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Producción virtual la presente y futura revolución de los rodajes
Rodaje de ‘Servir y proteger’, la serie de emisión diaria que produjo Plano a Plano para RTVE entre 2017 y 2023, en un plató de pantalla LED construido ad hoc.
Imagina una hora bruja infinita y la posibilidad de repetir la toma tantas veces como sea necesario, sin la presión de perder la luz deseada. Imagina disponer de esa actriz tan ocupada que sólo tiene tres días para participar en tu serie. Imagina que se repite Filomena pero tú estás a cubierto, sin parar el plan de rodaje. Quizá no sea para rodar una película entera ni mucho menos una serie con todos sus capítulos, pero la producción virtual puede ser una revolución en muchos sentidos.
A pesar de que ahora el discurso tecnológico está centrado en las ventajas y los peligros de la inteligencia artificial, el audiovisual lleva tiempo mirando hacia la producción virtual como complemento a los métodos tradicionales. Aunque en el caso de series como ‘El Mandaloriano’, de Disney, ambientada en el mundo imaginario de ‘Star Wars’, o ‘1899’, ficción de época de Netflix que sucede en un barco, esta técnica ha sido el eje central de la producción.
“Lo que realmente ha explotado en los últimos años es la producción de efectos visuales en cámara, esta parte en concreto de la producción virtual en la que se rueda con una pantalla LED de fondo y en la que el renderizado se hace en tiempo real”, comenta Adrián Pueyo, responsable de VFX y de producción virtual de Orca Studios. Películas como ‘Las niñas de cristal’ o ‘A través de mi ventana’, de Netflix, ya han pasado por estas instalaciones para rodar algunas secuencias utilizando esta tecnología. “Llevamos décadas rodando anuncios de coches con fondos proyectados en una pantalla, pero ahora, cuando aplicamos motores de videojuegos a la publicidad, el cine o las series, podemos obtener una imagen creíble a tiempo real, además moviendo la cámara y viendo cómo queda en pantalla con cierta precisión y una latencia baja. Todo este proceso sucede en cuestión de 0,03 segundos”, añade Pueyo.
Antes de empezar...
Por sencillo que parezca cuando lo dices, “proyectas una playa en una pantalla gigante en una nave, colocas delante a los actores y a rodar”, la producción virtual entraña una serie de cambios en la forma de abordar cualquier proyecto, sea un spot publicitario, un programa de televisión o la secuencia de una obra de ficción. Y esos cambios han de tenerse en cuenta si se quiere evitar frustraciones y decepciones, coinciden los que más saben de la materia.
Lo primero de todo es asumir que perfiles profesio- nales que, hasta la fecha, han trabajado de manera separada, ahora van a tener que dialogar y entenderse. “La postproducción comienza en la preproducción”, repiten como un mantra aquellos que ya se han aventurado en esto de la producción virtual. “En estos rodajes, el equipo de postproducción debe estar implicado desde el principio en el proyecto y mantener un diálogo constante y fluido con arte, vestuario, maquillaje, y, por supuesto, dirección, producción, dirección de fotografía, incluso guión”, comenta César Urbina, de Iralta. Su compañía investigó y creó en tiempo récord a Mapi, la niña virtual del programa homónimo de La 1. El formato, de origen japonés, se adaptó en España con el reto de emitirse a diario y sin postproducción gracias al sistema que desarrolló Iralta. “Conseguimos rebajar significativamente el presupuesto del programa y además, podíamos grabar hasta tres entregas de ‘Mapi’ al día. Desde entonces, nos visitan sobre todo productores de anuncios publicitarios y de programas de entretenimiento, interesados en incorporar las posibilidades de la producción virtual en sus siguientes proyectos”, añade Urbina.
Para Emilio Pina, productor de Plano a Plano, la primera experiencia con la producción virtual fue satisfactoria. “Montamos un plató ad hoc para grabar algunas partes de ‘Servir y proteger’ durante unos tres meses”, comenta en relación a la serie diaria que emitió La 1 entre 2017 y 2023. La ficción contaba con más exteriores de lo habitual para una serie de sus características y el equipo decidió apostar por la pantalla LED para recrear terrazas, calles e incluso los canales de Ámsterdam. “Llegamos a cambiar hasta tres veces de localización en el mismo día”, indica Pina, que reconoce que hubo un período de pruebaerror. “Para mí, la producción virtual es un complemento y no creo que vaya a sustituir al rodaje físico. Sin duda, soluciona problemas cuando tienes una localización inaccesible o inexistente. Estoy seguro de que estamos en los albores de la producción virtual, en los próximos años, seguirá desarrollándose”, comenta el productor que ha trabajado en títulos como ‘El tiempo entre costuras’ o ‘Toy Boy’.
Ahora bien, para una producción virtual es necesario incorporar a especialistas en Unreal Engine, el motor que utilizan los videojuegos y que permite el renderizado en tiempo real. Y no se trata, precisamente, de una profesión muy común en España. Un perfil más que añadir a la escasez de empleados del sector audiovisual. “En Iralta tenemos un equipo de unas catorce personas. En los rodajes de producción virtual no puede faltar un profesional especializado en animación 3D y Unreal Engine y otro que proceda de la dirección de fotografía”, comenta Urbina. Iralta trabaja de cerca con centros formativos como el CIFP José Luis Garci, de Alcobendas (Madrid), UT-HUB o butic The New School para formar a una nueva generación de profesionales y darles la oportunidad de realizar prácticas en empresa. En los últimos meses, otros centros formativos como The Core School o FX Animation Barcelona 3D & Film School también han lanzado nuevos cursos de Unreal Engine. “Creo que se van a necesitar muchos expertos en este motor, porque es aplicable a otros muchos sectores, más allá del audiovisual”, dice Urbina, quien advierte de que cualquier persona que trabaje en la realidad o en la producción virtual debe asumir que tendrá “una formación contínua. Todos los días hay novedades, nuevos softwares, o mismamente actualizaciones de los equipos que, en muchos casos, incorporan muchas novedades, y te sientes casi como volviendo a empezar.” En este punto, la misma página web de Unreal Engine puede ser un gran aliado, con decenas de tutoriales, “también hay varios foros en los que profesionales de todo el mundo comparten su experiencia y sus hallazgos”, añade el socio de Iralta.
Y además de una gran planificación y un personal cualificado, ¿qué más hace falta para poner en marcha una producción virtual? Obviamente, un plató adaptado con una pantalla LED, varios equipos potentes interconectados entre sí y todo lo demás clásico de un rodaje, como la iluminación y el atrezzo. “Si quieres un plató para producir cine, desde Tan- gram Solutions proponemos una pantalla LED curva de mínimo 20 metros, con una altura mínima de 5 metros, más un tótem lateral para añadir los reflejos, y techo de alta luminosidad con un pixel pitch [distancia entre píxeles] distinto”, comenta Víctor Ceruelo, máximo responsable de la distribuidora de software y hardware Tangram Solutions. En estas semanas, la compañía trabaja en paralelo en unos siete proyectos de plató virtual para diferentes puntos de la geografía española. “Un plató con una pantalla como la que he descrito más toda la tecnología necesaria para poder realizar VFX en tiempo real requiere una inversión mínima de 1,5 millones de euros, aproximadamente. A partir de ahí, se puede encarecer tanto como quieras, por ejemplo, estamos en un proyecto muy ambicioso en el que solo la pantalla tiene un coste de 8 millones de euros”, asegura Ceruelo, dado que se pueden incorporar sistemas para insertar dobles digitales o para simular lluvia, “piensa que el principal objetivo de la producción virtual es ahorrar costes y tiempo, y eso pasa por retocar lo mínimo en postproducción.” Igualmente, señala la necesidad de mantener actualizadas las instalaciones y los equipos.
Momento de la grabación de ‘Mapi’. Imagen cedida por Iralta, empresa especializada en experiencias inmersivas y producción virtual.
Siendo un experto en tecnología, el jefe de Tangram Solutions incide en la necesidad imperiosa de contar con artistas que conozcan bien un rodaje tradicional, “quienes vayan a diseñar la escenografía deben conocer la iluminación, el movimiento de las cámaras… Sólo así aportarán realismo. Y sólo así, la producción virtual funcionará.” Porque no hay nada peor que un mal acabado de imagen saque al espectador de la historia y le haga fijarse en estos detalles que deberían pasar desapercibidos para el ojo no experto.
(Continúa para saber más de los platós virtuales que se están montando en España y demás)