Revista Prescribe 75 ° Aniversario de la SAR.

Page 1


2


EDITORIAL

75 años de la Sociedad Argentina de Reumatología La Sociedad Argentina de Reumatología (SAR) cumplió 75 años, lapso en el cual muchas cosas fueron cambiando en la especialidad. La institución también cambió en muchos aspectos: creció, tuvo que ir adaptándose a las diversas situaciones sociales, económicas y políticas del país, pero siempre avanzó, aun en la tempestad. Pero lo que no cambió, fueron su espíritu y sus ideales. Por eso, presidir la SAR me representa un gran orgullo y una enorme responsabilidad. Desde sus mismos inicios, la SAR ha mantenido una línea de pensamiento que cada comisión directiva, con mayores o menores dificultades, supo mantener y mejorar para ir alcanzando aquellos objetivos que alguna vez parecieron lejanos. En estos tres cuartos de siglo, la entidad no estuvo al margen de las más diversas facetas políticas, sociales y económicas que le tocó transitar al país. Lo cierto es que siempre supo superar la adversidad y, en la actualidad, se mantiene sólida, como resultado de una historia que es justamente la que se revisa en estas páginas. Para repasar la trayectoria de nuestra Sociedad, nada mejor que recurrir a sus expresidentes (algunos, por razones diversas, prefirieron no participar, pero todos son igualmente importantes en la historia), y a quienes, como el Dr. León Rivelis, están vinculados con las institución desde sus comienzos y conocen incluso las circunstancias previas que dieron contexto a su fundación. El presente, nos encuentra con cambios significativos: el mejor conocimiento del origen de las enfermedades reumáticas; trabajar, formar y crear conciencia para lograr diagnósticos cada vez más tempranos, y el advenimiento de nuevos fármacos innovadores, constituyen tal vez lo más sobresaliente del escenario actual. Desde la SAR, en particular, también se trabaja arduamente para llevar a la comunidad, en general, el conocimiento sobre estas patologías y, recientemente, fueron actualizadas las guías creadas en su seno para contribuir justamente al uso correcto de los biológicos. Pero además, hace dos años se trabaja en un proyecto común con los miembros actuales de la Comisión Directiva a corto, mediano y largo plazo, para el cual nos hemos trazado una serie de pautas, que incluyen la federalización absoluta de nuestras acciones como institución. Esto es algo fundamental para la SAR que, de hecho, ya cuenta con nueve filiales en distintas provincias del país, y en todas ellas se trabaja de la misma manera. Para estos dos años de gestión, destaco, en particular, dos actividades pensadas para poner en práctica: la primera consiste en un proyecto de relevamiento epidemiológico nacional de la Reumatología, algo muy importante si se tiene en cuenta que la Argentina no cuenta con estadísticas propias, y solamente se conoce la prevalencia de la AR en Tucumán y en Buenos Aires. Además, proyectamos acciones dirigidas a difundir información sobre las enfermedades reumáticas -que son más de 200-, y en este caso, el acento estará puesto en la importancia de consultar tempranamente. Algo más de 75 años transcurrieron desde los comienzos de la entonces Liga Argentina contra el Reumatismo. Sin embargo, los valores de los pioneros se mantienen vigentes en la SAR, que continuó avanzando, superando la coyuntura del país, y con una premisa básica, centrada en hacer sus aportes al avance de la Reumatología nacional. Quiero agradecer especialmente al equipo que me acompaña en mi gestión, ya que sin ellos sería imposible conducir toda la actividad que la Sociedad desarrolla en el país; y a mis antecesores, que hicieron de la SAR lo que es hoy en día. También quisiera expresar mi agradecimiento al staff de Revista Prescribe, y a todos aquellos que, independientemente de su posición en la SAR (colegas, personal, colaboradores) dedican sus esfuerzos a engrandecer la institución y a mejorar día a día la Reumatología. ❑ Dr. Gustavo Citera Presidente SAR, período 2013-2015 3


75.º Aniversario de la SAR

Historia de la Sociedad Argentina de Reumatología Los sueños y el trabajo de muchos, confluyeron para apuntalar la SAR en sus diferentes épocas. Orígenes, personalidades, eventos destacados y detalles que dan forma a una institución sobresaliente.

P

ensar con vocación de futuro, parece ser el denominador común de quienes dan los primeros pasos en cualquier actividad o disciplina. Esos “...1936 deja un iniciadores son, a menudo, personas que hito y un nombre salen del molde y proyectan sus ideas para resaltar: el más allá de su propio presente. Íntima8 de septiembre mente, tienen la convicción de que lo de ese año, que intentan llevar a cabo, perdurará en inicia su el tiempo y será parte de la vida de las funcionamiento futuras generaciones. Algunos de estos el Centro personajes fundamentales, que comienAntirreumático zan un camino, encuentran el apoyo de del Hospital de otros colegas y compañeros de ideas, Clínicas”. aúnan esfuerzos y, cuando eso ocurre, los resultados suelen ser muy interesantes. El inicio de instituciones que agrupan a profesionales de la medicina, no es ajeno a ese proceso de génesis, cuando son pocos los que dan los primeros pasos en el camino, pero luego se suman muchos, alcanzando objetivos que parecían lejanos en los comienzos. Con una buena dosis de estos componentes, la Sociedad Argentina de Reumatología (SAR) vio la luz, y ya lleva más de 75 años de una brillante trayectoria. En esos tres cuartos de siglo, la entidad ha navegado junto al país en las más diversas aguas económicas, políticas y sociales, y en la actualidad se mantiene sólida, como fruto de una historia que merece un repaso por algunos de sus puntos más salientes. 4

Desde 1930, la idea de conformar una agrupación para los médicos especialistas en Reumatología, daba vueltas en el ambiente científico. El doctor Leopoldo Bard, insistía en esa posibilidad. Años más tarde, se sumó a ese pedido uno de los grandes pioneros de la Reumatología nacional, el doctor Guido Costa Bertani, quien, en 1935, 1936 y 1937, se encargó de poner sobre el tapete la importancia que tendría la creación de una Liga Antirreumática. Este destacado médico, jefe del Consultorio de Reumatismo y Servicio de Asistencia Social al Reumático del hospital Teodoro Álvarez, que escribió libros sobre la especialidad, dirigió la “Revista Argentina de Reumatología”, que comenzó a circular por 1936. La década de 1930 (para la historia de la Argentina, “La década infame”), marcó momentos fundamentales para la especialidad en el país. Justamente, 1936 deja un hito y un nombre para resaltar: el 8 de septiembre de ese año, inicia su funcionamiento el Centro Antirreumático del Hospital de Clínicas. Al frente de este instituto médico especializado, estaba el doctor Aníbal Ruiz Moreno, una eminencia, un pionero admirado y recordado. Para 1937, estaba reservado el acontecimiento fundamental de esta historia: la creación de la Liga Ar-


75.º Aniversario de la SAR

El primer presidente del interior En 1987, el doctor Carlos Meineri fue elegido presidente de la SAR. “Dos años antes había sido elegido ‘presidente electo’ que, de acuerdo con los estatutos, asume automáticamente el próximo período”, comenta quien quedó en la historia como el primer presidente del interior del país que tuvo la Sociedad Argentina de Reumatología. “En ese período se cumplieron los 50 años de la fundación de la SAR, y, hasta ese entonces, todos los presidentes habían sido de la Ciudad Buenos Aires”. Sin embargo, aclara, “esto no fue de un día para el otro, ya que en los cuatro años anteriores habíamos logrado la aprobación del Comité del Interior, donde estaban representadas las sociedades de Reumatología del interior, aunque ‘con voz sin voto’”. Y agrega que fueron necesarias largas conversaciones “hasta que se decidió que rotaran las distintas sociedades del interior con Buenos Aires. Esto se debía a que algunas de ellas habían crecido científicamente y tenían socios de enorme valor en la reumatología”. Además, destaca que la Sociedad de Reumatología de Rosario, fue la primera en tener su sede propia, luego de la SAR. “Estos años de integración –reconoce–, facilitaron el desarrollo de la SAR y las sociedades del interior, y ello contribuyó a un enorme crecimiento de la Reumatología como especialidad; y hoy en día, prácticamente no existe hospital o sanatorio que no cuente con médicos reumatólogos”. Con respecto al período durante el cual le tocó estar al frente de la gestión, reflexiona: “No fue fácil ni difícil; fue un período de adaptación”. Y continúa: “La Reumatología es una especialidad que comenzó a crecer en los últimos años, ligada a los descubrimientos de la inmunología, ya que no existían en aquella época los agentes biológicos, si bien sí existían drogas como el metotrexato, la leflunamida, y, la más antigua, la hidroxicloroquina, que eran capaces de frenar la enfermedad; además, contábamos con los corticoides, que son usados desde hace muchos años”, comenta.

“Estos años de integración, facilitaron el desarrollo de la SAR y las sociedades del interior, y ello contribuyó a un enorme crecimiento de la Reumatología como especialidad”.

En la especialidad, Meineri reconoce como su maestro al doctor Osvaldo García Morteo, a quien conoció durante su concurrencia en el CEMIC, en Buenos Aires, y en el Instituto de Rehabilitación. Y también menciona, “como maestros y amigos”, a los doctores Osvaldo Hübcher y Roberto Arana”. A modo de conclusión, el doctor Meineri, expresa que, para él, “el hecho de que la SAR se haya abierto al interior, permitió el crecimiento de numerosas sociedades de todo el país. De este modo, la Reumatología pasó de ser una ciencia empírica a una ciencia basada en la evidencia”. gentina contra el Reumatismo. Todo sucedió en la sede de la Asociación Médica Argentina (AMA), donde se concretó la iniciativa que habían esbozado, años atrás, Bard y Costa Bertani, esta vez bajo el impulso de Ruiz Moreno. Fue el 30 de diciembre de ese año. La flamante institución cosechó, de modo inmediato, la adhesión y el respaldo de socios hono-

rarios nacionales y del extranjero. El objetivo de la Liga, era estudiar el reumatismo, y contribuir a la organización de la lucha antirreumática en la Argentina. Rápidamente, la Liga Argentina contra el Reumatismo comenzó a trabajar en la difusión del conocimiento de estas en5


75.º Aniversario de la SAR

fermedades. Y, en octubre de 1938, comenzó a publicarse el Boletín de la Liga. El material aparecía trimestralmente y constituyó el antecedente de lo que, a partir de 1949, se denominó Archivos Argentinos de Reumatología. Las actividades de la Liga, en sus primeros años de vida, tenían como lugar físico la sede de la AMA, el Centro Antirreumático de la Facultad de Medicina, y diversos hospitales. Eran momentos de afianzar las bases de la entidad, bajo el influjo del doctor Ruiz Moreno, que fue presidente desde ese “Eran momentos lejano 1937 hasta 1960. de afianzar las bases de la entidad, bajo el influjo del doctor Ruiz Moreno, que fue presidente desde ese lejano 1937 hasta 1960”.

6

El derrotero de la Liga, tiene un punto de inflexión en 1949. Una decisión internacional, afectaría la Institución modificando su denominación. Durante el VIII Congreso Internacional contra el Reumatismo, que se llevó a cabo en Nueva York, se definió que solo se llamarían “ligas” las asociaciones internacionales. A partir de entonces, la Liga Argentina contra el Reumatismo, tuvo un nuevo nombre: Sociedad Argentina de Reumatología. Pero este hecho, sin duda trascendente, no fue el único que marcó 1949 como un año especial. Ese año, Mendoza fue centro de otro acontecimiento fundamental: en la capital de la provincia cuyana comenzó sus actividades la Sociedad de Reumatología de Cuyo, primera filial de la SAR. De este modo se inició un continuo movimiento

federalizador, y, en la actualidad, las filiales son nueve. La ampliación de la Sociedad, que extendía sus brazos hacia todo el territorio argentino, continuó su desarrollo incesante. Así fue que, en 1958, vio la luz la filial Rosario (actualmente, Asociación de Reumatología de Santa Fe) y, dos años más tarde, la ciudad de Córdoba siguió el mismo camino al inaugurar la Asociación de Reumatología de Córdoba. Su fundador, el doctor Ruiz Moreno, vivió en 1960 la gran emoción de ver la concreción de un sueño para la SAR, ya que tuvo la oportunidad histórica de presidir el primer Congreso Argentino de Reumatología, que se celebró entre el 25 y el 27 de noviembre, en la ciudad de Alta Gracia, Córdoba, su provincia natal. Los pasos de la institución, ya eran lo suficientemente firmes como para iniciar ese proceso continuo, que llega, en 2013, al congreso número 46. Una figura vital para la SAR, trabajó codo a codo con Ruiz Moreno. Aunque nunca fue presidente de la Institución, su aporte fue fundamental para unir a los reumatólogos que, por la década de 1960, se agrupaban en diferentes entidades: la SAR; la Sociedad Argentina de Estudios Reumatológicos (SADER), que presidía el doctor Guido Costa Bertani; y la Liga Argentina de Reumatología (LAR), que encabezaba el doctor Samuel Tarnopolsky. Se trata del doctor León Rivelis. Su aporte fue importante, recomendándole a Ruiz Moreno trabajar por la unión de los especialistas nacionales, según relata en esta edición. Las diferencias, habían puesto en riesgo la realización, en 1965, del congreso de la ILAR, en Buenos Aires, que la contribución de Rivelis ayudó a que la SAR pudiera concretar. Su trabajo, le vale ser un miembro honorario de la institución reumatológica.


75.º Aniversario de la SAR

Aníbal Ruiz Moreno Fue presidente de la Sociedad Argentina de Reumatología desde su fundación, en diciembre de 1937, hasta 1960, año en que falleció. Los cargos que ejerció, son una prueba de su capacidad, aunque su iniciativa y excelencia profesional, no necesitaban de esos galardones para destacarse. Este pionero, estaba muy relacionado con profesionales del extranjero, pertenecientes a la Liga Internacional contra el Reumatismo. Además de estar al frente de la SAR durante 23 años, fue presidente de la Liga Panamericana contra el Reumatismo (entre 1949 y 1953); ejerció el cargo de vicepresidente del Comité de Expertos en Enfermedades Reumáticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS, en 1953); integró el Comité Nomenclador de la Liga Internacional ILAR de clasificación de las enfermedades reumáticas; y cofundó la Liga Panamericana de Asociaciones Reumatológicas (PANLAR). Entre 1961 y 1965, debía haberse desempeñado como presidente de la Liga Internacional contra el Reumatismo, pero su fallecimiento dejó trunco el objetivo. Una de las aulas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, lleva su nombre, y no es para menos, dada su trayectoria en la educación superior nacional. Dirigió el Centro Antirreumático del Hospital de Clínicas. Además, estuvo al frente de la cátedra de Historia de la Medicina, entre 1947 y 1960, período en el que también dirigió el Instituto de Historia de la Medicina. El doctor Ruiz Moreno, fue un profesional completo, que también se dedicó a divulgar su conocimiento a través de los libros. En 1936, a través de la editorial El Ateneo, publicó “Reumatismo. Etiología, Patogenia, Anatomía Patológica, Formas Clínicas. Tratamiento”. Otro de sus textos, de 1940 y de la misma casa editorial, fue “La Medicina en la Mitología Grecorromana”. En 1941, aportó el texto “Historia del Hospital de Mujeres”.

“El doctor Aníbal Ruiz Moreno, dejó una marca en la Reumatología nacional”.

En un trabajo muy destacado, citado por expertos en Historia, investigó la salud del General José de San Martín, enfocándose con particular atención en sus padecimientos reumáticos. El Instituto Nacional Sanmartiniano, tomó como base la descripción del doctor Ruiz Moreno quien, por ejemplo, concluyó que, durante la Batalla de Chacabuco (12 de febrero de 1817), al Libertador lo aquejaba un ataque reumático-nervioso, que le hacía muy dificultoso montar a caballo. En 1950, el primer presidente de la SAR, dirigió el “Homenaje al Libertador General San Martín”, en el libro Publicaciones del Instituto de Historia de la Medicina. El doctor Aníbal Ruiz Moreno, dejó una marca en la Reumatología nacional. En la actualidad, destacarlo de modo especial es una opinión coincidente de los referentes de la disciplina, algunos de los cuales lo recuerdan en estas páginas. Bajo la presidencia del doctor Manuel Vicente Talarico (1971-1973), la SAR continuaba en la búsqueda de lugares para sus reuniones y actividades, aún sin una sede propia que cobijara su desarro-

llo. De este modo, la vida de la Sociedad pasó a tener como base un departamento del hermano del presidente Talarico. Estaba ubicado en el sexto piso de la calle Salta 167, en la Ciudad de Buenos Aires. 7


75.º Aniversario de la SAR

rol educativo de esta sociedad científica, siempre fue primordial para sus conducciones y, además del lanzamiento de la especialización, el futuro depararía otras novedades en este ámbito.

El doctor Roberto Arana, llegó a la presidencia de la Sociedad Argentina de Reumatología en 1976 y continuó hasta 1979. Completó el mandato del doctor Héctor Boffi Boggero, a quien habían designado en un importante cargo en la Oficina Sanitaria Panamericana en Washington y, luego, tuvo su propio período. Durante su primer año de mandato, se efectuó el primer Congreso de Reumatología del Cono Sur, en Mar del Plata. Fue una presidencia importante, con otro logro que marcaría el futuro de la SAR. “En 1977, la En 1977, la institución concretó el sueño institución de la casa propia, al adquirir un departaconcretó el mento en la calle Austria 2469, primer sueño de la piso. Las sucesivas administraciones de casa propia, al la entidad, fueron ampliando las instalaadquirir un ciones allí, donde también adquirieron departamento un departamento en el séptimo piso, y en la calle más tarde, otro en el sexto piso. Austria 2469, primer piso”.

En un desarrollo firme y sin pausa, la SAR vivenció nuevos avances en 1979, con la apertura de una nueva filial, la de la ciudad de La Plata (actualmente Asociación de Reumatología de la Provincia de Buenos Aires). Además, a fines de ese año, se inició una actividad muy importante en el campo educativo: la carrera de Especialista en Reumatología. Este hecho, fundamental en la formación de los profesionales, contribuyó al engrandecimiento de la Sociedad. La SAR pudo ofrecer este curso, y otorgar el título de “Especialista en Reumatología” aprobado por el Ministerio de Salud de la Nación. En 1981, egresó la primera promoción de 20 especialistas en Reumatología. El

8

Con el doctor Armando Maccagno como presidente, fue inaugurada en 1980, la biblioteca de la SAR. Este espacio, que hoy en día cuenta con un centenar de libros y 50 revistas especializadas, es el centro de consulta sobre la especialidad más importante del país. Ese deseo que se hizo realidad hace más de 30 años, en la actualidad continúa en pie, bajo la organización de la bibliotecaria Gabriela Tielas. Modernizando sus concepciones, no solo en lo médico sino también en lo institucional, la sociedad reumatológica comenzó a darles un espacio importante a sus socios del interior del país. El surgimiento de nuevas filiales seguía su paso incansable, y, en 1982, se había sumado Tucumán (Sociedad de Reumatología de Tucumán). En 1983, asumió la presidencia el doctor Alberto Romanowicz, y la SAR comenzó a participar masivamente en congresos internacionales, como entidad. Fue el fin de la época en que los profesionales viajaban individualmente, y el espíritu de grupo se afianzó aún más, en un desarrollo que se volvería constante. Con el avance territorial hacia todos los rincones de la Argentina, cada vez más evidente, a partir de 1987, se inició una alternancia en la presidencia, entre reumatólogos de la Capital y de las diversas provincias del país. El primer presidente llegado desde el interior, fue el doctor Carlos Meineri, proveniente de la Filial Rosario. Su mandato, además de inaugurar una nueva era en el manejo de la SAR, coincidió con los 50 años de la Institución, por lo que la relevancia del período, fue doble.


9


10


75.º Aniversario de la SAR

Osvaldo García Morteo El doctor que bregó incansablemente para establecer las Residencias en Reumatología, presidió la SAR entre 1973 y 1975. A los 23 años, ya se había graduado de médico. Continuó su formación, especializándose en Reumatología en el Rheumatic Disease Study Group, de la New York University. En nuestro país, fue jefe de la Sección Reumatología del Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas (CEMIC), cargo que ejerció desde 1964 y hasta 1980. También, enseñó en la Facultad de Medicina de la UBA. Su prestigio se forjó en el trabajo y fue premiado con cargos como la presidencia de la PANLAR (1978-1982). Lo consideraron miembro de honor de las sociedades de Reumatología de Brasil, Chile, Perú, Uruguay y Estados Unidos. En conjunto con los doctores Roberto Arana, Patricio Cossio, Osvaldo Hübscher, y Ana Porrini, publicó “Enfermedades del tejido conectivo”, a través del sello López Libreros Editores. García Morteo, tuvo un rol fundamental en su especialidad. Fue la tarea de formar a los primeros pediatras que tuvieron el título de reumatólogos. El destacado especialista, que falleció en 1987, le mereció ser considerado el padre de la Reumatología pediátrica en nuestro país.

La iniciativa del doctor Osvaldo García Morteo (presidente de la SAR entre 1973 y 1975), había logrado que se establecieran las Residencias en Reumatología. En 1990, el Hospital de Clínicas comenzó a ser sede de estas, marcando otro mojón saliente en la historia de la prestigiosa Institución.

Maestro de la Reumatología Desde Córdoba llegó a la presidencia, en 1991, el doctor Alberto Strusberg. Con él se estableció, en 1992, la distinción “Maestro de la Reumatología Argentina”. Los primeros en recibirla, fueron Roberto Arana, Armando Maccagno y Osvaldo Hübscher, de Buenos Aires; Carlos Batagliotti, de Rosario; Carlos Onetti, de Córdoba; y Raúl Bistué, de Mendoza. Además, durante el mandato de Strusberg, la SAR se abrió hacia los pacientes, con la creación de los Grupos de Ayuda Mutua de pacientes con Artritis Reuma-

toidea (AMAR), y no olvidó la educación permanente de sus socios, a través de publicaciones como “Review Bibliográfica”. Inolvidable en este período presidencial, es la realización del V Congreso del Cono Sur, en el Hotel Sheraton Buenos Aires.

“En 1990, el Hospital de Clínicas comenzó a ser sede de estas, marcando otro mojón saliente en la historia de la prestigiosa Institución”.

Con la formación de los reumatólogos como objetivo inclaudicable, en 1994, tras arduas negociaciones con la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, la SAR fue designada sede de la carrera universitaria de Especialista en Reumatología. Se conformó la denominada “Unidad Académica SAR”, que expide un título de validez nacional. Ampliando su alcance territorial, el mismo año marcó la inauguración de la filial Salta-Jujuy. Las filiales que la SAR iba teniendo en distintos puntos de la Argentina, comenzaron a estar interconectadas, vía Internet, en 1997. Al año siguiente, se sumó 11


75.º Aniversario de la SAR

Armando Maccagno Supo fomentar el componente educativo de la Sociedad Argentina de Reumatología, y su capacidad, le permitió lograr el apoyo de la industria farmacéutica. Entre 1979 y 1981, llevó las riendas de la institución, ejerciendo cabalmente el cargo de presidente. Estableció el Curso Superior de Reumatología y dirigió la revista de la SAR, sitio que ocupó a partir de 1989. La concreción de la biblioteca, es uno de los grandes logros de su gestión.

“La llegada del año 2000, encontró a la Sociedad Argentina de Reumatología gozando de buena salud y apostando por la actualización y la educación constante, como fue habitual desde su fundación”.

Maccagno, se recibió de médico en la Universidad de Buenos Aires, en 1953. Además de actuar en Reumatología, fue médico legista y psiquiatra. En el hospital Rawson, estuvo al frente del Centro de Enfermedades Reumáticas y Osteocolagenopatías. Presidió el Congreso Panamericano de Reumatología, y fue miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York, y de la Royal Society of Medicine, de Londres. La impronta educativa, que se plasmó en su gestión en la SAR, también tuvo su expresión en publicaciones masivas. Maccagno escribió más de 200 trabajos científicos, que fueron parte de revistas especializadas. Siete libros de texto, lo tienen como autor. Entre ellos, “El compromiso sistémico de las enfermedades de tejido conectivo”, en 1983, publicado por la editorial Impreco. Maccagno falleció el 18 de junio de 2004. Fue un médico de nivel superlativo, ampliamente distinguido. La Academia Nacional de Medicina, que presidió entre 1998 y 2000, le entregó los premios Mariano R. Castex, Marcial V. Quiroga, y Lucio López. En 1993, la Fundación Konex le otorgó el Diploma al Mérito en Salud Pública.

la Patagonia, con la fundación de la filial del Sur (Sociedad de Reumatología del Sur). El estreno de la campaña “Mes del Reuma”, sobresale en esta historia, ya que se trata de un mojón fundamental en el compromiso que asumió con la comunidad, desde su fundación. La iniciativa, arrancó con la presidencia del doctor Carlos Alberto Videla (19992000), en la que se comenzó a soñar con una nueva casa para las actividades de la SAR. La llegada del año 2000, encontró a la Sociedad Argentina de Reumatología go12

zando de buena salud y apostando por la actualización y la educación constante, como fue habitual desde su fundación. Con la creación del Comité de Certificación y Recertificación, la búsqueda de ofrecer el mejor servicio de parte de los reumatólogos, tuvo un nuevo instrumento. Una última filial, se agregó al amplio listado que se inició en 1949, con los mendocinos dando el puntapié inicial. En 2003, hizo su presentación la Asociación de Reumatología del Noreste, completando un panorama interesante de llegada a los cuatro puntos cardinales del país.


75.º Aniversario de la SAR

Guías Argentinas de Práctica Clínica En 2004, la SAR comenzó a editar las Guías Argentinas de Práctica Clínica en el Tratamiento de la Artritis Reumatoidea, que se convirtieron en un material imprescindible para los médicos de la especialidad. Estos apuntes tuvieron una primera actualización en 2008, y una segunda, en 2013, presentada en el II Simposio de Invierno, que tuvo lugar en Bariloche, el 24 y 25 de mayo. El énfasis en la educación permanente de los reumatólogos, también se plasmó durante la presidencia del doctor Julio Hofman (2005-2007), que instauró los muy exitosos “Módulos a distancia”.

El advenimiento de los biológicos La revolución de los medicamentos biológicos, hizo ebullición en el mundo médico y obligó a rápidas decisiones para adecuarse a la novedad. La SAR lanzó guías para el uso de estos agentes, que fueron de gran utilidad para los reumatólogos. Durante la presidencia del doctor Alfredo Arturi, que sucedió a Hofman y continuó hasta 2009, estas guías se ampliaron y lanzaron una segunda edición completa. El momento más emotivo de este período se dio en 2007, y fue el gran festejo que tuvo lugar cuando la institución cumplió 70 años. La celebración, incluyó la realización de la reunión Ten Topics, que por primera vez se hizo fuera de Europa; y un congreso argentino que funcionó como cierre, en el Sheraton Hotel. Los años más recientes, han transcurrido con calma y trabajo, como es costumbre a lo largo de la historia de la SAR. De estos momentos más recientes, cabe destacar que, en 2010, con el doctor Horacio Venarotti al frente de la Comisión Directiva, fue adquirida la nueva sede, en la que actualmente funciona la entidad. Está ubicada en la Avenida Callao 383, segundo piso “G”, y cuenta con 200 metros cuadrados, donde se encuentran el despacho de Presidencia, la se-

cretaría, la sala de reuniones, la biblioteca, el museo, el aula, el archivo, la sala de lectura y las áreas de servicio. La contribución federal de la SAR, nunca dejó de profundizarse, y ese camino continuó desandándose durante la presidencia del doctor Bernardo Pons-Estel, que finalizó en mayo de 2013. Los nacimientos de la Sociedad de Reumatología de Cuyo y de la Asociación de Reumatología del Noreste (ARNEA), son un hito sobresaliente en este período. El 10.º Congreso Internacional de Lupus Eritematoso Sistémico (GLADEL 2013), realizado en la ciudad de Buenos Aires, fue otro de los grandes momentos del último mandato completado en la SAR. Tres cuartos de siglo transcurrieron desde esos comienzos, con el nombre de Liga Argentina contra el Reumatismo. Sin embargo, los valores de los pioneros continúan presentes en la SAR, que no ha detenido su desarrollo, superando las coyunturas del país, y con una premisa básica, centrada en aportar al avance de la Reumatología nacional. ❑

“En 2004, la SAR comenzó a editar las Guías Argentinas de Práctica Clínica en el Tratamiento de la Artritis Reumatoidea, que se convirtieron en un material imprescindible para los médicos de la especialidad”.

Fuentes Página Web de la Sociedad Argentina de Reumatología: www.reumatologia.org.ar Página Web de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires: www.fmed.uba.ar/ depto/histomed/histomed.htm Página Web del Instituto Nacional Sanmartiniano: www.sanmartiniano.gov.ar/textos/partes/ texto028.php Página Web de la Asociación de Reumatología de la Ciudad de Buenos Aires: www.arcba.com.ar/bol/ BolARCBA200803.pdf Página Web de la Fundación Konex: www.fundacionkonex.com.ar/b141-armando_maccagno

13


75.º Aniversario de la SAR

Un formador de sociedades de Reumatología Si bien el Dr. A. León Rivelis nunca presidió la Sociedad Argentina de Reumatología, sí es Miembro Honorario y tuvo una activa participación en la divulgación de la especialidad en el mundo. Discípulo del Dr. Aníbal Ruiz Moreno, colaboró con él para la realización del I Congreso Internacional de la especialidad, realizado en Buenos Aires en 1965. Aquí recuerda la parte de esta historia que se encuentra documentada.

E

l profesor Aníbal Ruiz Moreno, fue el fundador de la Sociedad Argentina de Reumatología (SAR), en 1937. “Desde la Lamentablemente falleció joven, a los 53 Argentina, se aportó apoyos años, tras sufrir un ataque cardíaco, una tarde, cuando se retiraba de la Facultad de y viajes para Medicina. Lo conocí a una edad cercana a los lograr un tejido de redes 50 años, cuando yo no llegaba a los 25; él era con el objetivo profesor titular de Historia de la Medicina en la Facultad, y yo su alumno. Luego hice el de garantizar curso de Reumatología de un año en el la excelencia Centro Antirreumático que él dirigía, en en la 1953, ubicado en esa casa de estudios”, disciplina”. recuerda el doctor A. León Rivelis. La historia de la SAR, junto con la de su fundador y primer presidente durante más de 22 años, es muy rica en acontecimientos científicos y ha contribuido en gran medida a la formación de sociedades de Reumatología (en Perú, Chile, Uruguay y países miembros de la PANLAR). “Desde la Argentina, se aportó

Dr. A. León Rivelis.

14

apoyos y viajes para lograr un tejido de redes con el objetivo de garantizar la excelencia en la disciplina”, señala. Rivelis regresó definitivamente al país en 1959, luego de desempeñarse cinco años en los Estados Unidos, y pocos meses antes de la repentina muerte de Ruiz Moreno. “Cuando llegué, las relaciones entre los reumatólogos locales estaba dividida, en medio de celos, controversias y enojos que, hasta ese momento, parecían irreconciliables”. Mientras, la Argentina había sido elegida para ser el país anfitrión y organizar, por primera vez en su historia, un Congreso de Reumatología Internacional. Entonces, Ruiz Moreno estaba a punto de asumir la presidencia de la Liga Internacional de Asociaciones de Reumatología (ILAR), y “comenzaron las críticas de países de la PANLAR y la EULAR (Liga Europea contra el Reumatismo), a raíz de ese clima de controversias existente entre los reumatólogos argentinos, que amenazaba la realización del congreso en nuestro país”. Como “alumno, consejero, embajador y amigo de Ruiz Moreno”, se define este médico reumatólogo oriundo de la provincia de Entre Ríos, que contribuyó a la unión de los reumatólogos argentinos en una sola Sociedad, “con el fin de garantizar un clima de armonía y profesiona-


75.º Aniversario de la SAR

lismo, como merecía un encuentro de importancia y trascendencia (N. de la R.: se refiere al de la ILAR, en 1965), que fuera con una mayoría de médicos del país organizador”. Según recuerda, además de los celos y las controversias, en Buenos Aires existían “tres sociedades y dos grupos independientes: la Sociedad Argentina de Reumatología (SAR), presidida por Aníbal Ruiz Moreno; la Sociedad Argentina de Estudios Reumatológicos (SADER), presidida por el doctor Guido Costa Bertani; y la Liga Argentina de Reumatología (LAR), presidida por Samuel Tarnopolsky”. Además, recuerda que había “dos grupos independientes, el de Samuel Bosh y colaboradores), del CEMIC, y el de Pedro Cattoggio, del Hospital Nacional”. Al parecer, estos eximios profesionales no lograban llegar a un acuerdo: “Cada una de las sociedades publicaba su revista y sus trabajos científicos, en los cuales se expresaban y mostraban su disconformidad. Además, no se podían completar las reuniones de ateneos que realizaban unos porque faltaban otros. Es decir que no todos participaban de todos los encuentros, debido a estas controversias”, relata Rivelis. Este panorama comenzó a ser conocido en el exterior y peligraba la realización del congreso, según relata el doctor Rivelis, quien decidió entonces contar la verdad sobre lo que estaba ocurriendo en Buenos Aires, “y fomentar la unión y la amistad entre los grupos nacionales, ya que era amigo de todos. Yo siempre fui con la verdad y mal no me fue – refiere–. En Buenos Aires, la Reumatología estaba dividida en cinco grupos; este hecho era conocido por los líderes de las sociedades del exterior que, de forma unánime, me aconsejaron que, si yo me instalaba en Buenos Aires, debería tratar de encontrar la manera de que se reunieran y toleraran. Es decir que reconocían los trabajos desarrollados aquí, pero, al mismo tiempo, no estaba bien vista la división que existía”. En este punto, aclara que “Buenos Aires era una plaza muy importante para la ILAR, por-

que la Argentina tenía el grupo más numeroso de reumatólogos de los países miembros de América del Sur, pero no iban a votar a favor de realizar el congreso aquí, debido justamente a los conflictos internos que existían. Entonces me reuní con Ruiz Moreno, que era el presidente de la SAR, la institución con más trayectoria internacional y reconocimiento en la Argentina”. El doctor Rivelis se reunió con el fundador de la SAR “como alumno y colega, y no como uno de sus más cercanos colaboradores. Recordemos –comenta– que Ruiz Moreno, por ese entonces, tenía edad como para ser mi padre, y un carácter fuerte y firme. Con el mayor respeto, pero a la vez con la seguridad de conocer lo que estaba ocurriendo, le recomendé que organizáramos una reunión con todas las otras sociedades y los grupos del país, para procurar una reconciliación”. “Yo sabía que le estaba pidiendo demasiado a un amigo con mucho carácter, pero había que hacerlo”, recuerda. La respuesta de Ruiz Moreno fue: ‘Bueno, pero ¿cómo lo hacemos?’”. Por toda respuesta, Rivelis le sugirió que trataran de reconciliarse las partes y que luego trataran de formar una sola Sociedad. “Le dije que lo pensara, que esa sería la mejor solución y él sería el presidente de la ILAR, en 1965. Sugerí que previamente se realizaran reuniones conjuntas en la Asociación Médica Argentina (AMA)”. Así fue que, durante tres años, se llevó a cabo un ateneo mensual entre todas las entidades, de los cuales “me pidieron que fuera el coordinador. Había un ambiente favorable con los miembros de todas las sociedades y grupos, como para que sus líderes se dieran ‘el abrazo de reconciliación’”, evoca.

“Buenos Aires era una plaza muy importante para la ILAR, porque la Argentina tenía el grupo más numeroso de reumatólogos de los países miembros de América del Sur”.

Pero Ruiz Moreno no confiaba demasiado, y le planteó: “Yo, lo que temo, es que con el abrazo, alguno de ellos me clave un puñal por la espalda’”, según el relato del entrevistado, quien le aseguró que eso no ocurriría “porque yo estaría presente allí para sacar el cuchillo a quien lo intentara”. El fundador de la SAR finalmente aceptó la sugerencia: “De todas maneras no se llegó a eso y, 15


75.º Aniversario de la SAR

finalmente, el congreso se realizó en Mar del Plata. Y el abrazo en la AMA nunca se llegó a realizar porque Ruiz Moreno y Costa Bertani, lamentablemente, fallecieron en 1960 con una diferencia de seis meses”, recuerda. El fundador y expresidente de la SAR, confiaba en Rivelis, quien le dio sobradas muestras para que lo hiciera. Años atrás, había sido el organizador del Ateneo que convocaba a todos los especialistas, investigadores y profesores, entre ellos los miembros de todas las sociedades locales. “En esas reuniones, se fue construyendo paulatinamente el espíritu unificado en las sociedades reumatológicas”, cuenta. El doctor Rivelis confiesa que nunca quiso ser presidente de la SAR, aunque sí “acep“En esas to ser miembro honorario, y antes fui reuniones, se miembro de la Comisión Directiva a pedido fue de Ruiz Moreno, ya que de este modo construyendo podía hacer mis labores con tranquilidad. paulatinamente Fui y soy miembro honorario de varias el espíritu sociedades de todos los continentes y unificado en las dicté cursos en 65 países y 180 ciudades sociedades miembros de la ILAR”, relata. Y recuerda reumatológicas”. que “el doctor Ruiz Moreno siempre me felicitó y estimuló por esas actividades”.

Un verdadero embajador León Rivelis evoca que Ruiz Moreno era también un excelente profesor de la cátedra de Historia de la Medicina y él su alumno. Entonces, “yo conocía poco de reumatología, ya que me formé al principio en cardiología, luego en gastroenterología y en otras materias clásicas

que se estudian en medicina. En esa época (1953), la Reumatología recién empezaba”, recuerda. “El profesor Ruiz Moreno aceptó ser mi padrino de Tesis de Doctorado (sobre esclerodermia) que obtuvo el Premio Tobías de la Facultad, diploma y medalla”, relata. Y continúa: “Luego de cumplir con el servicio militar, preferí irme a los Estados Unidos. Ruiz Moreno me dio una carta de recomendación para el doctor Philip Showalter Hench, premio Nobel de Medicina muy conocido, que descubrió la cortisona, quien me derivó a la clínica reumatológica con el profesor Richard Freyberg para trabajar junto a él en el Hospital For Special Surgery de la Universidad Cornell, en Nueva York”. El doctor Rivelis comenzó la formación de nuevas sociedades de Reumatología en el Salvador, y, más tarde, en Guatemala, Costa Rica y Nicaragua. Pero además, remarca, “comencé a promover la creación de sociedades en lugares donde no existían, como por ejemplo, Asia, Grecia, y algunos países de América”. Y agrega que, en cada uno de los países que visitaba durante sus giras de difusión y divulgación de la especialidad, se reunía con los máximos dirigentes de las sociedades médicas”. Sobre la decisión de regresar a la Argentina, relata que fue “para ayudar a Ruiz Moreno y a la SAR en la organización del congreso de la ILAR, en 1965. Luego, periódicamente viajé al exterior invitado por las sociedades a cuya formación he contribuido”.

Doctores León Rivelis (centro), Elías Hurtado Hoyo (izq.) y Carlos Reussi, entonces vicepresidente y presidente de la AMA respectivamente.

16

Y recuerda que tuvo “el gran honor de ser designado Master de PANLAR 2010, miembro honorario de APLAR, padre espiritual de la India y miembro honorario en muchos países donde existen sociedades de la especialidad”. ❑


75.º Aniversario de la SAR

“Tengo muchos recuerdos felices de mi presidencia” El Dr. Roberto Arana, que estuvo al frente de la SAR en el período comprendido entre 1976 y 1979, repasa los acontecimientos más salientes de su gestión como presidente, y los principales hitos de la historia de esta sociedad científica, desde sus comienzos hasta la actualidad.

E

l crecimiento de la Sociedad Argentina de Reumatología (SAR), desde mi presidencia hasta la actualidad, es muy positivo. A través de los años, esta Institución ha adquirido una relevante importancia médica, así como también se puede resaltar su significativo aporte a la formación de recursos humanos de excelencia”, señala el doctor Roberto Miguel Arana, presidente de la Sociedad Argentina de Reumatología entre 1976 y 1979. “Tengo muchos recuerdos felices de mi presidencia. En esa época, disfrutaba de todos los congresos, reuniones y eventos, en compañía de los colegas, tanto desde el punto de vista científico como social. Este tipo de actividades de la SAR, donde nos reuníamos permanentemente con las mismas personas, 40 ó 50 reumatólogos, en pos de un objetivo común, y atravesando juntos distintas situaciones políticas y económicas, permitió que antes, durante y después de mi presidencia, se crearan con mis colegas lazos de amistad que permanecen en el tiempo”, relata. “En ese entonces –recuerda–, también había congresos anuales de Reumatología y un Congreso Rioplatense bianual, y se realizó el primer Congreso de Reumatología del Cono Sur, en la ciudad de Mar del Plata. Esto “representó un reto muy importante debido a que, en esos años,

el país estaba atravesando problemas inflacionarios y hubo que afrontar estas jornadas con mucho sacrificio”. “A través de los años,

Durante la presidencia del doctor Roberesta to Miguel Arana, también se comenzó a Institución gestar la idea de realizar un curso que ha adquirido formara reumatólogos y que dependiera una de la SAR. Si bien cuando el especialista relevante culminó su mandato ese curso no estaba importancia en marcha aún, comenzó a funcionar médica”. durante la siguiente gestión, en diciembre de 1979. “A partir de entonces, el título de especialista en Reumatología lo comenzó a otorgar la SAR con autorización de la Secretaría de Estado de Salud Pública de la Nación. Asimismo, se siguió creciendo en ese campo, hasta que en 1994 se firmó un convenio con la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA), mediante el cual el curso dictado por nuestra Sociedad, pasó a ser la base de la Carrera Universitaria de Especialistas en Reumatología”, explica. Para el doctor Arana, “la Sociedad fue un motor importante en la especialización de reumatólogos”. Además, “el curso también contribuyó significativamente al reconocimiento de la SAR como institución científica a nivel nacional”, resalta el exjefe de la Sección Reumatología e Inmunología del Centro de Educación Médica e Investigaciones Científicas (CEMIC). En la actualidad, considera que 17


75.º Aniversario de la SAR

actual, ha cambiado en forma muy significativa la formación, los conocimientos y la difusión de los saberes”.

Tiempos difíciles

“De la Reumatología que conocí trabajando en la especialidad, en los años 60, a la actual, ha cambiado en forma muy significativa la formación, los conocimientos y la difusión de los saberes”

Dr. Roberto Arana

“a nivel nacional, la formación de recursos humanos en reumatología es muy buena”.

Una carrera junto a la SAR Años antes de su presidencia, la SAR ya había comenzado a conformarse como institución. No obstante, en ese entonces había tan solo 40 ó 50 reumatólogos en todo el país y el especialista ya contaba con una reconocida trayectoria, por lo que fue elegido vicepresidente durante la presidencia del doctor Héctor José Boffi Boggero. Poco antes de cumplir un año en la presidencia, el doctor Boffi Boggero renunció para asumir un importante cargo en la Oficina Sanitaria Panamericana en Washington, y el doctor Arana pasó a ser presidente de la SAR, cargo en el cual permaneció durante el período que le restaba a su antecesor para culminar su mandato y, por los dos años correspondientes a su presidencia, desde 1977 a 1979. Con respecto a la carrera realizada junto a la Sociedad Argentina de Reumatología, Roberto Arana relata que “de la Reumatología que conocí trabajando en la especialidad, en los años 60, a la

18

Entre 1976 y 1979, la presidencia del doctor Arana tuvo que atravesar un período complicado a causa de la situación que se vivía entonces en el país. Sin embargo, “la SAR pudo sortearlos y evolucionar”, comenta. En este sentido, recuerda que “en un principio, las reuniones se realizaban en la oficina de la Asociación de Ayuda al Reumático (ADAR), ubicada en la calle Austria, que fue vendida al poco tiempo, por lo cual los encuentros pasaron a realizarse en la oficina del hermano del entonces presidente de la Sociedad, el doctor Manuel V. Talarico, en la calle Salta”. El disponer de una sede, pasó a ser un objetivo importante para el futuro desarrollo de la Sociedad. Al respecto, relata que, “con mucho esfuerzo, se realizó un congreso que resultó sumamente exitoso y permitió recaudar los fondos para la compra. Era un departamento de tres ambientes, ubicado en la calle Austria, donde comenzó a funcionar la oficina administrativa de la SAR y la biblioteca. Más tarde, se compraron otros dos departamentos en el mismo edificio, y esto permitió crecer tanto en capacidad física como operativa”, recuerda. Cabe aclarar que esta sede dejó de funcionar debido a que durante la presidencia del doctor Horacio O. Venarotti, fueron vendidos los tres departamentos para adquirir la sede actual, ubicada en Callao y Corrientes, la cual fue inaugurada el 4 de agosto de 2010 en un encuentro que contó con la presencia de profesionales médicos y representantes de distintas asociaciones civiles. En este sentido, el doctor Arana señala que “es importante que los profesionales jóvenes de la especialidad comprendan cómo se inició la SAR y cómo llegó a obtener un nombre importante dado por la trayectoria de muchos años”.


75.º Aniversario de la SAR

Referente En sus inicios, el doctor Roberto Arana formó parte del Servicio de Reumatología del CEMIC, creado hacia fines de la década de 1950 por el doctor Samuel Bosch. Años más tarde, ese Servicio quedó a cargo del doctor Osvaldo García Morteo, quien también se había formado en los Estados Unidos, al igual que los otros dos médicos que participaban: la doctora Ana Porrini y el doctor Narciso Ocampo. Arana declara haber surgido como reumatólogo “entre un grupo humano que sentía verdadera inquietud por el estudio y el avance en la investigación relacionada con la Reumatología. Paralelamente, se iban integrando a la Sociedad profesionales de la salud que también habían tenido una formación importante, algunos de ellos en el exterior, y que poseían interés por la formación de los recursos humanos”. Si bien el entrevistado admite que mentiría si dijera que desde sus inicios tuvo vocación por la Reumatología, recuerda: “Cuando cursé el ciclo clínico de la carrera de Medicina en el CEMIC (fundado ese año como Asociación Civil y de Bien Público por inspiración y con la dirección del doctor Norberto Quirno), había un servicio de Reumatología muy bien organizado que trabajaba por la tarde, lo cual permitía a los estudiantes de medicina acudir a la facultad por la mañana y, por las tardes, atender a los pacientes. Por ese entonces, me ofrecieron comenzar a atender pacientes en dicho Servicio, con lo cual continué luego de graduarme, aun cuando al mismo

tiempo efectuaba la residencia en Medicina Interna”. En este punto del relato, comenta que “al término de la residencia en Medicina Interna, obtuve una beca interna y, al final de dicho período recibí una beca externa del CONICET y luego de la OMS, por la cual viajé a continuar con mi formación en París. Por supuesto, esos años en el exterior me permitieron establecer tanto relaciones personales como científicas”. Al regresar al país, fue miembro de la Carrera del Investigador del CONICET. En 1989, Arana ingresó como académico de número en la Academia Nacional de Medicina, donde ejerció la Presidencia entre 2008 y 2010. Asimismo, desde 2002 a 2005, fue presidente del CEMIC, cargo que volvió a ocupar en 2011. En cuanto a su trabajo para la SAR, el doctor Roberto Arana concluye que “trabajo junto a esta institución desde mis inicios profesionales. Fui testigo de su crecimiento, y tuve la satisfacción de trabajar para ella antes, durante y después de mi presidencia, etapa en la cual tuve una participación principalmente de opinión y consulta”. En la actualidad, el doctor Arana continúa siendo miembro de la Sociedad Argentina de Reumatología, si bien “no participo ni de la ejecución ni de la dirección de la misma”, refiere. Aunque, añade, “siempre estaré predispuesto para trabajar en esta importante institución, dado que me ha brindado una excelente experiencia profesional y personal, de la cual me llevo un gran número de amigos y referentes”. ❑

“...siempre estaré predispuesto para trabajar en esta importante institución, dado que me ha brindado una excelente experiencia profesional y personal”.

19


20


21


75.º Aniversario de la SAR

“Una época de gran empuje” El Dr. Alberto Romanowicz, repasa sus primeros contactos con la SAR y, en ese marco, destaca algunos pasajes en la evolución del diagnóstico y el tratamiento de ciertas enfermedades comprendidas en la especialidad.

E

l doctor Alberto Romanowicz presidió la SAR durante el período comprendido entre 1983 y 1985, pero recuerda sus primeros pasos por la Insti“Éramos todos tución como “una época fantástica, de jóvenes, íbamos gran empuje”. “Éramos todos jóvenes – descubriendo las relata–, íbamos descubriendo las enferenfermedades y medades y sus consecuencias; en definisus tiva, estábamos aprendiendo juntos la consecuencias; Reumatología”. en definitiva, estábamos aprendiendo juntos la Reumatología”.

El entrevistado se fue acercando a la SAR “casi por una eventualidad del destino”. Fue durante la época del Proceso de Reorganización Nacional, cuando el

Dr. Alberto Romanowicz

22

entonces intendente de la Ciudad de Buenos Aires, brigadier Osvaldo Cacciatore, ordenó desmantelar el Hospital Rawson, él trabajaba allí “junto con otros talentosos colegas, entre ellos, el ya fallecido doctor Armando Maccagno. Como unidad de clínica médica era un modelo ejemplar, pero, merced a esa desafortunada decisión, el servicio quedó desmantelado”, recuerda. Entonces, todo aquel equipo de trabajo fue convocado para integrarse al Servicio de Reumatología del ex Hospital Francés. El cambio marcó un hito en la historia de la especialidad y también de la SAR, ya que comenzó a conformarse un grupo de “profesionales entusiastas, decididos a darle voz propia y entidad académica, a una especialidad que hasta ese momento apenas si se había hecho escuchar. No éramos más de cincuenta, pero todos teníamos mucha experiencia, muy buena formación, y estábamos dispuestos a hacer crecer la Reumatología”, apunta Romanowicz. Y evoca esa etapa como “tiempos de edificar, conjuntamente, las bases de la Reumatología y de la SAR, como eje convocante”, a partir de un grupo inicial, del que no quiere olvidarse nombres fundamentales, como los de los doctores Aníbal Ruiz Moreno, Osvaldo García Morteo, Osvaldo Hübscher, Roberto Miguel Arana y José Antonio Maldonado Cocco, entre otros.


75.º Aniversario de la SAR

En palabras de este expresidente, “la SAR existía, pero estaba aquietada, le estaba haciendo falta esa inyección de sangre joven”. Así fue que, en 1979, luego de varias gestiones ante la Secretaría de Estado de Salud Pública de la Nación, la Institución comenzó a desarrollar oficialmente su actividad académica, con la creación del curso que otorga el título de Especialista en Reumatología. Motivados por una actividad que tenía eje en Capital, pero se ramificaba hacia el interior, en un ida y vuelta constante, con el tiempo se fueron acercando especialistas de todo el país. “Era un grupo que se iba formando, y, a su vez, formaba a los profesionales más jóvenes”, cuenta el reumatólogo. “Empezamos a participar en congresos internacionales, en los principales centros de los Estados Unidos, España, Francia e Inglaterra”, evoca. Y agrega que hasta ese momento los viajes se hacían en forma individual, pero, a partir de este movimiento, “la SAR comenzó a funcionar como una especie de ‘madre’, desde la cual se promovía todo tipo de actividades informativas. Se organizaron congresos anuales, reuniones, jornadas. También se crearon filiales en diferentes puntos del interior del país”. Al doctor Romanowicz le gusta definir a la SAR como “un árbol, del cual surgen ramas, que lo enriquecen con diferentes miradas en el manejo del paciente y en la investigación de las enfermedades”. Y explica: “Cada presidente, junto con su Comisión Directiva, trató de fortalecerla y de enriquecerla. Lógicamente, como somos humanos, con cerebro y corazón, pudieron haber surgido situaciones o divisiones, grupos son grupos. De lo que no caben dudas, es de que todos los que nos dedicamos a la Reumatología, trabajamos para hacerla crecer”.

Aportes de la farmacología Al referirse a este aspecto, ligado también con la historia de la especialidad y de la institución, el entrevistado asegura que en los primeros tiempos, era “frus-

trante” no poder darles a los pacientes una solución definitiva o, como mínimo, aliviadora. “Los avances en el conocimiento sobre este tipo de patologías, estuvieron desde siempre acompañados por la investigación de la industria farmacéutica mundial”, comenta. Y continúa: “Los primeros fármacos trataban exclusivamente el dolor, y no era suficiente. Era difícil lograr calmar a los pacientes solo con un analgésico, porque su duración es limitada en términos de tiempo. Nos decían que se sentían mejor, pero luego de seis y ocho horas, volvían las molestias. Además, se quejaban debido a la inflamación en manos, codos y rodillas, lo cual no les permitía caminar”. Con el transcurso del tiempo, comenza“La SAR ron a aparecer fármacos específicos para comenzó a el tratamiento de las enfermedades reufuncionar como máticas: “En un primer momento, la cortisona y las sales de oro, surgieron una especie de como respuesta relativa a necesidades ‘madre’, desde la cual se puntuales, ya que mejoraban hasta cierpromovía todo to punto la calidad de vida, pero generatipo de ban otro tipo de complicaciones”. La primera revolución en el tratamiento de las enfermedades reumáticas se produjo con el advenimiento de los antiinflamatorios no esteroides (AINE), que resolvían la inflamación y el dolor: “Hubo un antes y un después de su uso, porque algunas patologías cursan con dolores en diferentes partes del cuerpo, y afectan considerablemente la calidad de vida de los pacientes”, señala el entrevistado.

actividades informativas”.

Y agrega que luego de algunas décadas, la aparición de la terapia con medicamentos biológicos, permitió subir un nivel en el tratamiento de las enfermedades reumatológicas. “Son el resultado de la aplicación de la biotecnología, para el desarrollo del tratamiento dirigido a las moléculas involucradas en el proceso inflamatorio y patogenético, una verdadera revolución para el tratamiento de este tipo de patologías, particularmente las autoinmunes”. ❑ 23


75.º Aniversario de la SAR

Una institución firme, en momentos complejos Presidida por el Dr. Luis Seijo, la SAR soportó estoicamente la crisis económica de fines de la década de 1980 y principios de la de 1990. Mantuvo sus actividades habituales y sus encuentros científicos, al haber maximizado los pocos recursos con los que podía contar. Plenamente activo a sus 80 años, el expresidente explica cómo se desarrolló su mandato, entre 1989 y 1991. “...la férrea voluntad con que se encaró esa situación, permitió mantener actualizada la biblioteca, al renovar la suscripción de más de una veintena de revistas internacionales relacionadas con la especialidad”.

A

ño 1989. Fue un año con dificultades económicas, salida anticipada de Raúl Alfonsín de la presidencia, y llegada de Carlos Menem al sillón de Rivadavia. Estas, eran solo algunas de las circunstancias que sacudían la vida social y política de la Argentina, un país que, como tantas otras veces en su historia, transitaba por un camino alejado de la normalidad, o de lo previsible. En una amena charla con Prescribe, el doctor Luis Seijo accedió a rememorar las vivencias de su gestión como presidente de la SAR, y agregó varios apuntes interesantes sobre la historia de esta Institución. La entrevista se realizó en el octavo piso del Hospital de Clínicas “José de San Martín”, donde funciona la División Reumatología, ya que a pesar de haberse jubilado, siente la necesidad de concurrir todos los días al hospital. La complejidad de la época, queda plasmada en la primera referencia que el doctor Seijo hace sobre su mandato: “Asumí la presidencia casi a mediados de 1989, un período de aguda crisis económica. El primer año, fue algo complicado. La Sociedad contaba con unas reservas, y la premisa era resguardarlas porque el futuro era incierto”, comenta para ilustrar el contexto socioeconómico de aquellos momentos.

24

Dr. Luis Seijo

Esa situación, indujo a que la Comisión Directiva resolviera, como primera medida, redoblar los esfuerzos para preservar esos ahorros, aunque tratando de no afectar el cumplimiento de los grandes objetivos que tiene cualquier entidad científica. Al respecto, destaca que “la férrea voluntad con que se encaró esa situación, permitió mantener actualizada la biblioteca, al renovar la suscrip-


75.º Aniversario de la SAR

ción de más de una veintena de revistas internacionales relacionadas con la especialidad, y, de esta manera, posibilitar que colegas interesados, tuvieran a su disposición la consulta de los últimos artículos publicados”. El otro gran desafío, consistió en concretar la realización del congreso anual de la SAR, para lo cual se había elegido como sede la ciudad de Mar del Plata: “Dado que era una tradición de muchos años, nuestra Sociedad no solo programaba, sino que también organizaba esos congresos. Esta eventualidad, y el apoyo que recibimos de la industria farmacéutica, constituyeron los pilares fundamentales para que en ese difícil año, 1989, se pudiera cristalizar satisfactoriamente la realización del XXIX Congreso Argentino de Reumatología, logro que en ese momento, lamentablemente, no pudieron alcanzar otras entidades científicas”, relata el doctor Seijo. Además del congreso referido, en 1989, la SAR realizó otros dos encuentros científicos en la Ciudad de Buenos Aires; una Reunión conjunta con la Sociedad de Neurociencias, y las II Jornadas de Reumatología de la Ciudad de Buenos Aires. “Si tuviera que reflexionar acerca de cómo encaró la CD que me tocó presidir la organización de estos eventos científicos, diría que tuvimos que enfrentar grandes dificultades, pero aunque algunas veces los directivos teníamos posiciones distintas, como en el fondo todos teníamos el mismo pensamiento, con mesura, cordura, prudencia y mucha coherencia, superábamos fácilmente esas diferencias”, sintetiza. El expresidente resalta que el haber conseguido celebrar con éxito el congreso de Mar del Plata, “significó un estímulo adicional para emprender la organización del XIV Congreso Rioplatense, que se llevó a cabo en 1990, en la ciudad de Rosario, y del que participaron reumatólogos uruguayos. La organización de este evento, contó con la inestimable colaboración de los directivos de la filial local de la SAR, quienes se encargaron de

seleccionar el lugar apropiado que serviría de sede, y contribuyeron en el montaje de esta reunión internacional que contó con una nutrida concurrencia”. Aquel año se realizaron, además, las III Jornadas Nacionales de Expertos en Reumatología, que tuvieron lugar en Vaquerías, Córdoba; y las III Jornadas de Reumatología de la Ciudad de Buenos Aires.

Memoria viva de la Reumatología El doctor Luis Seijo, ha sido testigo de una parte significativa de la historia de la SAR por haber sido miembro de su CD desde 1979 hasta 1991. Además, es conocedor de los orígenes de la institución, y tiene claro cuáles son los referentes que han dejado huella en la entidad, y en la disciplina en sí. Por ser el fundador de la SAR, el doctor Aníbal Ruiz Moreno, es el primer nombre que este expresidente menciona al enumerar a los destacados. Pero no es el único, también aparecen en la nómina los expresidentes Osvaldo García Morteo, Roberto Arana y Armando Maccagno. “Al doctor Aníbal Ruiz Moreno lo destaco por ser el patriarca de la Reumatología argentina”, relata. Y resalta que si bien cuenta con “muchísimos antecedentes destacables”, su primer gran logro fue la creación del Centro Antirreumático: “El doctor Aníbal Ruiz Moreno fundó el Centro Antirreumático en 1936; su primera sede fue la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires. Luego se trasladó al viejo Hospital de Clínicas, que estaba situado en lo que hoy es la Plaza Houssay y, en 1970, cuando se terminó la construcción del actual Hospital de Clínicas “José de San Martín”, ese Centro pasó a ocupar un cómodo espacio en la planta baja del edificio”.

“...como en el fondo todos teníamos el mismo pensamiento, con mesura, cordura, prudencia y mucha coherencia, superábamos fácilmente esas diferencias”.

El doctor Seijo recuerda que, en 1987, fue reestructurado el funcionamiento de este nosocomio, obligado por el desarrollo de la medicina: “Como era necesario destinar espacio físico para alojar nuevas especialidades y subespecialidades, 25


75.º Aniversario de la SAR

desde entonces, el Centro Antirreumático pasó al 8.º piso con la denominación de División Reumatología en el organigrama de este hospital”. Y aclara que “si bien en los papeles figura como División Reumatología, la cartelera de esta División está encabezada por ‘Centro Antirreumático Dr. Aníbal Ruiz Moreno’ en honor a su fundador”.

“...logró elevar el nivel académico de los nuevos reumatólogos. También participó activamente para federalizar la Sociedad, hasta fundar el Comité del Interior”.

Sobre el doctor Osvaldo García Morteo, a quien considera uno de los “popes de la Reumatología”, Seijo manifiesta que “este presidente de la SAR en el período 1973-1975, se destacó porque, junto con colegas de otros países sudamericanos, impulsó la creación de una reunión regional conjunta de la especialidad. Como consecuencia de ello, durante su gestión comenzó un diálogo fructífero con directivos de las sociedades hermanas de Brasil, Chile y Uruguay, para acordar que cada cuatro años se realizara un congreso conjunto de Reumatología, que permitiera un mayor intercambio de conocimientos, que se denominaría Congreso del Cono Sur. En virtud de este convenio, se decidió que la primera de estas reuniones se realizara en 1976, en la Argentina; luego, en 1980, tuvo lugar en Chile; en 1984, en Brasil; en 1988, en Uruguay, y así sucesivamente en ese mismo orden”. Además, resalta que García Morteo fue el segundo reumatólogo argentino que se desempeñó como presidente de la Liga Panamericana (PANLAR), durante el período 1978-1982. Cabe destacar que el primero en alcanzar esta distinción fue Aníbal Ruiz Moreno, quien estuvo al frente de la Liga entre 1949 y1953. “Su destacada labor enaltece la Reumatología argentina, con una obra vasta y prolífica”, elogia. Y subraya, “a modo de sencillo homenaje” la tarea desarrollada por García Morteo en el Servicio de Reumatología del Instituto Nacional de Rehabilitación del Lisiado (actual Instituto de Rehabilitación Psicofísica, IREP), desde que asumió su jefatura, en 1963. “Su perseverancia, dedicación y su elevado nivel académico, motivaron a médicos jóvenes de la

26

Capital Federal y del interior del país, a concurrir a ese Servicio para formarse como reumatólogos. La enseñanza y el entrenamiento que les ofreció, fue una misión que se había impuesto el doctor García Morteo. El resultado de esta labor resultó gratificante, tanto para él como para sus discípulos, ya que, con el transcurso del tiempo, todos esos jóvenes, cuando regresaron a sus ciudades de origen, ejercieron su profesión, brindando a sus pacientes la reumatología de excelencia que este maestro les había enseñado”. Otro logro significativo para la Reumatología argentina, obtenido gracias a “la firme convicción del doctor García Morteo” fue cuando, en 1987, consiguió “el establecimiento de las residencias en Reumatología. Como consecuencia de ello, comenzaron las residencias de la especialidad en distintos hospitales, lo cual representó un enorme beneficio para que los médicos jóvenes obtuvieran una formación reumatológica más sólida. Lo lamentable, es que García Morteo falleció a mediados de ese año, y no pudo ver plasmado en los hechos lo que había conseguido en los papeles”. El doctor Armando Maccagno, presidente de la SAR durante el período 1979-1981, fue otro de los que contribuyeron al engrandecimiento de la Institución. El entrevistado lo evoca con estas palabras: “Guardo los mejores recuerdos, por haber trabajado con él en el hoy desaparecido Hospital Rawson de la Ciudad de Buenos Aires”, evoca. Y recuerda algunos de sus logros: “En 1979 creó la biblioteca de la Institución, que hoy lleva su nombre, e inauguró el Curso Superior de Reumatología. De esta forma, logró elevar el nivel académico de los nuevos reumatólogos. También participó activamente para federalizar la Sociedad, hasta fundar el Comité del Interior”. Con este paso, “se hicieron realidad las sanas pretensiones de los miembros de las filiales para poder llegar algún día a presidir la SAR”, subraya. Y agrega que también se encargó del relanzamiento de la Revista Argentina de Reumatología de la cual fue director.


75.º Aniversario de la SAR

Para el doctor Seijo, la obtención de estos logros tuvieron particular importancia, por eso, aporta detalles sobre cada uno de ellos: “Cabe destacar que la biblioteca que inauguró en 1979 con la suscripción de una decena de revistas y algunos libros de la especialidad; en los años posteriores, fue incrementando la suscripción de publicaciones, motivada por la cantidad de consultas y la mayor variedad de estas, aunque, por convenios institucionales también recibe material científico por vía informática”, aclara. En lo que concierne al Curso Superior de Reumatología, cuenta que, inicialmente, tenía una duración de dos años: “De este curso egresaron más de 200 reumatólogos. Tras un convenio con la Facultad de Medicina de la UBA, se creó la carrera de posgrado en Reumatología, y la SAR fue designada para desempeñarse como sede de la Carrera Universitaria de Especialistas, con lo cual se reemplazó el Curso Superior”. En 1994, durante la presidencia del doctor Raúl Houssay, ingresó la primera promoción de esta carrera. Desde entonces, los cursantes reciben las clases teóricas en la sede de la SAR; y las clases prácticas, las realizan en los servicios de Reumatología de los hospitales que tienen acreditadas las residencias y son participantes de este plan de enseñanza”, explica. A comienzos de la década de 1980, el doctor Maccagno contribuyó a la creación del Comité del Interior, junto con los doctores Roberto Arana y Osvaldo Hübscher por la Capital Federal, y los delegados de las filiales de Córdoba, Mendoza y Rosario. De este modo, quedó conformada la base de la integración de la SAR con sus filiales. “Luego de diversas reuniones, se alcanzó un acuerdo que posibilitó que los miembros de las filiales pudieran acceder a la presidencia de la SAR. Una vez acordado este punto, se dispuso que, en el futuro, la presidencia de la Sociedad fuera ejercida, alternativamente, por un representante de la Capital Federal y uno del

interior. Para culminar este acuerdo, fue diseñado el cronograma para establecer el orden en que las filiales accederían a ese cargo. “De acuerdo con esa decisión, el doctor Carlos Meineri, miembro de la filial Rosario, fue el primer presidente de la SAR durante el período 1987-1989, surgido del interior”. Desde que se suspendió la publicación de los Archivos de Reumatología, “la especialidad carecía de una publicación que pusiera al servicio de los especialistas y de algunos médicos internistas la difusión de trabajos científicos relevantes”, relata Seijo. Entonces, surgió la idea y el doctor Maccagno tomó la decisión de que la SAR contara con un medio de difusión escrito para dar a conocer los trabajos científicos más destacados. “Como corolario de ello, en 1989, bajo su dirección, apareció el primer número del relanzamiento de la Revista Argentina de Reumatología que, desde entonces, se publica periódicamente”. Por otra parte, resalta que el doctor Maccagno presidió, en 1986, el 9.º Congreso de la PANLAR realizado en la Ciudad de Buenos Aires, al que asistieron reumatólogos de más de cien países. “Como reumatólogo, el doctor Maccagno ocupó un escaño en calidad de miembro de la Academia Nacional de Medicina, entidad que llegó a presidir en el período 1998-2000”, continúa su relato, y revela otro dato: “Este distinguido médico, no solo era reumatólogo; también era toxicólogo y médico legista, antecedentes que le posibilitaron desempeñarse por muchos años, hasta su muerte, como Decano del Cuerpo Forense del Poder Judicial de la Nación”.

“Luego de diversas reuniones, se alcanzó un acuerdo que posibilitó que los miembros de las filiales pudieran acceder a la presidencia de la SAR”.

Y evoca a este colega y gran amigo, como alguien “que no sobresalió solo en el aspecto académico y cultural, sino que fue un gran componedor que ayudó en algunas oportunidades a conciliar posiciones encontradas en la vida de nuestra Sociedad”. Además, con su afabilidad y diplomacia, este hombre de bien, lograba lo que no conseguía nadie, y quizá sea por eso que muchos lo llamaban ‘El Papa’”. 27


75.º Aniversario de la SAR

“...la SAR, al considerar que las reuniones anuales que acostumbraba programar no eran suficientes para satisfacer tal aspiración, decidió, a finales de la década de 1970, organizar mensualmente ateneos interhospitalarios”.

En referencia al doctor Roberto Arana, quien presidió la SAR en los períodos 1976-1977 y 1977-1979, destaca que “es especialista en Reumatología e Inmunología. Y tuvo el honor de inaugurar, en 1978, la primera sede propia de la SAR, ubicada en la calle Austria 2469. Luego, su amigo y compañero de trabajo durante muchísimos años en el CEMIC, el doctor Osvaldo Hübscher, en calidad de presidente de la Sociedad en el período 1981-1983, adquirió, en el mismo edificio, una unidad más amplia para trasladar allí la secretaría, la sala de reuniones y la presidencia; la otra mitad, quedó destinada exclusivamente a la biblioteca”. Justamente por ser, además de reumatólogo, un reconocido inmunólogo, Arana fue de los primeros en equipar en nuestro país un laboratorio con las técnicas de inmunofluorescencia para determinar los anticuerpos de las colagenopatías: “Participó del diseño y de la organización del I Congreso de Reumatología del Cono Sur, realizado en la ciudad de Mar del Plata en 1976”, relata Seijo. Y añade que, “la primera edición de este evento que él presidió, se caracterizó no solo por la calidad de la discusión de los trabajos presentados sino, además, por la confraternidad de los reumatólogos de los países participantes”. “Luego de finalizar su período presidencial, continuó muy allegado a la Sociedad, y junto con los doctores Maccagno y Hübscher, participó en la creación del Curso Superior de Reumatología, en la organización del Comité del Interior y en otros logros de nuestra Sociedad”, completa. En la actualidad, el doctor Arana es miembro de la Academia Nacional de Medicina, entidad que presidió entre 2008 y 2010, donde ocupa un escaño en representación de la Inmunología.

La SAR y el desarrollo de la Reumatología El expresidente también se refiere al papel que le cupo a la SAR en el desarrollo de la enseñanza de la especialidad: 28

“Con el fin de promover la enseñanza y la actualización de temas reumatológicos, sobre todo destinados a los médicos jóvenes que no asistían a servicios con ateneos semanales, la SAR, al considerar que las reuniones anuales que acostumbraba programar no eran suficientes para satisfacer tal aspiración, decidió, a finales de la década de 1970, organizar mensualmente ateneos interhospitalarios. Los programaba en forma rotativa en distintos hospitales; y la presentación de casos estaba a cargo del centro designado como organizador del mes. Estos ateneos tuvieron una buena acogida, una concurrencia nutrida, y motivaron consultas bibliográficas, tanto de los médicos jóvenes que lo hacían rutinariamente, como de los que lo hacían con menor frecuencia. Podría decir que este fue un primer paso hacia una mejor formación de los reumatólogos”, subraya. Luego, al crear la SAR su propia biblioteca, en 1979, y el Curso Superior de Reumatología, que más tarde se transformó en Carrera, “limitó el ingreso solo para postulantes con antecedentes de haber cumplido la residencia de Clínica médica, y exigió la realización de prácticas en servicios hospitalarios de Reumatología, seleccionados por su calidad académica. A partir de la creación de las residencias en Reumatología, estas prácticas se realizan en los servicios hospitalarios con ese régimen de enseñanza, lo cual contribuyó a mejorar ostensiblemente el nivel académico de los egresados que, al cabo de tres años, culminan la carrera y obtienen el título universitario de médico Especialista en Reumatología expedido por la Facultad de Medicina de la UBA”. Lo expuesto por el doctor Seijo, aportó sin duda a la federalización de la especialidad, “ya que muchos de los médicos jóvenes, que fueron residentes o se desempeñaron con funciones equivalentes (en condición de concurrentes o becarios) en distintos hospitales, hoy en día desarrollan su labor profesional, o en algún momento lo hicieron, como médicos reumatólogos, en ciudades de casi


75.º Aniversario de la SAR

todas las provincias argentinas, y también fuera de nuestras fronteras, en varios países de Sudamérica, en los Estados Unidos, e incluso en España e Inglaterra”.

Amor por la profesión Sus 80 años y la etapa de jubilado que vive, no hacen del doctor Luis Seijo un reumatólogo retirado. El Hospital de Clínicas, tiene el privilegio de seguir contando con él en sus consultorios y aulas. En plena actividad y con la pasión por la Reumatología intacta, se refiere a su actual relación con la especialidad: “Soy consultor aquí (en el Clínicas), pero consultor o no, yo vendría con el mismo entusiasmo. Me encanta estar, que los estudiantes y residentes me pregunten cosas. Pero esto es una ida y vuelta, porque ellos preguntan cosas, pero también expresan sus inquietudes. Hoy en día, ellos leen mucho más que yo. Antes, uno leía porque estaba progresando. Ahora, lee sobre los problemas que se presentan. Entonces, uno les aporta la experiencia, y ellos, la última noticia”, comenta el doctor Seijo, con un espíritu joven que lo vincula también con la tarea docente dentro del nosocomio, donde da

clases de distintos temas de reumatología, para alumnos y graduados. La SAR lo contó entre sus filas hasta hace muy poco tiempo, más específicamente, “como miembro del Comité de Certificación y Recertificación, junto con (Horacio) Venarotti y Ernesto (Gutfraind)”, explica el doctor Seijo, y destaca que este último fue el impulsor, en la década de 1990, de la creación de este órgano de evaluación destinado a considerar los antecedentes académicos, asistenciales, y la idoneidad ética y moral de los reumatólogos”. El 13 de septiembre de 2007, junto con otros colegas, el doctor Luis Seijo fue nombrado “Maestro de la Reumatología Argentina”. La distinción, coincidió con la primera jornada del 40.º Congreso Argentino de Reumatología, el 11.º del Cono Sur, y la celebración del 70.º aniversario de la SAR. El prestigioso especialista, disfruta de su actividad y lo pone en palabras: “Aunque me jubilé, sigo viniendo al hospital todos los días, que es parte de mi alimento del alma. La forma de mantenerme actualizado es que, mientras lea, vivo, así de clarito”. ❑

“Aunque me jubilé, sigo viniendo al hospital todos los días, que es parte de mi alimento del alma”.

29


75.º Aniversario de la SAR

Una mano siempre extendida hacia la comunidad Con especial énfasis en acercarse a los pacientes, entre 1991 y 1993, la SAR estuvo presidida por el Dr. Alberto Strusberg. En el marco de los 75 años de la institución, el médico repasa ese período, en el que se crearon los Grupos de Ayuda Mutua de pacientes con Artritis Reumatoidea, y se estableció la distinción “Maestro de la Reumatología Argentina”.

“Los recuerdos del expresidente son precisos, y expresan cabalmente la dirección tomada por la institución, definida por el compromiso, la difusión del conocimiento y el respeto a los destacados de la especialidad”.

M

édicos comprometidos con su tarea, buscan formas de mejorar constantemente y, por carácter transitivo, aportar para la buena salud de sus pacientes. Ese compromiso, se plasma en las instituciones médicas, cuando sus conducciones deciden poner el acento en la relación con las personas que padecen los cuadros con los que diariamente trabajan los profesionales de la salud. En ese ida y vuelta, el vínculo se hace fuerte, y se mantiene. Las instituciones -en definitiva, quienes las integran-, se acercan a la gente y adquieren un sentido de raigambre en la sociedad. Esta descripción, cuadra muy bien en la trayectoria de la Sociedad Argentina de Reumatología y, particularmente, en el período que el doctor Alberto Strusberg fue su presidente. Convocado para recordar su mandato, entre 1991 y 1993, el doctor Strusberg deja fluir momentos, decisiones y hechos que dejaron huella en la SAR. Los recuerdos del expresidente son precisos, y expresan cabalmente la dirección tomada por la institución, definida por el compromiso, la difusión del conocimiento y el respeto a los destacados de la especialidad, a través del reconocimiento de las trayectorias profesionales. Con esos componentes como bandera, se desarrolló su presidencia, que sucedió a la del doctor Luis Seijo.

30

Dr. Alberto Strusberg.

Acontecimientos ubicados en la década de 1980, fueron modificando aspectos de la vida institucional de la SAR y construyendo un camino de federalización de la institución, que llevó a mejorar su representatividad. El entrevistado, antes de adentrarse en las vicisitudes de su presidencia, hace una síntesis de estos hechos, que funcionaron como condición previa a su llegada a la presidencia: “Desde comienzos de los 80, existía en la SAR el Comité del Interior, que contemplaba la presencia en el Directorio de un delegado de cada filial,


75.º Aniversario de la SAR

que participaba de las reuniones con voz, pero sin voto en las resoluciones. A partir de 1987, se incorporó a la Comisión Directiva un presidente que, cada cuatro años, sería de una Sociedad de Reumatología Filial. El primer presidente proveniente del interior, fue el doctor Carlos Meineri, de Rosario. En 1991, me hice cargo de la presidencia de la SAR, proveniente de la Filial Córdoba”, señala, marcando las novedades que la institución iba aplicando en su administración. 1991, el año que el reumatólogo se transformó en presidente de la Sociedad, tenía un acontecimiento saliente en su calendario. Así lo recuerda: “Asumí en mayo de ese año, y nos pusimos a trabajar para que el V Congreso del Cono Sur fuera un éxito. La organización estuvo presidida por el doctor Osvaldo Hübscher, y mi lugar fue el de vicepresidente. Con la ayuda inestimable de colaboradores extraordinarios, como los doctores Roberto Arana, Samuel Baigun y Ernesto Gutfraind, se realizó en el Hotel Sheraton Buenos Aires un Congreso Internacional del Cono Sur que colmó las expectativas de todos los asistentes”. La primera etapa de la gestión de Strusberg, contó con una iniciativa férrea por hacer llegar las novedades en materia de diagnósticos y tratamientos a la mayor cantidad de reumatólogos posible. Con esa meta, la Comisión Directiva de entonces se propuso una importante tarea de difusión científica. “En 1991, la divulgación de los conocimientos no era tan accesible como ahora -cuenta el profesional-. La Comisión Directiva decidió crear un Comité de Redacción, cuyo presidente fue el doctor Guillermo Tate. Mensualmente, se distribuía en todo el país una publicación que se llamaba ‘Review Bibliográfica’, y que resumía los principales artículos. Para reumatólogos y clínicos, fue un acercamiento a los conocimientos científicos de esa época”, valora. Al repasar cronológicamente las decisiones tomadas en su presidencia, el doctor

Strusberg abre la ficha del año 1992 y la cuenta. Se trató de un lapso especialmente fructífero, cargado de satisfacciones y acciones que se prolongaron en el tiempo e, incluso, excedieron su mandato. “En mayo de 1992, se decidió crear por primera vez la nominación de Maestro de la Reumatología Argentina, teniendo en cuenta la trayectoria científica y docente de los elegidos”, relata. Y recuerda que, en la primera entrega, “en un acto realizado en la Academia Nacional de Medicina, fueron galardonados con ese título los doctores Roberto Arana, Armando Maccagno y Osvaldo Hübscher, de Buenos Aires; Carlos Batagliotti, de Rosario; Carlos Onetti, de Córdoba; y Raúl Bistué, de Mendoza”. A “...uno de los aspectos que partir de entonces, “se estableció que, cada cinco años, la SAR designaría nue- más recuerdo de mi actuación vos maestros. Ese legado, continúa cumcomo presidente pliéndose”. fue la

La llegada a los pacientes, a sus fami- proyección de la SAR hacia la lias, y ayudar desde su rol instituciocomunidad, a nal, fueron componentes de una caractravés de la terística de la SAR que el doctor Struscreación del berg buscó potenciar, y que hoy remeComité mora con auténtica satisfacción: “Quizás, uno de los aspectos que más re- Comunitario de cuerdo de mi actuación como presiden- la Sociedad de los Grupos de te fue la proyección de la SAR hacia la comunidad, a través de la creación del Ayuda Mutua de pacientes con Comité Comunitario de la Sociedad de Artritis los Grupos de Ayuda Mutua de pacienReumatoidea tes con Artritis Reumatoidea (AMAR)”, (AMAR)”. plantea. Y explica: “Se creó un Comité Interdisciplinario con asistente social, psicóloga clínica, psicóloga laboral, enfermeras universitarias con orientación social, abogados y nutricionista, entre otros, la mayoría de Córdoba, que fijaron normas sobre las que se organizaron los citados grupos. En noviembre de 1992, en coincidencia con el Congreso Argentino de Reumatología realizado en Carlos Paz, se reunieron 70 pacientes de artritis reumatoidea (AR) provenientes de todo el país: Neuquén, Pergamino, Mendoza, San Rafael, Curuzú Cuatiá, Jujuy, La Rioja, Catamarca, Concordia, Mar del Plata, La Plata, Buenos Aires, Rosario, Tucumán, Salta, Córdoba y San Francis31


32


33


75.º Aniversario de la SAR

“Fue un congreso científicamente muy bueno, socialmente amable y divertido, y coparticipativo con pacientes. También tuvo su diario, que se llamaba INFOSAR”.

34

co. Los grupos AMAR tuvieron ocho años de intensa labor. Algunos persisten con gran esfuerzo de sus miembros. Hicieron conocer la enfermedad en sus lugares de origen, lucharon para que se conozcan sus derechos a recibir medicación adecuada y reducir trabas arquitectónicas, entre otros temas”, desarrolla el reumatólogo.

gía realizado en Mendoza, en 1993, en la sesión especial dedicada al Año Internacional de la Familia, establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, precisa el profesional para finalizar su exposición de los momentos salientes de su presidencia, en cuanto al vínculo con los pacientes y la comunidad.

El trabajo del Comité Comunitario de la SAR, fue amplio y contribuyó a mejorar la relación y el compromiso de la institución con los pacientes. Con integrantes como los doctores Gutfraind y Norberto Quagliatto, sobre los que Strusberg evoca que se desempeñaban “con insuperable dedicación y capacidad”, el Comité “efectuó varios simposios nacionales para pacientes: Mendoza (1993), Mar del Plata (1996), y Córdoba (2000)”.

La responsabilidad que se impone para el mandato de un presidente de una institución de prestigio como la SAR, es la de mantener la calidad del congreso anual de la entidad. En el caso del doctor Strusberg, el encuentro que se desarrolló bajo su mandato, tuvo la característica de ser “uno de los primeros congresos con asistencia masiva, 572 inscriptos becados de todo el país”, asevera.

“En 1993, pudimos concretar dos publicaciones para pacientes, la revista se llamaba ‘Compromiso’, y se editaban 20.000 ejemplares con artículos y comentarios prácticos, que eran distribuidos en los servicios de Reumatología y centros médicos en toda la Argentina”, cuenta Strusberg, quien, además de haber presidido la SAR, tiene una destacada trayectoria docente, habiéndose desempeñado como profesor titular de la Cátedra de Farmacología de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba.

Y agrega: “No puedo dejar de describir el Congreso Argentino que me tocó presidir y que se realizó en Carlos Paz, en noviembre de 1992, junto con un Simposio del Comité IberoAmericano de Reumatología. Se efectuaron conferencias, adecuadas en forma paralela a los 72 pacientes que fueron delegados de sus respectivas ciudades. Fue un congreso científicamente muy bueno, socialmente amable y divertido, y coparticipativo con pacientes. También tuvo su diario, que se llamaba INFOSAR y que, durante algunos años, persistió como órgano de difusión intracongreso”, resume el expresidente.

Otra actividad efectuada con el soporte de la Liga Internacional de Reumatología (ILAR), fue una evaluación sobre calidad de vida y utilización de soportes de ayuda en enfermos con AR en todo el país. “Los resultados fueron presentados en el Congreso Argentino de Reumatolo-

Con una gran apertura de la SAR hacia los pacientes, divulgación científica y un congreso exitoso, el doctor Strusberg logró objetivos importantes que contribuyeron al engrandecimiento de la institución que agrupa a los reumatólogos argentinos. ❑


75.º Aniversario de la SAR

Un recorrido por la historia de la SAR El Prof. Dr. Ernesto Gutfraind, relata algunos de los acontecimientos más destacados en la vida de la SAR. Personas y hechos que le dieron forma y prestigio a esta destacada institución.

E

l último mes de 1937, marcó la primera expresión de la actividad organizada de la Reumatología argentina. El 30 de diciembre de ese año, por iniciativa del doctor Aníbal Ruiz Moreno, fue creada la Liga Argentina contra el Reumatismo. La concreción de este proyecto tenía varios antecedentes, protagonizados por dos profesionales destacados: los doctores Leopoldo Bard y Guido Costa Bertani. El primero, en 1930; y el segundo, en 1935, 1936 y 1937, habían considerado necesaria la creación de una “liga antirreumática”. El aporte histórico, lo hace el doctor Ernesto Gutfraind, expresidente de la Sociedad Argentina de Reumatología entre 1997 y 1999. El mismo día de la fundación de la Liga Argentina contra el Reumatismo, se conformó una comisión, a fin de redactar los estatutos. Estaba integrada por los doctores Aníbal Ruiz Moreno, César Portela, Belisario Moreno, Guido Costa Bertani y José María Portela. Todo ese movimiento, se dio en la sede de la Asociación Médica Argentina (AMA), presidida en aquel entonces por el doctor Carlos Mainini.

departamentos de la calle Austria, lo cual mejoró el funcionamiento de las actividades de la Sociedad, ya que todo funciona en una sola planta”.

De la Clínica a la Reumatología “En los inicios, se destacaron entre los fundadores, el pionero, doctor Guido Costa Bertani, y también Samuel Tarnopolsky. Ellos, junto con Ruiz Moreno, constituyen el trípode de los inicios de la Reumatología en el país. Por cierto, no eran reumatólogos, sino clínicos, ya que aún no existía la especialidad”, recuerda el entrevistado. Estos destacados médicos argentinos, Dr. Ernesto Gutfraind

“En 1936, el doctor José Arce presentó en la Cámara de Diputados, un proyecto de ley de creación del Primer Centro Antirreumático Universitario, dependiente de la Facultad de Medicina y anexo al Hospital Universitario de Clínicas”.

En los últimos 75 años, los socios de la SAR se reunieron en la Asociación Médica Argentina, en el Hospital de Clínicas “José de San Martín”, o en un departamento ubicado en la calle Salta y, más tarde, ya como sede propia (1978), en la calle Austria 2469. “El último domicilio de la sede de la SAR es el de Callao 384, que fue adquirido con la venta de los 35


75.º Aniversario de la SAR

presentaban los objetivos más nobles para formar una liga de colegas al estilo de la época y tal como lo determinaban los estándares internacionales. “Los principales motivos fueron, y son, estar relacionados directamente con el estudio del reumatismo y la dirección y organización de la lucha contra la enfermedad en el país”, aclara el extitular de la SAR. Por aquellos años, Aníbal Ruiz Moreno estaba muy relacionado con colegas del exterior, entre ellos, los doctores Forstescue Foz y Van Breemen, presidente y secretario, respectivamente, de la Liga Internacional contra el Reumatismo. Y, según relata Gutfraind, fueron ellos lo que alentaron al reumatólogo argentino a formar la Liga: “Sus vinculaciones en el exterior, le dieron gran empuje y “Sus vinculaciones prestigio a lo que estaba ocurriendo en Buenos Aires. El doctor Ruiz Moreno, era en el un verdadero líder: se formó en el Coleexterior, le gio Nacional Buenos Aires, y allí les dieron gran enseñan a ser líderes”, subraya. empuje y prestigio a lo que estaba ocurriendo en Buenos Aires. El doctor Ruiz Moreno, era un verdadero líder 0148.

El propio Ruiz Moreno, en uno de sus escritos, que data de 1930, comenta que Bard y Costa Bertani consideraban absolutamente fundamental la creación de la Liga Argentina Antirreumática. Fue así que, con el auspicio de referentes del exterior y con el apoyo de los profesionales locales, se celebró en la sede de la AMA el acto de inauguración de la Liga.

Hitos Al ser consultada su opinión sobre los hitos más destacados de esta historia, el doctor Gutfraind no duda en señalar la creación del Centro Antirreumático del Hospital de Clínicas como uno de los momentos más importantes de la Reumatología argentina. Y relata los sucesos que llevaron a la conformación de dicho centro: “En 1936, el doctor José Arce presentó en la Cámara de Diputados, un proyecto de ley de creación del Primer Centro Antirreumático Universitario, dependiente de la Facultad de Medicina y anexo al Hospital Universitario de Clínicas. Aprobado el proyecto, fue transformado en la Ley 12.300, el 8 de septiembre de 1936, y comenzó a funcionar de 36

inmediato, a las órdenes del doctor Aníbal Ruiz Moreno”.

Nacimiento de la SAR Entre los puntos destacados de la vida de la institución, el entrevistado, historiador por afición, recuerda el cambio de nombre, en 1938: “La comisión designada para redactar los estatutos, estaba integrada, además de por Ruiz Moreno, por los doctores César Portela, Belisario Moreno, Guido Costa Bertani y José María Macera. Ellos bautizaron a la entidad como ‘Liga’. Pero, en 1949, durante el VIII Congreso Internacional contra el Reumatismo, celebrado en Nueva York, se decidió que se reservaba de forma exclusiva la denominación ‘Liga’ a las asociaciones internacionales”. Desde ese año, entonces, cambió su denominación por Sociedad Argentina de Reumatología. Cabe recordar que ya por el año 1936, era publicada la “Revista Argentina de Reumatología”, cuyo director era el doctor Guido Costa Bertani, y que contaba con numerosos y renombrados médicos argentinos y extranjeros como colaboradores. La aparición de este órgano de difusión, es otro aspecto destacable para Gutfraind. Con el correr de los años, la difusión y el empeño de los directivos de la Sociedad en proyectar la institución al interior del país, comenzaron a dar sus frutos con la creación de filiales. La primera, en Mendoza (1949), que se constituye en la más antigua de las filiales. La siguieron Rosario (en 1958), que cambió de nombre por el actual de Sociedad de Reumatología de Santa Fe, Córdoba (1960), La Plata (ahora Buenos Aires, en 1979), Tucumán (1982), Salta- Jujuy (1994), del Sur (1998), y la del Noreste (2003).

El primer congreso Uno de los hitos más destacados en la historia de la SAR es, sin dudas, el primer congreso argentino de la especialidad, que tuvo lugar en la ciudad cordobesa de Alta Gracia, en 1960. Rememora Gutfraind que Ruiz Moreno era cordobés,


75.º Aniversario de la SAR

y que fue un gran honor para él, por entonces presidente de la Sociedad, inaugurar aquel encuentro científico. “El primero de los congresos fue muy productivo. El discurso, se extendió por más de media hora, casi 45 minutos. Es un documento histórico que preservo, y lo hice grabar por un locutor para utilizarlo en mis charlas. Claro que no lo expongo en su totalidad, solo una selección de partes”.

Profesionales sobresalientes Algunos nombres, merecen un párrafo aparte, por su trascendencia en la historia de la SAR. El doctor Gutfraind, con una mirada amplia en retrospectiva, brinda una caracterización de quienes considera personalidades fundamentales. Como impulsor principal de la Liga Argentina contra el Reumatismo, el doctor Aníbal Ruiz Moreno, es uno de los principales destacados por el entrevistado. Ruiz Moreno, es recordado por los reumatólogos argentinos con admiración y respeto. Sus logros y esfuerzos se proyectaron hacia el futuro, pero la muerte lo sorprendió tempranamente, en 1960. En 1944, fue cofundador de la Liga Panamericana de Asociaciones Reumatológicas (PANLAR, por sus siglas en inglés), de la cual fue presidente. Se desempeñó como profesor titular en la Facultad de Medicina de la UBA, y como director del Centro Antirreumático de la casa de altos estudios porteña. Además, fue profesor de la cátedra de Historia de la Medicina. Entre otros cargos destacados, Ruiz Moreno presidió la Liga Panamericana Contra el Reumatismo (1949-1953); fue vicepresidente del Comité de Expertos en Enfermedades Reumáticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS, 1953); miembro del Comité Nomenclador de la Liga Internacional ILAR, de clasificación de las enfermedades reumáticas; y presidente electo de la Liga Internacional Contra el Reumatismo para el período 1961-1965, cargo que no llegó a ejercer debido a su prematura muerte. También

se desempeñó como miembro honorario de las sociedades de Reumatología americana, brasileña, canadiense, cubana, chilena, española, francesa, mexicana, paraguaya, suiza y uruguaya, recuerda Gutfraind. El entrevistado, rescata otro nombre en la historia de la SAR: el del doctor Guido Costa Bertani, un reconocido clínico, presidente por dos períodos consecutivos de la Sociedad de Medicina Interna de Buenos Aires (filial de la AMA) y, en la década de 1940, se desempeñó como jefe del Consultorio de Reumatismo y Servicio de Asistencia Social al Reumático del Hospital Municipal “Dr. Teodoro Álvarez”. El pensamiento de Costa Bertani, quedó plasmado en textos, resalta el doctor “El primero de Gutfraind. Publicó varios libros sobre la los congresos fue muy especialidad; uno de ellos, “Reumatisproductivo. El mos Crónicos y Afecciones Concomitandiscurso, se tes”, fue reeditado en varias oportuniextendió por dades. El doctor Samuel Tarnopolsky, es otro de los profesionales que destaca Gutfraind. El expresidente de la SAR, cuenta que Tarnopolsky nació en Bernasconi, La Pampa, el 23 de agosto de 1908. Se graduó de médico en Buenos Aires en 1933, y en Europa se especializó en Reumatología. Falleció el 17 de Noviembre de 2009.

más de media hora, casi 45 minutos. Es un documento histórico que preservo”.

De Tarnopolsky, un afamado profesional, resalta su aspecto literario, y señala que fue miembro directivo de la Junta para el Estudio y Difusión de la Conquista del Desierto. Escribió “Alarma de indios en la frontera sud” (1941); “La rastrillada de Salinas Grandes” (1944, reedición aumentada en 1979), que relata la expedición al desierto del coronel Pedro Andrés García en 1810; “Libros con indios Pampas y conquistadores del desierto” (1958); “Los prejuiciados de honrada conciencia” (1976); “De la feria” y “Los curanderos, mis colegas”. Fue autor, además de los guiones cinematográficos “Esa gente que no suspira” y “Las hijas de Sarmiento”. Su novela “La mitad de nada”, que trata sobre el grupo antise37


75.º Aniversario de la SAR

mita Tacuara, fue editada en 1969, 1977 y 1988; y fue llevada al teatro.

Dos años de gestión El doctor Gutfraind, presidió la SAR desde 1997 a 1999, aunque previamente integró numerosas comisiones. De esa etapa, comenta con tristeza un pasaje de la historia económica de nuestro país: “Recuerdo que durante los preparativos para el congreso que organizamos en el Hotel Provincial de Mar del Plata, en 1989, el estado de ese edificio espectacular era tan precario que, momentos previos a la apertura, tuvimos la necesidad de realizar trabajos de instalación eléctrica para posibilitar el funcionamiento de la muestra farmacéutica”

“Entonces, a partir de 1997, logramos que cada una de las sedes estuviera interconectada en línea”.

38

Transcurrían años complicados y de desconfianza hacia el Plan Austral impulsado por el gobierno de turno. “También era muy complicado asistir a otras reuniones internacionales de especialistas; las distintas ligas internacionales nos convocaban pero nuestras delegaciones eran reducidas”, amplía. En cambio, la situación fue muy diferente “con la paridad un peso un dólar, cuando pasamos de viajar solo 20 ó 30 médicos, a integrar delegaciones de más de 150 profesionales”, evoca el expresidente de la SAR.

Entre los acontecimientos relevantes de su mandato al frente de la Sociedad, rescata también el de su informatización: “Con la apertura de las filiales, era indispensable agilizar las comunicaciones y reducir los costos que estas ocasionaban. Entonces, a partir de 1997, logramos que cada una de las sedes estuviera interconectada en línea. Esto mejoró sustancialmente las comunicaciones entre las autoridades, y, sobre todo, con los socios”, evalúa el doctor Gutfraind.

Una especialidad amplia La Reumatología es una especialidad que abarca más de 200 enfermedades, cuyos respectivos tratamientos han ido evolucionando en el transcurso de estos 75 años. También, “se agregaron dolencias y patologías que antes pertenecían a otras ramas de la medicina. En una primera etapa, se ocupaba de diagnósticos como el pie plano y no muchas más enfermedades; no llegaban a ser más de diez”.

Un balance

En la actualidad, el avance ininterrumpido de la ciencia, trajo consigo “una nueva forma de estudiar y clasificar este grupo de enfermedades, y esto se relaciona en gran medida con el aumento de la expectativa de vida y el mayor conocimiento de la etiología y la fisiopatología”, añade el entrevistado.

A modo de balance de su presidencia, relata: “Le pasé el mando al doctor Carlos Videla y le dejé siete filiales. Además, durante mi gestión, aproveché el impulso de las anteriores administraciones, y llegamos a organizar un congreso multitudinario que convocó a aproximadamente mil profesionales de la salud, en el hotel Sheraton de Buenos Aires. Por las ocupaciones de los participantes, y más que nada por el lucro cesante que significa un evento de esta naturaleza, se desarrolló durante tres días”, recuerda. Y agrega que, dado que la Reumatología deriva de la Medicina clínica, en ocasión de dicho encuentro científico, “ampliamos las charlas a ese campo de la medicina”.

En la década de 1990, los tratamientos fueron cambiando al punto de producir una verdadera revolución en la disciplina. En este punto, el profesor Gutfraind pone especial énfasis en los medicamentos biológicos, que comenzaron a ser utilizados alrededor de 1995: “Por estos días, son administrados en aquellos casos resistentes a los tratamientos tradicionales. En general, se trata de anticuerpos creados especialmente para combatir determinados males. Por supuesto, no debemos olvidar que los conocimientos que llevaron a su desarrollo, tuvieron su origen en las investigaciones del premio Nobel argentino, doctor César Milstein”, concluye el profesional. ❑


75.º Aniversario de la SAR

“Percibimos la necesidad de que la Reumatología llegara al público” El Dr. Carlos Alberto Videla repasa el período (1999-2000) durante el cual presidió la Sociedad Argentina de Reumatología, y comenta algunos de los hechos más salientes en la historia de la prestigiosa institución.

E

l doctor Carlos Alberto Videla, comienza el repaso de su gestión al frente de la SAR, con una reflexión sobre un tema muy vigente: “Se debe continuar con la difusión de la Reumatología hacia la comunidad, dado que en la población existe un desconocimiento al respecto; la gente continúa sin distinguir entre las diversas enfermedades reumáticas” (N. de R.: las enfermedades reumáticas son más de 200). El entrevistado se muestra conforme con la labor desempeñada durante su presidencia: “Es bueno saber que he aportado mi granito de arena”, comenta. Y agrega que “resulta reconfortante ver cómo la SAR pudo sortear las dificultades atravesadas durante mi presidencia, y obtuvo logros para los cuales trabajamos arduamente”. Entre estos logros, se destacan haber obtenido la sede propia con las distintas dependencias en un mismo edificio, el desarrollo de filiales y difundir la Reumatología a la comunidad, por citar solo algunos. “Al asumir la presidencia, me encontré con una Sociedad Argentina de Reumatología muy bien organizada; la gestión anterior había sido la del doctor Ernesto Gutfraind, quien había realizado una buena labor y quien también colaboró como past president durante el período que me tocó encabezar. Esto representó una gran ayuda, principalmente, en la realización

de la Convención Nacional de Reumatología en Mendoza”, resalta Videla.

“Se debe

Con respecto a aquella Convención, el continuar con la entrevistado, quien actualmente se de- difusión de la sempeña como profesor de Reumatología Reumatología hacia la en la Facultad de Ciencias de la Salud de comunidad, la Universidad de Mendoza, relata que “fue el primer gran evento que nos tocó dado que en la población organizar durante mi presidencia, y resulexiste un tó muy exitoso, dado que tuvo gran repercusión, tanto a nivel nacional como desconocimiento internacional, debido a que acudieron las al respecto”. principales figuras mundiales de la especialidad. Además, esa Convención, daba lugar a la inauguración del Centro de Convenciones de la Ciudad de Mendoza”. Cuando el doctor Carlos Videla asumió como presidente de la SAR, “se realizaba una reunión semanal y otra mensual con participación de los representantes de las distintas filiales de la Sociedad a lo largo del país. Aquellas jornadas resultaban sumamente motivadoras, ya que se desarrollaban en forma intensiva durante las cinco horas que duraba el encuentro”. Por otra parte, como política de las instituciones, “en ese entonces se invitaba a los presidentes de las sociedades de Reumatología del Mercosur a participar en las actividades científicas de nuestra sociedad. Esta reciprocidad contribuyó a un mayor enriquecimiento en la problemática de la especialidad”, cuenta. 39


75.º Aniversario de la SAR

Y agrega que, durante su presidencia, “percibimos la necesidad de que la reumatología llegara al público, en general; por esa razón se estableció por primera vez la campaña ‘Mes del reuma’, que luego se potenció durante la gestión del doctor Bernardo Pons Estel, ya que aumentaron en gran número las filiales de la SAR, con una excelente difusión en todo el país”, explica. La campaña se puso en marcha en el marco de una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que declaró la década 2000-2010 como la “Década del hueso y la articulación”, con el fin de mejorar la salud relacionada con la calidad de vida de las personas con desórdenes “...lo más relevante de músculo-esqueléticos. Esta tarea, entonmi presidencia ces, representó el primer paso de la SAR fue la difusión como adherente a dicha iniciativa internacional. del conocimiento de las enfermedades reumáticas en la comunidad; algo muy bien logrado en los niveles científicos, pero que, sin embargo, no llegaba al paciente”.

Dr. Carlos A.

“El objetivo de esta campaña, consistía en explicar las diferencias existentes entre las distintas enfermedades reumáticas, dado que en esa época, aún se solía creer que ‘el reuma’ era la única enfermedad reumática, o bien se ignoraba que estas afecciones tenían las implicancias que hoy en día se conocen”, advierte el entrevistado.

Para ello, se trabajó intensamente en la Ciudad de Buenos Aires, y también en las principales ciudades del país. Una de las acciones llevadas a cabo fue una maratón con participación de pacientes reumáticos y de la Comisión Directiva de la SAR, la cual marcó el inicio del acercamiento a la comunidad. En este sentido, el doctor Videla considera que “lo más relevante de mi presidencia fue la difusión del conocimiento de las enfermedades reumáticas en la comunidad; algo muy bien logrado en los niveles científicos, pero que, sin embargo, no llegaba al paciente”. El “Mes del reuma”, entre otras actividades, surgió como una posibilidad dife40

rente que potenció el trabajo iniciado durante su gestión, “el cual se puede ver que ha continuado a través de los años, con la misma idea: la de llegar a los pacientes para tratar de ayudarlos a comprender su enfermedad, y a lograr el apoyo de cada uno de ellos para que colaboren en sus respectivos tratamientos”. Durante el mandato del doctor Videla, también se encomendó efectuar una tarea distinta a las que ya se venían desempeñando en la SAR, que recuerda con estas palabras: “Durante esos años, intentamos alcanzar una mayor representación por parte de la Sociedad en la Liga Panamericana de Reumatología (PANLAR)”. Para ello, fue designado el doctor Luis José Catoggio como representante de la SAR”. Y también el doctor Videla formó parte de algunas de las reuniones como presidente de la SAR. “Esto se funda Videla en la necesidad de que la SAR tuviera mayor participación en PANLAR”, recuerda. Por ese entonces, las reuniones de los grupos de autoayuda fueron impulsadas desde las diferentes filiales de Mendoza, Rosario, Córdoba, La Plata y Ciudad de Buenos Aires, “para poder llegar a los pacientes y ofrecerles charlas informativas con el apoyo de psicólogos, para que pudieran aceptar y comprender mejor las patologías que padecían”.

Aspectos socioeconómicos En el período comprendido entre 1999 y 2000, la SAR aún mantenía su sede societaria dividida en tres departamentos, algo que tornaba dificultosos los aspectos operativos. Sin embargo, al igual que en las presidencias anteriores, “se trabajó en pos de lograr tener la sede central en un mismo edificio, objetivo concretado durante la gestión del doctor Horacio O. Venarotti”. Desde el punto de vista económico, “fue


75.º Aniversario de la SAR

una gestión muy satisfactoria, porque tanto la Convención Nacional de Reumatología, en Mendoza, como el Congreso Argentino de Reumatología, en Córdoba, tuvieron una enorme convocatoria, y coincidieron con el lanzamiento a nivel mundial de los inhibidores de la COX-2 y el inicio de uso de terapia biológica”. La recaudación obtenida en esa etapa, generó recursos adicionales a la Sociedad, lo cual se vio reflejado en el incremento de los ahorros que permitieron hacer frente a los problemas socioeconómicos de años posteriores.

Formación de especialistas “Durante mi presidencia, el Curso Superior de Reumatología se realizaba con el aval y el apoyo de la Universidad de Buenos Aires, y también con la participación de los más destacados reumatólogos del país. Esta formación de especialistas fue creciendo y, a través de los años, el número de reumatólogos se ha ido incrementando en todo el país”, resalta Videla. Asimismo, “en esa época, fue muy importante la existencia de una beca que otorgaba la SAR para la formación de reumatólogos en el interior del país. Actualmente, la Reumatología atrae cada vez más a jóvenes interesados en la especialidad, y esto se debe, en parte, al gran apoyo que reciben de la SAR; esto ha generado que, en los años más recientes, se comenzara a apoyar también la concurrencia de médicos jóvenes a eventos internacionales”. En este sentido, “el trabajo permanente realizado por la SAR, desde su fundación hasta la actualidad, ha hecho que la Reumatología sea una especialidad muy respetada y de enorme penetración en el ámbito médico, gracias al conocimiento cada vez más acentuado de las enfermedades reumáticas”, concluye Carlos Videla.

Referentes Su etapa al frente de la SAR, le dejó al

doctor Videla “un sinnúmero de personas amigas que trabajaron desinteresadamente. Durante la Convención Nacional de Reumatología realizada en Mendoza, tuve el privilegio de gestionar el nombramiento como Profesor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Cuyo, del doctor Armando Maccagno, un maestro y uno de los hombres más destacados de la especialidad”, evoca. Y tiene palabras de reconocimiento para sus pares: “Tuve el privilegio de trabajar con el doctores Ernesto Gutfraind, Julio Hofman, Diana R. Zoruba y Daniel Messina, entre otros. Todos ellos contribuyeron al desarrollo de mi gestión y facilitaron la tarea, trabajando denodadamente para realizar los congresos científicos y en la conducción permanente de la Sociedad. El doctor Videla expresa su agradecimiento, además, a la participación de la Sociedad de Reumatolgía de Mendoza -en especial a los doctores Emma Civit, Malena Gallo y Orlando Callejón, entre otros-, “por el apoyo permanente en mi tarea”. Asimismo, resalta el “apoyo solidario” de referentes, entre los que menciona a los doctores Armando Maccagno, Roberto M. Arana, Luis Seijo y Osvaldo Hübscher.

Presente y futuro

“Actualmente, la Reumatología atrae cada vez más a jóvenes interesados en la especialidad, y esto se debe, en parte, al gran apoyo que reciben de la SAR”.

La SAR ha venido creciendo ininterrumpidamente, “desde el punto de vista societario, porque durante las presidencias posteriores a la mía se desarrollaron nuevas filiales, y actualmente se cuenta con un número importante de delegaciones”. Con respecto a los avances más recientes en cuanto a tratamientos, expresa que “esto permitió conocer mucho más acerca de la patogenia de las enfermedades reumáticas, facilitando el desarrollo de nuevas moléculas terapéuticas que han modificado la historia de la Reumatología en el mundo. A su vez, nuestro país también se beneficia con estos avances, porque se pueden ofrecer mejores tratamientos para beneficio de nuestros pacientes”. ❑ 41


75.º Aniversario de la SAR

Crecimiento, pese a la adversidad En el período 2001-2003, la Dra. Diana Zoruba estuvo al frente de la SAR. Le tocaron tiempos difíciles y cargados de cambios vertiginosos, pero ello no impidió que durante su mandato, la institución continuara su crecimiento.

L “Fueron dos años muy duros, pero tengo que decir, con orgullo, que nos sentimos muy respaldados por toda la excelente Comisión Directiva que me acompañó”.

a doctora Diana Zoruba, médica especializada en Reumatología, presidió la Sociedad Argentina de la especialidad (SAR), en el período comprendido entre 2001 y 2003, luego de haberse desempeñado como vicepresidenta de la entidad durante el mandato anterior. Algunos años atrás, había formado parte de la Comisión Directiva y, en esa época, integró distintos grupos de trabajo que la fueron formando hasta llegar a la tarea de mayor responsabilidad dentro de la institución.

“Fueron dos años muy duros, pero tengo que decir, con orgullo, que nos sentimos muy respaldados por toda la excelente Comisión Directiva que me acompañó con una actitud muy participativa e integrada en todo el país. Esa fue una de las más lindas experiencias que tuve”, destaca.

En septiembre de ese mismo año, ocurrió el atentado a las Torres Gemelas y el ataque al Pentágono. No obstante, pese a ese contexto, que incluía el cierre de varios aeropuertos, y la cancelación de vuelos al exterior por parte de los Estados Unidos y de Inglaterra, no faltó ningún invitado extranjero. “Vinieron todos. Durante el evento hicimos un minuto de silencio en homenaje a lo acontecido”, relata la expresidenta. Y recuerda un dato curioso: “Entre los invitados, teníamos a una persona de procedencia árabe, que al llegar, quiso ir a conocer la Mezquita (ubicada en el barrio de Palermo), y uno de los médicos reumatólogos de origen árabe, lo acompañó. Existía un clima de mucho temor. Una de las invitadas americanas, por ejemplo, no salió de su habitación”.

A la doctora Zoruba le tocó presidir la SAR en un contexto socioeconómico complicado: “Creo que el más complicado de la historia contemporánea –asiente–. Ya tenía todo organizado para el Congreso Internacional, que se realizó en el hotel Hilton, en octubre de 2001.

A fines de ese mismo año, nuestro país vivió la mayor crisis económica y financiera de su historia. El viernes 30 de noviembre de 2001, el entonces ministro de Economía, Domingo Felipe Cavallo, anunció por cadena nacional, las medidas que más tarde, para el común de las

Los primeros años del presente siglo, se caracterizaron por ser tiempos cambiantes y cargados de expectativas. En ese contexto incierto, la doctora Zoruba ejerció su mandato, del que destaca el acompañamiento por parte de “una gran Comisión Directiva cargada de profesionalismo y amor por una entidad científica”.

42

El hotel comenzaba entonces a ser sede de eventos y congresos médicos. Referentes destacados del exterior habían confirmado su presencia y una serie de aconteceres de gran interés para la Reumatología se presentaría en esa reunión. Teníamos muchos invitados procedentes de los Estados Unidos y de Europa, más precisamente de Gran Bretaña”.


75.º Aniversario de la SAR

Dra. Diana Zoruba

distintos hospitales. Para unificación de los teóricos y los exámenes, nos reuníamos periódicamente en la Ciudad de Buenos Aires y con los médicos de las provincias en los congresos. Esto unificó el perfil del reumatólogo a nivel nacional. Luego, continuó funcionando la modalidad con examen unificado”, relata.

El federalismo como ideal

personas y para la prensa especializada, fue el “corralito bancario”. Frente a esta situación, Diana Zoruba, como presidenta de la SAR, tuvo que efectuar “una reestructuración de la institución, ya que resultaba difícil sostener todo. Y estábamos planificando el congreso de Mar del Plata, de 2002, que igual se realizó exitosamente”. Sin embargo, no todos los recuerdos de su mandato son preocupantes a causa de los acontecimientos nacionales e internacionales. La reumatóloga cuenta que, en su presidencia, “nos dedicamos mucho a la educación. Logramos la unificación de parte de las actividades de las unidades académicas en relación con la formación de reumatólogos”. Y resalta, como un logro de su gestión, “haber unificado las clases teóricas y los exámenes en la Sociedad Argentina de Reumatología. Esta iniciativa, luego fue adoptada por la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires con otras especialidades. “Antes eran entes separados, con perfiles diferentes –continúa explicando–. Lo que buscamos en la SAR, es que todos los reumatólogos tengan la misma formación y tratar de homogeneizar la formación académica en la especialidad. Para ello, creamos un Comité de Educación con la participación del doctor José Maldonado Cocco. Este programa funciona con los directores de todas las unidades académicas, de acuerdo con los

La Sociedad Argentina de Reumatología, desde su estatuto, plasma un espíritu federal, de compañerismo y de equipo. En los estatutos, también se prevé la alternancia de los presidentes: durante un período gobierna un reumatólogo del interior del país y durante el siguiente, lo hace uno oriundo de la Ciudad Autónoma de la Ciudad de Buenos Aires. “El presidente electo es vicepresidente dos años antes de asumir el cargo. Otra de las reglas de la institución es la alternancia entre los candidatos de la Capital Federal y de los que pertenecen a distintas filiales de las provincias”. Según datos oficiales, la provincia de Buenos Aires reúne la mayor cantidad de reumatólogos, seguida por la Ciudad de Buenos Aires. Luego, varía entre Córdoba, Rosario y Tucumán. Al respecto, la doctora Zoruba, señala: “Creo que cada presidencia, con su comisión directiva, tuvo momentos especiales, en los cuales se manejaron las situaciones de acuerdo con los distintos contextos. En mi caso, a pesar de las problemáticas internacionales, el congreso tuvo una excelente concurrencia, con alrededor de 2.000 asistentes, y la Sociedad continuó creciendo. Esto se debe, en buena medida, al amor de los profesionales por la sociedad científica que los reúne”.

“...nos dedicamos mucho a la educación. Logramos la unificación de parte de las actividades de las unidades académicas en relación con la formación de reumatólogos”.

Sobre los avances y las nuevas tecnologías, opina que “en Reumatología no existen los tratamientos mágicos”, si bien destaca “los avances, en todo lo que concierne a diagnóstico por imágenes y la detección de anticuerpos para diagnóstico precoz. Y, en terapéutica, la aparición de los agentes biológicos para las enfermedades como la artritis remautoidea y el lupus”. ❑ 43


75.º Aniversario de la SAR

Una apuesta a la formación de reumatólogos Fue y es una de las principales preocupaciones del Dr. Alberto Berman, quien recuerda, en esta historia, las principales acciones impulsadas durante su gestión al frente de la SAR, en el período 20032005, y pone el acento en la importancia de dar soporte a la formación de reumatólogos.

M

“ “Por eso, con mucho esfuerzo, creamos un sistema de becas para profesionales en formación”.

e sentí parte de la Sociedad Argentina de Reumatología desde que comencé a dedicarme a esta especialidad”, comienza el doctor Alberto Berman, quien presidió la institución entre 2003 y 2005, y agrega que “desde la SAR, siempre se ha trabajado en pos de jerarquizar y desarrollar la Reumatología en el lugar donde uno se desempeña”. El doctor Berman recuerda que, al asumir, se planteó dos objetivos principales: “El primero, consistió en realizar una gestión basada en la austeridad. El segundo, lo había direccionado a administrar la SAR como si fuera una empresa”. Y explica: “Esto se debió, por un lado, a la falta de recursos económicos de la institución en esa época, que requería ser moderado con los gastos, por lo que se tuvo que organizar detenidamente y con mucho cuidado el destino del dinero empleado. Por ejemplo, el Congreso Argentino de Reumatología, esos años no se organizaba con el mismo nivel que años anteriores, ya que hubo que limitar la participación de invitados extranjeros, por ejemplo”. La idea era “recaudar dinero y, de alguna manera, destinarlo a los reumatólogos jóvenes, quienes, por ese entonces, se preguntaban en qué los beneficiaba la SAR y por las razones de ser miembros de la misma si la Sociedad no les devolvía nada. Por eso, con mucho esfuerzo, creamos un sistema de becas para profesionales en formación”, relata.

44

Y agrega que, si bien en un principio la beca era de solo $250, representaba el apoyo de la Sociedad a la formación de los profesionales jóvenes, que le dieron la bienvenida a esta iniciativa. De alguna manera, cuando se apoya la formación de un especialista, este no se olvida más. Esa fue la idea con la cual se crearon estas becas, que estaban destinadas a quienes realizaban carreras de posgrado universitario en el país”, explica Berman, que considera esta acción como “muy importante dentro de las realizadas durante mi presidencia”. El recuerdo de su gestión tiene mucho de sacrificio, debido a que debía viajar cada lunes por la noche desde Tucumán a Buenos Aires, “y el martes comenzaba la actividad a las 8, con reuniones, almuerzos de trabajo y la reunión de la Comisión Directiva, que terminaba a las 20. Cerraba el día con una cena de trabajo y, al día siguiente, me levantaba las 5 para retornar a Tucumán, donde realizaba mi trabajo habitual”, cuenta sobre el itinerario que realizó durante dos años. Pero además, en muchas ocasiones tenía que viajar en su calidad de presidente de la SAR. “El sacrificio –señala–, fue tanto personal como familiar, ya que antes de asumir la presidencia me reuní con mi esposa y mis hijos para plantearles la situación, es decir lo que iba a ocurrir una vez que asumiera el cargo; les dije que iba a tener que dejar muchas cosas


75.º Aniversario de la SAR

a un lado, sobre todo asuntos familiares, en pos de realizar el trabajo de la mejor manera posible en la Sociedad”. De todas maneras, “todo ese sacrificio tuvo como resultado una gran satisfacción posterior. Sin dudas, el premio es haber llevado a cabo una presidencia que me permitió finalizar mi gestión, sabiendo que se pudo llegar a cumplir el objetivo planteado en un inicio en pos del crecimiento de la SAR”. Durante la presidencia del doctor Berman, se realizaron dos congresos argentinos de la especialidad: el primero, en 2003, tuvo lugar en San Miguel de Tucumán, y el segundo, en Rosario, al año siguiente. Con respecto a este último, comenta que se pudo realizar exitosamente gracias a que “en su organización delegué muchas tareas en la Sociedad de Reumatología de Rosario, que trabajó muy bien”.

Guías de tratamiento Entre las que considera las principales acciones de su gestión, menciona la redacción, por primera vez, de las Guías de Práctica Clínica para el Tratamiento de la Artritis Reumatoidea, que representó “un trabajo sumamente largo, en el sentido de la creación de un consenso a nivel nacional de cómo se debía tratar la artritis reumatoidea (AR) en nuestro país”.

las prácticas realizadas en diferentes países que, quizás, vivían una realidad muy diferente de la Argentina, por lo que se complicaba aplicar a nivel nacional las mismas acciones”. Otro aspecto importante de estas guías, consiste en la accesibilidad a los nuevos fármacos que surgían para el tratamiento de la AR. En este sentido, Berman explica que “10 años atrás era complicado prescribir ciertos medicamentos como los biológicos, que son altamente costosos, motivo por el cual no podían ser indicados a los pacientes con el mismo criterio que con el que se indicaban fuera de nuestro país”. En otro plano, “estas Guías también sirvieron como instrumento para luchar “...la por la cobertura de estas medicaciones a institución nivel de la seguridad social, dado que se tiene contaba con un instrumento legal avalaactualmente do por un consenso nacional de especiauna gran listas acerca de cómo tratar la AR. Por llegada a la ese entonces, se podían consultar las guías norteamericanas de tratamiento sociedad en de la AR o la europea, entre otras. Sin general y está embargo, la realizada en la Argentina más conectada con la representó la primera confeccionada en Latinoamérica”. comunidad que años atrás”.

Formación y futuro de la SAR

De las reuniones para unificar criterios de tratamiento de la AR, surgió la primera guía de la especialidad en 2004. A partir de entonces, periódicamente se realizan actualizaciones de las guías en nuestro país, “lo que posibilita a los especialistas contar con la información más completa y adecuada sobre el tratamiento de dicha enfermedad y, a su vez, facilitar herramientas que les permita explotar al máximo sus habilidades y valorizar los resultados de su práctica”.

Respecto de los cambios en la SAR desde su presidencia a la actualidad, explica que “el que más puede evidenciarse es la existencia de más actividades dirigidas a la juventud, uno de los objetivos de mi presidencia, durante la cual considero que se inició el trabajo en pos de esta meta”. Además, expresa, “resulta satisfactorio ver que en la actualidad se están realizando muchos premios y actividades dedicadas a que los jóvenes profesionales se formen, y que se los estimule a sentir que la SAR les entrega cosas”. Por otro lado, “la institución tiene actualmente una gran llegada a la sociedad en general y está más conectada con la comunidad que años atrás”.

Con respecto al propósito de la creación de estas guías, explica que “en ese entonces, se tomaban como referencia

El poco dinero con el que se contaba cuando asumió la presidencia, “hubo que distribuirlo cuidadosamente, y se 45


75.º Aniversario de la SAR

empleó, sobre todo, en mantener la biblioteca, ya que una colección tan importante requiere de mucha inversión para actualizarla; y también requería de esfuerzo conservar a los socios, dado que muchos de ellos, en ocasiones, no podían pagar la cuota societaria porque estábamos en un momento muy duro de la realidad argentina”, recuerda.

“La Sociedad Argentina de Reumatología me brindó experiencias de vida y, al mismo tiempo, también considero que le di mucho durante mi paso por ella”.

En la actualidad, según el doctor Berman, “ya no existen diferencias entre la formación de los profesionales reumatólogos del interior y de la Ciudad de Buenos Aires, debido a que se encuentran accesibles múltiples canales de comunicación, tan diversos, que resulta indistinto vivir en cualquier punto del país para obtener los contenidos inherentes a la especialidad”. Por otra parte –continúa–, “se puede decir que sí existe una diferencia considerable entre prestar atención médica en un centro de formación o trabajar únicamente en ámbitos privados, ya que en estos últimos no tienen el acceso a adquirir conocimientos al igual que si estuvieran trabajando en una residencia o realizando un posgrado universitario”. En este sentido, “considero que la Sociedad está brindando apoyo al reumatólogo que aún se encuentra en formación. Por eso, el futuro se vislumbra sumamente promisorio para la especialidad y para el tratamiento de los pacientes que podrán conseguir la mejor atención reumatológica en todo el país”. “Por mi parte –expresa–, pienso que todos los presidentes que pasamos a través de los años por la SAR, hicimos lo mejor que pudimos; y creo que de 2003 a 2005, pude diseminar una semilla que fue creciendo y, actualmente, puedo recoger con satisfacción los frutos de lo que sembré durante esos años. Creo que hubo continuidad en la conducción y que esa línea de trabajo es lo que condujo al crecimiento y a la jerarquización de la especialidad”, concluye el profesional.

46

Experiencia en la especialidad En el quehacer profesional, el doctor Berman también cuenta con logros importantes, como el de haber fundado el Centro Médico Privado de Reumatología y creado el Curso de Posgrado en Reumatología, en Tucumán. Además, dirigió la Residencia en Reumatología luego de crear el Servicio de Reumatología en el Hospital Ángel Cruz Padilla de esa provincia. En 1998, recibió el Premio Nacional de Medicina “Marcial V. Quiroga” junto a los doctores Alberto Spindler y Eleonora Del Valle Lucero, por el trabajo “Enfermedades del tejido conectivo asociadas a la infección por el Virus de Inmunodeficiencia Humana: 10 años de investigación”. A modo de balance, este actual profesor en Clínica Médica con orientación Reumatología, expresa: “La Sociedad Argentina de Reumatología me brindó experiencias de vida y, al mismo tiempo, también considero que le di mucho durante mi paso por ella”. Reconoce como su maestro en la especialidad al doctor Samuel Spindler, “mi suegro, mi amigo y un gran profesor; además, fue el pionero de la Reumatología en el noroeste argentino. Él también fue nombrado Maestro de la Reumatología Argentina en 1992 por la SAR, así que representa tanto mi primer maestro como mi primer ejemplo”, lo evoca. Otro referente fue el doctor Osvaldo García Morteo, “quien me impartió sabiduría y brindó soporte para mi formación mientras estuve en Buenos Aires. Y también debo destacar al doctor Luis Espinoza, Maestro de la Reumatología Panamericana nombrado por la PANLAR, con quien me formé e hice mi entrenamiento en los Estados Unidos”. ❑


47


48


75.º Aniversario de la SAR

Una etapa caracterizada por la permanente capacitación El doctor Julio Hofman, presidente de la Sociedad Argentina de Reumatología entre 2005 y 2007, reconoce que la preocupación por la actualización constante de los reumatólogos, se transformó en una política principal de su presidencia. Los momentos destacados.

E

ntre 2005 y 2007, el doctor Julio Hofman estuvo al frente de la entidad que agrupa a los reumatólogos argentinos. Su paso por la presidencia de la Sociedad Argentina de Reumatología (SAR), dejó momentos destacables, que el profesional rememora. Remontarse al inicio de su mandato, lleva al doctor Hofman a caracterizar ese momento de la Reumatología como el “del comienzo de los tratamientos con agentes biológicos, que en aquel Dr. Julio Hofman

entonces eran muy pocos”; mientras que, para poner en contexto general su “El balance fue desempeño al frente de la SAR, comenta positivo. A que se trataba de una etapa en la que pesar de los “transcurrían tiempos de globalización, obstáculos, se de paradigmas financieros, por consillegaron a guiente, había que adaptarse al momen- plasmar varios to”; y añade: “Lamentablemente, la proyectos”. Argentina, históricamente, presenta ciclos difíciles. Me tocó transitar esos tiempos. A pesar de todo, logramos concretar varios de los proyectos trazados”. El especialista, recuerda que sus primeros pasos en la presidencia estuvieron marcados por “el deseo que tenía de continuar con un período de transición, y posicionar a la SAR como la más prestigiosa de Latinoamérica. Inicié el mandato con muchos proyectos, algunos bastantes ambiciosos”, relata. “El balance fue positivo. A pesar de los obstáculos, se llegaron a plasmar varios proyectos”, reflexiona sobre sus años al frente de la SAR. Y, sobre los logros alcanzados durante su presidencia, menciona los módulos de educación a distancia, haber sido pioneros en los cursos de Investigación Farmacoclínica, la realización de campañas de prensa para concientizar a la población, conseguir que la revista siga prosperando, iniciar un estudio de prevalencia en una de las patologías más prevalentes, como es la 49


75.º Aniversario de la SAR

artritis reumatoidea y, sobre todo, sentar las bases para continuar con el crecimiento y la difusión de la especialidad. Por otro lado, continúa, “gestar la idea de la búsqueda de un espacio más amplio, que nos permitiera ubicarnos en las necesidades futuras”. Para ir en busca de las metas propuestas, el doctor Hofman considera fundamental haber contribuido al “armado de grupos de trabajo para las distintas áreas; tratar de integrar, sumar”.

“El aspecto más grato, fue la confianza que depositaron en mí los socios de la Institución, para otorgarme la oportunidad de representar tan importante sociedad científica”.

Un pensamiento general sobre la actividad médica, marcó con fuerza el espíritu de su gestión. El especialista, lo plantea en estos términos: “Siempre consideré que, en general, los médicos reumatólogos y de otras especialidades, por distintos motivos, tiempo especialmente, no tenían la posibilidad de acceder a los últimos conocimientos en distintas patologías de la especialidad”. A partir de esta realidad que viven los profesionales, envueltos en el vértigo diario de su trabajo, se focalizó en tratar de mejorar esa situación. “Por consiguiente, tener un material impreso podría ser muy útil. Proyecté entonces los Módulos a Distancia, pensando en una difusión limitada. Se preparaba una carpeta, con una selección de los artículos más novedosos e importantes, y, sobre estos, se confeccionaba un cuestionario basado en la literatura entregada. Se hacía entrega de un certificado, que acreditaba haber respondido correctamente y sumaba puntos para la recertificación”, recuerda. Los resultados de la iniciativa fueron satisfactorios para todos los integrantes de la Comisión Directiva que lo acompañó: “Sobrepasó nuestras expectativas. La repercusión fue masiva. El máximo, se alcanzó con el módulo de lupus eritematoso sistémico (LES), para el cual hubo 900 profesionales inscriptos”. La capacitación de los médicos reumatólogos, y su actualización en las nuevas técnicas y tratamientos, configuraron un punto fundamental de su presidencia. A seis años de finalizar su gestión, el profesional se muestra conforme con lo logrado. En este aspecto, centrado en el aporte permanente a los conocimientos de los

50

especialistas de la disciplina, los congresos tienen un peso importante. En esos encuentros científicos, se debate sobre los avances más recientes, y los médicos se ponen al tanto de todas las alternativas que surgen dentro de su disciplina. En el caso de los congresos de la SAR realizados durante su mandato, destaca: “En 2005, se efectúo en el Hotel Hilton, de Puerto Madero, a mi parecer muy adecuado para la realización de este tipo de reuniones. Y en 2006, inauguramos la realización de congresos en el Hotel Hermitage, de Mar del Plata. Y digo ‘inauguramos’, porque fuimos los primeros en realizar un evento de esa dimensión en dicho hotel, y fue realmente exitoso”. El camino desandado por el doctor Hofman como máxima autoridad de la SAR, tuvo éxitos importantes, y alguna cuenta pendiente, que él mismo marca como un punto que no pudo concretarse durante su mandato. Al respecto, cuenta que se quedó “con las ansias de concretar un proyecto que titulamos ¿Quiénes somos, cuántos somos y dónde estamos? El mismo –explica–, tenía como objetivo conocer cuántos profesionales en el país asistían a pacientes con enfermedades reumáticas; cuántos de ellos eran, o no, especialistas; y qué zonas del país eran las menos cubiertas”, entre otros aspectos. A partir de ese relevamiento, “se planeaba, posteriormente, elaborar un diseño ambicioso, para establecer prevalencia en cuanto a cantidad de pacientes y patologías reumáticas que se atendían en el país”, completa. La responsabilidad de ser presidente de la SAR, constituyó un gran orgullo para Hofman, que no duda en agradecer ese privilegio que sus pares le concedieron: “El aspecto más grato, fue la confianza que depositaron en mí los socios de la institución, para otorgarme la oportunidad de representar tan importante sociedad científica”. En cuanto a la cotidianeidad de la conducción de la SAR, plantea como un aspecto importante el “haber logrado formar una comisión donde se escucha-


75.º Aniversario de la SAR

ban todas las opiniones, constituir un grupo de trabajo porque, sin la participación de muchos, es imposible llevar a cabo el compromiso asumido”, sostiene al tiempo que elogia el trabajo mancomunado en su mandato. Para el doctor Hofman, haber estado al frente de la SAR dejó muy pocos aspectos negativos: “Lo dificultoso, es sobrellevar las decisiones que se toman, por momentos, adversas en muchas situaciones, pero afortunadamente, muy pocas”. El reumatólogo, tiene muy claro que la Sociedad llegó con empuje a su 75.º Aniversario; en gran parte, gracias al trabajo incansable de personalidades destacadas de la especialidad, que fueron trascendentes en la historia de la institución. “Todos los presidentes, a su medida, colaboraron para engrandecer la SAR y hacer de ella lo que es actualmente”. Algunos nombres vitales para la sociedad científica, brotan fácilmente en este repaso: “Personajes importantes, que marcaron historia, fueron los doctores Aníbal Ruiz Moreno (primer presidente de la SAR, que comenzó en el cargo en 1938 y permaneció hasta 1960); Armando Maccagno (que estuvo al frente de la institución entre 1979 y 1981); y Osvaldo García Morteo (que fue presidente en el período 1973-1975)”. Y, entre otros, también incluye las figuras de “los doctores Roberto Arana (presidente entre 1976 y 1979, y nombrado “Maestro de la Reumatología Argentina” por la SAR en 1992), y Carlos Battagliotti (también designado “Maestro de la Reumatología Argentina” en 1992, cuando el doctor Alberto Strusberg presidía la Sociedad. Entre los momentos gratos, destaca el haber podido “establecernos en ambientes más amplios, formar la Carrera de Médicos Especialistas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, y lograr congresos con más de mil participantes, que manifestaban de este modo el interés por las patologías reumáticas”.

Una opinión sobre la Reumatología actual El doctor Hofman, además de la expe-

riencia obtenida como presidente de la SAR, fue jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Interzonal General de Agudos “Eva Perón” (ex “Prof. Mariano R. Castex”), de San Martín. Su extensa trayectoria en la disciplina, le permitió estar en contacto permanente con sus avances y descubrimientos. Consultado sobre su postura en relación con el momento que vive la especialidad, responde: “Actualmente, la Reumatología transcurre por un período de gran crecimiento. Se identifica por agrupar una gran cantidad de patologías, que la hacen tener un lugar distintivo dentro de la Medicina Interna, y la necesidad de que más médicos se apasionen por nuestra especialidad”.

“En cuanto a

los entes “Actualizarse, escuchar al paciente, utiestatales y lizar las herramientas que nos brinda la sistemas de clinimetría para evaluar y diagnosticar las patologías diferentes”, son, para el salud, deben aceptar la doctor Hofman, puntos fundamentales para el éxito del médico reumatólogo en importancia del los tiempos que corren. Pero, esta acti- reconocimiento tud de los profesionales, necesita un y tratamiento de estas complemento, que también plantea: “En cuanto a los entes estatales y sistemas patologías”. de salud, deben aceptar la importancia del reconocimiento y tratamiento de estas patologías, que provocan gran discapacidad, imposibilitando la inclusión de los pacientes en el plano laboral”.

El estado actual de la Reumatología, para el especialista, requiere del trabajo del conjunto de los reumatólogos: “Todos los que asistimos a pacientes con diferentes enfermedades reumáticas, somos fundamentales para evitar los daños que originan varias de ellas”, señala. En cuanto al progreso científico de la especialidad, se concreta, para el expresidente de la SAR, en algunos ejemplos ilustrativos, como los “diferentes tratamientos y esquemas terapéuticos que permitieron un pronóstico favorable de vida en patologías como el LES. En artritis reumatoidea, determinaron un gran avance en el tratamiento los DMARD y, luego, los agentes biológicos”, enfatiza. ❑ 51


75.º Aniversario de la SAR

La búsqueda de la excelencia Discípulo del Dr. Osvaldo García Morteo, el Prof. Dr. Alfredo Arturi presidió la Sociedad Argentina de Reumatología en el período 2007-2009. Durante su mandato, buscó el perfeccionamiento permanente de los asociados y la posibilidad de actualizar la información científica. También reforzó los vínculos entre la SAR y sus pares del interior y el exterior.

“...lo más importante fue el respeto y la amistad de los dirigentes que tuvo la Sociedad durante toda su trayectoria”.

C

omo un faro que guía a los navegantes en las oscuras aguas oceánicas, el conocimiento científico da esa luz para asegurar el diagnóstico y comprender la necesidad del paciente. Este es el espíritu que emana del profesor doctor Alfredo Arturi, especialista en Reumatología, profesor libre de la Universidad Nacional de La Plata y coordinador de la especialidad Reumatología y Enfermedades Autoinmunes del Hospital Italiano de La Plata. En un repaso de su gestión y los aconteceres de la institución durante los años que le tocó estar al frente de la Comisión Directiva, comenta que el contexto político y social de su presidencia “fue bastante tranquilo y creo que tuvimos suerte”. Para el doctor Arturi, las comisiones directivas que precedieron a la suya, organizaron la SAR “de tal manera que, alcanzar un nivel de excelencia en gestión para su período, resultó bastante sencillo”. Un estatuto regulado y ordenado hacia una mirada federal y un aumento significativo en la cantidad de médicos reumatólogos asociados, alivianaron la tarea, aunque “lo más importante fue el respeto y la amistad de los dirigentes que tuvo la Sociedad durante toda su trayectoria”. De todas maneras, agregó su impronta y personalidad a su mandato. “La Sociedad va creciendo, y todos los

52

años sumamos a los congresos un estimado de entre un 5% y un 10% de médicos interesados. Recuerdo que antes, en 1975, llegábamos a 300 médicos reumatólogos, y ahora somos alrededor 800, y concurren al Congreso Argentino unos 1.300. También existen muchos centros formadores. Se trata de un crecimiento en el cual es muy difícil determinar una bisagra”, reflexiona. A pesar de lo expuesto, sostiene que uno de los aportes científicos que contribuyeron con esta bonanza de la especialidad, fue la conocida como “época de los biológicos”, que comenzó en 1998. “Ese año salió al mercado el primer medicamento biológico (Enbrel), aplicado a la reumatología, bloqueador de una citoquina. Recién estaba empezando esta nueva forma de tratar las enfermedades reumáticas. Los agentes biológicos desarrollados en las diferentes áreas, actualmente existen para neutralizar o limitar la acción del Factor de Necrosis Tumoral (TNF), Interleuquinas (IL 1-anakinra-, IL 6 -tocilizumab) y otras citoquinas”, explica. Y agrega que, etanercept y adalimumab, actúan de forma tal que bloquean el TNF, una proteína muy vinculada con los procesos inflamatorios. “En la artritis reumatoidea (AR), básicamente tiene una gran eficacia; recientemente se han incorporado a las espondiloatritis, ya


75.º Aniversario de la SAR

que al bloquear el TNF, se logra una respuesta de exitosa a extraordinaria”. Y comenta que, en la actualidad “infliximab, adalimumab, certolizumab y golimumab, por ejemplo, son anticuerpos monoclonales; el etanercept, es una proteína de fusión prefabricada específicamente para bloquear el efecto del TNF, también bloqueando su efecto circulante y de membrana. De esta manera, se logra la inhibición de esa proteína y el paciente tiene buenos resultados”. A finales de la década de 1990, la industria farmacéutica deslumbró a los reumatólogos de todo el mundo con este nuevo avance científico: “Por esos años, no sabíamos qué era el llamado tratamiento biológico. En 1998, se presentaron infliximab y etanercept; en 2003, adalimumab; y recién en la presente década, golimumab, certolizumab y tocilizumab. El crecimiento de la industria farmacéutica contribuyó al de la Sociedad Argentina de Reumatologia. Fue una verdadera revolución de la industria farmacológica”, enfatiza.

Los biológicos y la SAR Dada la complejidad de estos medicamentos, desde la SAR se decidió estipular, ordenar y hasta reglamentar el uso y la administración de los biológicos. En una primera instancia, se conformaron guías de recomendaciones dirigidas a los profesionales de la salud. Durante la presidencia del doctor Arturi, este material fue ampliado y actualizado: “Conformamos las segundas guías para reglamentar el uso -y evitar el mal uso- de los agentes biológicos”, asiente. Y comenta que “esto se transformó en una información muy útil, ya que se convirtió en una herramienta necesaria para los médicos, para la industria farmacéutica y para los auditores de las obras sociales y el sistema prepago de salud”. Desde la SAR, se inició entonces un proceso de reglamentación necesario para determinar a qué pacientes se les deben indicar. De modo que se limitó el uso de los biológicos, pero, al mismo tiempo, se facilitó. Las obras sociales los

Dr. Alfredo Arturi

cubren, aunque “le exigen al especialista toda una serie de instancias previas, para demostrar que el paciente atravesó todos los pasos anteriores; que la enfermedad no puede ser controlada sin la ayuda de estos medicamentos, y, a la vez, hay que acompañar con una serie de índices para demostrar la veracidad de los resultados”, refiere el doctor Arturi, quien manifiesta estar de acuerdo con que “no es tarea fácil”. Y explica las razones: “Estos medicamentos le exigen al profesional estar muy bien informado y seguro, y hacer todos los pasos previos necesarios para poder abortar la enfermedad”.

“Conformamos las segundas guías para reglamentar el uso -y evitar el mal uso- de los agentes biológicos”.

El congreso del 70.º Aniversario El segundo año de la gestión del doctor Alfredo Arturi, coincidió con la celebración del 70.º Aniversario del nacimiento de la Sociedad Argentina de Reumatología. “Durante mi presidencia –recuerda–, tuve el honor de organizar el congreso en el cual fueron conmemorados los 70 años de la SAR. Y fue un ‘mega’ congreso. Por primera vez se organizó fuera de Europa y justamente en el marco de nuestro congreso, la reunión denominada ‘Ten Topics’. Este encuentro tuvo 53


75.º Aniversario de la SAR

lugar en la sede de la Academia Nacional de Medicina el día previo al inicio del congreso”.

“...quedó perfectamente delimitado que se trataba de dos encuentros científicos totalmente independientes: el ‘Ten Topics’ y el 70.º Congreso Argentino de Reumatología”.

Arturi evoca esos días con entusiasmo y relata las instancias: “Nosotros (N. de R.: en referencia a la Comisión Directiva de la SAR) y los referentes del ‘Ten Topics’, no deberíamos hacer que se superpusieran ambos eventos; es decir, no queríamos que el ‘Ten Topics’ en nuestro país, fuera recordado como un precongreso del Congreso Argentino de Reumatología”. Por esta razón, contrataron las instalaciones de la Academia Nacional de Medicina. “Fue todo un día de trabajo arduo, desde las 8 hasta las 20, una jornada a full. Al día siguiente, inauguramos el Congreso 70.º Aniversario en el Hotel Sheraton de la Ciudad de Buenos Aires, con la presencia de los invitados especiales de la jornada anterior. Pero quedó perfectamente delimitado que se trataba de dos encuentros científicos totalmente independientes: el ‘Ten Topics’ y el 70.º Congreso Argentino de Reumatología”. El entrevistado aclara que muchos de los referentes extranjeros, también disertaron en el congreso de la SAR y compartieron simposios y mesas de trabajo: “Eran alrededor de 14 colegas de distintos países, que le sumaron prestigio y excelencia al encuentro anual de la SAR, en 2008”. De aquel encuentro científico, el expresidente de la Sociedad Argentina de Reumatología, inmortaliza: “Fue un congreso clásico, durante el cual se presentaron nuevos trabajos, terapéuticas innovadoras, y en el que se fue sumando conocimiento para el mejor estudio y tratamiento de los padecimientos reumáticos”. El doctor Arturi resalta, entre otros hechos salientes de su gestión, que “fueron renovadas y actualizadas las guías clínicas para el tratamiento de la artritis reumatoidea. La idea que se instaló es la actualización permanente, ya que van surgiendo nuevos fármacos, con otros mecanismos de acción”.

54

De clínico a reumatólogo El doctor Alfredo Arturi se recibió de médico en la Universidad Nacional de La Plata, y cuenta que cuando comenzó a cursar los últimos años de su carrera se incorporó como practicante a la Sala I de Clínica Médica. “En esa Sala estaban los mejores profesionales, era otra época, en la que las salas reunían a todos los ‘popes’, aun cuando no cobraran por ello. Recuerdo que teníamos 14 médicos referentes, y los ateneos eran verdaderos encuentros académicos, algo que en la actualidad ya no existe en nuestro medio”, lamenta. En la Sala I se observaban, con mucha frecuencia, enfermedades sistémicas del tipo del lupus eritematoso sistémico (LES) y las vasculitis; tan es así, que comenzó a despertar una gran curiosidad entre los profesionales. Arturi recuerda que “en el diagnóstico diferencial figuraban siempre las colagenopatías, y esto se repetía en muchos casos, hasta que un día pensé que no podían ser todas colagenopatías, y me contacté con el profesor Schaposnick y el doctor Juan Carlos Marcos, un gran amigo recientemente fallecido. Investigué, y me dirigí al mejor referente por entonces, que era el doctor Osvaldo García Morteo. Un amigo me contactó con él y durante cinco años, viajábamos todos los días, desde La Plata a Buenos Aires. Nos reuníamos en el CEMIC al inicio, y, más tarde, en el Instituto de Rehabilitación”. Si bien reconoce al doctor Aníbal Ruiz Moreno como uno de los “padres” de la Reumatología en el país, a quien se debe justamente la fundación de la SAR, en 1938, y quien fue un colaborador incansable con otras entidades afines de todo el mundo, a la hora de mencionar a un desarrollador de la difusión de la especialidad, no duda en mencionar al doctor Osvaldo García Morteo, que, al igual que el fundador de la SAR, falleció a una edad temprana. Arturi se inició en la especialidad en 1975. “Mi primer congreso de Reumato-


75.º Aniversario de la SAR

logía fue en Mendoza, en noviembre de ese mismo año. Fue presidido por García Morteo, que era nuestro jefe. El grupo que más veces estuvo al frente de la Sociedad, en número y calidad médica, fue el grupo que creó y dirigió el doctor García Morteo”, continúa su relato. Y agrega: “Es más, el doctor José Maldonado Cocco también se formó con él, y más tarde, todo el grupo continuó investigando y desarrollando nuevas prácticas”. Al referirse “al grupo”, lo hace con gran respeto y admiración, y, mientras enumera a sus integrantes, acompaña su memoria con una foto que conserva tras el vidrio de su escritorio. En la pared, se destaca el retrato de Osvaldo García Morteo, su profesor y guía.

Grupos de estudio Otra de las acciones destacables de su gestión al frente de la SAR, fue la de revalorizar los “grupos de estudio”, un espacio creado por administraciones anteriores. Sobre este punto, relata: “En mi presidencia, me ocupé mucho de estos grupos de profesionales que trabajan un tema determinado, ya sean patologías, sintomatologías, etc.”. Y explica: “Se reúnen profesionales con inquietudes e interrogantes similares, e investigan todo lo que está relacionado con esa cuestión. Estos médicos científicos construyen un proyecto y, una vez terminado, lo presentan en la SAR. Luego, una vez al año, presentan sus conclusiones en el Congreso Argentino”. En la actualidad, relata, hay más de diez grupos de estudio en la SAR: “Ello hace que los médicos trabajen y estén dentro de la Sociedad. Yo les pedía que trabajaran de manera independiente. Es más, que procuraran recursos monetarios si los necesitaban, que nosotros, desde la

institución los avalábamos. En estos casos –aclara–, les solicitábamos que cada dos meses nos informaran sobre la marcha del trabajo y, una vez por año, presentaran sus estudios”.

“Estos médicos científicos construyen un proyecto y, una vez terminado, lo presentan en la SAR. Luego, una vez al año, presentan sus conclusiones en el Congreso Argentino”.

Gracias a estos grupos y a otros elementos relacionados, este expresidente de la SAR entiende que “la Reumatología está en total crecimiento, y que cuenta con empuje económico, ya que es muy importante para esto”. Y explica: “En muchas áreas, la economía hizo que algunos proyectos fueran decayendo. En el caso nuestro, el advenimiento de los biológicos, por ejemplo, permitió que tuviésemos presupuesto que nosotros supimos administrar bien”. ❑

55


75.º Aniversario de la SAR

La nueva sede, un logro fundamental El Dr. Horacio Venarotti, presidente de la SAR entre 2009 y 2011, recuerda el momento más trascendente de su gestión: la adquisición del departamento de la avenida Callao donde actualmente funciona la entidad. El especialista, destaca la unidad de la “familia reumatológica”.

E “El momento más relevante, fue el de poder lograr, junto a mis compañeros de la Comisión Directiva, una nueva sede para la Sociedad Argentina de Reumatología”.

l crecimiento institucional de la Sociedad Argentina de Reumatología (SAR), fue incesante en sus más de 75 años de historia. La institución, continúa hoy en día en ese camino de expansión, con el objetivo de representar cabalmente a los profesionales de la especialidad en nuestro país. Ese permanente desarrollo, fue acompañado por cambios en los espacios físicos que alojan los debates y reuniones de la SAR. Varias sedes tuvo la Sociedad en su vida, que fueron acompañando su engrandecimiento. La actividad cotidiana de la SAR pasó en primer lugar por la sede de la Asociación Médica Argentina, luego por el Hospital de Clínicas “José de San Martín”, por la calle Salta 167 (departamento del hermano del expresidente Manuel Vicente Talarico), y por Austria 2469 (primera sede propia, adquirida en 1977). Pero la vitalidad de la institución, traía nuevas necesidades y exigencias. El doctor Horacio Venarotti completa el derrotero de la institución en cuanto a sedes, con lo que considera el logro más importante de su gestión como presidente, entre 2009 y 2011: “El momento más relevante, fue el de poder lograr, junto a mis compañeros de la Comisión Directiva, una nueva sede para la Sociedad Argentina de Reumatología, acorde con las exigencias de la actualidad”, relata el especialista al referirse a la adquisi-

56

ción del departamento de Avenida Callao 384, segundo piso, departamento 6, donde hoy funciona la SAR. Los más de 200 metros cuadrados de superficie de la sede adquirida en 2010, permiten ofrecer mayores comodidades a los asociados. El expresidente, resalta que, “con ella, el Curso de Especialistas en Reumatología de la UBA, la biblioteca, el área de reuniones y el área administrativa, comenzaron a tener la jerarquía que se merecían pero que, por diferentes razones, se nos venía negando la posibilidad de concretar”. El cumplimiento del objetivo edilicio de la SAR, se complementó con otros puntos alcanzados durante el mandato del doctor Venarotti, sobre los cuales el profesional también pone el acento: “Creo que fueron muchos los momentos de enorme emoción que he vivido –reflexiona–. Muchos de ellos, en el orden de lo científico, como lograr la formación de nuevos grupos de estudio, de nuevos trabajos de investigación sobre temas de actualidad, desarrollados dentro de la misma Sociedad”. La planta de la SAR, continúa el reumatólogo, pasó “de dos a cinco empleados, y la página Web, enriquecida, comenzó a tener un poder mucho más trascendente como medio de comunicación por excelencia. También debo mencionar que se trabajó intensamente en el proyecto del Código


75.º Aniversario de la SAR

de Ética para el ejercicio de la especialidad, y en la integración de los grupos de ayuda mutua de pacientes”, destaca. Justamente, la preocupación por los pacientes, se plasmó en otro de los momentos importantes de la presidencia de Venarotti: “Con el Grupo de Drogas de Alta Tecnología y el doctor Rubén Cuttica, nos acercamos a las autoridades ministeriales, para informarles acerca de la realidad compleja que nuestros pacientes afrontaban cada vez que la gravedad de sus enfermedades requería de estos biofármacos. Fue entonces que nos encontramos con una cordial acogida por parte de las autoridades, y un sentido reconocimiento por la seriedad y el esfuerzo que siempre supo demostrar nuestra Sociedad”, cuenta el actual integrante del Comité de Certificación y Recertificación de la entidad. El doctor Venarotti tiene un extenso y fructífero recorrido dentro de la SAR. Esa experiencia institucional, que en la actualidad continúa enriqueciendo, le permitió vivir diversas vicisitudes: “Muchas son las cosas que me hubiera gustado lograr y que, por razones de tiempo no lo pude hacer; pero, a través de los 18 años previos en los que compartí diferentes comisiones directivas, tuve la oportunidad de aportar muchas ideas, y creo que la riqueza de una institución se alcanza con los sucesivos cambios de quienes la presiden”, sostiene. Aunque el período 2009-2011 no fue apacible en cuanto a la situación económica y social de la Argentina, el expresidente no lo toma como un momento demasiado complejo, al compararlo con otros que le tocó vivir dentro de la entidad que agrupa a los reumatólogos nacionales: “Habiendo pertenecido a la Comisión Directiva vigente en 2001, creo que todo lo posterior se reduce a un cierto grado de incertidumbre al cual nuestro querido país nos tiene muy acostumbrados, lamentablemente. En el año que mencioné, recuerdo cuando nos reuníamos con la doctora Diana Zoruba y el doctor Julio Hofman, dos entrañables amigos, y recibíamos mensajes de nues-

Dr. Horacio Venarotti

tros invitados extranjeros, excusándose por la no concurrencia a nuestros eventos, y deseándonos que pudiéramos ‘sobrevivir’ a las circunstancias tan adversas de ese entonces”, recuerda. “Fue la

El también docente adscripto de la Fa- experiencia más importante y cultad de Medicina de la UBA y director asociado del Curso de Especialistas en satisfactoria de Reumatología de la misma institución, mi carrera agrega que, durante su mandato, “los profesional y, a congresos se realizaron en la Ciudad su vez, una Autónoma de Buenos Aires, el primero; y posibilidad en la Ciudad de Mar del Plata, el segun- incalculable de do”. Al referirse a esos momentos tan brindar mi esperados, el doctor Venarotti explica: humilde “Las razones primarias, estaban dadas servicio a la en que las posibilidades económicas no entidad, y a permitían, entonces, el traslado de so- cada uno de sus cios, auspiciantes e invitados extranjemiembros”. ros con tanta facilidad, a cualquier punto del país; y, por otro lado, la industria hotelera no tenía capacidad para albergar a la totalidad de los participantes, ni a las decenas de reuniones científicas que formaron parte de las actividades propias del congreso”. El profesional, se refiere con afecto a sus pares. Con ese espíritu, señala que una de las mayores satisfacciones que le dejó presidir la SAR es “la sensación de felicidad que produce contar con herramientas concretas para poder mejorar el servicio a los socios”. En este contexto, “momentos ingratos pueden ser aquellos en los cuales supimos perder a algunos de ellos, muy queridos y muy cercanos por cierto, ya que la ‘familia reumatológica’ no es un hecho declamativo, sino 57


75.º Aniversario de la SAR

una realidad que se plasma más aún con el ingreso en nuestra especialidad de los hijos de muchos de nuestros colegas”.

Actualidad y referentes reumatológicos El doctor Venarotti, fue fundador y presidente del Comité de Revisión de Ensayos Clínicos del Hospital Militar Central, nosocomio en el que también se desempeñó como jefe del Servicio de Reumatología y del Departamento de Medicina. Su foja de servicios es abultada, por lo que puede aportar algunas pautas generales para los médicos que se enfrentan a un cuadro relacionado con la especialidad. “Mi recomendación a los médicos generalistas, médicos de familia y médicos “...la ‘familia clínicos, es que deriven tempranamente reumatológica’ a los pacientes con síntomas o signos de patología reumática”, subraya. Y contino es un núa: “Hasta hace muy pocos años, no hecho tenían carácter tan perentorio el diagdeclamativo, nóstico temprano, el tratamiento precoz sino una y agresivo, y el seguimiento cercano de realidad que los pacientes con enfermedades reumáse plasma más ticas, pero, en la actualidad, estos asaún con el pectos son fundamentales, porque coningreso en llevan una mayor efectividad de los menuestra dicamentos con menor costo social y, por especialidad sobre todas las cosas, aseguran la remide los hijos sión de cuadros mucho más complejos, de muchos de con una mejor calidad de vida en aquenuestros llos que sufren estas dolencias”, resalta colegas”. el especialista. Los planteos de Venarotti en relación con la necesidad de un diagnóstico temprano y un tratamiento oportuno, se enmarcan en una dinámica actual de la Reumatología, que, para el profesional, se encuentra “en una verdadera etapa de ebullición”. Y caracteriza el momento que vive la disciplina, enfatizando que hay “muchos jóvenes profesionales acercándose a la especialidad, interesados en los avances que día a día se difunden en lo concerniente a diagnóstico y tratamiento de las enfermedades reumáticas”. Además, al importante flujo de profesionales hacia el área reumatológica, hay que añadirle que, “también congrega a 58

numerosos médicos clínicos, en sus planes de formación continua, cada vez que se realizan reuniones científicas, porque su desmembramiento de la Clínica Médica es un imposible”. En sintonía con esta dinámica realidad que vive la especialidad, sobresalen varios descubrimientos que contribuyeron fundamentalmente al avance de la disciplina en los últimos años. El especialista, en este sentido, plantea como hitos en el tratamiento de las enfermedades reumatológicas, “el advenimiento de los inmunomoduladores más efectivos, como el metotrexato, la leflunomida y el micofenolato; y de los biofármacos (inhibidores del TNF-alfa, bloqueadores de las moléculas de coestimulación, inhibidores de la interleuquina 6, depletores de los linfocitos CD20, inhibidores de la JAK quinasa)”. Para el doctor Venarotti, uno de los personajes más importantes en la historia de la SAR, es el doctor Aníbal Ruiz Moreno, su fundador. Y, entre sus propios maestros, agrega, “tengo el honor de mencionar a los doctores Osvaldo García Morteo, Osvaldo Hübscher, Armando Maccagno, Raúl Houssay y Roberto Arana”. El devenir de la SAR, tiene una característica que el doctor Venarotti se preocupa por resaltar, relacionada con la libre participación de los socios a la hora de elegir a las autoridades de la entidad: “En cuanto a los momentos más importantes, creo que los cambios de comisión directiva obtenidos a través de la elección libre y democrática de sus miembros, son momentos inolvidables porque se abren, indiscutiblemente, enormes posibilidades de progreso y enriquecimiento científico, con el aporte de todos los miembros que la integran”. En cuanto a su paso por la presidencia de la SAR, no solo deja como huella fundamental la nueva sede, sino también una marca imborrable, que resume su sentir en una frase: “Fue la experiencia más importante y satisfactoria de mi carrera profesional y, a su vez, una posibilidad incalculable de brindar mi humilde servicio a la entidad, y a cada uno de sus miembros”. ❑


75.º Aniversario de la SAR

Reforzar las bases y apostar por la educación Un repaso por el recorrido de la SAR bajo la presidencia del Dr. Bernardo Pons-Estel, cuyo mandato finalizó en mayo de 2013, muestra que la integración federal de las filiales, el estímulo a la investigación y la educación, enfocada no solo a los reumatólogos sino a la comunidad toda, es un rasgo definitorio de la institución, que el especialista buscó multiplicar con su gestión.

L

os años más recientes de la Sociedad Argentina de Reumatología (SAR), profundizan las tendencias fundamentales de la entidad a lo largo de sus tres cuartos de siglo de vida, y también guardan un importante espacio para las modificaciones necesarias que permiten pensar en un futuro promisorio. En mayo de 2013, el doctor Bernardo Pons-Estel finalizó su mandato, que había comenzado en 2011, para dejarle su lugar como presidente de la SAR, al doctor Gustavo Citera. El paso de PonsEstel por la máxima responsabilidad de la institución, tiene múltiples focos de atención, algunos de los cuales, surgen en el desarrollo de esta entrevista.

amenazas (análisis FODA); y se replicó esa evaluación a nivel nacional. A partir de los resultados de estos relevamientos, se llevó a cabo un plan de acción. La preocupación por la planificación estratégica planteada por el expresidente, derivó en la realización de una reunión con la participación de un experto: el doctor Mario Rovere (decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Matanza). En un apunte de su tarea, el doctor Pons-Estel destaca el trabajo realizado Dr. Bernardo Pons-Estel

“El diagnóstico de situación, la planificación estratégica, la formación de redes y el trabajo en equipo, son los grandes ejes para el desarrollo de una sociedad científica moderna, integradora y federal”.

El recuento de los momentos destacados de la presidencia de Pons-Estel, resulta más que interesante, ya que muestra con hechos la concreción de la idea primordial que el médico le imprimió a su período: “El diagnóstico de situación, la planificación estratégica, la formación de redes y el trabajo en equipo, son los grandes ejes para el desarrollo de una sociedad científica moderna, integradora y federal”, señala. Esos componentes, tuvieron su traducción práctica. Con el lema “la SAR sale a buscar a sus filiales”, se impulsaron reuniones con todas ellas en sus lugares de origen, se realizaron ejercicios para analizar sus fortalezas, oportunidades, debilidades y 59


75.º Aniversario de la SAR

con las filiales de todo el país, parte fundamental de la visión “integradora y federal” que defiende. El reumatólogo resalta, en este sentido, la transformación de la Sociedad de Reumatología de Mendoza en la actual Sociedad de Reumatología de Cuyo, lo que permitió que confluyeran en la entidad las provincias de San Luis, San Juan y Mendoza. Con la misma vocación de ampliar el alcance de la SAR, durante su mandato se creó la Asociación de Reumatología del Noreste (ARNEA), conocida simplemente como filial Noreste, que agrupa a los reumatólogos de Entre Ríos, Misiones, Chaco, Formosa y Corrientes. Esta nueva dependencia, junto a la filial del Sur y a la de la Ciudad de Buenos Aires, comenzó a tener participación en las reuniones de “...videoconferencias Comisión Directiva, influyendo, así, en que pueden ser el rumbo de la institución. seguidas, en directo, por los reumatólogos de todo el país; incluso hemos invitado a los colegas de países vecinos”.

Una decisión fundamental que se produjo en el período presidencial de PonsEstel, se vincula con los ingresos de la institución. En 2012, se decidió modificar la estructura financiera de la entidad, basándola “en socios de la industria farmacéutica que acompañen a la SAR en todos sus proyectos anuales”. Se establecieron las categorías de participación “Platino”, “Diamante”, “Oro”, “Plata” y “Bronce”, y los resultados inmediatos fueron “muy satisfactorios”. Con este rumbo económico, la Sociedad pudo solventar los gastos de traslado para todos los integrantes de su Comisión Directiva, asegurando su presencia en las reuniones plenarias mensuales, por más alejados que se encuentren de la sede central. El nuevo esquema económico de la SAR, permitió que se otorgaran importantes contribuciones para empujar el carro de los proyectos, la investigación y el desarrollo de los jóvenes profesionales. Se entregan 10.000 dólares a la filial que colabora localmente con el congreso anual (en 2011, fue la de Santa Fe; y en 2012, la de Córdoba); y 5.000 a la que organiza el esperado simposio de invierno (2011, Cuyo; y en 2013, la filial del Sur).

60

Educar, la meta permanente La capacitación para los reumatólogos y la información para la comunidad, se conjugaron constantemente durante la presidencia del doctor Bernardo PonsEstel. Ambos factores, caras de una misma moneda, llevan a mejorar la atención a los pacientes. La SAR, diversificó sus acciones educativas, en la búsqueda de abarcar la mayor cantidad de aspectos posibles, en un esfuerzo que el especialista rescata con especial énfasis. En lo que se refiere a los profesionales de la especialidad, el mandato de PonsEstel procuró formar al médico reumatólogo, a partir de “lograr una currícula nacional, con el mayor nivel de excelencia”, explica. La tecnología, con su fuerza incontenible, repercutió en avances en el área educativa de la SAR, que realiza “videoconferencias que pueden ser seguidas, en directo, por los reumatólogos de todo el país; incluso hemos invitado a los colegas de países vecinos como Chile, Uruguay, Bolivia, Paraguay y Perú”, puntualiza el expresidente, que ofrece una lista de estos eventos, que tuvieron como protagonistas a expertos extranjeros, cuyos mensajes llegaron a los profesionales de toda la Argentina, a través de esta tecnología: Rubén Burgos Vargas (Ciudad de México); Ricard Cervera (Barcelona); Luis Espinosa (New Orleans); María José Cuadrado (Londres); e Ignacio García de la Torre (Guadalajara, México), disertaron para los especialistas nacionales. Un componente que no puede faltar en lo educativo (ni en lo estrictamente institucional), es el de los congresos y las reuniones científicas. Son los espacios por excelencia en donde las nuevas tendencias llegan a los profesionales, dotándolos de mejores herramientas para afrontar su actividad diaria y ser más efectivos en los tratamientos que ofrecen a sus pacientes. En 2011, se realizó el 44.º Congreso Argentino de Reumatología, más la 3.ª Reunión Internacional “Ten Topics”, en


75.º Aniversario de la SAR

la ciudad de Rosario. Al año siguiente, el encuentro tuvo lugar en Córdoba, y se desarrolló junto con el XVI Congreso Rioplatense de Reumatología. Un momento sobresaliente, lo marca la realización, hacia el final del mandato de Pons-Estel, del 10.º Congreso Internacional de Lupus Eritematoso Sistémico (GLADEL 2013), en la ciudad de Buenos Aires; al cual califica como “un enorme desafío”. Los acontecimientos fueron muchos, pero vale la pena mencionar los simposios de invierno (Mendoza 2011 y Bariloche 2013), que el entrevistado impulsó fuertemente. En el último, se presentó la actualización de las guías sobre artritis reumatoidea. Esta enfermedad tan recurrente, no es la única sobre la que se ha trabajado en el mandato de PonsEstel, durante el que se elaboraron guías y consensos referidos a pediatría, esclerodermia, fibromialgia, artropatía psoriásica y espondilitis anquilosante. Este expresidente impulsó y respaldó múltiples medidas, persiguiendo el único objetivo de optimizar la formación de los médicos del área. La batería de acciones, incluyó la integración de una comisión con representantes de todas las filiales, para la evaluación nacional de la currícula de formación del médico reumatólogo; la publicación en el sitio oficial de la SAR de 11 artículos científicos destacados y discutidos críticamente por expertos; y la creación de presentaciones en Power Point de distintas patologías reumáticas, que se distribuyeron a todas las filiales. Las becas, constituyeron un ingrediente más que aportó lo suyo para el fin educativo del mandato del reumatólogo. Las hubo en gran cantidad, y para distintos tipos de encuentros científicos y desarrollos. “A partir de 2011 –resalta–, se crearon las Becas SAR-ACR, destinadas a cubrir gastos de inscripción, pasaje y estadía del investigador principal de trabajos científicos enviados y aceptados a ser presentados en el Congreso Anual del Colegio Americano de Reumatología”.

En 2011, siete becas de este tipo se hicieron efectivas (para el congreso realizado en Chicago); mientras que, en 2012, se hizo entrega de 11 (cuando el encuentro tuvo como sede la ciudad de Washington). En 2012, comenzó la implementación de las Becas de Pasantías Cortas por el Exterior, que se entregan a socios jóvenes de la SAR y tienen un monto máximo de 6.000 dólares, con un tiempo de duración de hasta tres meses. Además, se implementó un subsidio para las investigaciones regionales, de 20.000 pesos anuales para las filiales de la Sociedad, denominado Becas SAR-Filiales (SARFILINE). En esta apuesta por la formación, la investigación no puede ser dejada a un lado. En ese ámbito, el doctor Pons-Estel comenta con satisfacción la realización del segundo reporte nacional del BIOBADASAR, que constituye un registro nacional de pacientes en tratamiento con productos biológicos. Los grupos de estudio, aumentaron durante su gestión, sumándose los denominados GESAR de ultrasonido y GESAR de vasculitis, conformando un total de 14 equipos de la SAR dedicados a la investigación. También, fue interesante la actividad del Comité de Nuevos Proyectos (CONUPRO), que aprobó dos iniciativas.

“...es preciso aclarar que existen más de 200 enfermedades reumáticas diferentes, que además tienen diagnósticos, pronósticos y tratamientos diferentes”.

Completando el amplio abanico de opciones que el período 2011-2013 ofreció a los reumatólogos para su educación, se cuenta la oferta de la biblioteca y las posibilidades abiertas por acuerdos celebrados con otras sociedades científicas. La primera, continuó ofreciendo el sistema RIMA (Red Informática de Medicina Avanzada), resaltando el artículo del mes, brindando las suscripciones a las más destacadas revistas de la disciplina y, por supuesto, albergando ejemplares de la revista de la SAR. La entidad, además, firmó convenios con la Sociedad Española de Reumatología, el Colegio Mexicano de Reumatología y la Liga Panamericana de Asociaciones Reumatológicas (PANLAR). La notable inclinación educativa que Pons-Estel imprimió a la SAR durante su 61


75.º Aniversario de la SAR

mandato, trasciende a los reumatólogos y se expande sobre la comunidad. A partir de datos precisos, el doctor consideró necesario apretar el acelerador en lo que concierne a difusión masiva, y así fue como se creó la campaña nacional “Reuma ¿quién sos?”. En 2011, “en las más de 25.000 encuestas realizadas a nivel nacional, cuando preguntamos ‘¿Considera usted que el reuma es una sola enfermedad, o cree que las enfermedades reumáticas son más de una?’, el 60% de la población respondía que ‘el reuma es una sola enfermedad’. Entonces, es preciso aclarar que existen más de 200 enfermedades reumáticas diferentes, que además tienen diagnósticos, pronósticos y tratamientos diferentes”, subraya el expresidente. “...un proyecto federal de educación a la comunidad sobre las enfermedades reumáticas más prevalentes”.

62

La evidencia, impuso el paso a la acción y se formó un proyecto de “Educación a la Comunidad”, en el que estuvieron implicadas todas las filiales, a través de una comisión conformada especialmente. Pons-Estel, caracteriza esa iniciativa como “un proyecto federal de educación a la comunidad sobre las enfermedades reumáticas más prevalentes, como las artrosis, osteoporosis, artritis reumatoidea y fibromialgia; y otras que, aunque menos frecuentes, también son muy im-

portantes de diagnosticar tempranamente, por ejemplo el lupus, el síndrome de Sjögren, la artropatía psoriásica, la espondiloartritis y la vasculitis”. El proceso, se puso en marcha con la participación “de los reumatólogos de todas nuestras filiales”, cuenta. Y sostiene que, de esa forma, se puede “garantizar una amplia cobertura de la población de nuestro país”. Coordinador de los Grupos Latinoamericanos de Estudio del Lupus (GLADEL), de la Artritis Reumatoidea (GLADAR), de Genoma, tanto en el Lupus (GenLES) como en la Artritis Reumatoidea (GenAR), y también creador y coordinador del reciente Grupo Latino Americano de Estudio de las Enfermedades Reumáticas en Pueblos Originarios, proyecto internacional que cuenta con la participación de México, Venezuela, Perú y Argentina, el doctor Pons-Estel tuvo la oportunidad de dejar su impronta al frente de la SAR y lo hizo. Su preocupación por consolidar la entidad a través de un equipo sustentable con proyectos a corto, mediano y largo plazo, tuvo por fundamento hacerlo desde el aporte a la educación, la investigación, la formación y la integración federal, un capital invalorable. ❑


63


64


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.