En 1946 se colocó una lápida en el salón de plenos del Ayuntamiento de Reus –donde aún permanece– conjuntamente con los de las otras ciudades citadas, con el texto «A la gloria inmortal de Mariano Fortuny. Los Ayuntamientos de Madrid-Barcelona-Valencia-Granada y Reus. MCMXLVI», con un medallón con el busto de Fortuny, de Marià Benlliure.
La larga gestación del monumento a Fortuny de Marià Benlliure (1944-1962)
El escultor Marià Benlliure acabando el yeso del monumento a Fortuny de Reus, 1946 Fotografía de autor desconocido Arxiu Municipal de Reus/Arxiu Comarcal del Baix Camp (AMR-ACBC)
En mayo de 1944 el Ayuntamiento de Reus retoma el viejo proyecto de erigir un monumento a Fortuny. Esta vez se encarga directamente al escultor Marià Benlliure, entonces ya un anciano de 82 años, un entusiasta de la obra del artista, con una sólida trayectoria de éxitos nacionales e internacionales y autor de monumentos conmemorativos en muchas ciudades de España y Latinoamérica. El alcalde, Antonio Valls Julià, quiso dar un carácter «nacional» a la erección del monumento –que se preveía instalar en la plaza del Mercadal, entonces de «España»–, e inicia una campaña de recaudación de fondos en todo el estado, para recaudar las 100.000 ptas en que se había presupuestado.236 Se enviaron solicitudes de colaboración a círculos artísticos y corporaciones oficiales de todo el Estado, y se pedía a pintores aportación de obra para una exposición en homenaje, la venta de las cuales engrosaría los fondos para el monumento. En las cartas, redactas en el estilo ampuloso de la época, se afirmaba que «Ha llegado ya la hora de que Reus borre el olvido en que ha tenido durante largos años la memoria de Fortuny, con la erección de un monumento que sea digno de la ciudad y del renombre universal el celebérrimo artista. Aspiramos a que no sea solamente Reus la que manifieste su fervor admirativo, que el tiempo acrecienta en vez de extinguir, hacia el más insigne de los coloristas hispanos del pasado siglo».
El monumento tenía que dar testimonio de «la admiración que siente España entera por el insigne artista que supo granjear para la patria días de gloria con la maravilla salida de sus pinceles prodigiosos». También se pidió la colaboración a la prensa nacional,237 y del
Marià BENLLIURE Bronce del monumento a Marià Fortuny, 1946 Fotografía de autor desconocido Museu de Reus (IMRC 09074–2)
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236. El Ayuntamiento elaboró un «Plan de recaudación de fondos», donde se detallaba la edición de unos «Carnets de Cooperador», de 100 ptas, a pagar en 20 cupones de 5 ptas mensuales, para que el acto fuera «rodeado de calor y entusiasmo popular». Los carnets serían repartidos por unos agentes de propaganda que cobrarían un porcentaje de los carnets colocados. También se preveían las «Cuotas de suscripción», para las grandes empresas locales; las Diputaciones y Ayuntamientos de las cuatro capitales catalanas; las Diputaciones de España y los artistas españoles, mediante el Círculo Artístico de Madrid; y una subvención del Ministerio de Educación Nacional, gestionada por el Director General de Bellas Artes, el marqués de Lozoya. Legajo «Monument a Mariano Fortuny. 1944». Véase también Destino, Barcelona, 18-III-1944. 237. El noticiario oficial del régimen franquista, el NO-DO, mostró los esbozos del proyecto en realización. Véase La Vanguardia, 3-IX-1944 y ABC, Madrid, 30-IX-1944 y el NO-DO de 24XI-1947 (N255B) disponible en https://www.rtve.es/filmoteca/no-do/not-255/1467401/.