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HELENE ORTEGA LARRAÑAGA 1A 1.saria AINHOA GONZALEZ 2B 2.saria
EL COLGANTE
Sirina siempre ha sido una joven extrovertida y con ganas de descubrir cosas nuevas. Ella vive con sus abuelos en una casa pequeña pero acogedora, en un pueblo del norte de España, frente al puerto. El olor a mar entra por la ventana de la cocina a todas horas del día, y a Sirina este le encanta. Le hace sentir en casa.
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Sus dulces sueños terminan cuando nota una mano en su antebrazo. Miedosa, abre los ojos lentamente. Por suerte, es su abuelo sonriente con una bandeja entre sus manos. Aquí lleva el desayuno de cada día: chocolate caliente, unos gajos de mandarina y unas tortitas cubiertas de miel. Desde que sus padres y niñera murieron en un accidente automovilístico donde ella fue la única que sobrevivió, todas las mañanas se despierta sobresaltada. Sirina era muy joven cuando esto ocurrió; tan solo tenía 3 años.
Le da los buenos días a su abuelo y, después de desayunar en la cama, hace la comida y la cena de ese mismo día. Como es domingo, cocina macarrones al horno con la receta de su madre. Para ella ese día de la semana es sagrado ya que lo pasa viendo películas de navidad.
Especialmente hoy, le han salido realmente bien, y al terminar, se dirige al cuarto de baño. Se limpia los dientes, y a continuación, sube al desván. Coloca el DVD en el ordenador y ahí es cuando comienza la película. Aunque le esté gustando, su mirada solo se centra en una caja de madera. Sus abuelos siempre le han dicho que tiene totalmente prohibido abrirla, y ella, como no, siempre les ha hecho caso. Hasta ese momento. Cansada de reprimir sus sentimientos, se levanta del sillón y se dirige hacia esta. Cuidadosamente, la abre, y dentro se encuentra con fotos de sus padres el día de su boda; pero, mientras las va sacando, se encuentra con un collar de plata. El colgante tiene una piedra transparente aunque un poco amarillenta en el centro. Lo guarda en un puño y baja hacia su cuarto para dejarlo sobre la mesilla de noche.
Sirina termina de cenar y se despide de sus abuelos dándoles un beso en la mejilla y deseándoles buenas noches. Hoy está bastante cansada aunque no ha hecho gran cosa durante el día. Se mete en la cama y apaga la lámpara, bostezando.
Una brillante y amarilla luz que no sabe muy bien de donde proviene la desvela. Cuando abre del todo los ojos, ve que esta sale de la piedra del colgante. Antes de cogerlo, mira el reloj de la mesilla, y con dificultad, ve que es medianoche. Por segunda vez, su mirada se desvía, pero esta vez hacia la ventana. En el edificio de enfrente, en uno de los apartamentos, percibe una figura, aunque no consigue divisar su rostro por culpa de la luz encendida detrás de ella.
Esta misma escena le ocurrió durante una semana. Sirina, desesperada, decidió observar a la persona de las sombras durante el día. En una jornada de estas, la chica ve apagar las luces de la vivienda y salir del portal a la persona. La adolescente, sin pensarlo dos veces, baja las escaleras de su edificio corriendo para alcanzarla. Va a un ritmo rápido y cada vez acelera más el paso. Sirina empieza a correr desesperada, pero esta también lo hace. Cuando levanta la mirada del suelo hacia la figura, ve como un objeto cae de su bolsillo. La persona no se detiene, en cambio, la chica sí que lo hace. Al agacharse y centrar su mirada en el objeto, se da cuenta de que es un collar idéntico al que encontró días antes en el desván. Sorprendida, lo coge con cuidado, y lo lleva a casa.
Pasó dos semanas despertándose cada noche por la luz que salía de los dos colgantes. Cansada del todo, decide ir a la casa del sujeto. Tiene intención de preguntarle de dónde ha sacado el collar ya que es igual que el suyo. Sin saber a ciencia cierta en qué piso vive, la joven sale a la calle y se dirige al portal de “la sombra”. Estuvo esperando a que un vecino saliera para poder entrar. Después de conseguirlo, sube al quinto piso, donde sospecha que vive ya que había contado desde su ventana los pisos. Con el pulso tembloroso, toca el timbre de la única puerta que se encuentra en esa planta. Al abrirse la puerta, sale una mujer llorando detrás de esta. La mujer cae en los brazos de Sirina. A esta no le da tiempo a reaccionar, pero cuando lo hace, ve el rostro de alguien que conoce.De la persona que la había querido. La persona que le había educado. La persona que se había ganado a la chica. Ve el claro rostro de Martina, su niñera. Sirina se queda estupefacta ante su presencia, y Martina, con un hilo de voz, le dice: - Ya que tus abuelos solo te pudieron dar la mitad de tu corazón, yo te entregaré la otra.
Sirina, después del accidente donde murieron sus padres, perdió mucha sangre debido a que un hierro le atravesó el corazón. Cuando le llevaron al hospital en estado grave, le hicieron un trasplante de corazón. Esa es la razón por la que la joven tiene una cicatriz en el pecho.
Sus abuelos guardaron un cacho de este, y lo separaron en dos collares: uno para ellos y otro para la cuidadora. Por eso sus abuelos le prohibieron mirar dentro de la caja de madera, y por eso le mintieron sobre la muerte de Martina. Si no lo hacían, Sirina se iba a enterar de que el corazón que tenía en el pecho, el que la mantenía viva, no era el suyo en realidad.
HELENE ORTEGA LARRAÑAGA –BATXI 1A-
EL FUTURO A MEDIANOCHE
IK 3.S
Miro el reloj que se proyecta en toda la pared principal. Medianoche. Como es habitual, voy tarde. Maldigo por lo bajo y marco el código que me han dado en el panel de la puerta.
Estoy ansiosa por la entrevista, nunca habría imaginado que la actriz más famosa del 3020 me escogiese para hacerle su única entrevista. Soy la elegida para preguntarle sobre el tema que ha estado en boca de todos estos últimos años.
Se abre el portal y aparezco en la lujosa y lúgubre mansión de Sheila Harmp. La encuentro en su sofá, sentada con su porte habitual, con la cabeza siempre en alto. Gira su cuello en mi dirección y me regala una sonrisa de boca cerrada.
Trago el nudo de mi garganta, lo que menos quiero es que me ganen los nervios. Debo tener toda la profesionalidad que se pueda tener al hablar con la actriz más polifacética de todos los tiempos.
Nos presentamos cordialmente antes de realizar la primera pregunta.
-Sheila, todos te hemos visto actuar en papeles muy diferentes cambiando totalmente tu apariencia a base de maquillaje y prótesis, de hecho, nunca hemos visto tu verdadero rostro. ¿Planeas enseñarlo alguna vez?
-Sí, planeaba mostrar mi cara al final de esta entrevista.
La talentosa actriz me dedica una sonrisa que no augura nada bueno. Pero, aun así, me siento emocionada por conseguir la primicia. Todo quedará grabado gracias al chip que he introducido en mi cabeza antes de acudir aquí.
Le hago otras preguntas mientras ella me mira inquisitivamente. Intento ocultar la incomodidad que siento lo mejor que puedo, pero creo que estoy f allando.
Me dispongo a lanzar otra pregunta cuando la voz de Sheila, siempre monótona y sosegada, me interrumpe.
-Pregúntame lo que todos se mueren por preguntar, para eso te he mandado venir.
La pregunta. La pregunta que puede resolver todas las dudas de nuestro reino. La pregunta que podría revelar el paradero de nuestra reina, la cual desapareció sin dejar rastro, llevándose consigo el último ápice de poder,
dejándonos con unos gobernadores incompetentes que no poseen magia. Trago saliva antes de hablar.
-¿Es cierto que eras amiga íntima de la reina?
-Sí -Espero a que añada algo más, pero no lo hace. Se limita a analizarme en silencio.
- ¿Sabes por qué desapareció?
-No desapareció -Su respuesta me deja descolocada, pero realizo otra pregunta.
- ¿Puedes contarme todo lo que sabes?
- ¿Te caigo bien? -Su pregunta me pilla por sorpresa, por lo que tardo unos segundos en respoder.
-Sí, creo que eres una mujer muy inteligente y extremadamente talentosa -Me da una sonrisa sombría antes de volver a hablar.
-Después de contarte lo que sé me vas a odiar, ¿lo entiendes? -Asiento, aunque no sea así -Quiero que no me interrumpas cuando te cuente su historia -Vuelvo a asentir, pero espera a que hable.
-Sí, mantendré mi boca cerrada.
-Pase lo que pase tienes que publicar esta entrevista mañana a las doce de la noche, ¿vale?
-Vale.
-Bien. Lo primero que tienes que entender es que la reina era una persona egoísta que no se preocupaba por los demás -Abro mi boca para replicar, pero recuerdo nuestra conversación. Asiento dubitativa -La reina utilizó sus poderes y descubrió algo que afecta a todo el mundo, pero decidió no contarlo -Toma una pausa antes de continuar -El 24 de febrero de 3016 la reina utilizó su poder para ver el futuro. La tierra y todo lo que conocemos como vida se destruirá el 10 de octubre del 3020 Abro la boca para hablar, pero me clava mil cuchillos con su mirada -Sí, dentro de tres días. No se puede impedir, el oxígeno se agotará y todos moriremos -Espero a que me diga que esto es un chiste de mal gusto, pero eso no ocurre -Ella lo sabía y no dijo nada. Por eso la maté -Todo el color abandona mi rostro cuando Sheila pronuncia esas palabras con una sonrisa burlona -y luego la enterré en un lugar donde nadie la encontraría. Leí su diario, y descubrí que la reina era aburrida,
mediocre y egoísta. -No dice nada más, por lo que, a pesar de todo el miedo que siento le hago otra pregunta.
-Pero si la mataste antes de leer su diario, ¿cómo sabías lo que había descubierto? Antes de contestar me dedica una sonrisa que me da escalofríos. Se acomoda en el sofá antes de hablar.
-Al principio de la entrevista te prometí que revelaría mi rostro- Asiento- Este es el momento.
Espero a que vaya a por un desmaquillante, pero todo lo que hace es pasar una mano por delante de su rostro. Parpadeo un par de veces antes de procesar la información que mis ojos envían a mi cerebro. La reina desaparecida se encuentra a escasos centímetros de mí, mirándome con sus verdes ojos felinos.
-No puede ser.
-Yo enterré a la reina porque no quería seguir con la presión de ocultar el futuro.
-¿Por qué lo ocultaste? -Esta vez la sonrisa que me lanza es distinguida, me sonríe amablemente.
- ¿Qué crees que pasaría si la gente supiese que el mundo se va a terminar? Sería un caos total: golpes de estado, robos, asesinatos por doquier… La gente empezaría a cometer delitos, porque, si el mundo se va a acabar, es mejor hacer todo lo que uno cuenta, las leyes ya no tienen sentido. Por eso les he dado la oportunidad de vivir en paz, sin miedo.
- ¿Por qué decides contar todo esto ahora? Todavía faltan tres días y me has dicho que publique la entrevista mañana a medianoche.
-Porque mañana a medianoche yo no voy a existir. La reina y Sheila Harmp dejarán de vivir definitivamente -Asiento con la cabeza -Y el 10 de octubre a medianoche todos los demás también morirán.
Al terminar la entrevista vuelvo a casa, sabiendo que tanto Sheila como la reina dejarán de existir, sabiendo que se desatará el caos, y sabiendo que va a desaparecer tan rápido como ha aparecido porque no quedará nadie para implementarlo. Porque así, sin más, el mundo se va a acabar.