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Alegre
y trabajadora
Autor: Marisol Fernández Muñoz, Lucero Ivonne Peña Jiménez Fotografía: Federico Ríos Macías, Melisa Ortega Pérez
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Nombre: Eréndira Cova Brindis EstudioS: Ciencias Políticas y Administración
Pública en la UAT
Estado Civil: Soltera Edad: 52 años Hijos: Una hija de 16 años
Con treinta años de experiencia en la política, Eréndira Cova Brindis también se considera una mujer de negocios y emprendedora. Hace 15 años abrió una tienda de mercería y productos de limpieza, y aproximadamente dos años un café. Le encantan sus negocios y el contacto con la gente. Disfruta comprar en el tianguis y es cliente asidua de los que se instalan en Xaltocan y Apizaco. Además disfruta de su familia y de su mascota. Cuando era niña ¿qué soñaba ser de grande? Me gustaba mucho la recreación. Mi familia me enviaba a campamentos infantiles y juveniles, y me gustó mucho esa etapa de la convivencia en grupos, en equipos con jóvenes. Incluso, en algún momento pensé en estudiar Administración del tiempo libre y recreación, justamente porque me gustaba mucho este ambiente al aire libre, el trabajo en equipo, socializar; eso es lo que llegué a pensar hacer de grande. ¿Es difícil ser mujer? Sí. En algún tiempo pensé que quizá debí de haber nacido niño, porque pensaba que la vida para los niños era más fácil y quizá con más libertades. Eso es lo que yo distinguía cuando era niña. Sentía que para las niñas era más complicado, pero con el tiempo también fui viendo las ventajas de ser mujer. Además, tener el valor de enfrentar las adversidades y eso creo que también te da un mérito más por ser mujer. ¿A lo largo de su carrera ha renunciado a algo, de acuerdo con los estándares de la sociedad, como ser mamá, tener una pareja, a su familia? Básicamente, cuando he tenido que participar en actividades políticas es cuando he sentido que se dificulta; de repente piensa uno: “Híjole, estos son machistas y va a ser difícil avanzar”. Tiene uno que ingeniárselas y a lo mejor se lleva uno más tiempo, pero tanto como renunciar, siempre he tratado de dar la pelea. Usted ahora se mueve en los negocios, ¿cómo se organiza?, ¿de quién se apoya? Soy como cualquier mamá, como cualquier mujer y me tengo que organizar. Solamente tengo una hija, me organizo para llevarla a la escuela (antes de la pandemia) regresar, ver qué haré de comer y que estén listas las cosas para cuando mi hija salga de la escuela. En los tiempos que no he estado en la administración pública o tenido un cargo público, pues llego a mi negocio, procuro que se abra en un horario como si estuviera en una oficina, cerramos a las 7 de la noche y regreso a la casa a lavar los trastes, a planchar. Al día siguiente ver la ropa que hay que lavar, ir al tianguis, reunirme con personas. Me doy mis tiempos.
¿Hemos avanzado en equidad? Sí. Ha costado mucho trabajo y tiempo, pero al final de cuentas se van dando caminos hacia el futuro en avance para las mujeres. El tema de la paridad de género abre las puertas para muchas mujeres a participar, faltan todavía puntos que hay que mejorar y construir caminos, sobre todo los que llevan hacia la paz y que requieren las mujeres. ¿Ha vivido algún tipo de violencia? Sí la he vivido. Siento que en algún tiempo viví violencia, inclusive física o a lo mejor psicológica de parte de mi pareja. Y la violencia política es muy velada, pero sí se siente, porque te vas dando cuenta que quieres aspirar en algún momento a algún cargo y las decisiones van siendo para los hombres. Entonces dices “Híjole, por que nos cierran el espacio”. Llevo 30 años teniendo participación política, pero no siempre ha sido fácil, y tampoco lo ha sido en la vida personal, pues también llegué a vivir violencia, muy poco, pero sí la llegué a vivir. ¿Desde su entorno qué hacer para que las mujeres vivan en condiciones de verdadera equidad? Mucho depende del seno familiar. Creo que ahí se construye el pensamiento de los hijos, en su comportamiento, en su actuar vamos delineando el futuro de nuestras sociedades. Creo que mamás y papás, pero las mujeres en especial, tenemos una tarea bien importante con los hijos. Hablar sobre la igualdad entre hombres y mujeres, que somos diferentes pero iguales y que el mismo trato que se da al hijo va para la hija, las enseñanzas de que lo mismo la niña que el niño puede lavar los trastes o tender la cama. Debe haber respeto en ambos y no debe haber gritos, mucho menos golpes; todo eso va encaminando a tener sociedades más igualitarias y que los hombres del futuro no sean tan violentos, no discriminen, que haya un piso más parejo. ¿Qué aprendió de la emergencia sanitaria ocasionada por la COVID-19? De manera personal creo que es muy importante dedicarles tiempo a los seres que queremos y a uno mismo, porque es importante cuidar la alimentación y hacer ejercicio. Traíamos una vida muy agitada, se había perdido el valor de las cosas, la esencia de la vida, que es cuidar las plantas, los animales.
En lo personal estoy disfrutando de las plantas, tengo conejos, perros, una tortuga y disfruto mucho el dedicarles tiempo, disfruto mucho dedicarle tiempo a mi hija, hacer ejercicio y el tema de la alimentación. Valorar a las personas mayores porque de repente me entero de que algún adulto mayor falleció y pienso en cuánta historia se está llevando y que no nos dimos el tiempo de platicar y escucharlos. Es bonita la solidaridad humana, si alguien tiene algún problema tratar de tener empatía y ayudar, aun sin conocer. Creo que la pandemia nos ha estado ayudando a reconocer que hay más allá de los temas materiales. Lo importante es el ser humano, la vida misma.
¿Tres virtudes de las mujeres?
Perseverantes, honestas, soñadoras y trabajadoras.
¿Un defecto?
Somos tan emocionales que a veces no razonamos nuestros actos o palabras.
¿Cuál es su pasatiempo favorito? Me gusta el básquetbol; lo practico poco, pero me gusta mucho desde joven. ¿Cuál es su palabra favorita? El servicio, la familia, el amor, ser propositivo y optimista.