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五 Conclusión. El inicio de la vida profesional y personal
Conclusión
136 Cuando inicié mi vida profesional en Bimbo y Pemex, ya no era la misma persona que llegó a Tokio una noche fría a mediados de los noventa. De hecho, durante mi estancia de trabajo en estas dos empresas siempre se me venían a la mente las enseñanzas de Hiroki senséi y lo aprendido en Toyota por mi senpai (Kenji senséi). La razón era simple, tenía que enfrentar situaciones complejas de management en mis nuevos trabajos y recordaba las enseñanzas aprendidas en Japón. Pareciera que cada lección, reto, enseñanza e incluso cada palabra se hubiera quedado grabada en mi subconsciente para que saliera a la luz cuando la fuera a utilizar. Y, por supuesto, la realidad laboral en México era completamente la antítesis de la forma de trabajo en Japón. De hecho, durante mi regreso seguí visualizando mi forma de trabajo desde la óptica de un samurái-zen y el código bushido, siguiendo en todo momento la filosofía kaizen. Sin embargo, esta realidad me ocasionó problemas de adaptación e incluso conflictos con mis nuevos compañeros de trabajo. Sin embargo, no me rendí y seguí trabajando de esta forma en ambas empresas al grado de llegar a convencer a varios de ellos del cambio de cultura de trabajo.
Inazo Nitobe (2005) señalaba que los samuráis son una forma de «caballeros medievales» del oriente. Personas con honor, bondad y valentía que nunca se dan por vencidas delante de la misión que tienen, y, por supuesto, que controlan sus emociones en todo momento para no perjudicar los sentimientos de los otros. Definitivamente, durante todos mis años en la vida laboral en México, después de mi estancia en Japón, he tenido que trabajar con esos valores para conseguir que las personas poco a poco visualicen la importancia de la calidad de los productos y servicios, de la mejora de sus procesos de trabajo y, aún más, de la mejora de su calidad de vida. Trabajo nada sencillo en una sociedad que, por supuesto, valora su trabajo, pero más por una necesidad económica que por lo que hace.
Actualmente imparto clases, seminarios, conferencias y talleres, todo lo anterior centrado en las técnicas y herramientas aprendidas en Toyota y, al mismo tiempo, poniendo en práctica
Universidad de las Américas Puebla
los principios de mejora continua y el código bushido samurái. Y cuando uno lo ve a lo lejos (prácticamente son 25 años de esa experiencia que cambió mi vida), un samurái del siglo xxi en un país como México debe ser una persona con paciencia, serenidad, capacidad de observar su trabajo, mejorarlo y mantener un ritmo de vida sano, disciplinado y constante en busca de nuevas metas y retos cada día.
Finalmente, a manera de conclusión de estas reflexiones, me atrevería a mencionar cinco características del gerente que vive bajo el enfoque del kaizen y el código bushido en las organizaciones:
• Dirigir, motivar y apoyar a las personas como senpai, pensando en todo momento que la gente tiene todo el potencial para conseguir grandes retos.
• Observar, medir y mejorar los procesos de trabajo bajo su responsabilidad.
• Mantener durante su gestión los valores de honorabilidad, disciplina, constancia y, por supuesto, paciencia.
• Brindarse la oportunidad para experimentar e innovar, todo ello con la finalidad de aprender haciendo y crecer día a día.
• Cuando las cosas no salgan bien por cualquier situación, jamás darse por vencido y seguir trabajando con el mismo empeño y disciplina para recuperarse.
Ésta es mi historia. Espero que la disfruten y les sea útil en su gestión cotidiana como gerentes mexicanos.
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Capítulo 五 Conclusión. El inicio de la vida profesional y personal con la óptica samurái-zen