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un pasquín oposiciÓn en bl anco y negro
Número 45 ~ julio d e
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Tres son compañía
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un pasquín
2 ~ julio de 2009
número 45
editorial
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Así somos
ara celebrar la independencia de Colombia en Atlanta, Estados Unidos, fueron invitados entre otros artistas nacionales, dos protagonistas de El cartel de los sapos: Róbinson Díaz, alias El Cabo, y Guadaña, representado por Julián Arango. De entrada no se entendía muy bien cómo, para animar la fiesta patria por excelencia, se le daba tanto bombo a semejante par de joyitas. Sin embargo, la cosa no es tan descabellada, si se tiene en cuenta que El cartel de los sapos es fiel reflejo de buena parte de la sociedad colombiana, permeada en muchas instancias por la mafia del narcotráfico que ha contaminado al país con su dinero, su particular estilo de vida y su manera de resolver los problemas, a
punta de plomo y sangre. La misma mafia que recluta jóvenes para el sicariato y seduce empresarios para lavar dinero, que alimenta paracos y guerrilleros, que corrompe militares y amedrenta jueces; la misma mafia que financia congresistas y que pone presidentes. Por eso no sorprende ver en Youtube a Guadaña y al Cabo haciendo desde la tarima bromas de mal gusto, denigrando a las mujeres y hablando a madrazo limpio, ante un público delirante de gozo. Aunque algunos se ofendan por este supuesto irrespeto al país, lo cierto es que ese show no fue sino otra muestra de lo que somos, de nuestra idiosincrasia; en otras palabras: de lo que da la tierrita.
d i r e c to r :
Vladimir Flórez [ Vladdo ] e n e st e n ú m e ro :
Roberto Fontanarrosa, Alfin, Julián Álvarez, Bacteria, Jorge Gómez Pinilla, Antonio Jiménez Castañeda, Diego Laserna, Cecilia López Montaño, Juan Manuel López Caballero, Mheo, Papeto, Enrique Parejo González, Ricardo Sánchez Ángel, Angélica Suárez, Carlos J. Villar Borda. Caricaturas de Vladdo, cortesía de Semana.
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correo@unpasquin.com Walter Cronkite (1916~2009) in memoriam
L
a sobriedad con la que Walter Cronkite aparecía frente a las cámaras de la CBS fue clave para labrarse la credibilidad que lo acompañó durante su carrera, e incluso años después de su retiro en 1981. De hecho Cronkite criticaba a su sucesor, el famoso Dan Rather, por “representar el papel de reportero, en vez de serlo”. “Yo soy un presentador de noticias, un ‘anchorman’, un jefe de redacción, no un comentarista ni un analista”, decía en una entrevista en 1973. “No siento ninguna obligación de ser un sabihondo”, subrayaba humildemente. Pero pese a su modestia, Cronkite no fue sólo un presentador de noticias, sino que, como jefe de redacción, era el eje del noticiero nocturno de la CBS. Incluso la expresión anchorman, con la que se conoce en Estados Unidos a los presentadores estrella de los noticieros, fue acuñada por primera vez para referirse a Cronkite, cuyo trabajo en el estudio de la cadena se asociaba a la función de un ancla (anchor, en inglés) que mantiene a un barco en su lugar. No en vano era considerado el hombre más confiable de Estados Unidos. Ojalá que las vedettes de nuestra tele repasaran la vida de este periodista de verdad y pusieran en práctica algunas de sus enseñanzas.
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Pentágono
Por: Alfin
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Número 45
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julio de 2009 ~ 3
Las piruetas de Uribe Opinión de Carlos J. Villar Borda n Especial para Un Pasquín La escena es totalmente surrealista. El distinguido caballero, en mangas de camisa, se sostiene en sus dos manos, mientras levanta las piernas hasta lograr una posición vertical rígida. En un comienzo hacía ligeras trampas porque se ponía cerca de la pared, a fin de poder descansar los pies en algo sólido cuando estaba por caerse. Pero con el tiempo logró la hazaña de obtener la posición vertical en mitad de la sala, para permanecer así durante varios minutos sin moverse. Aunque lo parezca, no se trata de un entrenamiento circense, sino un ejercicio gimnástico para mantener el cuerpo en forma y lograr que la sangre no tenga ningún problema en llegar a la cabeza y circular con fuerza suficiente para irrigar satisfactoriamente todos los rincones del cerebro. Lo que cuesta un poco de trabajo es creer que las piruetas del dichoso ejercicio se pueden adelantar sin quitarse también los pantalones y, obviamente, los zapatos. En este particular las fuentes del Palacio de Nari se han mostrado absolutamente herméticas, pero en los demás detalles han sido generosamente abundantes. Nada difícil resulta, entonces, imaginarse el escenario en donde se conciben todas las ideas, planes y propósitos de la tan mentada seguridad democrática. La posición totalmente vertical de los pies corresponde al concepto de seguridad. La cercanía de la pared engloba, de alguna manera, la idea de lo democrático, por lo menos en la mente del presidente. Aunque para los racionales del montón las cosas deberían ser al revés: la pared es lo que presta seguridad a la maroma y democrática es la opción que se le presenta a quien hace el ejercicio, incluyendo, obviamente, la de caerse de bruces. Todo lo cual indica que nuestra seguridad y muy especialmente nuestra democracia, penden o dependen virtualmente de un hilo. (Que bien podría ser uno de los hilos que sujetan los pantalones del primer magistrado). Mientras ese hilo no se rompa todo andará bien y estaremos a salvo. De manera que todos debemos hacer fuerza para que los pantalones no se caigan, y, ¿qué mejor manera de lograrlo que con una segunda reelección? No debemos preocuparnos por el 2014, ni por el 2018, pues ya tendremos tiempo para analizarlo en un momento más oportuno. Por ahora, lo más importante es proveer a José Obdulio (el primo de aquel personaje cuyo nombre nos está prohibido siquiera deletrear) de una almohadilla con abundante cantidad de agujas y de hilos que abarquen todo el color contenido en el arco iris con el fin de que pueda pro-
ceder rápidamente al remiendo necesario en el momento en que los calzoncillos de la seguridad democrática revienten en el punto menos imaginado. Así que todo el escándalo que se pueda armar sobre los personajes tenebrosos que ingresan subrepticiamente por los sótanos del Palacio de Nari queda totalmente sin base o fundamento alguno. Este ingreso que pasa sin registro alguno de los puestos oficiales de control del Palacio, es indispensable para que se mantenga una total seguridad en las diversas dependencias de la casona que ha alojado durante tanto tiempo a los dignos primeros mandatarios del país (y también a los no tan dignos). La tradición nos informa que desde épocas muy remotas de la antigüedad se venía predicando el viejo aforismo de los griegos de que el hábito no hace al monje. Ahora debemos acuñar algo nuevo para que esté acorde con nuestros tiempos. Por ejemplo, algo así como que la mansión no define al inquilino, sino todo lo contrario, es el ocupante quien define a la mansión. Aunque antes de cambiarle el nombre al Palacio habría que resolver el
problema de los calzoncillos presidenciales. Lo importante es que pueda seguir gobernando como hasta ahora, con los pies en la cabeza o al revés. Hay que proteger a nuestra amada Colombia inmortal para que una leve interrupción del flujo sanguíneo al cerebro presidencial no nos vaya a causar molestias mayores como sería la de oir tres veces diarias, a hora fija y acompañado en cada ocasión del himno nacional, la voz del mandatario condenando atronadoramente el terrorismo internacional para convencernos de que es la única enfermedad que nos aqueja.
Carlos J. Villar Borda es periodista.
4 ~ julio de 2009
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número 45
‘Mira’, échale ojo
Técnicamente hablando
Por Diego Laserna n Especial para Un Pasquín
Opinión de Jorge Gómez Pinilla n Especial para Un Pasquín
Seguramente el primer sentimiento que genera hablar de un movimiento político cristiano es uno de escepticismo, si no de desprecio. La idea generalizada es que estos partidos engañan a sus seguidores y que con un pensamiento totalmente ortodoxo imponen una verdad absoluta sobre los feligreses, que acaban siendo poco más que idiotas útiles para cuidar los intereses de un pequeño grupo de líderes. A veces es verdad y a veces no; pero lo que sí es cierto es que en un país donde los partidos oscilan entre asociaciones para delinquir, tipo Convergencia Ciudadana, y gavillas clientelistas, tipo el Partido de la U, ver una organización como el Movimiento Independiente para la Renovación Absoluta (Mira), lo hace a uno frotarse los ojos. El Mira saltó a la escena política nacional en el año 2000 cuando Carlos Alberto Baena salió elegido concejal de Bogotá, y pegó el segundo martillazo en 2002 cuando Alexandra Moreno Piraquive llegó al Senado con 80.000 votos. No era la primera vez que un movimiento cristiano llegaba al Congreso, pero de la mano de la senadora Moreno Piraquive poco a poco el Mira ha ido demostrando que es mucho más que eso. La senadora ha promovido temas tan sensibles y variopintos como la prevención del abuso sexual a menores, la ampliación en dos semanas de la licencia de maternidad, el pago a los ediles por su trabajo, los controles a parques de diversiones por no cumplir las normas de seguridad indicadas y la actualización de la legislación colombiana para prevenir la caza de ballenas. Iniciativas que no sólo ha defendido con ahínco sino que ha promocionado con estrategias no tradicionales como colocar una ballena inflable de 18 metros de largo en la entrada del Congreso o el diseño de cómics para niños que tratan la problemática del abuso sexual. No por nada en 2006 el Mira triplicó su votación al Senado, alcanzó una curul en la Cámara, eligió 35 concejales, 3 diputados y un alcalde. Pero además recibió un reconocimiento del PNUD por alcanzar el primer puesto en su ‘Ránking de igualdad de mujeres y hombres en los partidos y movimientos políticos colombianos’. El 40% de los concejales del Mira son mujeres, el partido que le sigue en un lejano segundo lugar es AlasEquipo Colombia con 15%. No parecería típico de un partido religioso promocionar el papel de la mujer en política así como no esperaría uno que la senadora cristiana tuviera página de Internet, canal de Youtube, página de Flickr, perfil de Facebook, Twitter y alguna de la publicidad política más creativa que se ha visto en el país. Y eso no es todo. El próximo 27 de septiembre el Mira elegirá a sus candidatos a Senado y Cámara a través de una consulta popular abierta y algunos de los requisitos para poderse inscribir a la consulta son: haber militado más de 4 años en el partido, haber pasado un examen administrado por ‘la escuela de gobierno’ y que las listas finales estén conformadas en igual número por hombres y mujeres. Así como suena: el partido tiene una escuela para educar a sus militantes, exige una igualdad de género en sus listas y no quiere ni aparecidos ni ignorantes entre sus candidatos. Detengámonos y reflexionemos un momento. ¿Qué pasaría si a la bancada del Partido de la U le hicieran un examen cualquiera para poder volver a aspirar a sus cargos, así fuera de ortografía? ¿Qué le pasaría a Iván Moreno si le hicieran una evaluación sobre su conocimiento del ideario de unidad del Polo Democrático? ¿Qué sabe un militante de Cambio Radical sobre la ideología de su partido? ¿Qué mujeres lanzaría el Partido Conservador al Congreso si estas tuvieran que conformar la mitad de sus listas?
En su intento por tapar el sol de la recesión con una mano, el ministro de Hacienda, Óscar Iván Zuluaga, manifestó que “técnicamente” no se puede hablar de recesión, porque ésta se define como dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo respecto al trimestre inmediatamente anterior, y no como hizo el DANE, con dos datos trimestrales seguidos de crecimiento anual negativo. Vistas las cosas sin malicia, esto significaría que técnicamente Colombia es una ínsula, ajena casi por completo a la crisis económica global. Si nos ceñimos a tan singular retórica, son muchas las cosas que “técnicamente” no serían lo que parecen ser, sino lo que el Gobierno cree que son. Para la muestra, algunos botones: Técnicamente en Colombia no existen desplazados, sino migrantes. Técnicamente no hay conflicto interno, sino “amenaza terrorista”. Técnicamente no hay oposición democrática, sino resentidos y aliados del terrorismo. Técnicamente no se han presentado ejecuciones extrajudiciales, sino montajes de las Farc. Técnicamente no existen víctimas, sino culpables de lo que les pasa. Técnicamente no es que el Presidente se quiera hacer reelegir, sino que no puede desoír el mandato de cuatro millones de firmantes. Técnicamente no es que las cuentas del Referendo no cuadren, sino que los enemigos de la reelección quieren enredarlas a como dé lugar. Técnicamente los hijos del Presidente no practican tráfico de influencias, sino relaciones públicas. Técnicamente este Gobierno no reparte puestos, notarías y dádivas entre sus aliados del Congreso, sino reconocimientos y aplausos. Técnicamente Álvaro Uribe no es un autócrata, sino un caudillo con mano firme y corazón grande. Técnicamente no es que la Corte Suprema esté cumpliendo con su deber constitucional, sino que le tiene tirria al Gobierno. Técnicamente el TLC no está enredado, sino en stand by. Técnicamente Jorge Noguera no es un ex director del DAS acusado de homicidios y otros crímenes, sino “un buen muchacho”. Técnicamente no se está presentando una reactivación de la actividad subversiva, sino una aproximación al ‘final del final’ del terrorismo. Técnicamente las ‘chuzadas’ telefónicas no fueron parte de una campaña de persecución de la Casa de Nariño contra magistrados y opositores, sino que fueron realizadas por unos cuantos ‘loquitos’ infiltrados en el DAS, que así querían desprestigiar al Gobierno. Técnicamente no puede haber Ley de Víctimas, sino una muestra de ‘solidaridad’ que no le salga cara al fisco. Jorge Gómez Pinilla es periodista ~ correo: jorgegomezpinilla@yahoo.com
Seamos claros, nadie discute que el Mira es un partido cristiano que se opone a temas importantes como los derechos patrimoniales de los homosexuales, el aborto o la legalización de la droga. Esas diferencias son legítimas en una democracia. Pero lo que se les debe reconocer ante todo es su dedicación a construir un partido independiente y bien organizado en un país donde los políticos tienen la lealtad de Roy Barreras y la consistencia ideológica de Samuel Moreno. De hecho, el DAS no los habría chuzado si no estuvieran haciendo algo bien… Diego Laserna es politólogo y economista.
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julio de 2009 ~ 5
Las bases militares estadounidenses Opinión de Enrique Parejo González n Especial para Un Pasquín De tiempo atrás, se viene hablando sobre la posibilidad de que los Estados Unidos trasladen al territorio colombiano la base militar de Manta, ubicada en el vecino país del Ecuador. Durante varios meses, se ha hecho referencia a las conversaciones que, en ese sentido, se adelantan entre los dos gobiernos. Sin embargo, ambos lo negaron insistentemente, en el inmediato pasado. Ahora sabemos que no será una sino tres las bases militares que los Estados Unidos se proponen instalar en Colombia. Este episodio revela, como tantos otros, que el régimen colombiano está muy lejos de considerarse democrático. En cualquier país que se precie de serlo, ese tema se habría sometido a los procedimientos democráticos normales. En Colombia, conforme a la Constitución, al Congreso de la República le compete aprobar los tratados y convenios internacionales. Aprobación que se impone, en este caso, especialmente, por tratarse de un asunto de índole militar, que afecta, fundamentalmente, la soberanía nacional. La Constitución Política de Colombia, en su artículo 189, numeral 2, le confiere al Presidente de la República, como Jefe de Estado, la atribución de “dirigir las relaciones internacionales” y “celebrar con otros Estados…… tratados o convenios que se someterán a la aprobación del Congreso.” Esta disposición es perentoria. Se reafirma en los artículos 93, 150, 224 y 241, entre otros. Y su cumplimiento no puede ser eludido por ningún gobierno. No hay duda, pues, de que todo tratado o convenio que Colombia celebre con otro Estado, debe someterse a la aprobación del Congreso. Y esto debe entenderse, igualmente, con respecto a las modificaciones sustanciales que se le introduzcan a un tratado inicialmente aprobado por dicha Corporación. De no ser así, resultaría muy fácil, burlar esa exigencia constitucional, por la vía de las modificaciones a los tratados. El Gobierno de Colombia quebrantaría, gravemente, las mencionadas disposiciones de la Constitución, si permitiera, sin la aprobación del Congreso Nacional, que tropas estadounidenses se instalaran en nuestro territorio. Los tratados sobre asuntos militares no están ni siquiera contemplados entre las excepciones previstas en el artículo 224 de la Carta, el cual dispone que,
“para su validez”, los tratados deberán ser aprobados por el Congreso. No podemos dejar de lado el aspecto trascendental de la soberanía al examinar el tema de la instalación de bases extranjeras en nuestro territorio. El conflicto interno colombiano debe ser resuelto por nosotros mismos, con nuestros recursos militares, sin tener que apelar a tropas extranjeras. A lo que, como sabemos, es muy dado el Presidente Uribe. Un tratado con los Estados Unidos sobre instalación de bases militares en el territorio nacional, constituiría un factor de desestabilización de las relaciones entre los estados de América. Varios de ellos ya están considerando, la sola posibilidad de celebrarlo, como una provocación de nuestro país contra la paz de la región. Colombia no debe prestarse a ser instrumento de la pretensión de los Estados Unidos de intervenir, desde nuestro territorio, en los asuntos internos de otros países. Y siempre existiría el riesgo de que eso ocurriera. Debemos tener en cuenta también, en el análisis de este asunto, la pretensión del Presidente Uribe, evidentemente contraria a la Constitución, de hacerse reelegir para un tercer período. Y, en vista de la resistencia que ha encontrado en los Estados Unidos, no es absurdo pensar que la cesión de territorio colombiano para la instalación de las bases militares, tenga por objeto ablandar la oposición de los estadounidenses frente a la reelección del Presidente. Debe tenerse en cuenta, así mismo que, por ese medio, el Presidente puede estar buscando la aprobación, en Estados Unidos, del TLC, no obstante los aspectos negativos que éste representa para los intereses colombianos, sobre todo para los sectores más pobres del país. Estamos convencidos de que el Presidente Uribe está dispuesto a pagar cualquier precio, incluso el de la limitación de la soberanía nacional, con tal de quedarse en el poder por más tiempo. Su permanencia en él, durante ocho años, es un evidente factor de perturbación de la normalidad institucional de nuestro país, tanto en el ámbito nacional como en el internacional. En cuatro años más, acabaría con lo poco que su insaciable apetito de poder ha dejado en pie, de la frágil democracia colombiana. Enrique Parejo González fue Ministro de Justicia.
6 ~ julio de 2009
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¿Cuál acuerdo con Estados Unidos? Opinión de Ricardo Sánchez Ángel n Especial para Un Pasquín Uno de los legados del ex ministro Juan Manuel Santos es el anuncio de conversaciones con las autoridades de Estados Unidos, mostrando su complacencia para que la base de Manta clausurada en Ecuador se traslade a Colombia. Luego se despachó y así en seguidilla lo hacen altos funcionarios: “No habrá base militar de Estados Unidos en nuestro territorio”. El desaguisado fue tan repulsivo que nadie quiere reconocer lo existente: lo que se quiere ampliar para ser obsecuentes en la aplicación de la Neo Respice Polum. Bases militares existen en Colombia bajo el signo del encubrimiento. La de Palanquero cuyo radio de operación tiene alcances estratégicos continentales, siendo la más importante en la región, es centro de operación de las unidades militares extranjeras que gozan de inmunidad y por ende de impunidad. Son autónomas para decidir sus operativos y los notifican como fuerza de ocupación que somete la soberanía de Colombia. Se trata de una servidumbre voluntaria del gobierno del Señor Presidente. Lo que está en curso es una negociación para ampliar el sometimiento al intervencionismo militar de la potencia del Norte en coherencia con el Plan Colombia y la Seguridad Democrática. Sin el sometimiento y apoyo de Estados Unidos la Seguridad Democrática es una entelequia. Además de Palanquero (Cundi-namarca) están las bases de Malambo (Barranquilla), ARC Bolívar (Cartagena), Málaga (Pacífico) y Apiay (Llanos Orientales) que serían funcionales a las tropas extranjeras y en la concepción de operar con tecnologías de alta coordinación y movilidad, incluyendo la presencia de portaaviones.
Las declaraciones del canciller Jaime Bermúdez cuando afirma que “se trata simplemente de profundizar los acuerdos ya existentes. No estamos inventando nada nuevo” (El Tiempo, Julio 6 de 2009), dicen la verdad, pero a medias. No se trata de un “esquema de cooperación” que data de 1952 sino de cesión ampliada de soberanía nacional. Tal como están las cosas –que la revista Cambio reveló– se preserva la inmunidad, léase impunidad, para el personal de Estados Unidos. Se garantiza la autonomía en las decisiones y se amplían las facultades operativas de los comandos incluyendo la guerra contrainsurgente.
Un ministerio para el Medio Ambiente Opinión de Ceiclia López Montaño n Especial para Un Pasquín La apuesta de este Gobierno de privilegiar la inversión privada, nacional y extranjera, a todo costo, pasando por encima de las normas ambientales, le sigue costando caro al país. Las explotaciones de carbón en la Región Caribe han puesto contra la pared a los empresarios del turismo y de paso han causado graves problemas de salubridad, como viene sucediendo en Santa Marta. Así mismo, esta forma de manejar la minería, viene arrinconando cada vez a las comunidades indígenas de la Guajira y Cesar, mientras que en la Región Andina se están poniendo en riesgo los páramos con las autorizaciones para hacer exploraciones y explotaciones mineras. Pese a la gravedad de esta situación, en el Gobierno se han desconocido las advertencias de los ex ministros de Medio Ambiente y de los grupos de la sociedad que permanentemente claman para que el país recupere la institucionalidad en este sector. Pero lo que se no imaginó el Gobierno es que por un craso error de funcionarios de ese Ministerio se le viniera medio mundo encima cuando la gente vio en televisión las imágenes de un hipopótamo muerto, rodeado de soldados sonrientes, al mejor estilo de las estampas que mostraban
con orgullo los europeos de safari por África, en las selvas de sus antiguas colonias. No sólo se equivocó en materia grave la viceministra al autorizar que se diera de baja a uno de estos animales sino que este hecho, que le dio la vuelta al mundo, es una muestra más del desconocimiento que existe en ese Ministerio sobre lo que significa ser la autoridad ambiental del país. Esto lo único que hace es confirmar que no hay política ambiental, pues a este incidente se suma lo que viene ocurriendo con las licencias y permisos que se están otorgando para hacer explotaciones en áreas vulnerables productoras de agua, fauna y flora únicas en el mundo, y lo que sucedió en el pasado reciente con los proyectos de ley forestal y de agua. La enmienda del error al parar la cacería y muerte de los otros hipopótamos que se fugaron de la Hacienda Nápoles, debido especialmente a la presión que ejerció la opinión, fue tardía y las explicaciones y justificaciones demasiados torpes : “No fue una decisión fácil, fue muy pensada y soportada técnica y científicamente (...) Desde el 2007 hicimos todo lo posible por reubicarlos, pero es muy costoso y no es fácil el procedimiento”, dijo a los medios la viceministra de Medio Ambiente, Claudia Mora. ¿Acaso la única alternativa era dar una patente de corso para matar al animal? ¿Por qué no se le pidió asesoría a organismos nacionales e internacionales con
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Colombia se está convirtiendo en plataforma de militarización del Continente y de peón de guerra en el vecindario. Las fronteras del país se mantienen calientes. La reacción no se ha hecho esperar: los presidentes de Ecuador, Bolivia, y seguirán de otros Estados, han prendido las señales de alarma. Por decisión del gobierno del Señor Presidente se acelera el armamentismo y el gasto militar es exorbitante. A los problemas de orden público se les da un tratamiento de guerra. La protesta social se criminaliza y el delito de opinión se esgrime como doctrina jurídica del régimen. El editorial de El Tiempo (6 de julio de 2009) afirma: “El apoyo estadounidense, a través del Plan Colombia y de otros mecanismos ha servido para mejorar la capacidad operativa del ejército, ha facilitado su profesionalización e incluso ha introducido concepciones más democráticas en el credo castrense. Como por ejemplo, el rechazo al paramilitarismo con más contundencia y actos concretos que en el pasado”. Lo de eficacia y profesionalización puede aceptarse pero al costo de restar creatividad y liderazgo a nuestra oficialidad. Lo de concepciones más democráticas en el credo castrense es pura propaganda. Se trata del ejército que practica la tortura legalizada, doctrina infame del gobierno Bush y que influencia no sólo en la guerra contra Irak y Afganistán sino que ha permeado en nuestro país. ¿Los oficiales, la embajada de Estados Unidos no saben nada, ni tienen nada que ver con la doctrina de los falsos positivos…? ¿Esta modalidad criminal del Estado disfrazada de equivocación en la magnitud que ha sucedido no fue percibida por los procónsules de Estados Unidos? ¿No saben nada de la conversión del DAS en un artefacto de persecución y espionaje? Necesitamos un debate nacional, la verdad y toda la verdad. Colombia requiere unas fuerzas armadas nacionales, democráticas y bajo el imperio de la Constitución. Mi propuesta es: Sí a la colaboración y amistad con Estados Unidos, No al sometimiento y a la servidumbre.
julio de 2009 ~ 7
La paja en el ojo ajeno Opinión de Juan Manuel López Caballero n Especial para Un Pasquín
experiencia en el manejo de este tipo de situaciones? ¿Acaso no era mejor cazarlos y devolverlos a su hábitat en Nápoles? El sacrificio salvaje de un animal logró lo que otros episodios relacionados con la naturaleza colombiana no habían podido. Se había tratado por todos los medios de denunciar la ausencia de una política ambiental, el desprecio por las especies, por la biodiversidad en general, por el agua, por los bosques, pero nada había hecho reaccionar al país. Es una coyuntura que debe aprovecharse para que quede al descubierto el desdén de las actuales autoridades por estos temas y la necesidad de recuperar la institucionalidad que con tanto esfuerzo se construyó en la década de los 90. Por todo lo que viene sucediendo con la política ambiental en medio de un mundo que viene produciendo alertas para contrarrestar el calentamiento global es que hay que insistir en la necesidad de volver a tener un ministerio dedicado exclusivamente a los asuntos ambientales del país. Colombia no puede seguir quedando ante el mundo como un país que viola los compromisos en este tema y que forman parte de la agenda global. Este es el momento para que la sociedad colombiana reflexione y exija la recuperación de la institucionalidad ambiental. PD: Estoy de acuerdo con aquellos que afirman, que duele que muchos de los que reaccionaron frente al sacrificio de Pepe no reaccionaron frente a los falsos positivos.
Más ilustrativo que el refrán de quien no ve la viga en el ojo propio pero sí la paja en el ojo ajeno es el caso del famoso video del Mono Jojoy informando sobre la contribución de las FARC a la campaña del presidente de Ecuador, Rafael Correa. Se pueden dejar de lado las consideraciones respecto a que lo más probable es que tal información se dirigía a sus propios miembros, buscando darles ánimo en cuanto a que no se sintieran aislados totalmente en el contexto internacional, y por lo mismo lo más probable es que lo que pudo haber existido fue una contribución local y anónima en un pueblo de la frontera más que un acuerdo con Correa mismo con compromisos si ganaba. Porque lo concreto es que se olvida que la categoría de ‘terroristas’ proclamada por el Gobierno Bush respecto a las FARC no fue aceptada o respaldada por el gobierno Ecuatoriano –ni en su momento bajo un Gobierno de Derecha, ni menos después por Correa– y por lo tanto el hecho es que no hay razón para que esto no se pudiera hacer –no era delito–; por otro lado, la elección de Correa con seguridad no dependió del apoyo económico que ese grupo pudiera haber hecho ni de los votos que hubiera podido aportar. La paradoja es que mientras el Uribismo (Gobierno y furibistas) se rasgan las vestiduras proclamando que debería renunciar y ser juzgado por las Cortes Internacionales, parecen no tener en cuenta lo que aquí sucedió y sucedería de aplicarse en nuestro caso. No se trata de minimizar lo que nos pueda afectar, pero si dar un doble contexto apropiado a la situación revelada: 1) tener claridad que, como cualquier gobierno autócrata en trance de perder respaldo por los escándalos internos, la coyuntura de crear o aprovechar un conflicto externo beneficia sus intereses pero perjudica a la población; y 2) puesto que lo que se pretende es internacionalizar el tema, entender en qué estamos nosotros al usar el mismo parámetro de análisis. El caso de nuestro presidente es que sí dependió de los votos, de los aportes económicos, y, lo más grave de todo, de los crímenes cometidos por los paramilitares para subir al poder; que sucedió no una sino dos veces; que la calidad de terroristas de ese grupo sí era reconocida por nuestras autoridades y nuestras leyes y que por lo tanto sí era un delito tal situación; que así ha quedado establecido en diferentes sentencias contra paramilitares y parapolíticos.
Cecilia López es precandidata presidencial del Partido Liberal. ~ Correo: cecilia@cecilialopez.com
Juan Manuel López Caballero es economista e investigador.
Ricardo Sánchez Ángel es profesor de la Universidad Nacional y del Externado de Colombia.
8 ~ julio de 2009
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número 45
De colonia agrícola a colonia penal Opinión de Angélica Suárez y Julián Álvarez n Especial para Un Pasquín Como en todo, razón le asistía a Jaime Garzón cuando afirmaba hace 15 años que Colombia es una colonia agrícola que la milicia quiere convertir en colonia penal. Ya en un artículo anterior mostrábamos que el proyecto económico del gobierno Uribe para el año 2019 –cuya ejecución implicaría dos reelecciones más o el aseguramiento de un epígono de bolsillo– significa, entre otras cosas, la siembra de 3 millones de hectáreas de palma africana en el territorio nacional, una decisión que destruiría el ecosistema, afectaría el equilibrio laboral y, si ello es posible, trocaría aún más el monopolio de la fuerza estatal. A ello hay que rectificarle que no son 3 sino 6 millones de hectáreas las que piensa dar el Estado a la empresa privada, y no solo para sembrar palma aceitera sino pino, eucalipto, caucho y acacias, de manera unilateral e inconsulta, como se acostumbra, y en detrimento de la integridad de territorios ancestrales, reservas ecológicas y del fisco nacional. Esto hace parte del proyecto de producción de agrocombustibles que, se espera, vendría a suplir las necesidades de consumo energético que las grandes potencias del mundo enfrentan ante la cada vez mayor crisis de los hidrocarburos. Como un modelo de tal envergadura genera tanto rechazo social y profundos cuestionamientos, sólo es dado imponerlo por la fuerza, lo que vislumbrará el mandamás de turno como en cualquier finca feudal. De modo que sólo será posible concebirlo como una zona de orden público total o, como lo dijera el mismo Garzón en clave de ironía, “como un solo Convivir, caray”. Es que desde el año 2000 se ha triplicado el gasto militar en el país, que ahora asciende al 6.5% del PIB, lo que ha permitido que la Fuerza Pública pueda bifurcarse entre la guerra sucia –que incluye constantes violaciones a los derechos humanos y al derecho humanitario– y la protección y defensa del interés económico transnacional. Pero el pie de fuerza, al parecer, no ha sido suficiente. Hace poco terminó por saberse que el Gobierno tramita lo necesario para otorgar a Estados Unidos permiso de construcción y operación de 5 bases militares en territorio colombiano. Serán 2 en el Caribe (en Cartagena y Barranquilla), otra en el Océano Pacífico (en Bahía Málaga, al lado de Buenaventura), una más en el centro del país (en Palanquero, junto a La Dorada), y la última en Apiay, en los Llanos Orientales. Es decir, que en todo el país patrullarán, como lo anunciara el mismo Jaime, los “redentores soldados norteamericanos”. Tal decisión viene dada en el marco de la última doctrina militar norteamericana (denominada “Guerra Perpetua” en contraposición a la “Paz Perpetua” del ideal kantiano), que suma a la “guerra contra el terrorismo” el despliegue de la fuerza en los Estados aún no ocupados, el establecimiento estratégico de flotas vigilantes y la competencia armada por los recursos naturales. En Colombia, la presencia de tropas estadounidenses estará signada por un trabajo de cooperación con los contingentes internos en la “lucha contra el terror”, término cada vez más ambiguo y peligroso, y, como decíamos, por la necesidad de proteger los intereses económicos de la industria foránea y criolla del biodiesel.
Desde ya se han alzado las voces que tildan tal decisión de inconstitucional. En efecto, la instalación de bases militares extranjeras, por considerarse una amenaza para la soberanía y autodeterminación nacionales, no está prevista en la Constitución Política, que apenas prevé la posibilidad del tránsito temporal de tropas foráneas, y eso previa aprobación del Senado y concepto favorable del Consejo de Estado. Igual pasa en la nueva Constitución del Ecuador, país frente al cual el Gobierno colombiano no ha querido reconocer su responsabilidad internacional, en cuya letra se prohíbe la operación de bases militares en el territorio, razón que para el país vecino fue suficiente para no renovar el acuerdo sobre la base de Manta. En las últimas semanas, se han escuchado declaraciones inciertas del embajador de Estados Unidos en Colombia y del jefe de las Fuerzas Militares, de las cuales no se colige que dicha importación de fuerza militar sea un simple rumor. Por el contrario, todo apunta a la consolidación de un régimen militarista que terminaría por convertir la actual colonia agrícola que somos en una colonia penal. Quedarían así protegidas las inversiones de los grandes terratenientes del país, incluidos los paramilitares, y asegurados buenos precios en el mercado mundial. Y volveríamos a cierto momento de la historia colombiana en la que la mendicidad era delito y se castigaba penalmente con la reclusión forzosa en lugares agrícolas de colonización.
Angélica Suárez y Julián Álvarez son abogados, investigadores en Derechos Humanos.
Número 45
un pasquín
Israel, factor de desestabilización Opinión de Mario Quadros n Especial para Un Pasquín “Para Israel es hora de una vez por todas de abandonar la irreal visión del Grande Israel”. Palabras de James Baker, Secretario de Estado de George Bush, padre, pronunciadas el 22 de mayo de 1989 ante el Comité de Relaciones Públicas de Israel, exigiendo que Israel suspendiera los asentamientos en los territorios palestinos. La política de Israel es tan desestabilizadora para el mundo como fue la de Bush hijo. Esos son los hechos: los sueños de grandeza de su política expansionista, su política de apartheid que empezó a salir a flote con la construcción del muro en territorio palestino que roba 10% del territorio de Cisjordania, denunciada en el último libro del Presidente Jimmy Carter, y obviamente la ocupación del territorio palestino, de Líbano y de Siria. Las últimas guerras criminales del Líbano y de la Franja de Gaza, que incluyeron –en ambas– el bombardeo israelí a puestos de la ONU, intencionales, en mi opinión, demuestra el desprecio a la organización mundial que dio vida a este Estado. Registremos que Israel ha desconocido sistemáticamente las resoluciones de esa organización. Estos hechos han transformado a Israel en un factor de desestabilización del mundo y su política ha sido la potencial fábrica de grupos extremistas islámicos, de actos terroristas, con terribles consecuencias para países de Europa (España, Francia e Inglaterra), Estados Unidos, Asia y hasta Brasil que perdió un ciudadano inocente asesinado por la policía inglesa, confundido por terroristas, debido a la paranoia en que vivimos. Israel, apoyándose en la política de Bush de los últimos ocho años, ha adoptado posiciones cada vez más radicales, acaricia la idea de negar el derecho a la creación de un Estado Palestino, a pesar del discurso táctico, bajo enorme presión de su Primer Ministro. Toda esa agresión ha sido inútil y, por el contrario, ha contribuido a la aparición de movimientos de resistencia cada vez más radicales y poderosos en el mundo árabe, que representan innegablemente inmensas mayorías en sus pueblos. Con referencia a Irán, las políticas americanas e israelíes en los últimos años han sido de total inefectividad a tal punto que son pocas las opciones con las que cuenta Estados Unidos para paralizar su programa nuclear. Excepto en caso de un improbable ataque militar, Irán es y será un importante jugador en el contexto del Medio Oriente. A raíz de todas las equivocaciones y aunque no parezca, Israel enfrenta hoy un real peligro a su existencia. Eso afirmó Warren Buffet, judío de los más poderosos e influyentes en Estados Unidos y gran crítico de la política de Bush y de Israel. Roger Cohen, columnista de The New York Times, refiriéndose a las fronteras, alerta que el status quo no es estático. O sea, que si Israel insiste en su política de expansión, sus fronteras originales pueden someterse a discusión. Tiene toda la razón y todo dependerá de la dinámica y del equilibrio geopolítico del mundo. Recordemos que la biblia no es y nunca fue referencia para definir fronteras. Esa idea se pretende vender al mundo por judíos religiosos y fanáticos. Sin embargo, los escenarios comienzan a cambiar. En su discurso en el Cairo, Obama, un presidente de raíces musulmanas, denunció la tragedia palestina y la política expansionista de Israel. Todo esto a pesar del inmenso lobby de los judíos de origen americano, que hoy distorsiona la política y los
julio de 2009 ~ 9
tresenuno Opinión de Antonio Jiménez Castañeda n Especial para Un Pasquín
uribe
La ayuda financiera electoral que las FARC le hayan podido prestar a Rafael Correa es muchísimo, pero muchísimo menos grave que los viejos, sucios y estrechos nexos de Álvaro Uribe y su familia con el narcotráfico y los escuadrones de la muerte.
es
Para comenzar, Correa no tiene en el gobierno a un primo hermano de Jojoy o de Tirofijo mientras que Uribe sí tiene a su lado, por decir lo menos, a tres reconocidos primos hermanos de los narcotraficantes Pablo Escobar Gaviria y Roberto Escobar Gaviria. El más sobresaliente de aquellos, un tal José Obdulio Gaviria, es el ideólogo estrella del régimen. Y lo es públicamente. Incluso, en esa condición ahora funge de editorialista de El Tiempo, donde los miércoles sin falta escribe sus parrafadas narco-greco-quimbayas (no es que sea un escritor propiamente dicho que merezca una columna, sino que desperdician el espacio que ocupa para usarlo como parte de pago del canal de televisión que el gobierno se alista a entregarle en breve al grupo Planeta).
peor
Claro: Correa y Chávez tienen vínculos con las FARC y vaya uno a saber con qué otros grupos criminales. Con todo, prefiero mil veces eso a los antiguos, indisolubles e inocultables nexos de Uribe con el crimen organizado; pues a la hora de la verdad los primeros afectan solamente a los ecuatorianos y a los venezolanos mientras que los de Uribe nos agobian directamente a nosotros, los colombianos, y deshonran a este país. Lástima que las gruesas cuerdas del crimen que entran a la Casa de Nari hasta por las puertas de los sótanos no le causen ninguna impresión a sapos como la señora Gurisatti, las directivas de El Tiempo y gente de esa, incluidos los genios del genuflexo Canal Caracol. Y un datico: Ahora, Juan Manuel Santos tiene que explicarle al país cómo es eso de que por un lío de faldas movió cielo y tierra para hundir, sin pruebas ni argumentos lícitos, al intachable almirante Arango Bacci, quien lleva 13 meses preso.
intereses de ese país. Lobby que denuncian los profesores John Mearsheimer y Stephen Walt, en su más reciente libro. Solución existe. La propuesta de Arabia Saudita, que defiende la creación y el reconocimiento de dos estados y el retorno de Israel a sus fronteras originales, tiene el apoyo de todos los países de la región, incluso de Irán. La solución de dos Estados también es la expresada por el Presidente Obama en su reciente intervención de junio en El Cairo. El único que se opone es el Estado desestabilizador, Israel. Mario Quadros es Ingeniero Civil ~ Comentarios: mtquadros@gmail.com
Aquelarre 10 ~ julio de 2009
~ La Zona Franca de un pasquín ~
Número 45
Diálogo de dos tipos, en la antesala del Cielo, mientras esperan que los atienda San Pedro. —Oiga, ¿de qué murió usted? —De hipotermia; ¿y usted? —La historia mía es increíble. Imagínese que yo juraba que mi esposa me estaba poniendo los cuernos; así que un día decidí llegar más temprano a la casa, con la esperanza de sorprenderla in fraganti. Al llegar, ella estaba en la sala medio vestida, y obviamente le reclamé por ser infiel y busqué por todas partes, pero no encontré nada; no había rastros de ningún tipo. Entonces, yo me sentí tan mal por todo el episodio, sentí un remordimiento tan grande, que entré en estado de shock y al rato me dio un infarto cardíaco fulminante”. — “¡Usted cómo es de bestia...! Si hubiera buscado en la nevera, los dos estaríamos vivos”.
En un consultorio, una señora, angustiada, le dice al doctor: —Imagínese que mi hijo cree que es un carro, y anda de un lado para otro sonando como si estuviera acelerando, frenando, pitando... No sé qué hacer con él... —Tráigalo mañana, para examinarlo. —Mañana no puedo doctor: tiene pico y placa. Una cucaracha le pregunta a otra: “¿Probaste el nuevo insecticida?”, y la otra le responde: “Sí, pero no me mató”.
Número 35 45
un pasquín Aquelarre
un pasquín ~ julio de 2009 ~ 11
MOSCOPOLITAN CMAN
un pasquín/julio de 2009
trucos
para coquetear con todos y no comprometerse con ninguno
CMAN
A falta de presidencia, buena es una embajada
Noemí Sanín Como nunca, como siempre La dieta infalible: comer del Estado
Exprima sus relaciones... ¡diplomáticas!
CMAN
CMAN