ESCRITORES Crónica
Daniel Zetina Vivir en Querétaro
E
n mi entrega pasada aseguré que Querétaro es una tierra de oportunidades, hoy ahondaré en detalles que me interesan y de los que suelo conversar. Primero, es limpia, ha ganado La Escoba de Oro y Platino, algo que nunca escuché en mi vida. No siempre fue así, gobierno y sociedad han trabajado en cultura cívica para hacerlo posible. La historia no es tan importante como los resultados: hay limpieza por doquier y eso representa menos estrés social.
L
a seguridad es tema destacable. Le llaman Ciudad Santuario y lo es. Ignoro las causas y no ahondaré en rumores, solo destaco que la tranquilidad no tiene precio. No digo que sea perfecto o el crimen ni exista (antinatural socialmente), pero sí que la paz se respira y la violencia se ve bastante poco, en especial si lo comparamos con otras ciudades.
E
l arraigo no es sencillo, eso también es cierto: a la mayoría de los migrantes que conozco les encanta la ciudad, pero la padecen por diferentes circunstancias, más personales
que sociales (o profesionales o familiares); o sea, que para arraigarse aquí (como en cualquier sitio) es importante trabajar en el crecimiento personal y no solo andar quejándose, que eso, se lo aseguro, de nada sirve.
U
n aspecto especial del ambiente en Querétaro es que no es ruidosa, no digo que sea muda, pero comparativamente (y desde siempre) hay pocos decibeles atacando los tímpanos ciudadanos. La gente grita y se pelea con menor frecuencia. Esto permite andar más relajado y dormir con calma.
A
hora una lista de servicios estables por acá (tampoco perfectos, ojo) y que, si vienes de otra parte, podrás reconocer: agua potable, luz, policías, vialidades, alumbrado público, mantenimiento de parques y jardines, bacheo, balizado, cobro de servicios, adornos temporales, permisos para negocios, trámites educativos, regulación de horarios, vialidad, desazolves, poda, recolección de basura, horarios de venta de al-
cohol y otros que olvido. esde mi perspectiva, Querétaro no era una ciudad propiamente turística y la amplitud de los servicios asociados con dicho rubro son nuevos, ha sido prueba y error en muchos sentidos. En lo que aún falta muchísimo por hacer es en capacitar al personal para dar un buen servicio: en general, la atención en tiendas, restaurantes y otros locales es de mala a pésima (una a dos estrellitas). ¿Por qué? Quizás nunca ha habido una cultura del servicio o a la gente no le gusta ser cordial. Como sea, es un tema pendiente, usted lo sabe bien.
D
U
no de los aspectos locales más destacables es el Centro Histórico: una delicia que ha sido tratada con cariño por políticos, artistas, comerciantes, habitantes y visitantes. La oferta es vasta: museos, plazas, calles, fachadas, locales de comida, artistas callejeros, bazares, neverías, artesanías, bares, andadores, hospedaje y alguna sorpresa cotidiana. 28