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2.3 Castigo físico
2.3Castigo físico
Por otro lado, hay que tener en cuenta que la disciplina positiva es un tema moderno; hasta hace algunos años se implementaba el castico físico para “corregir” los malos hábitos. Recientemente, en algunas sociedades se ha prohibido el uso de la violencia, pues se ha demostrado que ejercer violencia para disciplinar no funciona, en cambio repercute tanto en la salud física y mental del niño. Aunque haya estudios científicos demostrando las consecuencias, la realidad es que aún existen estos métodos disciplinarios. Un estudio de 197 países expone que sólo 41.9% prohíbe el castigo físico en la escuela y 2.3% en casa; hasta octubre de 2007, 19 países (2.3%) lo prohibían en cualquier escenario (Global Initiative to End All Corporal Punishment of Children, 2007:4). Otra investigación con 29 países reportó que 86% de niños y niñas de entre 2 a 14 años han sido sometidos a usos de disciplina violenta en su hogar, lo cual sucede en todos los estratos socioeconómicos (UNICEF, 2007). En distintas muestras, se ha revelado que los castigos físicos sólo generan violencia en los infantes, pues no sólo incrementa la agresión en sí mismos en etapas posteriores, sino que también su carácter se vuelve hostil y ensimismado. Aunque la mayoría de los padres han aceptado haber criado a sus hijos con disciplina negativa (golpes, castigos, privar de alguno de sus privilegios), también se han dado cuenta que esta conducta no les es de mucha –o ninguna- utilidad.
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