceptos generales, tal vez simplemente nos contentaremos con la idea posmoderna de jamás arribar a verdades y conclusiones universales sobre los hombres, las mujeres y las cosas, comprendiendo apenas aquello que nos preocupa aquí y ahora.

Sobre el cover romántico Existen canciones denominadas anónimas, que en realidad pertenecen a la comunidad que las ha sostenido de diversas maneras, incluso oralmente durante siglos. Muchas de estas obras han perdido en el tiempo el nombre de su/s autor/es y se han


convertido en obras sumamente famosas a través de la versión de determinado grupo. ¿Cuál es la obra original? La del grupo X que la hizo famosa, o la que cantaba el abuelo de uno de los miembros de ese grupo, a través de quien llegó a sus oídos. ¿Es un cover o una versión? El abuelo la cantaba “a capella” sin ningún instrumento y el grupo X la dio a conocer acompañada por piano, guitarra y bajo eléctrico, batería y voz. Ustedes dirán que el grupo X hizo una versión de la canción del abuelo y que, cuando el grupo Y la graba, hace un cover del grupo X. En este caso resulta indispensable observar el grado de variables musicales que se registran en una u otra canción. Podríamos establecer distintas categorías y ordenarlas jerárquicamente para determinar si es un cover o una versión. Las variables podrían ordenarse teniendo en cuenta, en primer lugar la estructura de la pieza, ritmo, armonía, melodía y en segundo los arreglos vocales y/o instrumentales. Pero tales variables no podrían considerarse generales para el análisis de todas las piezas musicales, dado que los factores identitarios, basados en los rasgos sobresalientes de las obras musicales son diferentes y particulares para cada una de ellas. En algunas piezas son los arreglos vocales los que la identifican, en otras son sus ritmos, en otras sus característicos instrumentos. En fin, las particularidades de tales variables pueden ser múltiples y no podrían establecerse jerarquías entre ellos. Por otra parte, podríamos someter a esta comparación dos piezas (en este caso las grabadas por el grupo X y por el grupo Y), pero sabemos que ninguna de ellas es la “original” y tampoco la versión “a capella” del abuelo garantiza algún grado de originalidad. Esta situación no es tan relativa cuando se trata de música escrita en partitura. En muchos casos se cuenta incluso, con la partitura original, escrita por el compositor. El sistema de notación musical ha intentado ser cada vez más exacto y la invención del metrónomo para fijar los tempi, así como la exactitud de las alturas desde la unificación del la en 440Hz. nos asegura cierta legitimidad. Sin embargo mientras más antigua es la música, más alejados estamos de la idea que el compositor intentó cristalizar en su partitura. Para dar cuenta de ello podemos es-


cuchar cualquiera de las versiones disponibles del Gloria de Vivaldi para orquesta y coro de nuestra época. Ya entre ellas encontraremos diferencias innumerables (de tempo, de carácter, de dinámica, de timbres instrumentales y otras). Si buscamos una versión de alguno de los grupos que se dedica única y “fielmente” a interpretar música barroca, la diferencia es increíblemente notable: los timbres de los instrumentos barrocos, sus intensidades, sus alturas (afinación), sus modos de ejecución con arcos diferentes, la ornamentación no escrita en la partitura, las concepciones formales de los intérpretes que modifican el fraseo y la acentuación. Estos grupos realizan importantes estudios musicológicos para acercarse a la interpretación de la época. Tal vez podríamos designar la interpretación de estas orquestas, a diferencia de las actuales, como verdaderos cover de Vivaldi. Antonio Vivaldi estaría sorprendido al ver cómo una orquesta actual intenta acercarse a lo que se interpretaba en su época, tal vez su sorpresa se debería a que nunca en el Barroco los músicos intentaban interpretar obras del pasado, cada cual componía su música, la armaba con los instrumentistas y cantantes que tenía a su disposición y la interpretaba en concierto. Recién los románticos, en el S XIX tuvieron la brillante idea de volver a tocar la música de períodos anteriores, obviamente tiñéndola de todo su romanticismo y comprendiéndola con los conceptos de los cuales disponían en ese contexto temporal y espacial. Tal vez los románticos fueron los verdaderos inventores del cover.

Sobre Platón, Aristóteles y el mundo cover en el que vivimos El modelo moderno de la música académica está planteado de un modo platónico. Las mediaciones necesarias para que exista la música van desde el creador, que cristaliza a partir de signos y símbolos su idea en un papel pentagramado, hasta el intérprete (individual o colectivo) que traduce estos símbolos y signos a sonido, y finalmente, la audiencia que recibe eso sensible que denominamos música. La idea musical, en este caso, preexiste a lo sensible. Esto sensible estaría siempre degradado respecto de la idea, porque nunca alcanzaría la perfección de esa idea original.


El cover actual, en cambio se piensa de un modo aristotélico, se plantea a partir de grabaciones o interpretaciones en vivo anteriores, tras lo cual aquello que preexiste no es una idea sino una música que transcurrió en el mundo sensible. Esa música “original” no podría convertirse en otra música sin pasar por el mundo de las ideas, debe ser profundamente comprendida para ser “copiada” y extraída de un todo. A partir del elemento sensible se proyecta la idea, y a partir de ella, nuevamente se construye el elemento sensible. Sin embargo, no podemos olvidar que la “música original” anterior a las grabaciones o interpretaciones y anterior al cover, antes que eso fue una idea oral o escrita, registrada en soporte digital o en la memoria, siempre, antes que música fue una idea. En conclusión, todo en este mundo se proyecta a partir de ideas que son copiadas y reformuladas una y otra vez por generaciones y generaciones hasta la doble barra en la cual no haya lugar para un Da capo.

MÓNICA PACHECO








1-Breve y neutro: Aburrimiento tópica antipoética pero la única verdad es la Acidia sísifo aflojó los músculos ya no basta la certeza de conocer lo que se vive y se deja arrollar plácidamente.

¿El aburrimiento es la única tópica antipoética? ¿Y qué tal la acidia? Porque Sísifo ya tiene los huevos llenos de subir y bajar con esa piedra de mierda y cualquier día (no conforme con saber con qué es lo que cuenta) manda todo al carajo y se deja aplastar con gesto desdeñoso HÉCTOR PASCALE y sin importarle.







Mi primera novia es un cover de mi última novia, y viceversa. Como la palta y el pebre, el pisco sour y el manjarate, así de chilenitas son sus madres, y el suegro siempre argentino: carne asada, pan, agua y vino. Las nenas tienen tetas de chilena, culo de argentina, y sus caras aún no lloran la Araucanía que , nobleza obliga, adeuda toda chilenita. Ambas dos, por hermosas, arrojadas al vacío, recompuesta la carne con agujas y corticoides, víctimas de “La vertiginosa” y “La dionisíaca”, afiliadas al goce que casi se van de mambo. En el cover hallar las similitudes, el rap es un trabajo de hormigas, la bandera de Chile un Mash-up de la de Texas, y mis nenitas perdieron mucha sangre en el hospital, lo ubicuo y circular de un disco rayado, la metáfora precisa de mi vida que es un loop de simulcop.

JULIO FERNÁNDEZ PELÁEZ










• Memorias híper-enlazadas de cuando publiqué teoría sobre El Plagio ).“La mediocridad para algunos es normal, la locura es poder ver más allá” (Sui Generis) Discurriendo en torno a originalidad y sus diversas (anti)tesis, sobrevino la sequía de mi piel; diré por el humo del pucho y turbulentas noches en suma contemplación, como cualquier diletante se come la luna por sus ojos. Leída, escrita y formulada mi sinrazón, quedé enjuto y doné el restante de carne charqueada al silencio público, el dejo receptivo más ruidoso se redujo en alguna rebuznada sobre su “inutilidad”; en mi sensibilidad un naipe retirado de la torre, quien cual yenga todavía se está en pie hasta yo jalarle su inestabilidad. Y confieso, (aunque obligaría) ahora me aburre pensar la naturaleza de las reversiones en la estructura de su verbo, dentro del plagio (honorífico sitial en las políticas alternas de la divulgación de información ‘non ufficiale’). A mí los cover que me gustan son musicales, obras conectoras entre los intersticios de cada uno de los espíritus del tiempo que corporeiza. Mi pobreza en fungir el radio sétimo de las artes liberales, minimiza a entenderme como mediocre melómano frustrado; Por tal, voy a deslizarme sucio y desprolijo sobre el cortante filo de la mediocridad, ora para hilvanar sustancias de “la reversión”, ora sangrarte mi jugo de tomate (menta, dos hielos y agua) –Y si tu ser estalla será el corazón (abierto de par en par) el que sangre. Flotando hacia el naufragio en mi barca, sobre todo ese maremágnum de los hommages y la riqueza de sus nutrientes– o sucumbiendo en decodificaciones del Golden


Hit, rama firme donde suele asirse el no-inspirado y sus grouppies (el tuerto y los ciegos) –no niego desearía explayarme sobre la media centena de versiones grabadas de Paint it black con su atmósfera pesada, de forma simplista cantar “al cover karaokiano”; mas la oscuridad no ofusque mis letras y aparte, honor obliga regalar mariposas de madera a L.E.D.O. en polvo áureo: ••La micro-sinopsis y detección del paréntesis épico más posmodernista de la historia del rock latinoamericano. •• Se electrifiquen mejor mis mitocondrias desglosando las confluencias y prolongaciones en torno a “Rompan Todo” (1966--1991) y las improntas deconstructivistas aplicadas pro engendrar se la esencia de este hito posmo por rutas argentinas. Cada cual de estos seis en su espacio pioneros , serán quienes pivoten los sucesos detectados: Billy Bond, Los Hermanos Fattorusso (Los Shakers), “Charly García & Pedro Aznar”(los tres tangos);incluyendo en esta coyuntural lista de rockstars a nuestro Elvis criollo: Sandro de América. • La séptima menor /un intervalo disonante:Break it all.Yo soy como vos, ¿no ves? Yo tampoco soy feliz. Fragmento tomado desde las líricas de “Rompan Todo” “Rompan Todo” -- surge como un highlander catalizador, en cuatro fechas históricas durante un cuarto de siglo (1965-1972-1978-1991)-- será el disparador y punto de inflexión de otros icónicos del escenario del rock desde tierras argentas. La incidencia de los mal apodados beatles-criollos (Serú Girán)a fines de la década del setenta; digamos con, los sonidos pop-rock alineados de la entonces •nueva onda• beatlemaníaca por media-


dos de los 1960 (Los Shakers).Cabalmente estos fab four uruguayos, el año 1965 fabricarían un hit en inglés que reinaría como top temporal en los bailes jóvenes: Break It All. Ingenuo tema pop que llama literalmente a romperse las caderas bailando: do the shake, oh! yeah and break it all! Hacia 1972, cuando eran momentos de botas, cascos y cosacos; acontecerá el icónico 20 de Octubre en el Luna, en pleno concierto de Billy Bond y la Pesada – caracterizados por su mensaje contra sistema y represión – cuando tras el grito del Bondo: ¡Rompan Todo!, se materializó la violencia rocker como resistencia de la juventud frente a las fuerzas del orden. All ended broke. Siguiendo con el tano Bond, posteriormente en1978, durante el instante ventral de Serú Girán, cuando Billy Bond & The Jets (en Buzios, Brasil) agrupa a todos los articuladores del rock citados (ver n.3) incluso los Fattoruso. De esta experiencia creativa, Charly García y Pedro Aznar posteriormente fabricarán un puente de exquisita creación dual en la excepcional triada de “tangos” (1985- 1991). Su tercer disco Tango 4(1991) alberga una reversión al español de “Break It All”. Charly y Pedro reinventan el tema, soportados sobre la potente e hipnotizante interpretación de un ardiente Sandro en su plenitud; homenajeando en la titulación al mítico ROMPAN de Billy. Charly reescribe las líricas, mutando desde el coqueto dulzón y vacuo: Dance, Yeah! de Los Shakers… hacia un erótico e imponente grito macho alfa: ¡y dilo, YA! del gitano. La musicalización propuesta por ambos resulta en otra intensidad atmosférica, sus masticadas dejan solamente huesos e insinuaciones del riff original. Las emociones son desaforadas in crescendo/confesiones/


Temores/ Culpa/ Ultimátum/ Excitación/Cerrando con una carcajada diabólica y el glande goteante después de someter psicológicamente hasta el delirio del placer a su manipuladora fémina. Rompan Todo sería el “Pruitt-Igoe” del rock latinoamericano en su escenario argentino de la última mitad del siglo XX. Desglosa el devenir de la fantasía develado en la tónica del acto de seducción. Un canto de liberación del cuerpo, de la opresión, de la excitación: ¿Por qué no soltás? ¿Por qué no salís?

LUIS GUTIERREZ TAMAYO














cuánta plata gastaste en cedés en los noventa cuánto desencuentro auspiciado por la clase camuflado por el género los pibes y las chicas intentando armar la banda salvarse escuchábamos funk metal hardcore rap yo tenía una remera escrita en inglés abajo otra remera para sentirme arriba estando abajo un poco más oscura siendo pese a todo luminosa matizar el brote tierno de la adolescencia la vez que el rock me cruzó de calle

CECILIA ERASO




Sólo es posible el olvido en la tiranía del pasado. Por eso mi reino sí está en este mundo: En las traducciones de Anagrama, la androginia y las repeticiones de los premios Mtv. LEANDRO BOSCO


Nos sentamos en una mesa, un poco alejada, y pedimos un vino de cincuenta pesos. Le comento a mi amigo que en la vereda está Brenda, él ríe para afuera y yo sonrío para adentro, la vi llegar empujando un cochecito. Quien no la conoce diría que es una señora, pero alguna vez fue nuestra Morticia sexy reina de la oscuridad. Le falta su amiga colorada, que cambio el underground por una playa del caribe. Entre la multitud diviso a algunos sobrevivientes, el flaco Floyd sigue igual de flaco, temprano choborra pasa torcido y me sonríe. Dalí el diablo toma un trago en la barra, humedece su bigote puntiagudo con estilo. Los nuevos punk esperan ansiosos frente al escenario. Quieren amasijarse en el pogo, quieren aguantar la postura, para algo se vistieron así, quieren sentir lo que lo que vinieron a sentir. Ya empiezan a vibrar los amplificadores, un acople de la guitarra tapa el bullicio ahumado. ¿Cuántas veces vimos esta banda tocar? hace veinte años regateábamos el precio de la entrada, Juntábamos monedas para el tetra.




La voz ronca del vocalista fluye al ritmo de un hardcore. Hace frío pero igual canta con el torso desnudo. Su cuerpo no encaja en el lánguido canon de Mtv. Es de contextura ruda, moldeado por el trabajo y resacas en patios de tierra. Eso vinimos a ver, un cuerpo de fabricante de ladrillos cantando punkrock. Por eso brindo con mi amigo y pedimos otro vino. Quizás por un momento volveremos a sentir lo que alguna vez sentimos, cuando fuimos esos cuerpos que se chocan. Carambolas blandas en el curso de la noche. Algo de eso nos calentaba la sangre, ahora no hay pogo que nos sacuda demasiado. Un eco de emoción parece asomar. Apenas una mala versión de las canciones del pasado.

LEO PEDRA







Festeja su cumpleaños porque se da cuenta de que está en reposo Se resfrió antes del campamento. Se cuelga y no agarra wi fi Pero vos inventaste la contraseña (Yo no la recuerdo) Como en el último capítulo de la sexta temporada Como la laguna por el río se transforma en mar En un día nublado o en una mañana despoblada Antes del especial de Halloween terrible Componiendo de a retazos el canal en la laguna. Decímelo a mí, que estoy esperando la pausa Decímelo a mí y a nadie más Antes que me resfríe Antes que los síntomas se pongan la gorra Y la remera de la foto de la remera con tu foto de la remera con tu cara – covervos Festeja su cumpleaños porque se da cuenta de que existe Le gustaría cortar la torta en la laguna antes del río Necesita un nuevo flyer -Flasher de un pasatiempo indefinido Covermi particularmente Cofradía de pormenores y mayores, accidentes y catástrofes. Decime si es verdad todo lo que dijo Decime si ahora no es momento de arreglar la membrana Así no pasa la lluvia pluv�a de partículas líquidas, de diámetro mayor de 0,5 mm Decime que me lo vas a contar A mí y a nadie más Covervos sin querer Covermi particularmente.

FERNANDO SEBASTIÁN












Colaboraron en este n煤mero: Texto

Leo Pedra// leonardopedra@yahoo.com.ar Fernando Guevara//fesguevara_000@hotmail.com Luis Gutierrez Tamayo//luisesteban4@gmail.com Leandro Bosco//desumuerte.blogspot.com.ar Julio Fernandez Pelaez// juliofernandezpelaez@gmail.com M贸nica Pacheco// monicapach@yahoo.com.ar Hector Pascale// ar.fotolog.com/encaminado/41783305/#profile_start Cecilia Eraso// Pistas. - 1a ed. - Buenos Aires: DR>, 2011.EBook.// Licenciado bajo Creative commons by-sa Argentina 2.5 Atribuci贸n-Compartir Obras Derivadas Igual-2.5-Argentina (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.5/ar)

Contacto: Web: visualobjeto-a.com.ar / e-mail: visualobjetoa@gmail.com http://www.facebook.com/pages/Visual-Objeto-a/190563547705126


Editorial

María Forcada Imagen

María Forcada Patricia Benito Fernando Guevara Juliana Dolinsky Diseño y preproducción

Fernando Guevara Edición y maquetación

Juliana Dolinsky Comunicación

Patricia Benito

Próximo número CUARTO OSCURO

Corrección

Emilia Matus


E Microediciones del objeto a


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