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Recomencemos
Repetir un proceso bastante difícil que acabamos de completar no suena muy divertido. Si no llevamos mucho tiempo, no tenemos por qué preocuparnos: la mayoría de los científicos sobre el medio ambiente nos dirán que incluso los mayores esfuerzos para conseguir la neutralidad climática no garantizan el éxito. El cambio climático podría ser abrupto e irreversible , según el Cuarto Informe del IPCC. Todas las cartas están echadas, por lo tanto, deberemos hacer todo lo que esté en nuestras manos para evitar lo peor. Pero continuar con el proceso durante todo el tiempo que sea necesario es lo mejor que podemos hacer, si realmente queremos ser parte del cambio que queremos ver.
La segunda vez será diferente. Tendremos el beneficio de que seremos más realistas y de que entenderemos mejor las dificultades y el potencial de lo que vamos a hacer. Tendremos una idea más clara de lo que puede funcionar y de lo que no merece la pena intentar, gracias a todo lo que aprendimos en la primera vez. Y cuando estemos a mitad de camino de este segundo intento, existe la posibilidad de que se convierta en instintivo, algo en lo que sea normal centrar nuestros esfuerzos y nuestro tiempo. En otras palabras, un elemento clave de nuestro éxito es la automatización y la integración de muchas de las funciones relacionadas con el inventario y la gestión. Ésta es la manera de equiparnos para convertir este proceso en rutina, y la rutina en un estilo de vida que no querremos abandonar. Esto hará el futuro mucho más fácil. De esta forma podremos encontrar el éxito, a pesar de que no esté garantizado. Pero intentarlo es mucho mejor que no hacer nada. Nadie comienza una dieta convencido de que va a funcionar, pero sí que con la esperanza de que funcione. Esto es todo lo que podemos hacer para abandonar el hábito de vivir en una sociedad dependiente de los recursos fósiles y que se ha excedido en su emisión de los gases de efecto invernadero. El trabajo será duro, aunque no imposible, y la recompensa hará que haya merecido la pena.
Para muchos de nosotros (como consumidores, trabajadores, votantes, accionistas, etc.) no es necesario que la neutralidad climática sea del material con el que se construyen los sueños. Puede convertirse en realidad en nuestras vidas. Todos tendremos que emplearnos a fondo, pero es posible.