Los Champney: dos norteamericanos tras los pasos de Fortuny en Reus (1881)
Pinceles de Marià Fortuny Madera y pelo Museu de Reus (IMRC 001325)
El matrimonio norteamericano formado por la escritora Elizabeth Williams Champney (Springfield, 1850-Seattle, 1922) y por el pintor James Wells Champney (Boston, 1843-Nueva York, 1903), ilustra perfectamente la admiración que despertaba Fortuny, muerto pocos años antes, en los artistas jóvenes europeos y norteamericanos. Sin duda que la publicación entre 1879 y 1880 del libro The Art Treasures of America, de Edward Strahan influyó. Hace rotundas valoraciones altamente positivas de Fortuny, como que «Será valorado en el futuro como la gran gloria artística de su tiempo» y lo compara con Rembrandt, Velázquez, Rafael y Miguel Ángel.130 El viaje que realizaron los Champney siguiendo los lugares vitales es un auténtico itinerario devocional por los escenarios y por la iconografía de este pintor venerado, y fue publicado en la revista cultural The Century de Nueva York, en noviembre de 1881. Uno de los primeros lugares que visitó la pareja fue la ciudad de Reus, para pasear por los escenarios de la niñez de Fortuny. A pesar de que no se llevaron muy buena impresión por su aspecto industrial y dinámico, que era todo el contrario de lo que se consideraba pintoresco: «Ruidosa, sucia y nada pintoresca, como otras ciudades industriales. Había muy poca cosa para inspirar o fomentar el gusto artístico». A pesar de esta decepción inicial, cuando pasearon por la plaza del Mercadal apreciaron la colorida realidad humana del mercado del que les llamó la atención la tipología de la gente: «Mujeres campesinas de magníficos hombros y ojos maravillosos chillaban y reñían sobre las cajas de fruta, los operarios ennegrecidos por el carbón, hombres cortos y firmes, fuertes como pequeños titanes, con ojos excitados y puños como masas que hablaban de su amor por la algarabía y la revuelta». A partir de la observación de aquellos personajes temperamentales, Champney reflexiona sobre el origen social y cultural de Fortuny. Dice que obtuvo el talento y la sensibilidad de manera innata, por carácter racial y gracia divina, cosa que reforzaba la idea de genio de este pintor: Fortuny, dice, «provenía de un original y notable molde, pero fue modelado con barro común. Pero el barro de Cataluña es diferente del frágil y llamativo barro andaluz, los catalanes son una raza diferente de la gente indolente del sur de España, y el genio de Fortuny no fue más escaso por no haber sido heredado, puesto que le fue otorgado directamente por Dios».
Ramon TUSQUETS Marià Fortuny pintando «Músicos árabes»
La pareja visitó la casa donde había nacido el artista, y comenta la existencia de una placa conmemorativa en la fachada. Después, fueron
Roma, 1874 La Ilustración Española y Americana, 1875 Museu de Reus (IMRC 09077)
130. Véase CARBONELL: «Darrere les passes de Fortuny i Regnault. El viatge dels Champney», en Locvs Amoenvs, 9, (2007-2008), pp. 351-362, de donde provienen las citas; y STRAHAN: The Art Treasures of America [1879-1880], p. 35.
110 ` FORTUNY Y REUS