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EL PERIÓDICO DE LA O
EDICIÓN 70 EJEMPLAR GRATUITO
ELECCIONES EN BRASIL
POPULISMO DURO
Foto: Agencia efe
n Varias ONG, en alerta tras la victoria de Bolsonaro n Los riesgos para la prensa en el próximo gobierno n Las mentiras de los presidentes brasileños
La juventud indignada | Estudiantes de universidades públicas y privadas, unidos. 4
No tan alto | La amenaza totalitaria y el populismo parecían cosas del pasado. 8
EDITORIAL | La muerte de un disidente 2
Éxodos | Sin pan para comer y sin justicia, la democracia electoral no es suficiente. 10
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En sus propias palabras
E D I T O R I A L
La muerte de un disidente
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l asesinato del periodista árabe Jamal Khashoggi, ocurrido el pasado 2 de octubre en el consulado general de Arabia Saudita en Estambul, va en camino de quedar reducido a una cifra más en la larga lista de disidentes perseguidos o encarcelados en ese país por manifestar su inconformismo. Luego de las noticias iniciales sobre el homicidio, cometido por un comando saudí desplazado hasta Turquía con ese único propósito, algunos líderes europeos amagaron con congelar su cooperación con el régimen del rey Salman bin Abdelaziz. Incluso Francia, Alemania y Reino Unido rechazaron el crimen en un comunicado y le exigieron explicaciones a Arabia Saudita. Otros gobiernos del Viejo Continente optaron por mirar para otro lado, ignorando las escabrosas revelaciones que involucraban a la corona saudí, hechas por el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, quien ha querido presentarse como nuevo adalid de la defensa de la prensa, a pesar de la implacable persecución de la cual son víctimas los medios y los periodistas en su país. A su vez, Donald Trump –a medida que fueron apareciendo nuevas revelaciones sobre la detención, tortura y ejecución del reportero– pasó de darle el beneficio de la duda a su aliado incondicional en Oriente Medio a declararse “insatisfecho” con la versión saudí sobre la muerte de Khashoggi. Pero nada más. Por su parte, países como Israel, Irán y los Emiratos Árabes Unidos han mantenido un estratégico silencio, mientras contemplan al príncipe heredero de Arabia, Mohamed bin Salman –el verdadero poder detrás del trono saudí– tratando de no hundirse más en las arenas movedizas de su entorno, pues no son pocos los detalles que lo involucran con los autores del atroz crimen. Lo más lamentable es que el estupor de los primeros días se ha convertido en indiferencia, que es la antesala del olvido. Arabia Saudita es un país demasiado rico como para exigirle que respete los derechos humanos o para imponerle sanciones económicas. Y menos aún por la muerte de un periodista incómodo.
EL PERIÓDICO DE LA O DIRECTOR: VLADIMIR FLÓREZ [VLADD0]
Con un polémico discurso, el presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro sedujo al electorado de su país pero sembró preocupación en varios sectores.
Dictadura y tortura “Pinochet debió haber matado más gente”. (1998) “El objetivo es hacer que el tipo abra la boca. El tipo tiene que ser reventado hasta que abra el pico”. “El error de la dictadura fue torturar y no matar. (2016) “En la época de la dictadura tendrían que haber fusilado a 30.000 corruptos, comenzando por el expresidente Fernando Henrique Cardozo”. Misoginia “Es muy mala, es muy fea, no es de mi gusto, jamás la violaría. Yo no soy violador, pero si lo fuera no la violaría porque no lo merece”. En referencia a la diputada María del Rosario, del Partido de los Trabajadores. (2003) “Las mujeres deben ganar menos cuando están embarazadas”. (2016) “Tengo cinco hijos. Los primeros cuatro, hombres; después del cuarto me dio una debilidad y vino una mujer”. (2017) “No es una cuestión de poner cuotas de mujeres porque sí. Tenemos que poner gente capacitada. Si se empiezan a poner mujeres por que sí, voy a tener que contratar negros también”. Izquierda “Vamos a fusilar a los ‘petralhada’ (seguidores del PT) aquí en Acre. Ya que les gusta tanto Venezuela, toda esa gente va a tener que irse para allá”. (2018) Delincuencia “Primero desde un helicóptero se tiran volantes y folletos, dándoles seis horas a los delincuentes para que se entreguen. Cumplido ese plazo, si no se entregan, se ametralla el barrio pobre desde el aire”.
Pobreza “Defiendo la pena de muerte y el rígido control de la natalidad, porque veo que la violencia y la miseria se extienden cada vez más por nuestro país. Quien no tiene condiciones de tener hijos, no debe tenerlos”. (1993) “El pobre sólo tiene una utilidad en nuestro país: votar. La cédula de elector en la mano es diploma de burro en el bolsillo”. (2013) Homofobia “No voy a combatirlos ni a discriminarlos, pero si veo a dos hombres besándose en la calle los golpeo”. (2002) “El 90% de los hijos adoptados (por matrimonios entre gais) van a ser homosexuales y se van a prostituir, con seguridad”. “Prefiero que un hijo mío muera en un accidente a que aparezca con un bigotudo por ahí”. (2011) Racismo “Los negros no hacen nada, creo que ni como reproductores sirven más”. Religión “Dios sobre todo. No quiero eso del estado laico. El estado es cristiano y la minoría que esté en contra que se vaya. Las minorías deben inclinarse ante las mayorías”. (2017) Derechos “Es una desgracia ser patrón en este país, con tantos derechos para los trabajadores.” (2014) ONU “Si soy presidente, salgo de la ONU... Es un lugar de reunión de comunistas y gente que no tiene el menor compromiso con América del Sur”. (2018)
Dibujan: Fontanarrosa, Guaica, Bacteria, Betto, Jarape y Nadim. Caricaturas de Vladdo, cortesía de Semana y DW en Español.
Edición 70 — OCTUBRE DE 2018
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Asesor Gráfico: Gustavo del Castillo
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Escriben: Rogério Christofoletti, Olgahelena Fernández, Juliana González, Gonzalo Guillén, Santiago Londoño Uribe, Carlos Meneses Sánchez, Mario Quadros y Ricardo Sánchez Ángel.
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DERECHOS RESERVADOS © 2018 NEWS AND DESIGN
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La indignación de la juventud Opinión de Ricardo Sánchez Ángel | Las movilizaciones en curso agrupan a estudiantes de las universidades públicas y varias de las privadas, solidarias con una causa que asumen como propia y de alcance nacional.
L Hay una particularidad que agudiza la crisis universitaria y es el congelamiento de la planta de profesores e investigadores, por lo menos desde hace 30 años.
o que se está viviendo en Colombia es la expresión cultural, crítica y de repudio a la profunda crisis de las universidades públicas, con sus 576.393 estudiantes. Tal situación tiene como causa principal el neoliberalismo, que hizo de la educación un negocio y de los saberes una mercancía, en un mercado de servicios donde concurren la salud, la vivienda, el transporte, entre otros. Los jóvenes están reclamando el derecho al desarrollo de su personalidad y de la sociedad, con un horizonte que recupera tradiciones humanistas y científicas; ubicando la educación y la universidad como categorías centrales de la cultura y la vida. Se trata de la gran inversión social, y no como lo pregonan los neoliberales, con distintas máscaras, como un gasto. Los medios de comunicación han informado sobre la crisis y reseñado las manifestaciones, al igual que recogen parte de la discusión y las soluciones al problema. Claro está, propugnan por una aceptación de las etéreas soluciones ofrecidas por el gobierno de Iván Duque. Las cifras del déficit son apabullantes: 3,2 billones urgentes y 15 billones de deuda acumulada. La oferta de 500 mil millones, la promesa de aumentar el presupuesto en los próximos años no ofrece una solución de fondo a problemas de fondo. Preocupa sobremanera el desgreño en que se encuentra la inversión en materia de ciencias, tecnologías, saberes y cultura. Colciencias no solo está desfinanciada, sino que se convirtió en un aparato burocrático que impone sus políticas por sobre la autonomía de las universidades, con criterios de productivismo, a espaldas de las ciencias naturales, humanas y sociales. Lo que se requiere es un nuevo sistema en estas materias, articulado a las universidades. La necesaria discusión sobre una reestructuración del Ministerio de Educación, que sea también de ciencias y saberes, está al orden del día. Tal como están las cosas, la educación está fragmentada, las ciencias son cenicientas, los saberes viven hostilizados y el país está sometido a la semi ignorancia y el espectáculo. Hay una particularidad que agudiza la crisis universitaria y es el congelamiento de la planta de profesores e investigadores, por lo menos desde hace 30 años. En el caso de la Universidad Nacional, esto se ha vuelto dramático, en tanto la cobertura estudiantil ha
crecido. Lo cual lleva a una precarización del profesorado, porque un alto porcentaje del mismo se vincula con el carácter de ocasional, en desmedro de la calidad. Es dramática también la situación de la infraestructura locativa de la Nacional: salones, auditorios, laboratorios y edificios, desaprovechando la enorme potencialidad del bellísimo ecosistema académico que constituye el campus de la otrora Ciudad Blanca. El estadio Alfonso López y las instalaciones deportivas de la universidad están igualmente deterioradas y semi abandonadas, sin darle el uso educativo que necesitan los jóvenes en deporte y educación física. Las movilizaciones en curso agrupan a estudiantes de las universidades públicas y varias de las privadas, solidarias con una causa que asumen como propia y de alcance nacional. Estas últimas viven el alto costo de la educación, que en algunas de ellas es negocio de grupos particulares y religiosos. La educación superior vive el desmonte que padece la sociedad y la naturaleza de lo público, lo común y lo social como fundamento de los propósitos civilizatorios. Las movilizaciones en curso reúnen a profesores, intelectuales, padres de familia, educadores, y a los miles de estudiantes y trabajadores del SENA. Además, los jóvenes tienen la simpatía y apoyo de distintos sectores de trabajadores y de la opinión pública. La protesta en curso, ruidosa, organizada y decidida, es igualmente festiva, alegre y multicolor, donde se destacan las jóvenes mujeres en cantidad y liderazgo. Abarca no solo a Bogotá, Cali y Medellín, sino a las regiones donde hay universidades públicas. Está en curso una huelga estudiantil generalizada, apoyada en asambleas permanentes y discusiones abiertas, donde se deciden la marcha y orientación del movimiento. Los maestros de Fecode declararon la movilización general con la toma de Bogotá, la que se unirá a la de los estudiantes. A los 100 años de la Reforma Universitaria y los 50 de la rebelión internacional de la juventud, los estudiantes colombianos, al igual que de otros países como Argentina, están luchando en sintonía con las preocupaciones comunes de las gentes. Ricardo Sánchez Ángel es doctor en Historia de la Universidad Nacional.
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El combate a la probreza Opinión de Mario Quadros | El punto que todos quieren sistemáticamente desconocer u omitir: desde 1973 la productividad en Estados Unidos ha crecido 77% y el sueldo mínimo por hora creció apenas 12%.
Caricatura de Betto
En el siglo pasado la desigualdad había disminuido en la medida en que los trabajadores mantenían su capacidad de crear organizaciones sindicales.
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l diario The New York Times publicó el 11 de Septiembre de 2018 un interesante estudio que por su título se explica : “Americans Want to Believe Jobs Are the Solution to Poverty. They’re Not”, (Los americanos quieren creer que los trabajos son la solución para la pobreza. No lo son). Aunque los índices de desempleo están bajos, no por las políticas de Trump –como él quiere mostrarlo– si no más bien por las políticas económicas de Obama, el salario para personas sin mucha educación no alcanza para vivir. Las familias están sobreviviendo, volviendo a vivir con sus padres o en casa de parientes donde ocupan una habitación por familia y ayudan con lo que pueden. Las personas están trabajando 20 a 30 horas por semana y ganando US$ 1.200 por mes, cuando las cosas van bien. Esa situación se está viviendo en un momento en que la economía va bien, el desempleo en descenso y la bolsa de valores subiendo. Pero para la gente sin educación lo que hay en el mercado de trabajo, cuando hay disponibilidad, son empleos que no pagan lo suficiente para que una familia pueda vivir. Muchos dirían, que eso es normal
en países como Colombia y otros. Sí, pero no en Estados Unidos, que es un país rico y que posee la mayor economía del mundo. En los últimos 40 años, la clase trabajadora ha sido sistemáticamente excluida de la participación en la riqueza que está generando. Una de las razones es que los sindicatos que antes luchaban para corregir esas distorsiones están desapareciendo, o son víctimas de ataques políticos que castran la capacidad de los trabajadores de organizarse. Según el estudio, durante el siglo pasado la desigualdad había disminuido en la medida en que los trabajadores mantenían su capacidad de crear organizaciones sindicales. Eso también explica la reducción de pobreza en ese periodo. Hoy 47,1 millones de trabajadores, cerca de un tercio de la fuerza de trabajo, gana menos de US$ 12,00 la hora y la inmensa mayoría no tiene seguro de salud. Vamos entonces a poner el dedo en la herida y toquemos el punto que todos quieren sistemáticamente desconocer u omitir, pero que es la principal razón de esa tragedia: desde 1973 la productividad en Estados Unidos ha crecido 77% y el sueldo mínimo por hora creció apenas 12%. El pago de la hora hoy, considerando el aumento de la productividad, debería ser mínimo US$ 20,00. Es apenas US$7,25. Lo más triste es que gran parte de esos pobres, engañados por la propaganda del “sueño americano”, consideran que no salen de ese estado de pobreza porque no trabajan lo suficiente. En otros países del primer mundo, los desempleados o aquellos que trabajando sus horas semanales completas no alcanzan a ganar lo suficiente para vivir, responsabilizan al Gobierno por sus políticas erradas. PS. Sobre las elecciones en Brasil hablaremos en la próxima edición, pero sin duda la alianza Trump, Bolsonaro, Macri y Uribe dejará contentos a muchos. Mario Quadros es ingeniero civil.
Ilustraciรณn de Guaica
Caricatura de Bacteria
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No tan alto
Opinión de Santiago Londoño Uribe | Si se es racional y coherente, resulta difícil permanecer en un estado ofuscado de descalificación del elector cuando antes ese mismo elector, o buena parte del mismo, ha votado por ti o por tus proyectos. “De cuando en cuando y a lo lejos hay que darse un baño de tumba (…) Hay que darse un baño de tumba y desde la tierra cerrada mirar hacia arriba el orgullo. Entonces se aprende a medir. Se aprende a hablar, se aprende a ser.” —Pablo Neruda
Algunos creímos erróneamente que la historia estaba de nuestro lado y que la consolidación del proyecto democrático liberal era ascendente y segura. Las amenazas totalitarias y los populismos parecían cosas del pasado y el capítulo final de la historia política parecía no tener revés.
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espués de la sorpresa inicial (¿cómo que ganó X?), hay un momento de incredulidad (esto no puede estar pasando). Luego, cuando ya no queda otra y toca aceptar que efectivamente se perdió, aparece la tusa (ayyyyyyy que dolor). La tusa, con el tiempo, puede ser la puerta de entrada a dos estados complejos y opuestos: la apatía (para la mierda todo, quédense con su hp democracia) o la rabia (gente ignorante e irresponsable la que nos metió en estas. Son una vergüenza). En mi caso, tres años de derrotas electorales (locales/regionales, plebiscito y presidenciales), combinadas con el triunfo de Trump en EE UU y del Brexit en el Reino Unido, me llevaron por una montaña rusa emocional que desembocó, finalmente, en un estado de rabia. Durante estos últimos meses, en mis largas y solitarias jornadas de reflexión post campaña, me encontré, mucho más de lo que hubiese querido, compensando la desilusión de las derrotas en las urnas con un catálogo largo de señalamientos y descalificaciones: “La gente se deja manipular. La gente es muy ligera. La gente no entiende. Los politiqueros amarran y manipulan. Los populistas mienten y juegan con los miedos y la gente cae. El miedo a X es más fuerte que la posibilidad de cambio real.” Entendí rápidamente que ese estado de ánimo además de facilista (nada más conveniente e inocuo que echarle la culpa a otro por los resultados adversos) era, ese si, una verdadera derrota contundente. Si en adelante a la gente se le trata, no como ciudadanos autónomos que con limitaciones y errores toman decisiones buscando una mejor vida, sino como seres ignorantes, manipulados o simples engranajes en una maquinaria controlada por los “verdaderos poderes”, ya el problema no son los resultados de la elección pasada, sino la inexistencia de la democracia y lo estulto de cualquier ejercicio democrático y liberal a futuro. Adicional, si se es racional y coherente, resulta difícil permanecer en un estado ofuscado de descalificación
del elector cuando antes ese mismo elector, o buena parte del mismo, ha votado por ti o por los proyectos políticos de tu preferencia. Antes iluminados y ahora idiotas… no aguanta ningún análisis. Los que hemos creído en la democracia liberal con su ampliación y desarrollo de derechos fundamentales, su sistema de frenos y contrapesos garantista, sus instituciones internacionales y la protección de minorías hemos tenido unos años difíciles. Algunos creímos erróneamente que la historia estaba de nuestro lado y que la consolidación del proyecto democrático liberal era ascendente y segura. Las amenazas totalitarias y los populismos parecían cosas del pasado y el capítulo final de la historia política parecía no tener revés. No obstante, hemos llegado a una verdadera encrucijada. Muy pronto la economía más grande del planeta será una dictadura (China). Rusia, con el segundo arsenal nuclear y con agresividad creciente, intenta recuperar algo del poderío y el esplendor del imperio zarista bajo un autócrata. Estados Unidos pareciera sumergirse en una revuelta populista de derecha con la alineación de sus tres ramas. Brasil acaba de elegir un populista de extrema derecha racista, homofóbico y misógino y la Unión Europea, uno de los más grandes logros de la ola democrática liberal, corre el riesgo de quebrarse desde sus márgenes. Más que rabia, desespero o desprecio, quienes creemos aun en el valor de la libertad, el estado de derecho, el respeto por la diferencia y el pluralismo, tenemos que darnos, para mencionar otra vez a Neruda, “un baño de tumba”. Nos toca ahora reconocer los errores cometidos durante los años de gobierno. Es hora de entender a quienes se han quedado al margen de los avances económicos y culturales. Es tiempo de volver sobre instituciones como la familia, la “patria” y la religión para hablar con propiedad de cada una de ellas desde una mirada liberal y así entender y afrontar los retos por venir. Existe la necesidad imperiosa de humildad crítica y, sobre todo, de mucho trabajo. El populismo viene creciendo y los riesgos son inmensos. El riesgo mayor, no obstante, es que ante este hecho los demócratas liberales nos quedemos en la descalificación, la rabia o la burla. Es necesario construir puentes, entender mejor las motivaciones del elector y volver a convencer. Santiago Londoño Uribe es abogado; magister en Derecho Internacional.
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Grabado de Käthe Kollwitz
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Éxodos
Opinión de Juliana González, desde Berlín. | La democracia electoral no es suficiente, sin pan para comer y sin un orden que garantice que la justicia no es solo para los de ruana.
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Los países desarrollados sí tienen algo de responsabilidad cuando no exigen a las empresas que operan en países más pobres que respeten los derechos humanos, o cuando no condenan la corrupción.
valanchas, ríos humanos. Movimientos migratorios pendulares. El globo terráqueo se asemeja a un globo de aire. Si se presiona por un lado el aire no escapa, hace presión en otro punto. Falta de perspectivas. Los humanos nos desplazamos buscando una razón de vivir en sentido metafísico y una seguridad en sentido físico. Una utopía para millones. Lo vemos en Siria, Afganistán, Mali, Congo, en Venezuela, Colombia, Haití, Honduras, Guatemala y El Salvador. Estos tres últimos alimentando una columna humana multitudinaria que actualmente sortea penurias en su travesía: hambre, delincuencia, sed, ríos, guardia fronteriza y la amenaza de recortes de ayudas humanitarias para sus países, esos que ya dejaron atrás. En Diario, la poetisa argentina, Alejandra Pizarnik incluye estas líneas que ilustran, también, la realidad de los éxodos: “hay que luchar todos los días como Sísifo. Esto es lo que no comprendo. Que la vida contiene días, muchos días y nada se con-
quista definitivamente.” Ni el hambre ni la paz ni la inteligencia. Y mientras tanto, los gobiernos de países receptores de las migraciones, con pasados coloniales, o con espíritu de emprendimiento en industrias extractivas en esos países ricos en materias primas, pero carentes de instituciones democráticas sólidas, se desentienden de las causas que generan esta falta de perspectivas. Las políticas de desarrollo económico se han convertido en gotas de agua sobre una roca en el desierto. Este nuevo Estados Unidos vocifera que Honduras no verá un peso, como el que deshereda al hijo calavera y ninguneado. La mayoría de los miembros de la Unión Europea pregonan haber entendido, más motivados por temor a los migrantes que por altruismo. Lo han entendido, porque así se desprende de las declaraciones de Junker sobre el Pacto de desarrollo con África, pero aún falta que la tinta se convierta en obras transformadoras de la realidad y no solo amarradas a la construcción de centros de internamiento de migrantes en Marruecos o Egipto, por ejemplo.
Y es que la gente no solo huye de las dictaduras y de los conflictos armados. Colombia, donde la conciencia colectiva se precia de ser la Atenas suramericana, ha expulsado a millares de los suyos, aún antes del conflicto. La democracia electoral no es suficiente, sin pan para comer y sin un orden que garantice que la justicia no es solo para los de ruana. Y así, millones de colombianos buscaron fortuna en la Venezuela del boom petrolero o en el american dream. Los haitianos intentan cambiar su miseria en la lejana pero próspera Chile, sin mucha suerte. O los venezolanos empujados al exilio por la insensatez de aquel hombre poco maduro. Los centroamericanos que cruzan a pie sus fronteras para llegar a Estados Unidos huyendo de la pobreza y que son instrumentalizados a la par por sus gobiernos y sus oposiciones. La consigna es dejar la piel en el camino, literal. Desde el Magreb, el Sahél y Medio Oriente hacen lo propio con Europa. Y entonces la aporofobia toma el lugar de la xenofobia. Los líderes de los países receptores buscan frenar el éxodo. Sin desactivar sus causas. Por supuesto ellos no son los culpables de la corrupción ni de la desigualdad ni de la violencia de los países expulsores. Pero algo de responsabilidad sí tienen cuando por no exigirles a sus empresas que operan en esos países que respeten los derechos humanos, o cuando no condenan los actos de corrupción y de restricciones de libre expresión, o permiten la exportación de armas a países en conflicto. Entonces esos dirigentes llaman a estos movimientos migratorios: avalanchas. Al deshumanizarlas pueden aplicar la mano dura. El racismo y el chovinismo exacerbado por el rasero monetario. Porque rusos, árabes o latinos solventes, llenan también sin problemas barrios de Miami, Londres y París. En Europa, por ejemplo, países como Malta o Reino Unido hacen de la venta de los permisos de residencia y de nacionalización una forma de ingresos públicos. Estímulos a la inversión, los llaman. De una manera astuta los políticos de mente cerrada pescan entre la aporofobia de sus votantes, y simplifican para ellos en una ecuación de fácil absorción, aunque falaz, que todo migrante es un delincuente. La sociedad angelical perturbada por la otredad criminal. Y entonces en Europa los musulmanes y cristianos árabes y africanos pobres causan desolación, aunque las estadísticas lo refuten. En Chile los colombianos y los haitianos pobres son peligrosos. En Estados Unidos, todo hijo pobre parido al sur del Río Bravo es un “bad hombre”. La otredad con los bolsillos vacíos dispara las alarmas y el miedo. La esperanza se cifra en la terquedad de la resistencia. Juliana González es Analista Política; Máster en Políticas Públicas y Economía para el Desarrollo. @JuliGo4
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Caricatura de Jarape
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posverdad. De pos- y verdad, trad. del ingl. post-truth. 1. f. Distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales. Los demagogos son maestros de la posverdad. Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua
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Pastillas para la memoria Por Olgahelena Fernández
Lo que deprime no es tener mala memoria sino buena memoria. Porque es muy triste vivir en un país donde pasan todas estas cosas y no pasa nada.
No hay día en que no me queje de mi mala memoria. Siento que estoy en franca desventaja con aquellos que tienen el privilegio de recordar, si no todo, muchas cosas del acontecer nacional. Decidida a mejorar me atreví a consultar a un
experto, que me sometió a uno de esos tests desarrollados para dar resultados exactos. Generosamente se los comparto para que revisen que tan bien o mal están de la memoria. Al frente de cada una de estas frases escriba, por favor, el primer nombre que le venga a la memoria:
1) Agro Ingreso Seguro: ___________________________________________
14) Carrusel de la contratación: _______________________________
2) El proceso 8000: _________________________________________________
15) Saludcoop: _________________________________________________________
3) Yidispolítica: _______________________________________________________
16) Odebrecht: _________________________________________________________
4) Puente de Chirajara: ____________________________________________
17) Robo del río Rancherías: ____________________________________
5) Zonas francas: _____________________________________________________
18) Bonos Carrasquilla: ___________________________________________
6) Interbolsa: ___________________________________________________________
19) La Catedral: ________________________________________________________
7) Hidroituango: ______________________________________________________
20) Los 12 apóstoles: ________________________________________________
8) Yuliana Samboní: ________________________________________________
21) Miti-miti: ____________________________________________________________
9) Invercolsa: ___________________________________________________________
22) Claudia Morales: ________________________________________________
10) Títulos universitarios falsos: ______________________________
23) Las basuras de Bogotá: ______________________________________
11) Arboricidio en Bogotá: _______________________________________
24) Clan Cifuentes Villa: __________________________________________
12) El hacker de Óscar Iván: _____________________________________
25) El Caguán: ________________________________________________________
13) El Guavio: ___________________________________________________________ Si usted se acordó de 5 o menos, tiene pésima memoria. Se recomienda 250 gr de higos y 2 zanahorias 3 veces por semana (los otros 4 días léase un periódico). Si se acordó sólo de los impares, lo suyo no es un problema de memoria, es de conciencia. Se asocia al síndrome de “Fanáticus Ceguerus”, pero quédese tranquilo porque está presente en más de 10 millones de casos en este país. Si se acordó de los 25 posee un mal duro de tratar: usted está bien informado. Y para eso lamentablemente lo único que recomienda el especialista es respirar profundo –porque, entre otras cosas, muchos dirán que el enfermo es usted- y velas blancas. Muchas velas blancas. Ahora, si de las 25 notó que hay un nombre o una
palabra que se repite constantemente, mejor quédese callado. No se lo cuente a nadie y menos por su teléfono celular. Lo más probable es que usted esté siendo interceptado ilegalmente, y es muy probable que le toque terminar dando explicaciones de por qué tiene tan buena memoria. Se recomienda Netflix, bajo perfil y velas rojas. Muchas velas rojas. Por mi parte me acordé de cada uno de los escándalos y de sus protagonistas, de tal forma que el diagnóstico salió al revés de lo esperado. Lo que deprime no es tener mala memoria sino buena memoria. Porque es muy triste vivir en un país donde pasan todas estas cosas y no pasa nada. Olgahelena Fernández es periodista.
Caricatura de Vladdo
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ENCUADRE Hace poco fue noticia un cuadro del pintor Andy Thomas donde aparece Donald Trump jugando cartas con varios presidentes republicanos, incluidos Reagan, los Bush y Lincoln, entre otros. El mismo artista también pintó hace unos años a Barack Obama jugando billar con sus pares demócratas y donde están Franklin D. Roosevelt, Harry S. Truman, Bill Clinton, Jimmy Carter, Woodrow Wilson, John F. Kennedy, Andrew Jackson y Lyndon B. Johnson.
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MEMORIAS
Crisis, agonía y cierre de la revista Alternativa Fragmento del libro ‘El país que me tocó’, de Enrique Santos Calderón, en el que relata cómo vivió algunos de los hechos más trascendentales en la historia contemporánea del país y de los cuales él fue protagonista y testigo excepcional. En este pasaje repasa su papel en la toma de la embajada de República Dominicana por un comando del M-19, el último trayecto de la revista Alternativa y el cierre de esa trinchera periodística, en 1980, “por razones de agotamiento económico, físico e ideológico”.
El país que me tocó (Memorias) Nuevo libro de Enrique Santos Calderón, publicado por Debate / Penguin Random House. 283 páginas; edición rústica. $45,000
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eses después de la primera crisis de Alternativa me pusieron una bomba en la casa. El roce más cercano que he tenido con la muerte fue la bomba que explotó en la puerta del garaje de mi casa el 5 de diciembre de 1975. Era un viernes, o, mejor, la madrugada de un sábado. Regresábamos con María Teresa hacia las dos de la mañana, después de haber cerrado la edición de Alternativa y en medio de una de nuestras habituales discusiones político-conyugales. Yo estaba nervioso porque a las pocas horas tenía que recoger en el aeropuerto Eldorado al expresidente dominicano Juan Bosch, a quien habíamos invitado como orador principal a un acto contra la tortura en el Teatro Atenas de Bogotá, convocado por la revista y por el Comité de Presos Políticos. Aún recuerdo, justo antes de bajarme del carro, el destello de luz seguido del estallido ensordecedor. Luego, humo, olor a pólvora, la puerta del garaje destrozada, las ventanas del Volkswagen astilladas, el triciclo de mi hijo Julián en tres pedazos… En medio del susto entendí lo que había pasado, pues pocos días antes nos habían puesto otra bomba en la revista. El llanto de mis hijos, de cinco y tres años, fue el único signo reconfortante: no les había pasado nada. El estruendo despertó el vecindario, y la onda expansiva de la bomba — un poco de dinamita detonada con mecha lenta— pasó por encima del Volkswagen y quebró ventanas de varias casas a la redonda. El hecho de que hubiera explotado justo cuando llegamos parecía una coincidencia. Al igual que la bomba en la revista, fue puesta para una hora en que se supone
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No dejó de ser una cruel paradoja que la revista hubiera tenido que cerrar cuando de nuevo se estaba vendiendo como pan caliente gracias al cubrimiento de la crisis de la embajada.
que la gente está en la cama. La intención no fue matar sino amedrentar. Pero si me hubiera bajado del carro un instante antes, no estaría contando el cuento ni llegado a los 30 años, que cumplí dos días después. Pasados unos minutos llegaron mis compañeros de Alternativa, reporteros de prensa y radio y hasta el director del das, el general José Joaquín Matallana, que prometió una “exhaustiva investigación”. Lo mismo anunciaron luego los ministros de Gobierno y de Justicia, que negaron que en Colombia existieran grupos de extrema derecha similares a la Triple A argentina, muy en boga, dedicados a eliminar a los adversarios izquierdistas del sistema. Gabo lideró desde París una protesta internacional, que incluyó condenas de Mitterrand, Sartre y otras personalidades, y en un comunicado de su puño y letra calificó estos atentados como “terrorismo oficial” y que “no serán los últimos contra la izquierda”, palabras tétricamente premonitorias. Pocos años más tarde supe que la bomba la habían puesto elementos de Inteligencia Militar con la anuencia de miembros del alto mando militar y la coordinación del Batallón de Inteligencia y Contrainteligencia Charry Solano, disuelto más tarde, cuyo jefe de operaciones era el entonces capitán Iván Ramírez Quintero. Por esa época también hubo atentados dinamiteros contra el diario El Bogotano y el semanario Voz Proletaria, como parte de una estrategia para aterrorizar a quienes se suponía eran enemigos de los militares o afines a la subversión. El hecho, que por supuesto fue denunciado a los cuatro vientos en el acto multitudinario en el que habló Juan Bosch, fue otro anticipo de lo que se vendría después, en los años ochenta, cuando una derecha alimentada por
los crecientes excesos de la guerrilla se dedicó a la salvaje eliminación física de cualquier persona o núcleo social remotamente sospechoso de simpatizar con la subversión. En aquella época de los setenta, de denuncias y movilizaciones, no alcanzamos a imaginar la sangre que iba a correr poco después bajo la égida de esa tenebrosa fusión que fueron el narcotráfico y el paramilitarismo. Era un país lleno de turbulencia y Alternativa tuvo su lugar y desempeñó su papel. Cómo olvidar, por ejemplo, la toma por el M-19 de la embajada de la República Dominicana en febrero de 1980 en Bogotá, en pleno Gobierno de Turbay. Cuando el M-19 se tomó la embajada, con el fin de presionar la liberación de sus dirigentes guerrilleros presos por el robo de las armas en el Cantón Norte, Alternativa logró establecer un “teléfono rojo” con el llamado Comandante Cero, que lideró la toma, Rosemberg Pabón, luego militante uribista. Nos convertimos así en el único medio con línea directa con el comando que tenía como rehenes a una treintena de embajadores, entre ellos el de Estados Unidos y el nuncio apostólico, todo esto, con toda la prensa del mundo acampada día y noche frente a la sede diplomática, pendiente de algún desenlace trágico. Yo encargué a Roberto Pombo, recién ingresado a Alternativa tras haber sido el corresponsal en Brasil, del manejo exclusivo del “teléfono rojo”, y la revista comenzó a publicar las únicas noticias sobre lo que sucedía dentro de la embajada. Una hermana de Pombo trabajaba con el entonces canciller Diego Uribe Vargas, lo que daba acceso a aún más datos. Eso era muy bueno para la circulación de Alternativa, pero me preocupaba mucho que la toma se prolongaba, las conversaciones para
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Se polemizó mucho sobre el periodismo que hacíamos en Alternativa y, pese a los excesos y pasiones, creo que la revista cumplió una función positiva.
acordar la liberación de los embajadores no avanzaban —la guerrillera “La Chiqui” y el embajador de México hablaban todos los días en una furgoneta— y la tensión crecía, en medio de gran expectativa internacional y evidente presión militar. La revista planteó más de una vez que la toma ya le había producido al M-19 todos los réditos publicitarios imaginables y que, si había sensatez política, ese grupo debía liberar a los embajadores sin más pretensiones que garantizarse su salida del país antes de que se produjera una hecatombe. Jaime Bateman, el tipo más buscado de Colombia, me hizo saber que tenía que hablar conmigo de manera inmediata y que el sitio más seguro era mi casa, en el barrio Santa Paula. Lo delicado de la situación y la urgencia del mensaje eran tales que accedí sin pensarlo mucho. A las 10 de la noche del martes siguiente timbró en mi puerta un señor alto y elegante, vestido de impecable traje gris cruzado, engominado cual filipichín argentino. Era el flaco Bateman, maestro en disfraz y camuflaje, que quería hablar sobre lo que planteaba Alternativa. Nos saludamos cordialmente, le ofrecí un vodka que aceptó gustoso y le repetí nuestra posición. En medio del estrés que proyectaba y de sus preguntas siempre sagaces muy pronto me di cuenta de que él ya había llegado a la misma conclusión. Sabía que tenía que liberar a los rehenes y evitar una tragedia. Se despidió hacia la medianoche y fue la última vez que lo vi. Poco después, dos funcionarios de la sección política de la embajada estadounidense me pidieron cita en la revista para saber cómo evaluaba yo la situación. Les dije que confiaba en que los diplomáticos iban a ser liberados, pues el M-19 ya le había sacado mucho jugo político y publicitario a su acción temeraria. Finalmente, luego de 61 angustiosos días se produjo el desenlace pacífico que el mundo conoce. El embajador estadounidense Diego Asencio publicó luego un libro sobre su secuestro, en el que menciona
el papel que yo desempeñé. La toma de la embajada dominicana coincidió con el fin de Alternativa, que cerró poco después por razones de agotamiento económico, físico e ideológico. Habíamos aguantado seis años contra viento y marea, pero estábamos reventados. No dejó de ser una cruel paradoja que la revista hubiera tenido que cerrar cuando de nuevo se estaba vendiendo como pan caliente gracias al cubrimiento de la crisis de la embajada. Aquella vez en mi casa fue, como dije, la última que vi a Jaime Bateman, aunque después me escribió un par de veces. Cartas largas, a un espacio, por ambos lados de la hoja, en las que me contaba con su habitual entusiasmo del proyecto de un diálogo nacional por la paz que estaba promoviendo por todo lado. La desaparición de Bateman en 1983, en aquel vuelo sobre el Darién, produjo un enorme vacío de liderazgo en el M-19, que pareció haber perdido el norte. Aunque era el inspirador de las audacias armadas de impacto mediático, no creo que una locura como la del Palacio de Justicia se hubiera producido con él como jefe. Se polemizó mucho sobre el periodismo que hacíamos en Alternativa y, pese a los excesos y pasiones, creo que la revista cumplió una función positiva. Todos los grandes periódicos del mundo nacieron y crecieron en la defensa de grandes causas e ideales políticos, que se supone representan el bien común. Lo nuestro fue periodismo de verdad, pero, eso sí, militante y comprometido. No nos interesaba ser equilibrados o imparciales —y así lo proclamamos—, sino denunciar, contrainformar y servir a las ideas de la izquierda, pero practicando un periodismo original y creativo y mostrando una Colombia que no aparecía en el resto de la prensa. “Colombia como es y no como dicen que es”, era uno de nuestros lemas.
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ELECCIONES EN BRASIL PREOCUPACIÓN INTERNACIONAL
Varias ONG, en alerta máxima tras la victoria de Jair Bolsonaro Las organizaciones internacionales le exigen al nuevo presidente proteger y respetar los derechos fundamentales.
“Human Rights Watch seguirá de cerca la retórica y las acciones del gobierno de Bolsonaro”, aseguró José Miguel Vivanco.
Distintas organizaciones no gubernamentales creen que el triunfo del ultraderechista Jair Bolsonaro representa un riesgo para las minorías de ese país. Por ello le exigieron proteger y respetar los derechos fundamentales. En las elecciones más polémicas y polarizadas de los últimos años en Brasil, Bolsonaro, un nostálgico de la dictadura brasileña (1964-1985), ganó la presidencia, con el 55,16 % de los votos, al socialista Fernando Haddad, quien obtuvo el 44,84% de los sufragios. Las organizaciones Amnistía Internacional (AI), Human Rights Watch (HRW) y Greenpeace se pronunciaron tras conocer el resultado de la segunda vuelta electoral y anunciaron una supervisión constante a favor de la protección y el respeto de los derechos fundamentales y la preservación del medio ambiente. Para AI, la elección de Bolsonaro, conocido por sus manifestaciones de tinte machista, homófobo y racista, “representa un enorme riesgo para los pueblos indígenas y quilombolas, comunidades rurales tradicionales, personas LGBTI, jóvenes negros, mujeres, activistas y organizaciones de la sociedad civil, si su retórica se transforma en política pública”, según Erika Guevara-Rosas, directora de esta ONG para las Américas.
Los temores de AI fueron ratificados por HRW, que describió a Bolsonoaro como “un parlamentario que ha defendido la tortura y hablado de forma ofensiva sobre las minorías”, razones por las que la ONG anunció supervisión constante a su gestión. “HRW seguirá de cerca la retórica y las acciones del gobierno de Bolsonaro”, aseguró José Miguel Vivanco, su director para las Américas, en declaraciones citadas en una nota divulgada tras conocerse los resultados de los comicios. En ese sentido, la organización no gubernamental hizo un llamado para que tanto el Poder Judicial como otras instituciones democráticas se resistan “a cualquier intento del gobierno de Jair Bolsonaro de debilitar los derechos humanos, el estado de derecho y la democracia”. Por su parte, el director de Campañas de Greenpeace Brasil, Nilo D’Ávila, recordó al gobernante electo de los brasileños que "la naturaleza no puede ser vista como un mero recurso económico", sino como “una garantía de vida de las futuras generaciones”, por lo que pidió reducir la deforestación y exigió garantías para que el agronegocio “no se manche” con la destrucción de la selva. “El nuevo presidente de la República necesita actuar a la altura de la importancia global de Brasil para la
preservación del medio ambiente, eso significa evitar el aumento de la temperatura del planeta, preservar la Amazonía y combatir crímenes ambientales”, precisó Dávila, citado en el comunicado. / efe
DERECHOS HUMANOS
“Vamos a estar muy atentos”, dice Bachelet
A
la preocupación internacional por el resultado de las elecciones en Brasil se sumó la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, quien aseguró que vigilará el respeto de los derechos humanos en ese país tras el triunfo del ultraderechista Jair Bolsonaro en las elecciones presidenciales. “Como oficina vamos a estar muy atentos porque queremos que en una democracia tan importante de América Latina los derechos humanos se sigan respetando y la democracia siga consolidándose”, indicó Bachelet a la prensa al margen de su participación en París en la Cumbre Mundial de Defensores de los Derechos Humanos. / efe
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LIBERTAD DE EXPRESIÓN
Los riesgos para la prensa de Brasil con el próximo gobierno Las credenciales del nuevo presidente y la bancada recién electa no permiten pensar en un futuro muy prometedor para el periodismo brasileño. Análisis de Rogério Christofoletti* | cortesía fnpi — www.fnpi.org
Tenemos motivos de sobra para creer en un futuro sombrío para el periodismo brasileño. Los resultados de las elecciones del domingo no sólo llevaron a un candidato autoritario a la presidencia de la República sino que concedieron poder único a un político que abomina la crítica, no tolera el diálogo y no respeta a los periodistas. El dueño de la banda presidencial el 1 de enero de 2019 tiene una carrera parlamentaria tímida, movida a frases machistas, racistas y homofóbicas, y que no le gusta exponerse al juicio público. Irascible, es también conocido por sus elogios a la tortura y a la dictadura militar, credenciales que desatan completamente la investidura del cargo que va a ocupar en la que fue conocida como la mayor democracia del hemisferio sur. Este comportamiento contrario a la indagación de los medios no es de hoy, y la campaña electoral sólo acentuó esa marca. El candidato de ultraderecha evitó preguntas cuantas veces pudo, se blindó contra las preguntas que lo incomodaban y se refugió en su casa y en el hospital, recibiendo sólo entrevistadores amables de emisoras que juzgó confiables. En los casi dos meses de carrera presidencial, fue a sólo dos debates en la televisión, e incluso después de recuperarse del atentado que sufrió, faltó a los demás. Con eso, llevó a seis emisoras diferentes a cancelar programas en la recta final de la campaña, privando a los votantes de asistir a una confrontación con su principal competidor. Aunque los médicos ya le permitían al candidato asistir a los debates y el 73% de los brasileños querían
verlo en esa situación, él prefirió distribuir tweets y hacer transmisiones en directo por las redes sociales. Cualquier semejanza con otro político controvertido y que repudia a los grandes medios no es mera coincidencia.
Alertas internacionales
Ser periodista en Brasil se convertirá en una tarea muy desgastante y peligrosa. No tenemos ninguna garantía de que los crímenes contra los comunicadores serán investigados y castigados.
Un puñado de ironías rodean la elección presidencial de 2018. La primera de ellas es que los brasileños recurrieron a los propios dispositivos democráticos para restaurar el militarismo y el autoritarismo en la política. Los elegidos son un excapitán y un general retirado del Ejército, ambos nostálgicos de la dictadura militar (1964-1985). Decenas de millones de votos legitiman entonces las acciones de una plataforma electoral, que desprecia los derechos humanos, que se burla de las minorías y que no titubea al perseguir a grupos marginados. Adicionalmente, la violencia estuvo presente en la primera etapa de la campaña y se registraron numerosas ofensas contra grupos de la sociedad que ayudaron a elegirlo. Otra ironía: la votación de la segunda vuelta se dio tres días después de que se cumplieran 43 años del brutal asesinato del periodista Vladimir Herzog en las bodegas de la dictadura militar. Para quien todavía cree en la democracia es una pesadilla: parece que la sociedad brasileña sufrió un ataque de amnesia colectiva. Ironías aparte, no faltaron advertencias de que el líder de las encuestas representaba un riesgo para el país. The New York Times, The Guardian, El País, entre otros medios internacionales escribieron editoriales, dedicaron ediciones enteras y ofrecieron reportajes críticos.
En las tierras brasileñas, The Intercept, El País, BBC Brasil, Agencia Pública y vehículos alternativos alertaron al electorado de la inconsistencia del plan de gobierno, de la inexperiencia administrativa del candidato, y de su inestabilidad emocional. Pero sectores influyentes de los grandes medios fueron condescendientes con sus posturas discriminatorias, y normalizaron el odio, insistiendo en una imparcialidad artificial e insostenible. Algunos periodistas fueron más incisivos al afirmar que se trataba de un proyecto fascista y que el candidato a la presidencia no estaba solo: sus aliados elegidos para el parlamento tienen como banderas a cadena perpetua, la criminalización de los movimientos sociales y la caza a los comunistas (!). Pocos grandes medios rompieron el cerco e hicieron un periodismo digno de su nombre. A pocos días de la votación final, la Folha do Sao Paulo trajo el mejor reportaje de toda la campaña, revelando que varias empresas ayudaban al candidato de la ultraderecha, impulsando noticias falsas contra su rival en WhatsApp. La práctica es ilegal, y el Tribunal Superior Electoral no castigó a la candidatura beneficiada con este esquema. Este reportaje fue un punto positivo, pero la propia ombudsman de Folha lo criticó, acudiendo a la guía de estilo del periódico, por no tachar al candidato de ser de extrema derecha.
Será peor Brasil y los brasileños podrían haber aprendido de lo que viene sucediendo en Estados Unidos desde la campaña que eligió a Donald Trump. Los resultados de esas elecciones muestran que ignoramos las señales, y que antes de ser elegido, el
Foto: Julio Cesar Guimaraes / efe
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candidato extremista ya actuaba como Trump. Tras la revelación de Folha de Sao Paulo, acusó al periódico de difusión de noticias falsas. Mientras tanto, sus seguidores cobardemente perseguían a la reportera que descubrió el caso. Folha de SaoPaulo pidió que la Policía Federal investigara esa y otras amenazas. Fustigar periodistas parece ser una tradición familiar, ya que uno de los hijos del candidato fue denunciado en abril por amenazar a otra reportera. Se ha demostrado que la agresividad naturalizada de la campaña aumentó la violencia en internet, y no tenemos razones para esperar que desaparezca. El periodista Leonardo Sakamoto teme, incluso, que surjan en los próximos meses oleadas de odio para castigar e intentar callar. Es muy posible que la internet funcione en Brasil como una arena de persecución contra la libertad de expresión y del pensamiento. El futuro morador del Palacio da Alvorada es un experto en el asunto. Según The Intercept, él es autor de 23 acciones para intentar borrar noticias negativas y posts críticos en la red sólo en 2018. “Eso hace de él el político que más accionó al Poder Judicial este año para
silenciar a opositores”, informa el reportero Eduardo Goulart Andrade. ¿Qué más podemos esperar? Si el modelo es Trump, el nuevo presidente de Brasil va a ofrecer entrevistas colectivas y a impedir que periodistas críticos cubran sus pasos en Brasilia. Se va a volcar a Twitter y WhatsApp para comunicarse con sus electores, ignorando los canales institucionales y de grandes medios, secuestrando la comunicación con la población. Cada vez más, va a apuntar el dedo acusador a medios críticos, etiquetándolos de “fake news”, y liberando sus falanges de odio hacia nuevos acosos digitales y físicos. Ser periodista en Brasil se convertirá en una tarea muy desgastante y peligrosa. Si el país ya venía viendo el aumento de la violencia contra reporteros en los últimos años, no tenemos ninguna garantía de que los crímenes contra comunicadores serán investigados y castigados. La Asociación Brasileña de Periodismo Investigativo (Abraji) mostró que ocurrieron más de 140 ataques contra profesionales este año. Lo peor: la violencia aumenta, la impunidad se mantiene y disminuye las posibilidades de frenar esa escalada. La bancada del
Para quien todavía cree en la democracia es una pesadilla: parece que la sociedad brasileña sufrió un ataque de amnesia colectiva.
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gobierno recién electa no planea hacer ningún esfuerzo para aprobar proyectos de ley que aumenten la protección de los periodistas. Con la normalización de los ataques a los medios de comunicación, hacer coberturas de manifestaciones públicas se va a volver muy arriesgado físicamente. Y el riesgo de censura interna en los medios tiende a aumentar. Recientemente, reporteros se quejaron de sentirse amordazados y hubo incluso un comentarista despedido por realizar críticas al candidato que apoyaba su emisora de radio. Si parte de los medios de comunicación siguen adheridos al nuevo gobierno, lo más probable es que haya un aislamiento internacional, y ese apoyo político puede no garantizar más fondos de publicidad gubernamental. Al diseminar noticias falsas por canales alternativos de comunicación, al perseguir a los medios y al incitar a la población a ponerse en contra de los periodistas, el próximo presidente de la república niega al elector el derecho de acceso a la información. El panorama es pesimista y no sólo contiene preocupaciones corporativas. Sí, el gobierno recién electo en Brasil traerá más riesgos físicos, morales y políticos para los periodistas. Pero con eso, la democracia y la ciudadanía también serán afectadas. Sin un gobierno transparente, que esté al alcance de los medios y del juicio público, los electores brasileños estarán alienados de cómo se dan las grandes decisiones nacionales y no podrán participar de ellas. Sin un gobierno que se exponga a la crítica y a la fiscalización, el pueblo estará cada vez más privado de su autonomía y soberanía. Los regímenes democráticos exigen visibilidad, limitaciones de poder y obediencia a la voluntad popular. Las sociedades se acostumbraron a delegar al periodismo las funciones públicas de monitoreo de los poderes y revelación de sus entrañas. El resultado de las elecciones presidenciales de 2018 aumenta riesgos para los periodistas brasileños, para la democracia y la sociedad. Es grave, es urgente y ya está sucediendo. *Rogério Christofoletti es Investigador del Observatorio de la Ética Periodística (objETHOS).
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PALABRAS VACÍAS
“Usted fue engañado” Un nuevo libro pone en evidencia las promesas incumplidas y las mentiras más descaradas de los presidentes de Brasil desde 1920. Ninguno sale bien librado. Por Carlos Meneses Sánchez | Sao Paulo
Michel Temer, Dilma Rousseff, Luiz Inácio Lula da Silva o Fernando Henrique Cardoso, ninguno se libra del minucioso análisis de los periodistas Chico Otavio y Cristina Tardáguila, quienes rescatan en su libro las mentiras “más gordas” de los presidentes que ha tenido Brasil en los últimos cien años. “Usted fue engañado”, así de contundente es el título de este inventario de “mentiras, exageraciones y contradicciones” de los últimos jefes de Estado brasileños que busca en primer término aumentar la conciencia política de la sociedad. Editado por Intrínseca, la obra fue lanzada en medio del proceso electoral que culminó el 28 de octubre con la celebración de la segunda vuelta de los comicios presidenciales, ganada por el ultraderechista Jair Bolsonaro, quien siempre fue líder en los sondeos, contra el progresista Fernando Haddad. A lo largo de casi 300 páginas se presentan una serie de casos que marcaron la historia de Brasil desde 1920 hasta hoy, aunque con un mayor detenimiento a partir de Joao Figueiredo (1979-1985), último presidente de la dictadura militar que imperó entre 1964 y 1985. Todos los ejemplos tienen un denominador común: la manipulación a través de la mentira o alguna de sus variantes. “Lo que más motiva la mentira es un proyecto de poder, esconder los errores, meterlos debajo de la alfombra y engañar a la población para continuar contando con el apoyo y la simpatía de su elector”, afirma a Efe Otavio, reportero de investigación del diario O Globo. Tardáguila, directora de Lupa, la primera agencia de verificación de informa-
ciones de Brasil, explica a Efe lo difícil que fue acotar el espectro temporal para no terminar haciendo una enciclopedia de varios tomos porque “todos mienten”. Fue entonces cuando decidieron escoger los últimos gobernantes del régimen autoritario y los principales desde la redemocratización: José Sarney (1985-1990), Fernando Collor (1990-1992), Cardoso (1995-2002), Lula (2003-2010), Rousseff (2011-2016) y Temer, cuyo mandato finalizará el próximo 1 de enero. “Decidimos entrevistar a varios analistas políticos, periodistas y también a historiadores y les preguntamos cuál había sido la mentira más gorda de cada presidente y casualmente muchos dijeron lo mismo”, explica Tardáguila. A Cardoso lo retratan a partir de una de sus frases: “No vamos a desvalorizar ninguna moneda”. El entonces mandatario se pasó meses negando que la paridad del dólar con el real llegaría a su fin y apenas dos semanas después de tomar posesión de su segundo mandato, ya en 1999, liberalizó el mercado cambiario. “En época electoral la mentira juega un papel fundamental porque se usa para conquistar el voto, es engañar al elector, es llamar al elector de tonto para ganarse un puesto de trabajo, me parece muy grave”, aprecia Tardáguila. De Lula escogieron una promesa suya antes de los comicios que ganaría en 2002: “Si ganamos las elecciones, tengo certeza de que parte de la corrupción desaparecerá ya en el primer semestre”. Hoy el aún líder del Partido de los Trabajadores (PT) cumple en la cárcel una condena de 12 años y un mes de prisión por corrupción.
La política unida a la mentira no es un fenómeno particular de Brasil, ni tiene que ver con determinados partidos, sexo o época, sino que es mundial y “atemporal”.
Otavio recuerda que ha pasado los últimos años cubriendo los múltiples escándalos de corrupción en Río de Janeiro, incluyendo las mentiras que contaron durante meses sus implicados, del tipo “soy inocente”, “soy honesto”, o cuando aseguraban que “el pueblo de Río merece respeto”. “Pasé aquí años de vida como reportero de O Globo conviviendo con la mentira, y de cierta forma puedo decir que contribuí para que esa mentira fuera deconstruida y hoy esos políticos, por lo menos los principales, están entre rejas”, asegura. Los dos periodistas coinciden en destacar que la política unida a la mentira no es un fenómeno particular de Brasil, ni tiene que ver con determinados partidos, sexo o época, sino que es mundial y “atemporal”. “La mentira es eterna, es parte del ser humano (...) Lo que realmente tenemos que hacer es dejar de desear que la mentira desaparezca porque eso no va a pasar. Tenemos que ser más conscientes de que existe y estar más listos para identificarla y combatirla”, comenta Tardáguila. En este sentido, Otavio considera que el libro “es una vacuna para el lector que también es elector” y más “con este grado intolerancia” en las calles y esa extrema polarización entre Bolsonaro, un nostálgico de la dictadura militar, y Haddad, heredero político de Lula. Para Tardáguila, los dos lados mentían “bastante” y cita que en la Agencia Lupa han chequeado desde agosto unos 850 contenidos de distintos candidatos, la gran mayoría engañosos o falsos. “No hay santos, mienten todos”, sentencia. / efe
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TRINOS
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& TRUENOS
TRINO
Sus innumerables actuaciones como abogado del Grupo Aval ofenden la dignidad del cargo de Fiscal General de la Nación.
TRES EN UNO Por Gonzalo Guillén
ECONOMÍA
Desde cualquier ángulo y con cualquier cristal que se le mire sin ánimo de fingir, la economía estatal colombiana siempre ha sido, y es cada vez más, de saqueo, al servicio de la corrupción. Nada escapa a ese esquema.
DEL
El manejo de los recursos y la formulación de las políticas públicas, bien vistos, tienen siempre la finalidad inevitable de producir saqueo. Por ejemplo, los planes de alimentación de los niños más miserables que, como los wayúu, mueren de hambre a granel, como moscas bañadas con insecticida. La obligación de llevar agua a los territorios más pobres del país se convirtió en un negocio de saqueo con el que se están llenando los bolsillos el actual ministro de Hacienda y un grupo de sus compinches. Eso sucede también con la plata de la salud pública y con las políticas para preservar el medio ambiente: son para el saqueo. Todo, como Agro Ingreso Seguro, diseñado para desviar los dineros del desarrollo del campo hacia los bolsillos de la mafia, es decir, de Uribe y sus amigos. El saqueo de la alianza Odebrecht-Sarmiento Angulo está protegido por el abogado Néstor Humberto Martínez Neira, puesto en la Fiscalía General de la Nación mediante artilugios de Sarmiento Angulo y su organización.
SAQUEO
El dinero de las carreteras se lo robaron y dejaron unas trochas, algunas de doble calzada, con las que el saqueo después de la construcción pasó a manos de las redes de corrupción que cobran los peajes de saqueo más caros del mundo. El nuevo gobierno de Duque no llegó a reordenar la Policía Nacional para ponerla al servicio de la sociedad, sino que lanzó a todos sus miembros a las calles con el fin de saquear las dosis personales de los consumidores de marihuana que antes las cargaban legalmente. Los policías les quitan los ‘cachos’ y los fósforos a unos fumadores y van a vendérselos a otros, que acaban de perder los suyos en manos de otros agentes, los que, así mismo, fueron a vendérselos a otros, a quienes también se los incautaron. Todos fuman y todos ganan en esta nueva cadena de saqueo. A eso se ha reduciendo no solo el servicio de policía sino el país entero. Gonzalo Guillén es periodista.
Luis Almagro @Almagro_OEA2015
Saludamos al pueblo brasileño por jornada electoral de hoy. Felicitamos al Presidente electo Jair Bolsonaro y aplaudimos su mensaje de verdad y paz. Cuenta con compromiso de Secretaría General OEA de trabajar en forma conjunta x democracia, #DDHH, seguridad y desarrollo de región 19:02 - 28 Oct 2018 TRUENO. ¿Qué le habrá pasado al Secretario General de la OEA? ¿Cuál “mensaje de verdad y paz” de Bolsonaro estaba aplaudiendo? ¿Sus alabanzas a las dictaduras? ¿Sus discursos de homofobia y misoginia? ¿Su racismo? ¿Es el mismo Almagro que critica al chavismo por violar los derechos humanos? TRINO
Iván Duque @IvanDuque
Quiero poner a Colombia en la senda de crecimiento, en la que tenemos que comenzar superando el 4% el año entrante. Si tenemos el fomento a la inversión, al emprendimiento y la transparencia en las reglas de juego, con planes a más de 10 y 20 años, vamos por el camino correcto. 12:35 - 29 Oct 2018 TRUENO. Lástima que “la transparencia en las reglas de juego” y la meritocracia de la que tanto se habla en este gobierno no las tenga en cuenta el propio presidente Duque, al hacer nombramientos como el de Claudia Ortiz, a quien le va a dar puesto contra viento y marea, así no reúna los requisitos necesarios para el cargo que va a ocupar.
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PSEUDOENTREVISTA
Proust pregunta; #ElPresidenteEterno responde El infalible, el irremplazable, el innombrable, el intachable responde, con su acostumbrada franqueza, el urticante cuestionario de Un Pasquín, que no le hizo ni cosquillas.
¿Cuál es su idea de felicidad terrenal? La reelección perpetua. ¿Cuál es su miedo más grande? Volverme blandito. ¿El rasgo que más deplora de sí mismo? ¿A usted qué le importa! ¿Sí ve como son ustedes los periodistas santafereños? Siempre buscando algo que criticar… Si después de muerto pudiera volver a la Tierra, ¿quién o qué le gustaría ser? Un gatillo. Mejor dicho: un gato chiquito. ¿El rasgo que más le gusta en otras personas? La sumisión. ¿Cuál cree que es la virtud más sobrevalorada? La trasparencia. ¿Qué es lo que más le gusta de su apariencia? Mi apariencia. ¿De qué es de lo que más se arrepiente? De dejar rastros. ¿Cuál es su más preciada posesión? ¿Aparte de la presidencia...? ¿Cuál considera que es la peor miseria? Que a uno lo descubran. ¿Cuál es la cualidad que más admira en un hombre? La lealtad.. ¿...y en una mujer? Que coma callada. ¿Con qué personaje histórico se identifica? Con Napoleón y con Stalin... ¿Cuál es su héroe de ficción? Rambo. ¿...y de la vida real? Jair Bolsonaro. ¿Cuándo y dónde ha sido más feliz? El 7 de agosto de 2002, en el palacito. Si pudiera, ¿qué cambiaría de su familia? La finquita; por una más grandecita. ¿Cuándo miente? ¡¡Nunca!! ¿Cuál es su idea de la fidelidad? José Obdulio. ¿Cuál es su peor vicio? No tengo vicios.
¿Cuál es el rasgo que más le gusta de su personalidad? La perfeción. ¿Cuál es su paseo favorito? Pasear a Iván; le encanta jugar con una pelota. Yo se la tiro bien lejos y él sale corriendo y me la trae al momentico... ¿Cuál ha sido el más grande amor de su vida? Las potrancas. ¿Qué es lo más escandaloso que ha hecho? La operación Orión. ¿Qué idea tiene de la muerte? Debe ser como perder un plebiscito. ¿Qué lo hace reír? Nada. ¿Qué lo hace llorar? Los hombres no lloran. ¿Cuál es su mayor logro? La seguridá democrática. ¿Cuál es su lema? Zulema Jattín.
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EL RETRATO DEL MES
Perfil tomado del libro 101 Retratos Havladdos. Cortesía de Penguin Random House.
MORALES HOYOS VIVIANE ALEYDA —LA RELIGIÓN COMO LEY
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Por más que Viviane Morales venga a posar de mártir, lo cierto es que ella, alegando una supuesta libertad de conciencia, lo que busca es transformar sus quod patuit, convicciones religiosas en leyes discriminatorias y excluyentes, para usque d in intrat atropellar los derechos de muchos ciudadanos, empezando por la población LGBTI. Yo no entiendo cómo esa senadora quae ad modo ha sido tanto tiempo congresista del Partido “Liberal”. No sé cómo, en el pasado reciente, ese partido pudo darle el aval a Viviane, que siempre ha enarbolado banderas tan retrógradas como las de et mentales Ordóñez, Galat o Uribe. Tal decisión sólo se explica desde la perspectiva utilarista del voto, dada la disciplina que caracteriza a los alas clamorem fieles de las iglesias cristianas, a los cuales Viviane y demás políticos evangélicos tienen tan sanguinsit bien adoctrinados. Lo más triste es que, con su dicit Ioannes extremista formación religiosa, la exfiscal y candidata, al mejor estilo de un quod in et quae facit Poncio Pilatos, usa sus creencias para divinas, ad ducunt lavar sus pecados terrenales. Digo, electorales.
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BONO SE DESPACHA CONTRA EL BREXIT
E
l diario londinense The Independent recogió las palabras del líder de la mítica banda U2, poco antes de dar inicio a un concierto en Londres el pasado 23 de octubre. Según el periódico, “los rockeros irlandeses no son ajenos a hacer declaraciones políticas” y Bono decidió expresar abiertamente sus opniones sobre el Brexit. Antes de tocar la canción "Get Out Of Your Own Way", Bono optó
por dirigirse a la multitud en el auditorio ‘O2 Arena’ y compartir sus pensamientos sobre la decisión de Gran Bretaña de abandonar la UE.
“Acabamos de realizar una gira por toda Europa y, sin importar lo que pienses, todo lo que escuchamos de Madrid a Berlín, de París a Ámsterdam es que la gente ama el Reino Unido. Ellos te aman. Y nadie quiere que te vayas. Y eso es sólo la verdad. Para nosotros, es más que una estrella de oro que cae de una bandera azul. Es una pérdida de sueños compartidos, fuerzas compartidas. Sin ti, somos menos. Sin
Imagen de archivo / Agencia efe
ustedes, los ingleses, los escoceses, los galeses, los irlandeses del Norte, somos menos”, dijo el cantante, de 58 años.
El periódico también publicó las reacciones de varios lectores que aplaudieron el gesto del cantante irlandés y agregó que “las fotos tomadas por fanáticos en el evento que muestran que Bono hablando mientras estaba delante de una bandera de la Unión Europea, donde una de las estrellas había sido cambiada para parecerse a Union Jack (la bandera de Gran Bretaña), que estaba rodeada por un corazón. “U2 no necesariamente atrae a todos, pero el hecho de que Bono tenga los mismos puntos de vista que el medio millón de personas que marcharon por Londres, y los cerca de un millón que han firmado la petición ‘Final Say’ (para que el pueblo tenga la última palabra sobre el Brexit), significa que podrían haberse ganado unos cuantos fanáticos más”, concluye el reporte del diario británico.
Archivo / Agencia efe
EN EL PERIODISMO LA OBJETIVIDAD ES UN MITO; LA LIBERTAD, UN DERECHO Y LA INDEPENDENCIA, UNA OBLIGACIÓN.
Roger Waters pidió a Brasil que rechazara el “fascismo” de Bolsonaro El famoso rockero Roger Waters también hizo públicas sus opiniones políticas y, en vísperas de la segunda vuelta presidencial en Brasil, en Curitiba –como lo hizo a lo largo de toda su gira por ese país– se pronunció contra Jair Bolsonaro. “Esta es la última oportunidad para resistir al fascismo. Él no”, se leyó en las pantallas del estadio Antonio Couto Pereira durante el intervalo del concierto que ofreció el exintegrante de Pink Floyd en la ciudad de Curitiba, en el sur del país. El mensaje fue proyectado pocos minutos antes de que venciera el plazo para la propaganda política y, como en los otros conciertos que el músico británico ofreció en el país durante las últimas dos semanas, el público reflejó la polarización que vive el país y se dividió entre aplausos y abucheos. Bolsonaro, un capitán de la reserva del Ejército nostálgico de la última dictadura (19641985) y conocido por declaraciones tildadas de machistas, racistas y homófobas, resultó vencedor en las elecciones y es ahora el presidente electo de Brasil. / efe