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Valiente

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Mujer de retos

Mujer de retos

Nombre: Elizabeth Piedras Martínez Cargo: Consejera presidenta del Insti-

tuto Tlaxcalteca de elecciones.

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EstudioS: Licenciatura en ciencia políti-

ca y Administración Pública y Maestría en Ciencias políticas y gestión pública.

Estado Civil: Soltera Edad: 41 años Hijos: 1 hija de 13 años

¿Tres virtudes de las mujeres?

Me parece que en primer lugar es la valentía, también creo que somos resilientes y que tenemos mucha fuerza de voluntad, que aunque las cosas estén difíciles siempre encontramos de alguna manera algo de que tomarnos para seguir adelante.

¿Un defecto?

Un defecto es no creer en nosotras, me parece que eso es lo que nos detiene.

¿Cuál es su pasatiempo favorito?

Antes era ir al cine, me gustaba ir en compañía de mi familia, desafortunadamente dadas las circunstancias de la pandemia, ahora no es posible. También me gusta leer y otro pasatiempo es convivir con mi familia. Para mí la familia es fundamental, es el centro de mi vida y sobre todo mi hija.

Su palabra favorita.

Ya la referí y siempre se la digo a mi hija: “Cree en ti, eres capaz de lograr lo que te propongas en esta vida”.

Valiente y preparada

Autor: Marisol Fernández Muñoz, Lucero Ivonne Peña Jiménez Fotografía: Federico Ríos Macías, Melisa Ortega Pérez

Elizabeth Piedras Martínez se desenvuelve como consejera presidenta del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones desde el 4 de septiembre de 2015. Al ejercer su cargo lo hace consciente de que viene a servir a una institución y a la ciudadanía tlaxcalteca. Considera que lo más importante es que las mujeres aprendan a creer en ellas mismas y a confiar en su talento. Siempre ha creído que uno debe ser auténtico, tener firmes convicciones y defenderlas. Sabe que para estar en un cargo público se debe tener valores inquebrantables, principios inamovibles.

Junto con el equipo que encabeza la consejera presidenta del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones están organizando el proceso electoral 2020-2021, en el cual se van a renovar la totalidad de los cargos públicos de la entidad.

Su compromiso es entregar buenas cuentas a la ciudadanía, que el proceso electoral sea exitoso, pero que además los ciudadanos se sientan con la garantía, confianza y certeza de que quien va a ganar la elección en Tlaxcala, deriva de la voluntad de los ciudadanos. No es un tema menor el organizar un proceso electoral, pues las decisiones del órgano que encabeza tienen trascendencia política y también social, ya que de sus determinaciones depende la estabilidad política y la gobernabilidad de la entidad, se salvaguardan los derechos político-electorales de la ciudadanía tlaxcalteca. Cuando era niña, ¿qué soñaba ser de grande? De niña siempre visualicé que iba a dirigir a personas. Siempre tuve esa empatía, liderear grupos, mis compañeros me elegían para la sociedad de alumnos, entonces siempre me visualicé conduciendo actividades, grupos, pero también siempre me llamó la atención todo el tema del teatro, estuve en teatro en la preparatoria, es algo que se quedó ahí en espera y hasta la fecha me sigue llamando la atención. ¿Es difícil ser mujer? No considero que sea difícil, me parece que al contrario es justamente un honor y una gran responsabilidad. También me parece que me tocó nacer en un momento en el cual hay muchas oportunidades para las mujeres y depende de nosotras acceder a ellas y aprovecharlas. En mi experiencia justo para llegar a este cargo se hizo una convocatoria en la cual se dio la oportunidad de participar en igualdad de condiciones a hombres y mujeres y eso es lo que me permitió acceder a esta gran responsabilidad, entonces, para mí no ha sido difícil. Afortunadamente crecí en una familia donde nos enseñaron a ser valientes, independientes y a creer en nosotras mismas. Mi padre siempre nos apoyó, nos dijo “ustedes tienen todo el potencial para lograr lo que quieran”. ¿A lo largo de su carrera ha renunciado a algo según los estándares de la sociedad (a ser mamá, tener una pareja, a su familia)? Puede ser que cuando llegué aquí a la presidencia lo que todos esperaban de mí era siempre un carácter muy duro, verme de una forma muy seria, siempre ser muy reservada. Entonces tal vez lo que se espera de las mujeres cuando llegamos a un cargo público es que nos masculinicemos y nos veamos como hombres. Eso sí me pasó y decidí ser simplemente yo y presentarme como me siento a gusto. Nunca permití que aquello que esperaban de mí me impactara y decidí ser auténtica y creer en mí. Usted es mamá y ocupa un cargo público, ¿quiénes son sus aliados para organizarse? Sin duda el papá de mi hija ha sido un

aliado desde hace cinco años que asumí este cargo, me ha apoyado muchísimo para ver por mi hija, cuidarla, llevarla a la escuela, hacerle el desayuno, darle de comer y todo a la par de sus propias actividades, él es profesor de secundaria; desde que mi niña nació mi madre ha sido mi aliada con la crianza y cuidado de mi hija. También mis hermanas me apoyan muchísimo para que mi niña siempre esté acompañada y segura, y así yo pueda venir a desempeñar mis responsabilidades tranquila de que mi hija está bien. ¿Hemos avanzado en equidad? Creo que sobre todo en temas político-electorales sí hay un avance por esto que denominamos “acciones afirmativas”, que han permitido que las mujeres puedan incursionar en política poco a poco. Me parece que sí hay un avance en Tlaxcala, justamente el ejemplo es en este momento “el que la mayoría de integrantes de la legislatura son mujeres” y están tomando decisiones a favor de la ciudadanía, pero veo como un riesgo el que haya un retroceso de ese avance que logramos en 2018, ya que estamos leyendo en los medios de comunicación que en los partidos están poniendo en el primer lugar de la lista de representación proporcional a hombres, y eso el día de mañana puede significar un retroceso en número de mujeres que estén legislando en la entidad. ¿Has vivido algún tipo de violencia? Sí me ha tocado vivir violencia y lo puedo decir abiertamente y tristemente “de otras mujeres”. Cuando una llega a un cargo público y eres para muchos desconocida porque no vienes impulsada por un partido político o no perteneces a una familia de políticos y llegas derivado del mérito por un concurso público que fue como yo accedí a este cargo, de repente para muchas mujeres es algo incómodo no entender cómo llegaste, porque incluso lo llegué a escuchar: ¿De dónde viene? ¿Hija de quién es? ¡Es una desconocida! ¿Cómo le hizo para lograr ese cargo? Y sí, desafortunadamente me enfrenté con que algunas mujeres son bastante duras y son las más críticas con el trabajo que hace una. Es bastante lamentablemente. Pero también entiendo que tiene que ver con una cuestión cultural en la que desafortunadamente desde pequeñas nos educan a competir entre nosotras, a vernos como rivales y no nos enseñan a ser realmente empáticas, solidarias, sororas.

De parte de los hombres lo que sobre todo me pasó cuando llegué aquí a la presidencia fue el no confiar en mi capacidad, los comentarios eran ¡Es muy joven, es mujer! Y también referían en cuanto a mi apariencia física ¡Es que es muy delgadita! ¡Es que es muy bajita y entonces no tiene carácter, no tiene decisión, seguramente la vamos a hacer como nosotros determinemos! Porque justamente se cree que las personas son fuertes cuando son a lo mejor altas, grandes y que quienes no encajamos en esa forma somos lo contrario y te asumen débil y sin carácter. Como presidenta del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones ¿Qué ha hecho para que las mujeres podamos alcanzar esta equidad? Me parece que en primer lugar “intentarlo”. Compartí hace un momento que mi designación fue derivada de un concurso público. Entonces cuando yo vi la convocatoria, lo primero que hice fue tomar una decisión y fue participar en el concurso público, pese a que sabía que era complicado. En segundo lugar tiene que ver con prepararte, las cosas no llegan de la noche a la mañana, implican una preparación, constancia, perseverancia, y yo decidí prepararme para poder pasar cada una de las etapas. Una vez que se toma la decisión, lo que me fijé en primer lugar fue creer que podía asumir la responsabilidad y que podía con el encargo. Finalmente, en esta responsabilidad que me toca de conducir los trabajos de un colegiado, somos siete consejeras y consejeros, no es sencillo, pues aprendí a ser tolerante, paciente, a escuchar a los demás, a respetar sus puntos de vista, aunque no los comparta y a ponerme en su lugar para comprender cuál es la visión que tienen de la institución. ¿Qué ha aprendido de las circunstancias que está dejando la COVID-19? Nos ha replanteado la forma de ver la vida, de ver a las personas, y que al final nos damos cuenta que la vida se puede ir en un instante y a veces uno se detiene en cosas que no valen la pena.

Entonces creo que la lección es que hay que valorar la vida en este momento y hacer las cosas sin dañar a terceras personas, creo que eso es muy importante y cuidar a la familia y justamente creo que también la responsabilidad contigo y con la demás gente, porque no solo se trata de ti, sino de ti y de la demás gente que está a tu alrededor.

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