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Dios me protege
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NOMBRE: Patricia López Aldave Cargo: Titular del Consejo Estatal de
Estudios: Ciencias de la comunicación,
diplomados en marketing político y publicidad
Estado civil: soltera Edad: 48 años hijos: dos hijas
hoy y siempre
Autor: Marisol Fernández Muñoz, Yazmin Zarate | Fotografía: Federico Ríos Macías, Melisa Ortega Pérez
Patricia López Aldave ocupa desde 2014 la Dirección del Consejo Estatal de Población y a partir de 2015 la Secretaría Ejecutiva del Sistema Estatal de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes.
Aunque las mujeres han logrado avances notables en muchas profesiones, la política y gestión social es un tema aún pendiente. Las mujeres aportan a la administración pública puntos de vista, aptitudes y perspectivas diferentes que ayudan a conformar la gestión social. “Sí, se ha avanzado mucho en equidad, pero aún nos falta, el tema de equidad no únicamente se enfoca a las mujeres, sino que también a los hombres y eso es muy importante. Considero que es el momento para mostrar, sensibilizar, para concientizar a las nuevas generaciones”.
López Aldave aseguró que desde su infancia se visualizó ayudando a los demás tal y como se lo inculcó su padre. “Hoy mi trabajo institucional coadyuva, sensibiliza, concientiza y articula acciones y, lo más importante, es una suma de esfuerzos con las instituciones, con la ciudadanía con medios de comunicación, que son los que ayudan a difundir e informar”. Cuando era niña, ¿qué soñaba ser de grande? Siempre he soñado con poder ayudar a las personas. Desde pequeña, mis padres me inculcaron esa noble acción; mis padres fueron gente muy trabajadora. Siempre que hablo de ellos me pongo nostálgica, recuerdo acciones y enseñanzas. Ellos fueron un matrimonio muy trabajador. Mi papá siempre apoyó el deporte en la ciudad de Apizaco y algunos otros municipios; fue muy dado a donar ropa y comida a la gente que lo necesitaba. Eso lo traigo desde pequeña, fue lo que me inculcaron. ¿Es difícil ser mujer? Sí, es difícil, sobre todo ha tardado mucho el tema del empoderamiento entre mujeres. Es difícil ser mujer; entre mujeres, en mi trayectoria como funcionaria con el respaldo de hombres y mujeres que han confiado en mí trabajo, profesionalismo y en el corazón que pongo para hacer las cosas, pero ha sido más difícil entre mujeres, ser mujer. ¿A lo largo de su carrera ha renunciado a algo, de acuerdo con los estándares de la sociedad, como ser mamá, tener una pareja, a su familia? Sí, en más de dos ocasiones he tenido que decir, “¡No!”. Por condicionamiento me he visto orillada a decir “No”. Segura de mi decisión dije: “No voy por ahí”, no acepto algo que sea fuera de la lealtad, honestidad y, sobre todo, de tu imagen como mujer. A pesar de que las mujeres que no sólo estamos en política, sino en una acción profesional de poder ayudar a las demás personas, llámese mujeres, hombres, personas de la tercera edad, ahora el tema de niñas, jóvenes y adolescentes, es complicado. Es mamá, abuela y funcionaria pública, ¿cómo se organiza para asumir sus roles? Efectivamente, soy mamá, abuela, ma-
dre soltera y funcionaria pública. Cuando sucede una situación en mi familia nos apoyamos. Me tengo que organizar con el apoyo de mi hija mayor, con el apoyo de una persona que asiste a mi hija menor y con el trabajo y respaldo de mis compañeros en la institución donde impulso el trabajo en equipo. Concientizar y sensibilizar no sólo a mi familia, también a las personas que colaboran conmigo, que no importa la condición de ser mujer o de ser hombre, debemos de trabajar en equipo, sumar esfuerzos, para que mutuamente pueda ayudarlos a ellos y a mí. Reitero, es un trabajo de suma de esfuerzos y de conciencias. ¿Hemos avanzado en equidad? Sí, se ha avanzado mucho, pero aún nos falta, el tema de equidad no únicamente se enfoca a las mujeres, sino que también a los hombres y eso es muy importante. Considero que es el momento para mostrar, sensibilizar, para concientizar a las nuevas generaciones; niñas, jóvenes y adolescentes en este tema de igualdad de género no tomando en cuenta la condición social, política, religiosa y de raza. Es importante en la actualidad que nosotros como mujeres debemos aliarnos con los hombres para mostrar a las nuevas generaciones los valores del respeto y del amor que tienen para salir adelante. ¿Ha vivido algún tipo de violencia? Sí, hace muchos años, y lo digo abiertamente: yo sufrí de violencia y no es fácil. Aprende uno a callar, para no herir a las demás personas. Tal vez porque se entere tu familia, porque te lo advirtieron, “Cuidado, no vayas hacia allá”, y uno es necio y vas. Considero que una mujer, hombre, una niña o un adolescente no habla hasta que pierde el miedo y hasta que aprenda a confiar en alguien que le crea y que valore, además de que hable lo que le está pasando y que sepa que no es bueno para su vida y para la familia. Sí sufrí violencia, no es fácil, afortunadamente en ese momento tuve el respaldo de mis padres, que siempre me apoyaron en todo momento y hoy estoy aquí. Seguro por eso estoy al frente de una institución pública, para poder ayudar a un niño, niña o adolescente que no sufra más violencia y mucho menos abuso infantil. Desde su entorno, ¿qué ha hecho para evitar la violencia hacia las mujeres y los niños? El trabajo que estamos haciendo desde la institución es coadyuvar, sensibilizar, concientizar y articular acciones y, lo más importante, la suma de esfuerzos con las instituciones, con la ciudadanía con medios de comunicación que nos ayudan a difundir e informar.
Siempre he reiterado que para poder avanzar en algo es la suma de esfuerzos y trabajo en equipo e independientemente de la condición social, política y religiosa. Lo más importante es el trabajo que se realiza con un niño, niña o adolescente, desde pequeño, desde la crianza positiva, desde la primera infancia y todas las etapas que vamos viviendo como seres humanos.
Si nosotros como funcionarios, como institución, nos acercamos a los familiares, no es fácil, es complicado y más en esta época de pandemia por el Covid- 19, la violencia hacia las mujeres y los menores se ha incrementado. Eso ha generado buscar nuevas estrategias para poder trabajar a distancia con las familias, desde los hogares. En los temas de abuso infantil, eso genera otras consecuencias como lo es un embarazo a temprana edad, es triste, pero existe, pero estamos sumando esfuerzos.
La institución que represento trabaja arduamente no solo en el tema de los derechos de salud de los niños, niñas y adolescentes, trabajamos en todo lo que tenga que ver con violencia, educación con bienestar. No es fácil, pero lo estamos trabajando con instituciones federales e internacionales. ¿Qué aprendió de la emergencia sanitaria ocasionada por la COVID-19? He aprendido mucho, he aprendido cada día más a amar a mi familia y a mis seres queridos, porque no sabemos si el día de mañana podemos estar aquí presentes. Ser un poco exigente, autoritaria con mis hijas en sentido de educarlas. Confieso que tuve miedo a la muerte, porque no sabes en qué momento te vas a ir. También he aprendido a que debemos cuidarnos, a que debemos trabajar mucho en acciones de prevención en temas de salud, en que debemos ir al médico, revisarnos, más las mujeres y eso debemos inculcar a las nuevas generaciones, en mi caso, mis hijas y nietos.
Tres virtudes de las mujeres.
Fuerza, amor y trabajo.
¿Un defecto?
Que por amor a veces nos olvidamos de nosotras mismas.
¿Cuál es su pasatiempo favorito?
Me encanta hacer deporte, volibol, saltar la cuerda y básquetbol son los deportes que siempre he practicado. Y el físico-constructivismo como relajación y mantenerme sana. Me gusta leer.
¿Cuál es su palabra favorita?