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CAPITULO III
CAPITULO III
3. EL FOLCLOR EN LA MÚSICA
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3.1. El ritmo y la melodía
La fase más antigua de la música corresponde al ritmo es decir, que en los orígenes de aquella fue primero el ritmo. La melodía apareció más tarde. Quizás el sonido resultante de palmotear con las manos o de golpear repetidamente un tronco hueco o de frotar dos objetos sólidos fueron, en el mundo del hombre primitivo, las primeras células rítmicas de que se valió para procurarse una satisfacción sonora. La melodía en cambio, iniciada elementalmente con el canto, necesitó de ciertos perfeccionamientos, como era la aparición o invento de tubos o cavidades, que al recibir aires a presión producían sonidos agradables, que poco a poco se fueron ordenando en un proceso armónico.
Las tradiciones musicales se conservan esencialmente en estos dos aspectos y también, por consecuencia, en la forma como se ejecutan los instrumentos. Para que una pieza musical pueda ser calificada como folclórica, se requiere que tanto el ritmo como la melodía y los instrumentos encajen fielmente dentro de los usos o técnicas, gustos y costumbres tradicionales.
Es frecuente que algunas personas llamen música folclórica a composiciones o arreglos de autores conocidos, en los cuales se respeta el ritmo y hasta la manera de ejecutar los instrumentos autóctonos, pero con variaciones inventadas en la melodía o la armonización. En este caso no podría hablarse de folclor, porque la obra no llena los requisitos de autenticidad para tener la categoría de tal.
En muchas manifestaciones del folclor musical la voz humana, en forma de canto, dejo vocal o exclamación, va asociada al ritmo para acentuarlo o para acompañarlo y en otras ocasiones se hace cargo de la melodía. Pero de todas maneras, el uso de la misma debe corresponder a los modos vernáculos. Así mismo, los instrumentos musicales deben ser fabricados con los materiales y las técnicas que impone la tradición.
Para entender mejor el origen de la música como arte, nos remitimos a las opiniones del musicólogo español Adolfo Salazar en su libro "La Música", refiriéndose a la prehistoria: "La música comienza en el momento en que el hombre se descubre a sí mismo como un instrumento de música". Desde que el hombre existe sobre el planeta ha sido capaz de producir con su propio cuerpo diferentes clases de sonido. Con el aparato respiratorio, pulmones, laringe, boca, emite sonidos que, en un principio inarticulados, pero siempre expresivos de una volición, terminarán por integrarse en módulos de cuyo conjunto y articulación saldrán diferentes formas de comunicación humana. Con sus manos y sus pies puede producir, además, sonidos percutidos; cuando choca una mano contra otra, cuando hace chasquear los dedos o cuando con la palma de la mano se golpea, alegre o colérico, en diversas partes del cuerpo. De hecho el hombre es un 46
instrumento de música: en el primer caso es, como la "tibia utricularis", la cornamusa, museta o gaita, un instrumento de caña simple con depósito de aire. Merced a diversos ardides puede regular la emisión de sonidos, fisiológicos, puede decirse; cambiarlos de intensidad, de entonación y aún de timbre y de volumen. Otro tanto puede hacer con las autopercusines o con las que práctica golpeando el suelo con los pies. Cuando el hombre descubre que los sonidos que puede producir con su propio cuerpo son capaces de regulación, la Música nace…" No tardará en producir sonidos con útiles diversos que encontrará al alcance de la mano, después de haber utilizado la mano misma. El "instrumento" aparece al servicio de la "technes" tras de haber sido el hombre instrumento de sí mismo. Ahora va a manejar el sonido, a regularlo con la mano. Dos músicas, pues van a comenzar así su existencia: la música que engendra en el aparato mismo de la voz, la música vocal y la música que organiza con el instrumento, piedra que golpea, árbol hueco que resuena, vaina llena de semillas secas, quijadas de animales muertos que se raspan con el hueso, agudos silbidos que se producen soplando en un hueso con médula… El material sonoro suele ser ruidoso o musical; esta segunda aceptación es el resultado de selecciones largamente gestadas en la historia del sentimiento humano, cuyas fases sucesivas pueden establecerse de tal forma que siguiéndolas, se irá haciendo la historia de la música en sus etapas primitivas:
a) Sonido indiferenciado sin entonación, no entonable;
b) Sonido entonable: a) entonación variable; b) entonación fija.
Tanto los sonidos indiferenciados como los entonables pueden ser sujetos a medida y proporción:
a) por rapidez en la sucesión (agógica de la conducción), (lento – rápido), ("tempi").
b) por cantidad de fuerza relativa (dinámica del sonido), (fuerte – débil o f-p), ("acento").
c) por distinción de cantidades de duración (largo – corto), cuya combinatoria engendra el ritmo…"
Y continuamos con Salazar: "Según nuestro concepto, la melodía es el lenguaje mismo del músico y patrimonio suyo, merced al cual nos transmite su pensamiento". Refiriéndose a las culturas no europeas asiáticas, africanas, y americanas, agrega: en tales pueblos "el músico está entendido como un simple agente, que utiliza el lenguaje de la música para expresar un sentimiento plural, común al grupo social al que pertenece. Este lenguaje, por lo tanto, estará lejos de ser propiedad suya. Por el contrario, al ser un modo de exteriorización de ideas tradicionales y convenidas, el músico no puede intervenir en lo esencial de ellas. Pero mientras se conserva esa base esencial, el músico tendrá un margen de libertad para encontrar un modo de realización no literal de aquella sino que puede
ser improvisado; en términos generales se trata de encontrar variantes o los patrones básicos sobre los que reposa la convención o tradición melódica: que son normalmente de orden ornamental". (Los subrayados son nuestros).
3.2. Los Instrumentos musicales
En sentido general, con algunas excepciones, los instrumentos de música folclórica, se dividen en dos grandes familias: los melódicos o los encargados de dibujar y desarrollar la melodía o "hacer el canto", y los rítmicos, cuya función esencial es de acompañamiento, como apoyo para marcar el ritmo. Sin embargo, algunos instrumentos como el tiple en la Zona Andina y la marimba de chonta con resonadores del Litoral Pacífico, desempeñan ambos papeles.
La clasificación internacional de los instrumentos es como sigue:
a. IDIOFONOS
En ellos el material del instrumento produce el sonido o el ruido gracias a su rigidez y a una elasticidad suficiente por golpe, punteo, frotación o soplo.
Se subdividen en:
De choque: (CH) Las claves macho y hembra; la carraca o mandíbula de res; la canoa, la batea (ambas indígenas); los picos de coyongo de Mompóx; el maguaré Huitoto.
De entrechoque: (ECH) Las cucharas de madera de la Zona Andina; las piedras sonoras ñaguindali de los indios Piratapuyo del Vaupés; los platillos del Chocó.
De sacudimiento: (SAC) Las Maracas, Guasás, Capachos. Las primeras en todo el país, los segundos en el Litoral Pacífico y los últimos en los Llanos Orientales; el Chucho o Alfandoque de Tolima, Huila y Boyacá; el Quiribillo, triviño o soniche de la Zona Andina; el Guache de Cauca y Nariño; la Nacha o Nassi de los indios Cuna; la Tani de los Kogui; la Zira (Guajiros); Firisai o cascabel Huitoto; el Zha (Kamsá e Ingano); el Uaitú (Tucano), la Nasa y la Nyaxranu (Tucano); el Käapolet (Cuna), etc.
De fricción: (FR) Raspa de caña o raspador (Zona Andina, Litoral Atlántico); la esterilla del Tolima, Huila y Boyacá; la guacharaca de caña o calabaza (Guajira y Litoral Atlántico); la Carraca o Mandíbula de Boyacá, Santanderes y Cundinamarca; la Caparazón de Armadillo (gurre); la Yukumana (Kamsá e Ingano); el Markoné (Kogui); el Peyúuari y el Goo (Tucano).
De Lengüeta: (LEN) Matraca de trinquete de la Zona Andina.
De percusión: (PER) Marimba de chonta con resonadores del Litoral Pacífico; el Yalomo (Bora); Weká (Tucano).
Características particulares de algunos instrumentos idiófonos
Las Claves: (CH)
Son dos trozos de cilindros de unos 20 a 25 cms., de largo, hechos de madera dura, generalmente chonta (macana) y cortados uno más largo que el otro: el corto se denomina "clave hembra" y el largo: "macho". Se usa en el Litoral Atlántico, para marcar el ritmo.
Las Canoas y Bateas: (CH)
Se trata simplemente de canoas de navegación (se les suele decir "potrillos") que puestas al revés, con la quilla hacia arriba, son golpeadas con trozos de madera dura en distintas partes, para producir diferentes sonidos. El timbre es grave y de mucha resonancia. Igual uso tienen las bateas de empleo doméstico, que a veces son colgadas para facilitar la ejecución. Esta aplicación es frecuente entre los indígenas Noanamá (Chocó) y Embera del Litoral Pacífico.
Las Cucharas: (ECH)
Son los mismos implementos de cocina, fabricados en madera dura, comúnmente granadillo, naranjo o amarillo. Para ejecutarlas, se toman en sentido opuesto, por el lado contrario a la cavidad, golpeándolas con apoyo en una pierna o en el antebrazo y ayudándose con las dos manos.
El "Maguaré": (CH)
Se trata, en realidad, de un tambor de madera, usado entre los indios Huitoto, Tucano, Ticuna y otras tribus. Suele ser de varios tamaños y se destina a funciones rituales. Por el gran poder de resonancia que lo distingue, los nativos utilizan su sonido para comunicar avisos a distancias considerables (hasta 10 kms.). Consiste en un tronco de madera fina, de paredes gruesas, ahuecado al fuego y en uno de cuyos lados se dejan una o dos bocas para dar mayor escape al sonido. Se suele pintar de colores fuertes: rojo, blanco, negro, amarillo y para fabricarlo se emplean maderas de gran resistencia a la intemperie. La percusión se produce por golpe a dos manos con trozos o mangos de madera dura, una vez que el instrumento ha sido colgado con bejucos de un árbol o puesto oblicuamente sobre un tendido de madera. El maguaré grande recibe el nombre de "macho" y el más pequeño, se llama "hembra". Antes de dar al uso este tambor, se realiza una ceremonia especial, en la cual desempeñan un papel importante los ancianos de la tribu.
Las Maracas y Capachos: (SAC)
Son cavidades globulares generalmente hechas de calabaza, dotadas de un mango de madera, y dentro de las cuales se introducen semillas duras o achiras, piedrecillas o granos de maíz, millo, etc. Al sacudir el cuerpo, el sonido se produce por choque entre las paredes y el contenido de semillas. Las calabazas van decoradas de distinta manera (pintura, dibujos incisos, labrado). A esta familia pertenecen igualmente la Nasa y el Nyaxranu de los indios Tucano y otras similares como la maraca ritual de los Guahibo. También se puede asimilar a este género el "guache", típico de la chirimía caucana, que es una media calabaza recubierta con una tela y amarrada en forma que se puede tomar por las puntas inferiores de la misma.
El Chucho, los Guasás: (SAC)
Ambos tienen estructura similar. El "chucho" o "alfandoque" es un trozo o cañuto de guadua de 30 a 40 cms de extensión, rebanado y alisado en su interior, dentro del cual se introducen semillas, piedras muy menudas o granos secos. Se sacude alternándolo horizontalmente entre las dos manos, tomadas con las palmas hacia abajo. Los guasás, típicos del Litoral Pacífico, tienen menos diámetro y en su fabricación se emplea a veces palma de chontaduro. Se le clavan puntillas para afinar el timbre y son comúnmente decorados con figuras geométricas incisas.
El Quiribillo (Triviño o Soniche): (SAC)
Está formado por diez trozos de 12 cms de caña delgada, carrizo o bambusa muy pulidos, que se ensartan con cabuya para hacer un haz, de modo que los diez hilos se amarran por ambos extremos, haciendo nudo. Para ejecutarlo, se toma un nudo de un extremo con una mano, dejando el otro quieto y luego se turna con la derecha, en la misma forma, según el ritmo que se quiera llevar.
El Firisai: (SAC)
Es un cascabel usado por los indios Huitoto, formado por haces de cortezas de semillas duras amarradas con lianas delgadas o cáñamo, bien en el extremo de una vara larga que permite accionarlo libremente o en forma circular en las piernas y aún a los brazos. Las cáscaras de las semillas van ensartadas mediante perforaciones. Estructura similar tiene el cascabel kurubeti de los Tucano y el bebóru de los Cuebo, lo mismo que el tsakápa de los indios Cucama.
La raspa o raspador: (FR)
Consiste en un trozo de cañabrava, de unos 40 a 60 cms. de largo, con un corte en la parte central que puede ser de 10 a 20 cms. y con un diámetro de 3 a 5 cms. Se frota con un "peine" de hueso, un haz de varillas delgadas de madera dura, unas puntas de alambre insertadas en madera, etc. La pared externa de la caña lleva muescas o hendiduras transversales hechas a igual distancia, a todo lo largo. 50
El sonido se puede aumentar o disminuir tapando la oquedad intermedia con una mano o acentuando la presión con el "peine". Este instrumento registra un uso milenario entre los pueblos de la prehistoria americana, habiéndose generalizado también entre los grupos negros. A esta familia pertenece también la "guacharaca" de calabazo, que consiste en una calabaza de gran tamaño ranurada transversalmente, que se frota con un trozo de madera dura y flexible o con peines de palo.
La Carraca – (mandíbula de burro o de res): (FR)
Una quijada de burro, de vaca o de toro puesta a secar al sol, permite que los dientes, amarrados por cartílagos al hueso oscilen y vibren. Esta cualidad es aprovechada en la Zona Andina y antes en los Llanos Orientales, para producir un sonido suave y terso, mediante frotación con una pluma o peine de palo de puntas muy delgadas. A veces simultáneamente, se golpea el hueso con las manos para producir un efecto sonoro muy peculiar y de agradable efecto.
El Caparazón de Armadillo o Gurre: (FR)
La concha o cusca del "Didelphis novencinctus": "cachicamo" en los Llanos Orientales, jusa, tato, armajusa, jerre-jerre en diversos lugares, una vez seca, por tener una superficie rugosa, al frotarla, produce un sonido de timbre suave, que tiene aplicación en algunos acompañamientos rítmicos aunque ya muy en desuso en la Zona Andina. Este instrumento también se fabrica con coraza de tortuga adulta, y entre los Ingano y Kamsá se llama "yakumana". Los Kogui lo denominan "markone", y los Tucano "peyúuari".
La Marimba de Chonta con resonadores: (PER)
Es el más importante de los instrumentos del Litoral Pacífico. Consiste en una "cama" hecha con dos "largueros" de madera fuerte, montados en forma de trapecio, es decir, divergentes, situados más o menos a 30 cms. el uno del otro en un extremo y a 70 cms. en el otro, unidos por dos bastidores. Los largueros van cubiertos por encima con fibras amarradas de corteza de coco, a manera de amortiguadores y sobre ellos se colocan 24 tablillas de chonta pulida (a veces 32), que tienen un espesor aproximado de 1 ½ cms, anchura de 5 a 7 cms. y longitud entre 20 a 25 cms. en el extremo angosto, hasta 70 u 80 cms. en el más ancho, teniendo en cuenta que las tablillas exceden en algo el límite de la cama. A todo lo largo y exactamente por la mitad del trapecio formado por los largueros, una vara flexible o bejuco tensionado, sirve de soporte a una serie de cañutos o tubos de guadua de diámetro proporcionado, debidamente ensartados mediante perforación, que van colocados exactamente debajo de cada tablilla, en forma escalonada, de menos a mayor. Los tubos van abiertos por encima y tapados por debajo con la misma pulpa de la guadua, en diámetros que pueden oscilar entre 8 y 12 cms. y longitudes entre 20 y 80 cms. Para evitar que el peso de la sarta de cañutos evite su regulación, se introducen "pasadores" de lado a lado de la cama, soportando el bejuco de manera que la distancia entre las tablillas y cada tubo de 51
guadua sea uniforme. La marimba se golpea con dos tacos elaborados con palos cortos de madera fina en uno de cuyos extremos llevan una bola de caucho crudo, elementos que reciben el nombre de "bordones". El instrumento se toca, bien puesto sobre el suelo adosándole soportes o "patas" o colgándolo con lazos o bejucos del techo de la vivienda. Actúan uno o dos ejecutantes a dos manos, caso en el cual, puestos uno frente al otro, uno golpea las tablillas cortas para dar los sonidos agudos y el otro, las tablillas largas, para producir los bajos o graves. El primero se llama "tiple" y el segundo "bordonero". La marimba es básica en la interpretación del "currulao" de la Costa Pacífico, y su uso se extiende hasta la provincia de Esmeraldas en el Ecuador.
b. MEMBRANÓFONOS
En ellos el sonido o ruido se produce por golpe, punteo, frotación o soplo sobre cuero o membranas estirados y tensionados y puestos sobre un cuerpo cilíndrico, cónico o ahuecado que sirva de caja de resonancia.
Se subdividen en:
De una membrana y fondo abierto: (IM–FA), "el pechiche", usado en San Basilio de Palenque (Bolívar) de 2 a 2,60 metros de largo; el "llamador" y el "tambor mayor", de la Costa Atlántica; la "caja" vallenata; el "currulao", usado en el departamento de Bolívar; la "pandereta" o "pandero", de uso generalizado.
De una membrana y fondo cerrado: (IM-FC), los "cununos" macho y hembra del Litoral Pacífico.
De una membrana perforada: (1M-Pf), la "puerca" o "marrana" del Tolima, Huila y Boyacá; el "furruco" o "zambombia" de los Llanos Orientales.
De dos membranas: (2M), las "tamboras" indígenas; "caachi" (Guajira); "tondoa" (Emberá); “tonoá” (Kamsá); el "bombo" macho y hembra; el "redoblante"; "cuchimbalé" (Guambiano); el "kut" (Páez); el "pujador" o "arrullador" (Costa Atlántica); el "bomba" (Ingano); el "chimborrio" o tambor cuadrado de Boyacá.
Características particulares de algunos instrumentos membranófonos:
El Pechiche: (1M-FA)
Tambor de origen africano, destinado a usos rituales en el "lumbalú" de San Basilio de Palenque: Tiene forma cónica, con un largo de 2,00 a 2,50 metros. El parche o membrana es de cuero de venado o saino, y recubre la boca de mayor tamaño, reforzándose con un aro de bejuco del cual salen, a su vez, cuerdas gruesas en forma de V o W llamadas "llaves", que van a un cinturón también de bejuco, que encierra las cuñas adosadas para producir el temple o tensión, Se ejecuta con las manos, golpeando la membrana, y su uso está reservado sólo a
ciertas personas que dominan los toques y tienen una categoría ceremonial, conocida como "batá".
El Llamador y el Tambor Mayor: (1M-FA)
Los conforma un cuerpo cónico, para el primero, de una altura de 20 a 40 cms. y para el segundo, de 60 a 80 cms. La membrana, puesta en la boca ancha, se ajusta con un aro de bejuco. Las "llaves" por lo común hechas de cabuya, cuero o lazo, van atadas desde el aro hasta el cinturón que aprieta las cuñas, puestas en número de cinco o seis. En esta forma, al golpear las cuñas la membrana se templa. Esta descripción comprende también la llamada "caja vallenata" auténtica, es decir, la que no presenta modificaciones en los materiales, pues en los últimos años se denomina "caja" un instrumento hecho con parche de plástico, sin cuñas y aro y llaves de metal.
La "Pandereta" o Pandero: (1M-FA)
No tiene un tamaño fijo. La conforma un aro hecho en madera flexible, delgada, que puede tener un diámetro de 30 a 60 cms. Sobre el aro, que tiene un fondo muy angosto (5 a 10 cms.) va pegada la membrana, hecha de cuero de venado, conejo o ternera, cuya tensión se hace con un cinturón o corona clavada en forma fija. Por otra parte, el aro lleva cuatro a seis ranuras rectangulares, cada una de las cuales tiene un eje en el cual se instalan dos o tres rodetes de madera fina o metálicos, que al golpear la pandereta produce el sonido característico de la misma, La pandereta es el instrumento tradicional de los villancicos, pero se usa para el acompañamiento en Boyacá, Cundinamarca y Santanderes, sobre todo en el "torbellino".
Los cununos (macho y hembra): (1M-FC)
Son tambores de origen netamente africano y se conservan en toda su originalidad. Consisten en un tronco ahuecado, de forma cónica y paredes gruesas, hecho en madera de cangaré, campano, machare, etc., de altura aproximada de 60 cms. para el cununo hembra, y hasta 1,20 mts. para el macho.
La membrana, tomada por lo común de piel de venado, saino o tatabro, se ajusta por la parte más ancha del tronco, ahorcándola contra el mismo por medio de un aro fuerte de bejuco, al cual se atan las "llaves" hechas en cabuya gruesa, lazo o cáñamo trenzado, haciéndolas llegar hasta el cinturón que sostiene las cuñas de madera, destinadas a la afinación y que se cruzan en forma de V, W, N, etc.
La afinación, como en todos los tambores de este tipo, se produce adosando las cuñas contra el tronco y golpeándolas, para que al apretarse ellas contra el cinturón que las sostiene, tensionen a su vez, el aro del parche. Los cununos son los instrumentos de percusión característicos del toque de "currulao".
La Puerca o Marrana, Furruco o Zambombia: (1M-PF)
Son instrumentos muy similares: la "puerca" o "marrana" se usa en el Tolima, Huila, Boyacá, Cundinamarca, siendo característica del acompañamiento de "rajaleña" y "torbellino"; el "furruco" o "zambumbia" pertenece a los Llanos Orientales. Todos son descendientes de la "zambombia" española. Consisten en una calabaza de gran tamaño, recortada más o menos a la mitad, sobre la cual se tiende la membrana por lo común de ternera, venado o conejo, se sujeta con un aro superior y paralelamente en la parte de abajo se tiende otro cinturón de lazo, entre los cuales se tejen las "llaves" de cabuya, para tensionar el parche. En medio de éste se inserta una vara lisa, delgada de madera, de unos 30 a 40 cms. de altura, que se recubre con cera; al frotar la vara vibra la membrana y repercute en la calabaza, ocasionando un sonido ronco, de timbre especial, semejante al gruñido de los cerdos. A veces la calabaza es sustituida por un barril o recipiente labrado en un tronco, para buscar un sonido más fuerte.
Las Tamboras Indígenas: (2M)
Todas presentan una estructura muy similar. Por lo tanto, las diferencias son de tamaño. Consisten en un tronco cilíndrico de paredes delgadas, bien labrado en madera fina o ensamblado, que lleva en sus dos bocas una membrana de piel que puede ser de "chivo", conejo, saino, venado o ternera, Cada membrana va ajustada también por un aro de madera, unas veces a manera de cinturón plano y otras con bejuco o cabuya gruesa y entre los dos parches se tienden tejiéndolas, las lazadas que hacen de "llave" de tensión.
En ocasiones las llaves se encuentran en el centro de la tambora para enrollarse en un lazo, que al rodear el cilindro, soporta la presión de ambos parches. Siendo las tamboras de mayor tamaño, se les denomina "bombos", denominándose "macho" el más grande y "hembra" el más pequeño, cuando se usan los dos, pues para ciertas ejecuciones típicas se tiene muy en cuenta la diferencia entre los timbres graves de tales instrumentos. Las tamboras se ejecutan de distinta manera: unas veces golpeando con los dedos los parches (indios Noanamá, "kaachi" Guajiro, tambora Guambiana).
Otras, aporreando uno de aquellos con un palito delgado (tambor "yagua", el "tooto" de los indios Ticuna). En otras ocasiones, como en el caso de los "bombos", el golpe se da con un mazo de madera corto, dotado de cabeza de trapo amarrado o caucho crudo. La llamada "tambora sanjuanera" del Tolima y Huila, se percute también con palito o mazo. Ciertos ritmos en el Litoral Atlántico se acompañan también con "paliteo" (porro, fandango) que es el golpe repicado con palos sobre la madera del tambor, a una o dos manos.
Los indios Catío (Antioquia y Caldas) usan un tambor pequeño forrado totalmente en tela de caucho crudo, y que tensionan también por medio de cuerdas, abrazadas al cilindro. Pertenece a este género el llamado "redoblante", que no es autóctono, pero ha sido incorporado por folclorización a las costumbres musicales
del Chocó. Se diferencia en que una de las membranas está atravesada por una cuerda vibrátil, que le comunica una tesitura especial a la percusión. Se toca con palitos, a dos manos, y se cuelga en la cintura. El redoblante es una aculturación de los instrumentos europeos que llegaron por importación para las bandas de música, a fines del Siglo XIX.
El Chimborrio (Tambor Cuadrado): (2M)
Este tambor, ya casi desaparecido, aún se conserva en algunos lugares del centro de Boyacá (Tuta). Consiste en una caja de forma rectangular, hecha en madera pulida, cuyos costados tienen aproximadamente 30 cms. de longitud y de la cual se dejan sin recubrimiento de madera dos de los lados, sobre los cuales se insertan dos membranas de cuero de venado, tatabro o conejo, tensionándolos con un lazo o bejuco en forma de cinturón.
De parche a parche van las llaves de "pita" o cabuya fuerte, que sirven para templarlo, tendidas en V, N o W. El tambor se hace pender de un anillo de cabuya, para llevarlo colgado al aire, pero a veces va ceñido al cuerpo por la cintura y se percute con mazo de palo, palillo o mango de caucho crudo. El chimborrio se usa para acompañar el "torbellino", la "guabina", los bambucos".
c. AERÓFONOS:
Se dividen en dos grupos:
Libres: El aire vibra alrededor del instrumento, en la medida en que éste se mueve o se agita.
De solo: El sonido se produce por la inducción o soplo del aire sobre una o varias cavidades tubulares, globulares o irregulares.
Libres: (LIB)
El "palo zumbador" de los indios Bora, Noanamá, Emberá, Muinane; la "hojita" de árbol de naranjo, limón o guayabo de la Zona Andina; el "birimbao", timbirimba o arpa de carraca de la Guajira; el "globo zumbador" del sur de la Zona Andina.
De soplo:
De silbato simple: (SS)
El aire penetra por un orificio y se escapa por otro u otros. Los "silbatos" de arcilla cocida, de hueso, de vegetales típicos de algunas tribus indígenas (Motilones, Noanamá, Embera, Tucano); el "taeki", de los Cunas y de los Embera.
De silbato compuesto: (SC)
El aire penetra por un hueco determinado y sale por uno o varios, previa la obturación de uno de ellos. El "bgüi-buico", silbato de los indios Curipaco; el "sikano", de los Huitoto; los "silbatos" de arcilla comunes (zoomorfos).
De boquilla: (BQ)
El aire penetra a la cavidad por medio de una boquilla o pico, incrustada en la parte superior del instrumento. Son flautas verticales como las "gaitas" macho y hembra del Litoral Atlántico, derivadas de las "suarras" de los Cuna; la "quena" (de escotadura); el "kamusuit", el "korkikala", el "tetenono" (Cuna); el "kúisi sigí" y el "kúisi bunzi" (indios Kogui, Sierra Nevada); el "botuto" (Piaroas); la trompeta "miyesfjuá" (indios Kamsá); la "uriga" (indios Macuna); la "kurilina (Cubeo); el "siruu" o trompeta de balso de los Catío; la "wakuurmía" o trompa de caña Noanamá; el "churo" (Embera); el "suribí" o trompeta Cubeo, Isana, Baniba; el "cacho" o cuerno de res de uso común en los campos, especialmente los Llanos Orientales; el "yuruparí" o trompeta sagrada de los Piaroa, Bora, etc.; la "dulzaina" o "violina" o flauta vertical doble de Nariño.
De embocadura: (EM)
Al soplar, el aire penetra por un extremo del tubo o cavidad, sin ningún dispositivo especial, o por un orificio especialmente señalado. Flautas traveseras o traversas fabricadas en carrizo, de uso común: las flautas de cachupendo de los indios Páez, llamadas "kuvi nehuish", las "pegaté" (Guambiano); los "caracoles" (Ingano, Tucano, Noanamá, Páez).
De lengüeta simple: (LS)
El tubo de la flauta tiene una lengüeta labrada en la corteza de mismo, por lo común en forma rectangular, con recorte hecho por tres de los cuatro lados, que a veces se separa por medio de un hilo de pita o cáñamo, para permitirle mejor vibración. El aire pone a cimbrar la lengüeta y al entrar por las ranuras, produce sonido en el tubo. La "caña de millo" del Litoral Atlántico, también llamada "caña de lata"; la "chirimía", instrumento de tipo trompeta subsiste en Antioquia (Girardota y San Vicente); la "massi" (Guajira) y el "uótoroyó" o "totoi" de la misma región.
De lengüeta múltiple: (LM)
El acordeón, (Cesar, Magdalena, Guajira); el "yapurutú" (Tucano); el "minia-foná" (Guanano); la dulzaina armónica, de uso frecuente en la Costa Atlántica y la Zona Andina; el "peduyo" (Tucano).
De siringa: (SIR)
El aire insuflado penetra por una seria de tubos de caña, graduados de mayor a menor, de manera que el tubo más corto da el sonido más agudo y el más largo, el sonido más grave. Por lo común, los tubos van ensamblados por dos mediacañas atravesadas y amarradas, puestas en dirección oblicua, según la dirección de las cañas. El "capador" de la Zona Andina; el "rondador" de los Andes del Sur (Nariño y frontera con el Ecuador); los "chiflos" de Boyacá; las "siringas" o serie de tubos de tamaño escalonado, a manera de "tubos sonoros" sueltos o amarrados, que se tocan en serie, o flautas kuli (indios Cuna); los "kamupurrui" también de los Cuna; el "rerímbacue" y el "toribacue" de los Huitoto; el "ngoanasá" (Guanacha, indios Kamsá de Sibundoy); el "karisó", el "vebo", el "veo-pamé" (Tucano); el "uliapa" de los Guanano; el "talasuba" (Desana); el "sirumeé" (Muinane); el "perúliro" (Tuyuka); el "siröro" (Noanamá); el " siru" (Embera); el "soke" (Yuco-Motilón); el "tseko" (Ticuna); el "perúbali" (Carapana); el "orébi" (Ocaina); el "nunumatá" (Yagua).
De ocarina: (OCR)
El aire penetra por inducción en un cuerpo por lo común globular o irregular dotado de un orificio para soplar y cuatro o más, para digitación. Los instrumentos de este tipo suelen fabricarse de arcilla cocida o de cráneos de venado, sapo, etc., o bien de grandes cáscaras secas de frutos o semillas. El "sikano" (Huitoto), hecho con cráneo de sapo; los "kara-kara" (Tunebo); la "mukuki" (Barasana); las "daripará" y "doksará" (Yuco-Motilón); el "gaxpi-soro" (Tucano).
Características particulares de algunos instrumentos aerófonos
El Globo Zumbador (LIB): Un recipiente globular hecho de cerámica o madera, con huecos por todo el contorno, está sujeto a una vara larga por medio de una cuerda de cabuya o cáñamo de longitud proporcionada. Al darle rotación al globo por medio de la vara, se produce un zumbido, cuya intensidad depende de la fuerza y frecuencia de la rotación. Un principio similar tienen los llamados "discos zumbadores" de una sola cuerda. Hay otros de dos cuerdas, denominados "rumbadores", que consisten en un disco de madera o metal, con dos perforaciones, a través de las cuales pasan dos hilos largos, que se unen en los extremos. Se trenzan y se tensionan y al destrenzarse, la rotación que imprimen al disco produce el sonido.
Los Silbatos: (SS)
Hay de muy diversas formas, predominando los diseños zoomorfos, fitomorfos y antropomorfos entre las tribus indígenas, con los cuales se producen sonidos imitativos y se fabrican de barro cocido, madera, semillas secas, etc. En ellos, el interior vacío, deja entrar el aire por un hueco de insuflación y lo expele por otro.
Los Silbatos de arcilla: (SC)
También tienen figuras zoomorfas y fitomorfas. Llevan un hueco para insuflar el aire y dos más de escape, que se obturan con los dedos, según el tipo de sonido que quiere lograrse.
Las Gaitas: (BQ)
De la Costa Atlántica, divididas en "macho" y "hembra". Están constituidas por un tubo de caña de longitud variable: de 50 a 75 cms. y diámetro de 1,5 a 2,0 cms., sobre el cual va pegado un "fotuto" de cera de abejas mezclado con carbón molido y en cuya parte frontal hay una hendidura en forma de vulva, cuya función es dar escape a una porción del aire; sobre el "fotuto", que tiene aspecto de cabeza ovoidal, se clava un trozo de pluma de pava adulta, cuyo extremo interior llega hasta el tope del tubo de caña y que sirve de "pito". La gaita macho tiene un solo orificio, situado antes del extremo final y la gaita hembra lleva cinco o a veces seis orificios: aquella, cuyas notas son graves, sirve de acompañamiento melódico y ésta, de registro alto, tiene a cargo la escala melódica. Estos instrumentos se derivan de las "suarras" o suaras de los indios Cuna y tienen mucha similitud con los "kúisi" macho y hembra, de los Kogui de la Sierra Nevada de Santa Marta.
Las Quenas: (BQ)
Aunque la "quena" no es típicamente una "flauta de pico", se le incluye en este grupo porque en su estructura tradicional muestra una escotadura a la entrada del tubo, bien ovalada o rectangular, donde se colocan los labios para la insuflación. El instrumento está constituido por un tubo de caña o cachupendo, de aproximadamente 40 cms. de longitud y 2 cms. de diámetro, con 4, 5 o 6 orificios tonales, situados a igual distancia el uno del otro. En ocasiones la "quena" es más larga y más ancha, según el efecto melódico que se busque.
El "yuruparí": (BQ)
Instrumento ritual de los indios Piaroa, Bora, Huitoto, Sáliba, Desana. El Dr. Gerardo Reichel-Dolmatoff lo describe así: "…consiste en largos pedazos de corteza de árbol enrollados, de algo más de un metro de longitud. Para la estabilidad de este tubo se refuerza amarrando a lo largo de él unas dos o tres varas delgadas, sujetadas por fibras que se enrollan alrededor del tubo. Mientras los tubos se pueden hacer de cualquier corteza disponible, la boquilla, dixsiro o boca, debe estar hecha de madera de la palmacana o chonta (Gnilielma speciosa Mart) y consiste en un pequeño tubo de unos 15 a 20 cms. de largo que se inserta en el extremo más angosto del tubo…"
Las Flautas Traveseras (o traversas): (EM)
Tienen una gran difusión en la Zona Andina. Las compone un tubo por lo común de caña o queco pulido por su interior y obturado en un extremo, de unos 40 a 60 58
cms. de largo, por 1,5 o 2 cms. de diámetro. A unos 5 cms. del extremo obturado hay un orificio destinado a la insuflación y en la parte inferior, a igual distancia una de otra, seis perforaciones propias para la digitación. Algunas variedades de flautas traveseras sólo tienen cuatro o cinco huecos. Los indios Páez usan dos: una destinada a la función melódica, o mayor (“kuvi nehuish"), y otra para los bajos o acompañamiento ("kuvi nuch").
Los caracoles: (EM)
Aunque desaparecidos en muchas regiones, todavía subsisten entre los indios Noanamá ("concha"), los Tucano ("sihoo"), los Ingano ("churo"). El caracol tuvo una gran importancia musical en la época anterior a la Conquista. Aparece en la vida social y ceremonial de los Mayas, Aztecas, Quichés, en el antiguo México y fue instrumento preferido de los Chibchas y los Muiscas. Se emplea sin modificaciones, sólo que la insuflación se practica por un hueco excavado en la parte superior.
La Caña de millo o Caña de Lata: (LS)
Instrumento de ascendiente indígena, que fue apropiado por los negros del Litoral Atlántico. Es una flauta corta, en longitud de 30 a 40 cms., cuyo extremo superior va obturado. A unos 5 cms. del mismo tiene una lengüeta excavada de la corteza por tres lados, de unos 6 a 8 cms. de largo, bajo la cual se amarra un hilo de pita o cáñamo, que da contra el lado de la lengüeta que queda fijo, dispositivo que le permite a aquélla vibrar. La caña de millo consta de cuatro perforaciones iguales, dispuestas a igual distancia una de otra, hacia el extremo inferior y cuya función es tonal. Para ejecutarla, es preciso sincronizar el aparato bucal para expirar e inspirar con el grado de intensidad suficiente para provocar el sonido que se requiere, de acuerdo a la digitación.
El "Totoy" o "Uótoroyó – flauta de lengüeta simple de la Guajira: (LS)
"Consiste en una flauta de tres secciones: una cañuela o tudel de 10 cms. de longitud por 1,5 de diámetro, que lleva una lengüeta de 5 cms. de largo y 0,8 cms. de diámetro, adherida a la parte superior del tubo de la caña; este tudel, llamado en guajiro con la voz "sumúvalhun", va ensamblado o embutido en el cuerpo de la flauta propiamente dicha que mide unos 40 cms. de longitud y recibe el nombre guajiro de "sawawa". En la parte inferior, tercio más debajo de la caña, lleva cuatro agujeros digitales circulares que, por lo bajo de su posición hacen más grave el sonido; este cuerpo de la flauta desemboca libremente en un hemisferio de calabazo o totuma, que sirve de caja de resonancia y se llama en guajiro "sitanchó". Este calabazo puede estar suelto al extremo de la caña, pero sin que se separe ni desprenda o bien, adherido con cera. No es forzoso que el calabazo esté cortado hemisféricamente; puede hallarse casi completo y llevar sólo un corte o boca amplia. El "toré" de los Baniba es similar a este úotoroyó en su estructura. (Guillermo Abadía – Colcultura).
El Yapurutú: (LM)
Este instrumento típico de los indios Tucano, presenta características muy especiales: "En el ámbito indígena hay tres instrumentos interesantes que se incluyen entre los aerófonos de lengüeta múltiple, aunque en realidad sería mejor clasificarlos como de lengüeta doble. Son tubos de caña con el extremo inferior abierto y el superior taponado con cera a unos 3 a 5 cms. del extremo, pero dejando una ranura para el paso del aire que se insufla por el extremo superior del tubo como en una trompeta. Un orificio rectangular de 4,5 cms. por 1,5 cms. abierto a unos 9 cms. del extremo superior, da salida parcial al aire insuflado; el mecanismo de fonación se establece al romperse la columna de aire que sale por la ranura, contra una hoja en forma de lengüeta que cubre la mitad inferior de la ranura, anudándose sobre ella con un hilo de fibra vegetal; la columna de aire se orienta por medio de otra hoja igualmente colocada sobre la mitad superior de la ranura, pero dejando entre las dos hojas una luz que se agranda o disminuye a voluntad moviendo o corriendo las hojas hacia arriba o hacia abajo.
En el instrumento, que mide unos 154 cms. de largo por 2,5 o 3,5 cms. de diámetro del tubo, las dimensiones de detalle son las anotadas para el "yapurutú" o ""méxte-palo" de los Tucano. Este yapurutú, lo mismo que el "miniá-fona" de los Guanano, lleva un sector cubierto de dibujos grabados desde la distancia de 12 cms. a partir del extremo inferior y hasta los 45 cms. del mismo extremo; desde los 12 cms. hasta los 25 cms., el dibujo es una espiga trazada por un solo lado y desde los 25 hasta los 45, es un dibujo grabado en todo el contorno del tubo.
Un tercer instrumento de este tipo es el "peyudo" o "yapurutú" bifurcado de los Tucano. Este tubo de caña mide 87 cms. de largo por 2 cms. de diámetro. La ranura mide 4,5 cms. de largo por 1 cms. de ancho y está excavada a unos 18 cms. del extremo superior. A unos 22 cms. del extremo superior, el tubo del peduyo va abierto dejando sólo dos sectores de caña de 22 cms. de largo por 1 cm. de ancho.
Estas dos tablillas de caña llevan arrolladas dos tiras de corteza de árbol, que terminan sueltas a manera de colas que adornan el instrumento. La tela con que se hacen estas tiras son cortezas de árbol llamadas "tururí" o "majagua" o "marima"; las hojitas o lengüetas que tapan las ranuras se hacen de hojas secas de platanilla o bijao (Heliconia bihay)". (Guillermo Abadía – Colcultura).
Los Capadores o Rondadores: (SIR)
La clasificación "SIR" está tomada de la palabra "siringa" o "zampoña" que en la época antigua eran instrumentos pastoriles, semejantes a las "flautas de pan" o conjunción de varios tubos de distinto tamaño. Los capadores y rondadores, muy semejantes entre sí, pertenecen al armamentario musical de la Zona Andina y de muchos grupos aborígenes. Los conforma una serie de cañas, ocho o más, colocadas de mayor a menor, por lo común de carrizo, en igual diámetro, 60
graduadas desde 3 cms. hasta 20 o 25 cms. en unos casos, sin que haya una medida predeterminada, ya que la técnica de fabricación del instrumento varía de una región a otra.
Hay lugares donde se usan de 16 tubos, 24 o 32. Las cañas se amarran en serie con dos medias latas delgadas, colocadas en la misma dirección de los tubos y urdidas con pita, cáñamo o fibras vegetales. Los indios Cuna tienen una especie de siringa o juego de flautas denominadas "kuli", constituidos por tubos aislados, que se ejecutan separadamente, en números variables y que presentan longitud diferente, llagando a conformarse por nueve unidades. El conjunto es dirigido por un "kantule" (músico director). Otra especie la constituyen los conjuntos formados por tubos sonoros o "kuli" en número de cuatro, cinco o seis, dispuestos en dos series que los ejecutantes llevan colgados al cuello, produciéndose una polifonía muy característica y de excepcional originalidad.
Las Ocarinas: (OCR)
Son extremadamente variables en tamaño, forma y número de orificios y aunque su antecesora indígena fabricada en barro cocido y de forma globular ya casi no existe, una de las ocarinas más singulares es la de los indios Guahibo, que elaboran con el cráneo de un venado, al cual le dejan los cuernos, perforándolo tantas veces como lo requiera el uso melódico o adaptando los huecos naturales. Su sonido es ronco y poco extenso.
d. CORDÓFONOS
En ellos, una o más cuerdas estiradas y tensionadas entre puntos fijos, se ponen en vibración por golpe, frotación o punteo, sobre una caja o cavidad de resonancia y producen el sonido.
De pulsación: (PUL)
La vibración de las cuerdas se provoca por medio de un implemento sólido pero flexible, como las uñas de los dedos, una plumilla de cuerno, un plectro o una laminilla, de hueso, o bien con las yemas de los dedos.
El Tiple, instrumento colombiano de cuerda por excelencia, considerado históricamente como una derivación de la guitarra y cuya presencia llena la historia de la música autóctona de la Región Andina desde hace más de doscientos años; el requinto, pariente próximo del tiple; el charango o quirquinchu de origen quechua; el cuatro de los Llanos Orientales; la bandola o lira, descendiente de la bandurria española; la guitarra que, aunque no tiene ascendientes nativos, se ha adaptado a las formas de acompañamiento en el canto, desde la época de la Colonia.
De percusión: (PER)
El carángano, propio del Tolima, Huila, Valle del Cauca, Viejo Caldas.
De arco musical: (AM)
El "sokske" de la Serranía de Perijá (Motilones); el "tarirai" de los Guajiros; el arco musical de la región de San Basilio de Palenque (Bolívar), y el de los Llanos Orientales.
Características especiales de algunos instrumentos cordófonos
El Tiple: (PUL)
" …es, sin duda, el más criollo de nuestros instrumentos populares. Especialmente apto para el acompañamiento armónico, suele emplearse excepcionalmente como instrumento solista porque se presta, hasta cierto punto –como la guitarra-, para la ejecución simultánea de la melodía y el acompañamiento… A excepción de la bandola, nuestros instrumentos típicos de cuerda presentan la conocida silueta "en 8". En la guitarra y en el tiple, "pecho" y "caderas" están separados por un amplia "cintura" o "comba" (escotadura) formada por suaves curvaturas entrantes.
En el requinto, más esbelto que el tiple, las "caderas" son menos pronunciadas que en éste. Las cajas de las antiguas bandolas presentaban una forma muy parecida a la de la bandurria española; las que se fabrican de algún tiempo a esta parte, como ya se dijo, tienen perfil cuasi-oviode característico de los antiguos laúdes… La cabeza o parte superior del mástil, forma con éste un ángulo más o menos pronunciado y termina, por su parte inferior, con la cejuela, construida en cuerno, hueso o tagua.
Sigue el "diapasón", tablilla que recubre el "alma" o cuerpo del mástil y que se prolonga sobre la caja, hasta el borde superior de la "boca", roseta o tarraja. Sobre este diapasón se disponen a precisas distancias los trastes de cobre laminado. Las cuerdas se sujetan, en su extremidad inferior al pontezuelo, pieza de madera adherida a la "tapa" (tabla armónica y que de ordinario presenta la típica forma "en bigote")… La caja consiste en dos láminas de madera enteriza o ensamblada unidas por un aro.
La superior o "tapa" es plana; la inferior o "espalda" (espaldar), presenta una convexidad característica. Entre ambas y formando con sus bordes ángulo recto, va el aro (o "los aros"), en que casi siempre se combinan varios tipos de maderas, cuidadosamente ensambladas en el sentido longitudinal de sus fibras… Partes invisibles, pero esenciales –dentro de la caja- son los "puentes", varillas de madera adheridas a la tapa y al espaldar y dispuestas en sentido transversal. Tanto la guitarra como los tiples "grandes" tienen cinco "puentes": tres en la "tapa" y dos en el espaldar. Dos de los que corresponden a la primera se encuentran por encima de la "boca y otro inmediatamente debajo de ella; los puentes de espaldar 62
se encuentran a niveles ligeramente más bajos que el primero y el tercero de la "tapa" respectivamente.
Entre los elementos constructivos interiores figuran los "bloques", pequeñas piezas triangulares de madera, muy numerosas, que se adhieren a los bordes del aro y forman una especie de pestaña corrida sobre la cual se fijan a presión, con pegante especial, la tabla de armonía y el espaldar de la caja… Las medidas de estos instrumentos se consignan enseguida. Se trata, desde luego, de las que corresponden a los tipos morfológicos más comunes y no aspiran a ser de precisión absoluta:
Tiple: eje vertical, largo total 89 cms. Mástil (con cabeza): 49,2. Cabeza: 22,3. "Diapasón": 36,2. Número de trastes: 18. Caja: eje vertical 39,8 cms.; diámetro superior (anchura máxima del "pecho"), 25,7; escotadura (diámetro mínimo de la "cintura"), 23; diámetro inferior (anchura máxima de las "caderas"), 32,3; fondo (ancho del aro), 9. Longitud de la porción vibrante del encordado: 53,4". (Andrés Pardo Tovar y Jesús Bermúdez Silva.
"La Guitarrería popular de Chiquinquirá"). "El encordado del tiple consta de cuatro órdenes triples, siendo las primas (Ml-4) de acero y estando afinadas al unísono. En los otros tres órdenes (Sl-3; SOL-3 y RE-3), las dos cuerdas laterales, de acero, reciben el nombre de requintillas y están afinadas a la octava alta de la cuerda del medio, que es de cobre en el segundo orden y entorchada en el tercero y el cuarto. Está muy peculiar afinación, por octavas, del orden segundo al cuarto, parece contribuir decisivamente a la plenitud sonora del instrumento, es decir, a su riqueza armónica. Los órdenes del tiple se suceden, en orden descendente, formando intervalos de cuarta justa, tercera mayor y cuarta justa". (Ibídem).
La Guitarra: (PUL)
"La guitarra colombiana es la misma guitarra clásica española de seis cuerdas. En la actualidad, y a virtud de usos importados de otros países (México, Cuba, etc.) tiende a reemplazar al tiple para el acompañamiento del canto a una, dos o tres voces.
En este caso, la ejecución suele facilitarse –por lo que dice a la tonalidad, mediante el empleo del capotastro o cejuela móvil a presión, recurso que por cierto no tiene antecedentes vernáculos en nuestra país…" Las medidas de la guitarra son: "Eje vertical (largo total), 96,1 cms.
Mástil (con cabeza): 48,8; cabeza: 18. "Diapasón": 43,6. Número de trastes: 18. Caja: eje vertical: 47,3 cms.; diámetro superior (anchura máxima del "pecho"), 26,7; escotadura (diámetro mínimo de la "cintura"), 23,3; diámetro inferior (anchura máxima de las "caderas"), 36; fondo (ancho del aro), 9,1. Longitud de la porción vibrante del encordado (desde la cejuela hasta la pontezuela), 64,8…” Sobre la afinación y el encordado, Pardo Tovar y Bermúdez Silva, dicen: "Las cuerdas prima y segunda son de acero. De la tercera a la sexta se usan entorchándose los 63
grosores apropiados. La afinación va del MI-4 (prima) hasta MI-2 (sexta), pasando por SI-3 (segunda), SOL-3 (tercera), RE-3 (cuarta) y LA-2 (quinta), con lo cual los respectivos intervalos, en el mismo orden descendente, son de cuarta justa, tercera mayor y tres cuartas justas…" ("La Guitarrería popular de Chiquinquirá”).
El Requinto: (PUL)
"El requinto, instrumento de sabor rústico y auténtica "presencia" campesina, es en realidad un tiple requinto (requintado), con cuatro órdenes de cuerdas afinadas al unísono. Como puede observarse, su forma es más esbelta que la del tiple y menor su tamaño, por lo cual su sonoridad es más tenue. Una variedad del requinto es el cuatro venezolano.
Suelen fabricarse requintos que nada tienen que envidiar, en cuanto a nobleza de timbre y perfecta afinación, al mejor tiple…" Las medidas de este instrumento son las siguientes: "Eje vertical (largo total): 86 cms. Mástil (con cabeza): 51,6. Cabeza: 20,6. "Diapasón": 38,5 cms. Número de trastes: 21. Caja: eje vertical, 34,4 cms.; diámetro superior (anchura máxima del "pecho"), 17,8; escotadura (diámetro mínimo de la "cintura"), 15,9; diámetro inferior (anchura máxima de las "caderas"), 24,6; fondo (ancho del aro), 7,5.
Longitud de la porción vibrante del encordado: 53,6"…"La afinación del requinto es la misma que la del tiple. En los requintos "de lujo", los cuatro órdenes también son triples, pero dentro de cada uno de ellos las cuerdas están afinadas al unísono. Sin embargo, es más frecuente el empleo del requinto de 10 cuerdas, con dos órdenes dobles (primas y segundas) y dos triples (terceras y cuartas)…"
La Bandola (o Lira): (PUL)
Sobre la bandola los mismos autores que hemos venido citando, dicen lo siguiente: "Hemos visto aparecer el vocablo bandola, palabra que al parecer se deriva de mandola o mandora, de la que mandolina es diminutivo. Hay quienes la identifican con la guitarra morisca.
En todo caso, era un instrumento de la familia del laúd, con cuatro órdenes de cuerdas dobles… las hubo también de 6 órdenes dobles. Su caja de resonancia era de forma ovoide, tenía aros muy angostos y su fondo o espaldar era abombado, como el del laúd… No hay que olvidar, empero, a la bandurria española, que tiene también seis órdenes de cuerdas, dobles esto sí, y que pulsan con plumilla. La forma de la caja de este instrumento recuerda de inmediato la de las antiguas bandolas colombianas… Tampoco podría descartarse totalmente la mandolina, especialmente a la mandolina napolitana, como posible antepasado de nuestra bandola…" Sus medidas son estas: "Eje vertical (largo total): 69,5 cms. Mástil (con la cabeza): 39,5. Cabeza: 24. "Diapasón": 22,3. Número de trastes: 18. Caja: eje vertical, 30 cms.; diámetro máximo, 32,3; fondo (ancho del aro), 7,8. Longitud de la porción vibrante del encordado, 33,5…"."…el encordado de este instrumento consta de cuatro órdenes triples y dos órdenes dobles. Las primas, 64
segundas, terceras y cuartas son de acero y sus respectivos grosores se adecuan a las necesidades de l
a afinación. Las quintas y las sextas son entorchadas, La afinación va del SOL-5 (primas) hasta FA-3 (sextas), pasando por RE-5 (segundas), LA-3 (terceras), MI-4 (cuartas) y SI-3 (quintas). Se trata pues, de una serie de cuartas justas descendentes… La agregación del sexto orden de la bandola (FA-3), con el que el instrumento ganó considerablemente en extensión y en recursos, se atribuye al maestro Pedro Morales Pino (1862 – 1926), notable intérprete del sentimiento musical colombiano de su generación. Hay quienes afirman que para designar a la bandola antigua de cinco órdenes se reservó entonces la palabra lira" (ibídem).
El Carángano: (PER)
Se fabrica de un trozo de guadua de aproximadamente 2 metros de largo, pulido por dentro y alisado por fuera. A unos 30 cms. de cada extremo se labra por incisión, tomada de la corteza, una cuerda o más (en el Huila, llegan hasta 7), en forma que quede libre. Para tensionarla se le colocan debajo, a manera de trastes, dos trozos de madera, cuyo objeto es levantar la cuerda (o las cuerdas) y ponerlas en condición de vibrar.
Los boquetes exteriores de la guadua son obturados o se dejan con la pulpa natural. Para usar el instrumento, se emplean dos palillos de madera fina, con los cuales se golpea a repique, la cuerda. En el Valle del Cauca y el Tolima, se le suelen adicionar al carángano dos vejigas secas de cerdo, a las cuales se le introducen piedras menudas o semillas, que bien son golpeadas con la mano o frotadas simultáneamente al paliteo, con lo cual se multiplica el efecto rítmico. En los grupos musicales de "rajaleña", o en los desfiles navideños campesinos, el carángano lo llevan colgado con cabuyas al hombro dos personas quienes, por lo común, son las que lo percuten.
Los Arcos Musicales: (AM) (o arcos de boca)
De origen arcaico, tienen antecedentes en varios lugares del país. Consisten básicamente en lo siguiente: un trozo redondeado de madera fina (guayabo, naranjo, negrillo, guayacán) de más o menos 2 metros de largo, por 2 cms de diámetro, se arquea, tensionado por una cuerda de fibra vegetal que une los dos extremos con un amarre fuerte. Complementariamente, se hace una vara delgada, también de madera fina, de unos 30 a 40 cms. de larga. El ejecutante coloca el arco sobre la pierna izquierda, manteniéndolo fijo con la mano del mismo lado, de manera que quede levantado y la cuerda pase por la boca del músico, quien, sin aprisionarla, solamente colocándola entre los labios, va cerrando éstos y abriéndolos a medida que con la varita golpea la cuerda, de acuerdo al ritmo, convirtiendo así la boca en caja de resonancia. La vibración de la cuerda es regulada con toques que hace con la mano izquierda.
El sonido del arco musical, aunque no es muy fuerte, admite curiosas modulaciones que son aprovechadas por los indígenas para producir efectos imitativos, sobre todo de aves y animales selváticos. Hay noticias de que los pobladores antiguos de San Basilio de Palenque (Bolívar) llamaban este arco de boca "marimba" y hay memoria también de que en época no muy lejana utilizaron una variedad del mismo, consistente en que el arco, en vez de ser llevado a la boca del ejecutante, era ensamblado a un recipiente de madera o metal, que se enterraba en el suelo y la pulsación de la cuerda se hacía con la mano, en vez de palillo.
En las Islas de San Andrés y Providencia se usa actualmente un instrumento de uso rítmico llamado "tinajona", constituido por un arco de un metro y medio más o menos de longitud, que va inserto sobre un recipiente de metal de buen tamaño, cerrado, en forma de tonel o "tina" de zinc.
Una vara delgada, de mediana longitud, va izada en el centro del tonel y la cuerda de tensión o pulsación (arco), queda fija en el borde del recipiente para ser amarrada al extremo superior de la vara. El tináfono se pulsa con los dedos, (también se llama "tinajo") y sirve para acompañamiento de "quadrille" (o cuadrilla), mazurcas, polkas, calypsos, valses, etc., típicos de las islas. Es una adaptación de los "metalófonos" popularizados en toda la Zona del Caribe después de la Segunda Guerra Mundial, en sustitución de los tambores clásicos de membrana, con los cuales se forman hoy verdaderas orquestas de notable variedad tímbrica.